El secreto de la libertad

By OscarVF2233

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La vida tiene sus duros momentos, los cuales se nivelan por el contexto en el que te encuentras, Livingstone... More

Introducción
Todavía te quiero 나는 아직도 너를 사랑
La familia es para siempre 가족은 영원하다.
Prefiero ser feliz 나는 행복하기를 좋아한다.
Un viaje inesperado 예기치 않은 여행
El principio de todo 모든 것의 시작
Una entrevista comprometedora 타협적인 인터뷰
Un largo viaje 긴 여행
Air Koryo 고려 항공
Corea del Norte 북한
En tierra de Nadie 아무 남자의 땅에서도
Un lugar insólito 특이한 곳
Una tarde en Pyongyang 평양의 어느 날 오후
El paralelo 38 번 평행선
La partida 출발
Sentencia perpetua 영원한 문장
Amarás al líder sobre todas las cosas 당신은 무엇보다 리더를 사랑합니다
En busca de ayuda 도움을 찾고
Luchar para Sobrevivir 생존을 위해 싸워라
Nueva nacionalidad 새로운 국적
Servicio militar 병역
Una nueva misión 새로운 임무
Nueva familia 새로운 가족
Reunión internacional 국제 회의
Nueve años después 9 년 후
Un héroe sin capa 망토가없는 영웅
La vida en Corea del Norte 북한 생활
Huye Lejos 도망 치다
Ascenso de Rango 랭크 프로모션
Ni un minuto más 조금만 더
Organización de las naciones unidas 유엔 조직
Un plan sin fallas 완벽한 계획
El precio de la libertad 자유의 대가
Un sobreviviente en Corea del sur 한국의 생존자
Reencuentro en Seúl 서울에서의 재회
Un testigo ejemplar 모범적 인 증인
Volver a sonreír 다시 웃어
Epílogo 에필로그
Agradecimientos 감사의 말

Día de la estrella luz 일 스타 라이트

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By OscarVF2233

Una semana había pasado luego de aquel encuentro con el paralelo 38, habían visitado el parque acuático, donde Bodi tomó fotografías muy divertidas con Ryan y Livingstone, igualmente habían visitado el metro de la ciudad de Pyongyang donde los guías les permitieron abordar un vagón que les daría un recorrido por toda la línea.

Livingstone y Ryan acudieron a tiendas a comprar libros norcoreanos para llevar a su casa, banderas norcoreanas y galletas típicas como recuerdos.

-Le llevaré a Alex, mi amigo de Animalia esta réplica del hotel donde estamos junto con esta bandera norcoreana- Ryan tomó los adornos- descuida, papá que yo lo pago.

-Eres tan carismático, hijo- Livingstone acarició a Ryan- yo lo pago, vamos que debemos ir a pasear aún más.

La ciudad de Pyongyang comenzaba agradarle a Ryan pues les era permitido visitarla con los brazaletes puestos en diversas zonas donde los guías vigilaban a los turistas, pero de algún modo Ryan se sentía conforme.

-¡A mi me encantó la gran piscina de olas!- Bodi caminaba junto a Livingstone- Recuerdo cuando saltaste del trampolín y sacaste mucha agua, Livingstone.

Todos comenzaron a reírse en cuento Bodi dijo eso.

-Bodi eso fue vergonzoso, pero no tanto como cuando resbalaste con un cubito de hielo en el restaurante y caíste sobre la mesa de pasteles.

Inmediatamente Ryan se tiró al suelo a reírse tanto que le fue imposible parar por un minuto, Darma lloraba de risa junto con Livingstone mientras Bodi los miraba seriamente.

-Oigan eso dolió- dijo avergonzado- no se rían, vamos que debemos... SIMBA

Simba Yang caminaba por la acera cuando escuchó que Bodi lo llamó, inmediatamente sonrió y corrió alegre a reunirse con ellos.

-¡BODI, RYAN! ¡LIVINGSTONE! ¡DARMA! AMIGOS-Simba llegó jadeando pero muy contento- ¿Qué les pasa? ¿Por qué lloran?

Ryan se incorporó para abrazar a su amigo norcoreano, sentía mucha alegría al ver a Simba pues el leoncito transmitía mucha alegría a pesar de ser norcoreano.

-¡QUE GUSTO ME DA VERLOS!- estrechó la pata de cada uno- ¿conocieron el paralelo 38?

-¡Sí! Kion Ung se encontró con la presidenta Kiara Geun-Hye en la línea fronteriza- Bodi le decía a Simba con lujo de detalles- pero de la nada comenzaron a pelear cada quien por su lado de la línea, incluso- volteó a ambos lados para impedir que un guía lo escuchara- Kion Ung quiso golpear a la presidenta de Corea del Sur e inmediatamente los soldados le apuntaron.

Simba hizo un gesto de extraño pues le sorprendía dicha noticia que sus amigos le daban. A Ryan le sorprendió la reacción de su amigo por lo que se atrevió a preguntarle el porqué de la misma.

-No entiendo- dijo Simba extrañado sacando un periódico de la mochila que llevaba- aquí dice que los presidentes se encontraron para dialogar amablemente sobre el turismo de ambos países- arrugó el periódico con furia- Malditas noticias falsas, eso es lo que hacen con nosotros, cualquier cosa que pasa en el mundo no nos la dicen y si el líder tiene encuentros con otros presidentes editan toda la realidad haciendo quedar en buen punto a nuestro líder, en otras palabras nos engañan.

Livingstone se dio cuenta de otra cruda realidad norcoreana, en su mayoría las noticias internacionales eran falsas, de igual manera observó cómo Simba Yang de dirigía con furia hacia el bote de basura para tirar el periódico.

-¿Acaso nunca has ido al paralelo 38?- preguntó Livingstone.

Simba sonrió sarcásticamente, luego de tirar el periódico a la basura regresó con sus amigos turistas.

-¿No lo sabías? Los norcoreanos civiles tenemos prohibido la entrada a la zona desmilitarizada de Corea ¿cómo es?- preguntó curiosamente.

Livingstone le explicó con todo lujo de detalles mientras caminaban por la plaza Mu fil Sung, Simba escuchaba imaginando todo.

-Por lo que tienes razón, debido a la presencia de miles de militares es imposible escapar por el sur- Simba bajó sus orejas.

-De igual manera nunca tuve la ilusión de escapar por el sur, aunque sea el país más cercano a Pyongyang- Simba volteó triste hacia Livingstone- ¿Cuántos días más se van a quedar?

Ryan lamentó responder a esa pregunta junto con Bodi, por lo que Darma fue la que respondió.

-Mañana nos vamos, Simba- Darma dijo desilusionada- pero la hemos pasado bien luego de visitar el paralelo 38.

Simba Yang respiró hondo, nunca antes había hecho tan buenos amigos como ellos, por lo que pensar que sus mejores amigos partirían un día después lo llenaba de tristeza, pero una idea lo llenó de esperanza al saber que podía aprovechar el último día de sus amigos ahí.

-Hoy es el día de la estrella luz, día en que celebramos el aniversario del líder Simb Jong Il- consultó su reloj- en dos horas habrá un gran desfile en la plaza Mu fil Sung, después de eso un gran baile en la misma plaza ¿quieren venir conmigo?

-Nos encantaría, pero no sé si nos dejen salir del hotel- Livingstone en realidad quería ir con Simba Yang- pero lo consultaremos con los guías.

-Tengan mi número- simba tomó un lápiz y arrancó una hoja de su libreta para apuntar, al terminar se lo tendió a Ryan- llámenme para ver que les dice su guía independientemente si les niega la salida.

-¡Claro que sí y haremos todo lo posible!- dijo Livingstone sonriendo.

-¡Claro que sí, queremos estar contigo en este último día!- Ryan abrazó a Simba Yang.

-Cuenta con nosotros- Bodi le dio una palmada.

-¡Celebremos juntos!- Darma le guiñó un ojo.

Simba se sintió muy alegre al ver que todos estaban realmente interesados en ir a celebrar el día de la estrella luz con él, se despidieron por el momento y caminaron de nuevo hacia el hotel Ryugyong, donde estaban hospedados.

Observaron que en todas las calles de la capital de Corea del Norte se escuchaba música, los norcoreanos estaban felices que incluso saludaban a los turistas, negocios y faros de luz estaban adornados con flores y banderas.

-Quería ir a comer a un restaurante de la ciudad pero creo que en el hotel hay buena comida, luego de comer podremos preguntarle a los guías si podemos formar parte de la celebración.

-Eso está bien, Livingstone- Bodi caminaba junto al gran león- creo que sería espectacular formar parte de una celebración norcoreana.

-E incluso es un día antes de marcharnos, es genial que tengamos la oportunidad de presenciarlo- Ryan caminaba feliz.

En efecto a Ryan ya no le desagradaba tanto Corea del Norte, al menos a ellos nunca los trataron mal y siempre fueron muy amables, pero en cambio se sintió algo intimidado por el régimen al percatarse de que Simba había recibido una noticia completamente falsa sobre lo que había pasado con la presidenta de Corea del sur.

Al llegar al hotel voltearon hacia Pyongyang, los cuatro dieron un suspiro.

-La ciudad que tantos temen visitar y que casualidad, nos vamos mañana- Bodi sonrió luego de decir aquello- vamos a comer.

Al entrar al hotel fueron al cuarto a refrescarse un poco con el aire acondicionado, pues ese día era muy soleado en Pyongyang.

-Papá, sé que ya te lo había dicho pero gracias por este viaje- dijo Ryan mientras se secaba el pelaje con la toalla de baño- a pesar de no sentirme libre, pues ya sabes que estamos en Corea del Norte, me ha hecho mucho bien estar contigo, con Bodi y Darma, conociendo una ciudad completamente diferente.

Livingstone lo escuchaba atentamente sonriendo.

-Considero que eres un gran padre, en verdad muchas gracias, por cierto extraño la libertad.

Ambos rieron juntos cuando Ryan dijo aquello último. Livingstone caminó hacia la ventana junto con su hijo, mirando Pyongyang desde las alturas nuevamente.

-Hijo, la felicidad tiene un precio ¿sabes? El cual es la libertad, estos días te has dado cuenta de eso, estás conviviendo con Bodi y Darma, compartiendo buenos momentos pero no somos libres, ves que estamos custodiados día y noche por guías.

Ryan en realidad sentía felicidad pero un nudo en la garganta que hasta ese momento no sabía cómo explicarlo hasta que su padre dijo aquello.

-Y la libertad tiene un precio que es el coraje, como el que tiene Simba- volteó a ver a Ryan- esa pasión de salir de aquí a pesar de todas las restricciones que hay.

-Entiendo papá, pero nosotros ya nos vamos de aquí, si me ha gustado mucho venir pero la cuestión de libertad si me dejó mucho que desear.

-Es Corea del Norte y no podemos hacer nada al respecto, pero lo importante- abrazó a Ryan- es que estamos juntos, te amo hijo y te prometo que nuestro próximo viaje será perfecto como éste, pero ahora si con libertad.

Ambos comenzaron a reír mientras se abrazaban, en ese momento llamaron a la puerta, por la forma de tocar Livingstone ya sabía que era Bodi.

-¡Adelante!- gritó Livingstone mientras seguía abrazando a su cachorro.

Bodi y Darma entraron pero en un instante se sorprendieron por la escena.

-¿Llegamos en un mal momento?

Livingstone y Ryan se separaron, Bodi sonrió alegre junto con Darma pues ver a ambos leones abrazados les causó ternura.

-Eh...no, no Bodi solo platicábamos.

-Se ven tan lindos juntos- Darma sacó su cámara- ¿puedo tomarles una foto para tenerla de recuerdo de los mejores leones que he conocido?

Livingstone sonrió junto a Ryan, ambos se abrazaron con cariño y voltearon a la cámara.

-¡Darma espera! ¿Dónde está tu cámara, Livingstone?-preguntó Bodi- te tomaremos una foto con la tuya para que también recuerdes este momento.

-Oh claro, gracias está en la mesita de noche.

Ahora que Bodi tenía la cámara de Livingstone se posicionó junto a Darma para tomar ambas fotografías.

-Primero con Darma, uno, dos y tres- Bodi contó.

La fotografía enamoró por completo a Darma, en seguida Bodi enfocó su cámara para tomar la segunda, Livingstone y Ryan sonrieron nuevamente.

-¡Se ven tan lindos! Los adoro- Darma les dio un beso a cada uno.

Luego de una hora de plática sobre lo que podrían hacer en la noche bajaron a comer por última vez en el restaurante del hotel Ryugyong, para suerte de los chicos había una gran selección de comida oriental, la cual Bodi y Darma adoraban por el hecho de ser chinos.

-¿Quieres ir por fideos?- preguntó Darma a Bodi cuando vio las ollas repletas de comida.

-Por supuesto, vamos por los fideos.

Ryan y Livingstone optaron por servirse guisos chinos y coreanos, por el hecho de ser felinos preferían la carne, aunque fue acompañada con arroz chino.

-La carne tártara no está mal- dijo Ryan sentándose- he probado un poco y tiene una pinta muy buena.

Livingstone coincidió con su hijo pues dicha comida coreana la había probado desde hacía unos días.

-Quizá digan que estoy loco- Bodi miraba con felicidad a cada uno de sus amigo- pero voy a extrañar Corea del Norte.

-Sinceramente yo igual- Livingstone volteó para verificar que no hubiese policías o guardias- aunque no tuvimos libertad total me enamoré de Pyongyang, al menos de sus lindos lugares culturales, pues es una ciudad única y además diferente.

-Yo extrañaré la naturaleza que se respira en esta ciudad- Darma esperó para beber agua- sinceramente es una ciudad limpia, a pesar de estar tan cerca de China, de tantos lugares que hemos visitado es el mejor en cuestiones ambientales.

Ryan se limitó a hacer un comentario, pues hacía un rato había platicado con su padre en la habitación sobre cómo la había paso en Corea del Norte, sin embargo había algo que no lo dejaba comer a gusto, el hecho de pensar que su amigo Simba Yang se quedaría en el país y además que Ryan no podía hacer nada para sacarlo de ahí.

Inmediatamente Livingstone lo notó, por lo que no dudó en preguntarle a su hijo qué estaba ocurriendo.

-¿Ryan? ¿Qué ocurre? ¿Acaso dije algo malo?- Livingstone le ponía su pata derecha en el hombro.

-Es solo el hecho de, pensar que Simba Yang se quedará aquí, nosotros soportamos el régimen unos días, pero- volteó para verificar la presencia de policías u oficiales- él tendrá que soportarlo por el resto de su vida.

Livingstone respiró hondo, Bodi y Darma los miraron sin hacer gesto alguno.

-Simba ya está adaptado, aunque quiera huir- Livingstone lo consolaba- y aunque queramos hacer algo por él, no es posible.

Ryan se limitó a abrazar a su padre mientras una lágrima corría por su carita.

-Pero vamos a disfrutar esta noche con él. Haremos de esta noche una inolvidable ocasión.

El leoncito observó que Bodi y Darma los veían con ternura, por lo que no dudó en sonreír.

-¡Vamos a divertirnos, Ryan!- Bodi le guiñaba un ojo- haremos que Simba nunca olvide esta noche.

Un oficial pasaba cerca de Livingstone, por lo que el león no dudó en llamarlo para no perder más tiempo y solicitarle autorización para salir aquella noche a celebrar el día de la estrella luz en la Plaza Mu fil Sung con Simba Yang.

-Señor, buen día- Livingstone hablaba en coreano- ¿sería posible que mis amigos y yo salgamos esta noche?

El oficial tomó una posición muy autoritaria al escuchar aquello.

-¿Para qué asunto?- tomó una libreta para anotar lo que Livingstone le dijera- usted sabe que la salida del hotel es muy condicionada.

-Mañana nos iremos a China, por lo que queremos ser partícipes de la celebración del amado líder Simb Jong Il en este día tan importante para ustedes. Queremos ir al desfile de la plaza Mu fil Sung.

El oficial mientras anotaba sonreía, parecía cambiar su actitud a una de amabilidad con Livingstone, quien esperaba ansiosamente a la respuesta del oficial.

-Es muy lindo de su parte, querer ser partícipes de nuestra celebración- seguía anotando en la libreta- a pesar de ser turistas- miró a Livingstone de arriba hacia abajo- está bien, pero deben portar su brazalete localizador- buscó con su gran pata en su bolsillo, el oficial era un tigre muy alto pero fornido- ¿cuatro turistas?

-Así es- Livingstone sonreía amablemente.

El oficial tomó los nombres de Ryan, Livingstone, Darma y Bodi.

-Felicitaciones, nuestro amado líder, Kion Ung, estaría orgulloso de ustedes, que disfruten el desfile junto con la fiesta.

Livingstone aprovechó para hacer una última pregunta:

-¿A qué hora debemos estar de vuelta?

El oficial sonrió esta vez malvadamente, mirando a Livingstone directamente a los ojos.

-Cuando gusten, no olviden que tienen un viaje de regreso mañana, pues habrá que descansar- le dio unas palmadas mientras le comentaba a Livingstone y se retiró.

El león regresó con su hijo y sus amigos hacia la mesa, de la cual ya todos se levantaban para dirigirse a la habitación.

-¿Qué te dijo, papá?

-Les diré en cuanto estemos en nuestra habitación.

Impacientes salieron del restaurante para dirigirse al ascensor, que como de costumbre estaba vacío debido a la mínima cantidad de turistas en aquel país. Al abrirse las puertas caminaron aprisa hacia el cuarto de Livingstone y Ryan, el leoncito esperó a que llegaran todos para echar llave a la puerta.

-¡El oficial nos ha dejado ir al desfile!

Todos al escucharlo gritaron felices, sintiendo alegría radiante en ese preciso momento.

-¡SIIIII!

-¡YUJUUU!

-¡ALLÁ VAMOS SIMBA!

Livingstone inmediatamente los calló, pues no debían olvidar que estaban Corea del Norte y probablemente eso no estaría bien visto por el régimen norcoreano.

-Ahora llamaré a Simba- Livingstone sacaba el papel con el número de Simba- para avisar que iremos con él.

Todos se sentaron en las camas observando que Livingstone tomaba el teléfono y comenzaba a marcar el número de Simba Yang.

El teléfono comenzó a timbrar con un tono extraño, por lo que Livingstone hizo una mueca de extraño, del otro lado de la línea una voz en Coreano contestó, Livingstone inmediatamente la reconoció.

-¡SIMBA! Soy Livingstone.

El leoncito del otro lado de la línea soltó un grito de alegría al saber que se trataba de sus amigos, comenzó a hablar en español.

-¡Livingstone! ¿Qué te han dicho?

-Nos dieron el permiso.

Del otro lado de la línea se escuchaba a Simba gritando de alegría, todos sonrieron al oír que Simba Yang estaba feliz.

-¡Ay que lindo!- dijo Darma sonriendo.

Simba temblaba de alegría tomando el teléfono del otro lado de la línea.

-¡En una hora paso por ustedes al hotel, Livingstone!

-Claro, estamos en la habitación...

-No-Simba dijo triste del otro lado del teléfono- los norcoreanos tenemos prohibida la entrada a los hoteles internacionales, pero los veo en la puerta.

Livingstone se despidió de Simba, todos comenzaron a prepararse para el desfile poniéndose de vestimenta adecuada.

Ryan optó por estar lo más libre posible pues iban a estar de pie por mucho tiempo, Bodi y Darma salieron a su cuarto para prepararse de igual manera.

Simba corría alegre bajando las escaleras de su departamento, luego de tanto tiempo ahora si disfrutaría un día de celebración norcoreano, llegó a la recepción del hotel para salir ansioso por la puerta en dirección al hotel donde sus amigos estaban.

-¡Vamos, Ryan!- Livingstone apuraba a su hijo- quedan veinte minutos...

Llamaron a la puerta creyendo que Bodi y Darma eran quienes tocaban, pero al abrir se llevó un gran susto.

Cuatro oficiales con un uniforme de alto rango saludaron al león, dos leones y dos tigres quienes estaban en una posición muy seria.

-Señor, Livingstone- sostenían dos antorchas- nos hemos enterado de su interés por la celebración de esta noche, el máximo dirigente Kion Ung le envía felicitaciones- le entregó un reconocimiento en coreano- así mismo le hace entrega de dos antorchas para usted y su hijo, para que puedan participar en la marcha de las antorchas, en hora buena, las antorchas de sus acompañantes- entregó una caja con el escudo del país- están aquí adentro, le deseamos un buen viaje, que la pasen excelente esta noche.

-Muchas gracias, caballeros- los oficiales se retiraron sin decir algo más, Livingstone observó que Bodi y Darma salían de su habitación- ¡Chicos! Ya es hora ¡RYAN!

-¡YA VOY PAPÁ!- El leoncito salió abrochándose el botón de su pantalón.

Bajaron nuevamente por el ascensor en dirección a la recepción.

-¡SIMBA!- Ryan corrió hacia la puerta, pues Simba estaba fuera del hotel.

Al abrirse la puerta el leoncito abrazó inmediatamente a Simba Yang, quien se asustó al instante.

-¡RYAN! ¡Me asustas!- ambos comenzaron a reír- me da gusto verte, amigo- correspondió al abrazo de Ryan- Vamos tengo mucho que mostrarles.

Los demás saludaron a Simba Yang, e inmediatamente comenzaron a caminar hacia el centro de Pyongyang.

-Por allá está el Parque Rui Chong Suo, podemos jugar fútbol o jugar carreras- Simba caminaba feliz junto a Ryan y Bodi.

-Papá ya está viejo para eso- Ryan dijo sonriendo.

-¿Ah sí? Aún tengo buena condición hijo- Livingstone le guiñó un ojo a su cachorro.

-Podemos correr, sería bueno- sugirió Bodi.

Al llegar al parque divisaron a lo lejos una cancha de futbol, era un parque enorme, por lo que contaba con muchos árboles y juegos infantiles, pero lo que más llamaba la atención de Darma era que se veía completamente verde por todos los árboles que se encontraban ahí.

-¡El último en llegar a la cancha se da un chapuzón!- Simba comenzó a correr.

Inmediatamente todos comenzaron a seguirlo, era un leoncito verdaderamente veloz. Livingstone lo alcanzaba mientras que Ryan corría en tercer lugar, atravesaban lindos caminos por el parque que los conducían directo a la cancha, sin embargo era necesario rodear un poco para llegar, lo cual hizo la carrera más emocionante, todos reían y gritaban alegres siguiendo a Simba.

-¡Hey esto es GENIAL!- Ryan jadeaba pero de alegría.

-¡No tan rápido hijo!- Livingstone lo alcanzó dejándolo nuevamente en tercer lugar.

-¡CORRE DARMA, CORRE!- Bodi iba en último lugar.

Livingstone alcanzó a Simba, ahora competían por el primer lugar.

-¡No lo harás Livingstone!- Simba respiró hondo doblando su velocidad.

El gran león lo veía sorprendido.

-¡Vamos Livingstone!

-¡Corea del Norte rebasa a Animalia!- Gritaba Ryan emocionado- ¡China en cuarto y quinto lugar!

-¡OYE ESO NO ES JUSTO!- Gritó Darma al escuchar lo que Ryan decía.

-¡CUIDADO!- cayeron en un lago que atravesaron corriendo.

No hubo otra opción, la cancha estaba frente a ellos y era el camino más fácil, Simba sonreía volteando hacia atrás viendo cómo sus amigos se divertían.

-¡ADORO ESTO!- grito el Simba Yang- son los mejores amigos.

Llegaron a la cancha e inmediatamente se tiraron en el césped, sus energías se agotaban por lo que tenían que descansar, sin embargo no dejaban de carcajearse luego de aquel momento feliz, ojalá Simba hubiera estado con ellos en los viajes hacia el paralelo 38 o en los otros días que estuvieron en Corea del Norte.

-¡Simba nunca me había sentido tan feliz!- Ryan jadeaba dándole una palmada a Simba en la pata derecha- ¡Eres un gran amigo!

-¡OIGAN!-gritó Bodi- no quiero darme el chapuzón.

Todos comenzaron a reír, pues ya se imaginaban a Bodi todo empapado.

-No es necesario- dijo Simba sonriendo y jadeando- era solo para divertirnos, que gran día estoy teniendo.

-Nosotros también- dijeron al unísono.

-Nos ha agradado mucho conocerte, Simba- dijo Bodi sonriendo- vamos a hacer que nunca olvides esta noche.

Simba sonrió y se abalanzó contra Bodi para abrazarlo, el hecho de ser un cachorro de león hacía que fuera lo suficientemente grande para Bodi que éste se sintiera un poco asfixiado por Simba Yang.

-¡Oye está bien, solo no me aplastes!- todos comenzaron a reírse.

Inmediatamente Simba se levantó a consultar su reloj.

-¡El desfile! Ya va a empezar, vamos todos rápido.

No dudaron en ponerse de pie y seguir a Simba a toda prisa hacia la salida del parque, todos los norcoreanos que se encontraban en el parque, de igual manera, ya se aproximaban hacia la puerta de salida, en cuanto llegaron observaron que decenas de camionetas se dirigían hacia la plaza Mu fil Sung, inmediatamente con grandes altavoces en las camionetas comenzó a escucharse una canción interpretada por militares tanto hembras como machos, una leoncita llevaba un micrófono vestida con un largo vestido estilo oriental adornado con muchas flores, cantaba junto a los militares alegremente una canción llamada "No hay patria sin ti" dedicada a Simb Jong Il

-¡Debemos seguirlos!- gritó Simba Yang al escuchar la música- ellos nos guiarán hacia el desfile.

-YO CREO QUE YA COMENZÓ EL DESFILE- dijo Bodi- ES MUY LINDO

Inmediatamente se divisaron oficiales repartiendo flores por toda la acera, igualmente como cuando estaban en el paralelo 38 a cada uno le tocó su ramo de flores para seguir en orden y alegremente a las camionetas con la música.

-¡Seremos partícipes del desfile!- gritó Simba Yang- el año pasado hicieron lo mismo, entraremos por detrás del palacio de Mu fil Sung para ir directo a la entrada de la plaza, al parecer nos dejarán avanzar hasta allí- el leoncito a pesar de alabar al régimen estaba feliz por la compañía de sus amigos.

La música seguía mientras los oficiales ordenaban a todo aquel que sostenía un ramo de rosas o una bandera roja con el símbolo del partido del trabajo que formaran filas ordenadas de ambos lados de las camionetas y camiones que avanzaban por la calle en dirección a la plaza para desfilar.

"Las flores que floren en mi país no se pueden comparar con las de otro país"

"La vida en mi país es lo mejor"

-¡La vida en mi país es lo mejor!- gritaba Simba cantando- ¡El mundo es muy denso, pero la vida en mi país ES LA MEJOR!

Livingstone asumió que lo decía solo por diversión, así que todos comenzaron a saltar alegres e incluso Ryan agitaba con alegría el ramo de flores, en menos de cinco minutos de música la calle se llenó de norcoreanos bailando y cantando, muy pocos los observaban desde las alturas de los edificios o desde las aceras, en su mayoría.

-¡ORDENE LÍDER! Usted es nuestra inspiración- cantaba Bodi junto con Simba, quien le traducía la letra de la canción.

Llegaron a la plaza Mu fil Sung bailando alegremente y cantando, marchaban con alegría junto a todos los civiles que ayudaban a los oficiales de las camionetas a cantar y festejar al líder Simb Jong Il.

"La vida es dura pero es mi honor el servirle a usted"

¡Simb Jong Il un honor ha sido servirte!

Bailaban antes que terminara la canción, Ryan y Livingstone agitaban como nunca las flores, contentos de presenciar los hermosos arreglos que habían hecho en la plaza principal, un enorme retrato de Simb Jong Il se exponía en medio de las plazas y se posicionaba una copia del mismo arriba de un gran camión con armamento nuclear, adornado con miles de flores blancas. Todos aplaudían, miles de soldados formaban figuras en el centro de la plaza, era una gran disciplina la que se vivía pero a su manera vivían el alegre momento, cientos de autos con armas y camiones del ejército con armamento nuclear esperaban para comenzar a desfilar en la plaza Mu fil Sung, de igual manera miles de soldados aguardaban para comenzar a desfilar junto a los camiones, cabiendo mencionar que era una gran cantidad de militares, eran incluso más militares que civiles, quienes se encontraban en unas gradas aplaudiendo observando a los militares.

Enormes globos de color rojo junto con miles de banderas de Corea del Norte adornaban el centro y alrededores de la famosa plaza, al terminar de cantar todos aplaudieron y gritaron exclamaciones hacia el fallecido líder, Simb Jong Il.

-Gracias por acompañarnos- gritaba un oficial- los civiles quienes están aquí abajo tomen asiento en las gradas, de ahora hasta el fin del desfile se declara la calle principal como zona militar.

Livingstone junto con sus amigos conservaban las flores, las cuales servirían para seguir.

-Estoy muy emocionado- Simba Yang abrazaba a Ryan y luego a Livingstone- ¡Esto es genial! Muchas gracias chicos.

-¡Fue genial!- dijo Ryan dándole una palmada en la espalda- gracias por alentarnos a vivir la experiencia.

Atención, todos, el máximo dirigente Kion Ung. Se complace en presenciar la asistencia de todos ustedes en este día tan especial para la nación, recibamos con gozo a nuestro líder.

-¿Qué dijo!- Ryan preguntó junto con Bodi y Darma.

-Kion Ung ya viene, debemos recibirlo con gozo- dijo Simba atento a la plaza.

Kion Ung salió del último piso del palacio Mu fil Sung saludando a todos, de igual manera altos funcionaros del régimen, como del ejército norcoreano salían al lado del amado líder. Simba no hacía ningún gesto de sorpresa, más bien lo miraba muy serio, pero en cuanto todo se puso en silencio para recibir al líder cientos de norcoreanos comenzaron a alabar y aplaudir al líder.

Entre tantos gritos Ryan sentía la necesidad de taparse los oídos, pero su padre lo miró seriamente cuando el leoncito quiso hacerlo. En cambio optaron por seguir aplaudiendo mientras Kion Ung saludaba al pueblo norcoreano desde las alturas, fue entonces cuando decidió tomar el micrófono.

-¡PUEBLO DE COREA!- gritó con arrogancia- Es un honor celebrar a mi padre en tan excelentes condiciones- respiró hondo y su cara cambió de una sonrisa soberbia a una cara realmente seria- hace años de su nacimiento algo cambió en nuestra nación y ese cambio es la luz que día a día vivimos, la cual irradia desde la mañana hasta el atardecer, es su legado y regalo más grande que podemos tener de su parte, es por eso que como cada año-hablaba Kion con un tono muy autoritario- lo recordamos y lo seguiremos recordando por el resto de nuestras vidas-Kion Ung tomó aire- ¡ES UN JURAMENTO NORCOREANO!

Gritó con todas sus fuerzas en un tono militar, todos los presentes comenzaron a gritar y aplaudir a Kion Ung, con gran respeto admiraban como el cachorro de león ondeaba una bandera desde el último piso del palacio.

Damas y caballeros, el glorioso himno nacional de la República popular democrática de Corea.

Tres grandes cañones fueron disparados en el centro de la plaza, al comenzar la música, Simba tomó una actitud muy respetuosa hacia su bandera, el leoncito cantaba con mucho orgullo, poniendo su pata derecha en el corazón, Livingstone por su parte, se limitó a mirar con sorpresa como los militares formados de una manera extraordinaria entonaban el himno, de igual manera Ryan los miraba hasta que en medio del canto notó que Simba lloraba mientras cantaba su himno nacional.

Tu pueblo es glorioso, lúcido,

de gran cultura que es secular.

Te apoyamos unánimes,

Corea, como pedestal.

Bodi miraba con todo respeto la bandera norcoreana e igualmente puso una pata en su corazón sintiendo el patriotismo de aquella nación, que aunque no era suya, comenzaba a apreciar al igual que sus amigos.

-Te daremos gloria secular, Corea, próspera serás- Simba cantaba llorando a lágrima viva- ¡COREA PROSPERA SERÁS!

El himno terminó e inmediatamente Simba alzó sus patas gritando patrióticamente. Todos hicieron lo mismo, Bodi y Darma gritaron de emoción agitando sus flores con todo gusto, Ryan por su parte abrazó a Simba Yang, quien igualmente correspondió al abrazo de su amigo, Livingstone gritaba igualmente aplaudiendo.

Kion observaba todo muy serio, pues al entonar el himno el líder norcoreano debía tomar una posición muy estricta ante su pueblo, incluso mayor de la cual toma habitualmente, posterior a ello se acercó al micrófono nuevamente.

-¡QUE COMIENCE LA CELEBRACIÓN!- gritó.

Los soldados comenzaron a aplaudir al gran líder, al igual que Livingstone, inmediatamente una música de estilo rock comenzó a escucharse por todos los altavoces, mientras que los militares comenzaban a desfilar, un escenario debajo del palacio mostraba una reconocida banda norcoreana formada por leonas que entonaba canciones dedicadas al régimen con estilo moderno.

-¡SIN DESCANSO!- Gritaba Simba emocionado- ¡ESOO!

Todos en las gradas comenzaron a bailar mientras observaban a los militares desfilar, Livingstone observó que los camiones con gran armamento nuclear comenzaban a llegar por la parte trasera del palacio Mu fil Sung, el león quedó boquiabierto al ver la magnitud de los misiles y bombas norcoreanas.

-¡Mira eso, Ryan!- gritó emocionado.

-¡OH POR DIOS!-gritó Bodi emocionado- es estupendo.

La música seguía mientras todos apreciaban a los soldados desfilar, seguidos por los camiones con armamento nuclear, cabe mencionar que cada soldado contaba con su arma.

-¡Aquí viene la guardia migratoria!- dijo Simba observando a cientos de tigres blancos con trajes azules- ¡Ellos están en los cuatro aeropuertos con los que cuenta Corea del Norte! Al igual que en los puestos fronterizos.

La raza de tigres era destinada por su destreza para aquel tipo de trabajo, mientras los leones servían en el ejército en su mayor parte junto con el régimen de Pyongyang.

La música seguía manteniendo a todos los presentes muy activos, bailando y observando la grandeza del régimen de Kion Ung desde las enormes gradas que se extendían a lo largo de la calle.

-¡La academia de música Mu fil Sung!- apuntó Simba emocionado.

Miles de leones militares interpretando con trompetas, tambores y clarinetes la misma canción que interpretaba la banda de rock.

-¡ESO!- gritaba Ryan tan emocionado como Simba.

En las enormes pantallas se apreciaban videos de lanzamientos de Cohetes junto con imágenes de Simb Jong Il, todos gritaban emocionados cada vez que un cohete en la pantalla era lanzado.

Simba bailaba tan emocionado que parecía nunca había estado abrumado por su país.

-¡Ellas son las Moranbong Band!- explicó Simba a sus amigos- esa canción se llama "Sin descanso" es la más famosa que tienen, por eso el desfile ha comenzado con esa.

-¡Es IMPRESIONANTE!- gritó Livingstone- ¡Me encanta!

-¡Tocan excelente!- replicó Bodi- me fascina su música, te ves muy feliz, Simba.

El leoncito les guiñó un ojo, el desfile seguía, luego de la academia militar de música siguió la fiesta con enormes cuadros de Simb Jong Il expuestos en diferentes camiones, los militares en el desfile no sonreían en absoluto, pero Kion Ung movía su cabeza de un lado a otro al ritmo de la música.

La música estaba a punto de terminar, por lo que el gran líder se puso de pie para aplaudir junto con todos los demás, gritaban de alegría observando el desfile seguir, ahora en el centro de la plaza miles de militares se acomodaban con mucho orden para tomar su turno de entonar sus canciones.

-Bueno ahora es turno de los militares, pasaremos a una fase más formal- dijo Simba.

Ahora todos los presentes se sentaban a presenciar el desfile con mucho gusto, la música de los militares era extremadamente patriótica, por lo que Livingstone apreciaba y grababa el desfile con previa autorización de un oficial norcoreano.

-¡Ahora siguen los militares de alto rango!- anunció Simba observando camiones más sofisticados- ellos son quienes custodian el paralelo 38.

-¡Hey ahí está la leona que fue nuestra guía!- gritó Bodi emocionado al ver a la leoncita en pleno desfile- ahí junto al camión.

La música seguía, los militares con una posición muy derecha seguían su marcha alrededor de la larga y ancha calle que rodeaba a la plaza Mu fil Sung.

-Otro cuadro enorme de Simb Jong Il- dijo Ryan observando uno de los camiones militares- ¡pero esta vez adornado con cientos de flores.

Inmediatamente Livingstone pidió autorización para fotografiar el cuadro, se estaba llevando excelentes imágenes de un desfile histórico.

El desfile continuaba con música militar, la cual le agradaba mucho a Ryan, al pequeño león nunca le agradó la música del ejercito de Animalia, pero aquí era un nivel diferente, el ser amante de la música lo hacía disfrutar cada nota entonada por los militares.

Simba observaba feliz el desfile, por primera vez en su vida lo disfrutaba como nunca, pues ahora sus grandes amigos lo acompañaban, aplaudían al compás de las canciones al igual que agitaban sus flores, todos estaban muy alegres, Bodi aplaudía, Darma agitaba su ramo de flores, Livingstone aplaudía y abrazaba a Ryan, mientras que Simba aplaudía y miraba tanto al desfile como a sus amigos, fue un gusto tan enorme para el leoncito saber que sus amigos turistas disfrutaban del desfile, por lo que aquello le daba más energía para aplaudir y amar a su país aunque fuese por una ocasión, después de todo era la tierra donde él había nacido.

Luego de una hora el desfile militar dio por terminado, Kion Ung se levantó para dar un aviso extra. Los militares que habían desfilado junto con los grandes camiones hacían una fila ordenada del lado del museo que Ryan y su padre habían visitado, al pasar de desfilar el último soldado y terminar la última nota de la canción militar el líder tomó el micrófono.

-¡Es un honor el presenciar la grandeza y rudeza de nuestra nación, siguiendo el legado de mi padre...TODOS UNIDOS Y PREPARADOS PARA LA GUERRA!- suspiró y sonrió maléficamente.

Todos los militares aplaudieron orgullosos de su líder, inmediatamente comenzó una canción militar, pues ahora era el momento de presenciar los mosaicos móviles hechos por los mismos soldados, los cuales consistían en que formaran con sus propios cuerpos figuras en el centro de la plaza, al comenzar la canción formaron un mensaje para el fallecido líder Simb Jong Il

Simb Jong Il, eterna inspiración de lucha.

-¡Miren eso!- Livingstone se sorprendió al ver que eran los mismos soldados quienes formaban las figuras y mensajes- ¡Es impresionante!

La música siguió sonando por veinte minutos, los soldados formaban mensajes dirigidos hacia el fallecido presidente junto con figuras diferentes como el símbolo del partido del trabajo y el emblema nacional de Corea del Norte, todos aplaudían y gritaban emocionados al ver cómo los militares tenían una gran destreza y disciplina para formar aquello. Estrellas de diferentes colores y adornos dedicadas al líder Kion Ung y al pueblo norcoreano.

-¡Algún día aprenderé a hacer eso!- dijo Bodi emocionado- ¡Miren!

Los soldados estaban terminando su número por lo que decidieron dejar lo mejor para el final, todos los militares comenzaron a correr en medio de la plaza, tomándose de las manos y cantando sin dejar la música a un lado, una enorme cara de un león comenzaba a formarse en medio de la plaza Mu fil Sung.

-¡SI!- gritó Simba Yang sorprendido- harán la silueta de Simb Jong Il ¡¿No es fantástico?! Sigamos bailando y aplaudiendo.

Así lo hicieron, Bodi junto con Darma bailaban emocionados contemplando como la cara de Simb Jong Il era terminada de formarse por los soldados, tal fue la sorpresa de todos que aplaudiendo con alegría se levantaban de sus asientos para aplaudir la destreza de los soldados, incluso Kion Ung se levantó de su asiento para aplaudir dicho gesto hacia su padre.

El sol comenzaba a ocultarse, mientras que los soldados comenzaban a repartir antorchas a los norcoreanos en las gradas.

Livingstone sacó sus antorchas, le tendió a Ryan la antorcha que le habían regalado en el hotel, mientras que a Darma le tendía el estuche para que sacaran las antorchas que ellos utilizarían.

-¡La marcha de las antorchas!- dijo Simba mientras terminaba de sonar la última canción del número militar- Ahora todos bajaremos a la calle en cuanto oscurezca para rendir homenaje a Simb Jong Il, caminaremos hasta la torre Juche, la gran antorcha de la ciudad.

-¡Sí! Ya la hemos visitado- dijo Bodi emocionado- que bien, vamos a ser partícipe de esto otra vez.

La música terminó de sonar, por lo que dio comienzo otra para esperar a que todos los norcoreanos tuvieran sus antorchas, las cuales seguían siendo repartidas por los oficiales.

-Su antorcha, joven Yang- un oficial le tendió el artefacto a Simba- Que disfrute la noche.

-¡Gracias oficial!- Simba hizo una reverencia- ¡Chicos ya falta poco!

El sol se ocultó por completo, por lo que las luces de los palacios y la enorme antorcha de la ciudad, o también conocida como la torre Juche se encendieron.

Al terminar la canción militar comenzó una música muy linda que llenó de alegría inmediatamente a los norcoreanos, mientras sonaba la canción una llama en medio de la plaza se encendió.

Cientos de soldados y oficiales tomaron sus antorchas e hicieron una reverencia, tomaron encendieron sus antorchas y caminaron hacia la multitud para encender las antorchas de los norcoreanos.

-¡Esa canción se llama "Nuestra bandera nacional"! es muy hermosa- Dijo Simba Yang con lágrimas en los ojos.

La canción era interpretada por una de las leonas de la banda Moranbong band, Simba al escucharla lloraba con mucho sentimiento, por lo que Ryan no dudó en abrazarlo, las antorchas comenzaban a ser encendidas por la zona donde ellos se encontraban.

-¡Te quiero, Ryan!- dijo Simba mientras sonaba la canción- gracias por hacerme feliz junto con tus amigos.

-¡Ay, Simba no tienes nada que agradecer!- dijo Ryan dándole una palmada en la espalda- yo también te quiero, has sido un excelente amigo, de los mejores que he tenido.

Simba apretó a Ryan con más fuerza, el leoncito sonrió correspondiendo al abrazo de su amigo.

Amaremos nuestra radiante bandera nacional, ondeando al mundo hasta el final.

Bodi ondeaba una pequeña bandera norcoreana que había comprado en la tienda de recuerdos. Mientras que el oficial norcoreano les llamaba para las antorchas el perrito disfrutaba de la música y la hermosa vista nocturna de Pyongyang.

-Mira que vista tan hermosa- Bodi observó cómo se encendían las luces de los lejanos edificios departamentales, donde vivía Simba Yang junto con las luces del museo.

-¡Es hermoso!- Darma coincidió- Bodi quiero volver algún otro día.

A Bodi le impresionó escuchar aquello pues a pesar de que Corea del Norte tuvo sus detalles, la cereza del pastel fue el precioso desfile junto con la celebración del día de la estrella luz, a todos les encantó y lo que era mejor es que aún había más.

-¡Sus antorchas, señores!- dos oficiales llegaban con sus antorchas para encender las de los norcoreanos- en orden iremos encendiendo las suyas.

Livingstone fue el primero, Ryan fue el siguiente, Simba Yang radiaba de felicidad al ver su antorcha encendida, Bodi se impresionó por el fuego, pues era en teoría una antorcha grande para un perro de tamaño mediano.

-¡Vayan bajando formando la fila que se está haciendo en la calle principal!-ordenaba el oficial.

Los leones junto con Bodi y Darma no tardaron en bajar hacia la calle principal. Inmediatamente llegaron cuando un oficial les indicó que se formaran detrás de un grupo de panteras.

La calle estaba repleta de norcoreanos y militares bien formados para comenzar con la marcha hacia la torre Juche, era una masa increíble de norcoreanos, quienes formados con las antorchas encendidas daban un espectáculo increíble desde las alturas.

Simba estaba al lado de Ryan, a quien le tenía más cariño y confianza por ser un león de su edad.

Las Moranbong band comenzaron a tocar nuevamente la canción "Sin descanso" la cual era repetida muchas veces en Corea del Norte para miles de situaciones, ya que su letra expresaba la grandeza del país y de los líderes.

-¡Te apuesto a que la fiesta comenzará con la misma canción!- dijo Simba Yang- todos amamos a las Moranbong band y siempre inician con su gran éxito, nunca nos cansamos de él.

Todos contentos y alegres por nuestro país y amado líder Kion Ung en conmemoración del aniversario natal de nuestro líder Simb Jong Il marchemos bailando y cantando en orden con nuestras antorchas hacia la torre Juche.

La canción siguió su curso instrumental mientras el máximo dirigente Kion Ung abordaba un camión militar muy sofisticado para el líder, el cual iría al frente de la marcha.

Kion Ung ordenó que dos de sus guardaespaldas sostuvieran dos antorchas en sus patas, era leones muy altos y fornidos, uno de ellos padre de Simba Yang, Kion Ung y sus guardaespaldas iniciaban la marcha en el camión que contaba con asientos al aire libre para que el líder guiara a los norcoreanos en esta marcha especial.

-¡POR LA GRANDEZA Y EL PODER DE COREA DEL NORTE! ¡POR EL HONOR DE MI PADRE, SIMB JONG IL!

-¡URRA!- gritaron todos los soldados al unísono.

La marcha comenzó de nuevo, con alegría y respeto todos comenzaron a marchar, pero en cuanto las Moranbong band comenzaron a tocar con las guitarras todos gritaban, cantaban y bailaban al ritmo de la música.

Bodi saltaba moviendo con mucho ritmo su antorcha, mientras que Darma gritaba de emoción al ver a todos muy alegres, Livingstone se sentía realmente identificado con el evento, por lo que decidió bailar también al ritmo de la música, Ryan y Simba Yang saltaban alegremente siguiendo la marcha de las antorchas.

-¡Con entusiasmo, Simba!- gritaba Ryan emocionado- ¡ESO!

-¡Amo mi país!- gritaba Simba Yang bailando y saltando siguiendo la marcha-

-¡Viva Simb Jong Il!- gritaban todos al mismo tiempo- ¡FUERZA!

Continuaron bailando siendo partícipes de tan histórico evento, del cual estaban seguros que nunca olvidarían, dieron una vuelta hacia la izquierda trotando y gritando con alegría, los soldados esta vez estaban realmente contentos, quienes se movían un poco al ritmo de la música sosteniendo las antorchas con sus patas.

-¡Ya vamos a llegar!- gritaba Simba Yang bailando con mucha alegría.

-¡Vamos a bailar con alegría! ¡Pues el gran líder nació!- gritaban cantando todos al mismo tiempo.

Las Moranbong band seguían tocando en un camión que iba detrás con muchas bocinas para extenderles la música a todos.

-¡ADORO ESTO!- gritaba Bodi dando media vuelta- ¡VIVA COREA DEL NORTE!

-¡Así es! Que lindas tradiciones- decía Ryan moviéndose al ritmo de la música.

Al llegar Kion Ung rodeó con su camión militar la torre Juche, mientras todos llegaban la rodeaban igualmente bailando y agitando felizmente las antorchas.

-¡Se ve tan majestuosa!

-¡Viva el régimen de Pyongyang!- gritaba Simba contento- es algo excelente.

Contentos todos los norcoreanos y amigos de Simba Yang rodeaban la torre Juche, ahora todos se colocaban alrededor de la misma para terminar de bailar alegremente.

Este era el cierre del gran desfile, con la participación del pueblo, por lo que todos aplaudían y bailaban con entusiasmo, una imagen de Simb Jong Il era proyectada en medio de la torre, todos gritaron emocionados al presenciar esto.

-¡Amado líder! ¡Adoramos su régimen!

-¡Gracias por su legado!

Saltaron al cielo cientos de fuegos artificiales al compás de la música, todos gritaban felices al ver el cielo iluminado de diferentes colores, agitaban sus antorchas como nunca con tal sorpresa por parte del régimen norcoreano, Ryan observaba como Simba Yang sonreía tan feliz que ni él mismo lo creería.

-DECLARO EL DIA DE LA ESTRELLA LUZ TERMINADO- Kion Ung tomó un micrófono y la canción terminó.

Todos aplaudieron muy alegres agitando sus antorchas, Simba Yang saltaba e irradiaba de alegría, no podía creer que estaba disfrutando del régimen de Pyongyang al cual había odiado tanto, pues gracias a sus amigos estaba adorando lo que era su país, después de todo eran sus costumbres.

El amado líder se retiró en un lujoso auto mercedes, mientras que todos los norcoreanos se retiraban hacia la plaza Mu fil Sung para continuar con la fiesta, que ahora incluiría bailes y cena para los ciudadanos por parte del régimen.

-¡Quédense a cenar!- pidió Simba apagando su antorcha.

Livingstone consultó su reloj, eran ya las ocho y media de la noche, su vuelo salía a las diez de la mañana y ni siquiera habían hecho maletas.

-Tenemos que regresar a empacar, Simba- dijo Livingstone apenado.

-¡Vamos, papá!- dijo Ryan consolando a Simba Yang- al menos una hora para bailar y cenar.

Livingstone se lo pensó bien.

-Está bien, una hora para bailar y cenar.

-¡Una carrera a la plaza Mu fil Sung!- gritó Bodi.

Todos contentos siguieron al perro cruzando la calle con alegría, Ryan no había estado tan feliz, ese día fue histórico en su vida al igual que la de Livingstone, por parte de Bodi y Darma fue lo mismo.

-Oye, hiciste trampa- dijo Darma al ver que Bodi daba un brinco para evitar un escalón- tienes que pisarlo, Bodi.

-No lo vi- Bodi se alejó soltando una risita.

Al llegar a la plaza las Moranbong band tocaban canciones diferentes, todos inmediatamente comenzaron a bailar a su modo, Bodi con Darma y el trío de leones guiados por Simba, la música tocó con toda alegría.

-¡Amo bailar!- dijo Bodi dando una vuelta- he bailado toda la tarde y no me he cansado.

-¡Bienvenido a Corea del Norte!- gritó Simba muy alegre- esto se baila así.

Simba se posicionó en medio de los demás para aplaudir y bailar al ritmo de la canción.

-¡Vamos, Simba!- gritaba Ryan emocionado.

-¡Que buenos pasos!- Livingstone lo miraba mientras él también bailaba.

Simba salió del centro y todos siguieron bailando junto a él hasta pasada media hora.

La comida ofrecida por el régimen era pollo frito, con papas a la francesa con refresco norcoreano de diferentes sabores, dicha comida proveniente del restaurante de comida rápida de Pyongyang, largas mesas alrededor de la plaza se acomodaron con ayuda de cientos de soldados, los platos de comida eran repartidos en diez grandes camiones militares al igual que los refrescos, Livingstone guardó las antorchas para el recuerdo en el estuche de Bodi y Darma, mientras que ellos guardaban las suyas también, junto con la de Simba para evitar cargarlas, caminaron hacia el camión de comida más cercano y pidieron su cena.

-¡Se ve delicioso!- dijo Bodi al tomar su plato y refresco- muchas gracias.

El soldado asintió con su cabeza, seguido de Bodi Simba y Ryan recibieron su comida.

Al llegar a las mesas comenzaron a platicar sobre lo excelente que la habían pasado bailando y en el desfile, pues después de todo había sido una experiencia inolvidable.

-¡Desde que salimos del hotel la he pasado genial!- dijo Ryan después de comer dos papas- esa carrera tan épica del parque.

-¡Me hubiera gustado ver a Bodi empapado!- comentó Simba soltando una carcajada después.

-¡Yo si lo he visto!- Darma apuntó a Bodi- se ve tan gracioso con su pelaje mojado.

Todos comenzaron a reír, incluso Bodi, quien era el objeto de burla, pero de todos modos era un perro muy agradable y divertido, por lo que le agradaba ver a sus amigos contentos por su causa.

-¡Casi me quemas la melena cuando diste ese brinco!- Dijo Livingstone a Ryan- vaya que tú y Simba estaban realmente felices.

-Yo ni lo noté- replicó Ryan después de morder un pedazo de pollo- pero de todos modos lo siento.

-¡Descuida, solo se más cuidadoso la próxima vez...LEONCITO!- Livingstone tomó a Ryan con ambas patas para hacerle cosquillas.

-¡No, papá, suéltame!- el leoncito forcejeaba inútilmente- AJAJAJAJA NO PAPÁ JAJAJAJA- lloraba de risa junto con sus amigos- ¡Lo siento! AH JAJAJAJA.

-Se ven tan tiernos- dijo Darma- Pero tan graciosos.

-¡Me matan de la risa!-Simba Yang golpeaba la mesa de tanto reír.

Los norcoreanos cercanos comenzaron a reír, luego de un rato todo se calmó para que pudiesen terminar sus alimentos. La hora en el reloj de Simba marcaba ya las 9:45 pm por lo que era la hora de retirarse.

-Escúchenme todos- dijo Livingstone llamado la atención de Bodi, Darma, Ryan y Simba Yang- ya es hora de irnos, pero cada quién nos despediremos de Simba- sacó una pequeña bandera de Animalia que llevaba en el bolsillo- y le daremos un regalo.

Simba se llevó una pata al hocico cuando vio la pequeña bandera de Animalia que Livingstone sostenía.

-Simba por tu humildad y tu valor, quiero entregarte la bandera de mi país- Livingstone le tendió la pequeña bandera de Animalia- te esperamos en Animalia en cuanto logres cumplir tu sueño, eres un guerrero y un leoncito muy inteligente, gracias por brindarnos la felicidad que en muchos años mi hijo y yo no habíamos tenido.

Simba al escuchar las palabras de Livingstone secó las lágrimas de sus ojos, tomó la bandera de Animalia y abrazó con un gran sentimiento al gran león.

-¡Gracias, Livingstone, muy pronto nos volveremos a ver!- Simba lo abrazó- eres como mi segundo padre.

Darma y Bodi se acercaron seguidos de Livingstone.

-Por ser un gran cachorrito te damos las gracias- Darma sacó algo de su bolso- no es mucho pero es una taza hecha en China, espero te guste de nuestra parte- acarició a Simba Yang- te quiero mucho Simba, gracias por tan lindos momentos, gracias por hacernos vivir esta tarde tan linda e histórica.

-Si- se acercó Bodi a abrazarlo- apreciamos mucho que nos hayas dado la oportunidad de seguir conociendo no solo la arquitectura, sino una costumbre y un gran evento de tu país- le dio una palmadita en la espalda- eres un buen leoncito, espero volver muy pronto.

Simba lloraba con mucho sentimiento al ver que sus amigos se despedían de él, pero ahora faltaba el más importante, a quien consideraba casi su hermano sin siquiera haberlo conocido al cien por ciento.

Ryan se acercaba sonriendo, pero también algo triste al saber que Simba Yang, uno de los mejores amigos que había hecho en la vida se quedaría en Corea del Norte luego que se marcharan al día siguiente, decidió borrar aquello de su cabeza y demostrar alegría al leoncito.

-Aunque estemos separados- le dio una pulsera de plata que había comprado en Animalia- siempre estaremos juntos, sé que tú y yo nos volveremos a ver muy pronto, porque me encantaría volver a tu país y sobre todo a visitarte- Ryan abrazó con mucho cariño a Simba Yang- yo también te espero en Animalia, tienes tu casa con nosotros- Ryan comenzó a llorar con mucho sentimiento- yo también te voy a extrañar, Simba.

-Gracias- Simba correspondió al abrazo de Ryan- Gracias, Ryan, yo espero verte muy pronto, prométeme que vendrás a visitarme- se talló una de sus lágrimas nuevamente- porque contigo y tus amigos, sentí lo que era realmente ser feliz por primera vez en la vida, gracias a todos en verdad, espero verlos muy pronto.

Así lo hicieron, con un abrazo grupal despidieron a Simba Yang, el leoncito se quedó en la mesa observando cómo se marchaban, llorando en silencio quedándose nuevamente atrapado en un sentimiento de tristeza, pues la fuente de la alegría en su vida se alejaba por las oscuras calles de la ciudad de Pyongyang. 

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