El secreto de la libertad

By OscarVF2233

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La vida tiene sus duros momentos, los cuales se nivelan por el contexto en el que te encuentras, Livingstone... More

Introducción
Todavía te quiero 나는 아직도 너를 사랑
La familia es para siempre 가족은 영원하다.
Un viaje inesperado 예기치 않은 여행
El principio de todo 모든 것의 시작
Una entrevista comprometedora 타협적인 인터뷰
Un largo viaje 긴 여행
Air Koryo 고려 항공
Corea del Norte 북한
En tierra de Nadie 아무 남자의 땅에서도
Un lugar insólito 특이한 곳
Una tarde en Pyongyang 평양의 어느 날 오후
El paralelo 38 번 평행선
Día de la estrella luz 일 스타 라이트
La partida 출발
Sentencia perpetua 영원한 문장
Amarás al líder sobre todas las cosas 당신은 무엇보다 리더를 사랑합니다
En busca de ayuda 도움을 찾고
Luchar para Sobrevivir 생존을 위해 싸워라
Nueva nacionalidad 새로운 국적
Servicio militar 병역
Una nueva misión 새로운 임무
Nueva familia 새로운 가족
Reunión internacional 국제 회의
Nueve años después 9 년 후
Un héroe sin capa 망토가없는 영웅
La vida en Corea del Norte 북한 생활
Huye Lejos 도망 치다
Ascenso de Rango 랭크 프로모션
Ni un minuto más 조금만 더
Organización de las naciones unidas 유엔 조직
Un plan sin fallas 완벽한 계획
El precio de la libertad 자유의 대가
Un sobreviviente en Corea del sur 한국의 생존자
Reencuentro en Seúl 서울에서의 재회
Un testigo ejemplar 모범적 인 증인
Volver a sonreír 다시 웃어
Epílogo 에필로그
Agradecimientos 감사의 말

Prefiero ser feliz 나는 행복하기를 좋아한다.

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By OscarVF2233

Con el paso de los días correspondientes al primer semestre de la educación superior de Ryan como licenciado en relaciones internacionales las cosas fueron empeorando, el medio curso fue difícil por cuestión de adaptarse a un cambio académico realmente difícil para el cachorro, la universidad no era lo mejor que le había pasado, ahora con más razón extrañaba la preparatoria, esa hermosa etapa donde conoció a verdaderos amigos y excelentes profesores que marcaron la vida de aquel leoncito. Siendo ésta la mejor temporada de su vida en cuestión académica, excelentes calificaciones y ninguna duda en clases durante el periodo de la preparatoria.

Había presentado su examen de admisión a la universidad con la esperanza de encontrar una enseñanza de calidad en todos los contextos ofrecidos por la facultad en la que se había inscrito.

Se preparó arduamente por más de dos meses, estudiando diversas materias que le ayudasen a pasar su examen victoriosamente, mucha presión y preocupación física y sobretodo emocional.

Todas las noches antes de presentar aquel examen de admisión a la universidad no podía dejar de pensar al respecto.

El día de su examen se llegó, con ayuda de su padre preparado académica y psicológicamente se dirigió a presentar un examen de cuatro horas, un poco nervioso pero seguro de sí mismo contestó conscientemente cada una de las preguntas correspondientes a complejas secciones impuestas por la facultad de leyes.

Fue un momento de incertidumbre con respecto a otros asuntos, dado que Ryan concentró su completa atención al examen durante el arduo tiempo de duración del mismo.

Al finalizar salió muy contento de haber comprendido al cien por ciento todas las preguntas, tan solo había tenido duda en cuatro preguntas correspondientes a la parte diagnóstica, pero al darle la noticia a su padre ambos se regocijaron de dicho logro el día del examen.

El periodo de espera fue tenso, al ver los resultados de sus compañeros sentía felicidad por quienes habían sido seleccionados y obviamente tristeza por sus amigos que no quedaron en la facultad de su preferencia.

El simple hecho de ver a los leones llorando por no haber quedado en la facultad que querían le partía el corazón a Ryan, sintiendo lástima por sus amigos, pero sobretodo miedo por su resultado, temiendo terminar en el destino de muchos desafortunados.

Para sorpresa de Ryan el tiempo había pasado muy rápido, llegándose el día en que su resultado le fue entregado vía internet.

Livingstone quiso acompañar a su hijo en aquella ocasión, pero Ryan decidió consultarlo solo.

Su situación con respecto al resultado del examen presentado es: ACEPTADO

Tal fue su impresión de saber aquella noticia que las lágrimas de Ryan comenzaron a salir provocando que éste llorara de felicidad, Livingstone orgulloso de su hijo festejó el triunfo de Ryan.

Apenas comenzaron las clases todo cambió para Ryan, aquella felicidad e intriga de conocer la facultad de leyes cambió, instalaciones realmente deplorables para el gusto del cachorro en la universidad kremlin lo decepcionaron por completo.

Los profesores realmente despreocupados por el destino de sus alumnos, llegando a tal punto de que un amargado León, profesor de constitucionalismo llegaba a la clase de Ryan sin saludar a los alumnos, solo a explicar el tema y retirarse secamente.

Su terrible profesora, Balquiarena, ni hablar de ella, Ryan la odió apenas aplicó la primera actividad fundamental de sus unidades de aprendizaje, para colmo del león aquella nefasta profesora le impartía dos materias importantes; Leyes fundamentales y cooperación internacional. Quien apenas explicaba por encima los conceptos.

Ryan estaba completamente decepcionado, apenas había hecho dos amigos en la facultad, sintiéndose ahora realmente deprimido por haber perdido todas sus amistades y lindas experiencias vividas en la preparatoria.

Cada día era una tortura para Ryan, quien intentaba ocultar su depresión causada por los terribles tratos de la facultad a su padre, él deseaba darle la satisfacción a Livingstone de tener un hijo profesionista pero nada se ponía de acuerdo para que Ryan lograra apenas pasar las materias en primer semestre.

El león estudiaba arduamente todas las unidades de aprendizaje, pero la falta de calidad y dificultad de las academias desmoronaban todos los esfuerzos del león para seguir adelante.

Conforme el medio curso de primer semestre pasaba Ryan comenzaba a sentir mucha necesidad de descansar, sus energías estaban completamente agotadas, apenas tocaba la guitarra después de haber tenido el concierto con su padre.

Ryan comenzó a sentir una rabia terrible por aquella maldita facultad, la cual desmoronaba los sentimientos y sueños de superación de todos aquellos que cursaban las carreras universitarias.

Para consuelo de Ryan había un lindo piano en la entrada del edificio cuatro de la facultad, quien lo frecuentaba cada vez que salía de clases para relajarse un poco y disfrutar de la música.

Sus pocos amigos estaban orgullosos de él, dado que tocaba el piano con una precisión fenomenal que llamaba la atención de todos los estudiantes que entraban y salín del edificio cuatro.

Una mañana a la mitad de clase de constitucionalismo Ryan fue consciente de no comprender nada de lo que estaba explicando el nefasto profesor que no saludaba a nadie, Ryan estaba completamente furioso quien tuvo que solicitar permiso para salir, aquel ambiente tenso era insoportable para el león y apenas era su primer semestre.

Caminó un poco por el pasillo, ya no valía la pena regresar a esa clase donde se sentía realmente oprimido por su profesor y los alumnos que participaban constantemente, quienes tenían un carácter arrogante terrible para quienes no fuesen tan superiores como ellos en cuestión académica.

Ryan sufría en silencio todos aquellos desprecios y terribles ambientes ofrecidos por la facultad que él mismo había escogido.

Al regresar a su aula la clase con Balquiarena comenzó, la nefasta profesora llegó con su carácter hipócrita como de costumbre, el cual ya tenía hartos a todos sus alumnos.

-¿Cómo están chicos?- entraba arrogante dejando sus cosas en el escritorio.

-¡MAL!-respondieron todos

Ésta inmediatamente hizo una mueca ignorando completamente el comentario, Ryan sacó su libreta para simular poner atención, en realidad desde que ponía una pata en ese maldito lugar deseaba estar en su casa, o en cualquier otro sitio lejos de aquella maldita facultad.

-Necesitaré un ensayo de cuatro páginas con tres esquemas para entregar-dijo la profesora pacientemente- es para asistencia, así que lo quiero antes de terminar la clase.

Ryan se juntó con su mejor amigo, Alex para avanzar el proceso de su trabajo.

-Alex, ya no soporto, esto es una tortura- dijo Ryan mientras escribía impacientemente- cada día siento que las cosas se ponen peor, ya no soporto esta escuela.

Alex lo miró preocupado, dando posteriormente una vuelta a la página del grueso libro de cooperación internacional.

-Estoy igual que tú, pero no tengo alternativa, es esto o irme a Estados Unidos a trabajar con mi madre- suspiró anotando conceptos en el ensayo- yo no quiero trabajar, yo quiero estudiar.

Ryan no respondió a dicha afirmación, estaba completamente harto y triste por la situación que parecía no soportar más.

-Cinco minutos, chicos- anunció la profesora faltando aún media hora para la clase.

Nadie reclamó, dado a la experiencia que vivieron el día del examen con la misma profesora.

Apenas Ryan comenzaba con la tercera página cuando la profesora volvió a tomar la palabra.

-Se acabó el tiempo, chicos- cerrando sus libros se ponía de pie para retirarse- son cinco puntos menos sobre su calificación final.

Todos se quedaron callados, ni siquiera los más inteligentes terminaron a tiempo, Ryan cerró su libro enfurecido, Alex hizo lo mismo para posteriormente dirigirse a la salida de la escuela.

-¿Regresarás a la última clase?-cuestionó Alex en el casillero a Ryan- veremos las leyes de inmigración actualizadas.

Ryan suspiró guardando los libros en el casillero, cerró la puerta enfurecido y echó llave a ésta.

-NO ya fue suficiente tortura por hoy ¿no crees?- bajo la mirada, triste y decepcionado- por más que me mentalizo que los días futuros serán mejores ya no puedo.

Alex lo miró con tristeza, bajando las orejas éste asintió con la cabeza a su mejor amigo.

-Yo nunca pensé que perseguir tus sueños fuera tan difícil, se supone que elegimos esta escuela por la calidad ofrecida- furioso golpeo su mochila- ahora me doy cuenta que no vale la pena este asqueroso lugar le pese a quien le pese.

Dos estudiantes de sexto semestre clavaron miradas asesinas a Alex, pero apenas Ryan les devolvió una mirada seca éstos se marcharon.

-Deben ser becarios de los terribles profesores que tenemos, otros responsables de hacernos la vida imposible- caminaron juntos hacia el piano en el edificio cuatro.

-y ¿tu padre sabe de la situación?

Apenas escuchó esa cuestión sintió tristeza, pero más aún fue la dificultad con la que respondió a su mejor amigo.

Entre lágrimas sosteniendo la mochila con la pata derecha recitó su triste realidad.

-No, yo en realidad no quiero decepcionarlo, sé que mi padre está orgulloso por mi desempeño académico, pero la realidad es otra, Alex. Estudio y aprendo pero no puedo más, esto me ha hecho demasiado daño, he caído en una depresión terrible, todos los días pienso en todos los problemas y situaciones que tengo en esta maldita escuela...Ya no lo soporto- guardó silencio aguantando las ganas de llorar- incluso he pensado en.... Sonará estúpido... pero he pensado en suicidarme.

Apenas escuchó aquello, Alex negó inmediatamente poniendo su pata en el hombro de Ryan.

-¡NO! Ryan piensa, tu padre te quiere mucho, imagina la tristeza por la que pasará al darse cuenta que estás muerto.... No le des el gusto a esta apestosa escuela de rendirte, hay otras alternativas, por favor recapacita- dijo nervioso- si lo haces soy capaz de denunciar a esta institución y hacer justicia por mi parte.

Ryan no respondió a ello, completamente destruido por dentro divisó el piano libre, junto a Alex se registró para obtener acceso al instrumento.

-No ha sido fácil- declaró abriendo el teclado del piano- es muy difícil, ¿sabes que es la depresión? Es terrible estar así, todos estos días solo pensando en la escuela y todo lo malo, sin tener la oportunidad de liberar mis pensamientos y volver a ser feliz como lo era en la preparatoria.

Alex respiró hondo, guardaron silencio cuando Ryan comenzó a interpretar la melodía WOMAN de John Lennon, desde que la tocó con su guitarra en compañía de su padre tomó un gran cariño por aquella canción.

El piano emitía su lindo sonar por todo el edificio cuatro, llenando de relajación y paz el tenso ambiente universitario entre los estudiantes que entraban y salían del edificio, Alex lo miraba sonriendo.

-Tocas excelente, ojalá tuviera esa habilidad- dijo observando las cuerdas del piano.

-Si es algo que he estado practicando desde...

No terminó de responderle a su amigo cuando un león fornido con lentes, de carácter duro se acercó al piano. Ryan pensó que éste lo alagaría por la hermosa melodía que interpretaba, pero apenas habló éste dejó de tocar el piano.

-Tú ¿de qué facultad eres?- cuestionó acomodándose los lentes.

Ryan apenado miró a Alex, inmediatamente regresó la mirada al profesor para responderle.

-De aquí, de leyes- dijo un poco nervioso.

El profesor hizo una mueca

-De aquí de leyes- dijo en tono de burla- ¿puedes dejar de tocar eso un rato?

-Sí, claro profesor- dijo Ryan nervioso.

Alex hizo una mueca al profesor que entraba a la sala de maestros que se encontraba cerca del piano.

-No le hagas caso, por algo tienen este piano aquí, ¿sabes tocar IMAGINE?

La sonrisa de Ryan volvió a dibujarse, olvidando por completo al detestable profesor. Asintió alegremente a su compañero y comenzó a tocar imagine de John Lennon.

Imagina a la gente, viviendo en paz

Cantaban juntos al son del piano, entonando una canción dedicada cien por ciento a la paz, cuando dicho sentimiento fue roto nuevamente por el maldito profesor de hacía un rato.

-Te dije que dejaras de hacer ruido- enojado reprimió a Ryan.

El cachorro armándose de valor para defender su punto de vista respondió inmediatamente.

-¿Entonces para qué tienen el piano aquí? Se supone que es de uso "Público"

Inmediatamente el detestable profesor respondió enfurecido

-Yo no lo tengo aquí, deja de hacer ruido que tengo clase y no se escucha nada en mi salón.

-Entonces ¿lo dejo o qué? Yo firmé y me he registrado...

El nefasto profesor se acercó a Ryan señalándolo con un dedo de su pata izquierda, humillándolo frente a su amigo Alex.

-Bájale a tu tono...

-ESTA BIEN YA ME VOY- Dijo Ryan cerrando enfurecido el teclado del piano- vámonos Alex.

Caminando se alejaron de aquel lugar, apenas Alex volteó para comprobar que estaba haciendo aquel profesor luego de que reprimiera injustamente a Ryan.

-Bueno para nada, está platicando con otros profesores, no tiene clase, solamente quiere molestar...miserable estúpido, déjalo allá él y su consciencia.

Ryan no respondió, enfurecido se dirigió junto a Alex a la facultad de música con muchos sentimientos encontrados dentro de sí, aquella situación en el piano con el profesor había sido la gota que derramó el vaso, estaba completamente decidido a abandonar esa nefasta facultad.

-Hijo, Alex, que alegría verlos- dijo Livingstone saliendo del auditorio de la facultad de música- ¿han salido temprano?

-Vámonos papá, por favor... Vámonos- dijo Ryan conteniendo el llanto.

Inmediatamente Livingstone se extrañó por aquel comportamiento, Alex apretó los labios mirando a Livingstone algo nervioso.

-¿Pero qué pasó? Ryan ¿te encuentras bien?- dijo agachándose para ver mejor a su hijo- Ryan...

El león ya no soportaba, tantos sentimientos encontrados desde el primer día de clases hasta ahora, todas las injusticias vividas en su escuela, estaba completamente desesperado, hundido en la depresión.

-¡SOLO VÁMONOS PAPÁ! NO QUIERO VOLVER A ESTE LUGAR, VÁMONOS YA- gritó a todo pulmón cediendo ante sus lágrimas- Por favor, papá.

Livingstone se despidió de Alex completamente extrañado por el comportamiento de Ryan, inmediatamente firmó su salida temprano para llevar a Ryan a casa, el león no dejaba de llorar en el auto, Livingstone condujo muy confundido hasta estacionar su auto en la entrada de la casa.

Ambos bajaron en dirección a la puerta principal, Livingstone afligido por ver a su hijo llorar de esa forma abrió inmediatamente la puerta, los dos leones entraron, apenas cerraron la puerta Ryan abrazó a su padre llorando a lágrima viva.

-¡PAPÁ! ¡PAPÁ!- lo abrazaba muy fuerte, Livingstone impactado no correspondió- ¡Por favor, ayúdame! YA NO PUEDO MÁS, PAPÁ.

El ver a su hijo en ese estado le hizo ceder ante la situación y derramar unas cuantas lágrimas sosteniendo a su cachorro.

-Tranquilo, aquí estoy Ryan- dijo mientras lo abrazaba escuchando los llantos del cachorro- vamos a sentarnos, por favor necesito que te tranquilices.

Escuchando a su padre y casi ahogado en sus propias lágrimas Ryan suspiró soltando a su padre lentamente. Caminaron hacia la sala, sentándose en uno se los sillones Ryan estaba listo para desahogarse.

-Por favor Ryan, dime que te pasa, esto no es normal ¿Qué te sucedió?- pregunto agitado observando como su hijo sollozaba.

Fue difícil hablar al principio, incluso pensó en no contarle nada a su padre pero recapacitando un poco mientras el silencio reinaba en la sala decidió contar todo.

-La facultad, es horrible, tengo terribles maestros, quienes nos tratan como si fuésemos del montón, tengo dos maestros terribles, uno que ni siquiera saluda cuando entra en la clase y se porta muy mal con todos, es demasiado serio y cortante con quienes le hacen preguntas-era difícil para Ryan hablar, pues aún seguía llorando- mi maestra de Cooperación internacional y leyes fundamentales es de lo peor, las dos materias más importantes me las imparte ella.... Y...Y no nos enseña nada, papá estoy desesperado, todo, absolutamente todo lo tengo que aprender por mi cuenta, no duermo bien por más que me organice- guardaron algo de silencio- el ambiente es terrible, mi calificación máxima es 92, cuando antes era un cien cerrado, papá.

Livingstone negaba con la cabeza una y otra vez, él creía que Ryan estaba en una etapa totalmente placentera y productiva, pero era todo lo contrario, lo llenaba de coraje el saber que por cuestiones de trabajo no pudo ayudar a su hijo desde el principio.

-Perdóname Ryan- Livingstone comenzó a llorar también- perdóname, por favor... Sé que debí de haber estado más cerca de ti en este cambio académico, pero no lo hice, perdóname por favor, hijo.

Ryan lloraba bastante como para responderle a su padre, lo abrazó platicándole lo mal que se sentía, mientras Livingstone lo escuchaba entre lágrimas.

-No lo soporto papá, todas las noches no puedo dormir por estar pensando en todas las cosas malas que me han pasado desde que entré a esa escuela- dijo sollozando mientras se separaba de su padre para mirarlo directamente a los ojos- tengo depresión papá, esa maldita profesora nos trata terriblemente, sus actividades son muy difíciles y por más que estudio no logro sacar buenas notas con ella.

El león escuchaba muy preocupado a su hijo, estaba consciente de que no era mentira, el ver llorar a alguien de esa forma era para interpretar a consciencia exacta que estaba diciendo la verdad con respecto a su caso.

-¿Cómo que les pone actividades sin haber explicado el tema?- cuestionó furioso.

Ryan apenas suspirando no respondió.

-Esto no se va a quedar así...

-¡NO PAPÁ! No quiero volver y no pienso hacerlo- Ryan secaba sus lágrimas mientras miraba fijamente a Livingstone- Te lo ruego por mi madre, déjame darme de baja de la universidad.

Aquellas palabras fueron tan fuertes para Livingstone que apenas las escuchó suspiró tan hondo que parecía que todo se le viniera encima, no podía asimilar aun conscientemente la situación de Ryan, para él lo más importante era ver a su hijo feliz, cumpliendo sus sueños de manera tranquila, con un ambiente cien por ciento pacífico para el bienestar de Ryan.

-Pero Ryan... tú tienes que seguir estudiando, hijo... tanto que sufriste para entrar a esa universidad, recuerda que tan frustrado estabas por el examen de admisión, cachorro.

-¡NO ME IMPORTA! no sabía cómo estaba la situación allí adentro, papá te lo suplico, te lo imploro por favor... déjame cambiarme de escuela, te juro por todo lo que quieras que... terminaré mi carrera universitaria en otro lugar, pero por favor, no quiero seguir sufriendo- declaraba con lágrimas en los ojos, mostrando desesperación a punto de hincarse en el suelo para rogarle a Livingstone.

El león estaba en estado de Shock, Ryan continuaba llorando, pero ahora más calmado, la situación completamente desfavorable para ellos siguió su curso acompañada por un silencio total.

Livingstone secaba sus lágrimas, caminando hacia la ventana de la sala observó el verde jardín junto con el cielo azul tratando de acomodar todas las ideas con respecto a la desfavorable situación de su hijo, el sentimiento de Livingstone, era difícil de describir, una mezcla de tristeza y coraje, no podía asimilar todas las injusticias cometidas con su hijo por los terribles maestros en la facultad de leyes, pero sobretodo no soportaba ver a su hijo destrozado, ver los sueños de Ryan totalmente destruidos por la avaricia de los detestables profesores de la facultad. El león estaba consciente que Ryan era un chico muy estudioso, no había mejor manera de comprobarlo que las exitosas calificaciones de la preparatoria, era claro que Ryan estaba esforzándose al cien por ciento, había sido valiente hasta llegar a tal punto de tomar una decisión que ya impactaba emocionalmente a ambos.

Tan solo ver a su hijo llorar en aquel sillón lo llenaba de coraje y aún más tristeza. Livingstone decidió volver a dirigirle la palabra a Ryan.

-Hijo, sube a tu habitación- dijo suspirando.

Ryan lo miró fijamente, éste se levantó sin quitarle la vista a su padre.

-Necesito...procesar todo esto, te prometo que en seguida voy contigo.

El leoncito subió sollozando, dejando a Livingstone solo en la sala de su hogar, caminando sin rumbo procesaba todo, derramando lágrimas en silencio.

-¿Cómo es esto posible, Lily? Mi Ryan devastado, en profunda depresión.

Su cabeza daba muchas vueltas mientras estaba a medio proceso de la terrible situación, era difícil tomar una decisión en este tipo de contextos tensos, en especial para un padre que casi no pasa tiempo con su hijo, pero Livingstone recapacitó en brindarle a su hijo a partir de este momento una mejor vida, era cierto que pagar una universidad privada costaría un ojo de la cara, pero que mejor que darle la satisfacción a su cachorro, quien había cumplido con el mejor aspecto académico durante toda su vida.

Decidido subió secándose las lágrimas para demostrarle a su hijo que podía lidiar con aquella situación.

Al llegar al cuarto de Ryan éste se encontraba cubierto con la sábana, dormido profundamente, Livingstone se acercó a su cama para presenciar a su único cachorro, arrodillándose lo abrazó suspirando hondo.

-Mi Ryan, tú sabes que estoy dispuesto a todo con tal de verte feliz, ahora sé porque todo este tiempo eras tan serio- derramando lágrimas ante la triste situación abrazó cariñosamente a su hijo- no me interesa cuanto me cueste, pero no volverás a ese lugar, te lo juro- inmediatamente sintió que su hijo se volteaba con los ojos abiertos.

Ryan sonrió con los ojos muy rojos a su padre, quien aún lo abrazaba cariñosamente.

-Gracias papá, ¿Qué haría sin ti? Por favor no pienses que es un chantajeo- aguantó las ganas de llorar de nuevo- por favor, papá

-¡Por supuesto que no! Ryan siempre te apoyaré en tus decisiones, si no estás a gusto en esa escuela te aseguro que encontraremos una privada, mucho mejor que esa basura- Ryan se sentó- te amo hijo.

Ryan derramando lágrimas abrazó a su padre, el apoyo brindado por Livingstone lo llenaba de confianza para seguir adelante con sus sueños, pues era sumamente importante seguir el camino de la vida sin dejar atrás nuestros planes más queridos, Ryan deseaba ser un embajador reconocido, cosa que ahora abrazando a su padre volvía a plantear en su camino de la vida, a veces es difícil tomar decisiones, dado que hemos trabajado muy duro en ciertos lugares para intentar realizar nuestros planes y cumplir nuestras metas. Es sumamente importante para todos estar rodeados de buenas vibras y sentimientos, en paz con nosotros mismos teniendo un mejor impulso para cumplir nuestros objetivos.

-¿Sabes papá? Tal vez aún no estoy donde realmente deseo estar, pero doy gracias por no estar donde estaba antes. 


(ESTA PARTE DE LA HISTORIA ESTA BASADA EN UNA PARTE DE MI VIDA, CUANDO ESTUVE EN FIME, FACULTAD DE INGENIERÍA MECÁNICA Y ELÉCTRICA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN, SALÍ CON UNA ILUSIÓN DE LA PREPARATORIA 22 CON EL PROPÓSITO DE CONVERTIRME EN UN INGENIERO EN SISTEMAS PERO LOS TERRIBLES MAESTROS COMO LO FUERON LA ING. FÁTIMA JANETH PEREZ BALQUIARENA, ING. JOSÉ ALEJANDRO CAZARES YEVERINO, DRA. LAURA GARCÍA QUIROGA Y DR. MIGUEL MATA PEREZ, ASÍ COMO CALIFICACIONES INJUSTAS, DESGUSTO POR LA CARRERA Y MATERIAS IMPOSIBLES DE ACREDITAR HICIERON QUE TUVIERA UNA GRAN DESILUCIÓN ESTUVE COMO RYAN SOPORTANDO POR UN AÑO ESA ESCUELA DE TORTURA AL IGUAL QUE ÉL YO TAMBIÉN DESERTÉ DE LA ESCUELA, POR CULPA DE LAS PERSONAS MENCIONADAS ANTERIORMENTE, QUE QUEDE EN SU CONCIENCIA LA DESILUCIÓN NO SOLO MÍA, SINO LA DE MUCHOS DE MIS COMPAÑEROS, AHORA ESTOY LUCHANDO POR ENTRAR A UNA CARRERA DIFERENTE DONDE COMO RYAN ME ESFORZARÉ PARA TERMINARLA Y OLVIDAR POR COMPLETO A FIME, LES DEJO ESTO COMO EVIDENCIA, GRACIAS POR LEER)

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