Kun esperó y esperó, su corazón latiendo como un tambor, pero no los vio colapsar.
Las palmas que había usado para aplastar los pimientos con fieltro como si se hubieran quemado por el fuego; estaban muy calientes e incómodas. Su piel gruesa y cubierta de capullo incluso mostraba un rubor inusual. La sensación de ardor al rascarse el corazón y los pulmones le hizo odiar que no pudiera cortar esos pedazos de carne.
Había oído que algunas plantas eran tan tóxicas que no necesitaban ser tragadas, sólo tocarlas era suficiente para hacer que una persona se desplomara. Sólo un poquito de su piel había entrado en contacto con él, y ya era tan doloroso y estaba destinado a ser aún más miserable para Xiao An Chun y los demás. Había pasado mucho tiempo desde que terminaron de comer, así que el veneno debería haberse esparcido por todo su cuerpo.
Con este pensamiento, Kun rápidamente se deslizó por la escalera de cuerda y corrió al frasco de piedra para lavarse las manos. Se lavaba y frotaba repetidamente las palmas de las manos hasta que se le quitaban las capas de capullo antes de detenerse. Sin embargo, la sensación de ardor no desapareció, sino que se hizo más intensa y el veneno pareció extenderse.
Apretó los dientes, sacó la daga con decisión y le cortó la piel de la palma de la mano.
Sangre salpicó por todas partes, tiñendo de rojo el agua de la tinaja. Para evitar que las bestias salvajes atacaran por el olor de la sangre, inmediatamente envolvió su palma en piel de pescado. Luego cavó un hoyo y vertió el agua ensangrentada y trozos de carne en él, cubriéndolo capa por capa.
El obrero mutiló mal las palmas de sus manos, dejando a Kun cubierto de sudor frío. Tensó la piel del pescado, se apoyó en el tronco del árbol y dio un grito ahogado. Se dijo a sí mismo que pronto volvería con Eddie, lo que le hizo sentirse mejor. Después de sentarse durante mucho tiempo, tiempo más que suficiente para que el veneno se extendiera por todo el cuerpo, Kun escondió su cara y se rió.
No se había muerto. No sintió molestias en ningún otro lugar que no fueran las palmas de sus manos, lo suficiente como para probar que se había deshecho del veneno.
Kun se alegró por su éxito. Volvió a envolver las manos con fuerza y subió por la escalera de cuerda hasta la casa del león dorado, en busca de sal y cristales rojos. No, no había nada. En la habitación no había nada más que una cama, una mesa y sillas. ¿Cómo puede ser esto? Una vez había visto a la hermosa hembra jugando con dos piezas de cristal rojo a la luz del sol, ¿cómo no verlas? ¿Las llevaba con él? Pensando en esto, Kun se deslizó desde la casa del árbol, listo para buscar los cuerpos de los dos hombres y las bestias. Acababa de caminar unos pocos metros, luego se congeló, sus ojos abriéndose de par en par.
"Tú, tú..." ¿Realmente no murió? Se tragó las últimas palabras a tiempo, y su cara se puso cada vez más pálida.
Zhou Yun Sheng no pareció notar su comportamiento anormal y le preguntó: "¿Quieres ir a dar un paseo también?"
"Bien, comí demasiado, así que me voy a dar un paseo." Kun inmediatamente resonó.
Xiao An Chun miró sus sangrientas palmas y le preguntó: "¿Estás herido?"
No le importaba si Kun vivía o moría, sólo quería saber qué estaba tramando.
Kun rápidamente escondió sus manos detrás de él y agitó la cabeza. "Cuando bajé, no agarré firmemente la escalera de cuerda. Así que me caí y me rasqué las palmas de las manos, no es nada serio".
Esto despertó el interés de Xiao An Chun. Forzó al otro a sentarse en el suelo, desenvolvió la apretada piel de pescado y examinó la herida. Sus cejas estaban ligeramente levantadas. Era sospechoso, pero no preguntó más. Si esto hubiera ocurrido en el pasado, habría estado muy ansioso, corriendo hacia el bosque para recoger hierbas para Kun. Pero ahora, era como si nada hubiera pasado. No le recordó a Kun que la herida estaba sucia, mucho menos lavar y cambiar los apósitos por él.
Xiao An Chun ató la piel y dijo suavemente: "Quitar una capa de piel no es gran cosa".
Kun no sabía que había gente en el mundo que, sólo por la forma de la piel y la carne cortada, podía saber qué arma había sido usada y si la herida era mortal. Xiao An Chun era uno de ellos.
Kun se sintió tranquilamente aliviado y pensó que lo había engañado. Se frotó el estómago y caminó hacia el bosque, diciendo que volvería pronto.
Xiao An Chun le miró fijamente a la espalda, su expresión ilegible.
Esperando a que estuviera lejos, Zhou Yun Sheng preguntó en voz baja: "¿Qué le pasa en la mano? Los cortes son tan suaves que no pueden ser por abrasiones".
"Dios masculino, realmente tienes buena vista. Se la cortó con una daga". Hablando de esto, Xiao An Chun aún estaba atrapado en la niebla. No entendía por qué Kun abusaba de sí mismo. Nunca entendió cómo funcionaba el cerebro de esta gente primitiva.
Zhou Yun Sheng estaba aturdido, y su expresión era un poco difícil. Un momento después, lentamente sostuvo su frente y trató de reprimir su risa. Luego golpeó la cabeza peluda del tonto león y se rió a carcajadas.
Xiao An Chun preguntó ignorantemente: "Dios masculino, ¿qué es tan gracioso? Dilo en voz alta para que nosotros también podamos pasar un buen rato".
Zhou Yun Sheng se rió y agitó la mano, le llevó mucho tiempo recuperarse. Él dijo: "Kun tenía miedo de que vieras los pimientos, así que los aplastó antes de tirarlos a la olla. aplastó completamente unos cuantos puñados de pimienta." Mientras hablaba, se rizó los dedos e hizo un movimiento de frotamiento.
Al principio, Xiao An Chun seguía confundido, así que copió el movimiento de frotamiento. Entonces se acordó de la pimienta que acababa de comer. Sabía cientos de veces más picante que el pimiento. Era difícil de cortar con un cuchillo de cocina, nunca lo aplastaría con sus propias manos. El jugo espeso de la pimienta invade la membrana celular y produce una reacción química horrible, quemando una capa de piel.
Originalmente, podía tolerarlo, pero Kun pensó que los pimientos eran venenosos. En ese caso, ¿cómo podría soportarlo? ¿Cómo se atrevería a soportarlo? ¿Y si el veneno se extendió desde las palmas de las manos de Kun a todo su cuerpo? Para evitar que el veneno se extendiera, reaccionó rápidamente y se cortó la palma de la mano con determinación. Fue triste y ridículo.
Pensando en esto, Xiao An Chun no pudo evitar reírse, temblar y agarrarse a sus hombros. Le entró un escalofrío en los huesos. El pueblo primitivo era ignorante e incivilizado. No tenían una visión completa del mundo ni valores, ni habían establecido un sentido de moralidad. Tenían su propio código de conducta para ayudarles a sobrevivir y mejorar su calidad de vida. Para lograr sus metas, no había mucho que no estuvieran dispuestos a hacer, incluyendo hacer trampa, herir, matar e incluso comerse a la gente. A veces eran ingenuos, pero la mayor parte del tiempo eran crueles, una especie de crueldad ignorante.
Xiao An Chun no pudo contener su temblor, pero habló con firmeza: "Dios masculino, debemos ahuyentar a Kun. ¡Es demasiado terrible!"
Zhou Yun Sheng se encogió indiferentemente de hombros. "Realmente necesitamos deshacernos de él, pero no ahora. No voy a dejar que vuelva fácilmente. Dámelo y cállate". Levantó el dedo índice contra sus labios e hizo un gesto de silencio.
Xiao An Chun asintió y no hizo más preguntas. Por supuesto, tenía un 100% de fe en el dios masculino.
Kun llegó a un lugar apartado y se aseguró de que no lo hubieran seguido. Entonces su cara se distorsionó y emitió un grito silencioso.
¿Quién podría decirle, por qué no están muertos? Estaba claro que el conejo se había convertido en un cadáver frío ni siquiera dos respiraciones después de comer la fruta en forma de cuerno. ¿Por qué seguían viviendo bien? ¡Algo debe haber salido mal!
"¿Será que las que tomé no eran venenosas?" Inconscientemente sintió alrededor de la bolsa de cuero y descubrió que ya no quedaban frutas en forma de cuerno, así que tuvo que volver y buscar más. Pensando en el conejo loco y sus palmas casi podridas. Se atrevió a jurar sobre el nombre del dios bestia, que la fruta de cuernos rojos debe ser venenosa, muy venenosa.
"Puede que no hayan sido lo suficientemente venenosos, necesito poner más la próxima vez." Murmuró para sí mismo hasta el borde del bosque, y descubrió que los frutos en forma de cuerno rojo que habían crecido aquí antes habían desaparecido. Sólo quedaba una fosa recién excavada. Obviamente fue hecho por el hombre, ¿había pasado Xiao An Chun y los otros? ¿Habían descubierto su secreto?
Dio dos vueltas en círculo, buscando confirmar que los frutos en forma de cuerno habían sido desenterrados. Así que se dirigió hacia atrás, cruzando un arroyo. De repente, sintió la necesidad de regresar a la tribu, sin importar las consecuencias. Pero su corazón era duro y finalmente se refrenó. Pensó en algunas excusas y se dirigió lánguidamente hacia el campamento.
El león dorado y la bella hembra se escondieron en su casa del árbol y Bai yacía a la sombra de las ramas y hojas para refrescarse. Sólo Xiao An Chun estaba cavando un hoyo con un trozo de bambú. Había un pequeño árbol a su lado, cubierto de frutos en forma de cuerno verde.
Todo el cuerpo de Kun se endureció, sin acercarse ni retroceder.
Xiao An Chun no quería mencionar el envenenamiento. Cuando el dios masculino lo silenció, fingió que no sabía nada. No preguntó ni pensó en ello. Sólo mantuvo vivo el árbol de pimienta.
Hizo un gesto con la mano, como si lo ridiculizara, y continuó cavando el agujero. Plantó cuidadosamente el pimiento, vertiendo un cucharón de agua sobre él.
"¿Qué es esto?" Kun se hizo el tonto, y nunca lo admitiría. Si le preguntaran, culparía a los pájaros. De todos modos, les gustaba tirar las semillas sobrantes.
"Es delicioso, lo comeremos esta noche." Xiao An Chun sonrió malvadamente, pero debido a su cabeza caída, Kun no lo vio.
"Se puede comer, y sabe especialmente bien. Realmente te hace sentir muy bien". Xiao An Chun levantó la vista, sus ojos brillantes.
Al ser mirado, Kun se sentía incómodo y su voz era seca y ronca. "Pero parece extraño, como si fuera venenoso."
Con eso, su corazón lleno de anticipación se hundió. Después de dos o tres meses juntos, Kun conocía a Xiao An Chun lo suficientemente bien. Sabía que una vez que el otro decidiera qué planta se podía comer, no habría ningún error. En otras palabras, el veneno que él pensaba que tenía no era veneno en absoluto.
Pero, ¿por qué le ardía la palma de la mano y le dolía tanto, como si hubiera un fuego ardiendo? Kun no podía entenderlo. Miró fijamente a su palma, donde todavía había un poco de sangre saliendo. Su cara estaba en blanco. Por la noche, Xiao An Chun fritó un plato con las frutas en forma de cuerno verde y probó el sabor picante. Sólo entonces se dio cuenta de que se había cortado la palma de la mano sin razón alguna.
Este sentimiento pasaría si lo tolerara un poco. A lo sumo, derramaría unas cuantas lágrimas más y, además, no le haría daño a su cuerpo. Kun se tragó una fruta entera en forma de cuerno bajo la presión del león dorado. Se sirvió un gran tazón de agua y regresó a su casa del árbol con el estómago en los brazos. Cuando se levantó al día siguiente, tenía mucha energía. No mostró ningún signo de envenenamiento.
¿Cómo pudo resultar de esta manera? ¿Por qué no pudo envenenarlos hasta la muerte, sino que tuvo que raspar una capa de su propia carne? Se rompió por completo y golpeó el suelo con la frente. Cuando desayunó, se sentó en la mesa de piedra con la espalda encorvada. Kun parecía que se estaba marchitando.
Zhou Yun Sheng empujó un plato de pimientos de su amigo delante de él y sonrió. "Come. Cuando termines, puedes ir a entrenar con Xuan y Bai. Eres demasiado débil." Mirando a Xiao An Chun, añadió: "Tú también vas, eres aún más débil".
"Ah?" Xiao An Chun no lo entendió.
"¿Qué'ah'? Ahora somos una tribu. Para que la tribu se desarrolle y crezca, cada miembro de la tribu debe ser lo más fuerte posible. Tú sigue a Bai, y Kun seguirá a Xuan." Zhou Yun Sheng tiró una bolsa de cuero a Kun mientras hablaba en un tono descuidado. "Echa un vistazo, las cosas que necesitas están dentro."
Kun abrió la bolsa y sus manos temblaron. Cristales rojos, la bolsa estaba llena de cientos de cristales rojos. Ni siquiera mencione a una persona, aunque los varones de toda la tribu la usaban, era suficiente para que todos ellos fueran promovidos a varias clases.
"¿Tú, tú me estás dando todo esto a mí?" Sintió que su garganta estaba bloqueada y no pudo evitar tragar su saliva.
"Todo para ti. Eres el único que puede usarlo de todos modos. Mantente al día con Xuan y no arrastres a todo el mundo detrás". Zhou Yun Sheng miró ligeramente hacia abajo para oscurecer la malicia escondida en sus dorados ojos marrones.
Bai y Xiao An Chun no sabían lo que estaba pasando, volviéndose juntos para mirar a Zhou Yun Sheng. Pero luego recordaron sus instrucciones anteriores y aguantaron sin hacer preguntas, saliendo silenciosamente.
A partir de ese día, siguieron al león dorado hacia los bosques del sur todos los días. En el camino, se encontraron con muchos peligros. Hubo varias veces en que sus vidas estaban en peligro, pero bajo la protección del león de oro, estaban a salvo y su fuerza se elevó rápidamente. El aumento más rápido fue nada menos que Kun. Al principio, le tomó medio mes absorber un cristal rojo, y luego sólo le tomó diez, siete, cuatro, tres días... Al final, pudo absorber dos al día, uno en el día y otro en la noche. Incluso mientras dormía estaba practicando. A pesar de sus siniestros métodos y de su insondable corazón, Xiao An Chun tuvo que admitir que era trabajador y resistente. Tarde o temprano, sería capaz de lograr algo.
Viendo que Kun se volvía más y más poderoso, hasta el punto de que ni siquiera Bai era su oponente, Xiao An Chun empezó a ponerse ansioso. Kun era una serpiente venenosa. Se despertaría muy pronto y mataría al granjero que lo había salvado.
Xiao An Chun no quería ver al dios macho arruinado, así que instó al león dorado a que los recuperara rápidamente y abandonara a Kun a medio camino.
No se atrevía a matar gente, y sólo podía pensar en una forma de hacer que Kun los dejara. Kun era muy fuerte ahora. Incluso sin ellos, podría encontrar el camino de vuelta a la tribu Bayan. Ahora era un guerrero de séptima clase, superando a toda la tribu Bayan. Una vez que regresara, podría tomar el lugar del líder y convertirse en el nuevo líder de la tribu. Eddie también se comprometía desesperadamente con él. Tal vez aceptaría inmediatamente casarse con él. En vez de mezclarse con ellos, sería mejor para él volver a la tribu.
"................................................................................................................................................................................. ¿Crees que vale la pena?" Cuando Kun estaba ausente, Xiao An Chun le contó al león de oro la historia de "El granjero y la serpiente" por tercera vez, frustrándose cada vez más.
Zhao Xuan levantó sus párpados, y suspiró decepcionado al salir de su nariz.
Xiao An Chun quería agarrar su oreja y rugir: Tonto, tú eres el granjero y Kun es la serpiente venenosa. Cuanto más fuerte lo entrenes, peor será tu muerte más tarde. ¿Lo has entendido?
Pero al final, sólo se atrevió a pensar en ello. No tuvo el valor de ponerlo en acción, así que cuando Kun regresó, sólo pudo fruncir el ceño.
Solo entonces Zhao Xuan se levantó perezosamente, y regresó por donde había venido. Había estado fuera durante tres meses, y era muy aburrido jugar en el bosque con estos cachorros. A mitad de camino, su amante se había separado de ellos y fue a inspeccionar el gran pozo celestial en el bosque. Probablemente fue un producto de la explosión de los agujeros negros. Investigando los cambios geológicos de los pozos celestiales, podía deducir las coordenadas de tiempo.
Por supuesto, para alinear con precisión las coordenadas a los minutos y segundos, el proceso computacional fue extenso. Su amante había determinado que le llevaría al menos cuatro o cinco años. Zhao Xuan se sintió bastante satisfecho de que su viaje de luna de miel, que originalmente era de un año, se hubiera extendido a cuatro o cinco años. Se mojó los labios y sus pasos se volvieron cada vez más apresurados.
Bai llevó a Xiao An Chun sobre su espalda, siguiendo en la misma dirección. Poco a poco llegó a ser un poco agotador, pero Kun estaba detrás de ellos no muy lejos, con una expresión relajada en su cara. Los guerreros en la cima de la séptima clase eran muy raros. Incluso la tribu Renault, que no carecía de cristales rojos, no podía producir ni siquiera unos pocos. Ahora Kun podía negarse a inclinarse ante la mayoría de los machos, y las bestias ancestrales no eran su oponente.
Su mirada estaba fija en la espalda del león dorado, sus ojos enrojecidos. Su fuerte espíritu asesino surgió de su corazón y rápidamente convergió.
No, aún no ha podido hacerlo. Tuvo que volver al campamento y averiguar dónde escondían los cristales rojos. Después de todo, su avaricia eclipsó su deseo de matar. Kun cerró los ojos y volvió a guardar silencio.
Zhao Xuan ya había sido consciente de sus deseos durante mucho tiempo. Sus doradas y verticales pupilas eran igualmente feroces. Sin embargo, él estaba en el frente, y nadie podía verlo.