A tu lado - Soukoku (Terminad...

Von CharlieDark1827

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▶️ A los 6 años descubrieron que su amistad tenia Amor ❤ ▶️ A los 7 años descubrieron que hay secretos que se... Mehr

Capítulo 1: Seis años
Capítulo 2: Siete años
Capítulo 3: Ocho años
Capítulo 4: Nueve años
Capítulo 5: Diez años
Capítulo 6: Once años
Capítulo 7: Doce años
Capítulo 8: Trece años (1/2)
Capítulo 9: Trece años (2/2)
Capítulo 10: Catorce años
Capitulo 11: Quince años
Capítulo 12: Dieciséis años
Capitulo 14: Diecisiete años (2/2)
Capítulo 15: Dieciocho/Diecisiete años
Capítulo 16: Dieciocho años (Actualidad)
Capítulo 17: Actualidad
Capítulo 18: Actualidad
Capítulo 19: Actualidad
Capítulo 20: Actualidad
Capítulo 21: Actualidad
Capítulo 22: Actualidad
Capítulo 23: Actualidad
Capítulo 24: Actualidad
Capítulo 25: Actualidad
Capítulo 26: Tres Meses Fuera
Capítulo 27: Actualidad
Capítulo 28: Actualidad
Capítulo 29: Actualidad
Capítulo 30: Actualidad
Capítulo 31: Actualidad
Capítulo 32: Actualidad

Capitulo 13: Diecisiete años (1/2)

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Von CharlieDark1827

-Hoy será un buen día - se repetía una y otra vez el pelirrojo mientras caminaba por la deriva del rio de Yokohama.

Habían llegado temprano con Kouyou a la ciudad, pero esta le pidió que saliera a caminar mientras conversaba con...Mori, quizás vio su cara de odio o sus ganas de matar, cualquiera que haya sido la razón no había alcanzado a hablar con Mori, solo quería romper un poco el edifico, nada de lo que preocuparse.

En fin, había caminado a buscar a Dazai, bueno, había corrido, más de un subordinado lo había visto con cara de sorpresa, como si pensaran que el pelirrojo era un fantasma. Pero Chuuya no se había detenido a pensar en ello, simplemente se quedó unos segundos frente a la puerta de su infancia y con la mano temblando había empujado, sin embargo, la habitación estaba vacía, y de paso no se le notaba mucho uso, como si el castaño no hubiera vuelto en mucho tiempo.

El pelirrojo no sabía cómo preguntar sobre Dazai sin que la gente pusiera cara de espanto, no parecían querer mencionar nada sobre el castaño, y no pensaba ir a preguntarle nada al imbécil de Mori. Termino caminando con cara larga por la orilla del rio. La ciudad no había cambiado en nada...

- "De todos modos ¿Qué le iba a decir? Hola, he vuelto ¿Cómo estás?... ¿Eso se decía luego de desaparecer por 4 años? Seguro tenía más que merecido cualquier cosa que quisiera hacer Dazai con él" - se decía el pelirrojo, sin embargo, poniendo mirada determinada se dijo - "Sera un buen día, hare que esto sea un buen día" - Aunque ya estaba atardeciendo, Chuuya se detuvo unos segundos a mirar el rio, y se congelo por completo. Alcanzó a ver como un sujeto se caía desde el puente al rio, siendo de inmediato llevado por la corriente, chasqueo la lengua con fuerza y miro estático como el cuerpo pasaba por frente el

- Sera un buen día - se repitió apretando los puños, el cuerpo seguía siendo arrastrado, parecía ser que se iba a estrellar con unas rocas filosas - Esto será un buen día... ¡Diablos!

Se quito de encima su chaleco negro, sombrero, y se lanzó al rio, sintió que se ahogaba por unos segundos, pero de inmediato se repuso, nado hasta que alcanzo a agarrar al sujeto por el cuello de la camisa. Sin dejar de maldecir lo arrastro a la orilla, comenzó a toser durante unos segundos por la molesta sensación del agua en sus pulmones. Sintió como el sujeto a su lado se quejaba, no le dirigió ninguna mirada, simplemente se mantenía pensando cómo le iba a explicar a Kouyou que había mojado la ropa "Especial" o así le había dicho a la vestimenta que le había entregado en la mañana. Noto que sus guantes negros se habían empapado por completo, se los quito enojado.

- ¡Mierda! ¡Maldición! ¡Un buen día! ¡¿De qué me sirve ser positivo!? ¡Ni una mierda de positividad! - decía sin cesar, la verdad, el pelirrojo normalmente controlaba mejor su boca, pero parece ser que el día solo estaba sacando lo peor de él. Sintió que el sujeto a su lado despertaba, y al igual que él, comenzaba a toser, cerro los ojos con fuerza

- ¿Estoy vivo? - escucho que se decía, se tensó ante el tono de molestia en su voz

- Mira, debes tener tus motivos para terminar con tu vida y seguro intentaras matarte de nuevo, pero, recuerda que todos tenemos motivos para...

- No intentaba morir, al menos no hoy - le respondió interrumpiéndolo, ninguno de los dos se miraba, Chuuya sonrió un poco ante eso

- ¿No lo hacías?

- No

- Bueno, puede ser que tu accidente haya mejorado mi día, después de todo salve una vida...espera, No debería estar salvando vidas, soy de la mafia por un demonio - se dijo el pelirrojo riéndose, y dejándose caer de espaldas, miro el cielo consternado, estaba oscureciendo y no había alcanzado a volver su día mejor del todo. Observo de reojo como el cuerpo al lado suyo se tensaba

- ¿Mafia?

- Mierda, yo no dije nada, y tú no escuchaste nada - dijo el pelirrojo sentándose, se llevó las manos a la cara por la vergüenza

- Seria difícil olvidar eso, después de todo, al ser parte de la mafia eres mi subordinado, uno que rompió la regla de confiabilidad ¿Debería matarte?

- Es mi primer día, y ¡Seguro no trabajaría para un suicida! - gruño enfadado, girándose para defenderse, notando por primera vez la apariencia del sujeto que había salvado, el pelirrojo se llevó la mano a la boca sorprendido - ¿Dazai? - le susurro con el corazón en la garganta

- Oh, después de todo si me conoces, ¿Quién eres tú...- el castaño se congelo por completo al observar a su salvador, parpadeo confuso - ¿Entonces si estoy muerto? - le dijo al pelirrojo, el cual con los ojos llenos de lágrimas negaba, sin pensárselo mucho se lanzó sobre Dazai abrazándolo con fuerza, este no respondía el abrazo, estaba congelado

- ¿Por qué estabas en el maldito rio de todos los lugares? - le decía el pelirrojo con la voz rota

- ¿Chuuya?

- ¡El agua está congelada! ¡Si no te hubiera sacado hubieras muerto por las rocas o por el frio!

- ¿Chuuya?

- ¡¿Qué?! - le gruño sorbiéndose la nariz y secando las lágrimas traidoras que habían escapado, sintió como Dazai lo separaba de él, el castaño con suavidad llevo su mano al rostro de Chuuya, delineando sus pómulos, con delicadeza, como si recorriera un mapa lleno de secretos, luego con suavidad apoyo su mano en la mejilla del otro

- Eres tú - le susurro con voz impactada

-... ¿Hola? - le susurro nervioso, maldiciéndose internamente por el saludo que estaba dando, coloco su mano sobre la de Dazai, notando por primera vez los cambios en el otro, estaba mucho más alto, seguro ya lo superaba por unos diez centímetros, puso una mirada triste al notar que en su rostro, cuello y manos tenía vendas. Su cabello castaño estaba desordenado y caía con suavidad sobre su frente. Casi ocultando sus ojos castaños, pero sin lograr ese cometido

- ¿Estoy muerto? - Insistía el castaño con el ceño fruncido, no lograba procesar del todo la situación

- No, no estás muerto - responde confundido el pelirrojo

- ¿Entonces porque te estoy viendo? ¿Es nuevamente un sueño?

- Yo...no entiendo

- ¿Por qué te apareces en ellos de nuevo? - continuo el castaño con la voz arrastrada, el pelirrojo lo miro confuso ¿De nuevo? Observo como Dazai comenzaba a reírse como si estuviera recordando algo extremadamente gracioso

El pelirrojo no pestañeo ni siquiera por un segundo al notar que Dazai sacaba una pistola y lo apuntaba directamente a la cabeza, simplemente lo observo, si quería dispararle, él no se defendería

- Siempre que te veo me prometo disparar sin mirar atrás, así por fin me dejaras tranquilo - gruño el castaño dejando de reírse de golpe - estoy harto de que me persigas a todos lados, vete Chuuya

- No me iré, no te puedo dejar solo - le dijo firme

- ¿No es lo que mejor sabes hacer? ¿Dejarme solo? - le dijo con una sonrisa triste, el pelirrojo se estremeció ante el comentario, había dolido - Por lo menos déjame tranquilo en mis sueños, es lo único que te pido, ya no puedo más, por favor vete, al menos hasta que te pueda ver de nuevo

- Dazai... - dijo el pelirrojo, entonces cerro los ojos al escuchar el ruido del disparo, sin embargo, no sintió dolor en ningún lado, volvió a abrir los ojos, notando que la bala solo había pasado cerca de su cabeza, pero no lo había tocado, vio que Dazai tenía un mirada derrotada y muy triste

- No puedo matarte... aunque seas una ilusión, no puedo hacerlo, porque me conformo con el hecho de verte unos segundos más...- le dijo mientras se acercaba más al rostro del otro, dejando caer el arma

- Dazai... - el castaño negó con la cabeza, y lo miro con el ceño fruncido

- Chuuya, estas más bajo de lo que te recordaba - Le susurro confundido mirando mejor al pelirrojo

- Cállate - le dijo gruñón, observó como el castaño con curiosidad agarraba su cabello, acariciándolo con suavidad entre sus dedos, luego conecto su mirada nuevamente con los ojos azules.

- Y tu cabello es más largo, y...te ves más... hermoso ¿Desde cuándo que tengo una imaginación tan detallada?

- Dazai, soy real - le dijo Chuuya sonrojado, levantando las manos para tocar con suavidad sus mejillas, el castaño se apoyó en su toque cerrando los ojos

- Siempre me dices eso, pero cuando despierto no estas a mi lado

- Dazai...

- Primera vez que puedo acercarme tanto a ti sin que desaparezcas, necesito...necesito

- ¿Que? - pregunto curioso el pelirrojo a lo que Dazai abrió los ojos, viéndolo con intensidad. Chuuya pestañeo confundido ante la mirada

Con lentitud y con miedo de que Chuuya desapareciera, acerco al rostro al del menor, que no apartaba su mirada de Dazai, este, al estar a solo un suspiro del pelirrojo sonrió feliz por primera vez en mucho tiempo

- Podría jurar que hueles a chicle de fresa - le susurro, a lo que el pelirrojo se sonrojo aún más - cierra los ojos, Chuuya

Este dudoso lo hizo, perdiendo la mirada que le estaba dando Dazai. Sintió como este posaba sus labios con suavidad sobre los suyos, se estremeció ante esto, nervioso se apoyó en el beso. No sabía qué hacer con sus manos ni con el toque suave de Dazai. Este solo mantuvo sus labios conectados y luego con paciencia lo tomo por la cintura acercándolo más a su cuerpo. Chuuya nervioso se agarró del abrigo negro del castaño. Con cuidado se separó de menor, mirándolo maravillado.

- Sabes a alcohol barato - le susurro el pelirrojo con el ceño fruncido

- De verdad que mi imaginación está mejorando a niveles increíbles - dijo el castaño ignorándolo

- Dazai...

- No, no me digas nada Chuuya, no quiero despertar esta vez, quédate conmigo

Sin más lo agarro con fuerza, instándolo a que se recostara en él pasto. Y volvió a besarlo, pero esta vez sin contenerse ni un poco, mordiendo con suavidad sus labios, lamiéndolos con dulzura. Hasta que Chuuya respondió el beso con timidez, el castaño se acomodó entre sus piernas sin dejar de besarlo. Separándose solo cuando sintió que Chuuya no podía seguir por falta de aire. Sin embargo, no dejo de besarlo, fue bajando por su cuello, logrando colar su mano debajo de la camisa de Chuuya, acariciando con suavidad, dándose cuenta de lo cálida que se sentía piel del menor en sus manos.

- Dazai... espera...- le decía jadeando, mientras que con pocas fuerzas lo empujaba. El castaño se separó mirando como el cabello pelirrojo ahora caía desordenando por su rostro, enmarcando unos ojos azules llenos de lágrimas no derramadas y unas mejillas acaloradas por el momento. Su camisa estaba arrugada, enseñando su abdomen por como él había levantado su camisa, trago en seco ante la vista

- Eres hermoso, Chuuya, realmente hermoso - le dijo enmarcando su rostro con sus manos. A lo que el pelirrojo se sonrojo - solo en un sueño me dejarías tocarte así, ya no soy agradable para la vista ¿Verdad? - le murmuro, haciendo referencia a todas las vendas que lo cubrían

- Por supuesto que no, eres mi Dazai, el mismo que siempre he conocido - le exclamo Chuuya a lo que el castaño negó con la cabeza - Mírame, Dazai, soy yo

- No...tu estas muerto - respondió terco

El pelirrojo arrugo la nariz ante el olor a licor que procedía de Dazai, con lentitud acerco su nariz al abrigo de Dazai definitivamente fuera del olor a rio, estaba el pesado olor a alcohol

- Estas ebrio - anuncio con una mueca

- No estoy ebrio - le respondió intentando volver a besarlo, cosa que Chuuya detuvo colocando sus manos en su boca, el castaño lo miro enfurruñado

- ¡Eso es lo que diría un ebrio!

- Solo bebi diez vasos de Wisky, no es suficiente para acabar conmigo, solo estoy achispado - le murmuro contra las manos del pelirrojo, luego se dejó caer sobre Chuuya, abrazándolo con suavidad, colocando su rostro en el cuello de este

- ¿Por qué estabas bebiendo tanto, Dazai? - Le dijo dándole unas palmaditas en la espalda como cuando eran niños

- Estaba con Odasaku y Ango en el bar, ¿Sabes quién es Odasaku y Ango? - le pregunto confundido a Chuuya, pero luego asintió auto confirmándose su preguntó - Por supuesto que lo sabes, es mi sueño, tienes que saberlo ¿Lo sabes?

- Si - le dijo Chuuya sin saber quiénes eran, pero parece ser que Dazai estaba convencido de que el debería saberlo

- Entonces, termine apostando con Ango

- ¿Qué apostaste? - con una sonrisa ante el tono de voz que tenía Dazai, como si le costara hablar

- Que él no podía beber más que yo

- ¿Ganaste?

- Por supuesto, no perdería contra él, pero termino muuyyy ebrio, entonces Odasaku dijo que no podía hacerse cargo de tres ebrios

- ¿Tres? ¿No jugaron solo tú y Ango? - le pregunto Chuuya con una risita, Dazai elevo un poco su cabeza para mirarlo, y le sonrió de vuelta con cariño, luego nuevamente se escondió en el cuello del pelirrojo

- Odasaku igual termino ebrio - le conto el castaño riéndose - Parece ser que él pensó que también estábamos apostando con él y termino bebiendo más que yo y Ango, luego de eso, me encargué de que Odasaku y Ango se fueran en auto de la sede a sus casas, pero resulta que era mi auto, y bueno, por eso ya no tengo auto

- Me contabas porque terminaste ebrio, Dazai, no porque no tienes auto - El castaño se incorporó y lo miro confundido

- ¿Cómo sabes que no tengo auto?

- ¿Por qué mejor no vamos a casa? - le respondió Chuuya con una sonrisa por las payasadas del castaño

- No tengo casa - le respondió el castaño, abrazándose más fuerte al pelirrojo - No desde que te fuiste, ¿Por qué te fuiste y me dejaste solo? No tenías que irte antes que yo...simplemente no tenías que irte

- Lo siento...- le dijo Chuuya, mientras se levantaba del suelo, instando a que el castaño lo hiciera también, no sin antes volver a colocarse su abrigo, sombrero y recoger la pistola de Dazai, los guantes decidido solo colocarlos en su bolsillo, no era cómodo usarlos mojados, aunque seguro se debían ver graciosos, al estar apoyado Dazai en Chuuya se notaba inmediatamente la diferencia de altura

- Chuuya, esta muuuyyyyy pequeño

- ¡Eres tú el gigante, idiota!... No puedo creer que luego de tanto tiempo te haya encontrado ebrio - le susurro algo divertido con la situación, al menos lo había encontrado, en el rio, casi ahogado y ebrio, pero lo había encontrado

- No estoy ebrio - volvió a decir el castaño y miro a Chuuya con el ceño fruncido - ¿Porque estas tan agresivo en mi sueño? - el pelirrojo suspiro, cuando llegaron a la calle, detuvo un taxi y pidió que los llevaran a la Port mafia, este los miro con sospecha, pero luego de que el pelirrojo pagara por adelantado dejo de mirarlos.

El castaño en todo el camino no se separó de Chuuya, lo mantuvo abrazado a él, como si en cualquier momento el pelirrojo fuera a desaparecer. Este solo se dejó, entendía por completo el sentimiento. Luego de unos minutos de viaje, por fin llegaron al edificio. Algo complicado de caminar hacia el ascensor porque Dazai lo abrazaba por la espalda, y olía su cabello.

Cuando dio un paso dentro del edifico, observó como todos los subordinados levantaban sus armas contra él. Levanto una ceja, intentando usar su poder por botar las armas, notando que mientras Dazai estuviera abrazado a él no podría utilizarlo.

- ¿Qué sucede? - dijo en cambio, el castaño no había alejado su rostro del cabello de Chuuya por lo que no había notado la situación

- ¡Suelte al señor, Dazai e identifíquese! - grito uno de ellos

- Si no se han dado cuenta, no soy yo quien lo está sujetando - exclamo el pelirrojo, notando que no conocía ninguno de los rostros de los subordinados, quizás fuera porque era el turno de noche.

- ¡Cállese!

- Ni una mierda - les gruño el pelirrojo intentando separarse de Dazai, pero este se mantenía apegado - ¡Dazai! Dame un segundo

- Nop - le susurro contra su cabello, refregando su rostro con este - Si te suelto te iras

- ¡No me iré!

- Entonces da lo mismo si me separo o no

Sus sentidos de peligro se activaron cuando un adolescente con cabello negro, las puntas levemente blancas, apareció desde el ascensor, lo miro con una ira indiscutible. Chuuya le devolvió la mirada curiosa, esto sí que era extraño, había alguien mas joven que el y Dazai, tenia que preguntarle al castaño cuando estuviera más consciente

- ¿Qué está ocurriendo? - pregunto el muchacho, observo como todos se congelaban ante el muchacho.

- Ese muchacho drogo al señor Dazai y lo está usando como moneda de cambio - dijo uno de los subordinados temblando

- ¿!EH?¡- el pelirrojo no salía de su estupor - ¿Cuándo dije que lo usaba como moneda de cambio?

- ¿Es así? - pregunto el adolescente, el pelirrojo observo como este lazaba un extraño poder en su dirección, en último momento Dazai puso la mano, logrando que el poder desapareciera. Luego con cuidado se separó de Chuuya, todos en la habitación notaron de inmediato el aire alrededor del castaño se volvía oscuro

- Estoy empezando a creer que esto es una pesadilla por verte aquí, Akutagawa-kun - gruño, mientras se acercaba con paso amenazante donde el chico, el cual, bajo la mirada asustado, esperando un golpe que iba a llegar, el pelirrojo al notar las intenciones de Dazai lo agarro de la mano, este se detuvo de inmediato y lo miro con la mirada suavizada. Todos veían anonados la escena, el pelirrojo había logrado calmarlo con solo tomar su mano

- Te iban a lastimar, Chuchu - le dijo volviendo a abrazarlo, el pelinegro miraba la escena sin saber que hacer, parecía perdido

- ¿No íbamos a ir a tu habitación? - le dijo intentando mantener el enfoque del castaño en el

- Si - le susurro contra su cabello sin soltarlo

El pelirrojo ingreso al ascensor sin que nadie lo detuviera, aun parecían estar en Shock, sin embargo, este no acepto la clave antigua. Hizo una mueca ante eso.

- ¿Por casualidad alguien sabe cuál es la clave? - pregunto a todos

- El señor Dazai no da esa información - respondió Akutagawa, el único que parecía algo consciente - ¿Eres de la mafia?

- Supongo, aunque aún no oficial, deberían hablarlo con Mori - dijo pensativo el pelirrojo, sintió como Dazai poco a poco se iba dejando hacer contra él, el pelirrojo lo mantuvo quieto por la cintura - ¡Hey! No te vayas a dormir aquí

- Es tan cómodo - le dijo el castaño adormilado

- Si, si ¿Me dices la clave de tu habitación? - le susurro al castaño

- Del uno al nueve sin el cinco - le dijo adormilado, el pelirrojo se rio

- Deberías cambiar la clave

El castaño parecía que en cualquier momento se iba a dormir, así que Chuuya rápidamente ingreso la clave del elevador. Sin embargo, no los llevo a los departamentos que ya conocía, si no a una habitación que utilizaba todo un piso, básicamente una casa, aunque sin color ni vida, solo una casa que esperaba por ser usada

- Vayaaaaa, esto sí que es un cambio grande en comparación a antes - dijo el pelirrojo asombrado, aunque no se detuvo mucho a mirar, ya que, sintió que el castaño lo abrazaba con demasiada fuerza, intento girarse para mirarlo bien, pero este se mantuvo firme

- ¿Dazai? - le susurro mientras apoyaba su cabeza en el pecho del otro, alzo un poco la mirada, con el ceño fruncido, ya que tuvo que estirar bastante el cuello conectar miradas, sin embargo, el pelirrojo parpadeo confundido por la seriedad que mostraba el rostro del castaño, este lo miraba con atención, con algo de más conciencia en su mirada y con una oscuridad en la mirada, no era algo parecido a maldad, pero si parecía estar calculando algo - ¿Qué ocurre? - este negó con la cabeza, sin decir una palabra, agarro su mano con firmeza y lo guio por un pasillo largo, solo se escuchaban los sonidos de los pasos de ambos por un rato, hasta que el castaño abrió una puerta del pasillo. El pelirrojo observo aun asombrado por lo grande que era la habitación, la cama parecía hecha para diez personas y sin olvidar que una de las paredes era básicamente una ventana enorme, que dejaba ver cada centímetro del paisaje nocturno de la ciudad. Intento acercarse a observar, pero el castaño lo mantuvo sujeto por la mano, el pelirrojo de inmediato se giró y lo miro confuso - ¿Qué pasa?

- Quítate el chaleco - le dijo con voz cortante mientras soltaba su mano, Chuuya se estremeció ante eso

- ¿Por qué? - le espeto el pelirrojo, el castaño solo lo observo, confundido por el silencio que recibió como respuesta, comenzó a quitarse el chaleco, dejándolo caer al suelo en el proceso. No pudo evitar sentirse algo descubierto por haber dejado caer el chaleco, aun cuando aun tenia puesta la camisa blanca, miro nervioso al castaño - ¿Dazai que está ocurriendo?

- Tu camisa - le espeto, el pelirrojo parpadeo confuso

- ¿Disculpa?

- Quítatela

Sin poder evitarlo el muchacho dio un paso atrás por la mirada que estaba recibiendo de Dazai, negó con la cabeza nervioso, no porque no confiara en el castaño, sino porque realmente le aprecia una petición extraña.

- No...- le susurro apretando los puños.

El castaño solo lo miro durante unos minutos para finalmente ponerse frente a el pelirrojo, acerco sus manos al primer botón de la camisa del pelirrojo, soltándolo con suavidad, creando un suave eco en la habitación, luego continuo con el segundo, pero antes de poder quitarlo, Chuuya coloco sus manos sobre las de Dazai deteniéndolo, ambos conectaron miradas

- ¿Me harás daño, Dazai? - le pregunto con una sonrisa triste, el castaño se congelo por completo, y sin siquiera pensarlo un segundo, rasgo por completo la camisa, Chuuya no alcanzo a reaccionar antes de que el mundo se diera vuelta y se encontrara recostado sobre la cama, parpadeo confuso - ¿Qué? - dijo intentando levantarse, pero siento retenido de inmediato por Dazai que se había posicionado encima de él, sin cambiar un poco la mirada calculadora que tenía. Chuuya cerro los ojos con fuerza al notar que se movía bruscamente hacia él, sin embargo, no sintió ningún golpe, todo lo contrario, Dazai había poyado su oído con suavidad sobre su corazón, tensado todo el cuerpo de golpe, Chuuya no sabia que hacer, el castaño parecía que solo quería oír su corazón, así que solo opto por abrazarlo con suavidad

- He dañado a muchas personas, le he hecho cosas que no se le deberían perdonar a ningún ser humano, y puedo asegurarte de que las seguiré haciendo - le susurro mientras lo abrazaba, acercándolo todo lo que podía contra él, sin quitar su oído de su corazón - pero, también puedo asegurarte que nunca dirigiría esas intenciones a Chuuya, nunca lo haría...nunca a ti...- le susurro sin soltarlo, el pelirrojo pestañeo ante eso parece ser que Dazai estaba bastante consciente - Estas aquí

- Eso te he dicho toda la noche - le respondió, a lo que el castaño se rio con suavidad

- Puede que la mitad del tiempo haya estado un poco borracho

- ¿Solo un poco?

- Solo un poco - le susurro sonriendo - pero cuando aparecio mi querido pupilo, entendí que no estaba en un sueño, así que solo me quedaba mi segunda opción, que eras una ilusión enviada por el enemigo para acabar conmigo, una bella forma de morir en todo caso - el pelirrojo no supo que responder ante eso, pero el castaño continuo - sin embargo, tus latidos del corazón, esto que estoy sintiendo ahora, no es algo que puedan imitar, realmente estás conmigo enano, tienes mil explicaciones que dar

- ¿Me odias? - le dijo el pelirrojo luego de guardar silencio por unos segundos, era una pregunta que lo había estado calcomiendo por mucho tiempo.

- No podría odiarte, podrías apuñalarme sin piedad, Chuuya, incluso venderme a mi peor enemigo, y aun así no podría odiarte

- Yo no te haría eso, Dazai

- Pero ahora saber que puedes hacerlo - le murmuro con suavidad

- Lo siento mucho - le dijo en cambio el pelirrojo, llevándose las manos al rostro para intentar evitar sentir toda la tristeza que tenía acumulada hace años, el miedo, y también la desesperación de que Dazai nunca más le hablara, de que lo odiara, pero debió saberlo mejor, debió haber comprendido que el castaño nunca intentaría ninguna de esas cosas

- Pero, debo admitir que estoy bastante enojado contigo, enano - le dijo este incorporándose para dejarse caer al lado de Chuuya, atrayendo con suavidad a sus brazos, este de inmediato se apoyó en el gesto.

- Eso puedo soportarlo, prefiero eso a que no me hablaras nunca más - le respondió con la voz un poco rota por la emocion

- No creo que pudiera aguantarme las palabras, Chuuya

Este se rio, con él corazón lleno de muchas emociones, al igual que el del castaño, pero por sobre todo con felicidad, como no lo habían sentido en mucho tiempo, mañana seria momento de hablar, de contarse todo, ahora, solo querían sentir que el otro volvía estar a su lado como siempre debió haber sido

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