Jimin cerro la cajuela del automóvil que Hoseok les había prestado, después de todo Yoongi sabía que apenas y lo ocupaba, siempre le había mencionado que había gastado su dinero innecesariamente, pero Hoseok no estaba de acuerdo con él.
- ¡Listo!
El alfa se sentía muy emocionado, había llamado a sus padres, para avisarles que ya iban en camino, Yoongi ya se encontraba sentado en el asiento del copiloto con un pequeño Jihoon en su regazo, el bebe lo único que quería hacer era dormir.
- ¿Cuánto tiempo crees que tardemos?
- Usualmente son tres o cuatro horas, y eso si nos movemos rápido.
- Eso espero, porque la verdad no me gusta estar mucho tiempo sentado.
- Lo dices, cuando a veces te quedas dormido algunas horas.
Yoongi le dio un leve golpe en el hombro a Jimin.
- No me delates, alfa.
Jimin soltó una risa, coloco las llaves para poder encender el motor del automóvil, debía admitir que Hoseok se había conseguido un buen automóvil y a bajo precio, ni siquiera podía creerlo, y más porque ni siquiera él había podido conseguir uno.
Así fue como emprendieron su camino para poder ir a la ciudad natal de Jimin, Busan.
- ¡Ya llegaron!
Esa exclamación había hecho a la señora Park ponerse a dar pequeños saltos emocionada, su esposo al verla solo pudo sonreír, siempre era así cada que se enteraba que algún familiar llegaba a casa, ¿y cómo no iba a estar así de emocionada? ¡Jimin llagaba de nuevo a casa!
Mientras que afuera, se encontraba Jimin estacionando el vehículo, para por fin apagar el motor, soltó un suspiro, aún mantenía sus manos aferradas al volante, miro al omega a su lado, quien tenía a un pequeño Jihoon en su regazo, dormido.
- ¡Hemos llegado!
- Creo que voy a vomitar -Jimin soltó una risa al escuchar a su omega.
- Relájate, YoonYoon... todo saldrá muy bien.
El omega le dio en respuesta un asentimiento con la cabeza y miro hacía el frente, pudo observar como se abría la puerta y dejaba mostrar a una mujer que sonreía mientras miraba hacía el automóvil, y saludaba.
- ¿No piensas salir a saludar?
- Tengo que ayudarte.
- No, puedo hacerlo solo, ve a saludar, apuesto a que esta ansiosa por darte un abrazo.
Jimin estaba aún dudando si ir con su madre para abrazarla, o ayudar a su omega, pero al ver que Yoongi prácticamente le estaba insistiendo con la mirada, no tuvo más remedio que salir del vehículo e ir hacía su madre. Yoongi pudo ver como de inmediato ambos se abrazaban, sabía que lo necesitaban, soltó un suave suspiro y miro a Jihoon.
- Bueno pequeño es hora de que salgamos.
En cuanto a Jimin, estaba feliz de poder ver de nuevo a su madre, sinceramente la extrañaba demasiado.
- ¡Me alegra que estés de nuevo en casa!
- A mí también me alegra regresar -ambos se separaron del abrazo.
Su madre era un manojo de cariños, en especial ahora que apretaba levemente sus mejillas.
- ¡Aún conservas estás lindas mejillas!
- ¡Ya mamá! -pero claro el alfa no quería ser avergonzado frente a su omega, que seguramente ya estaría riéndose al verlos.
- ¡Hijo, que bueno es tenerte de vuelta!
Su padre había salido de la casa, para después brindarle un cálido abrazo de bienvenida, de verdad que Jimin estaba muy feliz de poder verlos de nuevo, sentía que podía abrazarlos todo el tiempo y quería platicarles tantas cosas...
- ¡Jimin!
La voz de su hermano logro sacarlo de sus pensamientos y fue cuando Jijeong se dejo ver saludando a su hermano, pero antes de que pudiera ir y abrazar a su hermano, Yoongi salio del vehículo, iba a ir por la canastilla para poder recostar a Jihoon, así que dejo la puerta del vehículo abierta mientras él salía y se iba a dirigir hacía la cajuela.
Pero había llamado demasiado la atención de Jijeong, quien en lugar de ir hacía su hermano prácticamente se estaba dirigiendo hacía donde se encontraba el omega, y es que cuando lo vio, lo primero que pensó era que se veía demasiado hermoso, esa piel tan blanca como el azúcar, esos ojos gatunos, sus labios delgados y levemente rosas, su cabello que lograba cubrir parte de sus ojos, simplemente se veía tan perfecto, ¡Jimin si que se había sacado una tremenda lotería con aquel omega!
Y es que su hermano casi nunca conseguía a alguien tan atractivo, simplemente para Jijeong fue un flechazo instantáneo.
- ¡Aléjate de mi omega!
La voz de Jimin lo había sacado de su ensoñación, y claro Yoongi también miro hacía su alfa, y se había percatado de que Jimin miraba furioso al chico de cabellos negros que se encontraba a unos metros de él.
Yoongi estaba preocupado al ver que Jimin casi estaba a punto de sacar sus garras y sus colmillos, quería pelearse.
Bueno, tal parece que será la semana más larga de su vida.