Harry sabía que contarle toda la historia con Remus a su hermana Lily probablemente sería algo doloroso, y/ o problemático, pero no se esperó el coscorrón mientras su hermana le gritaba histérica a él y a Remus en su habitación, que de puro milagro no había sido invadida por alguno de los otros habitantes.
— ¡¿Cómo diablos fuiste tan descuidado?! —Gritó Lily caminando en círculos casi aterrada— Si alguien se entera de esto estamos perdidos, ¿Tienes idea de lo que sucedería si esta información sale a la luz? Remus sería obligado a dejar Hogwarts, esto probablemente mandaría al fracaso la carrera política de Lyall Lupin, y si consideramos la opinión política de la sociedad mágica sobre los hombres lobo probablemente pasarían a una persecución —Musitaba Lily logrando que Remus se encogiera acojonado— Y sí alguien se entera de la situación de Harry, la desdicha, la desgracia, no sé qué podríamos esperar, ¿Un ataque? ¿Intentos de violación? ¿Asesinato? ¿Secuestro? Diablos, diablos, diablos —Siguió Lily temblando, Harry podía entender que esa información había sido soltada en un mal momento, pero ella en serio estaba exagerando.
— Lily —Llamó con voz calmada a su hermana— Cálmate —Pidió, casi ordenó, con voz fría y un poco fatal, casi al instante Lily regresó de su mundo de pesadilla al escuchar la voz de su hermano, lo que había aprendido como "La voz de muerte", durante mucho tiempo desde que descubrieron el mundo mágico había creído que era una habilidad mágica, pero pronto había entendido que no lo era, esa voz de su hermano era capaz de silenciar el lugar más bullicioso, silenciar a cualquier humano o animal y que no volviera a hablar hasta que Harry parecía cerrar la caja de Pandora que estaba escondida en su ser. Una habilidad que ciertamente le serviría en el Wizengamot sí creía los rumores.
No podía recordar momento alguno en que su hermano no tuviera aquella presencia de muerte, una presencia que ponía nerviosos a los niños por mero instinto de supervivencia básico, alejaba a la gran mayoría de animales, con excepción de contadas especies, e incomodaba cruelmente a los adultos, y aunque Harry había aprendido a dominarla con los años y usarla sabiamente para intimidar y hacer resonar sus palabras nunca dejaba de ser imponente y aterradora, aún más cuando sólo mostraba su lado dulce e inocente.
— Nadie nos escuchó, mientras a ninguno de los dos se nos escape nadie podría descubrirlo, relájate, deja de gritar o podrías llamar la atención de nuestros compañeros y tendremos que dar explicaciones —Pidió tranquilamente, Lily casi al instante logró enfriar su mente y pensar con más claridad.
— Supongo que podemos contar con tu silencio, Remus, no creo que debamos aclarar que esta información es extremadamente delicada ¿Podemos confiar en ti? —Preguntó Lily con seriedad y frialdad en cada palabra, puede que ella no fuera quien para hacer tratos en el nombre de su familia pero no permitiría que nadie la viera como una muñeca de porcelana que no puede hacer nada, ella haría todo por su familia y si necesitaba apoyar a su hermano en un trato familiar dejaría en claro que ninguno de ellos era una presa fácil.
— Por supuesto —Aceptó Remus viendo con nuevos ojos a sus dos amigos, todos sabían que Harry era increíblemente aterrador, una apariencia amable e infantil pero en su interior resguardaba oscuridad, pero ver que Lily, quien consideraban como la contraparte de "luz" de Harry de esa forma saltaba a la vista que eran gemelos. Ahora veía que simplemente Harry mantenía apartada a Lily de las situaciones donde ella tuviera que demostrar la oscuridad que residía dentro de ella, un temperamento igual de fuerte que su contraparte masculina — En todo caso, ustedes conocen mi secreto y yo conozco el suyo, o uno de ellos —Fue lo que le hubiera gustado decir pero la última parte se quedó atorada en su mente.
— Entonces tenemos un trato, cada uno guardará el secreto del otro, si alguno de nosotros lo revela, bueno, creo que puedes imaginar que represalias podrá tomar, no es de mi particular interés volverme un pedazo de carne a los ojos de los sangre pura residentes —Añadió el joven de ojos esmeralda mientras levantaba su mano esperando que el licántropo la estrechara, y Remus, aunque un poco temeroso del tono usado pero más asqueado por la perspectiva que le acaban de pintar, aceptó gustoso estrechar la mano— Supongo que ahora que el conejo está fuera del saco, debo advertirte que me pareció que James y Sirius empiezan a tener sospechas de tu condición, te veían bastante durante la clase donde hablamos de los licántropos, y me parece, por la información que logre sacarle a Pettigrew, no me mires así, no le hice nada, que están investigando bastante en libros y recortes de periódicos, no está demás que lo tengas en consideración esos son unos chismosos de primera y son inteligentes, si me disculpan, tengo una charla pendiente con la profesora Artemis —Con esas palabras se retiró.
Mientras caminaba no podía evitar pensar en sus planes a futuro, había aprovechado su bastante ilícita red flu para ir a la mansión Slytherin cada vez que había podido en sus vacaciones, o en su defecto buscar el despacho de Salazar, desgracia la suya de que a ningún familiar se le ocurriera anotar en que maldito lugar estaba el despacho, y Salazar se negaba a hablarle dentro de Hogwarts para mantener la fachada que tenían, pero todo estaba dando frutos, cada vez podía sentir más cerca su forma animago, casi podía visualizarla y sí lo lograba habría dado un paso inmenso en transformarse, pero no podía verla aún, no podía hacerlo en cualquier parte de Hogwarts, dependiendo de la fuerza o impactante que pudiera ser ver su forma animal podría avisar al director y tendría serios problemas sí el anciano se enteraba, un lugar "funcional" sería la sala de transformaciones que estaba preparada para un evento semejante pero no podría utilizarla sin que McGonagall se enterara, la cámara de los secretos quedaba descartada pues mientras no tanteara el terreno con el basilisco sería una locura entrar, la sala de los menesteres era su única opción dentro del castillo pero los recuadros casi siempre le observaban por orden del director y no podría entrar a la sala sin llamar la atención o sin planear una actuación que le creara una cuartada.
Cuando por fin llegó al salón en que la profesora le citó se dio cuenta de algo, era el mismo salón donde tomaba clases con Dickens. Con un poco de cautela entró en el salón, los muebles se encontraban movidos formando algo parecido a un círculo, la profesora le esperaba en una de las orillas, la mirada de la profesora era extraña mostraba algo parecido a la pena o melancolía, Harry no podía descubrirlo.
— Un gusto verle, joven Evans —Saludó la maestra con rostro imperturbable.
— Un gusto profesora Artemis, no es por importunar ni ser grosero, pero, podría responderme ¿Para qué me citó? —Preguntó el joven de cabellos cuervo.
— Me he dado cuenta de que mis clases son muy sencillas para usted, por lo que he decidido darle clases privadas —Musitó la mujer, pero Harry podía notar algo más, probablemente no lo hubiera visto si no fuera por su experiencia como duelista o su tiempo en la guerra, los músculos de la mujer estaban tensos, demasiado, pero no conocía lo suficiente a la profesora como para saber si estaba admitiendo una derrota o estuviera haciendo algo que no quería, por el momento lo dejaría ser antes de hacer cualquier movimiento.
La clase fue relativamente interesante y un poco más calmada que las que tenía con Dickens el cual era una bola de energía de persona.
Principalmente consistían en tener que lanzar ataque contra ataque contra maniquís, primero había recibido toda la teoría del encantamiento antes de siquiera ponerlo en práctica, el encantamiento que practicaron fue Depulso, casi una hora después la profesora lo veía con una mezcla de sorpresa y fascinación con tintes de preocupación.
— ¿Lo hice bien, profesora? —Interrogó viendo a la mujer que volteó a verlo con calma.
— Perfectamente —Admitió casi en un susurró, Dickens le había hablado bastante bien de ese chico, casi un prodigio o un prodigio directamente, pero lo había atribuido a que como Dickens se concentraba tanto en la práctica que probablemente los alumnos impresionables podían prestar una total atención y mantuvieran la concentración pero flaquearan a la hora de entender o usar creativamente el encantamiento, pero Harry le demostraba que estaba en un error, que ese chico podía absorber lo que le enseñaba práctica y teóricamente con facilidad y usarlo de modos más creativos.
— Si me disculpa profesora, ambos tenemos que asistir a la cena, y yo tengo que ducharme —Con esas palabras Harry se dispuso a retirarse incómodo por la situación que no podía leer, pero antes de que saliera de allí lo detuvieron.
— Evans —Llamó suavemente— Antes de que te retires quiero darte un consejo de vida; a veces las buenas intenciones están tejidas por hilos engañosos —En ese momento la profesora parecía dispuesta a retirarse cuando fue el turno de Harry de detenerla.
— Profesora, sí hay algo que debo reconocerle al profesor Dickens es que era claro al hablar, prefiero que me diga exactamente de quien tengo que cuidarme a que me lo diga en un acertijo —Pidió viéndola con ojos serios, había aprendido que esa profesora no era tan fácil de controlar con la apariencia de niño amable y bueno (lo que tomaría como un insulto a su actuación sí de verdad estuviera empeñado en mantener esa fachada para sí) necesitaba demostrar algo diferente con ella, y había tenido la suerte de que ella misma se lo enseñó, con ella debía ser un alumno que se tomaba las cosas con seriedad y como un alumno ejemplar aunque curioso; la mirada de la profesora cambió, casi como si recordará con quién hablaba.
— El director Dumbledore —Empezó la mujer después de unos segundos— Por algún motivo quiere que tengas un entrenamiento más duro que el de cualquier otro alumno, pero no me ha parecido que sea por nutrir a un alumno sobresaliente, parece que tuviera otro plan entre manos, o así me lo ha dejado ver, aunque no puedo asegurar porque lo hace —Admitió la profesora con seriedad, no importaba como lo viese no podía comprender que tramará Dumbledore que necesitara alumnos entrenados de ese modo.
— Teme por una guerra —Comunicó Harry algo complacido que la profesora le esté comunicando eso — Teme que todas estas rencillas y vandalismo resulten en una guerra, he de suponer que prefiere que los alumnos sepan defenderse —Añadió, podría decir directamente que pensaba usarlo de activo en la guerra pero no, sería peligroso que alguien supiera que sabía eso, la gente estaría más atenta a sus movimientos, un niño no debería saber las intrigas de un adulto, pensarían que tenía algún plan o que utilizaba a Dumbledore para sus propios planes, una verdad absoluta pero que no debían saber los demás, así que dejaría unas pocas migajas para que la profesora descubriera el verdadero motivo por el que Dumbledore estaba interesado en él por su propia cuenta.
— Supongo que es verdad —Musitó la mujer, parecía dudosa, justo lo que Harry quería, ella buscaría un poco más del panorama y entonces descubriría lo que él ya sabía sobre Dumbledore y podría poner presión sobre él.
— Nos vemos profesora, mis amigos me deben estar esperando —Y con una sonrisa se alejó del lugar.
En el dormitorio de Harry, luego de que se fue...
La situación se estaba volviendo incómoda en el lugar. Los ojos verdes estaban sobre Remus de forma perpetua y él debía admitir que aunque no eran iguales a los de Harry en tono y frialdad, sí eran muy similares.
-Uh - logró sacar por su garganta, su lobo removiéndose incómodo dentro de él - Sí quieres que me mantenga alejado de ti yo lo entendería
- ¿Qué? - preguntó Lily luciendo perdida
- Que sí lo prefieres
- No, no - Lily movió su cabeza de forma frenética - Te oí, solo, ¿pensaste que te quería lejos ahora que sabes que sé sobre ti?
- Yo
- Sí estás consciente que Harry y yo lo sabemos desde hace un tiempo ¿no? - él asintió - Y que aún hemos sido tus amigos ¿verdad?
- Pero estás molesta - señaló
- Me molesta que Harry sea un desconsiderado y que lo soltara como sí hablara del clima - gruñó - No era nuestro secreto para decir, y apuesto que te asustó, estoy enfadada con él por ser insensible al respecto, a pesar de que entiendo de dónde vino su imprudencia
- Supongo que tuve algo de culpa - hizo una mueca el lobo
- ¿Cómo ibas a saber que Harry estaba en toda la medida bien? - cuestionó moviendo la cabeza - Aunque sí puedo decirte que te excediste al invadir su espacio - señaló - Él te pidió que retrocedieras y lo dejaras en paz
- ¿Cómo podía dejarlo? - frunció el ceño Remus luciendo escandalizado - Olía a sangre Lily, ¿y sí lo habían lastimado?
- Está bien, entiendo - dijo ella alzando las manos en son de paz - Debió ser desconcertante, pero Harry está atravesando algo que no debería, no estaba preparado realmente para ello, y sus nervios estaban a flor de piel por temor a que no pudiera escabullirse a tiempo y terminar hecho un desastre
- Uh - hizo una mueca - Eso va a ser una cosa de todos los meses ¿cierto?
- Oh no eres uno para hablar con sus problemas mensuales - bufo la pelirroja cruzando los brazos
- Ciertamente no - se avergonzó Remus - Prometo no decir nada, y ser menos invasivo
- ¿Cómo hacías con tu mamá? - preguntó curiosa
- Sé la diferencia entre un sangrado corriente y un sangrado por meses Lily - arrugó la nariz mientras se sonrojada - Fue de ayuda entrando al colegio con los olores de tantas mujeres juntas, solo que mi cerebro sufrió cortocircuito cuando olí sangre de Harry
- Porque es hombre - ella asintió - No esperabas eso
- Claro que no - bufo - ¿Sabes lo raro que es un portador? la mayoría de niños sangre pura o con padres sangre pura como es mi caso, crece con historias y el cómo debemos tener cuidado de ellos así como protegerlos, supongo que ahora algunas cosas caen en su lugar
- ¿Tener cuidado? - eso llamó su atención de sobre manera, hasta lo que ellos sabían un portador como Harry era un activo para las familias, uno codiciado al punto que serían capaces de cualquier cosa con tal de tenerlos
- Solo un mago extremadamente poderoso puede dar vida - dijo con solemnidad - Es por ello que tenemos grandes brujas en la historia conocida, son las mujeres quienes tienen la capacidad de dar vida, su biología y su magia están programadas desde su nacimiento para ello así como su tolerancia al dolor; los magos no, y que la magia de uno cambie su cuerpo para tener un bebé es porque su poder es superior, son muy pocos los magos con tanto poder
- Tener uno de enemigo es un mal juego
- Tener a tu hermano de enemigo ya es un mal juego - corrigió Remus con diversión - Imagínate cuando Harry decida explotar esa bomba, el Wizengamot se va a sacudir de sus cimientos con todos los sangre puras que van a querer tenerlo entre ellos, y no me sorprendería que por las habilidades que demuestra tu hermano lo terminen llamando como un miembro de la sociedad mágica que merezca estar en el puesto
- ¿Crees que Harry logre estar en el Wizengamot? - preguntó con cautela - Pensé que sólo estaban los miembros de familias sangre pura
- También se elige a brujos y brujas selectos, aquellos que demuestran ser dignos de destacar en la comunidad, Albus Dumbledore por ejemplo, su familia no es de las viejas puristas como la de Sirius o James, pero ocupa un puesto desde que derrotó a Grindelwald y es actualmente el Jefe, hay otras más, grandes historiadores, pocionistas, duelistas, y es posible que por ello dos personas siendo familia terminen allí, hubo un tiempo en que los hermanos Scamander se sentaban en el Wizengamot a la vez, a pesar de que el mayor era en realidad el Lord de su casa, pero el menor Newt, el autor de "Animales Fantásticos y dónde encontrarlos", fue invitado a unirse a sus sesiones como miembros, eso hasta que se retiró del cargo por decisión propia
- ¿Y crees que mi hermano haga algo tan fantástico?
- Tu hermano es poderoso, y no me extrañaría que lo invitarán con tal de hacerle ver dónde reside el poder y luzcan sus casas frente a él
- Eso suena horrible
- No dije que no lo fuera - se encogió de hombros - Lo bueno será que nadie va a querer que tu hermano muera
- Eso no significa que no le pueden hacer daño - hizo una mueca y fue a sentarse a la cama de su hermano - Papá Connor es un squib - empezó queriendo transmitir su verdadera preocupación a su amigo - Él sabía sobre el mundo mágico por su padre, y le contó las historias, cuando las pruebas en Gringotts salieron positivas para Harry, enloqueció un poco, creo que discutió mucho con mamá sí decirnos o no, pero a finales nos sentaron y nos explicaron lo que Harry sería para el Mundo Mágico sí salía a la luz su condición, y lo que podía pasar - apretó sus manos en puños sobre su regazo - Cuando éramos niños, un hombre casi agrede a Petunia frente a Harry, fue su magia lo que la salvó ese día, pude ver lo que el recuerdo les hizo a Harry y Petunia, sentí su desesperación - miró a Remus fijamente - No quiero que le pase nada a mi hermanito, Remus, tengo miedo de lo que pueda pasar y
- Mientras más personas sepan, más probabilidades de que el secreto se vuelva información - terminó él, ella solo pudo asentir de forma miserable - No te preocupes Lily, prometo no decir nada, y aunque no tuvieran ningún secreto mío, no me atrevería a decir el secreto de Harry
- Sé que eres sensato Remus, solo
- Estás preocupada - terminó él
- Sí - levantó una de sus manos para rascar su brazo de forma distraída - Lamento sí te hice pensar que me desagradas, es todo lo contrario lo prometo
- Tomé la preocupación por tu hermano de forma errada, fue mi error - tranquilizó - Yo también actúe de forma equivocada pensando que te daba miedo
- Oh vamos Remus - se rió - Solo das miedo cuando cuando James y Sirius te roban tus chocolates, ahí sí das miedo, pero, convivo con Harry, es como convivir con la misma muerte y estoy bien
- Siento que no deberías comparar a tu hermano con la muerte
- Nah - hizo un gesto despectivo - Él está acostumbrado, él da miedo, en comparación creo que sólo eres un cachorrito de lobo
- Soy un lobo adulto muchas gracias - dijo ofendido
- Solo en luna llena - se encogió de hombros - A propósito, Harry me comentó que estaba explorando la forma de convertirse en animago para ayudarte, creo que las lunas llenas toman mucho de ti y tal vez necesites compañía, te diría que también me ofrecería, pero se me complica mucho esa magia, Harry cree que debería esperar unos años antes de intentar de nuevo y estoy de acuerdo
- Espera, ¿también te quieres transformar en uno? - preguntó confundido - ¿Por qué?
- Para ir con ustedes - dijo sonando obvia, mientras rodaba los ojos - ¿Para qué más haría algo tan ilegal? Será divertido
- Acabas de decir que es ilegal - dijo lentamente
- Ni que fuéramos a hacer todo un club de animagos Remus, será nuestro secreto - canturreo - Solo los tres, aunque por el momento serían ustedes dos, pero me tendrán para taparlos
- ¿Por qué lo hacen? - preguntó desconcertado
- Porque eres nuestro amigo - dijo seria notando que el lobo estaba muy sorprendido - Y no queremos que pases por eso solo
- ¿Ustedes no se alejarán?
- Pensé que estábamos haciendo todo lo contrario, ya sabes, no te podrás deshacer de nosotros ni en luna llena - se rió felizmente
- Ustedes son los mejores - murmuró con la voz quebrada y los ojos aguados
- No se lo digas a Harry - se acercó a él y lo abrazó - Se le subirá a la cabeza
- Y no necesitamos que eso pase - concordó riendo
- Jamás - aceptó Lily notando que ya había disipado el humor triste del lobo
- Gracias - dijo con sinceridad
- Los amigos estamos para apoyarnos Remus
- Lo hacemos - dijo solemne - Por eso te ayudaré a cuidar a tu hermanito
- Oh Gracias, gracias - chillo feliz
Mientras tanto Remus sonreía como sí hubiera recibido kilos de chocolate, la tristeza y el miedo que sintió antes olvidado y reemplazado por la sensación de tener amigos que lo aceptaban tal y como era, algo que nunca pensó que recibiría, y menos del chico más aterrador de su año al cual veía desde una nueva perspectiva.