En una habitación de Hogwarts
Un pelinegro estaba apoyado en la ventana, miraba el árbol del Lago Negro, recordando sus momentos con su querida castaña, eso era lo que le quedaba, recuerdos.
Recuerdos de su amada castaña, de su pequeña, la que le puso el mundo patas arriba, su pequeña, la que el no espero amar y mucho menos que ella le amara. Ahora sólo le queda un corazón desolado en busca de un amor negado, su castaña la que hace varios meses había desdibujado de su rostro la sonrisa que solo a ella dedicaba, le dejó una soledad eterna y un miserable mundo frío donde solo puede extrañarla, extrañar sus abrazos, sus ojos marrones como el chocolate, extrañar la sonrisa que solo le dedicaba a él, sus momentos de charlas en las que hablaban de todo, extrañar su risa y hacerla reír por tonterías, extrañar observarla mientras lee, extrañarla a ella y odiarse a si mismo por perderla y por condenarse a la existencia de un recuerdo y provocar en su vida más de un desvarío.
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Después de tanto tiempo de haber escrito este capítulo, puedo decir que sigue siendo mi favorito.
Un abrazo a todos.
Una orgullosa Slytherin 😉💚