—¿Qué?. —Rió. —No jueguen ¿Enserio eres Jeneth? La chica que nunca hablaba, la que siempre molestaban, la que nunca se defendía. —Estaba sorprendido.
—Si...esa misma soy.
—Pero es que wow...Mirala wow...Es que esta wow... —No terminó la frase.
—Chicos disculpen pero los dejaré para que se conozcan, debo ver a alguien. —Me iba a ir pero Zack me tomó del brazo.
—Marilyn espera. Recuerda que mañana es la fiesta, tienes que venir conmigo.
—Si claro, hablando de eso ¿Quieres ir con nosotros Jeneth?.
—No sé, nunca he ido a una.
—Es la Fiesta “Neon Paintings” Todos tenemos que ir. Vamos Jeneth, ahora que tienes nuevo look tienes que tener nueva vida también. —Sonrió Zack.
—Esta bien.
—Bueno, ahora si los dejó. Adiós.
Al salir del hospital comencé a marcar el número de Anabel.
—¿Para que me llamas Marilyn?. —Dijo algo molesta.
—¿Aún sigues enojada conmigo? Creí que eso ya había pasado.
—Si, estoy enojada contigo ¿Qué querías?. —Preguntó desinteresada.
—Quiero que hablemos, enserio te extraño amiga.
—¿No me pedirás más cosas? Solo podre decírtelo si quiero contarlo.
—Lo prometo, sera como tu quieras.
—Esta bien ¿Nos vemos en la plaza?. —Preguntó.
—Si, ya voy para allá.
Colgué y me monté en el auto, iba camino a aquel lugar y aunque me sentía alegre por haber acabado con Valmon me hacia falta pelear con ella, es como ella decía “Falta esa chispa...”. De un momento a otro llegaron pensamientos a mi mente, cuando conocí a Jeneth, cuando vi por primera vez a esa anciana, cuando conocí su nombre, las peleas que tuvimos, eran tantas cosas que todos me creerían loca pero me gustaría volver a hacerlas una última vez.
Aparque mi auto unas cuadras antes de llegar a la plaza ya que me dolía el pecho, al tocarlo recordé cuando Jeneth colocó su mano en mi pecho, fue como un tipo de visión, lo miré y en este tenía un dibujo de una estrella, no sabía porque ni que significaba pero tenía que enterarme.
Continué hasta llegar a la plaza, vi a Anabel y me le acerque.
—Hola ¿Cómo estás?.
—Muy bien ¿Y tú?.
—Estoy muy bien gracias. —Le sonreí.
—¿Qué querías contarme?.
—Maté a Valmon. —Sonreí alegre.
—¿Qué?. —No lo podía creer.
—¡Es enserio! Hicimos un convenio de sangre, el trato quedo en que peleábamos y la que perdiera le daba a la otra lo que quería y yo le gané, me entregó a Joe y a Zack pero vi como la maté.
—¿Qué le hiciste?.
—Le enterré un cuchillo en el cuello.
—Marilyn... —No terminó la frase.
—¡Alégrate!La maté. ¡La maté!.
—No, no Marilyn. Eso no funciona así. —Con eso me desilusiono.
—¿Qué? Claro que si funciona, yo vi como murió porque yo la maté.
—Marilyn te entiendo, se que te sientes confusa y frustrada por lo que digo pero no funciona hacia. No se puede matar a alguien que ya esta muerto a menos...
—¿A menos qué...?.
—Marilyn. —Dijo Jeneth sonriendo.
La miré en ese momento y la salude, le dije que se acercará, Anabel se dio la vuelta para verla y al hacerlo se levantó con una cara de asombro que me asusto un poco.
—¿Tú? ¿Qué haces aquí?. —Preguntó Anabel.
—Ustedes...¿Se conocen?. —Pregunté mirándolas a las dos.
—Marilyn debo irme. —Dijo Jeneth algo seria.
—Espera... —No terminé la frase.
—Vete con ella Marilyn. Luego hablamos.
—¿Estás segura?.
—Si, ve con ella.
Comencé a correr hasta que alcancé a Jeneth, ella no me miraba ni me hablaba, parecía la misma Jeneth de antes.
—¿Qué fue lo que sucedió Jeneth? ¿Por qué hiciste eso?. —Pregunté preocupada.
—Cállate Marilyn, tú no sabes nada.
—¡Pues explícame! Quiero saber.
—Ella quiere destruir mi vida.
—¿Qué? ¿Pero de que hablas Jeneth?.
—Nada, olvidalo.
—Jeneth por favor... —No terminé la frase.
—Marilyn si te busco es para pasar un buen rato no para andar mal.
—Esta bien, no preguntaré más y lamento hacerte sentir así.
—¿Podemos pasear un rato en tu auto? Vamos a cualquier sitio donde pueda despejar mi mente ¿Si?.
—Claro, no hay problema. —Sonreí.
Nos subimos al auto y comenzamos a pasear por toda la ciudad, me dijo que fuéramos a un lugar secreto, era un sitio donde ella iba mucho antes, me dio la dirección y nos dirigimos para allá. Al llegar esta era una cabaña abandonada que quedaba por el bosque. Bajamos del auto en ese momento, ella más entusiasmada que yo, logre alcanzarla y allí notamos que la puerta de la cabaña estaba con cerradura. Me iba a devolver al auto pero Jeneth me tomó de la mano, se quitó un gancho del cabello, lo colocó en la cerradura y logró abrirla, al entrar todo estaba oscuro (aparte ya se estaba haciendo de noche) ella encendió las luces y al instante tapé mi boca por la gran sorpresa.
«Aquí murió esa chica...Melissa» Dije en mi cabeza.
—¿Qué sucede Marilyn?.
—Nada, nada. —Me entro un mareó repentino.
—¿Quieres agua? Yo traje un poco.
—Si por favor, me dieron nauseas de repente.
Ella me dio el agua y al tomarla empecé a recordar la forma en que murió Anabel y Melissa, más nauseas me entraron.
—¡Ya! No quiero más ¿Podemos irnos? Enserio no quiero estar aquí. Perdón.
—Esta bien, entiendo.
Salimos y nos montamos en el auto, durante el camino ninguna hablo hasta que llegamos al café.
—¿Quieres tomar algo Marilyn?.
—Un té por favor.
El mesero se acercó, saludo a Jeneth en la mejilla y a mi me iba a hacer lo mismo pero lo pare al instante, con este malestar que cargo lo podrías vomitar encima.
—Traenos un té y un refresco por favor.
—Esta bien señoritas.
Fue a buscarlos y al volver nos entregó eso, comencé a beber el té pero este tenía un sabor pésimo, asqueroso, repugnante.
—Perdóname Jeneth pero me siento un poco mal, me iré a mi casa.
—Esta bien, mejórate amiga.
Caminé hacia mi auto, la noche estaba fría, marqué el número de Anabel y allí contestó.
—Oh Marilyn, disculpa que no te había llamado, se me había olvidado.
—No te preocupes ¿Podríamos vernos? Me siento mal.
—Claro, ahora estoy sin auto y es de noche, perdona la molestia pero ¿Podrías venir a buscarme?.
—Sí, no te preocupes. Voy para allá.
Me dio la dirección y fui, al llegar esta salió y me saludo, subió al auto y nos fuimos.
—¿Qué te sucede Marilyn?.
—¿Te acuerdas de la cabaña donde murió Melissa?.
—Sí ¿Qué paso con eso?.
—Jeneth me llevo...Ay —Me tomé el pecho en ese momento ya que sentí un fuerte dolor allí.
—¿Qué tienes Marilyn?. —Preguntó asustada.
—Tengo un dolor en el pecho.
—¿Me dejas ver?.
Le mostré mi pecho y al ver aquella estrella dijo:
—¡No! ¿Desde cuando tienes esa estrella?.
—Apareció hoy ¿Por qué?.
—Ya es la hora de decirte todo. Vamos al cementerio.
—Esta bien. —Dije algo aterrada.
Fuimos en dirección al cementerio, eran aproximadamente las diez de la noche, ese lugar daba terror a estas horas. Al llegar ella salió del auto, yo no pensaba salir pero ella me obligo.
—¿Qué quieres que vea?. —Pregunté.
—Ya lo sabrás.
Ella caminaba normalmente, yo miraba hacia todos lados ya que esto me hacia recordar aquella vez que estabamos Zack y yo y esa anciana busco matarnos.
—Aquí está, limpia la tierra que esta encima por favor.
Ella me había señalado unas tumbas, me preguntaba «¿Qué quería demostrar con eso?» me agaché con lentitud por el miedo y al limpiarla me sorprendí.
—¿Qué hace mi nombre y el de Jeneth en esas tumbas?...