Al día siguiente que el hombre misterioso, llegó al salón de algebra, me entregó esa rosa roja, de parte de mi ex novio. Después de mis largas clases, me reuní en el receso con Robert, a quien noté muy extraño, como un poco deprimido y enojado.
- Hola Ro, ¿qué te pasa?
- Nada Mer, te lo juro.
- Es que tú no eres así, nunca estás tan...apagado, como deprimido y a la vez molesto, ¿qué te pasa?
- Está bien Mer, te voy a contar, tiene que ver con mi padre.
- ¿Con tu padre?, ¿qué te hizo ahora?
- Me vino a buscar aquí, en la escuela, en la hora de salida, pero, estaba raro, parecía que venía por alguien más, no por mí, pero, fingió que sí.
- Pero, ¿por qué te pones así? ¿Qué te hizo?
- Mer, mi padre es un mentiroso...
Cuando me empezó a contar, sonó la alarma contra incendio, y yo estaba en shock.
- Por amor a Dios, Mer, ¡apúrate!
- Si Ro, vamos.
Me tomó de la mano, tiró de ella para salir lo más rápido posible.
Mientras salíamos, chocábamos con mucha gente, la cual quería llegar a un lugar seguro.
Cuando llegamos al punto de encuentro, nos dijeron que era un simulacro, y que desocupamos el edificio en tiempo récord.
Obviamente, todos nos sentimos molestos porque nos hicieron correr y asustarnos para nada, aunque en parte es bueno, por nuestra seguridad.
Lo malo de esto, era que iba a conocer la historia del padre de Robert, el por qué lo odia tanto.
Lamentablemente, después de eso, tuvimos que irnos a clase, y ya no pudimos hablar de la historia de su padre, así que el primer intento falló.
Espero que más adelante, se vuelva a dar la oportunidad, porque no sé más que es un mentiroso, pero, no puedo juzgar a nadie sin saber los antecedentes