En la cena, un pescado entero y una olla de sopa de tomate fueron colocados en la mesa de piedra, fácilmente humeante. Zhou Yun Sheng preparó personalmente cuatro tazones de sopa de tomate y dijo con una sonrisa: "La sopa de hoy es muy especial. Bébetelo rápido".
Esta extraña sonrisa, no importa cómo la veas, ¡era una que quería atrapar a la gente!
Bai estaba un poco asustado y miró al rey de las bestias.
Zhao Xuan no podía comer comida picante. Parpadeó a su amante, puso su cabeza sobre su hombro, y frotó su cabello suave y el lóbulo de su oreja con su nariz mojada. El coqueto zumbido hizo que el cuerpo de Xiao An Chun estallara con piel de gallina.
"¿Qué le pasó al león grande? ¿Está incómodo?" Preguntó ingenuamente.
"Él está bien. No te entretengas y bebe la sopa". Zhou Yun Sheng tomó un tazón y se bebió sin cuidado un bocado. Entrecerró los ojos e hizo una expresión de disfrutar del agradable postgusto.
Zhao Xuan se asustó cada vez más cuando vio su apariencia. Su amante tenía un gusto fuerte y le gustaba la comida picante; no le gustaban mucho los pimientos comunes. Su favorito era el pimiento escorpión, que era abundante en Mo Zhou. Se lavaba y luego se empacaba en una canasta de frutas, y él se ponía una en la boca y la masticaba, como si estuviera comiendo cerezas. Cada vez que lo veía comerse los pimientos, el sudor goteaba de la frente de Zhao Xuan y sus piernas temblaban. Su amante bebía tan alegremente que la pimienta debía ser de su gusto.
Se acabó, ¡habría una catástrofe hoy! Zhao Xuan miró el plato de sopa, como si mirase a la muerte.
La reacción del rey de las bestias hizo que Bai se estremeciera involuntariamente.
¿Había realmente veneno en el tazón? ¿Pero no estaba bien la reina? Gruñó y golpeó el suelo con su cola, pareciendo muy molesto.
Sólo Xiao An Chun estaba en la oscuridad. Levantó su tazón, soplando sobre él para enfriarlo.
Kun apretó el puño y esperó a que el otro hombre y las dos bestias bebiesen la sopa. Cuando terminaron, quedó libre y pudo regresar a la tribu con trofeos. La escena le emocionó justo cuando lo pensó. Incluso estaba un poco molesto porque la carne de las dos bestias ancestrales estaba contaminada con veneno. Sabiendo que eran bestias raras con una alta línea de sangre, su carne contendría mucha energía, no mucho peor que la de los cristales rojos.
Sintiendo que Kun estaba tan emocionado que su corazón latía como un tambor, Zhou Yun Sheng instó a Xiao An Chun y Bai a beberlo rápidamente. El estúpido león saltó de la silla de piedra y pareció querer escapar, solo para ser arrastrado de vuelta por su melena.
"Mi amor, abre la boca. Si lo haces bien, habrá una recompensa esta noche". Zhou Yun Sheng levantó una ceja, su débil sonrisa parecía hermosa y peligrosa.
Zhao Xuan le miró profundamente y finalmente sucumbió a la fuerza del mal. Lentamente abrió la boca e hizo un gesto a su amante para que le diera de comer. No podía rechazar ninguna petición de su amante. Sin mencionar un tazón de sopa, incluso si lo dejaba morir, estaba dispuesto.
Mientras Zhao Xuan se consolaba, Zhou Yun Sheng se alimentó suavemente con la sopa en su boca. En el otro extremo de la mesa de piedra, Xiao An Chun y Bai tomaron un sorbo, y había tres crujientes pffftttt. Un hombre y dos bestias lo vomitaron todo.
"Joder, ¿por qué la sopa de tomate es tan picante? ¿Quién fue? ¿Quién tocó mi sopa de tomate?" Xiao An Chun se agarró a su garganta y saltó arriba y abajo, su nariz goteando y su cara mojada de lágrimas.
Bai estaba rodando dolorosamente por el suelo, su gran lengua colgando de su boca, inhalando constantemente el aire fresco. Era tan ingenuo que pensó que la reina no haría daño a su propia gente. ¿Qué clase de veneno era este? Era como comer un trozo de carbón, quemaba la boca, la garganta y los intestinos, ¡todo el estómago ardiendo hasta las cenizas! Demasiado doloroso, era como morir.
Zhao Xuan había sido entrenado durante mucho tiempo y su capacidad para tolerar la comida picante era muy superior a la de Xiao An Chun y Bai. Para ser honesto, este pimiento era muy picante, pero era un poco menos picante que los pimientos escorpión que su amante comía normalmente. Aunque era un poco menos picante, era suficiente para quemar el estómago de la gente común.
Se golpeó la boca y corrió a la cocina, metió la cabeza en el tarro de piedra y bebió el agua fría. Xiao An Chun y Bai también volvieron a sus sentidos. Uno le pellizcó la garganta y el otro le sacudió la cola alocadamente, y agarraron el frasco de piedra para buscar agua.
Viendo a un hombre y dos bestias caer en el tarro, Zhou Yun Sheng golpeó la mesa y se rió a carcajadas. Luego cogió el cuenco de madera y se tomó el resto de la sopa.
Kun finalmente realizó una buena acción. La pimienta en la que había estado pensando había sido encontrada. Debe'agradecer' al otro bien, de lo contrario se sentiría incómodo.
Xiao An Chun finalmente se sintió mejor después de tener el estómago lleno de agua. El gran león y las papilas gustativas de Bai eran miles de veces más sensibles que las suyas, por lo que seguían sufriendo. El agua en el frasco disminuyó a una velocidad visible a simple vista. Xiao An Chun dio una palmadita a Bai, que estaba estornudando sin control, y volvió a la mesa para examinar cuidadosamente la sopa de tomate.
No lejos de la casa del árbol, Kun contuvo la respiración, esperando a que murieran.
Nunca había esperado que su reacción al beber la sopa fuera tan intensa. No pudo evitar pensar en el conejo que de repente se había vuelto loco. ¡Este veneno era realmente terrible! No sólo podía envenenar a la gente, sino que también podía hacer que la gente se volviera loca. Suspiró en su corazón y recordó la apariencia de la fruta, listo para llevarse algo. Después de comprobar la sopa, Xiao An Chun empezó a mirar a su alrededor. Kun se agachó rápidamente, ojos de águila sobre su objetivo. Estaba esperando a que murieran envenenados, pero en el siguiente segundo, surgió un presentimiento ominoso. La sensación de espera me resultaba tan familiar. Era como cada vez que Xiao An Chun traía comida que sospechaba que era tóxica; los miraba con el mismo humor.
Pero esta vez fue realmente diferente, porque estaba seguro de que las frutas en forma de cuerno rojo eran altamente tóxicas, de lo contrario no se habrían vuelto locas, como lo había hecho el conejo.
Mientras Kun estaba lleno de confianza, Zhao Xuan y Bai se detuvieron y volvieron a la mesa de piedra con el estómago lleno de agua.
Bai miró a la reina con ojos quejumbrosos, se dio la vuelta y gruñó al rey, indicando que debía ocuparse de ello.
Zhao Xuan no se atrevió a restringirle, sino que retrocedió dos pasos con una mirada de miedo. Porque descubrió que su amante le saludaba con los ojos entrecerrados, sus ojos de color ámbar brillando con humedad, aparentemente muy suave.
No, agitó la cabeza, sabiendo que ese dulce tormento se avecinaba. Este era el mal gusto de su amante; siempre estaba asustado y tímido, pero las secuelas serían infinitamente agradables.
Como he dicho antes, hay una recompensa por el buen desempeño. "¿Vienes?" Zhou Yun Sheng enganchó su dedo índice y sus ojos de flor de melocotón eran brillantes.
Zhao Xuan estaba encantado y se movía paso a paso, su lucha muriendo. Fue arrastrado por su amante y besado una vez que estuvo cerca. Su lengua caliente penetró su boca, pasando entre sus dientes, y presionó contra la base de su lengua. Se lamió la parte posterior de la boca, luego se retorció y enrolló la lengua, emitiendo sonidos chupadores.
Por un lado, era tan picante que Zhao Xuan derramó lágrimas, pero por otro lado, era adicto a las magníficas habilidades de su amante para besar. Sus miembros temblaban, como si se fuera a desmayar en cualquier momento. Cada vez que se besaban, sus piernas se volvían blandas.
Bai y Xiao An Chun miraron fijamente al hombre y a la bestia en el intenso beso hasta que el dios masculino terminó con él, lamiendo la húmeda nariz del león y suspirando. "Un beso húmedo es la manera correcta de aliviar el sabor de la comida picante." Sólo entonces se despertaron los dos.
De repente, Bai volvió la cabeza hacia Xiao An Chun y abrió la boca, mostrándole su lengua roja y caliente. Xiao An Chun todavía no podía cruzar ese umbral en su corazón. Lo que es más, estaba más restringido. No se atrevía a ser tan audaz como el dios masculino en público. Para distraerlos, inmediatamente expresó sus dudas. "Dios masculino, encontré que la sopa de tomate ha sido mezclada con muchos pimientos. ¿Sabes quién lo hizo? Los pimientos son plantas con un sabor muy especial, como el que acabamos de comer".
Los tomates y los pimientos habían sido hervidos, pero las semillas seguían flotando en la sopa. Tal vez otras personas no podían ver la diferencia, pero él estaba bien familiarizado con las plantas. Si miraba cuidadosamente, aún podía encontrar las diferencias. Pero en lugar de pensar demasiado en ello, se regocijó al encontrar los pimientos.
Correcto, también era un entusiasta de las especias.
"Realmente hay pimientos aquí, ¡podré cocinar muchos platos picantes en el futuro! Pimientos fritos al aceite, dios macho, seguramente nunca los has probado. Déjenme decirles, ¡saben muy bien!" Xiao An Chun apretó excitado su puño, haciendo reír a Zhou Yun Sheng.
Zhao Xuan dio dos pasos atrás y miró a Xiao An Chun con asombro por primera vez. Inesperadamente, esta bombilla también era fuerte en algunos aspectos. Seguro que todo el mundo tenía debilidades y fortalezas.
Bai no lo entendía, pero a juzgar por la reacción de Xiao An Chun, la sopa que acababan de beber no era venenosa y estaba mezclada con cosas buenas. ¿Pero qué cosa buena tenía este sabor? ¡Demasiado espantoso!
Zhou Yun Sheng se rió, era bueno guiando a otros hacia la tentación. "Xuan y yo no hemos estado cerca de la estufa. ¿Quién crees que puso los pimientos?"
Xiao An Chun miró reflexivamente a la casa del árbol donde vivía Kun, pero el dios macho le pellizcó la mandíbula y mantuvo la cabeza en su sitio. Sólo podía mover sus curiosos ojos.
Zhou Yun Sheng continuó guiándole. "Kun siempre ha sido muy cuidadoso al comer. Nunca tocó comida que considerara tóxica. Piénsalo, ¿fue el primero en comerse las berenjenas, las calabazas de luffa y los hongos que recogiste? Sólo cuando terminamos de comer y no estamos muertos es cuando lo toca. Esta vez, fue algo fuera de lo común. Recogió y recuperó los pimientos que nunca antes había visto y los puso en la sopa, pero luego se subió de nuevo a su casa del árbol para dormir. ¿Qué idea crees que se le ocurrió? Usa tu cerebro, no dejes que otras personas te usen".
Xiao An Chun estaba dispuesto a usar su cerebro en lugar de confiar únicamente en el entusiasmo y la bondad. Seguramente habría ganado una alta posición en la tribu Bayan. Pero no había otra manera, a Zhou Yun Sheng le gustaba esta versión de Xiao An Chun. Le gustaba su inocencia, amabilidad y desinterés, así que detestaba a Kun, que quería usar y asesinar a Xiao An Chun, aún más.
A Xiao An Chun no le gustaba usar su cerebro, pero eso no significaba que fuera estúpido. Pensó un poco más profundo y lo entendió. Kun había sospechado que los pimientos eran venenosos. De hecho, sus colores brillantes y su forma extraña realmente indicaban que eran venenosos. Así que los escogió y los puso en la olla; su objetivo final era envenenar y matar a todos.
¡Que se joda tu madre! Xiao An Chun estaba enfadado, un par de ojos de toro entrecerrados, como si quisiera devorar a alguien.
Se preguntaba por qué el otro quería hacer esto. ¿Qué le pasaba?
"Kun quiere volver a la tribu, pero alguien debe haber tomado su lugar durante su ausencia, así que necesita algo de influencia, como sal preciosa, cristales rojos, e incluso la carne y la piel de las bestias ancestrales superiores." Zhou Yun Sheng acarició el pelo dorado y brillante del tonto león. Una suave sonrisa se burló de la comisura de su boca, pero sus ojos estaban fríos como un cuchillo.
"¿Cómo pudo hacer algo tan loco?" Los ojos de Xiao An Chun se entrecerraron con ira.
Bai también quería despedazar a Kun y arrojarlo al lago, pero fue aplastado por el rey de las bestias y mantenido en su lugar. Sólo podía seguir tocando el suelo con las patas delanteras.
Zhou Yun Sheng hizo un gesto con la mano e ignoró las ingenuas investigaciones de Xiao An Chun. Llenó un tazón con sopa y lentamente se la bebió. De vez en cuando, se mojaba los labios y suspiraba de satisfacción. Zhao Xuan se quedó mirando sus rojos labios y repetidamente se tragó su saliva. Pensó en su corazón: cuando comía pimientos, su amante era especialmente bello. Por supuesto, sus besos picantes y picantes eran insoportablemente placenteros.
Xiao An Chun también llenó un tazón con sopa, frotando simultáneamente su nariz y sorbiendo la sopa. "Dios masculino, ¿viste a Kun poner los pimientos en la olla? ¿Cómo te aseguraste de que los pimientos no fueran venenosos, y luego recogiste el tazón y bebiste de él?". Nunca había dudado de los orígenes del dios masculino. En su opinión, si el dios masculino fuera un hombre moderno, entonces no aceptaría en absoluto este juego humano y bestial, que estaría demasiado fuera de su tolerancia.
Pero resultó que era demasiado ingenuo, siempre había gente con gustos tan fuertes en el mundo. El juego del hombre y la bestia fue un poco refrescante para ellos.
"Vi un pájaro volando con esta fruta en la boca. Debido a su color brillante y a su extraña forma, la miré unas cuantas veces más. Pensé que si los pájaros podían comer, entonces nosotros también podríamos. Quería ver lo que Kun realmente quería hacer con él y la extensión de la oscuridad en su corazón". Luego tomó el tazón y escurrió la sopa picante de un trago.
El tracto digestivo de los mamíferos digirió las semillas de pimiento para que no pudieran germinar aunque fueran excretadas. Para reproducirse, esta planta había desarrollado un sabor fuerte y dominante. Los mamíferos que lo probaron una vez nunca se atrevieron a intentarlo de nuevo, lo que redujo en gran medida el número de semillas desperdiciadas.
Pero los pájaros no podían saborear el picante, y su tracto digestivo no lo digería, así que eran los esparcidores naturales de las semillas de pimiento; el pimiento era uno de los alimentos favoritos de los pájaros. Estaba bien que los pájaros los comieran todos los días, así que naturalmente, también estaría bien que la gente los comiera.
Xiao An Chun finalmente entendió las causas y consecuencias, y tuvo que exclamar que el dios masculino era realmente inteligente. Si se le colocara en la era moderna, sería un hombre de negocios muy inteligente. En ese momento, su ira disminuyó un poco. Se frotó las manos y preguntó: "Dios varón, el león tiene un agudo sentido del olfato. ¿Podría oler los lugares donde Kun había estado?"
"¿Quieres buscar pimientos?" Zhou Yun Sheng entrecerró los ojos alegremente.
"Sí, también me gusta el sabor de los pimientos. Aparecerán más y más a menudo en nuestra mesa en el futuro". Los ojos brillantes de Xiao An Chun estaban fijos en el futuro.
"Bien, vamos cuando terminemos de comer." Zhou Yun Sheng lo prometió.
Zhao Xuan y Bai dieron un paso atrás en silencio.
Bai también miró con especial tristeza al rey de las bestias. El rey de las bestias podía recibir un beso caliente después de sufrir, pero sólo tenía la barriga llena de agua fría. Las dos bestias no pueden ser comparadas.
Zhao Xuan sintió los ojos envidiosos del hermano pequeño e inconscientemente levantó su fuerte pecho.
Después del almuerzo, siguieron el olor que Kun dejó atrás y salieron a caminar.