Domestic Dreams

By Saphirott

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Traducción autorizada de la serie "Domestic Dreams", escrita por Dugindeep y traducida por mi. J2, AU Jared... More

Domestic Dreams
An Unconventional Contract
Growing Unease
Hot blood love
Beautiful Mess
Let it down
Halfway Gone
Reckless Mistake
Falling Through

Don't wanna fake it

508 35 18
By Saphirott


Enlace a la historia original: https://archiveofourown.org/works/20293897


Don't wanna fake it

By: Dugindeep

Trad: Saphirott

El whisky tiene la culpa. Y el vino. O eso es lo que Jensen se dice a sí mismo.

Tan pronto como llegó, Jared le sirvió un trago y luego otro mientras se acomodaban en el sofá y se conversaban sobre cómo fue tu día y estuvo bien, que tal el tuyo. Tal y como comienza cada encuentro, junto con Jensen evitando cualquier detalle de cómo ha estado pasando sus días, mientras que Jared regularmente se jacta, o se queja, de cómo han ido sus visitas con los accionistas.

Por supuesto, a menudo toman una o dos copas juntos, y Jensen lo hace regularmente con sus otros clientes. Sin embargo, sabe que no debe beber demasiado, evitar ponerse en una situación comprometida sin el suficiente sentido común para poder vadearla. Una vocecita le dice que, por lo que él sabe, si algo empezaba a tambalearse y Jensen decía la palabra, Jared inmediatamente retrocedería, retorciéndose tímidamente las manos pensando lo que había hecho mal. El problema es que Jensen no confía en sí mismo. No con Jared, no bajo estas condiciones, y sin embargo existe esa fuerza continua que impulsa a Jensen a través de esta farsa, donde hace todo lo que puede para mantener a Jared sonriendo, sin importar el daño que eso hace a sus propias emociones.

Y así, antes de que pueda darse cuenta, Jensen está tomando su tercer whisky para cuando finalmente llega la cena.

Jared salta rápidamente para atender la entrega en la puerta y luego la empuja al interior, platos tapados con cúpulas plateadas, dos botellas de vino tinto con copas, y una serie de postres que completan la comida.

—Bueno, ¿a qué viene todo esto? —pregunta Jensen, intentando representar su mejor tono curioso y divertido por la sorpresa.

La sonrisa de Jared tiene una inclinación extraña que complementa la forma en que no mira a los ojos de Jensen cuando lleva el carro al otro lado de la habitación. Jensen no ignora la forma en que su estómago se hunde o su cerebro reconoce lo adorable que es Jared cuando intenta ocultar sus intenciones con una voz nerviosa. —Tuve un buen día hoy.

Jensen se endereza un poco para hacer espacio para la bandeja frente al sofá. —Ah, ¿sí?

Jared se pasa los dedos por el pelo unas cuantas veces, los labios aún fruncidos por una sonrisa torcida, profundos hoyuelos que acentúan el ligero rubor que llega a sus mejillas. —Sí. Tuve una larga charla hoy con mi jefe, y supongo que me van a ascender.

—Oh, Dios mío. Deberías haber empezado con eso —. Jensen se ríe incluso cuando Jared todavía parece un poco apesadumbrado cuando se deja caer al lado de Jensen. Agarra el hombro de Jared y lo sacude entre más risas. —Eso es genial. Cuéntamelo todo.

—Está bien —dice Jared con una rápida mirada. —Quiero decir, es genial subir en el escalafón, y el aumento es bueno. Realmente bueno. Y estoy deseando salir de toda la mierda de los informes.

Jensen sigue sonriendo, pero se rompe por dentro. La única razón por la que pueden mantener este acuerdo es por los viajes mensuales de Jared para informar a las partes interesadas y si ya no lo hace, significa que ya no lo habrá...

—Debería ser genial. Sé que debería —. Jared resopla y se deja caer hacia atrás con la cabeza sobre el respaldo del sofá, los ojos fijos en el techo. —Pero no es como si fuera el trabajo de mis sueños o algo así.

—¿Significa eso que no lo harás...?

—Que no haré, ¿qué? —pregunta Jared.

Cuando Jared lo mira, Jensen respira la vulnerabilidad fresca y cruda de esos ojos. Sabe desde hace tiempo que Jared no está viviendo exactamente la mejor de las vidas y que esta carrera de trajes y corbatas con el Good Ole Boys Club es uno de sus mayores factores de estrés, por lo que no le sorprende que Jared esté de todo menos entusiasmado con la perspectiva.

Aun así, quiere más que nada ayudar a Jared a ver lo positivo de todo para que el hombre vuelva a sonreír.

Incluso cuando el corazón de Jensen se acelera y su mente da vueltas con la idea de que Jared ya no estaría aquí. Jensen aparta su propio tormento sobre esa posibilidad y le ofrece a Jared una sonrisa amable. Jared la devuelve y Jensen siente un estallido instantáneo de calor en su pecho. Se aclara la garganta y trata de mirar hacia otro lado, pero parece que no puede alejarse de Jared, girando ahora hacia él, acercándose más. —Todas estas reuniones, ¿todavía tienes que...?

Jared pone los ojos en blanco con una risa arrogante. —No me voy a librar de eso. Pero al menos ahora estaré al otro lado de la mesa y seré el pelotón de fusilamiento diseccionando cada detalle de cada página.

—Bueno, eso es bueno —. Se muerde la esquina de su boca para detener una sonrisa aliviada. —Ya no estarás tan estresado por eso.

Con su mano deslizándose sobre la rodilla de Jensen, Jared se acerca aún más e inclina la cabeza mientras su mirada abarca toda la cara de Jensen. —Y seguiremos...

Jensen imagina que Jared no puede terminar esa frase sin que la fachada se desquebraje. Y sabe que no puede sopesar honestamente sus sentimientos sin hacerlo también, así que sonríe con un suave "Bien", antes de dejar un beso al lado de la boca de Jared. Para alegrarles la vida a ambos, golpea juguetonamente la rodilla de Jared y se sienta frente al carro que los espera. —¿Qué hay en el menú de esta noche?

Jared parece igualmente feliz con la redirección y descubre los entrantes con una floritura. Los platos son una ingeniosa muestra de mar y montaña con verduras cuidadosamente apiladas. —Sólo lo mejor para mi chico favorito.

Lentamente, Jensen coge un trozo de espárrago y entrecierra los ojos. —Si realmente fuera tu favorito... —dice socarronamente.

—No te preocupes. No lo olvidé —. Se inclina hacia adelante para levantar la tercera cúpula, desvelando una gran pila de patatas fritas.

—Me amas —se burla Jensen con una brillante sonrisa. —Realmente me amas.

Jared se ríe y besa el lateral de la cabeza de Jensen. —Sí —murmura contra su pelo.

Un rápido estremecimiento recorre la espalda de Jensen y hace todo lo posible para pasar por alto por qué la voz de Jared era tan cálida y silenciosa. Unos pocos cientos de dólares en comida y bebida esperan y el hambre de Jensen ha desaparecido en un momento.

******

Mientras terminan la primera botella de vino y la mayor parte de la comida, Jared regresa a la conversación con su jefe antes de salir de la oficina, a cómo resolvieron sus próximos planes a cinco y diez años. Jensen nunca en su vida ha tenido un trabajo corporativo tradicional, pero ha aprendido lo suficiente de sus clientes a lo largo de los años. Este tipo de conversación debería ser alentadora para cualquier empleado y, sin embargo, Jared nuevamente dice que este no es un trabajo de ensueño. Jensen también sabe eso, ya que siempre había visto a Jared encogerse de hombros cuando mencionaba su trayectoria profesional, lo que hizo que Jensen se diera cuenta de que, por todo el éxito que Jared ha obtenido, hay tanto o más fracasos reflejados en sus emociones.

Si Jensen es bueno en algo, cuando se trata de Jared, es en ayudarlo a recuperarse cuando lo necesita. En superar la duda que gira alrededor de su cerebro e interpretar el papel de un buen compañero que siempre estará en la esquina de Jared.

Supone que podría haberlo hecho sin todo el alcohol, pero eso ayuda a relajarlos. Le da a Jensen un poco más de coraje líquido para ser más audaz en sus afirmaciones de que Jared es asombroso e inteligente y que podría hacer cualquier cosa que quisiera con gran éxito.

El alcohol también ayuda a Jensen a bailar en torno a sus propios sentimientos enterrados y a convencerse a sí mismo de que todo está bien cuando pasa los dedos entre los cabellos de Jared y lo observa, cautivado, mientras detalla las últimas novedades de los Clippers al final de la temporada. Está lejos de ser una novedad, dado el trabajo diurno de Jensen, pero la cálida neblina a su alrededor hace que todo lo que Jared dice parezca fascinante.

Y Jensen se convence de que no hay nada en absoluto egoísta en seguir jugando con el pelo de Jared y disfrutar de la sensación de este en su mano, o aferrarse a la animada cadencia de la voz de Jared mientras divaga en su propia neblina alimentada por el alcohol.

Incluso ahora que están uno al lado del otro en el sofá y Jensen tal vez no esté prestando toda su atención, demasiado distraído por el brillante destello de los ojos de Jared cada vez que mira hacia arriba, o por el ligero asomo de hoyuelos en sus mejillas cuando sonríe y se ríe de sí mismo.

—Ni siquiera me estás escuchando, ¿verdad?

Jensen parpadea regresando a la atención y asiente con la cabeza. —Por supuesto que sí.

—¿Qué acabo de decir?

—Acabas de decir... —, Jensen inclina la cabeza y le sonríe. —Dijiste que no estoy escuchando.

Jared pone los ojos en blanco, pero apenas contiene una pequeña risita, así que Jensen sonríe con orgullo. —Eres un idiota.

Hay un breve flashback a conversaciones pasadas, mensajes de texto y todo tipo de palabras intercambiadas. Bromas que han crecido entre ellos, y Jensen es un poco petulante cuando responde: —Pero soy tu idiota.

La sonrisa en la cara de Jared se iguala a la suya, entonces hay suavidad en sus ojos cuando mira a Jensen. Realmente lo mira y se inclina lentamente. —Sí, supongo que sí.

La mano de Jensen se sumerge profundamente en el pelo de Jared mientras se besan y él cae fácilmente en el sofá mientras Jared lo guía hacia abajo. Están descoordinados y borrachos, pero Jensen piensa que podría ser uno de sus mejores besos por lo lánguido y desordenado que se vuelve, lo rápido que se incrementa, y Jensen se retuerce sobre los cojines del sofá para acercarse aún más a él.

Jared agarra la pierna de Jensen, se la engancha a la cadera y enviste contra él sin delicadeza para ninguno de los dos. Jensen sigue ondulando con cada movimiento, persiguiendo los fuegos artificiales de sus cuerpos deslizándose juntos, las caderas balanceándose a la vez para conseguir más fricción entre ellos. Mantiene una mano en la parte posterior de la cabeza de Jared para guiarlo a través de todos los besos y su otra mano se desliza por su espalda, para agarrar firmemente su culo y atraerlo aún más cerca. Aún no es suficiente. Cuando se permite considerarlo, no está seguro de que alguna vez lo sea.

No se trata del acuerdo ahora mismo, de pretender que todo esto es algo doméstico y dulce. Jensen sabe muy bien que sólo sigue a Jared para liberarlos a los dos, para pasar por esto juntos y encontrar una salida después. El alcohol lo impulsa hacia adelante y su mente va un paso por detrás de su cuerpo que actúa por voluntad propia.

Los gemidos son obscenos y también la mirada de Jared cuando retrocede para sonreírle, y Jensen casi protesta por la pérdida del cuerpo de Jared sobre él. —¿Por qué te detienes?

—Sólo tengo que deshacerme de algunas cosas —. Jared se incorpora un poco para desabrochar los botones de la camisa de Jensen. Sus caderas siguen balanceándose juntas, y el ángulo no es bueno, pero la forma en que la lengua de Jared se asoma entre sus labios y sus ojos se oscurecen con la necesidad si lo es.

La respiración de Jensen se vuelve superficial cuando Jared finalmente abre la camisa, empuja la camiseta hacia arriba y deja besos húmedos en su pecho. Su corazón late fuerte en sus oídos mientras Jared se desliza por el sofá, bajando con su boca hasta que logra abrir los pantalones de Jensen y poner sus labios a trabajar allí.

Cuando Jared lame la parte inferior de la polla de Jensen, Jensen levanta las caderas y sus manos encuentran su lugar de nuevo en el pelo de Jared. Los dedos flexionados, sin poder decidir entre guiar a Jared justo donde lo quiere o simplemente dejarlos ahí y ver a dónde Jared los lleva. Entonces, los ojos de Jared están fijos en él mientras trabaja, y Jensen está seguro de que Jared sabe exactamente lo que quiere, extendiendo sus labios a lo largo de la polla de Jensen y moviéndose de arriba abajo por el costado con su lengua revoloteando sobre la piel.

Jensen está seguro de que acabará demasiado rápido con esa mirada de Jared tan directa, inquebrantable, y trazando esta línea justo entre ellos. Tampoco puede apartar la mirada cuando Jared abre sus labios a la cabeza de su polla y la chupa, lamiendo a lo largo de todo el agujero antes finalmente hundirse en el. Jared se está tomando su tiempo para atender a Jensen con una presión intensa y un húmedo calor empapando su interior, y de repente, Jensen se da cuenta de que no puede soportar hacer nada, más que dejar que Jared lo supere, trabajando con su boca tan lentamente y a la vez tan sensual. Está hechizado por la magia de la hambrienta boca de Jared y su mirada oscurecida, cautivado por Jared en si mismo, y su increíble muestra de paciencia, tomándose su tiempo con cada movimiento sutil de su cabeza para abrumar a Jensen con la presión cuidadosamente creciente de sus labios alrededor de su polla.

Es casi obsceno cómo Jared empuja contra el sofá con la polla de Jensen extendiendo sus labios, con una mirada directa y abierta a Jensen. Cómo descansa sus manos bajo la espalda de Jensen y se mueve hacia arriba y hacia abajo, sin prisas, junto con el superficial balanceo de las caderas de Jensen y toma exactamente lo que necesita. La intensa mirada dice que sabe que tiene a Jensen justo donde lo quiere.

Jensen recuerda aquella mañana, meses y meses atrás, cuando despertó a Jared con una paja. Debería haber sido una llamada de atención astuta y sucia, pero Jensen no podía dejar de mirar a Jared mientras lo hacía, y era la primera vez que se permitía a sí mismo entender las arenas movedizas en las que se había quedado atrapado. Se pregunta si ahí es donde está la mente de Jared ahora, como si estuviera devolviendo el favor, o queriendo revivir la intimidad de esa mañana, desafiando a Jensen a mirar hacia otro lado.

Se pregunta si Jared sabe que no se atrevería.

******

Jensen se despierta ralentizado y atontado, su resaca le golpea en la base del cráneo cuando logra abrir los ojos. Lo primero que ve es la luz del sol deslumbrándolo a través de las ventanas, luego el vaso sobre la mesa con el whisky que quedó de anoche.

Hay una piedra pesada en su vientre y piensa que se debe principalmente a la deshidratación, pero también considera la creciente ternura entre ellos y cómo Jensen no puede hacer otra cosa que revolcarse con Jared sin ser capaz de apartar sus sentimientos a un lado. Lo recuerda lentamente, cómo continuaron bebiendo después del sexo en el sofá, trayendo los vasos y la botella de whisky a la habitación. En ese momento parecía una buena idea.... algo así como cuando, hace unos meses, no le pareció mala idea decir que sí a la propuesta de Jensen.

Instantáneamente se arrepiente de ambas, gimiendo para sí mismo por todos los errores que sigue cometiendo cuando Jared está en medio de todo esto.

La cama se hunde detrás de él antes de que el brazo de Jared se deslice sobre la cintura de Jensen y una cálida y ancha palma se asiente sobre su vientre. Segundos más tarde, Jared cubre su espalda y se acurruca alrededor de Jensen, tirando de él con un zumbido bajo.

Una rápida revisión del reloj le dice que aún le queda una hora antes de que empiece el día, aunque le encantaría levantarse para tomar una abundante cantidad agua, café y una ducha para despejarse. Al menos debería pedir el desayuno para que llegara antes de que tenga que irse, incluso si eso significa que sólo coja un trozo de pan tostado y tocino al salir. Aun así, no puede soportar moverse de esta acogedor abrazo.

Jared besa la parte posterior de su cabeza y ronronea de nuevo, sus piernas se deslizan entre las de Jensen para mantenerlas completamente envueltas una en la otra. Su "buenos días" es bajo y áspero, y Jensen piensa que no debería revolver su estómago o hacer que su corazón lata tan rápido.

Traga fuerte y respira hondo para acomodarse a la forma en la que actualmente Jared lo consume. —¿Hambre?

Hay otro beso más abajo en la cabeza de Jensen, luego en la nuca. —Creo que ya comí suficiente anoche.

La acalorada intención es obvia y Jensen piensa en el sofá y en el extenso tiempo que Jared dedicó a complacer a Jensen, y sólo a Jensen. Habían querido volver al dormitorio para que Jensen les devolviera el favor, pero no duraron mucho antes de caer desfallecidos.

Jared se mueve hacia adelante, y Jensen puede sentir el peso de la erección matutina de Jared presionando contra la curva de su trasero. Piensa que tal vez lo compensen ahora. Y tal vez Jared piensa lo mismo porque aprieta su abrazo mientras se desliza hacia adelante y ronrones contra la nuca de Jensen. Susurrando: —¿Puedo?

Jensen no sabe exactamente lo que Jared está preguntando; sin embargo, está seguro de que la respuesta es casi siempre sí, así que ronronea y asiente con la cabeza.

En segundos, el vientre de Jensen es presionado contra el colchón y el de Jared a horcajadas sobre el muslo de Jensen, agarrando lubricante y un condón de la mesilla. Jared hace un buen trabajo con su pulgar empujando hacia abajo a lo largo de la grieta de Jensen para ponerlo contra su culo. Jensen levanta las caderas para darle un mejor acceso y entierra la cabeza en las almohadas, entierra sus el aliento de sus gemidos en el algodón para mantener un poco la compostura contra la insistente presión de ese pulgar grande y los hambrientos jadeos de Jared.

—Mírate —susurra Jared. —Eres tan malditamente hermoso —. Consigue que el dedo lubricado atraviese el anillo apretado de Jensen y deja escapar un suspiro de aliento. —¿Lo sabes? ¿Lo hermoso que eres para mí?

Jensen se muerde el labio inferior ante la presión del largo dedo de Jared, moviéndose hacia adentro, sin decir una palabra. Asiente con la cabeza contra la almohada porque, por supuesto, sabe lo que tiene y eso le ha hecho increíblemente exitoso y rico en este tipo de trabajo. Pero hay algo tan real, tan esperanzador en la voz de Jared, más que un cliente parlanchín emocionado por tener algo bonito y dispuesto ante ellos.

Jared desliza un segundo dedo en su interior y Jensen eleva las caderas, balanceándose sobre la mano de Jared. Tal vez eso haga que se estire más rápido, o tal vez mostrarse tan necesitado aliente a Jared. Jensen recuerda la noche anterior y cómo culpó a la bebida por todo, por qué no pensó, sólo reaccionó a cada uno de los movimientos de Jared, y puede sentir su resistente pared, la que le permite pensar más allá de las emociones, se derrumba cada vez más.

Así que, probablemente no sea el alcohol. Sólo Jensen y su máscara que se desmorona.

Se desmorona un poco más cuando Jared murmura, —No puedo creer que hagas esto por mí —, con su mano libre deslizándose por la espalda de Jensen. —Sólo para mí —. Mantiene sus dedos quietos dentro mientras empuja un tercio en el agujero de Jensen. —Algunos días, no puedo creer que pueda tener esto.

Jensen entierra su frente más profundamente en la almohada mientras trata de imaginar cualquier otro significado para esas palabras que no sea lo que inmediatamente le viene a la mente. —Joder, Dios —gime cuando el tercer dedo empuja y se dice a sí mismo que es por el estiramiento, no porque sienta que las palabras de Jared se deslizan al lado de sus propios sentimientos.

—Eso es, cariño —, insiste Jared mientras agarra el trasero de Jensen y lo atrae de nuevo a sus dedos empujando más profundamente, forzando a Jensen a abrirse más. —Háblame. Quiero saber lo bien que se siente.

No es como si no se le pidiera eso regularmente, o como si no tuviera todo un catálogo de frases para momentos como este. Sucio, dulce, suplicante, exigente y necesitado. Pero con Jared, no quiere de ninguna manera hacer eso y se deja llevar por el instinto, por lo que está en su propia mente, porque Jared es puro y amable, y se lo merece.

Jared empuja su tercer dedo hacia adentro, estirando aún más a Jensen, las yemas de los dedos frotando lentamente sus entrañas y haciendo que Jensen se sienta ansioso. —Vamos, Jensen —suplica mientras continúa metiendo los dedos en Jensen.

—Joder, Jared —se queja, inquieto con cada toque. Jared tiene una mano grande y dedos largos, y de alguna manera parece que está llegando más adentro que nunca antes. Las chispas parpadean detrás de los párpados de Jensen y sus músculos tiemblan, y está seguro de que no es sólo por la presión de los dedos de Jared abriéndolo. Coloca los brazos por debajo de si mismo para apoyarse en los codos, sacando la cabeza de entre las almohadas para que sus palabras sean claras. —Se siente tan jodidamente bien.

—¿Sí? —exhala.

—Es como si toda tu maldita mano estuviera dentro de mí —murmura Jensen.

—Joder. ¿Te imaginas si lo hicieras? ¿si pudieras tomar todo eso? —. Jared saca los dedos para que sus puntas tiren de los bordes y corran alrededor de los deshilachados nervios de Jensen. Luego se inclina para besar justo encima del agujero de Jensen con un toque suave y cuidadoso. —¿Es suficiente? —pregunta, con voz baja, pero nerviosa. —¿Esto es bueno?

Jensen respira profundamente y se mece para tranquilizarlo. —Tú eres bueno —. Se ríe un poco porque es verdad; Jared todavía no ha hecho nada malo a los ojos de Jensen. —Siempre sabes cómo volverme loco con tus dedos.

La mano de Jared se arrastra sobre la espalda de Jensen otra vez, y luego se mueve para cubrirlo, moviéndose lo suficiente como para mantener sus dedos estirando insistentemente a Jensen. Besa detrás de la oreja de Jensen y mantiene su boca allí, preguntando: —¿Siempre?

El aire está atrapado en el pecho de Jensen y se paraliza con la voz de Jared, su cercanía, el dolor profundo que provoca en sus entrañas el saber que, absolutamente, la respuesta es sí, en todo momento, sí.

Esos dedos se mantienen presionando fuertemente, pero Jensen puede sentir que Jared está temblando mientras se acerca y admite: —Tú también me vuelves loco. Cada vez que te miro. A veces, me vuelvo completamente loco por tenerte.

Jensen balance las caderas para mantenerlas en movimiento y respira un poco. —Puedes tenerme ahora mismo. ¿Vas a terminar lo que empezaste?

Jared gimotea en la oreja de Jensen antes de dejar otro beso allí. Se arrastra hacia atrás y Jensen oye el envoltorio del condón y un claro apretón al bote del lubricante, y luego movimientos suaves mientras Jared debe estar preparándose para finalmente hacer esto. Jensen planta sus rodillas con el culo en el aire, más que listo y dispuesto.

Jared acaricia el agujero de Jensen y rodea el borde con la punta de su polla, sacando hermosos gemidos de lo más profundo de su garganta mientras Jensen se pone la almohada en la cara de nuevo y gime ante la oleada de calor que está a punto de hacer su entrada.

Es una dura y amplia presión que divide a Jensen mientras Jared se inclina hacia él. Un largo y tortuoso deslizamiento hasta que se asienta con las caderas en el culo de Jensen, y luego se sostiene con las palmas de las manos en el colchón cerca de los hombros de Jensen. La cama tiembla bajo ambos; Jensen sabe que sus nervios están vibrando con anticipación, pero tal vez Jared está temblando por algo más porque cae sobre Jensen y desliza sus brazos por debajo de él, agarrándole fuerte, un minuto antes de que sus caderas comiencen a moverse con un ritmo perezoso.

Se folla a Jensen lánguido y suave, como si tuvieran todo el tiempo del mundo, como si no hubiera lugar ningún dónde preferiría estar más que aquí mismo, ahora mismo, enterrado profundamente dentro de Jensen. Como si estuvieran liberados de todas las presiones externas y nunca tuvieran que enfrentarse a obligaciones e impedimentos después de hoy. Como si sólo vivieran en este momento, y Jensen se encuentra deseando, con todo lo que tiene, que sea verdad.

Jared también debe hacerlo, porque habla a lo largo del hombro de Jensen y murmura: —Me encanta esto. Cada vez me gusta más.

Jensen extiende la mano hacia la parte posterior de la cabeza de Jared, con los dedos enredados en su pelo, queriendo decir todo lo que pueda sin forzar la salida de las palabras. Sin tener que escuchar su voz quebrarse y traicionarlo con verdades y emoción.

El ritmo se acentua aquí y allá con Jared acelerando el paso y luego ralentizándolo, los sonidos que escapan de ambos se vuelven más insistentes cuando embiste con sus caderas más fuerte y rápido. —Te amo —susurra Jared antes de ahogarse, como si tuviera más que decir, pero no pudiera sacarlo. Gime y empuja sus caderas más rápido, golpeando la piel sudorosa, y Jensen está completamente entregado a todo lo que Jared hace, con sus cabezas presionadas juntas y la boca de Jared fluyendo a la vida de nuevo. —Te quiero de esta manera, permitiéndome hacer esto, tenerte. Quiero esto todos los días. Todas las mañanas. Sólo te necesito a ti y esto.

Cerrando los ojos, Jensen mete la cabeza en la almohada, estrangulando palabras y pensamientos atrapados en el fondo de su garganta. Es incapaz de contemplar todos estos sentimientos que Jared deja caer en su puerta, incapaz de responder cuando su mente se descontrola y sólo puede reaccionar con sus caderas retrocediendo tan rápido como puede, para hacerles superar esto, para encontrar un final silencioso.

Jared gime con los movimientos de Jensen y finalmente regresa a sus rodillas, se agarra a las caderas de Jensen, y luego se acopla a él. Golpea feroz y apresuradamente hasta la línea de meta, tirando de Jensen de vuelta a su polla unas cuantas veces antes de simplemente sostener a Jensen justo por sus caderas y romperse en pedazos. Está temblando mientras se sienta y arrastra a Jensen con él, aun profundamente en su interior, y mueve la mano hasta la polla de Jensen.

Tirado hacia atrás como una muñeca de trapo, Jensen se deja llevar y se coloca de nuevo para dejar que Jared lo empuñe, para que los despedace con muy poca delicadeza. En este punto, Jensen no necesita mucho y se permite a si mismo sostenerse sobre el pecho de Jared mientras la mano tira de él y arranca un gemido desmenuzado de su boca cuando finalmente llega.

Una vez que han recuperado el aliento, se separan y después Jared se queja de que los músculos de su pierna se están tensando. —Eres demasiado pesado —protesta Jared.

Agradecido por el rápido cambio de humor, alejándose de las emociones embriagadoras, Jensen levanta una ceja y cae en el camino de las bromas fáciles. —Oh, ¿en serio?

Jared simplemente sonríe en respuesta.

—Mira quién habla, grandullón.

—No es como si hubieras hecho algo —. Jared se estira de lado en el colchón, mientras mantiene los ojos fijos en Jensen. —Tumbado ahí todo el tiempo.

—Tal cual —. Jensen se echa hacia atrás rodando los ojos.

Jared se ríe mientras Jensen se levanta para ir a la ducha, y luego tira de la mano de Jensen al pasar. —Hey...

Jensen se detiene y se muerde la comisura de la boca ante la suavidad de la voz de Jared y la soltura de sus dedos retorciéndose alrededor de los suyos. El aire se espesa ante el temor de que Jared continúe con devociones y confesiones que Jensen no puede regresar.

Jared no sigue adelante, sólo se lleva la mano de Jensen a la boca y presiona un beso en los nudillos, luego lo deja seguir con su rutina de las mañanas.

No le queda mucho tiempo, pero Jensen pierde un poco de ese tiempo en la ducha mientras repasa todo lo ocurrido en la mañana y, especialmente, la noche pasada en el sofá. Hace su mejor esfuerzo en clasificarlo todo y convencerse a sí mismo de que gran parte de él, si no todo, sólo estaba desempeñando su papel. Todo por Jared. Nada por si mismo.

Se asegura a sí mismo que eso es exactamente lo que era cuando está a punto de salir por la puerta y Jared lo agarra del brazo. Jared tiene un brillo claro en sus ojos y mejillas rosadas mientras trata de decir adiós. En vez de eso, sigue abriendo y cerrando la boca.

—Que tengas un buen día —insiste Jensen con una sonrisa apretada, como todas las mañanas.

Jared respira hondo y sube la mano hasta la cara de Jensen. Mira a Jensen durante unos segundos y luego se inclina para besar su frente y susurrar: —Gracias.

Jensen asiente con la cabeza contra la frente de Jared cuando Jared arrastra su nariz hacia abajo a lo largo de la de Jensen. Está seguro de que Jared no lo dice sólo por desearle un buen día.

Y está seguro de que hay más detrás del suave beso de Jared en sus labios, con la boca apenas abierta por unos instantes. Definitivamente hay algo en la forma en que Jared rápidamente murmura, —Okay —, y se dirige al dormitorio sin una segunda mirada.

Jensen espera hasta que está en el ascensor para dejar que todo se asiente en su mente en una espiral oscura. Sin embargo, desde algún rincón oculto, Jensen revive los toques casuales y la cercanía de la noche anterior, la manera fácil en que se tomaron su tiempo para hablar e incluso celebrar el, quizás no tan bueno, ascenso de Jared. Para recordar lo perezosos y despreocupados que estaban esta mañana, ambos dejándose llevar sin pensarlo demasiado, dejando que sus cuerpos les guiaran sin otros planes que no fueran el placer.

Las palabras de Jared, todas fluyendo sin invitación, resuenan en los oídos de Jensen, y él sabe que no hay nada bueno en seguir por ese camino y diseccionar cada sonido. Aun así, se permite un poco de margen y considera el cálido contenido que llena sus huesos como un trabajo bien hecho. La gratificación de Jared es lo primero en este acuerdo y Jensen se da palmaditas en la espalda por otra noche exitosa, sin importar cómo sus propias emociones le hacen retorcerse.

Después de todo, la satisfacción del cliente es lo primero.

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