Mi Caos Ruso

By articsmonkeys

419K 18.3K 2K

Mi nombre es Nyx Evans, mi vida se volvió una rutina monótona sin emociones hace años, todos los días las mis... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 14
Capítulo 15 Parte 1
Capítulo 15 Parte 2
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20 Parte 1
Capítulo 20 Parte 2
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Aviso
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37 Parte 1
Capítulo 37 Parte 2
Capítulo 38 Parte 1
Capítulo 38 Parte 2
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
¡Sorpresa!
¡¿Otra Sorpresa?!
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54 Part.1
Capítulo 54 Parte 2
Epílogo
Nota

Capítulo 13

8K 371 24
By articsmonkeys


Pasmada, petrificada, atónita, embobada son buenos sinónimos que me describen en estos momentos. En qué diablos estaba pensando, no puedo creer que luego de llorar como María Magdalena por horas me encuentre preocupada por mi agresor, que clase de dignidad tengo joder.

-Piensas pasar o no- me volteo para verlo, está perfectamente recostado en la puerta.- No tengo toda la noche-

Maldición Nyx eres una cobarde,

Sin más, me adentro al apartamento todavía hecha una masa temblorosa. Al entrar, la blancura de las paredes casi me encandila,  paró en medio de el pequeña sala que cuenta con un perchero en mal estado y una mesita repleta de coletas de cigarrillos. 

Más adelante, la televisión ,una mesa pequeña y un sofá negro que no me da muy buena pinta. Continuo escaneando el lugar,a la derecha   está la cocina y al a izquierda un pasillo donde se encuentran dos puertas, estiro un poco el cuello para definir que una es totalmente negra mientras la otra resalta con un azul marino como el color de su rosa.

Me pregunto qué habrá adentro, supongo que su habitación; sacudo la cabeza para volver mi atención a la realidad, Xavier continúa estando lleno de sangre y no se de quien es.

-¿Dónde está el botiquín?- pregunto viendo su torso lleno de manchas rojas, casi podría confundirse como una camisa. - ¿Botiquín?

Sus ojos no me miran simplemente ve el suelo, dudo que esté en shock o perdiendo tanta sangre que ya ni siquiera tiene noción de su alrededor, mis piernas empiezan a temblar. Definitivamente no estoy fisicamente y psicologicamente preparada para reanimar a alguien sin terminar yo muerta.

-¡Donde mierda estas el botiquín!- veo para todos lados hasta ver la cocina, una toalla podría servir o un sartén para terminar de noquearlo.

Mejor olvidemos el sartén

Corro hacia la cocina rogando de encontrar algo que me pueda ayudar, solamente logró visualizar vasos, platos y una especie de botella con letras extrañas, supongo que alcohol.

No es lo deseado pero es mejor que no limpiar las heridas, mis ojos siguen moviéndose a mil por hora hasta ver un trapo rojo tirado en el lavaplatos y un plato ondo.

-Es que no conoces la palabra higiene alimenticio- grito desesperada mientras trato de limpiar lo más que puedo el intento de toalla que tengo.

Localizó a Xavier sentado en el sofá continuando observando el suelo sin moverse y desde aquí no estoy segura que respire en su totalidad antes de que me mueva, él se levanta y se dirige a la puerta negra.

Genial, ahora también tengo que perseguirlo.

-No podías quedarte quieto por medio segundo- susurro para mi misma, respiro para tratar de calmarme pero solamente sirve para estresarme aún más.

Me encamino hasta la puerta, que por suerte está abierta sino tambien tendria que hacer de cerrajero y no tengo ganas de hacer de esto más drama. En el interior, las paredes no son del mismo blanco hueso sino que negras o eso logró definir con la poca luz que entra por la ventana, no me había dado cuenta que era de noche nuevamente. Muevo los dedos por la pared hasta encontrar el interruptor, ahora con la luz poder definir un escritorio,una cama supongo que matrimonial y a Xavier sentado sobre las sabanas rojas.

Sin pensarlo mucho, me arrodillo frente él dejando todos mis utensilios "médicos" en el suelo, destapo la botella para oler el contenido, siento como mis conductos nasales se queman así que definitivamente va a funcionar; empapo el trapo y con cuidado comienzo a pasarlo por sus brazos limpiando toda la sangre.

Con cada pasada, la sangre iba desapareciendo, por ahora ambos de sus brazos están totalmente blancos otra vez y sin ninguna señal de cortadura o hematoma lo que hacía que mi pobre corazón se calmara un poco.

Tomo el trapo entre las manos para botar el liquido que le escurre y me preparo para continuar con mi trabajo de enfermera.

-Por qué sigues aquí- la voz de Xavier hace que mis manos se detengan sin poder creer lo que acababa de escuchar.

Subo mis ojos hasta verlo directamente a los ojos, nada parece destacar de ellos ni siquiera enojo o algún tipo de emoción.

-¿Qué dijiste?- pregunto, quizas mis oídos me están jugando la vuelta.

-Qué haces aquí- respondió para luego verme -Pensé que había sido claro-

Como si fuera un rayo, la realidad me golpea, no se que hago aquí o porqué diantres continuó siendo una estupida sin respeto propio.

-La verdad es que no se- me limpio las manos con el jeans- No entiendo qué hago aquí o porque fui tan idiota de ayudarte cuando claramente puedes respirar, insultar y seguramente limpiarte sin mi ayuda capullo-  volteo de una para dirigirme a la salida sin antes darme cuenta que todavía tengo el trapo en la mano.

-Mejor aún- inquiero- No pienso irme hasta que me escuches, no me interesa que te encierres en el baño o trates de fumarte hasta los dedos pero vas a oír cada una de mis malditas palabras- gritó enojada, se que estoy perdiendo mi tiempo ni siquiera puedo entender para qué le voy a explicar mi vida si claramente le interesa más los pepinos marinos.

Sin muchas ganas me paro frente al umbral de la puerta para poder tener suficiente distancia entre nosotros antes de que me tire sobre él e intentó ahorcarlo o lo realista sea que inicie a llorar.

-El descerebrado que conociste en mi casa se llama Enzo- su mirada pasa de mis ojos al suelo con solo nombrarlo, supongo que es ¿bueno?- Sí, es mi novio - no se porque sigo hablando- Nuestros padres tienen un acuerdo para mantener sus empresas a flote - definitivamente retiro el bueno, su expresión pasó de ser calma a una especie de enojo- Se que suena salido de una telenovela mexicana y que seguramente pienses que estoy inventando todo pero es la verdad,- mis ojos comienzan a llenarse de lagrimas- Jamas hemos tenido una relación normal, desde que lo conozco a sido un ninfomana adicto a cogerse a cualquier cosa que pueda complacerlo o que tenga una gemela- susurro lo suficiente para que me escuche- No quiero tu lastima o reproches simplemente quiero que entiendas que nunca tuve la idea de tener un polvo casual con un desconocido - me volteo antes de que diga algo pero mis piernas parecen saber que no he acabado de hablar.

-No soy una puta frustrada que anda abriendo sus piernas a cada cabrón que conozca pero si quieres pensar eso pues jodete-

Ni una palabra o expresión sale de su rostro solamente saca de su bolsillo un cigarro para luego dejar de verme, justamente ahora podría definir la sensación de que el silencio lastima; no se puede comparar con dolor corporal porque esté no se como curarlo.

Ya sin dignidad, me volteo para irme pero por primera vez en mucho mis neuronas se conectan y me preparo para hacer mi salida triunfal.

- Que te den Xavier Volkov- escupo molesta

Ahora ya con la conciencia más tranquila le doy un último vistazo antes de irme pero algo me congela los nervios.

Como había sido tan torpe, estaba tan concentrada en la sangre que corría en sus brazos que jamás pase la vista por su pecho. En el centro izquierdo, una perfecta línea roja resaltaba.

Gruño de rabia, ¡Maldita conciencia!

No pensé siquiera solamente me moví hasta quedar justamente frente a Xavier, con la mano palpe la herida hasta sentir un liquido caliente en mis dedos, sangre. Rápidamente, tomo el trapo lleno de alcohol.

-Mentiría si digo que no va a doler- subo mi agitada mano- Va a arder como cagar con las hemorroides inflamadas-

De una, coloco el trapo en la herida y comienzo a desinfectar; esperaba algún tipo de grito, insulto o manotazo pero simplemente continuó fumando. Después de unas dos pasadas, la herida lucia mejor ya no tenía una sombra roja y no parecía ser tan profunda para necesitar puntos.

-Vas a decir algo o me voy antes de que me insultes Xav- añado el apodo para ver si puedo lograr algún tipo de reacción pero nuevamente nada, ni una maldita palabra- Te recomiendo limpiar la herida, me despido- intento pararme pero su mano me detiene, se aferra a mi camisa haciendo un puño la mano.

-No te vayas-

-¿Perdón?- le freno en seco- Acaso te estas desangrando de algún lugar que no sea visible o quieres recordarme que soy un intento de zorra- sonrío falsamente.

Sin previo aviso, Xavier toma mi brazo y me jala sin dificultad hasta que ambos quedamos acostados en la cama.

-Suéltame si respetas tener dos testículos- trato de forcejear para liberarme de su agarre pero sus brazos me enrollan pegandonos como pegamento- No me voy a acostar contigo idiota-

-Vas a escucharme si o si- repite lo mismo que dije yo, no vuelvo a usar frases de doble filo con Ojos Demoníacos.

-Suéltame y pensaré si te escucho- advierto pero el simplemente ríe en respuesta.

-Mejor dicho Campanita, escúchame y luego pensaré si te suelto- gruñó de mala gana, odio los juegos de palabras así que asiento sin decir nada para ver que va a tratar de decir.

Pasan los segundos pero ninguno de nosotros habla, solamente puedo sentir sus manos en mi estómago a la vez que mi espalda está sobre su pecho. Cuidadosamente me muevo al recordar que la herida sigue estando fresca.

-Habla ahora o calla para siempre Xav- mi mano se dirige a sus brazos para moverlo, su piel desprende un calor tan delicioso que si no estuviera esperando las palabras mágicas e inútiles del perdón me dormiría sin pensarlo- Solo tienes que modular una palabra-

-Lo siento- responde- Pero son dos palabras- ahora estoy confundida.

-¿Por qué son dos palabras?- pregunto ansiosa, me vuelvo a mover y esta vez si me logro liberar.

Me doy la vuelta, para verlo, intenta esconder una clara sonrisa y siendo sincera ahora yo también.

-YA izvinyayu's za to, chto chertovski- las palabras salen de su boca tan veloz, siento que me dan un puñetazo.

-Necesito un diccionario contigo- inquiero antes de levantarme- Te propongo un trato- añado- Veo que en tu vocabulario no tienes los sinónimos de la palabra disculpa, y si piensas que soy una puta pues que te den pero me debes algo,  tienes que responderme unas preguntas antes de que me vaya  - se que soy una estupida pero por lo menos sabré algo más sobre el antes de irme

Su rostro es un poema, parece querer sonreír o fruncir el ceño.

-Seis - responde para luego sentarse- También tengo derecho de preguntar-

-Igual serán las ultimas- se que es mentira desde que cierro los labios pero tengo que ser dura. 

Vuelvo a acomodarme en la cama, cruzo mis piernas para estar más cómoda también para mantener un poco la distancia.

-¿Qué idioma hablas?- suelto sin rodeos, necesito saber con exactitud el diccionario que voy a comprar.

-Lo mismo que tu, supongo que me entiendes o ¿no?- le lanzó una mirada asesina- Ruso-

Mi mente se enciende como una llamarada, ahora tiene sentido ese acento extraño que a veces se le escapa.

-No voy a perder mis preguntas con cosas estúpidas como cuál es tu comida favorita o que talla de sostén usas- mentalmente elimino unas tres preguntas de mi lista para no quedar como una idiota- ¿Por qué sigues con él?-

Trago duro, no me vi venir eso.

-Pues... como dije- me atraganto- nuestros padres...-

-No, estoy pidiendo tu opinión no lo que tus padres acordaron- me corta antes de comenzar con la misma historia- Quiero la verdad-

-Costumbre- suelto sin analizarlo- Mi turno- antes de que continuemos con el interrogatorio- ¿Estudias?- dijo que no quería preguntas estupidas pero me parece interesante saber que no es un asesino.

-Crecimiento hidropónico de marihuana- espero que bromee- Criminología-

No puedo disimularlo, me parto en carcajadas.

-Estudias criminología- respiro- sin embargo peleas en un antro ilegal-

-Mi turno- gruñe, mi estómago se contrae de tanto reír- Me mata sabes qué hacías en Camden- se sienta, ahora nuestros ojos se ven directamente ahora si puedo definir el hermoso verde esmeralda que tanto me atrae.

-Digamos que seguí una corazonada- lo cual era verdad, lógica alguna de mis acciones hasta el momento no hay- ¿Por qué no tiene tatuajes en el pecho?-

Mis manos se mueven nerviosamente sobre mis pantalones hasta que una de sus manos toma mis dedos, lo observo con curiosidad hasta que siento como acaricia levemente cada uno de ellos.

-Mi...- su mirada cae hasta nuestras manos- madre- dice con precaución- me decía de niño que el pecho está conectado a tu alma y corazón, ninguno de mis tatuajes tiene tanto significado para estar ahí- Desperdiciare mi pregunta en esto pero ¿eres virgen?-

Mis mejillas se tiñen de rojo o morada, no sabría decir.

-Si...si- repito en estado de trauma, no es que me encante hablar de mi inexistente vida sexual con alguien que claramente tiene experiencia- ¿Tú?-

-Desde los quince no lo creo- la boca se me cae hasta el primer piso, a los quince años yo pensaba en unicornios o sobre cómo esconder el tequila en mi cuarto sin que Nora se enterara- ¿Por qué estabas en la pelea?-

-Estaba con Anne- comienzo a explicar- Nikolai llamó, nos dijo que estaba a punto de matar a un hombre y bueno ya sabes el resto- elimino la parte de la charla sobre la tensión sexual- En qué diablos estabas pensando- su mirada se endurece- Pudiste matarlo- añado.

Se queda pensando por unos segundos y sus labios se curvan en una media sonrisa.

- Mal control de ira- réplica- Última pregunta, ¿La vida es blanco, negro o gri?- la pregunta me toma por sorpresa.

-Gris- inquiero con calma- La vida no es una perfecta o tortuosa simplemente es el equilibrio entre ellas- ¿Por qué las rosas?- digo de golpe.

Su mirada se apaga y ya no puedo sentir las caricias en mis dedos.

-Rose- su voz es clara pero parece estar perdida- era el nombre de mi madre- mi corazón se estruja con eso- Tenía unos ojos tan azules que parecían del color del océano en pleno invierno- sus manos vuelven a moverse haciéndome soltar el aire que se encontraba en mis pulmones- La otra es por Elena, le decíamos noch- otra vez vuelvo a la cara de interrogación- Noche, siempre estaba jugando en medio del jardín sin ninguna luz simplemente la luna hasta que mi madre decía que era hora de besar los sueño-

No puedo más, me muevo sobre la cama hasta quedar entre sus piernas y con cuidado envolverlo en un abrazo, en momentos como estos pienso que las palabras son una molestia, el calor humano es más sanador.

A un principio, su cuerpo se tensa con mi abrazo pero lentamente sus brazos me envuelven a mi tambien haciendo que ambos nos fundamos en el calor del otro.

-Gracias- susurra

Mi cabeza simplemente se acomoda en su cuello para aspirar su delicioso aroma, ahora una mezcla de menta y metal; poco a poco nos vamos separando hasta que yo vuelvo a mi lugar.

-Creo que es hora de irme- digo de mala gana, me cuesta admitirlo pero deseo que me lo impida o que continúe hablando.

-Todavía sigo sangrando- dice haciéndose la víctima, no veo indicios de sangre pero no lo voy a contradecir. -Aparte- señala el reloj de la pared.

No lo puedo creer, son las doce, el tiempo pasó tan deprisa que ni siquiera lo sentí.

-Supongo que puedo hacer algo para comer- me levanto pero uno de mis pies se hunde en algo haciendo que pierda el equilibrio y termine en el piso.

-Podrías limpiar de vez en cuando, no hace daño y puedo jurar que es económico- veo lo que ha causado mi caída y es una pequeña caja negra abierta.

Me siento sobre el suelo, quiero ver que tiene dentro. Al enfocar mejor mis ojos veo que la caja está repleta de libros y algunas páginas blancas con puntas negras como si hubieran sido rescatadas del fuego, mi mano viaja hasta el interior e inicio a fisgonear.

Lo primero, la mayoría de los titulos estan en ruso y los que no eran gracias a Dios españoles.

-¿Libros?-

-Sí, los que se leen- me responde con sarcasmo- Eran de mi madre- lo miro esperando que continúe con su relato- Nos leían antes de dormir, Rose, mi madre leí novelas Españolas- me siento ignorante- Mi favorito Don Juan Tenorio- busco la copia y puedo sentir la portada desgastada, nuevamente quemada de las puntas- Svetlana, mi abuela coleccionaba novelas rusas- no dice ningun titulo, ninguna emoción parece asomarse en su rostro.

-Espero una sesión de lectura- trato de sonar alegre pero continúa sin moverse.

Vuelvo a acomodar todo en su lugar nuevamente, si estaban en una caja debajo de su cama supongo que no los quería en su campo de vista. Sin embargo, las hojas captaron mi atención, reconozco el pentagrama y algunas notas.

-¿Piano?- adivino al ver dos claves, leo los títulos y mi corazón se acelera, algunas piezas me eran conocidas pero una simplemente me cautivo como siempre, Nocturne op.9 No.2- Sabes tocar esta pieza- señalo la hoja con el corazón a mil por segundo.

-Supongo- responde para luego tomar la hoja y analizar las notas- ¿Por qué el interés?-

Toda yo se estruga

-Estaba en una pequeña caja músical que mi padre me regaló - sonrio al recordar esa Navidad- La adore tanto que la escuchaba cada noche hasta que el sueño me venciera y en las mañanas antes de salir a clases- tuerzo los labios- Cuando cumplí los diez mi madre pensó que no necesitaba una infernal caja musical para dormir así que la tiro, no pude dormir por semanas-

-Sígueme- inquiere antes de levantarse y dirigirnos otra vez a la sala pero ahora con más calma puedo ver claramente un hermoso piano negro resaltar con las paredes hueso.

-¿Tocas?-

-No es por decoración eso te aseguro Campanita- definitivamente entiendo el sarcasmo, quien tendría un piano como decoración.

Sin pensarlo dos veces me deshago de mis zapatos, mostrando mis preciosas medias de conejos rosados; inmediatamente el frío me congela pero ya no soportaba los malditos zapatos.

En respuesta, Xavier, camina de regreso a su cuarto y escucho como una puerta se abre y cierra. Seguramente fue al baño o por una camisa para mi desgracia.

-Antes de que te congeles- su voz me sorprende, no logro entender qué quiere decir hasta que veo en sus manos un abrigo negro.

Por suerte, todavía no lleva camisa.

De una sostengo el abrigo para pasarlo por mi cabeza y ponerlo; desearía tener una cámara o espejo. Seguramente en su cuerpo quedaría perfecto pero en el mío desde mi punto de vista debe de verse como una toga negra que me cubre hasta por debajo de la rodilla, la extensión de las mangas podría envolver mis brazos dos veces pero lo mejor es que ahora su delicioso aroma me abraza.

-Piensas sentarte o esperaras que tus piernas crezcan- se burla, en respuesta me siento en el lado izquierdo del banquito negro frente al piano.

Mis curiosos dedos se deslizan por las teclas creando una melodía desafinada, seguramente un insulto para los tímpanos de cualquier ser vivo pero Xavier no parece inmutarse, su mirada está en la hoja, su ceño fruncido y sus dedos moviéndose en el aire con calma.

-Gotovyy- inquiere en ruso.

-Necesito un bendito diccionario si vas a seguir hablando en ruso o comienzas a colocar subtítulos-

-La opción uno suena más realista- responde para luego acomodarse mejor y colocar sus dedos en las teclas.

La melodía llegó a mis oídos de una, al principio no era tan clara como para ser reconocida pero con cada minuto la claridad aparecía llenándome de felicidad , mi mirada se dirige a la pequeña ventana donde la noche le hace honor a la pieza con sus perfectas estrellas y una oscuridad tan profunda que parece sacada de una pintura . El reflejo me permite vernos, la cara de Xavier refleja algo que nunca había visto en el, calma mientras que su cuerpo se encuentra rígido.

Cuidadosamente, muevo mi cabeza en dirección a su cuerpo para poder acomodarme en su hombro; pensé que sus dedos iban a parar pero continuaron sin problema.

Nota por nota mis párpados van cerrándose de poco en poco sin embargo, no le presto tanta atención solamente me dedico a disfrutar cada sensación, el calor que desprende su cuerpo, el aroma a limón que inunda mi nariz, la dulce melodía, el reflejo de nosotros con las estrellas y lo más importante ese pequeño pero creciente sentimiento de libertad que parece formarse en mi interior. Esforzándome para no caer en los brazos de Morfeo, trato de almacenar todos los detalles de la noche para que quede grabados en mi mente y sea incapaz de olvidarlos. 

¿Qué estoy haciendo?

.........

Hola Lector@! Disculpen la tardanza pero hemos tenido una semana de locos en el instituto. 

Gracias nuevamente por todas las lecturas, votos y comentarios! Amamos leer sus opiniones, que disfruten el capítulo!

Traducción: 

YA izvinyayu's za to, chto chertovski- Lo siento por ser un maldito

Gotovyy- Listo

Continue Reading

You'll Also Like

74.1K 4.6K 36
Ivanha Jones, la nueva chef que trabajará en la mansión Williams, ¿logrará que el magnate neoyorquino, Thomas Williams, salga de sus casillas? Ambos...
2.8K 158 13
Samantha Lacroze, una chica común y corriente, una vida sin nada que destacar, madre devota, buena empleada, casada con su pareja de hace más de 15...
1.4M 76.5K 46
Cerre los ojos. - Hazlo tu, en serio -Dije. - Bien bien. Ella se levanto y tomo las pruebas. - Pues voy a ser tia. #7 /09/2016 chick-lit ❝fecha de pu...
338K 18.4K 69
En inglés: Friendzone. En español: Zona de amigos. En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como alg...