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Hongjoong camina a paso rápido sin mirar al chico de cabello negro que lo sigue con una leve sonrisa satisfactoria, es realmente incomodo que pese a todo se tengan confianza el uno al otro por lo que ninguno teme mostrar como es realmente, especialmente el estudiante oro. Se supone que debían seguir peleados por lo de la última vez, pero ese estúpido alumno ejemplar no le ha dejado en paz desde que entró a la institución y se empeña en hablarle sin importarle que él sí este moleste con su simple presencia.
-Celoso.
-Cállate.
-No pensé que realmente fueras tan celoso -comenta el chico de atrás burlándose de la actitud del más bajo.
-No estoy celoso -se detiene y lo mira de frente deteniendo el caminar de ambos.
-¿De verdad? -cuestiona en el mismo momento en que sube una ceja-. Como yo lo veo, creo que estas molesto debido a que crees que Yunho si fue a mi casa, en mi solemne opinión no es nada importancia pero, parece que en el fondo lo es para ti, ¿me equivoco?
-¿Desde cuando me importa lo que hagas? -pregunta Hongjoong a la defensiva, acercándose-. No me interesa.
-¿Lo dices en serio? -sonríe ladino acercando su rostro al más bajo sin creer en las palabras que acaba de pronunciar-. Mira, enano, deja de fingir, estoy arto de tu maldita hipocresía conmigo.
-¿Hipócrita? -lo mira molesto cerrando sus manos en puño y apretando con fuerza-. Deberías verte al espejo, idiota.
-Realmente te gusta jugar al chico bueno, ¿no?
-¿Por qué insistes en discutir por algo del pasado?
-Me entretiene -toma el mentón del más bajo con su mano izquierda y aparta con la otra algunos mechones de su rostro, ambos con un gesto bastante serio, la rivalidad en sus ojos presente, continua sus palabras con el tono de voz bastante molesto-. No creas que no me doy cuenta lo mucho que deseas no haber sido amable ese día, sé que tú me odias por ser un oro y sé mejor que nadie el tipo de persona que eres.
-Conoces mis razones cariño, porque mejor no vuelves a tu mundo, ¿no es lo que quieres? -cuestiona tomando las manos del chico contrario para intentar alejarlo, pero solo provoca que ahora sus manos sean detenidas, abre los ojos levemente asustado-. Eres tú quién sigue insistiendo en ser parte del grupo así que el que finge ser amable eres tú... -prosigue mientras sonríe mostrando su dentadura de manera inocente pero siendo bastante agresivo al conversar-. Jongho, tú eras la persona más odiosa con todo ser vivo, ¿porqué finges estar bien en nuestro pequeño grupo si también me detestas?
-Supongo que en cierto modo somos iguales.
-Según tú, ¿en qué somos iguales?
Jongho ríe entre dientes-. Fingir, fingir se nos da bastante bien.
-¿De qué hablas? ¿En qué estoy...?
-Así que realmente estas celoso de Yunho.
-Claro que no -responde entre dientes.
-Celoso -repite dándole un leve empujón a su frente con su dedo índice.
-¡No lo estoy! -grita molesto, llama la atención por un instante pero es ignorado casi al instante así que no sé preocupa en seguir discutiendo con su enemigo no tan enemigo-. No eres mi novio, no me gustas, no me agradas y ni siquiera te soporto tanto como creen los demás, incluso tú.
-Bueno, recuerdo que hace un año tú y yo...
-Callate.
-Si bueno, tú y yo, casa sola.
-¡Que te calles! -Hongjoong baja la mirada apretando los labios sintiéndose algo aturdido por los recuerdos. El rubio mira al chico de cabello negro, si, esta molesto-. No te creas el rey del mundo, tú y yo no somos nada compatibles.
-Me gustaría discutir sobre eso pero por el momento voy a guardar silencio -le guiña el ojo al más bajo de estatura y con disimulo mueve su cabeza para que voltee a ver a su otro amigo acercándose a ellos.
Yunho siempre logra que sus problemas disminuyan, pero eso no significa que se acaben y menos cuando ambos adolescentes le esconden cosas al chico alto. Desgraciadamente, la sinceridad dirigida al de cabello celeste es bastante nula y es que ellos realmente se sienten más incómodos de lo normal al conversar de sus problemas o conflictos, no es algo habitual de ellos por lo que suelen lidiar con todo solos y evitan pedir ayuda o consejo.
Jongho decide hablar sobre otro tema para no levantar sospechas de que segundos atrás se encontraban discutiendo
-Estudiemos juntos, te ayudaré si gustas
Hoongjoon siente que realmente tendrá un tic en el ojo por culpa de ese maldito oro, cada día lo pone más nervioso que de costumbre, siempre es la misma rutina de discusiones que le ocultan al alto porque tiene suficientes problemas como para que lo involucren en los de ellos.
Yunho llega a su lado con la mirada perdida, si, pese a que puede llegar hasta donde sus amigos sigue distraído por todo el asunto de Mingi, especialmente porque no hace mucho se lo topo por los pasillos y ni siquiera le dirigió una mínima mirada. Claro, no es que quiera que lo mire, pero si realmente el vicepresidente está enamorado de él debería aunque sea mirarlo, no es necesario que se acerque y hablen, pero es muy extraña la actitud de ese chico.
-¿Ustedes creen que realmente le gusto a Mingi? -cuestiona sin percatarse de lo que acaba de preguntar.
Ambos chicos intercambian miradas sin que el chico de celeste lo note, tras eso ambos asienten antes de dar su opinión al respecto.
-Claro que le gustas a ese idiota -responde Jongho, no duda al hablar, cruza sus brazos dando un suspiro cansado antes de agregar-. Ahora todo mundo lo sabe pero siempre ha sido obvio, me sorprende que les sorprenda.
-Realmente le gustas -Hongjoong asiente de acuerdo con el estudiante oro-. La verdad es que ahora es más obvio.
-Siempre lo ha sido -contradice el otro molesto.
-Como sea, da igual si siempre o no -prosigue la discusión, pone los ojos en blanco antes de voltear a ver al chico de cabello negro que le mira sin expresión alguna-. El punto es que es obvio que gusta de Yunho.
-Ajá -concuerda asintiendo. Jongho vuelve a suspirar antes de mirar al de cabello celeste-. Mingi definitivamente esta enamorado de ti.
-Irremediablemente enamorado - Hongjoong sonríe algo malicioso.
-Basta, ¿qué demonios con ustedes? -cuestiona Yunho abriendo los ojos, demasiado sorprendido por sus palabras y porque ambos parecen más que de acuerdo con el asunto-. Parece que ahora se entienden mucho mejor.
-No, aún no -Jongho niega-. Sólo que es obvio, no te va a mirar siempre que tú estés viéndolo también, lo hará de manera disimulada sin que te des cuenta, pero a diferencia de ti, los demás pueden darse cuenta.
-Además... -Hongjoong tapa su boca riéndose para luego proseguir hablando sin prestar mucha atención al chico de cabello negro a su lado que voltea los ojos-. La página de la institución se ha vuelto más activa y todo porque muchas personitas suben fotos de Mingi observando a su bello príncipe.
-Es broma, ¿no? -cuestiona de inmediato al más bajo quién niega al instante-. Jongho...
-No me gusta mucho las redes sociales, pero a veces son útiles -subió los hombros desinteresado-. También me llegaron muchas notificaciones así que decidí revisar la página, realmente molesto, pero no solo hay fotos de Mingi.
-¿A que te refieres? -abre los ojos asustado.
-Han tomado fotos tuyas en las aulas, en la cafetería del instituto, en la biblioteca, incluso en las zonas verdes y unas que otras fuera de la institución cuando te ven de casualidad -Jongho enumera cada situación en las que le tomaron fotos sin mucha preocupación y luego mete sus manos en los bolsillos de su pantalón sonriendo por el rostro de horror que ahora Yunho tiene-. Ah, y además Mingi subió un post en la página pidiendo que por favor te dejaran en paz pero la verdad es que ahora me pregunto que mierda le sucede a esta institución, ¿acaso no tienen al...?
-¡Así es! -Hongjoong interrumpe mientras da leves brinquitos emocionado-. Te defendió a ti, ni siquiera coloco algo sobre las fotos que le tomaron a él, parecía más interesado en que te dejaran en paz a ti.
Yunho parpadea sorprendido, siente sus mejillas arder pero luego niega levemente recordando las palabras que Mingi le dijo el día que se expandió el rumor, él parece saber más cosas de las que espera y el hecho de que intente que no lo acosen es porque sabe que ya pasó por lo mismo hace tiempo cuando aquellas fotos se subieron causando más que un lío. No, se niega a creer en un pasado juntos, teoriza una nueva opción y supone que quizás solo quiso ser amable para agradarle a él, además, Mingi es el vicepresidente y quizás sólo estaba cumpliendo con sus obligaciones.
-Supongo que sólo intenta ser amable...
Sus amigos le miran por un instante, Jongho se ríe levemente ante el comentario y Hongjoong solo intenta razonar esa opción por lo que asiente levemente, supone que intenta ganarse el corazón del chico de cabello celeste pero no le dirá o solo va exaltar al más alto.
-Además... También podría ser que cumplía sus obligaciones.
Claro, eso tiene más sentido, tanto Jongho como Hongjoong están ahora más de acuerdo con esa idea pero el primero parece algo pensativo con esa nueva opción, una parte de él cree firmemente que hizo lo que hizo por el de cabello celeste, y si, dispuesto a discutir su nuevo punto de vista le miró pero antes de siquiera poder abrir la boca, alguien más detuvo su habla.
-No es así, Song Mingi no es alguien muy responsable con su puesto.
Los tres chicos lo miran, dos de ellos sorprendidos de verlo y el otro solo le mira con sj gesto inexpresivo. Ahora, el reportero se encuentra a solo unos pasos de ellos y como es de esperarse el alumno lleva una chaqueta morada que indica ser miembro del consejo estudiantil.
-Él ni siquiera asiste a todas las reuniones -ríe algo divertido, mira de reojo al chico de cabello negro al igual que al rubio antes de dirigir su mirada al de cabello celeste-. Creo que muchos sabemos que el vicepresidente estudiantil es también conocido como el príncipe de hielo, ¿no?
-Lo que significa -Jongho decide proseguir ganándose la atención de los demás a excepción del reportero que sólo mira al chico alto de cabello celeste, al parecer lo analiza de pies a cabeza pero presta suma atención a sus gestos-. Él solo actuará amable cuando le parezca, nada es casualidad cuando se trata de Song Mingi, él es realmente...
-A Mingi realmente le gusta mucho Yunho -interrumpe una vez más el de cabello rosado, su quijada en alto en una muestra de superioridad, no mira a ninguno más que ver el segundo piso de la institución antes de bajar su mirada a la del chico más alto-. Aunque no haya querido admitirlo, todos, incluso tú estás al tanto de sus sentimientos, es diferente que te quieras engañar a ti mismo y prefieras ignorar el asunto a enfrentarlo, ¿no lo crees?
-¿De qué...?
Yeosang ladea el rostro antes de darle una sonrisa divertida.
-Oh vamos -comenta riéndose levemente-. Es obvio que también te gusta.
-No -niega-. Mingi no me gusta.
-¿Entonces por qué insistes tanto?
-Solo tengo curiosidad sobre sus sentimientos por mí -aprieta los labios molesto antes de continuar-. Pero eso no significa que me guste.
-Bueno, ya que insistes tanto te diré que no me confirmo nada, pero que me haya contactado antes de que yo lo hiciera no solo fue para intentar salvar a San de hacer la prueba-alta -sube una ceja brindándole una sonrisa pícara al chico de cabello celeste-. Él mismo se encargo de las preguntas que le haría y cuáles no, bastante sospechoso, ¿no?
-¿Como es que aceptaste algo así? -cuestiona Jongho mirando con sospecha al de cabello rosado-. Eres el reportero que siempre obtiene las respuestas que quiere, ¿como es que logró convencerte?
-El desgraciado conoce mi debilidad -se excusa colocando una mano en su pecho y la otra sobre su frente de manera exagerada.
-Dramático -bufa el de cabello negro.
Jongho mira molesto a ese chico de rosa, realmente le molesta, quiere continuar discutiendo pero teme hablar demás y solo decide callar por un instante, necesita calmar sus emociones para así evitar gritarle porquerías a cualquiera de ellos.
-El punto es que no debía preguntarle directamente si le gusta o no Yunho así que acepte, pero no me arrepiento -sonríe bastante animado, luego mira al de celeste-. Sin embargo, es obvio que le gustas, ¿porque no responder cuando bien podía negarse ante las cámaras? -cuestiona curioso-. Es muy claro, además también dio indirectas en sus respuestas a mis preguntas -sube los hombros confundido-. El vicepresidente es realmente reservado con todos, incluso con sus amigos más cercanos, la verdad es que actúa muy raro siendo que ya todos saben que le gustas, ¿no lo crees, Yunho?
El chico de cabello celeste tuerce los labios sin comprender muy bien, si, tal vez Mingi realmente actúa extraño, pero debe ser por algo en específico y solo quizás tiene una vaga respuesta a eso, aunque no es seguro.
-Esa es la pregunta, si, ¡gracias, Yeosang!
Da un leve brinco abrazando al chico de cabello rosado que no corresponde debido al repentino acto y por que le incomoda de alguna forma, pero a Yunho no le importa si a Yeosang no le gustan los abrazos o que quizás le disgusta él, sin molestarse ni insistir solo se da la vuelta, claro que no se marcha sin antes despedirse de sus amigos con un gesto de mano.
Si, no sabe lo que le sucede pero sus habituales impulsos le hacen querer ir directo a buscar al chico de cabello castaño, siente que debe hacer la pregunta antes de que se arrepienta y prefiera evitar al vicepresidente.
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Song Mingi se encuentra escuchando a su amigo de cabello rubio quejarse por lo que hizo.
-Deja de quejarte, te lo imploro -dice entre dientes revisando su informe para la clase de biología, luego lo mete en el casillero y voltea a ver al chico contrario-. No es para tanto.
-¡¿No es para tanto?! -cuestiona de manera exagerada, casi gritando a mitad del pasillo, suspira frustrado y lo apunta con el dedo índice-. Me vendiste, desgraciado.
Mingi se ríe por un instante pero borra la risa cambiándola a una sonrisa llena de diversión.
-Oh vamos -lo toma del hombro acercandolo para hablar solo un poco más bajo-. Yeosang solo quería una cita.
-¿Pero tenías que darle mi número de celular? -cuestiona al mismo tiempo que quita la mano de su amigo de su hombro-. Me envía mensajes todo el tiempo que puede y me llama si no le contesto, realmente no pensé que él fuese así pero, ¡es un acosador!
Mingi vuelve a reír, una pequeña carcajada sale de sus labios antes de toser con disimulo para calmar sus emociones.
-No seas así, solo esta ilusionado como cualquier enamorado -sube los hombros desinteresado-. Le gustas hace mucho, pero prefiere admirarte en silencio, él comentó algo sobre ponerse nervioso a tu lado.
Seonghwa se cruza de brazos-. Conozco a Yeosang desde que entré a primer año.
-¿Asi qué?
-Sé que es tímido, pero ahora me da miedo y aunque en realidad le guste -Seonghwa mira seriamente al más alto, es firme al hablar-. A mí no me gusta y lo sabes.
-Oh, pero has dicho que te parece atractivo -comenta Mingi de inmediato, su expresión es por un instante inocente pero cambia drásticamente a una burlesca-. ¿Me equivoco?
-No, pero eso no significa na...
-Tambien dijiste que no te molestaría ser su novio.
-¡Ah, demonios! -grita exasperado-. ¿Por qué tengo que confiarte mis pensamientos?
El chico de cabello castaño niega, toma un cuaderno para guardarlo en la mochila, aprovecha que Seonghwa no le mira y sonríe levemente, una sensación agradable pero tan molesta al mismo tiempo, Mingi suspira cansado al mismo tiempo que borra la sonrisa y ahora saca de su mochila dos cuadernos con materias que ya recibió en esa mañana, mete uno de estos al casillero ignorando por completo cualquier sentimiento agradable como si estuviese mal sentir emociones buenas.
-Yo... Creo que mejor me voy -menciona Seonghwa.
Cuando el castaño mira a su lado, su amigo ya va perdiéndose a la vuelta de un pasillo. Algo confundido por la situación da un chasquido con su lengua y toma el otro cuaderno para meterlo al casillero.
-Vicepresidente.
La voz de alguien más lo sorprende, detiene sus movimientos para mirar a su otro lado, entonces observa a cierto chico de cabello celeste y siente emociones que intenta ignorar, aparta la mirada molesto.
-Vicepre...
Escucha la campana sonar, ninguno dice nada mientras esperan a que el sonido se detenga y así mismo, esperan a que los alumnos se retiren para ir clases, nadie se queda y pronto el pasillo se encuentra solo con sus dos presencias. Mingi agradece eso o sería aún más incomodo conversar en ese ambiente lleno de personas, principalmente para la persona a su lado que quizás hubiese preferido salir corriendo si no hubiesen quedado solos.
-Mingi, yo...
-¿Qué quieres?
Yunho suspira-. Verás, Mingi, me gustaría saber si...
-¿Qué?
Yunho aprieta los labios con fuerza, algo le impide hacer la pregunta y ese es su corazón, golpea con fuerza, parece estar asustado y solo por eso se detiene siendo incapaz de proseguir.
-¿Vienes solo para hacerme perder el tiempo o harás la maldita pregunta? -cuestiona molesto.
El chico de cabello celeste mantiene la mirada baja por un largo rato, ahora duda aún más en si continuar o solo ignorar todo ese asunto, pero realmente quiere saber la verdad y es por eso que da un largo suspiro antes de hacer la primer pregunta que vino a su cabeza.
-¿Que sucede Yunho? -se burla, una sonrisa ladina en su rostro-. ¿Te da miedo la res...?
-¿Por qué insistes en ocultar que te gusto?
Mingi no responde, solo guarda su cuaderno sin responder, simplemente pensativo, no esperaba que Yunho se atreviera a preguntar algo siquiera y el hecho de que pueda ser una persona impredecible es algo que satisface a sus emociones.
-Realmente te gusto, ¿no?
Lo ignora olímpicamente, tiene una extraña sensación sobre todo ese asunto.
-No me ignores.
-No te ignoro, Yunho, solo... Estaba rec... Pensando en algo -cierra el casillero dando un pequeño suspiro-. Nunca vas a cambiar, eh
-¿Que significa...?
-Ignoras lo más obvio.
-¿Estas diciendo que...?
Mingi sonríe acercándose, pone casi al instante nervioso al de cabello celeste que aunque quiere dar un paso atrás solo puede bajar la mirada, realmente el vicepresidente logra intimidar con esa mirada tan profunda.
-Todos lo saben menos tú, pero es porque prefieres ignorar a todos los que te miran -toma el mentón de Yunho para que cruzen miradas, sonríe levemente al ver los ojos del contrario moverse de manera nerviosa en busca de algo más que ver que no sean sus ojos y por eso ejerce más fuerza en su mano logrando la atención del contrario-. Lo que quería decirte el día que el presidente nos interrumpió es que me gusta tu cabello, el color y principalmente tú.
-¿Te me ibas a confesar? -cuestiona abriendo los ojos.
-Si, ¿por qué?
-Yo...
El vicepresidente mira con mayor atención al chico de cabello celeste, analiza el gesto de su rostro, nota de inmediato ese gesto de miedo en sus ojos y como sus manos suben para intentar apartar las suyas pero se detienen a medio camino volviendo a cada lado de su cuerpo.
-No puedo corresponder... -Yunho cierra sus ojos en un gesto de dolor, el castaño ha ejercido más fuerza en su quijada-. Lo siento.
-Esperabas una confesión más bonita, ¿no? -pregunta con diversión, la ira reciente siendo reemplazada por una emoción falsa-. No sé, tal vez a la luz de la luna al lado de un lago como en ese libro que leíste de dos profesores enamorados.
Yunho abre los ojos sorprendido, solo una persona sabe que leyó ese libro y lo descubrio sin querer, simplemente porque se descuido o porque realmente aprendió que no debía importarle ocultarle cosas a sus amigos, pero esta muy seguro de que Jongho sería incapaz de divulgar algo así.
-¿Como sabes eso?
-Si no lo sabes tú, entonces tampoco yo -da un largo suspiro, acerca solo un poco más su rostro sin invadir tanto el espacio del contrario y prosigue-. Ahora sabes que si me gustas, no es un simple rumor, ¿es la única pregunta que harás?
No, Yunho tiene más de una pregunta, pero el chico contrario realmente lo intimida, su simple mirada... Sus ojos son familiares, extrañamente lo son.
-Yo...
No puede dejar de verlos, esta hinoptizado.
-Supongo que si -suelta el rostro del chico de cabello celeste y se aparta, acomoda su mochila sobre su hombro-. Al menos puedes estar seguro que me gustas, supongo.
Realmente no lo entiende, si le gusta porque rayos no le pide noviazgo, bueno... No es que quiera salir con Mingi, ¿pero acaso no debería ser normal?
-Espera...
Sube una ceja esperando a que prosiga el otro estudiante.
-Incluso si es verdad... Yo no... No puedo...
Ni siquiera le cree que tiene sentimientos por él, Yunho realmente no puede creerle incluso si es obvio.
-¿Crees que no lo sé? -cuestiona Mingi interrumpiendo, muerde su labio inferior y luego continua-. Creo que piensas que soy tonto por gustar de ti, pero créeme... Sé más de ti de lo que podrías imaginar.
-Según tú, ¿cuánto podrías saber de mí?
-No lo sé, puede que sea o no importante -se da la vuelta para caminar en dirección a su aula-. Debo ir a clases.
-Espera, detente ahí.
Mingi se detiene cerrando los ojos con fuerza por un instante, se voltea a verlo, duda por un momento en si decirle todo lo que sucede, pero no puede y es que simplemente no le va a creer, dirá que lo inventa todo y cuando menos lo espere, Yunho desaparecerá por completo de su vida.
-No juegues, no somos adolescentes de trece ni quince años para jugar este tipo de boberias -Yunho suspira cansado mientras le mira molesto-. No intentes jugar conmigo, no soy alguien que caiga tan fácil...
El vicepresidente sonríe ladino al escucharlo.
Yunho sube una ceja ofendido-¿Te parece divertido verme molesto?
-Aún no encuentras la pregunta correcta -sube los hombros desinteresado, mete las manos en su bolsillos del pantalón-. Así que por el momento voy a esperar a que preguntes lo que quiero y solo para ese entonces te daré una respuesta llena de más respuestas a todas tus dudas, ¿comprendes eso?
-¿Por qué necesitas una pregunta en específico?
-¿Por qué insistes en descubrir mis intenciones en vez de ignorarme?
Las palabras no salen, no comprende, no tiene sentido lo que el chico contrario acaba de preguntarle y aún así, es incapaz de reclamarle su aparente burla a su curiosidad.
-Te ayudare Yunho.
El mencionado sube la mirada para cruzarla con la del contrario, sus ojos demuestran confusión a sus palabras y sólo por eso, Mingi le sonríe de manera leve pero sin extender la acción.
-Haré que recuerdes lo que has olvidado.
Cuando esta a punto de preguntar algo más, Mingi solo se da la vuelta marchándose, ignorando su presencia como en los últimos días y para cuando intenta seguirlo él ya ha desaparecido por completo de su campo de vista.
«Algo me impide comprender lo que dices, pero quiero entender, quiero saber la verdad y descubrir lo que me atormenta al ver tu mirada»
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