(Continuacion del la escena anterior)
JUNGKOOK: No lo tome a mal. Soy brusco, nadie me quiere, pero no se puede pedir a la gente que lo quiera a uno. Si no hay un interés... Usted tiene un interés.
JIMIN: Si, señor.
JUNGKOOK: Entonces... no digo amor, pero comprenderá
JIMIN: (no entiende): Si señor.
JUNGKOOK: (En un arranque): Bueno, se lo pido! (Se queda en silencio, inmóvil. Luego camina nervioso. Se detiene, mira a Jimin como si esperara algo)
JIMIN: A sus órdenes.
JUNGKOOK: ¡Es lo que quería oír! ¡Después no se queje! (Ríe, nervioso y espasmódico... Una pausa. Luego, tierno y casi lascivo) Desnúdese.
JIMIN: ¿Qué?
JUNGKOOK: ¡Dijo que si, dijo que si!
JIMIN: (Retrocede): No...
JUNGKOOK: Vamos... entre hombres. Mi mujer quería quedarse, pero la eché.
JIMIN: ¿Por qué?
JUNGKOOK: ¿Por qué la eché?
JIMIN: No. Porque usted. Quiere...
JUNGKOOK: Nunca vi... (Ríe, se ahoga)
JIMIN: (humillado): No soy una curiosidad.
JUNGKOOK: Yo tampoco. Y me desnudo. ¡Solo cuando me baño! (Tierno y confidencial.) A oscuras. Lo otro a oscuras. Con un agujero en el camisón. (Ríe, se tapa la boca, con vergüenza)
JIMIN: No puedo (saluda inclinándose y se aleja hacia la puerta)
JUNGKOOK: ¡Señor! (Jimin se vuelve) ¿Vio cuántos esperan en el patio?
JIMIN: Si.
JUNGKOOK: Una larga fila. Muertos de frío. Saben que mi casa es rica, que mi trato es bueno. Y yo los miré, hace rato que los miro, y cuando apareció usted dije: ése. Ese.
JIMIN: ¿Por qué?
JUNGKOOK: ¿Por qué, por qué? Por su linda cara. (Se acerca y le da vuelta alrededor) Y es limpio. (Le pasa el pulgar por la mejilla) Piel suave. (Señala la joroba) ¡Pero esto! ¿Me deja... tocarla? Da suerte. (Ríe) ¡Hombre afortunado!
JIMIN: (Pálido de humillación): Soy un buen profesor.
JUNGKOOK: (suavemente): Lo veremos. (Ansioso) ¿Me permite?
JIMIN: No...
JUNGKOOK: (se acerca a la ventana, aparta la cortina, mira): Llueve. Y no se van. Ni se guarecen bajo el alero. Disciplinados y en fila. Saben hacer buena letra. Saben que todo camino empieza con la buena letra. (Se vuelve hacia Jimin) Pero yo ya elegí. A usted.
JIMIN: Soy un buen profesor.
JUNGKOOK: (blandamente): Eso cuenta también. Desnúdese. (Ríe) Hasta la cintura. Más no. (Le toca la ropa) Limpia, pero raída. Liviana. Afeitado peri macilento. Eso se llama hambre. Y no todos en esta ciudad, (Ríe) quieren tener a un contrahecho en casa. Pero yo sí. Y no será un criado. Tendrá cuarto aparte, se sentara en la mesa con nosotros y comerá. Nos trataremos de igual a igual.
JIMIN: Gracias.
JUNGKOOK: Váyase si quiere... (un silencio. Se oye la lluvia)
JIMIN: No quiero irme.
JUNGKOOK: ¡Trato hecho! Ordenaré que se vayan los otros. Carece de sentido hacerlos esperar. (Sacude el cordón del timbre) Llueve mucho y el puesto está tomado.
TAEHYUNG: (en la puerta): ¿Señor?
JUNGKOOK: El puesto está tomado.
TAEHYUNG: Me alegro, señor. (Una pausa) ¿Me necesita?
JUNGKOOK: ¿Yo?
TAEHYUNG: Usted me llamó, señor.
JUNGKOOK: ¿Qué yo llamé? No me acuerdo que quería. ¿Qué quería?
TAEHYUNG: Ya entramos las jaulas con los pájaros.
JUNGKOOK: ¡Ah! ¡Eso! ¡Llueve tanto!
TAEHYUNG: Usted sabe que a los pájaros los cuido. No debería preocuparse, señor.
JUNGKOOK: Gracias, Taehyung. (Taehyung se retira. Jungkook sonríe a Jimin) Debería preguntarle que materias enseña.
JIMIN: Francés y latín, señor. Botánica, matemáticas.
JUNGKOOK: ¿Matemáticas también? ¡Soberbio! A mi me enseñará matemáticas, las niñas sólo necesitan saber que dos mas dos son cuatro... mi hijo también. (Vagamente lascivo) ¿Y... y lo que le pedí? (Bajo) Desnúdese.
JIMIN: ¿Para qué?
JUNGKOOK: (bromista): Para saber si no miente.
JIMIN: No miento. (Con una sonrisa crispada) Tengo joroba desde la infancia. Mi padre quizá fue jorobado también... Nadie pudo decirme como la conseguí. Si usted quiere, puede tocarla.
JUNGKOOK: (seco) No a través de la ropa.
YJIMIN: No... puedo.
JUNGKOOK: (dulce y ansioso): Quiero verla. Por favor.
JIMIN: (Lo mira fijamente. Después, con lentitud, se deshace el nudo de la corbata, se quita la chaqueta, la camisa).
JUNGKOOK: (Se acerca y la observa con curiosidad, como a un animal extraño): Nunca había visto. ¿Es un hueso?
JIMIN: (Con mortificación): Hueso y carne.
JUNGKOOK: Es muy lisa.
JIMIN: Si, muy lisa.
JUNGKOOK: (tiende la mano con asco, toca apenas): Es la primera vez que veo, que toco. Me da asco. Fuerte, compacta. ¿No le pesa? Pobrecito, debe pesarle. Como cargar una bolsa con piedras. Siempre. Cuando duerme, y come, y camina. Y... hace el amor.
JIMIN: No.
JUNGKOOK: (ansioso): ¿No hace el amor?
JIMIN: No me pesa.
JUNGKOOK: Los genes se acoplaron mal. (Se tienta. Ríe espasmódicamente) ¡Que capricho! (Se despereza enderezando su espalda) ¡Cúbrase! ¡ A ver si no se le resfría (Ríe) Brindemos. Lo acepto. (Sacude el cordón del timbre. Sirve dos copas. Tiende una a Jimin quien se está vistiendo torpemente. Espera con la copa tendida. Risueño) Ligero... Al amo no se lo hace esperar. (Jimin toma la copa, nervioso, intenta beber, se la tira encima. Jungkook lo observa, ríe) Casi perfecto. (Canturrea) La madre se me calienta, el hijo se me enamora... (Un poco antes ha entrado Taehyung, respondiendo al llamado. Con curiosidad burlona ha observado los gestos torpes de Jimin)
TAEHYUNG: La corbata, señor, ¿se la anudo?
JIMIN: No, gracias.
JUNGKOOK: (a Taehyung): Que vengan mi hijo y mi mujer. Está el profesor. (Sale Taehyung) Usted jamás hubiera pensado tener tanta suerte... ni le pido referencias. Suerte, ¿eh? ¿Y por qué?
JIMIN: No sé, señor. Se lo agradezco.
JUNGKOOK: ¡Su joroba! ¡Muchacho, le da suerte! (Ríe)
JIMIN: Sí, señor.
JUNGKOOK: (Se asoma a la ventana): Llueve. Dicen que en estos tiempos nadie es capaz de obstinarse en nada. (Ríe) ¡Pero esos de ahí abajo! ¡Qué buena madera! La necesidad es la mejor obstinación... Esperan y no se convencen... ¡de que ya están sonados! (Entran Yoongi y Yeojin. Yoongi es un hermoso joven de veinte años y de gestos duros que transmiten seguridad. Una especie de delicadeza que vence la fuerza de orgullo, soberbio desdén).
JUNGKOOK: Mi mujer, mi hijo Yoongi. (A Jimin) ¿Cuál es su nombre?
JIMIN: Park Jimin.
JUNGKOOK: Jimin, digamos. (A Yoongi) Te enseñará latín y francés. Botánica. ¿Sabes lo que es botánica?
YOONGI: Si.
JUNGKOOK: Como son las hojitas y los árboles y los pajaritos en los árboles. (Alusivo) ¿ Te lo enseñó el otro? (Yoongi le vuelve la espalda) Y dibujo. (A Jimin) ¿Dibujo sabe?
JIMIN: Sí, señor.
JUNGKOOK: ¡Una alhaja! Yoongi, podés darle la bienvenida. (A Jimin) Estaba muy encariñado con su viejo profesor. Bueno, no tan viejo, ¿no?
YOONGI: (lo mira desafiante): No.
YEOJIN: (tímidamente): No estuvo mucho tiempo...
JUNGKOOK: (la hace callar con la mirada): Ese es el peligro. Si son viejos son ñoños, si son jovenes aprovechados. Pero algunos ya entran con el pie torcido en la vida o en la espalda, (festeja sonriendo con una corta risa que interrumpe cubriendose la boca) y no son peligro oara nadie. (A Yeojin). Traéte tu bordado y sentate allí. (Le señala el sofá) Pero te autorizo a ausentarte. (Ríe espasmódicamente y sale) (Yoongi mira a Jimin, serio e inamistosamente)
YEOJIN: (con una sonrisa torpe): Bienvenido, estará cómodo con nosotros. Yoongi es...
YOONGI: (La interrumpe, secamente): Como soy.
YEOJIN: Siéntese.
JIMIN: Gracias. (Pero no lo hace, ya que Yoongi y Yeojin están de pié).
YOONGI: (Lo mira. Después de un silencio): Es mejor morirse de hambre que aceptar lo que no merecemos.
JIMIN: Soy un buen profesor.
YOONGI: O lo que merecemos por taras.
YEOJIN: (Confusa): No le haga caso. Siéntete. (Se sienta. Jimin hace lo mismo) ¿Comerá con nosotros? (Teme haber hablado de más. Se levanta. Jimin hace lo mismo)... tal vez con los criados. Pero la comida es buena. La misma. Sin vino.
JIMIN: Comeré con ustedes, señora. El señor ha tenido bondad.
YOONGI: ¡Que extraordinario! Papá es demasiado bondadoso. (Con una sonrisa torcida) Ya lo verá usted. Una bondad desbordante como un rio... (borra la sonrisa) que ahoga. Mamá, te mandaron a buscar tu bordado. Y todavia estás aca. ¡Vaya, perrito!
YEOJIN: Yoongi...
YOONGI: Y después venga, que nl habrá peligro. Lo dijo papá, (mirando a Jimin) y es cierto.
YEOJIN: (torpe, a Jimin): Enseguida vuelvo. Si quieren empezar... (sale)
YOONGI: (Furioso, va hacia el aparador, abre un cajón. Saca cuadeenos, libros, una carpeta con dibujos. Arroja todo sobre la mesa): ¡Acérquese!
JIMIN: No sabía que tenía otro profesor. Entonces seguiremos...
YOONGI: ¡Nada! Tenía otro, con la espalda derecha! (Una pausa) Perdóneme. Queria decir... que no era servil.
JIMIN: Yo tampoco. (Una pausa) O si. (Como el lo mira, burlón) No hay límites muy claros, señor.
YOONGI: Para algunos. (Abre la carpeta) Acérquese. Esto es lo que dibujo. ¿Nada torpe, no?
JIMIN: (mira): No, está muy bien.
YOONGI: Tengo talento.
JIMIN: Diría que sí.
YOONGI: (Ríe): Me los hacía mi profesor. A mi me tiemblan las manos. Odio el dibujo.
JIMIN: Yo haré que a usted le guste.
YOONGI: ¿Si? (Lentamente) Nadie hace que me guste nada. ¡Nadie hace gustarme nada!
JIMIN: Quiero decir...
YOONGI: Le haré salir canas verdes.
JIMIN: ¿Por qué?
YOONGI: Porque lo eligió mi padre.
JIMIN: Tambien al otro.
YOONGI: Al otro lo elegí yo. Sin mostrar demasiado interés, por supuesto. Duró quince días. Para mí era un viejo, pero a mi padre le parecia un buen mozo, sospechaba. (Ríe ácido) No sólo de mí, también de mi madre.
JIMIN: (mansamente): No sospechara conmigo.
YOONGI: (lo mira): No, es evidente.
JIMIN: No me agreda.
YOONGI: ¿Yo? No me tomo el trabajo. Usted ya está agredido por naturaleza. (Como Jimin va a hablar) ¡No me conteste! ¿Quiere vino?
JIMIN: No.
YOONGI: ¿Cómo va a tomar vino sin permiso? Yo sí. (Se sirve y alza la copa hacia Jimin. Con una furia helada) Brindo por usted. Bienvenido a esta casa. (Bebe. Arroja la copa contra la pared. Entra Yeojin. Mira con sorpresa. Yoongi, con hipócrita dulzura) Se me voló la copa, mama. Quería servirle al profesor y se me voló la copa.
Dara🐾