How many walkers have you kil...

By zombielandia999

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Ya estaba acostumbrada a sentir la sangre seca en su rostro, cada vez que derribaba a un caminante con sus ma... More

Ellie Grimes.
Familia grimes.
La palabra "Aprecio".
Asperas caricias.
CDC.
Lo prometo.
Jamas me alejare de tu lado.
Hay que encontrarla.
Comienza la busqueda.
Tu lugar es aquí.
Quédate.
Rosa Cherokee.
Porque la amo.
Embarazada.
Shopia.
Nebraska.
Repite esas palabras.
Caricias que te matan.
Lo siento, hermano.
Mala espina.
Esto ya no es una democracia.
La prisión.
No es una flor delicada.
Los amo.
Tu mirada no es la misma.
Pudrete.
Adios, mapache.
Eres la persona que más ama.
Voy a quitarle el otro ojo.
Iremos a la guerra.
Perdón.
Ahora, comienza algo nuevo.
Somos fuertes.
Enfermedad mortal.
La atormentaba aveces.
Mentiras.
Te encontraré.
Dominic.
Adiós, chica problematica.
Te encontré.
Él amaba a está chica.
Éste idiota cazador jamás podrá abandonarte.
Mi rubia preferida.
Jamas podrían separarse.
Alexandria.
Trajimos la cena.
Te emborrachaste por tu cuenta.
Noah.
Podemos encontrar una manera.
Ahora el mundo es una locura.
¡Nos persigue una puta horda!
Globos verdes.
Algo nuevo comenzara.
Pero mis amigos suelen llamarme Jesús.
Hilltop.
Miedo de seguir asesinando personas.
Será mejor que corras.
Por favor, despierta.
Soy Negan.
Maggie, te encontraré.
¿Quién eres?
Necesito un favor.
Daryl.
Era momento de luchar.
Rey Ezekiel.
Todos están bien.
Hay alguien aquí.
Alexandria no caerá, no este día.
Próximamente.
No se trata de mi.
Morales.
Su nombre es Gracie.
Esa toma del cuello es ilegal, imbécil.
Necesito ver el Santuario.
Bienvenida de vuelta.
Así es como ha pasado.
Lo siento, Carl.
Es una esperanza.
Una llave al futuro.
No sabemos que ocurrirá aún.
No lo dejes solo.
Mi piedad prevalece sobre mi ira.
Eliette.
Justin.
Debes seguir luchando por mi.

Adiós, Negan.

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By zombielandia999

"Recuerdo mi octavo cumpleaños en el KCCU con un pastel gigante y Ellie apareciendo disfrazada de batman para sorprenderme.
Recuerdo a mamá. Recuerdo la escuela y las salidas al cine, los viernes de noche con pizza, las caricaturas, al abuelo y la abuela, y la iglesia.
Los asados de verano y esa piscina que nos compraste, dónde Ellie se demoró un día entero para armarla, enojada diciendo que no entendía las instrucciones en chino mandarín, me hizo reír mucho.

Me contaste de nuestros paseos cuando tenía tres años, me tomabas la mano y caminábamos desde el barrio para llegar a la granja.
No sabía que lo recordaba pero lo hago, porque veo el sol y el maíz, y esa vaca que se acerco a la reja y me miró a los ojos.

Tú me contaste todo esto, pero no son solo cosas, es cómo me sentía. De tu mano me sentía feliz y especial, me sentía seguro.
Pensé que crecer era conseguir un trabajo y criar una familia, ser un adulto. Pero madurar es hacer que tú mismo y la gente que amas estén a salvo, tan a salvo como se pueda, porque pasan cosas.

Ya pasaron antes, te dispararon. Sentí que todo se arruinó porque te dispararon.
Quiero que te sientas a salvo, papá, que te sientas como yo cuando tomabas mi mano.
Daría lo que fuera para que te sientas así por cinco minutos.
Quise matar a Negan, ojalá lo hubiera hecho, quizá se habría hecho, pero creo que no.

No creo que se rendirán. Allí hay trabajadores, papá, son gente común, gente anciana, jóvenes, familias, no quieres que mueran.
Estamos muy cerca que comenzar otra vez y tenemos amigos. El mundo más grande del que habló Jesús.
El reino, Hilltop, debe haber más lugares, más gente ahí afuera y una oportunidad de cambiar todo. Todos dándole una oportunidad a alguien para vivir, una vida verdadera.

Pero ellos no terminarán, tú debes hacerlo, tú debes mostrarle el camino.
Debes hallar la paz con Negan, un camino para avanzar. No debes olvidar lo que pasó, pero... puedes hacer que no suceda otra vez, que nadie deba vivir así, que cada vida tenga valor.
Comenzar de nuevo.

Haz que todo regrese, papá. Y sal de paseo con Judith, con Ellie, ellas lo recordarán.
Acercate a Ellie y charla con ella, estoy seguro de que tiene cosas que decirte que aún no te ha dicho por miedo.

Te quiero.

Carl."

Cerró sus ojos disfrutando del sol matutino que estaba esa mañana en Hilltop, se sentía bien estar sentada disfrutando del aire libre y la paz del momento.
Otro día se agregaba en su vida dentro del Apocalipsis, todo estaba calmado por el momento, no habían recibido señales de los salvadores o indicio de algún ataque que podría provocarse.

Miró como había movimiento en la comunidad como todos los días, las personas ocupándose de sus tareas o incluso paseando tranquilos.
Tocó levemente su vientre sintiendo emoción al saber que pronto su bebé podría ver todo lo que ella sentía.

—No te duermas.— despertó de sus fantasías al escuchar la voz a su lado.

Recordó que ella y Michonne estaban esa mañana cuidando de la pequeña Judith, pasando el rato libre que tenían para estar con la niña.

—Lo sé, sólo soñaba despierta.— bromeó la castaña mirando a la morena.

—¿Haz dormido bien?— preguntó Michonne demostrando su preocupación.— si quieres puedo quedarme con Judith mientras tanto.

—Estoy bien.— alargó las palabras, haciendo que la morena girara sus ojos.— deja de preocuparte, es una mañana tranquila, disfrutemos.

Michonne suspiró haciendo una mueca, era raro ver a una Ellie positiva en estos días y con buenas vibras.
Pero se dio cuenta de que era cierto, al ver como Judith jugaba un poco más lejos de donde estaban ellas, era una mañana tranquila.

—Así que, le dijiste.— habló la morena haciendo referencia a Daryl.— ¿Cómo se lo tomó?

—Día dos, el fugitivo Dixon aún no aparece por el terreno hostil.— Ellie fingió tener un reloj en su mano, bromeando.— los científicos dicen que probablemente escapó al saber la noticia.

—No seas terca.— sonrió Michonne al escuchar aquella broma.— no te vas a dar cuenta cuando lo tengas encima tuyo todo el tiempo preocupándose.

—¿Se puede tener a Daryl más preocupado de lo que siempre está conmigo?— fingió sorpresa Ellie.

—Mira, sé que no te agradó su reacción.— suspiró Michonne poniendo una mano en el hombro de la chica.— pero debes entender, sabes que en estos momentos estamos en peligro de cualquier ataque y Daryl salió en busca de respuestas que puedan ayudarnos.

Ellie se quedó en silencio, mirando un punto fijo sin decir nada y con la mirada perdida.
Lo único en lo que pensaba era en cómo sería todo el proceso para Daryl, tenía miedo de que el hombre se alejara por miedo.

Las dos miraron como Judith se acercaba corriendo feliz, la pequeña niña rubia se acercó a las mujeres con una sonrisa en su cara.

—Hola, pequeña inquieta.— Ellie acarició su cabello fino y la acerco a ella.— ¿tienes algo para mi?

Judith se acercó a ella, poniéndole una linda flor en el cabello de Ellie, dejándola un poco sorprendida.

—No es de mi estilo, pero la dejaré ahí solo por ti.— sonrió la castaña mirando como Judith volvía a correr para seguir jugando en las flores.— ten cuidado Judith.

Michonne miró con ternura a la escena que acababa de ocurrir, de verdad era algo que le llenaba de felicidad.

—¿Qué?— preguntó Ellie al escuchar la risa de Michonne.

—Serás una buena madre.— aquello también tomó por sorpresa a Ellie, haciendo que sintiera un poco avergonzada al darse cuenta que pronto estaría en esa situación.— No puedo esperar para ver como tu criatura crece junto a Judith.

—Sí, yo tampoco.— sonrió la chica rascando su cabeza algo tímida.— seguramente serán un buen equipo.

Sería algo especial para todos ver como habrían más niños pronto por el lugar, en la familia, verlos crecer y enseñarle cosas.
Tenía muchas ganas de ver como todo iba resultando bien para la seguridad de su bebé, y ver como todos sentían esa calidez.

Ellie miró levemente hacía la gran casa que estaba en Hilltop, dándose cuenta como su padre estaba sentado en el segundo piso del lugar, en el balcón, leyendo algo.

Ella ya sabía que aquello que estaba leyendo era la carta que Carl dejó a su nombre, antes de venir a cuidar a Judith, unas horas le charló acerca de cómo debía leer eso en honor y favor a Carl.
Sentía un gran alivio en su pecho al ver que finalmente Rick estaba leyendo aquello, estaba segura que dentro de esa carta habían muchos mensajes que él necesitaba saber.

—La está leyendo.— dijo Michonne igual de aliviada que ella.— gracias por convencerlo.

—Debía hacerlo tarde o temprano, necesita saber las cosas que Carl debía decirle.— respondió Ellie sin quitar la vista hacía donde estaba Rick.— aún existe esperanza.

—También necesita saber otras cosas.— Michonne tomó el hombro de la castaña, y la miró.

Ellie sabía que se refería a su embarazo, ambas sabían que Rick aún no se enteraba de aquello.
Y ahora que el hombre estaba dispuesto a volver unos pasos atrás para cerrar el dolor que había dejado Carl, quizás también estaba dispuesto a saber todo lo que tendrá en un futuro.

—Lo sé, creo que nadie debe esperar más tiempo para saberlo.— dijo Ellie, caminando decidida a la casa y mirando por última vez a Michonne quién le sonrió orgullosa.

Al principio estaba caminando algo apresurada, para no hacer esperar a su padre con todo esto y para finalmente sacarse el peso de encima que tanto miedo le causaba.

Poco a poco sintió como su corazón se iba acelerando, como sus pasos se convertían en un trote apresurado.
Y como finalmente terminó corriendo hacía la gran casa, con una gran sonrisa en su rostro.

No sabía porque sonreía, pero quizás era la adrenalina mezclada con la emoción y felicidad que cargaba al saber que le contaría finalmente a Rick que sería abuelo.

Abrió la puerta del lugar, esquivando levemente a las personas que andaban haciendo sus quehaceres de la comunidad.
Subió los escalones apresurada, casi tropezando y escuchando como le decían que tuviera cuidado.

Pero no escuchaba, solo escuchaba sus latidos acelerados y solo se concentraba en llegar a la habitación dónde estaba Rick posiblemente pensando en todo lo que Carl le escribió.

—¡Papá!—

Abrió la puerta del lugar, no sabía porque estaba tan impulsiva o desesperada como una niña pequeña, pero se sentía feliz.

Rick sorprendido se levantó rápidamente del piso, donde se encontraba leyendo la carta y la castaña pudo notar como tenía levemente sus ojos con lágrimas, probablemente al haber leído todo.

—¿Estás bien?— Rick se acercó a ella preocupado.— ¿Estás herida?

—¿La leíste...?— preguntó Ellie al ver como estaba la carta abierta en el piso.

Rick se percató de que había dejado el papel en el lugar, pasando su mano por su cabeza algo incómodo pues ahora su hija sabía que finalmente había terminado con ese pendiente que Carl dejó para todos.

La castaña solo miró como su padre asentía con su cabeza, confirmando que leyó cada palabra que su hermano menor había escrito para él.

—Papá, yo...— dudo la chica, al ver como Rick tenía sus ojos levemente lagrimosos.

Rick pasó levemente su mano por su cara, tratando de relajar su rostro al haber soltado unas lágrimas cuando leyó todo el texto escrito por Carl.

Y de repente recordó un párrafo donde su hijo le escribía algo sobre Ellie, algo en su interior desperto al recordar aquello.

—¿Tienes algo que decirme?— pregunto el hombre ahora mirando fijamente a su hija que estaba frente suyo.

—¿Carl te lo dijo?— se alarmó Ellie, al pensar que su padre ya sabía de todo.— ¿O alguien más?

—Papá, realmente lo siento.— se lamento la chica acercándose a él y abrazando su cuerpo apenada, a punto de llorar.— te juro que quería que fueras el primero en saberlo, pero no supe manejarlo.

—Soy una idiota.—

Rick sin comprender nada, miró como su hija le abrazaba apenada apretando el abrazo cada vez que hablaba.
Confundido acarició su cabello castaño, mientras escuchaba como Ellie seguía pidiéndole perdón.

—Espera, Ellie, tranquila.— se separó de ella, tomando sus hombros y mirándola.— ¿De qué hablas?

Ellie con su vista llena de lágrimas, le miró sin comprender.
Al parecer creyó que su padre ya se había enterado de la noticia, y le daba una pena enorme pensar que ella no pudo contarle antes.

Pero por la confundida mirada de Rick, pudo darse cuenta que su padre no sabía nada.
Limpió sus lágrimas y nariz, mientras tenía su mirada perdida pensando en que Carl había escrito algo relacionado con el tema.

—¿Me puedes decir que sucede?— preguntó Rick tomando la mejilla de su hija, y buscando su mirada perdida, al parecer se había percatado de las cosas.

—Estoy embarazada, papá.— conectaron sus miradas del mismo color.— vas a ser abuelo.

Rick se alejó unos pasos levemente, aún procesando la información que le acababa de dar su hija.
¿Abuelo? pensó primero ofendido, pensando que Ellie le estaba tomando el pelo por su edad.

Pero miro sorprendido al percatarse de la otra información, su hija estaba esperando un bebé.

—Sé que estamos en momentos peligrosos para aparecer con esta noticia, pero...—

No pudo seguir hablando y explicándole a su padre la situación, pues sintió un fuerte abrazo que la sorprendió de repente.
Era un abrazo fuerte, podía sentir como levantaba su cuerpo levemente.

—¿Papá?— preguntó la chica en medio del abrazo confundida.

—¿No me estás tomando el pelo verdad?— Ellie miró sorprendida la reacción de su padre, estaba completamente feliz.— ¿cuando te enteraste de todo?

Ellie aún no podía asimilar las cosas, realmente no esperaba esa reacción de Rick.
Esperaba que le regañara o le dijera que estuvo mal no cuidarse en medio de todo esto.

—¿Quién eres?— susurró sospechando, y haciendo que Rick riera levemente.— ¿No vas a regañarme por no haberme cuidado?

—Ellie, desde hace mucho tiempo dejaste de ser mi hija pequeña.— agregó Rick mirándole melancólico.— todos esperábamos que este día pudiera llegar.

—¿Todos?— fingió toser al ver que la mayoría tenía esa expectativa de ella y Daryl.— quería que lo supieras primero, pero pasaron cosas.

—Lo importante es que ahora lo sabemos la mayoría.— Rick abrazó nuevamente a Ellie.— tu mamá estaría peor que yo.

—Lo sé, probablemente gritando.— sonrió la chica imaginando la escena, hubiera sido un buen recuerdo para conservar.

Se sentía bien, realmente bien. Rick tenía una sonrisa en el rostro que no había visto en mucho tiempo. Y le agradaba saber que su noticia era la razón por la cuál mostró ese cambio.

Realmente podía percibir la alegría que estaba en el aire esos momentos, como si algo hubiera renacido entre toda la porquería que estaban viviendo y habían vivido.

Todo estaba tan calmado, hasta que ambos escucharon como la puerta del cuarto se habría fuertemente. Ellie logró dar un pequeño brinco por el susto.

—¿Daryl...?— no esperaba que su esposo llegara tan temprano, en realidad no tenía pensando verlo llegar ese día, pues tenía claro que estaba en otras cosas ocupado.

En un momento la castaña le sonrió feliz, por su llegada. Pero poco a poco se fue dando cuenta que el cazador venía cabreado, claramente se había enterado de la loca salida en la Ellie estuvo involucrada con Rick.

La chica rápidamente borró su sonrisa, poniéndose tensa y nerviosa al ver como Daryl caminaba hacía ella.

—Deberías estar descansando.— las palabras del cazador eran duras, estaba enfadado.— ¿Y sales en una excursión para asesinar salvadores?

—Fue una alocada excursión.— recordó la chica.— pero nada peligroso pasó.

—¿Le permitiste que fuera?— preguntó Daryl a Rick.— Ellie está...

—Lo sé, Daryl.— contestó Rick antes de que el cazador siguiera hablándole algo molesto por la situación que ahora se encontraba Ellie.— embarazada.

—Iba a decir lastimada, de su brazo.— el lugar quedó levemente en silencio, ya que todos se percataron que sabían del embarazo por parte de cada uno.

—Que incómodo.— susurró Ellie mirando el piso.

Daryl se pudo percatar que al parecer Rick ya sabía de la situación, algo tenso para la pareja pues estaban hablando con prácticamente el abuelo de ahora ese bebé.

—¿Ya le contaste?— el cazador se calmó, bajando su voz y mirando a su chica.

—Unos minutos antes de que llegaras.— respondió Ellie algo incómoda para su personalidad.— ¿sorpresa?

El cazador suspiró algo frustrado, ya era un tema algo grande saber la noticia pero el darse cuenta que casi todos se estaban enterando, le hacía sentirse algo observado.

—De acuerdo.— ambos miraron como Rick imponía su voz ante la situación, al parecer les quería decir unas palabras.— sabemos que ahora todo esto hace que las cosas sean un poco más complicadas de lo que ya son.

—Pero aquí estamos, haremos esto como siempre, como una familia.— agregó Rick.— basta de peleas estúpidas, ya son adultos ambos.

Ellie y Daryl se dedicaron un mirada, era cierto, levemente las peleas le estaban distanciando y en cierto punto eso ya no podría durar más tiempo.

—Ambos tienen una responsabilidad ahora, y es cuidar a ese bebé.— de verdad las palabras de Rick estaban siendo justas y fuertes para ambos presentes.— trabajen en equipo, no lo arruinen.

Rick dio ese consejo recordando la temporada donde Lori estuvo embarazada, la cabeza de Rick y las situaciones hicieron que ambos se alejaran en todo el proceso.
El hombre no quería ni deseaba que aquello ocurriera igual a su hija, era siempre mejor prevenir por experiencias propias.

—Felicidades, para ambos.—

Miraron como el hombre luego de aquellas últimas palabras los miraba con confianza y seguro de que todo iba a resultar bien.
Daryl asintió con su cabeza al ver como Rick posaba su mano en su hombro mirándole antes de irse, deseandole lo mejor probablemente.

La pareja quedó sola en el cuarto, aún sin creer como todo escaló tan rápido. Tanto como para recibir las palabras de Rick ante la situación.

—Bienvenido de vuelta.— susurró Ellie sin quitar la mirada hacía la puerta donde Rick se había retirado.

Daryl le miró hacía abajo, sintiendo el contacto de la piel que Ellie había echo tomando su mano.

Y sin dudar algún segundo alguno, apretó levemente la mano de su esposa con afecto.

[………]

Pateo con algo de fuerza una pequeña piedrilla que estaba en su camino, como si de una niña pequeña se tratase.
Iba un tanto aburrida, los cambios de humor no le ayudaban constantemente a mantener su cabeza centrada, se podía distraer fácilmente con cualquier cosa y eso agotaba la poca paciencia de Daryl.

—Déjame preguntarte por última vez.— Ellie se giró para mirar el rostro de su esposo, sin dejar de caminar de espaldas.— ¿Por qué demonios viniste?

Un sonido de cansancio salió de la boca de la chica, fingiendo estar muerta cada vez que escuchaba esa pregunta.
Tenía muy claro que Daryl no quería de su compañía en las salidas al exterior, donde estaba el peligro pero tampoco ella iba a quedarse en casa todos los días sin hacer absolutamente nada.

—Porque somos un equipo.— trato de sonar lo más obvia posible.— o acaso no recuerdas lo que dijo el abuelo Rick.

—Eso no tiene nada que ver con esto.— respondió luego de sonreír cínico al escuchar ese nuevo apodo en Rick.— deja de caminar de esa forma, te harás daño.

Los pasos de Ellie fueron detenidos por el firme agarre de Daryl, el hombre había tomado su ante brazo deteniendo su andar descuidado que al mismo tiempo le ponía nervioso.

—Sabes, no tienes que estar preocupado por todo lo que hago.— sonrió burlezca mirando como la cara del hombre aparecía una mueca.

El cazador se acerco a ella empoderado, poniendo levemente nerviosa a Ellie, aún cuando habían pasado años ella seguía sintiendo esas mariposas cuando Daryl hacía acciones repentinas con respecto a ella.

—Aunque no lo creas, tengo planeado evitar que hagas cualquier estupidez.— se acercó a ella para susurrar mientras la de cabello castaño le ponía atención.— por el bien de ese bebé.

—El bebé estará bien, tendrá una mamá dura y un padre idiota.— le susurró de igual forma, parandose en puntillas para alcanzar el oído de Daryl.

—¿Son idiotas?— la pareja miró hacía atrás, percatandose de la tercera presencia que estaba presente con ellos en ese lugar.— ¿Porqué susurran?

—De todas formas ya sé la noticia.—

—¿Acaso todos en la maldita comunidad lo saben?— gruño Daryl ofendido, acomodando su ballesta en el hombro para seguir caminando.

Rosita giro sus ojos al escuchar aquellas palabras, ella era la tercera presencia que estaba en el lugar. Ella y Daryl habían estado vigilando de cerca el santuario de salvadores, planeando el secuestro de la cuarta presencia que estaba en el lugar.

—Yo no lo sabía.— como siempre su voz era tímida, correctamente bien hablada y con miedo.

—Cállate, Eugene.— dijo la pareja que caminaba unos pasos más adelante.

Era correcto, el plan que se había ideado había salido a la perfección para la suerte de todos en Hilltop. Secuestro para el creador de balas que tenían los salvadores, y para el traidor de Alexandria.

Eugene era la clave para dejar más desprotegidos a los salvadores, el raro hombre tenía el conocimiento para hacer balas y tácticas que siempre funcionan.

Fue fácil tomarlo de rehén, pues el lugar donde el hombre ahora alojaba y trabajaba estaba totalmente desprotegido, solo fue cosa de esperar a que saliera con unos pocos salvadores y ya estaba, tenían a un Eugene amarrado de manos caminando con ellos.

Fue lógico que Ellie quisiera apoyar la causa, no encontraba que fuera algo peligroso y solo era tomar al hombre e ir nuevamente de regreso a Hilltop. Claramente Daryl no se enteró hasta tenerla frente suyo sonriente con sus machetes a cada lado.

—No podía dejar que salieras nuevamente, tu también me preocupas.— agregó Ellie caminando a un lado de su esposo.— además, ha pasado tiempo desde que no salimos juntos al exterior.

—Rosita y yo podemos con el tema, sé cuidarme solo.—

Inflo sus mejillas enojada, pensando en como aveces le molestaba tanto la actitud de su tonto esposo. "Rosita y yo" no negaba que el pequeño insecto de los celos le picoteaba al escuchar eso, pues hace tiempo no podía estar con Daryl cubriendo su espalda en las salidas.

—No puedo evitar sospechar que la razón que me mantienen con vida, a pesar del mal ambiente que existe entre nosotros es porque albergan un vestigio de nostalgia por nuestra otrora amistad.— se escucho la burlezca risa de Ellie cuando Eugene dijo esa conclusión en voz alta.— como resultado, estoy dispuesto a cerrar la boca.

—Sí, solo cierra tu maldita boca.— agregó la castaña sin mirar hacía atrás, pero elevando levemente su voz para ser escuchada por Eugene.

—Tomense un momento para encontrar el momento adecuado para romper el hielo...—

Ellie cabreada se giró hacía Eugene, tomando enserio las palabras de aquél hombre.
Eran de verdad palabras falsas e hipócritas, dichas por la única persona que se tomó el tiempo de traicionar Alexandria solo por comodidad personal.

—Deberías dejar de hablar estupideces.— Eugene asustado tembló al sentir el fuerte agarre que le hacían en el cuello de su camisa, teniendo frente a sus ojos a una Ellie bastante enojada.— ¿No lo entiendes? No somos amigos, todo esto es una táctica para que dejes de lamerle el culo a los salvadores.

—Lamerles el culo me hace estar con vida, deberíamos hacer lo mismo todos.— opinó con voz temblorosa, tambaleante pues Ellie le había soltado para seguir caminando.— si quieres salvar a tu bebé deberías hacerlo.

No pasaron ni cinco segundos, ni siquiera alcanzó a reaccionar cuando Eugene decía las últimas palabras involucrando una vida que ni siquiera había llegado a ese horrible mundo.
Pero cuando reaccionó, pudo ver como Daryl ya estaba casi encima del hombre con su cuchillo en mano, dispuesto a matarle probablemente.

—¡Cierra tu maldita boca antes de que te arranque la lengua!— puso el cuchillo frente la cara de Eugene, ahora si estaba viviendo el miedo en persona.— ni siquiera pienses en mencionar a mi hijo con tu estúpida boca cobarde.

—Daryl.— se apresuró a detenerlo, al igual que rosita pues necesitaban a Eugene con vida.— debemos seguir moviéndonos, antes de que puedan alcanzarnos.

El cazador solo miro con seriedad, ni siquiera cambió su cara de enojado. Bajó su arma al tener que sentir como Ellie tomaba su brazo levemente, para poder calmarlo.

—Gracias...— susurró casi llorando Eugene por haber sido salvado de casi un asesinato por parte de Daryl.

—Cállate, Eugene.— le contestó la castaña cansada por su voz.— eso te pasa por ser un maldito bocon.

Le hizo una pequeña seña a rosita, para que esta tuviera entendido que se adelantará unos pasos para poder alcanzar a su esposo.
La de cabello oscuro asintió con su cabeza comprendiendo y empujó a Eugene para que siguieran caminante tal cuál lo habían hecho hasta ese segundo.

Tomó levemente el brazo de Daryl, para que le hombre le hiciera caso al caminar pues ella tenía más que claro que cuando su esposo le hacían enojar era imposible animarle.

—No te tomes enserio las palabras de su patética nivida.— caminó a su lado, mirándole un poco hacía arriba pues el cazador siempre fue más alto que ella.— en momentos desesperados siempre dicen mierdas incoherentes.

Daryl permaneció en silencio aún caminando por el lugar, su mirada estaba al frente sin siquiera cambiar de expresión.

—No pasará nada.— golpeó levemente su espalda, para que por lo menos pudiera dejar de pensar en tonterías por medio de las palabras que Eugene dijo.

—No dejaré que le pase nada.— gruño Daryl.— a ninguno de los dos.

Sorprendida al escuchar esas palabras, sonrió un poco apenada. Sabía que al decir eso se refería a el bebé y ella, le costaba aceptar que ahora debían cuidar más que nunca de las cosas. No quiso agregar nada más a la conversación, las últimas palabras de su esposo no era una sugerencia, era un hecho que iba a suceder y así sería.

Tomó levemente el mango de uno de sus machetes, al escuchar gruñidos cerca del lugar, quizás a unos pasos más adelante de donde caminaban ahora ellos.
Prácticamente unos cinco o cuatro caminantes estaban andando hacía su dirección, no era algo grave pero sería mejor prevenir antes de llamar la atención.

—No.— le detuvo Daryl, pues se escucho el filo de los machetes al ser sacados de su funda.— yo me encargo.

—Debe ser una maldita broma.— giró los ojos Ellie al ver que su esposo le detuvo, eran unos insignificantes caminantes.

—Mantengalo vigilado.— eso fue lo último que les dijo a las dos mujeres antes de empezar a disparar sus flechas hacía las cabezas de los caminantes.

Ellie no dijo nada más, solo guardo su machete de vuelta al lugar donde pertenecía y se puso a mirar cruzandose de brazos.
Era increíble que ahora ni siquiera podía ayudarle a matar unos caminantes, comprendía que Daryl estaría más preocupado que nunca de su bienestar pero no le gustaba que la estuvieran reteniendo todo el tiempo con cosas que prácticamente ya ha hecho la mayor parte de su vida.

Suspiró, y miró a rosita, entendía la rabia que esta mujer le tenía a Eugene y también le impresionaba que no hubiera tenido intentos de matarlo antes de llegar nuevamente a Hilltop.

—¿Estás bien?— le pregunto pues había escuchado como minutos atrás le decía unas buenas palabras a Eugene, poniendo su arma en el cuello del hombre con mucha furia.

—Deberías preocuparte más por ti, ¿Salir al exterior estando embarazada?— como siempre rosita respondía con sarcasmo y palabras irónicas, con esa suave voz.

—Estar embarazada no me hace estar invalida o postrada en una cama.—

Rosita guardo silencio negando con su cabeza, de alguna forma era muy extraño pensar que finalmente Ellie y Daryl tendrían un hijo.
A algunas personas no les gustaba, a otras le llegaba una alegría tremenda pues la pareja estuvo junta desde el comienzo del Apocalipsis pero no se podía hacer mucho contra las reacciones de la gente.

—Además...—

Ellie tenía planeado seguir con la conversación, para que de alguna forma rosita no siguiera viendo la situación como algo molesto. Pero tapó su boca rápidamente, fue una acción involuntaria que su cuerpo hizo al ver como Eugene vomitaba encima de rosita.

Era tan patético pensar que el único modo de defensa que tuvo ese hombre fue obligando su vomito a salir para poder distraer a rosita, quién fue el recipiente de esa asquerosa sustancia.

—Mierda.— posó sus manos encima de sus piernas agachandose levemente, pues de verdad sintió náuseas al ver esa escena y aún con su situación actual fue peor.— voy detrás tuyo, tranquila.

Dijo casi muriendo mientras tapaba su boca, rosita ni siquiera espero a descolgar su arma del hombro para seguir con mucha furia a Eugene, el hombre tomó esa oportunidad para poder correr por un callejón.

—¿Qué pasó?— sintió la mano de Daryl en su espalda, viendo como se agachaba para verle la cara.— ¿Estás bien?

—Sí, ya estoy en mi punto donde ni siquiera puedo controlar mis náuseas.— suspiró con una sonrisa de vergüenza al darse cuenta que quizás no estaba invalida pero si estaba muy débil ante muchas cosas.— vamos por el inútil de Eugene.

Su esposo asintió con su cabeza, y se le adelanto con un pequeño trote que hicieron para alcanzar a rosita.
Pues escucharon como sonaban disparos del arme que llevaba la chica, claramente ya no dudaba en asesinar a Eugene.

Pasaron por un agujero que tenía una cerca casi quemada, y pudieron ver como ante sus ojos aparecían cenizas de cuerpos quemados, eran muchas.
Era difícil saber si Eugene había dejado un rastro, pues el tiempo que tuvo para escapar fue corto para que ya no estuviera en la vista de esos tres.

—No pudo haber ido lejos.— Daryl apuntó al pequeño rastro, como si alguien hubiera corrido desparramando las cenizas y huesos por todos lados.

—No puede volver con ellos.— elevó la voz rosita corriendo detrás de Daryl y Daryl.— si lo ven, le vuelan la cabeza a ese cerdo.

Ellie miro por última vez las cenizas del lugar mientras corrían para alcanzar a Eugene, era extraño pensar que ese hombre miedoso y torpe haya podido desaparecer tan rápido.

[………]

Miraba fijamente como el sol estaba en su punto exacto del día, no estaba escondiéndose pero tampoco saliendo, estaba simplemente perfecto.
Hacía mucho tiempo que no se tomaba unos segundos en contemplar la vista de algún lugar, en esta oportunidad Hilltop era el afortunado.

Había bastante movimiento en aquella comunidad, la suficiente para saber que debían ir nuevamente a una guerra contra los salvadores.
La suficiente para saber que probablemente mucha gente moriría.

Eso pensaba Ellie, mientras abrazaba sus piernas estando sentada en el techo de una de aquellas casa que estaban en Hilltop.
Nadie sabía que estaba ahí, no planeaba jugar a las escondidas, solo quería un momento a solas para poder ocuparse de un último asunto antes de salir a luchar nuevamente.

Antes de que llegarán a la comunidad, sin éxito en encontrar a Eugene luego de buscarlo bastantes horas por todo el terreno en donde lo perdieron, había llegado un mandado a Hilltop.

Dwight había mandado una nota, era un mapa que decía y marcaba las coordenadas sobre donde estarían los salvadores pasando para ir a atacar nuevamente, pedía por favor que todo esto fuera terminado pronto.

Gregory fue capaz de escapar del santuario, pues como recordaban la mayoría de salvadores prisioneros que estaba en Hilltop habían escapado junto a él.

Tomó el radio que tenía a su lado, mirándole y apretando el aparato con fuerza, pensando si realmente estaba correcto en hacer lo que haría.
Igualmente tomó el trozo de papel que había traído consigo, viendo como en la portada decía el nombre "Negan".

Tomó aire nerviosa, y se atrevió.

—Negan, soy Ellie.—

Dijo luego de apretar el botón que estaban a un costado del radio, donde claramente era para comunicarse con la otra persona, ella había escuchado que ese radio llegaba directo a los oídos de Negan.

Pasaron unos segundos de silencio, dudando en si realmente el hombre contestará. Sabía que era algo arriesgado hacer lo que hacía, pero había una carta que no se había abierto nunca y era para Negan.

—¿La de cara bonita y machetes?—

Giró sus ojos cansada, por un lado odiaba oír su voz nuevamente pero le alegraba que haya contestado.

—Perlita.— se mantuvo en silencio al escuchar ese apodo, de verdad lo odiaba y no pensaba que Negan tendría algo que decirle.— no sabes como me alegra escucharte.

—No vine a charlar contigo, Negan.— le calló de inmediato pues no le agradaba la forma en que se tomaba tan a la ligera el asunto.

—Demonios, ya estaba un poco bastante ilusionado.— se escuchó a través del radio, una típica respuesta de Negan.— ¿Cómo estás... con tu bebé?

—Negan.— suspiró Ellie al ver que había echo una notoria pausa en esa pregunta, se podía notar que el hombre no había olvidado por ningún segundo esa notícia que le tomó por sorpresa.

—Sólo dime, si te encuentras bien.— no podía verle, pero podía sentir el tono de su voz, era una tono algo triste, quizás decepcionado.

—Estoy bien, gracias por preguntar.— la ronca risa de Negan sonó en sus oídos, al haber dicho esa respuesta con bastante sarcasmo.— no tomé este maldito radio para hablar de nosotros, esto se trata de Carl.

—Te escribió una carta, y quiero leerte esto porque es lo que hubiera querido.—

Negan guardo silencio, de alguna forma el tema de Carl estaba presente para este hombre de una forma triste y lo era aún más al saber que su hermana mayor estaba presente para leer esa carta.

—Bueno, quizás luego de esto podemos ir por un café.—

—Cállate de una maldita vez y escucha.— gruño la chica escuchando la risa del hombre por el radio.

La castaña abrió poco a poco la carta, sintiendo un leve dolor al ver nuevamente la letra de su hermano menor en aquél papel.
Pero tomo un pequeño respiro, debía ser fuerte, si ella no hacía esto, nadie lo haría.

—Negan, soy Carl.— comenzó a leer con su voz firme, apretando el botón del radio para que el hombre escuchara con claridad todo.— estaba ayudando a alguien, me mordieron. Ni siquiera debíamos hacer lo que estábamos haciendo, yo sólo quería ayudar a alguien y ahora estoy muerto. Puede que tú lo estés.

—Puede que mi papá lograra que tu gente se rindiera y te matara, pero no lo creo.— agregó Ellie siguiendo lo escrito exactamente como estaba en ese papel.— creo que sigues vivo y estás buscando una salida, tal vez la hayas encontrado. Tal vez pienses que somos una causa perdida y que quieras matarnos a todos.

—creo que tienes que ser quien eres, solo me pregunto si esto es lo que querías, quería preguntartelo. Ojalá hubiera podido.— siguió leyendo teniendo en cuenta que Negan estaba escuchando todo en completo silencio.— tal vez acabes con nosotros, pero siempre habrá alguien más a quien enfrentarse. La única salida es trabajando juntos, es el perdón, es creer que no por qué seguir luchando.

—Espero que mi padre te ofrezca la paz, y espero la aceptes, espero que las cosas puedan cambiar, para mi cambiaron, empezar de nuevo, tú todavía puedes hacerlo.—

—Carl.— finalizó leyendo el nombre que estaba al final de todo lo escrito, sabiendo que la carta era de su parte.

Ellie dejó la carta a un lado, sintiendo como todo era muy triste, como toda la gente cargaba sus armas y cuchillos. Estaba segura que lo mismo ocurría en el santuario.

—Todo esto... no hay salida— prestó atención en la respuesta que Negan daría, sus palabras estaban cargadas de rabia.— no aceptaría su rendición ni aunque vinieran de rodillas.

—Ganar no es vencerlos, ganar es acabar con todos y cada uno de ustedes.— agregó.— eso es empezar de nuevo.

—Yo no quería esto, no quería lastimarte y tampoco alejarte de mi lado.— Ellie se sorprendió con aquellas palabras.— hubieras sido aquella chica a la cuál invitaría un café sin tener que poner un arma en tu cabeza.

—Rick empezó esto, diselo.—

—Adiós, Negan.— susurró Ellie sinceramente, con algo de pena en su voz.— nos vemos en el campo de batalla.



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I'm back bitches

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