Querido John:
¿Aún recuerdas cómo nos conocimos? Los recuerdos que nunca olvidaras, o eso espero. Te preguntaras el porqué de esta carta ¿no?
Pues aquí tienes la prueba de que te quiero, me tienes escribiendo una carta a puño y letra. A mí, a la vaga que no se movería del sillón en todo el día si pudiera, a la que odia las cursilerías y que prefiere ver una película de acción contigo que una romántica con un príncipe azul. Sabes que eso no me va, y sinceramente a ti tampoco, pero sabes una cosa y aunque me cueste decirlo es que te amo, que tuve mucho miedo, no quería enamorarme. No quería sufrir, no quería un corazón roto... No quería ser la chica del corazón roto y aun así aquí estoy, locamente enamorada de ti.
Se que estuviste en mi dolor y compartiste mi sufrimiento.
Ambos somos fuertes, lo aprendimos con la vida y lo qué esta nos hizo pasar.
Te amaré para siempre y te admiró, desde siempre fuiste ese chico que fingía seguridad pero eras inseguro, eres inseguro.
Te preocupa tu físico, no te crees que eres lo suficientemente bueno para alguien, te lastima lo que la gente diga de ti, y por eso te amo, porque finges que no te importa.
Finges que no te molesta lo que digan de ti, y la verdad es que... Amo la manera en que me enseñaste a mandar a la mierda a todos los que no molestan, siempre tuve ese modo de ser pero no lo podía decir.
No podía mostrar mi personalidad, pero contigo fue distinto, podía contarte mis problemas, aunque te molestan mis secretos y lo sé, pero no puedo contarte todo, son demasiados problemas, demasiados daños.
Demasiadas cosas que afronte en mi vida, demasiadas lágrimas derramadas, demasiadas cosas que no puedo contar, solo quiero que me entiendas.
Solo quiero que sepas que a pesar de mis secretos te seguiré amando, ¿Todos tienen secretos no? Solo quiero que sepas que todo lo que hago y en cada paso que doy es por tu bien, buscó hacerte bien.
Besos y nos vemos pronto, Marie