Era difícil comprender por qué últimamente la situación del país era dura, las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América rodeaban de interrogantes a los ciudadanos, ya que muchas de sus exportaciones a dicha nación contribuían numerosamente a la economía. Pero de todas maneras la población de aquel lugar se caracterizaba por la solidaridad, el respecto y práctica de diversos valores entre ellos, sin importar las clases sociales, desde el soberano del pueblo hasta el trabajador agrícola, independizados de la corona inglesa hacía más de ciento cincuenta años la unión del pueblo y la excelente actitud ante las adversidades era lo que siempre los caracterizaba como uno de los países más felices del mundo.
Animalia, conocido internacionalmente llevando orgullosamente una bandera morada con un escudo amarillo catalogado como uno de los más hermosos a nivel mundial, hogar de miles de ciudadanos libres e independientes, un país localizado cerca de la República Dominicana es hogar también de Livingstone, un profesor de historia universal y música, interesado profundamente en conocer el significado de miles de cosas y acciones alrededor del mundo.
La universidad Kremlin sería la sede de un gran concierto a nivel internacional, donde decenas de artistas se presentarían con un grupo musical para el premio americano de música moderna.
Obviamente Livingstone sería el encargado de dirigir a un gran grupo de estudiantes de la misma universidad a manera de orquesta, la dirección de la universidad lo escogió por sus destacadas partituras y melodías compuestas a lo largo de toda su vida.
Desde cachorro el león aprendió a tocar el piano e interesarse por los ritmos de todas las canciones que escuchaba, llegando a dominar el violín, la batería y guitarra a los ocho años.
Por su parte en la universidad los estudios de su hijo Ryan estaban vigentes en la facultad de ciencias políticas, su especialización en relaciones internacionales apenas daba comienzo aquel Agosto del 2017, con 17 años de edad. Su pasión era la guitarra, la cual tocaba con sentimiento desde cachorro, siguiendo los pasos de su padre en el ámbito de la música, llegando a tener la oportunidad de presentarse en la ciudad de Nueva York dos años antes con un numeroso grupo de guitarristas profesionales de Animalia.
A pesar de tenerlo todo, ambos no se consideraban entre ellos una familia feliz, Lily, madre de Ryan murió hacía ya doce años, dejando un gran vacío en la familia, como consecuencia la separación entre padre e hijo se dejó venir inmediatamente Ryan cumplió los diez años.
Ambos se querían pero distantemente, Livingstone todo el tiempo en la universidad mientras que Ryan pasaba la tarde con sus primos y amigos de la preparatoria y la universidad.
Una noche luego de cenar Livingstone se contactaba por teléfono con una cantante de México para componer la música de su nueva canción.
-Si lo comprendo señorita Dalia, es un honor que guste darme esa responsabilidad, en este momento estoy trabajando con el intermedio del coro.
-Me parece excelente mi querido Livingstone, es realmente excelente contar con tu apoyo para el nuevo lanzamiento de este sencillo.
Luego de exponer más puntos de vista la llamada terminó, Livingstone se encontraba realmente desesperado, el piano y la guitarra sonaban intentando darle un mejor toque a la canción que estaba a punto de finalizar.
-Y es que sin....ti no encuentro....- Livingstone realmente no conseguía la entonación correcta- Es inútil....
-¡PAPÁ!- bajaba Ryan enfadado- ya no te soporto, déjame DORMIR, tengo un examen oral mañana MUY IMPORTANTE.
Livingstone suspiró profundamente y se incorporó en su asiento del piano para dirigir su mirada hacia Ryan.
-Hijo, sé que es difícil para ti pero necesito terminar esto, es muy complicado y debes comprenderme, los tonos son complicados y el sonido de los instrumentos no va de acuerdo con lo que quiero, necesito pensar más...
Ryan frunció el entrecejo llevándose una pata hacia la frente mientras respondía a su padre.
-Lo lamento, pero no puedo papá, yo de alguna manera debo descansar, sé que es un proyecto que ambos hemos estado trabajando.
Ryan suspiró también dirigiendo su mirada hacia el reloj que estaba junto a la ventana, las dos y media de la mañana marcaba e inmediatamente negó con su cabeza.
-De acuerdo, de todos modos mañana ensayaremos en la universidad solo trata de dejarme descansar papá- dio media vuelta y se retiró.
Livingstone se llevó sus dos patas a la cabeza, desesperado por encontrar el tono de acuerdo con todos los instrumentos para dar una introducción al coro de la canción, comenzó a cantar intentando encontrarlo.
-No encuentro la manera ni.... La explicación....- su pata marcaba los acordes conforme se concentraba más.
La mañana siguiente era helada, el otoño comenzaba a llegar a Animalia e inmediatamente Ryan salió hecho un rayo hacia la puerta principal.
-A un lado, mi examen es en una hora- jadeaba mientras tomaba un vaso con leche de un trago- llegaré tarde papá.
Livingstone leyendo el periódico levantó la mirada para observar a su hijo totalmente apresurado.
-¡RYAN! La guitarra, tenemos ensayo después de tus clases.
El leoncito se detuvo a la entrada de la puerta principal quejándose de su olvido.
-Que oportuno papá, como si no pudieras llevármela más tarde- subió a buscar su instrumento e inmediatamente bajó.
Livingstone recapacitó sobre su situación, se encontraba realmente frustrado y más aun encontrándose solo, creía que el tiempo se pasaba extremadamente rápido, desesperándose cada vez más por todos sus pendientes y tan poca oportunidad de atenderlos sin tomar un descanso.
-Ya no lo soporto, Lily... que falta nos haces- se llevó sus patas a la cara de nuevo- no soy feliz, Ryan no es feliz, siempre apresurados por todo...que vida tan miserable.
Livingstone tomó su plato para llevarlo al lavabo, se vistió con su tradicional traje y partió con sus mapas y partituras para enseñar otra nueva clase en la universidad.
-Tendrán a partir de ahora cuarenta minutos para responder la parte teórica y SIN FORMULARIO DE LEY- indicaba la profesora Balquiarena- entréguenme todos sus teléfonos y mochilas al frente.
Parecía que tuviese rabia de enseñar, bueno si es que al menos tuviera un mínimo de enseñanza, sus alumnos eran muchachos realmente inteligentes, Ryan era uno de ellos, pero sufrían en periodo de exámenes y actividades ya que el contenido de sus unidades de aprendizaje los aprendía por su propia cuenta. Era una profesora de lo peor, si es que se le podía llamar profesora.
-Pero usted nos dio la oportunidad de guiarnos por los números de la ley- replicó un compañero de Ryan.
Inmediatamente la profesora tomó su examen rompiéndolo por la mitad, le entregó ¨elegantemente¨ su teléfono celular y Richard salió del salón completamente decepcionado por la falta de justicia en aquella clase.
-¿Alguien más?
Todos hicieron silencio e inmediatamente la profesora indicó el inicio al examen, al momento de voltear el examen para comenzar a responderlo Ryan sintió que todo lo que había estudiado desde hacía tres días sin descansar no había valido absolutamente la pena. Leyes completamente distintas a las vistas en clase junto con artículos que supuestamente vieron en la primera mitad del curso.
Afortunadamente su padre había contactado a un reconocido abogado para que apoyara a Ryan con las leyes básicas estatales, dándole oportunidad de responder correctamente tres preguntas de las cinco teóricas en la prueba.
-Quince minutos, chicos.
Era INJUSTO apenas habían pasado diez minutos de los cuarenta, Ryan comenzó a desesperarse pero no mostró inquietud alguna para no rebajarse al nivel de la nefasta profesora.
Livingstone por su parte daba una introducción a la guerra fría en su clase de historia.
-Los Estados Unidos junto con la Unión soviética decidieron tomar por sus propias ideas la Alemania junto con diversos territorios cercanos a la península coreana.
La clase siguió hasta la una de la tarde, la lluvia comenzó a caer fuertemente mientras todos los estudiantes de música se dirigían al auditorio para ensayar la canción que Dalia encomendó a Livingstone.
Los instrumentos comenzaron a ser afinados mientras Livingstone repartía copias de las partituras a sus alumnos.
-Chicos tenemos el honor de interpretar la canción nueva de Dalia, no debemos decepcionarla y con unos nuevos arreglos que notarán será mejor que la semana pasada.
Los leones comenzaron a acomodarse conforme los instrumentos se organizaban en la orquesta, violines por la derecha en medio, percusión detrás junto a las guitarras. Piano cerca a los guitarristas principales.
Alex, amigo de Ryan se acomodaba para tomar el rol de guitarrista principal.
-Profesor, he estado pensando y no nos vendría mal un poco de teclado en la canción, me parece que podría sonar mejor.
Livingstone lo razonó e inmediatamente sonrió en aprobación.
-Cualquier sugerencia es bienvenida, ya que llegue Ryan le asignaré el teclado.
El acordeón sería manipulado por Belinda, una leoncita estudiante de contaduría muy amiga de Ryan y aunque apenas aprendía hacía un buen trabajo con el instrumento, la puerta del auditorio se abrió violentamente abriéndole paso a Ryan, quien furioso tiraba con fuerza su mochila mientras sacaba la guitarra.
-¡RYAN!- gritó Livingstone aproximándose a su hijo- que actitudes son esas de llegar así...
El leoncito frunció el entrecejo furioso a punto de gritar.
-NO ESTOY DE HUMOR PAPÁ, HA SIDO EL PEOR EXAMEN, EL PEOR. Ya no la soporto, no nos enseña nada y se da el lujo de tratarnos con la punta de la pata, nos odia si sabe que no explica nada ¿para qué nos hace sufrir? Me iré de esta estúpida escuela.
Todos guardaron silencio, los violines, piano e instrumentos restantes dejaron de ser afinados, Ryan suspiró con lágrimas en los ojos llevando tristemente su guitarra junto con Alex.
Livingstone no respondió y rápidamente todos volvieron a afinar los instrumentos como si no hubiese pasado nada.
-Ryan, ¿podrías hacerte cargo del teclado esta vez?- cuestionó su padre.
El leoncito asintió en silencio y se dirigió al instrumento.
-Bien, Alex, Belinda...Todos preparados siguiendo la partitura, tres, dos y uno.
La entrada de la canción acompañada de un sonido seco del acordeón junto con percusión sonó bien, la guitarra de Alex al son de los violines comenzó a sonar a la indicación de la partitura mientras la vocalista entonaba.
-El tiempo que ha pasado sin tus besos no debió existir- cantaba sin sentimiento, la música no era de lo mejor.
El turno de Ryan llegó y comenzó a tocar con dificultad las notas en el teclado para hacer compás con los violines y la batería, Livingstone no se veía satisfecho para nada, al menos lo estaban intentando.
-Si tú no estás yo...- la vocalista dejó de cantar cuando Livingstone ordenó parar.
Los músicos dejaron de tocar sorprendidos, era obvio que nadie disfrutaba del ritmo y mucho menos del tono tan pobre de la canción. Ryan negaba con la cabeza mientras Livingstone revolvía nervioso sus partituras.
-Chicos, no puedo esta canción es muy complicada- dijo Livingstone mientras se llevaba sus patas nuevamente a la cabeza- trabajé toda la noche tratando de mejorarla pero suena terrible.
Nadie respondió, el auditorio quedó en completo silencio mientras todos pensaban que podrían hacer.
-Ya basta de tristeza e incomprensión- dijo Ryan valientemente- no nos vamos a rendir papá, chicos sacaremos esto a flote, papá he estado escuchando tu canción toda la noche y me gustaría hacer varias sugerencias si me lo permites.
Livingstone sonrió, todos aplaudieron y Ryan feliz se reunía con su padre en el centro de la orquesta para hacer las modificaciones para que su canción pudiese sonar mejor.
-Creo que hace más coordinación entre violines y acordeón, si nos enfocamos en ese instrumento la melodía quedará estupenda papá.
El león se lo pensó bien, a pesar de que Belinda apenas aprendía el acordeón le asignó el lugar del teclado.
-El instrumento principal lo tocarás tú- Ryan abrió sorprendido los ojos- estoy seguro que tu idea va a funcionar perfectamente hijo.
El leoncito comenzó a ponerse algo nervioso, los demás afinaron un poco más los violines junto con los demás instrumentos para comenzar a probar la idea que Ryan había creado para mejorar dicha melodía.
-Pero tú sabes que casi no lo toco, papá no estoy seguro...
Livingstone puso una pata en el hombro de Ryan, dándole apoyo, cosa que era rara que fuese compartida entre Livingstone y Ryan.
-Sé que puedes, ¿verdad muchachos?
Inmediatamente todos gritaron aplaudiendo, felices de tener una oportunidad para mejorar el desempeño de la orquesta con la nueva canción de Dalia.
Ryan se colocó en dos patas para manipular el acordeón durante toda la canción, sin partitura improvisó movimientos con el complicado instrumento de teclas y viento.
-Va de nuevo muchachos, con todo el corazón.
Ryan junto con el baterista iniciaron con la entrada de la canción, parecía increíble pero aunque Ryan tuviese pocos conocimientos con respecto al acordeón se escuchaba increíblemente bien, los violines acompañados esta vez por más guitarras y contrabajos sonaban mejor, el teclado cambió su tono a uno más alto en conjunto con las guitarras y el bajo.
A pesar de haber sido un día terrible con el examen de leyes estatales Ryan sonrió al llegar al coro de la canción, moviendo alegremente sus patas haciendo sonar el acordeón al compás de los demás instrumentos de sus compañeros.
-Y es que sin ti, no encuentro la manera ni la explicación, vivir así hablando de tristeza hablando de dolor- cantaba Belinda junto al teclado.
Los violinistas se pusieron de pie al sentir la intensidad de alegría y ritmo que la canción comenzaba a transmitir.
-Que mi amor por ti vive y sigue activo, no dejaré que nadie cierre el camino- interpretaba Alex junto a Belinda.
Livingstone dirigía con energía y alegría la orquesta junto con los efectos de parte de la batería y percusión para hacer sonar mejor a la melodía.
-Todos muévanse, adelante, atrás, sientan el ritmo- decía Ryan disfrutando la música- lo estamos haciendo.
Livingstone cerró las partituras, la improvisación por parte de su gran equipo gracias a Ryan quedaba mucho mejor con el ritmo que estaban dándole a la canción, todos los leones se movían y tocaban con bastante coordinación sintiendo la música, Ryan estaba feliz y Livingstone tenía una gran sonrisa.
-Porque todavía te quiero...Contigo yo llegué al cielo- terminaba Belinda.
Ryan hizo un movimiento profesional al terminar la última nota con su acordeón, abriendo felizmente sus patas delanteras. Todos sonrieron y comenzaron a aplaudir, el reto estaba superado.
Livingstone corrió a abrazar a su hijo, con mucho sentimiento Ryan correspondió al abrazo de su padre limitándose a agradecerle por la confianza de su sugerencia.
-Te dije que lo lograríamos papá- se dirigían caminando a casa.
-¿Qué haría sin ti, Ryan? No tengo palabras para agradecértelo, lo que comenzó como una tortura ahora es... felicidad, me siento feliz gracias a ti.
Ryan guiñó un ojo dándole una palmada a su padre mientras llegaban a casa, el concierto sería en tres días, Livingstone se reunió con su hijo para tomar un chocolate mientras descansaban de repetir una y otra vez la experiencia del día.
El día del concierto se llegó, Livingstone tomó sus instrumentos y Ryan se aproximó a desayunar rápido para prepararse, esa noche debería de dar un excelente espectáculo.
-Relajados papá, no nos queda otra forma de tomarlo y estoy seguro que si lo hacemos como en el último ensayo nos irá de lo mejor.
El león dejó de limpiar su guitarra para sonreírle a su cachorro, se acercó a Ryan.
-No sabes cuánto te agradezco tu apoyo, y como dice la canción ¨si tú no estás yo me muero¨ me has ayudado mucho Ryan y a pesar de estar separados por la escuela y mi trabajo quiero que sepas que...
-¿Todavía te quiero?- dijo Ryan entre risitas- claro papá y yo también, mucho- abrazó a su padre.
La noche llegó y una alfombra roja se colocó a la entrada de la universidad, el auditorio inmediatamente se llenó de espectadores de todo el mundo para dar inicio al concierto.
Las primeras bandas interpretaban canciones en honor a los Beatles que a pesar de ser una banda antigua la remasterización sonaba excelente con la comparación moderna de los ritmos.
El turno de Asia llegó, Bodi y sus estrellas venían exclusivamente desde China para cantar junto a Jong sao, reconocido a nivel internacional por su tema ¨Beauty girl¨
En medio de la presentación de las bandas del continente americano Dalia comenzó a reunirse con la orquesta de la universidad.
-Señorita es un honor- dijo Alex, amigo de Ryan saludándola- la letra de su nueva canción me ha encantado.
Dalia sonrió dándole un beso en gesto de agradecimiento.
-Es muy amable de tu parte mi vida, el honor es mío por trabajar con ustedes en este gran lanzamiento, un momento muy especial en mi carrera.
Livingstone llegó rápidamente junto a Ryan para comenzar a afinar los instrumentos y a organizar a los músicos como anteriormente lo habían hecho.
-Será sencillo imaginar como si estuviéramos en los ensayos, sin ponernos nerviosos ya que hemos hecho un gran trabajo la última vez chicos, señorita Dalia el micrófono es todo suyo.
Dalia sonrió alegremente a Livingstone y Ryan abría completamente los ojos admirando a la cantante.
-Hey Rayito ¿Qué ya no te gusta Belinda?- preguntó Alex.
Ryan se asustó e inmediatamente le dijo que se callara.
-SHHH no ves que aún no me animo a decirle, Alex no vayas a arruinar nada, Dalia se ve linda pero yo realmente quiero a Belinda.
Livingstone se aproximó a preparar los últimos números de entrada, eran los siguientes en pasar en uno de los conciertos más importantes del año.
-¿Todos listos? Ryan...- lo miró alegremente-gracias hijo.
El leoncito tuvo tiempo para guiñarle nuevamente el ojo a su padre, Alex por su parte le dio una palmadita mientras observaban a Belinda acercarse.
-Hola chicos- saludó sonrojada- que tengan mucha suerte, lo haremos muy bien.
Ryan sonrió tontamente inclinando la cabeza, admirando lo bella que se veía su amiga, Alex volvió a darle una palmada para que su amigo recapacitara.
-Ah...perdón, si claro Belinda, gracias suerte también con el teclado.
Alex suspiró silbando para molestar un poco a Ryan, éste le dio un golpecito en el hombro y se prepararon para comenzar.
-Representando a Animalia, Dalia junto a la orquesta de la universidad Kremlin dirigida por el maestro Livingstone presentan el nuevo tema de la cantante ¨Todavía te quiero¨ un aplauso.
El público gritó alegremente recibiendo a la orquesta, la cantante saludó con gusto a todos mientras Ryan sonreía colocándose su acordeón, el silencio reinó por un momento, el cual fue roto por Ryan iniciando la canción con su acordeón, apenas inició la melodía todo el público comenzó a aclamar a la cantante.
-Yo era feliz contigo aquí a mi lado todo era mejor...Si tú no estás yo me muero... Porque todavía te quiero- entonaba Dalia con todo el corazón acompañada de la gran orquesta.
-Entre la luna y las estrellas, tú eres la más bella- cantaba su parte Alex junto a Dalia- REMEMBER WHEN WE MET!
Livingstone indicó a todos que comenzaran a moverse al ritmo de la música, Ryan no dudó en acercarse con el acordeón a la cantante, todos comenzaron a aplaudir mientras el leoncito hacía un solo de acordeón acompañando a la parte instrumental, la guitarra de Alex acompañó a dicho acto mientras todos daban una vuelta junto a Dalia.
-Contigo yo llegué al cielo...eres mi amor verdadero...-Ryan se acercó a Dalia.
-Te quiero...-Dijo Ryan al micrófono
-Te quiero...-respondió Dalia
-Te quiero...- finalizó Ryan la canción.
Todo el público se levantó para reconocer con aplausos y gritos de admiración a la cantante junto con la orquesta.
Livingstone junto con sus alumnos hicieron una reverencia en agradecimiento.
Una sola idea de Ryan cambió por completo la visión de Livingstone y los chicos con respecto a la música de la nueva canción de Dalia, más tarde el premio del festival le fue otorgado a la cantante, destacando principalmente por los maravillosos arreglos musicales que Ryan ideó para ayudar a su padre.
-Te lo dije papá, yo estaba seguro de haberte ayudado, el ritmo se me quedó de tanto que la ensayaste esa noche.
Livingstone junto a su hijo estaba feliz, la música a pesar de ser uno de los artes más hermosos también causa interrogantes, pero con la ayuda extraordinaria se convierte en algo sublime, la vida es mejor con música y sobre todo optima al unificar a un padre y un hijo que por tanto tiempo han estado separados por diversas causas.
Livingstone y Ryan a partir de aquel día se frecuentaron mucho más, estando uno más al pendiente del otro, gracias a la música unificando así la familia que hacía mucho tiempo se separó.