"No sabes lo feliz que me hace pasar tiempo contigo". Alan besó una y otra vez los labios de Louis mientras lo abrazaba. El ojizafiro suspiró, sabía que no debía haber llamado a Alan después de todas las emociones que había sentido ese día, pero era la única forma de dejar de pensar en Harry y sus preciosas rosas.
"También me gusta pasar tiempo contigo". Besando castamente sus labios, se acomodó en el sofá para poder mirar mejor el televisor.
"Tu madre es realmente amigable"
Louis sonrió. "Me alegra que se hayan llevado bien". Inclinándose hacia la mesita de centro, tomó un pequeño sorbo de su té.
"¿Qué piensas de mañana ir a cenar juntos?". Alan acarició su cuello suavemente.
"Me gustaría". Afirmó antes de bostezar, el reloj marcaba las nueve de la noche, el agotamiento comenzaba a hacerse presente en su cuerpo.
"Estas agotado". El hombre se inclinó besando una y otra vez su barbilla, Louis se estremeció.
"Un poco"
"Voy a irme entonces, de cualquier forma ya es tarde"
"Está bien, avísame cuando llegues ¿sí?"
"Lo haré bonito"
Salieron a la calle y entre las luces cálidas, el hombre lo acercó a su cuerpo para besarlo con profundidad, Louis intentó relajarse, pero se estaba tornando una tarea difícil, sobre todo cuando sus pasamientos estaban sobre unos pétalos rojos.
"Nos vemos mañana". El hombre susurró picoteándole una última vez los labios.
"Adiós". Le dijo una vez que se separaron y caminó hacia la puerta de su casa.
"Adiós". El hombre se metió en su vehículo y arrancó, Louis cerró la puerta de la casa y subió a su habitación. Necesitaba dormir.
Louis dio una, dos, tres, hasta cuatro vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, cada vez que cerraba sus ojos, unos pétalos rojos aparecían inmediatamente en su memoria. Él sabía que no iba poder evitar para siempre la situación, tenía que hablar con Harry.
Abandonó su cama en un dos por tres, se sacó su pijama y vistiéndose nuevamente, agarró sus documentos antes de salir de su habitación.
"¿Vas a alguna parte?"
Louis saltó cuando la voz de su madre se hizo presente, dándose vuelta la miró parada en la entrada de la cocina.
"Yo...."
"¿Tú?". Ella elevó una ceja.
Suspiró, no podía mentirle. "Voy a casa de Harry"
Los ojos de su madre se ampliaron. "¿A las diez y media de la noche?"
"Si".
"Louis..."
"Tengo que hacerlo mamá, es urgente"
Ella suspiró, "Esté bien, llévate el auto"
"¿Estás segura?"
"Sí"
"Gracias". Tomó rápidamente las llaves del vehículo.
"Cuídate, si?"
"Lo haré". Afirmó abriendo la puerta. "Buenas noches mamá". Salió de casa decidido a poner por fin las cosas claras sobre la mesa.
Las manos de Louis temblaron cuando estacionó su vehículo frente a la casa de Harry y marcó su número telefónico, la casa estaba completamente a oscuras, esperaba que Harry no estuviese durmiendo.
"¿Louis?". La voz profunda lleno la línea, cerró los ojos al instante.
"Siento llamar a esta hora ¿estabas durmiendo?"
"No"
"Oh... entonces ¿me puedes abrir?"
El silencio llenó la línea por unos minutos.
"¿Qu... qué?"
"Estoy afuera de tu casa"
"Oh por dios". La llamada se cortó
Louis guardó sus manos dentro del bolsillo de su sudadera, se maldijo por no haberse puesto algo más cálido, la noche estaba demasiado fría. Antes de que el temblor se hiciera cargo de su cuerpo, la puerta de la casa se abrió revelando la imponente figura de Harry. El frío quedó detrás.
"Hola". Dijo en voz baja.
"Hola". Los ojos de Harry parecían somnolientos. "Vente, entra, está muy frío aquí"
"Gracias". Se metió en el lugar lentamente, estaba estúpidamente nervioso.
"Yo... quieres algo caliente para tomar?"
Louis suspiró. "No, gracias". Mirando el rostro de Harry, captó lo nervioso que estaba.
"Yo... tenemos que hablar"
"Lo hacemos". Bajó la mirada hacia sus pies.
"Vamos a subir a mi habitación, ¿sí? está muy frío aquí"
Louis no opuso resistencia, su cerebro se congelaría si se quedaban parados ahí. Caminando lenta y silenciosamente hacia la habitación, se sentó a los pies de la cama cuando Harry cerró la puerta.
"Supongo que recibiste mis flores". Harry se apoyó sobre su escritorio
"No tenías por qué hacerlo". Le dijo de inmediato
"Tenía, me comporté muy mal contigo"
Louis bajó los ojos hacia sus manos. "Escucha Harry, yo..."
"No". Harry se movió y se arrodillarse frente a él. "Soy yo el que tiene que disculparse". Dejó caer sus manos sobre sus muslos. Louis levantó la barbilla conectando sus ojos, era tan hermoso, pero le provocaba tanto dolor a la vez. "He sido un completo imbécil contigo y lo siento, supongo que ahora que te he vuelto tener en mi vida estoy más posesivo contigo"
Louis rodó los ojos. "Siempre has sido así y entiendo que muchas veces quieras protegerme, pero no voy a apartarme de alguien solo porque tú quieres"
Harry aspiró con profundidad. "No quiero que hagas eso, yo..."
"Tú, qué?"
Los labios gruesos del hombre se abrieron y cerraron innumerables veces.
"Solo... lo lamento"
Un resoplo explotó en sus labios. "No me sirve que ahora me digas que lo sientes, si tan pronto me veas con Alan te vas a volver a poner idiota"
Harry tragó con dureza mientras se pasaba la mano por la frente. "¿Qué quieres que hagas entonces?"
"Dale una oportunidad...". Observó como los ojos verdes de hombre se ampliaron como la misma galaxia. "Puede que lo nuestro funcione, como no, pero de alguna forma todos nos vamos a encontrar innumerables veces, solo te pido que le des una oportunidad"
Louis lo observó, Harry bajó la cabeza y se pasó las manos por el rostro ¿Por qué le costaba tanto darle una oportunidad?
Transcurrieron un par de minutos antes de que Harry por fin asintiera con la cabeza.
"Está bien". Dijo levantando la cabeza para mirarlo. "Si eso implica no perderte lo haré"
Louis logró captar la resistencia que aún había en su voz, pero decidió darle una oportunidad. La última quizás.
"Bueno, me alegra saberlo". Lo siguiente que salió de su boca fue un jadeo, su cuerpo fue empujado hacia el colchón y la figura de Harry se cernió sobre él.
"No quiero perderte". Harry se acomodó entre el colchón y su cuerpo, su rostro fue a plantearse entre su cuello y hombro.
"Entonces no hagas nada que lo provoque". Se removió hasta encontrar una posición cómoda para ambos. Harry suspiró.
"No lo haré"
Cerrando sus ojos, vació todos sus pensamientos y disfrutó del momento, su cuerpo completo cosquilleaba ante la cercanía del hombre, su respiración suave le golpeaba el cuello dejándolo sin defensas.
"Me gustaron mucho tus rosas". Le confesó luego de minutos
Harry se movió de lado, recargó su codo izquierdo en la cama y apoyó la cabeza en la palma de su mano, lo miró con una sonrisa tranquilizadora.
"Me alegra saberlo". Su mano derecha fue a dar al cuello de Louis. "Yo no suelo tener ese tipo de gestos"
Louis recordó las relaciones pasadas de Harry y las palabras que había utilizado su hermana esa tarde. Sin duda, Harry no tenía esos gestos con las personas.
"Me siento halagado entonces"
Los labios gruesos de Harry se curvaron en una sonrisa. Antes de que Louis pudiera decir algo más, la mano del hombre comenzó a acariciar su pómulo derecho, sus labios se entreabrieron cuando observó los ahora ojos oscurecidos de Harry, su corazón palpitaba a gran velocidad, no recordaba haber visto alguna vez esos ojos mientras lo observaban.
Las alarmas de emergencia se encendieron dentro de su cabeza cuando sintió la bestial necesidad de inclinarse hacia adelante y besarlo por primera vez. Cerrando los ojos, inclinó su cabeza hacia el lado contrario.
"Creo que ya es tarde, debería irme". Intentó moverse, pero Harry obstaculizó sus movimientos reteniéndolo contra su cuerpo
"No, no te vayas". El hombre lo abrazó enterrándose nuevamente contra su cuello. Louis se quejó, le hacía todo más difícil.
"Harry ya es tarde"
"Quédate a dormir aquí". Ronroneó el hombre mientras se apretaba más contra él.
"No puedo". Musitó. "Aparte tú trabajas mañana"
"Entro al medio día, dale duerme aquí". Dejando ver su rostro nuevamente, le dio unos ojos de cachorrito. Louis suspiró, no podía contra ellos.
"Está bien, pero me estás prestando ropa"
Harry sonrió mientras levantaba un brazo feliz.
"Lo que tú quieras"
Levantándose de la cama, Harry buscó entre sus cajones la ropa.
Minutos más tardes, Louis permanecía vestido cómodamente con la ropa del hombre.
"Estoy durmiendo en el lado izquierdo". Dijo mientras acomodaba las frazadas para entrar a la cama.
"Lo sé, siempre ha sido tu lado". Sonriente, Harry se metió a la cama junto a él. Se acomodaron hasta quedar uno frente al otro.
"¿Tienes universidad mañana?"
Acomodando su cabeza sobre la almohada negó con la cabeza. "No, pero siempre hay algo que hacer, sobre todo cuando me queda tan poco"
"¿Ya tienes pensado qué vas hacer cuando salgas?"
"Algo, he pensado en trabajar de inmediato o tomar mis ahorros y viajar"
"¿A Noruega?"
"Sí"
"No sería una mala decisión, siempre ha sido tu sueño"
Asintió antes de poner una de sus manos sobre la almohada y cerrar los ojos, estaba agotado.
"La llevas puesta"
No comprendió las palabras hasta que abrió los ojos y captó aquellos verdes sobre su muñeca. Miraba la pulsera que le había regalado el día de su cumpleaños.
"No me la he quitado desde que me la regalaste"
Los dedos de Harry acariciaron su piel
"Pensé que la habías tirado"
Sus ojos se expandieron. "Por más que estuviera molesto, no habría hecho tal cosa"
Harry cerró los ojos antes de rodearlo con sus brazos y atraerlo contra su pecho. "Eres increíble". Susurró mientras plantaba los labios contra su frente.
Louis cerró los ojos, «pero no lo suficiente para enamorarte de mí»
Supuso que de alguna forma Harry logró descifrar sus pensamientos, ya que segundo siguiente tenía los abrazó del hombre rodeándolo con posesión.
Louis se quedó dormido rápidamente sin imaginar la batalla que se estaba generando dentro de Harry.
&
Louis reconoció de inmediato el motivo de su despertar al día siguiente, su cuerpo se había vuelto frío, el cuerpo que le había proporcionado calor toda la noche ya no estaba en la cama. Abriendo los ojos lentamente captó como los rayos de sol comenzaban a cubrir la habitación.
"¿Despierto ya?"
Acomodándose en la cama, direccionó los ojos hacia la voz; Harry estaba vestido con un traje semiformal, el hombre secaba sus rizos mojados con una toalla. Louis sonrió, podía contemplar esa imagen toda una vida, pero no se le estaba permitido.
"Me enfrié". Confesó y la sonrisa de Harry cubrió sus rosas labios. "¿Te levantaste hace mucho?". Se sentó en la cama.
"No". El ojiverde dejó caer la toalla en un canasto de ropa sucia. "Pero me hubiese encantado haber permanecido más tiempo". Caminando hacia él, se sentó en la cama.
"¿Qué hora es?"
"Ocho y media"
Asintiendo, estiró los brazos sobre su cabeza.
"Debería irme, tú tendrás que irte pronto"
Harry negó. "Aún tengo un par de horas, quiero que vayamos a desayunar juntos"
"¿A dónde?"
"A una cafetería que abrieron por aquí, es muy buena"
Louis suspiró. "Está bien, déjame cambiarme y vamos"
Dándole unas palmaditas en la pierna, Harry asintió y se levantó.
"¿Tu madre duerme?". Louis preguntó una vez que salieron de la casa y comenzaron a caminar por las calles soleadas de la ciudad.
"Si, supongo que hoy irá más tarde a la empresa"
"Bueno, eso me hace recordar que debo escribirle a mi madre, me traje su auto"
Harry se rió. "¿No se lo pediste?"
"Ella misma me lo ofreció, pero como no llegué a dormir... ya sabes". Sacó su móvil escribiéndole rápidamente a la mujer.
"No creo que tengas problemas"
"No, no lo creo tampoco". Se quedó más tranquilo cuando su madre le respondió que estaba todo bien, que regresara cuando fuese necesario.
Finalmente terminaron caminando dos cuadras antes de encontrarse con la cafetería.
"Este lugar tiene muy buenos productos". Harry abrió la puerta permitiendo que entrara primero. Dentro del lugar, Louis aspiró el exquisito olor de los diferentes pasteles frente a él.
"Huele increíble"
"Lo sé, he estado un par de veces aquí y nunca he comido algo en mal estado"
Sonriendo, Louis caminó hacia la vitrina de pasteles, examinó cada uno de ellos con minuciosidad, todos se veían deliciosos.
"¿Algo que se te apetezca comer?". El cuerpo de Harry se acercó a él, su brazo derecho le rodeó la cadera y sus cálidos dedos presionaron contra su piel cuando el jersey que traía se subió. Sintiendo un escalofrío recorrer su sistema, Louis se mordió el labio evitando responder que quería comérselo a él.
"Honestamente todo se ve delicioso". Cerró los ojos por un breve segundo cuando los dedos de Harry acariciaron la piel de su cadera.
"Bueno, te estoy invitando, pide cuanto quieras"
"Tomaré tu oferta". Dándole un guiño, se soltó de su agarre para caminar hacia la muchacha detrás del mostrador.
La boca de Louis se hizo agua cuando su mesa se llenó de víveres y comida; café de vainilla, jugo de naranja y tres diferentes tipos de pasteles.
"Gracias". Le dijo a la muchacha cuando dejó todo en su lugar. "Vaya, deberías invitarme a desayunar más seguido". Con una sonrisa, revolvió su café.
"Lo haría si te quedaras a dormir conmigo". La sonrisa descarada adornó los labios del hombre. Louis lo miró con una ceja alzada.
"¿Estas incitándome a hacerlo?"
Los ojos de Harry se quitaron de su pastel para mirarlo.
"Quizás...". Esta vez el hombre elevó una ceja
Louis no pudo contener el sonrojo que se apoderó de sus pómulos. Girando su cabeza, se llevó a la boca un pedazo de pastel.
"¿Bueno?"
Asintió frenéticamente. "Increíble"
"Te dije que hacían muy buenos pasteles"
Asintiendo, se limpió la boca con la servilleta. "Bueno, ahora dime, qué tienes para hoy?"
"No mucho solo trabajar"
"Que aburrido". Dijo antes de recordar la conversación de su hermana, seguramente no tenía con quien pasar el tiempo después del trabajo. "¿Puedo preguntarte algo?"
Harry asintió mientras masticaba lentamente su comida.
"¿Tuviste una pelea con Grace, cierto?"
Harry dejó de masticar y sus ojos lo miraron de inmediato sin pestañar, su expresión relajada se fue por completo.
"¿Ella te dijo algo?". Preguntó con la mandíbula tensa. Louis tragó duro.
"No, no lo hizo". Antes de que le volviera a preguntar, continuó. "La oí sin querer hablar por teléfono... lo siento"
"No te disculpes, no tienes la culpa"
Harry volvió a llevarse a la boca un trozo de pastel, masticaba con dureza.
"Creo que deberías hablar con ella para solucionarlo, ella es terca y le cuesta soltar todo lo que siente"
Harry dejó de comer y lo miró, Louis se estremeció ante su mirada penetrante.
"¿Realmente quieres que haga eso?"
Apartó sus ojos enfocándolos en la fresa fresca de su pastel.
"Ella es mi hermana, me preocupa y no quiero verlos mal, tampoco te quiero ver triste"
"No estoy triste". La respuesta fue inmediata, Louis lo miró sin poder comprenderlo. "Vamos a cambiar de tema, por favor"
Observó como Harry lentamente tomó la fresa del pastel y se la llevó a la boca masticándola por la mitad.
"Está muy buena, prueba". Inclinándose más cerca, Harry llevó su mano a la boca de Louis. Casi sin aliento, abrió su boca recibiendo la jugosa fresa. Harry no apartó ni un segundo los ojos mientras masticaba.
Louis intentó no atragantarse mientras hacía frente a esos ojos que lo observan de una forma tan... ¡Maldición! Ni siquiera lo sabía.
Se obligó mentalmente a pensar que no había nada extraño pasando entre ellos, pero el aire que los rodeaba le gritaba lo contrario.
&
"Si adriane no fuera mi mejor amigo, te juro que lo hubiera golpeado por idiota". Alan quitó los ojos del sándwich para mirar a Louis, resopló por la nariz cuando observó su expresión. "Louis...". Repitió una vez más, pero el hombre no reaccionó hasta que tocó su brazo y saltó.
"Qu... qué". Pestañó velozmente.
"No oíste nada de lo que dije, cierto?"
Louis tragó duro, estaba perdido porque no lo había hecho, sus pensamientos estaban demasiado lejos... de alguna forma se habían quedado en el desayuno de esa mañana con Harry. Ese hombre le estaba haciendo perder la cordura.
"Lo lamento". Bajó la cabeza avergonzado.
"¿Qué pasa entonces? Estás preocupado por algo?"
Louis se odió, este hombre era tan bueno con él ¿por qué no podía corresponderle de la misma manera?
"No, solo estoy un poco cansado"
"¿No dormiste bien anoche?"
Louis guardó silencio, había dormido más que bien entre los brazos de Harry, pero no podía confesarlo.
"Lo hice, supongo que es cansancio acumulado"
"Comprendo". El hombre levantó su mano y le acarició su rostro. "Voy a dejarte en casa cuando acabemos esto ¿está bien?"
Louis asintió antes de que los labios del hombre estuvieran sobre los suyos; cerrando los ojos se dejó llevar por la sensación, sus labios eran suaves, se sentía bien ser deseado por alguien.
"¿Te gustaría entrar? podemos ver una película en mi habitación". Louis preguntó cuándo estuvieron frente a su casa. No podía ser injusto con Alan, apenas y habían pasado tiempo juntos.
"Me encantaría". El hombre sonrió.
Entraron a la casa en completo silencio, Louis sabía que su madre no estaba en el lugar por lo que no perdió tiempo en ir a buscarla.
"Entonces... ¿Qué película te gustaría ver?". Preguntó mientras se recostaba en la cama, le hizo una señal al hombre para que hiciera lo mismo.
"Veré lo que quieras"
Louis se rió. "Eso no ayuda mucho"
Encendiendo el televisor buscó una película en Netflix.
"¿Qué tal una de ciencia ficción?". Preguntó.
"Me encanta"
"Vale". Buscó sigilosamente hasta hallar una del agrado de ambos. "Mierda, soy un pésimo anfitrión ¿quieres servirte algo antes de ver la peli?"
Alan sonrió. "Un poco de agua estaría bien"
"Vale, voy a la cocina"
Sonriente se levantó y salió de la habitación, caminó con tranquilidad por los sectores de su hogar, hasta que soltó un sonido asustadizo cuando su cuerpo chocó bruscamente contra otra persona.
"Mierda". Sobándose el brazo que había sido golpeado, dio un paso hacia atrás y levantando los ojos se encontró con el rostro menos esperado. La piel de su cuerpo se heló por completo ante la vista del hombre que constantemente estaba en su cabeza.
"Harry". Exhaló mientras sus ojos le recorrían el rostro; llevaba el cabello alborotado y sus labios estaban hinchados. Una pulsada de dolor atravesó su sistema cuando la realidad se estableció delante de él y un simple pensamiento dio vuelta su cabeza... las reconciliaciones siempre son lo mejor. Estaba ahí por su hermana.
"Hola". Una pequeña sonrisa comenzó a formarse entre sus labios. Louis prefirió no mirarla, su boca tenía rastros de una dolorosa realidad.
"¿Qué haces aquí?". Cerró los ojos cuando se dio cuenta de su estúpida pregunta. "Olvida eso, ya sé porque lo estás". Moviéndose rápidamente por el lado del cuerpo de Harry, entró finalmente a la cocina; su cuerpo se sentía tenso y pesado, esperaba que el hombre no pudiera observar como aún le afectaba la situación. Moviéndose hacia la nevera, abrió la puerta. Los ojos de Harry estaban sobre él. "Supongo que te arreglaste con Grace"
Hubo un breve silencio de por medio.
"Si". Harry dijo en voz baja. "Hice lo que me pediste ¿no?"
Louis se quedó estático mirando la nevera ¿cuán estúpido podía ser Harry? ¿cuán ciego podía llegar a estar para no captar lo difícil y doloroso que había sido pedirle que arreglara la situación con su hermana?. Una vez más, cerró los ojos y se tragó las lágrimas.
"Sí". Fue todo lo que respondió antes de tomar dos botellas de agua. El aire comenzaba a cargarse de tensión, Louis se preguntó si Harry era consciente.
"¿Sediento?"
Louis miró como los ojos del hombre se posaban en las dos botellas entre sus manos.
"En realidad una es para Alan". Esta vez se atrevió a mirar al hombre ante el puro placer de ver su reacción. Ojos oscuros, ceño fruncido y labios tensos.
"¿Él está aquí?". Harry cuestionó casi sin poder creerlo
Louis se pasó la lengua por los labios y asintió. "En mi habitación"
Los ojos grandes y molestos, le dejaron un dulce sabor en la boca, no podía ser siempre él, el que perdiera.
"Y eso me hace recordar que tengo que volver". Sin mirarlo caminó hacia la puerta de la cocina. "Disfruta tu reconciliación". Sus palabras salieron con acidez, no podía fingir esta vez.
Regresó a la habitación sintiéndose una basura.
"¿Estás bien?". La mano izquierda de Alan acarició su piel cuando volvió a establecerse a su lado. "Te ves un poco pálido"
"Puede que sea el frío". Murmuró apegándose al hombre. "Abrázame por favor". La suplica provino de lo más profundo de su corazón necesitado de afecto.
"Eso no me lo tienes que pedir". El hombre lo envolvió cálidamente con sus brazos, Louis enterró el rostro en su cuello y cerró los ojos intentando olvidar lo sucedido.
La película dio inicio y Louis intentó mantener los pensamientos en ella lo que más que podía, pero era demasiado difícil, sobre todo cuando sabía que Harry estaba a unos cuantos metros. Necesitaba una distracción.
Antes de que pudiera pensar con más claridad las cosas, su cuerpo necesitado de cariño comenzó a hacerse cargo de la situación. Sus labios comenzaron a dejar besos sobre la piel tibia del hombre; se ganó de inmediato la atención de Alan.
Con un pequeño jadeo de por medio, Alan giró su rostro y plantó sus labios juntos en un beso desesperado; Louis pronto estuvo bajo el cuerpo del hombre con la respiración acelerada.
"Eres tan precioso". Los labios húmedos del hombre se movieron hacia su cuello y su cadera comenzó a moverse circularmente.
Louis gimió en voz baja, sentía correcto e incorrecto lo que estaba haciendo.
Obligado a dejar la racionalidad de lado, se permitió disfrutar del momento, no había tenido las manos de un hombre en su cuerpo hace demasiado tiempo.
Rodeando con sus brazos el cuerpo de Alan, Louis buscó sus labios con desesperación; sus lenguas se enredaron fácilmente.
"Mmh". Gimoteó sobre los labios del hombre cuando sus manos le agarraron el trasero. Sus caderas se movieron involuntariamente hacia arriba provocándoles un gemido.
"Mierda, Louis". El hombre arrastró su boca sobre la piel caliente de su cuello. "Déjame tocarte, por favor"
Louis asintió sin palabras.
Las manos del hombre prontamente estuvieron bajo el jersey que traía; le levantó la tela y sus labios suaves saborearon su piel.
"Dios". Su labio inferior presionó contra sus dientes, cuando la boca de Alan se posicionó bajo su zona ventral y segundos siguientes le bajó el pantalón.
"Eres hermoso". El hombre tiró la prenda a un lado. Antes de comenzar a dejar besos a lo largo de su cuerpo, se quitó sus propios pantalones. Sus labios volvieron a unirse y esta vez Louis pretendió no dejarlo ir.
"Mmh". Louis escondió su rostro contra el cuello de Alan, cuando el movimiento de sus caderas se volvió rápido y descuidado ¿Esto es lo que había querido, no? Una especie de sexo rápido para olvidar, pero el resultado sin duda no había sido el esperado. No olvidaba. Su cuerpo reaccionaba ante las caricias por naturaleza humana, pero su corazón seguía estando vacío.
"Joder". Alan gimoteó con la cabeza echada hacia atrás cuando una pequeña mancha de semen cubrió su ropa interior. Louis cerró los ojos y apaciguó su quejido cuando la mano derecha del hombre tomó con dureza su cadera y comenzó a frotar sus erecciones de forma rápida. Sabía que no iban a durar mucho tiempo.
Aferrándose con fuerzas a la espalda de Alan, Louis se retorció cuando la sensación del orgasmo atravesó su cuerpo. La humedad y el gruñido satisfactorio de Alan, le hicieron saber que también había llegado.
"Dios eres increíble". Alan susurró cuando sus ojos se encontraron.
Louis no dijo nada, simplemente dejó que los labios del hombre lo besaran.
"Voy a buscar algo para que te limpies". El hombre desenredó sus cuerpos y se levantó. Louis se quedó quieto en la cama sintiendo todo y nada a la vez. Sus ojos volvieron a pestañar minuto más tarde, cuando unas fuertes pisadas sobre las escaleras se hicieron presentes y un brusco portazo hizo estremecer los vidrios de su ventana.
Las alarmas de emergencias se encendieron dentro de su cabeza, su cuerpo repentinamente se volvió frío.
No lo vayas a hacer, no te atrevas a levantarte para mirar lo que está pasando, pero él lo hizo, con sus piernas inestables caminó hacia su ventana y abrió la cortina mirando la calle iluminada por las tenues farolas. Sus ojos cayeron de inmediato sobre el hombre que permanecía con una mano apoyada en la puerta de su vehículo y la cabeza inclinada hacia abajo.
"Harry...". Susurró sin aliento cuando lo vio dar un golpe con el puño a la puerta.
Supuso que algún movimiento debió de haber hecho su cuerpo, ya que el hombre levantó la cabeza y sus ojos se encontraron.
Se quedó petrificado ante su expresión dura y ojos fríos, los brazos de Harry cayeron a los costados y sus manos se transformaron en puños ¿Por qué lo miraba así? ¿Por qué sus ojos transmitían tanto enojo, dolor y frustración?
Perdió la noción del tiempo, no supo cuánto estuvieron mirándose a la distancia, pero cuando sus labios se entreabrieron en busca de intentar decir algo, Harry se dio vuelta y metiéndose en su vehículo, lo arrancó a toda velocidad.
Louis se quedó sin aliento, apoyó sus manos y cabeza sobre el cristal mientras las palabras se repetían dentro de su cabeza.
"Viniste a arreglar la situación porque te lo pedí, pero si te hubiera pedido que me amaras no lo habrías hecho. Podrías haber sido tú esta noche, no Alan"
Esa noche, Louis se despidió de Alan con un beso corto y se fue a la cama sintiéndose desgarrado por dentro.