En una habitación encerrado,
Sin pensar en lo que hay al lado,
Solo una herida es suficiente,
Para desangrar las paredes de mi mente.
Sus cimientos destruidos,
El valor desnutrido,
Como perro yo me aterro,
Por el ruido de cohetes explosivos.
Ya nada es lo que veo,
Ya nada es lo que creo,
Pues la gente se cree fuerte,
Y diferente, víctimas de su ego.
Por atrás arman barullo,
De cosas que no concluyo,
No los puedo ni ver, no me detendré,
mi ira sale a defender cuando tocan a mi orgullo.
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