Un terrible frio se cuela por las rendijas de una casucha abandonada en el medio de la nada, solo el silencio acompaña el dolor punzante de las muñecas atadas y un sabor a sangre se acumula en la boca. La persona sentada en la silla ya no sabe cuántas horas han pasado, cuantas veces la han golpeado, ni siquiera porque está allí; solo sabe que ocasionalmente alguien ha venido y le arroja agua al rostro para que reaccione.
No ha comido ni bebido nada desde que perdió el conocimiento, trata de recordar paso a paso que sucedió; recuerda que salió de la casa de su novia a las cuatro de la tarde, tomo un taxi hasta una plaza comercial muy concurrida, camino por varias tiendas, compro cosas aquí y allá, quería darle una sorpresa. Salió de allí alrededor de las seis treinta, quería llegar a preparar todo para cuando ella regresara a casa. Camino hasta una parada de autobuses cuando un tipo joven la abordo para preguntarle una dirección, después sintió una mano tapando su boca con un trapo, desde ahí todo se oscureció.
Cuando despertó tenía los ojos vendados, las manos atadas, un fuerte dolor de cabeza, estaba amordazada; no estaba sola podía oír a dos o tres personas a su alrededor, nadie hablaba pero escuchaba perfectamente cómo se movían a su alrededor. De pronto vino el primer golpe, directo al rostro, tan fuerte y certero que le hizo escupir la mordaza, el dolor y la sangre se agolpan en la boca, después otro golpe al estómago, uno más a las costillas; quiso llorar y gritar pero los golpes no se detenían, estaba asustada...muy asustada.
Chester-¿Bonita tienes hambre?
Es la primera vez que alguien le habla desde que está aquí, esta entumecida y no cree que sea capaz de responder. Se trata de un hombre de unos veintiséis años, le apodan "Chester" es el encargado de mantener despierta a Ro, le han ordenado alimentarla.
Ro-A...a...a...gua.
Che-Claro que si princesa, agua a la orden.
Le acerca un popote a la boca, Ro tiene los labios agrietados, hay sangre seca en ellos, toma el líquido de a poco, nunca el agua había tenido tan buen sabor a pesar de que se mezcla con la sangre en la boca. Cuando deja de beber, le acerca una cuchara con comida, intenta tragar pero el estómago no puede retener nada, pronto arroja su contenido.
Che-Se una buena niña ¡come!
De nuevo le aproxima la cuchara y cuando Ro tiene la comida en la boca, el tipo se la tapa.
Che-¡Traga de una vez! Si lo sacas hare que te lo comas de nuevo del piso.
Gruesas lágrimas corren por las mejillas de Ro, le duele masticar, se obliga a tragar todo lo que el tipo le da hasta que termina, le da agua y de nuevo las náuseas aparecen pero las palabras que le ha dicho la hacen aguantar.
Che-Buena niña, vez no era tan difícil. Si te portas bien pronto te podremos quitar la venda, apuesto a que quieres ver la luz y tu suite.
Ro-¿Qué quieren de mí? Yo no tengo dinero, no soy nadie importante.
Che-Tu dinero no nos interesa, solo debemos cuidarte muy bien por un tiempo.
Ro-¿Quién?
Che-Todo a su tiempo princesa, pronto vendrá el jefe, recomponte para que puedas conocerlo.
Escucha que el tipo sale, de nuevo llega el silencio. Ro ahora solo piensa en Morena, en lo mal que lo debe estar pasando, llora de nuevo, la impotencia la invade, ni siquiera sabe si saldrá viva de donde sea que este.
Horas después
Che-Bonita estas de suerte, el jefe dijo que podía quitarte la venda, vez que si te portas bien te podemos recompensar (le retira la venda)
Ro abre los ojos un poco y la luz le lastima, otro poco y distingue sombras, un par de minutos y las imágenes se hacen nítidas. La habitación está sucia, las ventanas están tapadas con papel y madera, no hay muebles, solo basura y la silla donde ella está sentada. Chester se para frente a ella y le sonríe sínicamente, a pesar de no ser mayor luce demacrado, viste unos jeans viejos y una playera negra, lleva un arma en la cintura.
Che-¿Mejor? (Ro asiente)
Ro-¿Qué van a hacer conmigo?
Che-Eso te lo explicara mi jefe, solo espera ¿O tienes algo más que hacer? Jajajajajaja
Ro-Tengo sed.
Che-Tendrás que esperar, en esta suite no hay sirvientes.
Romo-¡¿Chester qué diablos haces?!
Che-¡Jefe! Estaba preparando a la bonita para recibirlo.
Romo-¡Déjate de estupideces! ¡Espérame afuera!
El tipo sale de la habitación y el recién llegado se para frente a Ro, la mira unos segundos antes de decir algo.
Romo-A ver princesita ¿Cómo estás?
Ro-¿Cuánto tiempo llevo aquí?
Romo-Un par de horas.
Ro-¿Qué quieren de mí?
Romo-De ti nada, le estoy haciendo un favor a alguien.
Ro-¿Por dinero?
Romo-Por interés.
Ro-¿Interés?
Romo-Ese no es tu asunto.
Ro-¿Cuánto tiempo estaré aquí?
Romo-Eso depende.
Ro-¿De qué?
Romo-De que tu hagas lo que te ordene, si lo haces bien pronto te enviare en un lindo avión a tu casa, sana y salva.
Ro-¿Qué tengo que hacer?
Romo-En unas horas llamaras a tu querida noviecilla y le dirás que todo ha terminado, que decidiste volver a casa y que no quieres saber nada de ella por lo que te resta de vida...ok.
Ro-Yo...yo no puedo hacer eso, ella no me creerá.
Romo-Tranquila de eso nos encargamos nosotros ¿Te portaras bien?
Ro-...
Romo-Debes hacerlo como te he dicho, porque si no encontrare a esa perra y la cortare en pedacitos y después te los hare tragar uno por uno ¡entiendes!
Ro-¡No...por favor, a ella no le hagan nada!
Romo-Ya nos estamos entendiendo.
El jefe sale de la habitación, el silencio de nuevo. Romo es un tipo de no más de cincuenta años, endurecido por la vida que ha llevado, con cicatrices en el rosto, de pelo entrecano, viste de pantalón de vestir y camisa estampada, no lleva armas, al salir se detiene para hablar con el cuidador.
Romo-¡Ches!
Che-Dígame patrón.
Romo-Vuelvo en unas horas, para llevar a cabo el plan; primero debo hablar con Lyan, hace horas que no me contesta las llamadas, eso no me gusta.
Che-Jefe, hay que alimentar a la mujer.
Romo-Ve a la camioneta, traje comida para ti y para ella, si se porta mal ya sabes que hacer.
Che-¿No será peligroso golpearla tanto?
Romo-¡Eres idiota o naciste ayer! Este no es un trabajito cualquiera, si la golpeas no la golpees en lugares vitales, no la quiero muerta. Talvez solo falten unas horas y nos podamos deshacer de ella ¡entendido!
Che-Entendido.
En la habitación Ro repasaba una a una todas la palabras que ella y Mo se han dicho durante este tiempo, podía sentir en el pecho ese calor conocido que llega siempre que piensa en ella, cada latido de su corazón le decía lo mucho que amaba a esta mujer; confirmando que ella haría todo porque siempre estuviera bien, le había prometido nunca separarse de ella. Quería terminar sus días a su lado, era tan feliz que pensó que nunca nada las tocaría; ahora un miedo se colaba en sus huesos como el frio en aquella lúgubre habitación, el miedo de no verla jamás.
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Hola bbs, disculpen la demora eh andado un poco ocupada, este cap fue duro y lo sufrí bastante, no se enojen plis.
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