BORJA
Después de terminarme el postre se me escapa un bostezo.
-¿Te quieres quedar a dormir esta noche en casa?-me pregunta Mónica.
-No. No hace falta. Muchas gracias pero no quiero ser una molestia-otro bostezo vuelve a delatarme.
-Claro que no eres una molestia, a parte estás medio dormido y tienes un rato hasta tu casa. Si te pasara algo no nos lo perdonaríamos.
Jorge pide la cuenta y después de tener una pequeña discusión con él sobre quien paga lo termina haciendo él.
Salimos del restaurante.
-Inés, ve con Borja. Así le enseñas el camino y le haces compañía para que no se duerma.
Ella asiente sin decir nada y nos encaminamos juntos al parking. Me froto los brazos disimuladamente a causa de una ráfaga de aire que acaba de pasar pero parece que Inés lo nota porque cuando la miro se está desabrochando la chaqueta.
-¿Que haces?
-Es obvio. Tienes frío.
-Tranquila, estoy acostumbrada. Abróchate.
Ella me hace caso y se la vuelve a abrochar.
Después de subir al coche estamos un rato en silencio.
-Me contó Guille que estuvisteis hablando.
-Si.
-Y que hablasteis de mis gustos sexuales.
-Habló él. Pero ya que estamos, ¿por que no me cuentas tú tus gustos?-no sé de donde saco el valor para preguntárselo y espero unos segundos porque no se como puede reaccionar.
Pongo mi mano en su muslo:-Puedes confiar en mí y contarme lo que quieras, ¿lo sabes? Adelante, dime que te gusta que te hagan.
-¿Has visto 50 sombras?
Asiento:-¿Tenias un cuarto rojo?
-No no. Y no te imagines ahora que yo disfruto cuando me pegan. No me gustaba.
-¿Entonces que te gusta?
-Estar sometida a alguien. Que esa persona tenga total poder sobre mi cuerpo. Me gusta que me aten. Me pone mucho que me aten con corbatas. No poder ver. Y sentir cosas en mi cuerpo.
-¿Sentir que?
-No se. Que me pongan comida por todo el cuerpo. Ya sabes. Cosas de estas.
-¿Hace cuanto que no mantienes este tipo de relación?
-Más de un año. Aparca aquí- me señala un sitio que ha encontrado.
Después de aparcar bajamos del coche.
-¿Vamos?-le tiendo la mano.
Me mira y se lo piensa un par de veces antes de entrelazar su mano con la mía.
Subimos hasta su piso y ella coge las llaves que tiene en el bolso y abre la puerta.
-Si que habéis tardado, ¿no?-nos dice Mónica justo cuando entramos.
-No encontrábamos sitio para aparcar-se justifica Inés
Ella asiente.
-Borja, te he preparado la habitación de invitados. He dejado unas toallas por si te quieres duchar ahora. La ropa ahora le pido unos pantalones a Lucas.
-Gracias.