(Re) Escribir nuestra histori...

By PauS47

11.2K 631 45

Chloe Beale, Beca Mitchell. Dos historias de vida. Dos historias distintas. Dos historias entrelazadas, pero... More

Hello.
Against all odds.
If I just lay here.
Hopelessly devoted to you.
Don't you remember.
Half A Heart.
Resiste.
When I'm with you.
You are the reason.
Destino o Casualidad.
Somewhere Only we Know
Run to you.
The Next Ten Minutes.
Taking Chances
Running Home To You
Información

Forever Like That.

869 41 6
By PauS47


φ

When the rain comes, I'll be your shelter.
When the wind blow, we'll be together.
When the storms they rise, I'll be right here by your side.
And I'll sing
I'm gonna love you, forever I do.
I'm gonna spend all my days with you.
I'll carry your burdens and be the wind at your back.
I'm gonna spend my forever, forever like that.

Cuando llegue la lluvia, seré tu refugio.
Cuando sople el viento, estaremos juntas.
Cuando suban las tormentas, estaré aquí a tu lado.
Y voy a cantar
Te amaré, siempre lo haré.
Voy a pasar todos mis días contigo.
Llevaré tus cargas y seré el viento a tus espaldas.
Voy a pasar mi "para siempre", para siempre así.

- Yo no voy a verlo, hazlo tú.
Chloe le pasó el sobre con el sello de la universidad a Beca. Estaban en el auto esperando que Alison saliera de su clase de ballet para llevarla a casa donde Aubrey y Stacie las esperaban para celebrar un nuevo aniversario de casadas. Chloe había recibido la correspondencia ese día, y tomó todos los sobres antes de salir del edificio y meterse al auto. La carta de la universidad estaba ahí, pero se sentía incapaz de leerla por sí misma. Había sido citada a una entrevista un mes atrás, y fue su primera visita a las instalaciones del enorme campus. Además, conoció la nueva casa de Beca, y a algunas de sus amigas. Estuvieron allí por siete días, lo suficiente para saber que se acostumbraria rápidamente al clima, a las playas, y claro, a la compañía de Beca.
Ese día estaban en Atlanta, y se habían comprometido a buscar a Alison de su clase para pasar más tiempo con ella, que tenía un especial cariño por ambas. La niña sabía que posiblemente sus tías vivirían un poco lejos, pero también sabía que podría ir a visitarlas en las vacaciones y le hacía mucha ilusión conocer la playa.
- Dame esos papeles.- la actriz casi le arrancó de las manos el sobre y empezó a abrirlo.- Diga lo que diga creo que lo hiciste bien.
- Eso no me tranquiliza.
- Lo sé. Pero necesitas escucharlo.- sacó la hoja blanca, impresa con fuente negra y empezó a leer.

Nos dirigimos a usted a fin de informar que luego de las instancias de evaluación correspondientes al mes de octubre del corriente año, el Consejo conjunto al equipo de profesionales de selección de la Universidad, ha decidido aceptar su solicitud para estudiar en las instalaciones de nuestra honorable Casa de estudios...

- ¡Lo hice, Beca!
- Espera, hay más...

Nos complace informar la disposición de otorgarle una beca completa para sustentar sus estudios desde su inicio hasta su culminación, y por ello adjuntamos las bases y condiciones para el mantenimiento de la misma bajo el nuevo régimen de la Universidad. Sin otro particular, nos despedimos con un cordial saludo, Consejo Superior de la Universidad del Sur de California.

- ¡Beca!- la alegría de Chloe era desbordante, y Beca no pudo evitar reír ante su reacción.- ¡Lo hice!
- Te lo dije...
- ¿Puedes dejar de decir "te lo dije" y darme un abrazo?
Claro que Beca la abrazó, aún en medio de la incomodidad que implicaba darle un abrazo dentro del auto. Había pasado por muchos momentos con Chloe, pero ese se sentía inmensamente especial. La sonrisa de la pelirroja era auténtica, de esas que pocas veces había experimentado en la vida, pero por la que estaba completamente agradecida. Se merecía esa alegría, se merecía la idea de volver a empezar luego de todo lo malo que había pasado, se merecía su oportunidad en la Universidad, una que, por esa vez, no desperdiciaria.
El festejo de esa noche fue por partida doble, y aunque esa noticia significaba que los días de Chloe estaban contados en la ciudad, Stacie y Aubrey no podían estar más felices por ella.

----

La vida en Los Ángeles era realmente diferente a cualquier cosa que Chloe había experimentado en el pasado. Con Beca filmando una película de época junto a Paul Freid, ella dedicaba mucho tiempo a la universidad y podía tomarse toda la mañana para estudiar en el silencio de la enorme casa en la que estaban viviendo.
Hablaba con Stacie y Aubrey frecuentemente, también con Alison. Las extrañaba muchísimo, al igual que su vida en Atlanta, pero era feliz, y no se arrepentía de ninguna decisión tomada antes de llegar a la ciudad de las estrellas. Beca había insistido en buscar una asistente nueva, y la liberó de ese puesto para que estuviera completamente enfocada en sus estudios.
Todo parecía fácil la mayor parte del tiempo. Despertar temprano, ir a caminar juntas, partir a sus respectivas responsabilidades luego, y regresar a la casa para compartir las últimas horas del día antes de ir a la cama. No era una rutina inflexible, estaba sujeta a los huecos de tiempo que cada día les daba, y se permitían cambiar un poco, inventar nuevas cosas, experimentar nuevas experiencias.
Una vez a la semana, Chloe asistía a terapia de forma voluntaria, porque sentía que eso le hacía bien. Beca viajaba de vez en cuando, por una o dos semanas para filmar o participar de programas donde era la invitada. Ya habían aprendido a convivir con eso, y la pelirroja aceptaba quedarse en casa durante ese tiempo. Estaban creando una relación nueva, una relación sana, sin dependencias, donde ambas podían explorar cada fase de sí mismas en libertad. Beca pudo evitar hablar de ellas por un largo tiempo, y aunque no se ocultaban al salir a la calle, nadie le preguntaba sobre la misteriosa y hermosa chica que la acompañaba a eventos, que tomaba su mano en el supermercado, o que se recostaba en su hombro cuando iban al cine. Hizo formal su relación en redes sociales para su siguiente cumpleaños, cuando compartió una foto de ambas en la nieve de Maine, aunque para entonces ya era un secreto a voces.
Aceptó finalmente su trabajo con Alfonso Cuarón, y ayudó a Chloe a conseguir una pasantia mientras tanto. Trabajar con Cuarón no era cualquier cosa, sumaba muchos puntos a un currículo, y además le permitía aprender al lado del mejor. Sin mencionar, claro, que estaba cumpliendo un sueño antes de graduarse.
El último receso de invierno que tuvo lo aprovechó para viajar hasta Atlanta a pasar las fiestas con sus amigas, visitar a la Sra. Osment y tomar un par de días de descanso junto a Beca. Pocos, porque ambas debían regresar cuanto antes y retomar sus rutinas. Ella tenía algunas asignaturas para terminar, y Beca ya estaba pensando en el rodaje de una película para la plataforma de Netflix que la tenía como protagonista.

Era domingo por la noche, ambas estaban en casa, ya con sus pijamas mientras cenaban en la sala. Beca había decidido tomarse esos días para acompañar a Chloe, y esa noche estaban repasando algunos conceptos juntas. Había libros y anotaciones, tarjetas de colores, etiquetas y muchos marcadores de colores. Todo estaba desparramado alrededor de ambas, mientras Beca hacía preguntas y la ponía a prueba.
- Creo que estás lista.- dijo al pasar un rato.- Y también creo que debes calmarte porque estás moviendo tan fuerte tu pierna que ya moviste el sofá.
- Lo siento, estoy muy nerviosa.- dejó de lado el plato que sostenía en su mano, donde había dejado la mitad de un sandwich que su novia le había preparado.
- ¿Sabes que preparé ese sandwich con gran amor y tú estás dejando la mitad de él en ese plato?
- No puedo comer, lo siento.
- Ven aquí.- apartó todos los libros y cuadernos, para que Chloe tuviera espacio y se acurrucara a su lado.- Estás lista, no creo que debas preocuparte. Además, estaré allí para ti.
- No tienes que sentarte allí a esperarme.
- No, pero quiero hacerlo. Es tu último examen, necesitarás apoyo.- la abrazó con fuerza y dejó un beso en su cabeza.
- ¿Puedes creer que finalmente voy a graduarme?
- Siempre confié en ti y sabía que ibas a lograrlo.
- No lo habría hecho sin ti. Todo, no sólo esto. Estos últimos tres años fueron una gran experiencia para mí, y eres la responsable de todo.- se acurrucó en su pecho, y Beca besó su cabeza, inundandose de su perfume.- No tengo miedo de lo que pase después, y debo agradecerte eso. En verdad, gracias por todo lo que has hecho por mí.
- Yo realmente quiero llevarte a la cama ahora, pero prometí que no iba a distraerte del objetivo.- la pelirroja rió.- Aceptaré tu agradecimiento pero no por todo. Tus méritos propios son más importantes que cualquier otra cosa, y lo sabes. Y claro que no debes tener miedo por lo que vendrá, debes tener esperanza, porque todo será maravilloso. Lo prometo.
Hubo un silencio tranquilizador, en medio de una noche estrellada y maravillosa en Los Ángeles. Chloe había decidido dejar los libros de una vez, y confiar en lo que había aprendido hasta entonces. Beca simplemente quería descansar esa noche, y esperar que el examen de su novia no terminara con su apariencia de tranquilidad, ya que estaba muriendo de nervios por dentro. Era el último examen, y la fecha para la ceremonia de graduación estaba pactada para dos semanas después, así que ya habían coordinado las fechas con Aubrey y Stacie para que estuvieran presentes junto a Ali. Eran su familia, la única que tenía, y no podían perderse algo tan importante.
Se quedaron dormidas en el sofá, y en medio de la noche fue la actriz quien despertó para cubrirse con una manta, sin intenciones de despertarla. Habían logrado transitar un camino arduo, con tropiezos, pero estaban ahí, y nunca había sido tan feliz. Verla dormir en su pecho le daba una sensación extraordinaria de tranquilidad, de paz.

Los primeros rayos del sol asomaban entre el espacio que quedaba entre las cortinas de las grandes ventanas de la habitación que Beca y Chloe habían compartido esa noche, la segunda vez que se veían, la primera vez que la actriz llevaba a alguien a su departamento. La pelirroja se movió sobre la almohada para cubrirse el rostro y evitar el sol. Beca sonrió. Llevaba más de quince minutos despierta, observándola, guardando con detalle cada uno de sus rasgos. No estaba segura de que Chloe supiera lo hermosa que era. Escuchó un quejido, y notó que por más que se esforzara, la mujer que estaba a su lado no evitaría el sol. Siempre había dejado las cortinas un poco abiertas para que el sol de la mañana la despertara, era una costumbre adquirida en sus primeros años en la universidad, junto a su compañera de cuarto. Le gustaba disfrutar del día, le parecía maravilloso el amanecer, amaba los tonos del cielo a primera hora de la mañana. Veía que no compartía eso con Chloe, y aunque ella habría abierto todo para empezar su rutina, ese día se levantó para cerrar bien las cortinas y regresó a la cama. Había algo en Chloe que no había podido determinar, algo que la hacía especial, pero misteriosa, algo que le daba un toque diferente a cualquier otra persona que había conocido antes. Su belleza desmedida, su simpleza al hablar, su mirada sobre la vida. Todo era maravilloso para Beca. Pero había más. Había algo que no podía definir, y era la forma en que la hacía sentir tan sólo dos días después de haberla conocido en una fiesta en la que no deseaba estar. Era el destino que las había puesto a las dos en el momento justo para encontrarse. Suspiró, y luego apartó un mechón de cabello del rostro de Chloe, quien esbozó una sonrisa y buscó la mano que la acariciaba con los ojos cerrados.
- Así que esto es despertar al lado de Beca Mitchell...
- Buen día, Chloe.- suavizó su voz, mientras recorría con suavidad el rostro de la pelirroja, quien unos segundos después abrió los ojos y sonrió.
- Ni siquiera te he preguntado si te parecía bien que me quedara, lo siento.
- No me molesta. ¿Te habrías marchado?
- No sé qué es lo que haces normalmente en estas circunstancias.
- No suelo estar en estas circunstancias, de hecho.
- Vamos, no hace falta que me mientas.
- No lo hago. En realidad nadie ha subido a este departamento nunca. No suelo darme esas libertades.
- ¿Qué es lo que me hace especial?
- No lo sé.
- ¿Qué pasaría si de repente escondí una cámara y vendo nuestro video sexual por Internet?- Beca rió.
- Esa es una desafortunada posibilidad. No creo que te paguen mucho dinero de todas formas.
- Habla por ti, creo que lo que hice anoche merece una buena suma de dinero en mi cuenta.- ese comentario provocó otra risa en Beca, quien instintivamente dejó un beso en su frente y se recostó sobre la almohada para estar a su altura.
- Dime, experta, ¿cómo sigue esto? ¿Está bien si te invito el desayuno?
- Y luego hablaremos de matrimonio e hijos, si quieres.- bromeaba, no dejaba de hacerlo, porque provocar una sonrisa en el rostro de la actriz le parecía un privilegio.- Claro que estaría bien si me invitaras el desayuno.
Por alguna razón Beca lo supo ese día: no sería cosa de una noche.

----

- Beale, Chloe.
La voz resonó en todo el teatro donde habían preparado la ceremonia de graduación. Chloe era la segunda en ser llamada a recibir su diploma, y fue felicitada por sus profesores cuando estuvo arriba del escenario. Es que la pelirroja había sido una alumna excepcional, talentosa, con visión y mucha ambición. Ser pasante de Alfonso Cuarón no sólo le aportaba algo extraordinario a su currículo, sino que le abría un mundo de oportunidades, y aunque algunos pensaban que se debía exclusivamente a su relación con Beca Mitchell, sus profesores y sus compañeros más cercanos sabían que su talento estaba más allá de eso, que su trabajo la llevaría lejos. Nunca le había pesado la relación que tenía con la actriz, nunca había pretendido un trato diferente, nunca había puesto ni una sola excusa o una pretensión. Chloe era amable, servicial, siempre dispuesta a ayudar a sus pares, y por eso había muchas personas sonriendo entre la multitud ese día. Stacie, Aubrey, la pequeña Ali, y Beca estaban allí.
Apagó todas esas voces en su cabeza que alguna vez le habían dicho que jamás lograría hacer algo grande, y se propuso nunca más escucharlas. Su madre estuvo presente en sus pensamientos también, sonrió para ella, convencida de que en alguna parte del universo estaba sonriendo. Fue uno de sus días más felices, sin lugar a dudas.
Colocó su foto con toga y birrete en una de las repisas de su habitación, y su diploma fue colgado en la sala. La vida le sonreía, y recién estaba empezando. Logró trabajar en producciones chicas, documentales y hasta se aventuró en una producción libre que tuvo buenas repercusiones. Tomó muchos cursos, se adentró en otras ramas, se informó y estudió mucho. El cine era lo suyo, y quería perfeccionar cada aspecto que estuviera a su alcance.
Por su lado, Beca consiguió grandes papeles, y pasaron medio año en Nueva York por uno de ellos. Volaron de regreso a Los Angeles por el interés de Chloe en un guión que había llegado a ella por medio de algunos amigos. Fue amor a primer vista, y supo que debía trabajar en ello cuanto antes.
Netflix se interesó en producir la película, pero luego llegó una propuesta inmejorable desde los estudios de Universal, así que no pudieron rechazarla. Dirigió, por primera vez, a su novia en ese proyecto, y fue una experiencia maravillosa para las dos. Su admiración y respeto mutuo no hacían más que enaltecer todas sus demás virtudes y talentos. Y como un plus, la película fue un éxito a nivel mundial que le dio a Chloe prestigio y mejoras salariales junto a propuestas a las que no podía negarse.
Alternaban sus vidas entre L.A., Atlanta y Nueva York, pero también viajaban lejos una vez al año para descansar.
Llevaron agua potable a rincones de África, fundaron varios centros de rehabilitación a lo largo de su país, brindaron ayuda económica a fundaciones para niños, jóvenes y adultos en situación de calle. Tenían un compromiso social enorme, y se preocupaban mucho por hacer un cambio, aunque fuera pequeño, en el mundo. Chloe le había dado sentido a su lucha, y Beca continuaba con el trabajo que había hecho desde que asumió su rol de figura pública.
La actriz recibía preguntas sobre su vida privada todo el tiempo, pero lo manejaba bastante bien. Eran personas públicas las dos, ella en mayor medida por supuesto, pero ninguna podía esquivar cuestionarios respecto a matrimonio, hijos, proyectos a futuro. Estaban bien de esa forma. No necesitaban un papel que dijera cuánto se amaban, pero tampoco descartaban celebrar su amor frente a algunos amigos y familia alguna vez. Vivían el día a día, no planeaban demasiado, y eso estaba funcionando para ambas. Paso a paso, día a día, mes a mes, llegaron a contar siete años viviendo en esa locura, y entonces tomaron un descanso. Tomaron un vuelo hacia Atlanta, ocuparon el departamento que tanto amaban, y se dedicaron a vivir una vida regular, tranquila, lejos de las cámaras por más de un año. Sí siguieron con sus compromisos sociales, y Chloe compró el terreno de la casa donde había vivido de niña para poner una plaza donde los niños de la zona pudieran jugar, hacer ejercicios o escapar de realidades que a veces los superaban. Alison, que se había convertido en una señorita preciosa y de corazón gigante, acompañó cada paso del proyecto y se comprometió a enseñar a leer y escribir a todo el que se acercara a ella cada miércoles y jueves luego de su clase de danza. Stacie y Aubrey habían hecho un trabajo excelente con esa niña.
Durante su estadía en Atlanta, Chloe se reencontró con viejos conocidos. No podía considerarlos sus amigos, pero habían compartido un poco de la miseria en el barrio donde vivían, y en su momento habían sido el único apoyo que tenía. Fue invitada a una fiesta de cumpleaños, de la cual Beca pasó para evitar llamar la atención. Descubrió que muchos de ellos no habían salido de las adicciones, pero se ocultaban detrás de una máscara que con el tiempo sería difícil de sostener. Se vio rodeada de aquella vida otra vez, de las botellas y los cientos de píldoras que circulaban con total libertad, de la música explotando sus oídos, de las luces que mareaban y confundían.
- Ey, Beale, cortesía de la casa.
Alguien puso en sus manos una pequeña bolsa con píldoras, y se marchó luego de darle dos palmadas en espalda. Hacía tiempo no tenía uno de esos en su poder, y tampoco un vaso con alcohol. Había recorrido una camino diferente, que le había costado muchísimo pero en el cual sólo se había encontrado con mejores oportunidades. Sin embargo, la tentación era grande. Por momentos le causaba placer pensar en la sensación que esas pastillas provocaban, y pensó que una sola no le haría daño. Observó la bolsa, y su contenido. Pero luego recordó a Beca, y automáticamente pensó en Aubrey y Stacie. Miró a su alrededor. Observó cómo se veía todo desde otra perspectiva, casi pudo verse aspirando alguna sustancia en medio de la sala, apenas de pie luego de varios tragos, y finalmente tirada en algún rincón sin conciencia de espacio ni tiempo. Lo siguiente que hizo fue marcharse. Caminó la ciudad, aunque Beca le había pedido que no lo hiciera. Recorrió las calles, dejó entrar aire a sus pulmones, descansó sus oídos de esa música exageradamente fuerte, y pensó en lo cerca que había estado de tirarlo todo a la basura otra vez. Sacó el móvil de su bolsillo y encontró en la pantalla una foto suya con Beca el día de la graduación. Beca besaba su mejilla, orgullosa. Todo valía la pena.
Fue al departamento, giró la llave en la cerradura, y abrió la puerta para encontrarse con Beca en la sala, mirando una película con un tazón lleno de cereales. Los mismos que ella comía en el desayuno junto a la leche, eran snacks para su novia.
- Ey, pensé que vendrías más tarde.- la actriz puso en pausa la película y observó mientras la pelirroja dejaba las llaves colgadas, su chaqueta en el perchero, y los zapatos a un costado.- ¿Está todo bien?
No recibió respuesta, al menos no en forma verbal. Sí vio cómo Chloe dejaba la bolsa con píldoras frente a ella, en la mesa ratona, y se sentaba a su lado en silencio.
- No, Chloe, dime que no lo...
- No.- la cortó.- No lo hice.
- Chloe...
- Pero estuve a punto de hacerlo, Beca. Lo pusieron en mis manos y por un momento, sólo un momento, pensé que no pasaría nada si probaba una. Y extrañé la sensación que me daban. Pude haberlo hecho, sin ninguna duda.
- Lo importante es que no lo hiciste, que algo te detuvo.
- ¿Qué pasaría si en alguna otra oportunidad no puedo soportar la tentación? ¿Me perdonarías si te fallara otra vez?
- Escucha, recuerda que no estás haciendo esto por mí. Es exclusivamente por ti, por tu salud, por tu propia vida. No tienes que darme explicaciones ni pedir disculpas, tienes que ser consciente de lo que esto te causa a ti, no a mí, ni a Stacie, o Aubrey. Agradezco que no lo hicieras, y que decidieras marcharte. Agradezco que tuvieras la fuerza para vencer esa tentación. Odiaría verte caer de nuevo, pero yo no tengo nada que perdonar. Eres tú, y el compromiso que asumiste contigo misma lo que están en riesgo. Estoy orgullosa de ti.- se acercó y la abrazó.- Siempre estaré orgullosa de ti. Y siempre estaré aquí para que pasemos juntas todas estas cosas.
Chloe guardó silencio.
Esa fue la última vez que estuvo frente a una situación similar.

----

- Ey, te estaba buscando.
Beca apareció en la sala con un vaso de agua en su mano, mientras Chloe resaltaba palabras en un guión que tenía sobre la mesa.
- Estaba ordenando las escenas que vamos a filmar mañana.
- Me muero por ver esa película terminada.
- Ha sido todo un desafío. ¿Venías a decirme algo?
- No.- tomó asiento a su lado y dejó el vaso en la mesa.- Sólo te estaba buscando. ¿Quieres dejar eso por un momento?- la pelirroja sonrió y cerró el libreto para luego encontrar los labios de Beca sobre los suyos.- Mira lo que encontré.
La actriz sacó del bolsillo de sus jeans una foto doblada por la mitad, y la abrió para poder apreciarla por completo. Ella y Chloe sonreían a la cámara, sentadas en el bar donde habían tenido su primera cita.
- Nos tomaron esa foto para ponerla en el mural del bar.- comentó la pelirroja y la tomó en su mano.- Estábamos mojadas gracias a la fuerte lluvia de esa noche, y tú tenías una camiseta de futbol americano que sacaste de los objetos perdidos.- a ese recuerdo le siguió una risa.- Es increíble que tengas esta foto.
- Esa noche hablamos del futuro, de vivir la vida juntas para siempre. Estábamos tan enamoradas.
- Lo estamos, ¿no? Aún estamos enamoradas sin remedio a pesar de todo.
- No creo que podamos tener esta conexión con alguien más.- Chloe jugaba con las manos de Beca, observaba sus largos y huesudos dedos y los entrelazaba con los suyos.- ¿Cómo podría no quererte?- su cabeza descansó en el hombro de Beca, se relajó en esa posición y suspiró.- Después de todo este tiempo, y todo lo que hemos pasado, ¿cómo podría no estar perdidamente enamorada de ti?
- ¿Cómo podrías?- el tono altanero que Beca utilizó para decir esa frase hizo sonreír a Chloe.- ¿Debes terminar esto ahora?- revolvió un poco los papeles sobre la mesa y se apartó un poco de la pelirroja para verla a los ojos.
- A menos que tengas otros planes para nosotras...
- En realidad sí.- se levantó de la silla y estiró su mano, Chloe la tomó y la siguió.
No necesitaba preguntar a dónde la llevaba, ni lo que iba a hacer. Seguirla era un voto de confianza, siempre. Donde sea que Beca la llevara, todo estaría bien.
Caminaron hasta el patio de la casa, donde la piscina se veía espléndida y las estrellas estaban reflejadas en ella. Beca se quitó los zapatos y sumergió los pies en el agua. Chloe se sentó a su lado pero no imitó el gesto, sino que simplemente eligió encoger sus piernas y quedarse en esa posición. Había un silencio poco frecuente, pero maravilloso. Beca estaba pensativa, en silencio, pero su rostro emanaba paz. La pelirroja sonrió al observarla, y pensó que no podía ser cierto que fuera tan hermosa. Seguía viendo a esa chica que la salvó de una fiesta en la que no quería estar, y la llevó a un bar cerrado sólo para pasar tiempo con ella. Esa chica no había desaparecido nunca. Beca seguía siendo esa persona hermosa de la que se había enamorado perdidamente. Pensó en preguntarle a dónde volaban sus pensamientos, pero prefirió no hacerlo para no romper con el silencio que tanto disfrutaban. Enterró su cabeza en el hueco del cuello de la actriz, y se aferró a su cintura. No había lugar en el que prefería estar. No había lugar más seguro.
Llevaba diez años sobria, y de aquel pasado que la había atormentado tantos años, sólo quedaban recuerdos y enseñanzas. Transformó toda esa historia, y su historia con Beca. Beca, a quien había alejado creyendo que eso iba a salvarla de una vida desperdiciada a su lado, fue finalmente quien la había salvado a ella. Lo que pasara en adelante no le interesaba, porque en ese momento todo estaba bien.

¡Hola! Finalmente pude terminar esta historia. Lamento la demora, pero no pude controlar los procesos que mi propia vida fue imponiendo. De repente te sentís bien, y de repente no. De repente escribís algo y de repente lo borrás. Es complicado tratar de transmitir algo sin pensar que estás haciendo las cosas mal, o que estás yendo por un camino que poco tiene que ver con el mensaje final. Siempre traté de llevarlo en la misma dirección, con canciones, y menciones a un pasado que existió y que era justamente esa historia que estas dos protagonistas debían reescribir luego de un reencuentro (des) afortunado. Pero más importante, entender que las adicciones cambian la manera de pensar, de actuar, y de vivir. Que la persona adicta no necesita que se emita un juicio sobre sí. Gritan por ayuda.
Asi que si conocen a alguien que esté en esa situación, que implore por una mano amiga que los salve, recuerden que por muy chiquito que parezca, un acto de amor cambia la perspectiva. Y no hablo de amor romántico. Un acto genuino de amor, de comprensión, de compañía, puede lograr salvar a alguien. Busquen ayuda, infórmense, no se queden con prejuicios. Piensen en cuántas Chloe tiene el mundo. Y sean, en la medida de lo posible, la mejor versión de Beca que puedan ser.
Gracias por acompañarme en este camino. Bien o mal, es lo que salió de mi corazón.
Saludos! ❤️

Continue Reading

You'll Also Like

7.1K 445 10
Sofia Daccarett es una chica rebelde, mientras que Chloe es la chica buena, la hija del reverendo. Hasta antes de interpretar una obra juntas ellas d...
515K 52.8K 132
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
13.4K 943 8
Flor era una de las conductoras más famosas de noticias, cubriendo el horario central. Noche tras noche, se metían junto con su compañero de conducc...
55.5K 3.4K 37
La familia Topaz y la familia Blossom, dos familias bastantes adineradas, estas dos familias decidieron empezar negocios. Cheryl Blossom, obligada a...