Nick
Una simple palabra...
Bang
...podía convertirse en la razón de que toda mi existencia terminase...
Bang
...como era el caso de todos los miembros que solamente caían...
Bang
...ante la presencia de los miembros del Sexo Perfecto.
Bang
Los seres que tenían el control sobre todo.
Bang
Hacer un simple suspiro...,
Bang
...gritar...,
Bang
...o murmurar...
Bang
...podía tomarse como una deslealtad hacía el sexo Perfecto.
Bang.
Pero mi consciencia no se sentía dispuesta a...
Bang
...tener que lidiar con el poder de esa culpa.
Bang
Jeremy había muerto.
Bang
De la misma forma que ocurrió con Pete y los demás chicos cuyos cuerpos ahora solo permanecían arrojados sobre enormes lagos de sangre.
Bang
Sin vida.
Bang
Miembros Inocentes que fueron asesinados porque no les agradaba sus nombres o apariencia.
Bang.
Millones de Imperfectos morían por cada segundo que pasaba, dejando a los pocos sobrevivientes con la obligación de permanecer en silencio a cambio de no ser el próximo en ser...
Bang
...asesinado.
Bang
¡Por fin logré comprendedlo!
Ban
¡Esta era la razón por la que mis hermanos que no volvía a casa!
Bang
Y quizas yo tampoco lo haga.
Bang
Nunca volveré a Padre ni al resto de mis hermanos.
Bang
Pero todavía tenía la opción de guardar silencio.
Sí no veían algún detalle en mi persona quizás sería una razón para que salvasen mi vida, pero al ver a Jeremy sin vida me obligó a ignorar cualquier cosa que Padre nos enseñó con respecto a los Miembros del Sexo Perfecto.
Jeremy era la prueba de que eran malos y no les importábamos.
Un Imperfecto inocente que logró sobrevivir a esa trampa mortal haciendo miles de esfuerzos por mantenerse en pie fue recomenzado con la muerte por orden de un un miembro no quería ayudarlo.
—¡Nooooooo! —¿Qué clase de mente enferma haría algo como eso?
—¿Alguien se atrevió a hablar? —quizás alguien con un perfecto sentido del oído.
Ahora sí había metido la pata.
—¡Hablen!
Normalmente cuando robaba o hacía trampa en el LaserTag yo me dejaba guiar por mi instinto de aventura, ya que nadie le daba tanta importancia a esas tonterías. Pero en esta ocasión todo era distinto.
Me había atrevido a hacerle frente a un furioso miembro del Sexo Perfecto.
Cualquiera que lo hiciere no vivía para contarlo.
— ¿Acaso fuiste tú, maldito imbécil? —y ver el rostro de ese miembro reflejando ira y frialdad me hizo darme cuenta de que tal vez no iba a salir vivo de ahí—. ¡¿fuiste tú?!
Todo el valor que emanó de mi corazón luego de ver a Jeremy morir desapareció, permitiendo le al miedo tomar su lugar y fortalecerse por cada segundo que veía a ese demonio dirigiéndose a mi celda.
—¡Habla! —Un monstruo que con el poder de eliminarme en un solo santiamén.
Ahora solo sentía frio.
El miembro estaba lo bastante seguro de que yo era quien se atrevió a hablarle.
Ahora solo tenía dos opciones; Quedarme callado y dejar que diese la orden como sí nada o de tratar de salvar mi vida pidiendo perdón.
¿Pero qué le iba a decir?
'Perdón...' 'No quise interrumpir...' 'Fue solo un error' o...
"Jeremy" mirar el cuerpo del chico al que ayudé a levantarse.
El Imperfecto inocente que me ayudó a recordar la diferencia entre el valor y la cobardía.
—U-u-u-u-sted...,
—¿Qué dijiste?
—U-u-u-u-sted —aunque no de la forma en como yo lo esperaba.
—Repite lo que estas diciendo.
—Usted lo mató.
—¿Qué?
—¡Usted lo mató!
—¡Habla más fuerte idiota!
—¡DIJE! ¡Que usted lo mató! —por primera vez en muchos años un miembro del sexo Imperfecto se atrevio a decir lo que nadie podía —¡Asesinó a Jeremy! —La verdad.
Los miembros de las otras celdas al igual que el resto de los espectadores se concentraron en nuestra escena.
—¿Te atreves a llamarme "asesina"?
—¡Sí!
—¿Por qué?
—¡Porque eso es lo que es! ¡Una asesina!
—¿Y qué te hace pensar que tienes el derecho de llamarme así?
—¡Usted ,mató a Jeremy...!
—¿Matar? —pero ella no parecía consciente.— ¡Espera! ¿Acaso hablas del idiota que no lograba mantenerse en pie?
—¡Se llamaba Jeremy...! ¡él era mi amigo...! ¡Y usted lo mató!
—¿Y solo porqué ordené matar a un Imperfecto crees que tienes el derecho de alzarle la voz a Marron Wintinfield?
—¡No me importa quien sea usted! ¡Lo único que me importa es decir la verdad!
—¿A qué te refieres?
—¡Jeremy necesitaba ayuda!
—¿Y eso qué?
—¡Él era un buen chico!
—Solo era un Imperfecto no me iba a servir de nada.
—¿Qué?
—No podía levantarse. Curarlo me iba a quitar dinero que no recuperaría. Además ¿crees que vale la pena salvar a una basura que solo contamina a este perfecto mundo que hemos logrado conseguir gracias a la división?
Los guardias que custodiaban mi celda tomaron el discurso como la orden...
—¡Ahhhh! —...para golpeándome con sus macanas eléctricas por la espalda, brindándome una horrible sensación que me obligó a arrodillarme ante Marron y sentir como me colocaban un par de inmoviliza dores en el cuello para mantenerme firme.
—Le estas faltando al respeto a la dictadora del Sexo Perfecto.
>>El miembro que toma todas las decisiones capaces de traer la paz a nuestro mundo.
>>La justicia e igualdad se logran gracias a que yo tomo elecciones como esta.
>>Y por como veo tú eres la prueba del porqué los miembros del Sexo Perfecto están en un lugar seguro.
—¿Qué?
—El mundo estuvo al borde de la extinción hace muchos años gracias a las guerras y desastres que ocasionaron los miembros de tu genero. Nosotros, los miembros del Sexo Perfecto, pudimos salvarlo, gracias a nuestros desarrollos y liderazgos, solo para darle un perfecto destino a los seres como yo y la peor denigración a las arimañas como tú que lastiman y denigran nuestra especie.
>>Y por eso es que disfruto tanto verlos morir.
Los guardias volvieron a actuar.
Un par de luces de rojas iluminaron mis mejillas, como siluetas que me impedían ver con claridad el rostro de Marron.
—Prepárate a recibir tu castigo sucia arimaña
Mi tiempo se había terminado.
—¡Esperen! —o tal vez no.
Shane
El estridente sonido de mi voz tuvo la suficiente fuerza para poder atrapar a mi madre en un estado de suspenso de la misma forma que ocurrió en ese desayuno.
La escena era la misma
En un instante ella quería matar a un Imperfecto y en el siguiente permanecía porque yo encontré una falla.
—¡Alto! —los guardias tuvieron que responder ante mis ordenes porque era un miembro adulto —¡Suéltenlo! —y mi madre vio como volvieron a acatar mi orden— ¡Madre no lo hagas!
Eran las primeras ordenes que daba como un miembro adulto y no me importaba lo que los demá estuviesen pensando de mi porque ya que no me sentía dispuesta a ver como otro Imperfecto moría a causa de una simple estupidez.
Me dirigí a la celda, di la orden para que me dieran acceso y corrí hacía el punto donde Nick estaba tirado para poder arrodillarme ante él.
—Shane —y mi madre seguía indignada—Sal de ahí en este instante.
—¡No!
—Ese no es el lugar ideal para un miembro del Sexo Perfecto.
—Ya soy mayor de edad madre, no necesito que me digas cual puede o no ser el lugar para un miembro del Sexo Perfecto.
—¡Sal de ahí en este instante!
—¡Tu ya no puedes darme ordenes!
—Si no lo haces los guardias te sacarán de ahí. Y cumplirás una sanción por faltarme al respeto.
—No lo harán.
—¿Cómo lo sabes?
—¡Porque no puedes matarlo madre!
—¿Qué estas diciendo?.
—No puedes matarlo solo porque te falto al respeto. Eso es una tontería.
—Tengo de hacerlo, Shane.
—¿Por qué?
—Es un indignarte miembro del Sexo Imperfecto que solo ocasiona problemas.
—No es verdad. Solo es un chico que actuó ante sus emociones. Cualquiera haría algo como eso. Incluso tú.
—No vuelvas a compararme con él.
>>Los miembros del Sexo Imperfecto deben de mantener su distancia y tratarnos con el respeto que nos merecemos por los años en que fuimos denigradas. Recuerda las historias de Alice Lincon y Marie Lawrences King.
—Sí madre, pero ellas lucharon por la libertad no por esto.
—Mis decisiones implican a la justicia, otra causa por la que ellas también lucharon; y esa arimaña que merece ser asesinado.
—No te dejaré.
—Lo voy a hacer con o sin tu aprobación. De lo contrario nuestra imagen podría quedar en juego.
—Pero no puedes hacerlo.
—¿Y por qué no?
—¡Porque yo soy su dueña!
—¿Qué? —por primera vez en mucho tiempo logré encontrar la forma de derrotar a Marron en su propio juego.
Los demás miembros que contemplaron el espectáculo se quedaron sin palabras al ver que tenía la razón.
Mi nombre estaba escrito en la jaula y los registros.
Marron no podía asesinar a Nick porque yo era quien podía tomar esa decisión.
Y no quería que muriera.
—Por favor —Marron tuvo que tragarse todo su orgullo
Más de cien Perfectos la vieron cometer un error.
El peso suficiente en su consciencia para obligarla a guardar silencio al momento que daba una media vuelta.
—Sí ese tonto me vuelve a faltar al respeto daré la orden para que lo mantén.
—Esta bien.
—Y sí yo, o cualquier otro miembro lo ve en un punto que no sea tu departamento inmediatamente se le dara la sanción final.
—¿Sanción final? —y Nick volvió a romper el silencio.
—Significa que estas bajo confinamiento, idiota. No puedo eliminarte porque no me perteneces, pero sí puedo es prohibir tu acceso a las áreas múltiples bajo la compañía de una profesión o un miembro del Sexo Perfecto que en este caso es mi hija.
>>Así que te sugiero que encuentres tareas para este Imperfecto que no incluya ser tu escolta, Shane. De lo contrario los guardias tendrán la orden de matarlo. ¿Has entendido?
—Sí madre —un final que no me lo esperaba.
¿Quién diría que los estándares del Sexo Perfecto serían capaces de salvar la vida de un Imperfecto?
Mi madre y Riley se alejaron, al igual que todos los demás espectadores dejándome con lo que tal vez me podría recordar a Héctor.
—Hola —Él único Imperfecto que me trataba con amor en vez de miedo.
—Gracias —Oírlo hablar con lentitud me ayudó a comprender que necesitaba de medicina y un muy buen baño.
—¿Estas bien? —pero en cuanto toqué su rostro pude sentir como una especie de energía me conectaba con él.
Era una especie de calidez corriendo por mi brazo al momento que la palma de mi mano rozaba su mejilla en un camino que me llevó a tocar su delicado y oscuro cabello.
—¿Te encuentras bien?
—Si, eso creo.
—¿Te duele mucho?
—La espalda. Y también mi cuello.
—Los guardias te atacaron con brutalidad. Sí mi madre hubiese dado otra orden ellos te habrían electrocutado hasta matarte.
—Ni que lo digas.
—Vas a necesitar medicinas y también ropa nueva.
—Solo quiero volver a casa.
—Me temo que no vas a poder hacerlo. Ahora estas en confinamiento.
—Sí regreso todo podrá pasar como sí nada. trabajaré en las minas y tu no tendrás más problemas con tu madre.
—Quisiera que fuera así de simple pero me temo que no. Tú fuiste seleccionado para participar en el Torneo de la vida y resultaste ser un ganador.—las cosas eran muy dificiles de explicar ahora que yo era un miembro adulto del Sexo Perfecto que miraba a su primer miembro como algo más que un simple esclavo—. Soy Shane.
—Nick —.o un amigo
—Ya sabía tu nombre.
—¿A qué te...?
—Todo lo sabrás a su momento. Por ahora debes saber que no vas a volver a tu hogar Porque ahora este es tu nuevo hogar y yo soy tu dueña.
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