El timbre sonó avisando el final del día escolar, rápidamente tomé mis cosas y las guarde en mi mochila, quería estar en mi casa, acostada en mi cama viendo una maratón de Netflix, ese sería un buen plan de viernes por la noche con Ashley, pero para poder llevar a cabo mi cometido debía marcharme pronto, antes de toparme con mis mejores amigos y que intentan a toda costa obligarme a salir con ellos.
Los amaba, Kris y Alex eran mis mejores amigos desde hace años, pero ellos estaban siendo egoístas al no dejarme hacer lo que yo quisiera, era mi forma de superar mi ruptura amorosa con Will, mi novio desde hacia cuatro años, mi primer amor. Una parte mía pensaba que seria el ultimo y eso me aterraba, ¿como logra encontrar a alguien que me hiciera sentir como él? sentía que eso sería una misión imposible, pero aun así en estos momentos estaba decidida a estar sola, no salir, los viernes de Netflix eran mi forma de escape, esas desveladas hacían que me olvide de todo por un rato, al meterme dentro de las situaciones que las series de televisión me planteaban era libre de los "sentimientos desoladores de Ashley" por unas horas, y eso estaba bien.
—Me gustaría que dejes de mirar un punto fijo y me prestes atención —susurró una voz en mi oído, me sobresalte y mire a mi costado, Kris se encontraba allí, mirándome con los ojos entrecerrados, Alex se encontraba a su lado.
Observe a Kristine por unos segundos, su cabello rubio oscuro caída sobre sus hombros y sus ojos color chocolate me lanzaron una mirada desaprobadora, como si esperase algo mejor de mí, apreté los dientes e intente controlar mi genio, en el fondo sabía que ella solo quería lo mejor para mí y no podía comportarme mal con ella solo por no estar en la misma sintonía de lo que era mejor para Ashley Thomson.
—Hola chicos —saludé con una sonrisa forzada-¿Cómo están?
Kris se sentó en el banco al lado mío, Alex la imitó sentándose frente a mí, sabía que se venía una de las típicas conversaciones de policía bueno y malo, había empezado a jugar esos roles desde hacia dos meses, en cierta forma me parecía divertido e irritante a la vez.
—Esperando que nos digas cuales son los planes para esta noche —Dijo Alex, regalando una sonrisa ladeada.
Alcé mi ceja derecha y tome mi mochila, me apresure en levantarme y los mire a ambos, amaba a mis mejores amigos, pero odiaba que se comporten así conmigo, cada persona necesita su espacio, y ellos no lo respetaban.
—No tengo ánimos para salir esta noche chicos —susurré y di un paso atrás, esperando la tormenta como cada viernes por la noche, siempre era igual, Kris se enojaba conmigo empezaban los gritos, era un ida y vuelta y podía surgir en cualquier lugar; ya habíamos tenido peleas en la calle, el cine y más de una vez los gritos se habían escuchado por los pasillos de la preparatoria Hastings School , en nuestras peleas Alexander se convertía en nuestro mediador e intentaba que todo volviese a la calma, la mayor parte de las veces lo lograba.
Aguarde, esperando al huracán Kris, pero este nunca llegó y eso me causo una gran sorpresa, las peleas este ultimo tiempo se habían tornado incontables, pero lo único que ella hizo fue levantarse y dar dos pasos hacia mí, la preparatoria ya se encontraba casi vacía, pude escuchar el ruido de sus tacones, la observe y tuve que suprimir una risa, ya que aunque andaba en tacones me llegaba por debajo de la barbilla.
—Tranquila dulce Ashley —exclamó mi amiga moviendo sus manos con gesto teatral.
La única respuesta que creí posible para no causar una guerra y poder blandir de a poco una bandera blanca fue cruzar los brazos sobre el pecho y esperar lo que quería, luego de eso yo podría decidir si comenzar la guerra o retirarse de la lucha de Kris versus Ash.
—¡Pensé en tener una noche de películas! —exclamó con su voz suave, con una de seguro falsa emoción, ella amaba salir por las noches—, vamos a ir a tu casa, comer palomitas y helado y hacer una buena maratón, ¿qué te parece la idea?
Pésima.
Era una pésima idea, pero no podía decirle eso, una parte mía sabía que ella se estaba esforzando en serio, y por mas que quería estar sola no podía ser así con ella, aunque mi parte oscura, la maquinadora mala, quería responder con miles cosas hirientes y filosas, pero me mordí la lengua y me contuve, tenía que evitarlo, ellos no merecen mi mal carácter.
—Es una idea fantástica Kristen —dije sonriendo falsamente, esta sería una larga noche.
No lo dudes dulce Ashley, me susurró la voz de mi conciencia con cinismo, lo que me faltaba, mi bella voz interior haciendo acto de presencia.
Parpadee al sentir unos brazos abrazando mi cuerpo y me tense, Kris se había abalanzado sobre mí sin darme cuenta, alce mis brazos para devolverle el abrazo y la estruje contra mí.
—Será una noche genial —escuche decir a Alex antes de abrazarnos a ambas.
—¿Cuál será la elegida de la noche para esta maratón? —preguntó Kris sentándose en mi cama, me encontraba en el medio y mis dos amigos a mis costados, Alex me pasó un paquete de palomitas de maíz, lo tome y prendí el televisor.
—Podría ser Riverdale —sugirió Alex—, o Insatiable, me llama la atención el avance.
Le regale una sonrisa ladeada y busque Riverdale, ya las había visto a ambas y me encantaban, eran pocas las series de esta plataforma que no había visto, tuve varios meses para ponerme al corriente con este mundo, me había absorbido y yo era feliz en el.
Empezó el primer capítulo y apague la luz, Kris chilló varias veces cuando entro en escena Cole Sprouse, no podía culparla, además cada quien buscaba a qué prestarle atención en una serie, así nos quedamos hasta las cuatro de la madrugada viendo capítulos de Riverdale, hasta que salió un anuncio de una nueva película de Netflix.
—¡Ay Dios! —exclamó la rubia a mi lado, haciendo que pegue un sobresalto, la mire asustada.
—¿Qué tienes? —pregunté con temor, no sabía que le había pasado—¿Te duele algo?
Kris lanzó una carcajada, haciendo que más miedo se cuele en mi sistema, mi teoría principal fue que le había afectado ver tanta televisión a altas horas de la madrugada.
—¿Nos vas a decir que te sucede? —preguntó Alexander con voz ronca, aparentemente igual de confundido y sobresaltado que yo—, pareces una loca.
Sonreí de lado.
—No lo parece Alex —murmuré con inocencia y pestañee—.Lo es, además hay que ser sinceros los tres somos iguales y nos faltan varios tornillos.
Y así comenzamos una discusión con él, alegó que era una persona completamente normal y que nosotras éramos las raras, y que además lo empujamos con nuestra locura. Allí mismo comencé a darle una lista con las cosas que había hecho, y así la competencia dio inicio, discutiendo quien era el más loco de los dos.
—ESCUCHEN Y DEJEN DE PELEAR —gritó Kristine, se paró en la cama y dio un salto al suelo, dos pares de ojos le prestaron atención al instante, nos quedamos sin abrir la boca, esperando para ver cuál sería su próximo acto hacia la falta total de cordura.
—Te estamos esperando —le recordé, ya que se había quedado en silencio frente a nosotros, con las manos en la cadera, alcé mi ceja derecha.
—Alex dime que tú también viste la solución a los problemas de Ashley —chilló ella con emoción, sus ojos tenían un brillo malicioso.
Fruncí el ceño, no sabiendo qué rumbo estaba tomando esta conversación.
—No sé de que estas hablando Kris-kris —dijo Alexander ladeando su cabeza como un cachorro.
Kristine lanzó un bufido y puso los ojos en blanco.
—¿No vieron el avance de esa película? —preguntó la rubia con un deje de decepción—.Noah Centineo y su película sobre citas es la solución a tus problemas.
Ahora era yo la que ladeaba la cabeza como un cachorro sin entender, por quinta vez en la noche alcé mi ceja derecha, sin entender qué rumbo estaba tomando la cabeza de mi mejor amiga.
—Tienes que descargar una aplicación para conocer chicos, hay millones, y así tendrás a un Noah Centineo en tu puerta sin darte cuenta, así dejaras de encerrarme como una maldita ermitaña.
El morocho a mi lado gritó un "Ohh, es una idea brillante" dejándome sorda de un oído; con esto llegue a la conclusión de que mis dos mejores amigos estaban locos de remate, pero bueno...¿Quien decía lo que era normal en esta vida?
—No sé les ocurra, no descargare una de esas típicas y aburridas aplicaciones para conocer gente y tener citas, nada interesante sale de allí —me negué con decisión, no pensaba seguirles el apunte, era una completa idiotez.
Alex se levantó de la cama y se colocó al lado de Kris, un par de ojos grises y unos chocolate me observaban con determinación, y así en menos de media hora en mi celular estaba descargada "Go guys" una aplicación muy famosa en Estados Unidos para conocer chicos, esto era ridículo, pero si no lo hacia iba a estallar la tercera guerra mundial, y prefería retrasarla, ya que podría crear el usuario, usarlo unos días y olvidarlo, así ellos se quedaron felices y me dejarían en paz hacer mis maratones de Netflix y comida chatarra.
—Elige una foto Ashley baby —pidió Kris sentándose a mi lado en la cama, me tendió mi teléfono y lo tome como Gollum con su anillo el precioso, odiaba que los demás tocaran mi celular.
—Tenía pensado no poder una foto mía...Clarisse no se enterara si uso una foto de ella —murmuré y comencé a buscar en la galería una foto de mi hermana, termine eligiendo una en donde ella se encontraba de perfil, era mucho más hermosa que ellos, cabello castaño oscuro hasta los hombros, unos labios carnosos y unos lindos ojos azules claros.
Listo, mi dedo pulgar fue hacia "Publicar nuevo usuario".
Mis mejores amigos se abalanzaron sobre mí con emoción, Dios iban a ser mi perdición.