El dolor en mi pecho era tan abrumador que pronto me encontré corriendo sin rumbo fijo, sin ninguna intención, solo quería desaparecer.
Estaba tan sumida en mi dolor que no pude evitar chocar con alguien que estaba enfrente de mi.
- ¡Que carajos! - grito intentado apartarme de encima de el - quítate por favor - su tono fue grosero y muy frio - ¡me das asco!, ¿¡podrías por favor quitarte de encima de mi!?- reaccione tardíamente y cuando pude atar bien los cabos una gran vergüenza me recorrió, me pare lo mas rápido que pude y le estire por inercia la mano a la persona que hace unos momentos aplaste con mi cuerpo - ¿uhg?- dijo un hermoso rubio, piel algo bronceada y su cuerpo y facciones faciales de muerte - solo vete - se puso de pie y se tapo la nariz con una mano mientras que la otra mano la utilizaba para echarse el pelo Hacia atrás.
- ¿Eres un ángel? - susurre totalmente ida por su belleza.
- ¿Y tu un mugroso perro? - dijo fastidiado - eres nueva y eso lo entiendo, pero por favor estudia mas ¿si?, controla tu olor, hazte ese favor - dio media vuelta y se fue por donde yo antes había llegado.
Me quede estática por 1 minuto, ese ser definitivamente tenia que ser un ángel, no había mas explicaciones para tanta belleza.
Me encontraba a las afueras de la pequeña clínica que había en el campus, vine por el dolor que tenia al costado de mi cuerpo, el cual fue ocasionado por min yoongi.
- Hola - salude mientras jadeaba - mi nombre es lía regix - pare para tomar algo de aire - creo que tengo algo roto - señale mi costado y pronto mi vista se empezó a nublar - ayuda - susurre mientras daba leves manotadas al aire intentando agarrarme de algo, y asi pronto encontré en que apoyarme.
- ¿Estas bien? - me pregunto la persona en la cual estaba apoyada - ¿Antoni? ¿Dónde esta Antoni? - empezó a gritar esa persona, no entendí muy bien que pasaba, lo único que sabia era que ya no aguantaba mas, poco a poco me fue faltando el aire y ya no reconocía ninguna voz, todo se volvió oscuro.
Jungkook.
Ya habían pasado 2 días desde que lía esta en la clínica.
por la gravedad de sus heridas en las costillas , decidieron inducirla al sueño, para que así no sufra mucho al momento de sanar definitivamente los huesos con magia y medicinas curativas propias de los Virtutem iluminandi.
- ¿Como te sientes hoy mi hermoso kook? - saludo Ximena, una hermosa enfermera elfo de unos 23 años de edad, piel tan blanca como la porcelana y orejas algo puntiagudas.
- Ya estoy mucho mejor Ximena, muchas gracias por preocuparte por mi - susurre mientras intentaba sentarme en la camilla, un fuerte dolor invadió mi cuerpo, sin fuerzas me deje caer de nuevo a la cama - ¿cuando estaré del todo bien? - pregunte mientras miraba el techo.
- Eres muy fuerte mi hermoso kook - dijo mientras me tomaba la presión - a decir verdad, eres terriblemente fuerte - admiro ella - después de la gran paliza que recibiste , es impresionante siquiera que estés despierto o peor aun hablando - dijo mientras negaba con la cabeza -jimin definitivamente se paso contigo, entiendo que esta era una prueba, pero ustedes apenas estaban aprendiendo, no entiendo - susurro mientras tomaba muestras de mi sangre -en unos instantes te traeré mas medicina, ¿entendido?.
- Si - fue lo único que dije, yo tampoco entendía por que todo fue así, se suponía que solo debíamos infíltranos en el bosque, correr, escondernos. Jamás se hablo de pelear, ni eso nos enseñaron aun, así que no entendía por que tanta violencia hacia nosotros.
Así paso un día mas, Mark y Mike ya estaban mucho mejor, ya les habían dado de alta y estaban en los dormitorios, en cuanto a lía, ya le habían dado medicina para que despertara pronto, pero aun no lo hacia lo cual me preocupaba de sobre manera, ella aun no sabia mucho de lo que paso en el bosque; solo estoy esperando que despierte para contarle absolutamente todo y pedirle de una buena vez que nos larguemos, ya soy mayor de edad por lo cual si mis padres no me aceptan en casa de nuevo, puedo vivir solo.