—Espero trabajar contigo también —dice Tyler mientras extiende su mano. Con cautela sacude la mano de Josh mientras mantiene contacto visual. El apretón de manos es firme y el agarre de Josh es razonable. Nada fuera de lo común. Por otra parte, Tyler ha tenido años para practicar manejando su fuerza y entregando el apretón de manos perfecto. Lo suficientemente fuerte como para expresar su autoridad en silencio, pero con una sutil gentileza para demostrar que no quiere hacer daño.
Mientras que las manos de Tyler son grandes y callosas, las de Josh son suaves y huesudas. El mayor siente que podría romper la mano del asistente si lo aprieta demasiado. Tyler se pone de pie cuando sus manos se separan y mira a Josh con cautela. No representa ningún signo obvio de amenaza, pero Tyler se siente nervioso. Él hace todo lo posible para mantener una expresión bastante neutral mientras se vuelve hacia Brendon.
—Brendon, ¿podrías mostrarle a Josh su nuevo escritorio? Familiarícelo con sus nuevas tareas —dice, entregándole una carpeta al azabache. —Todo debería estar allí, pero avíseme si hay alguna pregunta o problema.
Brendon asiente y le pide a Josh que lo siga. Los dos caminan hacia las puertas dobles y Tyler comienza a escribir en su computadora. Antes de que se vayan, Josh se detiene a la mitad de la puerta.
—Hasta pronto, jefe —sonríe y cierra la puerta detrás de él.
Tyler gime y descansa su rostro en sus manos. Esto no puede estar pasando. El lobo con el que ha estado soñando se ha materializado de alguna manera en la vida real (¡como humano!) Y ahora es su asistente personal. Tyler no creía que estuviera tan loco, pero tal vez su subconsciente está tratando de decir algo. ¿Ya era hora de que consiguiera pareja? Sacude la cabeza ante la idea y hace una nota mental para llamar al padre de Brendon más tarde.
Brendon y su familia son algunos de los pocos humanos en los que Tyler realmente confía porque sus familias han estado trabajando juntas durante bastante tiempo. El jefe de marketing proviene de una familia de médicos que se especializan en medicina de hombres lobo. También ayudan a los humanos normales, pero su clínica siempre está abierta a hombres lobo. El padre de Brendon e incluso el abuelo de esté han curado a Tyler más de lo que quería admitir. (Era un cachorro joven y aventurero, ¿de acuerdo?) Un accidente, hace más de 16 años, fue lo que llevó a Tyler a conocer a Brendon.
En ese momento, Brendon tenía alrededor de cinco años y Tyler era un hombre lobo poderoso y completamente desarrollado. Desafortunadamente, el orgullo de Tyler fue herido durante su primer encuentro cuando Brendon exclamó: "¡Perrito!" Y corrió hacia él. Tyler fulminó con la mirada y gruñó al niño que lo había subestimado.
El pequeño Brendon no fue disuadido. “¡Eso no es agradable! ¡Perrito malo!” Dijo y se cruzó de brazos.
Tyler quedó atónito en silencio. El padre de Brendon fue testigo de la escena y se echó a reír, mirando cómo Tyler yacía indefenso en el suelo mientras Brendon se acurrucaba junto al hombre lobo. El azabache pasó sus mejillas regordetas por todo el pelaje del lobo y se maravilló de lo suave que era. Con su lesión reciente y el hecho de que el niño era hijo de su salvador, Tyler no pudo hacer nada más que quedarse con el niño. Y así comenzó su amistad.
No había visto ni hablado con el Sr. Urie en años. Tyler confiaba en él, pero no estaba seguro de poder superar la vergüenza de explicar su sueño recurrente junto con la aparición de su asistente. Cuanto más reflexionó sobre el pensamiento, más se dio cuenta de lo estúpido que sonaba. Eso fue solo un sueño. Josh era solo su nuevo asistente. Pero, ¿y si no es solo un sueño? ¿Y si no es solo un humano?
Se sienta cuando la idea pasa por su mente y la descarta. Todavía hay una pequeña voz persistente que sugiere que su sueño es más que un sueño. Quizás un recuerdo lejano. No ha estado en el bosque en más de 20 años y aunque no es mucho tiempo en los años de hombres lobo, parece que han pasado años desde que se volvió salvaje y libre. Su pasado está muy por detrás de él. Sus recuerdos seguirán siendo recuerdos y su sueño seguirá siendo un sueño. El extraño parecido de Josh con el lobo de sus sueños es simplemente una coincidencia.
Suspira y se enfoca una vez más en el trabajo frente a él. Brendon recomendó personalmente a Josh y eso debería ser suficiente. Quizás solo necesita hacer su trabajo como siempre. Tal vez Josh sería un gran asistente.
Resultó que Josh es de hecho un asistente muy capaz y eficiente. En una semana, la vida de Tyler fue mucho más organizada y sintió que esta era la semana más productiva que había tenido en mucho tiempo. Todas las mañanas, una pila de documentos esperaban en su escritorio ya ordenados por orden de importancia. Se dejaron notas adhesivas con instrucciones escritas y comentarios en varias páginas. Si Tyler tenía alguna tarea o tarea temprano en la mañana, Josh le recordaría antes de salir de la oficina la noche anterior y habría una nota adhesiva adicional en su escritorio a la mañana siguiente como otro recordatorio. De lo contrario, Josh entraría a la oficina a las 9 a.m. (siempre en punto) con una tableta y le diría su horario para el día.
Además de facilitar la vida laboral de Tyler, Josh se preocupaba por su bienestar.
Josh sorprendió a Tyler en su primer día al entrar a la oficina al mediodía con una bolsa de uno de los lugares favoritos para comer de Tyler.
—Me dijeron que te gusta la comida de ahí, pero si quieres algo más, házmelo saber. Lo pediré de inmediato —El castaño estaba un poco sorprendido por la repentina aparición del almuerzo y solo pudo murmurar un pequeño agradecimiento.
—¡De nada! —El asistente sonrió. —Por favor recuerda almorzar. ¡Sé que generalmente te saltas el desayuno y necesitas energía para administrar este negocio! Trabajará mejor con alimentos en su sistema. El café no es suficiente.
Josh nunca ha fallado en traer el almuerzo al mediodía desde entonces. Ocasionalmente, le preguntaba si tenía ciertas preferencias y tomaba notas.
Él también era muy agradable y bastante social. Cada vez que alguien pasaba por su escritorio fuera de la oficina de Tyler, podía escuchar un intercambio de palabras ocasional. Si se esforzaba por escuchar, podía escuchar todos los detalles de la conversación.
Aún recuerda una conversación en particular que llamó bastante su atención.
—¡Oh, Dallon! Tengo que mostrarte el perro más lindo que vi en Instagram el otro día. —Hizo una pausa, probablemente para sacar su teléfono. —¡Míralo! Se llama Milo —Tyler pudo escuchar un chillido y luego gritos del otro hombre afuera. ¿Dallon? De seguro es otro tipo de marketing.
Intrigado el castaño por lo de "Milo" decidió buscarlo en Instagram encontrando una foto de lo que parecía ser un lobo. Se pregunta si Josh dijo eso a propósito o realmente no tenía ni idea y solo le pareció tierno el animal.
Aparte del comentario ocasional de Josh que insinuaba que Tyler era un lobo, el nuevo asistente era perfecto. Casi demasiado perfecto ¿Cómo logró Brendon encontrar a este tipo en primer lugar?
Al final de la semana, Tyler llevó a uno de sus amigos a un lado después de su reunión semanal del equipo de gestión. Josh, siendo el nuevo asistente, estuvo presente en la reunión y tuvo una breve interacción con Frank, director de operaciones. Un hombre de baja estatura, pero poderoso. Tyler lo ha visto negociar acuerdos con empresarios muy intimidantes, y aún así él siempre cosecha beneficios increíbles.
—¿Qué piensas de él? —Tyler pregunta una vez que todos salieron de la habitación.
—¿Quién? —Responde Frank, hojeando las notas de la reunión del día.
—Josh —Dice encogiéndose de hombros
—¿Tu nuevo asistente? Es bueno. Mucho mejor que el anterior. —Sintiendo la mirada del castaño sobre él, Frank gira la cabeza para mirarlo. —¿Por qué? ¿Hay algo mal?
—No. Él está bien; perfecto incluso. Un poco demasiado perfecto.
—¿Algo malo con tener un gran asistente? Si quieres podemos cambiar. Estoy seguro de que a Pete le encantaría molestarte todo el día.
—¡No hay nada malo en que sea genial! Lo mantendré como mi asistente. Ah, no ofendas a Pete. —Un resoplido se escucha por parte de Frank. —Hay algo en él que me molesta. Creo que él sabe lo que soy. —El tatuado levanta una ceja, pero no responde. Tyler procedió a explicar los extraños comentarios de Josh a lo largo de la semana.
—Él sabe algo, Frank. No sé cómo, pero él lo hace —suspira, volviendo a su silla. —Creo que es uno de nosotros.
—Quizás solo estás siendo paranoico. Parece lo suficientemente amable y tal vez solo le gustan los perros. A la mayoría de la gente le gustan los perros.
—Está bien, pero ¿qué pasa con su aroma? ¿Fuiste capaz de oler algo? —Al ver el ceño fruncido de Frank, Tyler se sintió un poco aliviado. Su nariz no está rota y no está loco.
—No ... —dice lentamente. —No pude olerlo hasta que estuvimos muy cerca. Sin embargo, eso no prueba que sea uno de nosotros. Tal vez solo sea un humano débil.
—Los aromas humanos son tan débiles si están muy enfermos o a punto de morir y él no es ninguno de esos. No se ve ni huele mal en absoluto.
—Pero todos los lobos tienen un aroma mucho más fuerte. Incluso si es un omega.
Tyler suspira pesadamente y se recuesta aún más en su silla. Su director de operaciones le da una mirada compasiva, lo que solo lo hace sentir peor. Después de unos momentos de silencio, el teléfono de Frank vibra.
El tatuado lo levanta y frunce el ceño a la pantalla. Escribe gruñonamente un mensaje rápido y luego guarda su teléfono en el bolsillo.
—Lo siento, es Pete. Sabe que la reunión terminó y se esta quejando de que todavía no he vuelto. Me sorprende que no todo se haya incendiado —dice Frank mientras comienza a recoger sus cosas.
—Esta bien. Me alegra saber que es capaz de mantener el fuerte durante dos horas sin que estés allí.
—Un minuto más y probablemente algo salga mal —suelta una pequeña risilla con ironía
—Se las arregló para no llevar a la compañía en ruinas la vez que estuviste enfermo y "casi mueres" —señala Tyler, recordando que el año pasado, Frank contrajo la gripe. Sus síntomas eran bastante malos y el castaño lo hizo quedarse en casa.
Pete se iba a quedar con él, pero Frank lo obligó a ir a trabajar. Para empezar, a nadie le serviría de nada si ambos estuvieran enfermos. En segundo lugar, Tyler hubiera sufriendo bastante con dos de sus principales personas desaparecidas del trabajo en tan poco tiempo.
Aunque un muy "triste" Pete llegó al trabajo y todo funcionó sin problemas en ausencia de Frank.
—Hmm. Supongo que sí —dice Frank con una pequeña sonrisa.
—Hay una razón por la que ha estado con nosotros por un tiempo — Tyler también sonríe. Ambos hombres se levantan de sus asientos y caminan hacia la puerta. Frank se detiene junto a la puerta y mira a Tyler.
—Oye. Si pasa algo, avíseme. No estás solo en esto, Ty. Te cubrimos.
—Gracias Frank. Sé que siempre puedo contar contigo —El castaño sonríe suavemente y estira la mano para abrir la puerta. —Ahora, vuelve con Pete antes de que moleste a todo el departamento con sus quejas —Frank se ríe, dirigiéndose a la puerta con Tyler siguiéndolo de cerca. Se separan por el pasillo y Tyler regresa a su oficina.
Su ritmo se ralentiza una vez que se acerca al escritorio de cierto pelinegro. El asistente está entrecerrando los ojos ante algo en su computadora a través de sus lentes redondos. Cuando Tyler se acerca, Josh deja de escribir y mira hacia arriba.
—¿Algo en lo que pueda ayudarlo, señor? —Pregunta. Sus labios están revueltos con una sonrisa suave y su apariencia se ve bastante angelical. Quizás Tyler sí era paranoico después de todo.
—Nada. Solo quería ver cómo te va —sonríe cálidamente
—¡Me va genial! Definitivamente es más trabajo que antes, pero me he acostumbrado. Brendon me ayuda cuando tengo preguntas. También conocí a otros trabajadores fuera del marketing. Eso ha sido divertido. Todos aquí, incluidos los perros grandes, son realmente amables. Me hace sentir como parte de la manada —dice con una sonrisa. ¿Perros grandes? ¿Parte de la manada? ¿Se está refiriendo al equipo directivo? ¿Sabe él sobre Frank y los demás también? Pero Brendon es parte del equipo directivo y no es un hombre lobo. ¿Cuánto sabe él?
—Es bueno escucharlo —responde con, lo que espera sea, una sonrisa convincente. Tiene un millón de preguntas en su mente y no haya respuesta a ninguna de ellas. —Bueno, estaré en mi oficina si necesitas algo —Parte de él espera que Josh no necesite nada.
Sonríe de nuevo y rápidamente camina por las puertas dobles a su oficina. Ha sido una semana larga, pero no por las razones a las que está acostumbrado. Él espera que la próxima semana se sienta igual de larga.