Jungkook intentaba caminar por los pasillos concurridos de alumnos que iban de un lado a otro. Sostenía unos libros con sus brazos y los mantenía pegados a su pecho con fuerza mientras era empujado por la multitud. Le molestaba estar entre tanta gente, tanto alboroto le ponía nervioso y era una tortura con la que tenía que lidiar todos los días.
Aunque le gustara estudiar, odiaba el instituto.
Con mucho esfuerzo, pudo hacerse paso hasta llegar a su taquilla y guardar los libros que llevaba y alguna que otra cosa de su mochila. Cerró el pequeño armario de metal y se giró para dirigirse a su próxima clase, pero al haber tanta gente y no prestar mucha atención, chocó con otro chico el cual gruñó al ver que el peli negro se había puesto en medio de su camino.
—Mira por donde vas, Jeon.—El mencionado no pudo evitar sudar en frío al saber quien era con quien había chocado, su peor pesadilla.—Ten más cuidado si no quieres que a la próxima te parta la cara, ¿entendido?—El matón se acercó a él amenazante y Jungkook dio un paso hacia atrás aterrado hasta que su espalda chocó contra su taquilla.
Ambos eran de la misma altura y tenían más o menos un físico parecido. Jungkook era igual o puede que más fuerte que su acosador, pero le aterraba la violencia y no tenía pensado en utilizarla. De un momento a otro, un pequeño círculo de alumnos expectantes se formó alrededor de ellos, sin hacer nada. Jeon no pudo sostener la mirada en alto, mostrando sumisión ante el chico. Su seguridad y autoestima estaban por el suelo y no se atrevía nunca a desafiarlo, pues no sabía defenderse y de hacerlo acabaría golpeado, y esa no sería la primera vez.
—L-lo siento...
El chico sonrió arrogante, sintiéndose victorioso ya que le encontraba una satisfacción inexplicable meterse con el pobre Jeon. Lo analizó de arriba abajo por última vez antes de darle un pequeño pero fuerte empujón contra las taquillas antes de seguir con su camino, escuchó algunas personas reírse antes deshacer el círculo e irse también.
Jungkook dejó escapar, aliviado, todo el aire que había retenido en sus pulmones durante ese momento tan tenso y sacudió su cabeza haciendo como si no hubiera pasado nada. Inconscientemente se quedó ahí parado, viendo como su acosador se alejaba hasta unos metros donde saludó a sus amigos, igual de imbéciles que él, y a su novio, el cual lo agarró de manera brusca de la cintura y lo atrajo hacia a él para plantarle un beso en los labios mientras el pobre chico intentaba apartarlo sutilmente, pues se le notaba algo incómodo y asqueado ante su presencia.
Si ya tenía la mala suerte de tener encima suyo a un acosador que siempre intentaba molestarlo durante toda la secundaria, estaba seguro que sería condenado a ir al infierno por estar completamente enamorado de Park Jimin, el novio de su acosador.
Era su amor platónico desde que ambos empezaron el instituto, era aquel chico tan lindo y popular que le robaba el aliento con lo más mínimo, pero que nunca tendría a su lado. Park Jimin era inalcanzable, y aún más siendo la pareja de quien le hacía su vida una tortura, y si su acosador llegara a saber de los sentimientos del peli negro, se encargaría él mismo de enterrarlo. Por eso solo se conformaba con esconderse, admirar Park en secreto y mantener la boca cerrada.
Se quedó mirando a Jimin, y tan concentrado estaba, que el ruidoso y molesto timbre fue lo único que pudo sacarlo de su trance. Parpadeó varias veces aturdido mientras volvía a la realidad y se dirigió a paso rápido a su clase de inglés. No tardó ni dos minutos en llegar y fue a sentarse en su sitio en primera fila y pegado a la ventana. Aprovechó el tiempo antes de que llegara el profesor para organizar sus cosas y esperó callado y pacientemente para que comenzara la clase.
De repente apareció Jimin saludando a algunos compañeros en el aula y se sentó a unos asientos más atrás. Jungkook intentó no voltear a mirarlo, pero fue imposible quitarle los ojos de encima.
Jimin tenía un gran carisma y una belleza inigualable que iluminaba cada lugar al que iba. Con su resplandeciente sonrisa, sus tiernos ojos y su cabellera dorada, hacia que cualquier persona cayera rendida a sus pies por sus encantos. Era tan hermoso y especial, que aunque Jungkook nunca hubiera intercambiado ni una sola palabra con él, sabía de sobra que solo su presencia era suficiente para hacerle sentir aquellas molestas mariposas en su estómago.
En un movimiento rápido, Jimin miró hacia delante, encontrándose con los brillantes ojos de Jeon observándolo con admiración y ambos conectaron sus miradas, pero solo por unos pocos segundos, pues el peli negro al verse pillado se giró rápidamente con las mejillas rojas y ardientes de la vergüenza, no obstante Jimin no dejó de mirarlo, con una leve sonrisa y cierta curiosidad que empezaba a sentir hacia el chico callado.
—Good morning class.—Apareció el profesor entrando a la clase y dejó sus cosas en su mesa.—Let's start.
Y entre algunos bufidos de aburrimiento y nuevas explicaciones de gramática, pasó la clase de inglés. Jungkook aprovechó los últimos cinco minutos que quedaban para comenzar a hacer sus deberes, que no le costaron nada en hacer, hasta que sonó el timbre avisando el final de la clase y el comienzo de la media hora que tenían de recreo.
Todos empezaban a recoger sus cosas y a levantarse para salir a toda prisa, excepto Jungkook, quien se quedó sentado en su lugar ya que prefería quedarse en las aulas en la hora del recreo porque no le gustaba nada salir al patio o la cafetería. No tenía a nadie con quien pasar el rato de descanso, así que siempre optaba por quedarse estudiando en clase o en la biblioteca.
El profesor ya se había marchado, y pensó que ya no quedaba nadie más quedaba en el lugar, pero escuchó unos pasos detrás suyo acercarse hasta estar en frente de su mesa. Jungkook, quien estaba concentrado acabando los deberes, levantó la cabeza y sintió como su corazón dejó de latir al encontrarse con los ojos de Jimin puestos solo en él mientras le dedicaba una preciosa sonrisa.
—Hola, Jungkook.
¿Cómo sabía su nombre? ¿En que momento Jimin, su crush, supo de su existencia?
En ese instante quiso pellizcarse a si mismo para asegurarse de que no era ningún sueño lo que estaba sucediendo, Park Jimin le estaba hablando. Apenas pudo pensar en algo coherente pues el chico enfrente suyo le hizo poner su mente en blanco.
—H-hola...—Habló tartamudeando inevitablemente por los nervios y Jimin soltó una leve risa, pero no era para nada burlona, era suave y relajada, música para los oídos de cualquier persona en este planeta.
—Que adorable eres.— Y eso fue el detonante para que Jeon se pusiera más rojo que un tomate y bajara la mirada intentando controlar su respiración. Jimin sin duda sabía lo que estaba haciendo.—Verás, necesito tu ayuda.—El rubio se inclinó hacia Jungkook apoyando sus codos en la mesa de este y acortando la distancia entre ambos.
—Dime.—Tragó fuerte antes volver a mirarlo.
—No he acabado de entender lo que hemos hecho hoy en inglés y como me han dicho que eres el mejor de la clase, te quería preguntar si te importaría explicarme.
—N-no, en absoluto, si tienes tiempo puedo ayudarte ahora.
—¿De verdad?—El peli negro asintió con algo de timidez. Jimin sonrió en grande, rápidamente agarró una silla y se hizo al lado de Jeon, muy cerca. El pobre chico sentía que le iba a dar algo pues nunca pensó que llegaría más lejos de un simple "hola" en su vida.—El zero y first conditional son los únicos que entiendo que entiendo, con los otros dos ya soy un desastre, no sé cuando utilizarlos.—Jungkook asintió lentamente mientras agarraba su libro y pensaba en cómo explicarle al rubio para que fuera fácil entenderlos.
—Pues...—Aclaró su garganta antes de empezar.— El second conditional se utiliza para referirse a situaciones en el presente que son poco probables que sucedan.—Con algo de temblor, agarró uno de sus bolígrafos y una hoja para empezar a apuntar.—Solo tienes que poner el Past Simple y el would o could.—El peli negro fue apuntando lo que decía mientras Jimin asentía pero sin prestar atención a lo que estaba explicando, si no que observaba detenidamente a Jungkook relamiéndose los labios.—Y el third conditional se utiliza para referirse a situaciones que no han sucedido en el pasado y a sus consecuencias imaginarias, en este pones el Past Perfect más would have o could have y el resto de la frase en Past Participle.— Acabó de apuntar y miró a Jimin, quien rápidamente desvió su atención a los apuntes.—¿Lo entiendes ahora?
—¡Si, mucho mejor!—Mintió, pues en realidad si que había entendido la clase. Le sonrió en grande, haciendo que el peli negro también lo hiciera y este le entregó el papel para que lo guardara en caso se ayuda.—Muchas gracias Jungkookie, no hay duda de que eres genial.
—Q-que cosas dices, y-yo no soy genial...—Negó repetidas veces con su cabeza y se giró levemente para impedir que viera su roja cara.
—Sí que lo eres.—Jimin se inclinó lentamente hacia Jungkook de nuevo, sonriendo pícaramente al ver como el chico intentaba respirar regular, sin mucho éxito. Se mordió el labio, decidiendo así empezar su ataque. Llevó sus manos al cuello de la camisa de Jeon para empezar un lento toqueteo.—Dime Jungkookie.—Comenzó a hablar casi susurrando de forma provocativa pero manteniendo su tono dulce de siempre.—¿Puedo agradecértelo de alguna forma?
El pobre Jungkook era un manojo de nervios en ese momento. Su corazón iba a mil y su respiración se entrecortaba cada vez que los dedos cálidos de Jimin tocaban su piel, dándole corrientes eléctricas a cada toque.
—N-no hace falta, yo solo te quería ayudar.
—Eres tan amable.—Paró de jugar con su camisa y Jeon sintió un vacío inexplicable en su pecho al no tener sus manos en él, pero dio un pequeño brinco cuando el rubio empezó a acariciarle la rodilla y fue subiendo lentamente hasta llegar a unos pocos milímetros de su entrepierna. El peli negro lo miró con los ojos abiertos como platos, pero Jimin seguía sonriendo como si no pasara nada.
Una vocecita en su cabeza le ordenaba que lo detuviera, pero su cuerpo se había quedado totalmente inmóvil.
—¿Qué ha-haces?
—Agradecerte por la ayuda.—Se acercó al oído del peli negro y le susurró colocando, ahora si, su mano sobre su miembro, ejerciendo algo de presión haciendo jadear a Jungkook. Comenzaba a endurecerse y a sentirse sofocado por el calor que empezaba a apoderarse por todo su cuerpo.
—J-jimin no creo que esto sea una buena idea...
—Ahora no pienses en eso.
Lo interrumpió y se levantó de su silla para quedar enfrente de Jeon. Arrastró la mesa un poco hacia atrás para tener más espacio, le hizo abrir las piernas y se arrodilló para quedar en medió de estas. Sin decir nada más, con sus traviesas manos viajó hasta la hebilla de su cinturón y lo desabrochó para así bajar sus pantalones y su ropa interior con ellos.
Jungkook no fue capaz de decir nada coherente. Se sentía aturdido, como si estuviera teniendo uno de sus numerosos sueños húmedos con el rubio que experimentaba de vez en cuando por las noches, pero lo que estaba sucediendo no era ningún sueño, las manos de Jimin rodeando su miembro le demostraban todo lo contrario. Se sentía hipersensible y sus manos temblaban tanto que tuvo que agarrarse con fuerza a la silla. Echó su cabeza hacia atrás cuando Jimin comenzó a hacer un vaivén lento para masturbarlo, pero su razonamiento parecía no querer dejarle en paz al acordarse de algo.
—Puede venir alguien en cualquier momento.
—Todo el mundo está afuera y quedan veinte minutos de descanso, todavía tenemos tiempo.—Jungkook volvió a gemir cuando los movimientos de Jimin comenzaron a ganar velocidad.—Sólo relájate cariño.
Jungkook levantó la cabeza para observar a Jimin concentrado en su tarea, pero no tardó en mirarlo a él también con una media sonrisa dibujada en sus preciosos labios.
Si el peli negro ya se sentía en las nubes con solo las manos de Jimin masturbándolo, en el momento que su cálida y húmeda lengua tocó la punta de su pene, creyó poder ver las mismísimas estrellas del universo. Park empezó así a pasar su lengua por todo su miembro, de arriba a abajo y dejando algún que otro beso. Después de unos segundos decidió llevárselo por completo a la boca y comenzar a bajar y a subir varias veces su cabeza chupando y succionando. Con una mano a su vez lo seguía masturbando siguiendo un ritmo que aumentaba con cada movimiento.
Jungkook no hacía más que gemir y soltar algún que otro gruñido por lo bien que Jimin le estaba haciendo sentir. Era la primera vez que recibía una mamada y que su primera experiencia sexual fuera con su crush le producía un cierto morbo que le avergonzaba admitir, pero que era demasiado placentero y que le estaba gustando más de lo que se había imaginado. Aplanó sus labios disfrutando cada segundo en que la boca del rubio rodeaba su miembro y por inercia, llevó sus manos a su cabellera dorada la cual estiró con algo de fuerza haciéndolo gemir a él también. Jadeó aún más fuerte cuando sintió el orgasmo cerca, pero Jimin paró de chupar al notarlo también. Jungkook suspiró frustrado y lo escuchó reírse mientras se levantaba.
—No creas que he acabado contigo.— Jimin esta vez se deshizo de su ropa hasta quedarse solo con su camisa bajo la atenta mirada de Jeon, la cual sorprendentemente se había tornado oscura y llena de lujuria. Se inclinó hacia el peli negro levantando su culo. Llevó sus dedos a su boca y los empapó con su saliva para llevarlos a su orificio y lubricarse.
Se sentó en su regazo, justo encima de su duro miembro y quedando solo a milímetros de su rostro. Rodeó su cuello con sus manos y juntó sus labios comenzando un lento pero caliente beso mientras empezaba a mover sus caderas, rozando el trasero con su polla. Jungkook por su parte se encontraba perdido en los carnosos labios de Jimin, disfrutando de los suaves que eran y se atrevió a morder levemente su belfo inferior robándole un gemido. Luego, Jimin desvió sus labios al cuello de Jeon, dejando húmedos por todos lados y succionando en algunas zonas para marcarlo, sin parar de moverse encima suyo. El peli negro colocó sus manos en su cintura, apretando su aterciopelada piel y ayudándolo a moverse también. Entonces Jimin decidió agarrar el pene de Jungkook y guiarlo hacia su entrada, ambos gimieron a la vez mientras Jimin se iba deslizando lenta y cuidadosamente hasta tenerlo dentro de él completamente.
Se quedó quieto por unos momentos para acostumbrarse a su tamaño y besó de nuevo a Jungkook. Una vez listo, empezó a moverse de nuevo mordiendo su labio por lo bien que se sentía y Jeon gimió por lo apretado que estaba. Jimin fue aumentando la velocidad de sus movimientos progresivamente con ayuda del peli negro pero sin ninguna prisa, disfrutando de cada segundo que pasaba. Agradecía en ese momento de que se encontraran en el segundo piso del edificio ya que estaban al lado de la ventana, y de haber estado en algún aula de abajo correrían el peligro de ser vistos.
—Tu novio va a matarme con sus propias manos si se entera de lo que estamos haciendo.—El peli negro advirtió mientras disfrutaba como Jimin saltaba sobre su regazo, a pesar de que tuviera miedo de aquel matón, en ese momento todas sus preocupaciones se habían esfumado.
—A la mierda mi novio Jungkook, ni siquiera me importa, nunca lo hizo.—Habló Jimin entre profundos jadeos y aumentó la velocidad de sus movimientos y gimió fuerte cuando Jungkook dio en su punto débil. El peli negro gruñó al poder sentirlo completamente.
—¿Qué?
—Odio cómo me trata, como si fuera un objeto, una posesión suya, en cambio tú me miras tan diferente, con un brillo que me hace sentir la persona más especial de este planeta.
Estaban sucediendo tantas cosas que Jungkook no sabía que contestar. El rubio seguía gimiendo y Jeon apretó su cintura entre sus fuertes manos.
Pero se alarmó al procesar lo que Jimin acababa de decirle y sus mejillas se encendieron como el fuego al saber que su secreto había sido descubierto.
—¿Cómo?
—Oh vamos, ¿Crees que no me he dado cuenta de cómo me miras cada día?
—¿Cómo no voy a mirarte cuando eres lo más precioso que he visto en mi vida?—Jungkook se atrevió a confesar con cierto temor al lo que Park pudiera responder, pero sintió un gran alivio cuando lo vio sonreír en grande sin parar de moverse.
—Mírame Jungkook, mírame ahora mismo y hazlo siempre, sólo mírame a mí.
Jimin agarró las mejillas del peli negro entre sus manos, acortando la distancia entre ambos sin dejar de mirarlo a los ojos y haciendo que sus labios rozaran. Jungkook obedeció a lo que le había dicho y quedó hipnotizado con el color avellana de los ojos del rubio. Jimin cerró los ojos por unos segundos al sentirse cerca del orgasmo mordiendo con fuerza sus carnosos labios y bajó sus manos al marcado pecho de Jeon. Unas cuantas embestidas más fueron suficientes para que el peli negro llegara al climax junto al rubio y explotara dentro suyo, Jimin por su parte se corrió manchando el abdomen de ambos.
Los dos jadeaban intentando controlar sus respiraciones, y después de unos segundos, Jimin volvió a atacar los labios de Jeon, sin todavía bajarse de encima suyo, iniciando así un profundo y apasionante beso que duró hasta que sintieron que les volvía a faltar el aire.
El rubio llevó sus manos a la suave cabellera de Jungkook y empezó a acariciarlo con una sonrisa en los labios mientras este miró al reloj viendo que quedaba poco para que acabara el recreo.
—Faltan cinco minutos.
—Te dije que teníamos tiempo.—Jimin soltó una pequeña risita haciendo sonreír al peli negro.—Tenemos que ir al baño a limpiarnos, ¿has traído la ropa de educación física?— Jungkook asintió con la cabeza.—Yo no.—Jimin hizo un puchero, pero rápidamente el peli negro le dio un pequeño beso.
—Tengo una sudadera de sobra, es toda tuya.
Jimin volvió a sonreír y lo besó de nuevo. Se paró de encima suyo y se vistieron rápidamente para agarrar sus cosas y salir corriendo de la mano hacia el baño entre risas.
「...」
Había pasado una semana desde lo sucedido en la clase de inglés, y en todo el instituto no se hablaba nada más que de como Jimin había dejado al matón de su novio por Jeon, el chico callado y "nerd" de la escuela.
Había sonado el timbre anunciando la hora del recreo y el peli negro caminaba hacia su taquilla con algunos libros para guardarlos allí, pero esta vez no le había costado tanto trabajo llegar hasta ahí pues la gente le había dejado el paso libre mientras lo observaban curiosos y se murmuraban cosas entre ellos.
Jungkook guardó sus cosas en la taquilla tranquilamente, y al cerrarla se encontró con Jimin dedicándole una de sus dulces sonrisas.
—Hola precioso.—Le saludó el rubio y las mejillas del peli negro empezaron a tornarse rojizas. Aún le costaba hacerse la idea que todo lo que estaba pasando no era un producto de su imaginación.
—Hola Jiminnie.
—¿Me acompañas a la cafetería? Me estoy muriendo de hambre.—Jimin hizo un puchero y Jeon rió al verse tan adorable.
—Te acompaño a donde tú quieras.
Jimin le sonrío y le dio un tierno beso en la mejilla antes de agarrar su mano e ir juntos a comprar algo de comida mientras todos en el pasillo los miraban expectantes.
Era cierto que Jungkook se sentía incomodo al ser de repente el centro de atención y tener todas las miradas sobre él, en especial la asesina mirada del ahora ex de Park, pero eso ya no le importaba, porque había podido conseguir lo que él creía imposible, tener a Jimin solo para él.
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¡Hola!
Este es el primer smutt que publico, pero no es el primero que escribo jeje
Espero que os haya gustado este one-shot, y si os gustaría leer más historias kookmin/jikook, en mi perfil hay publicados otros más que posiblemente os podrían gustar :)
¡Nos leemos en la próxima!
˗ˏˋ eclipse ˎˊ˗