Después de tanto tiempo, la familia Kim cenaba juntas. Ya no interfería las practicas de Judo de KangIn o las clases de canto de RyeoWook.
La señora Kim notaba la tensión que había entre HeeChul y JongHoon.
— ¿Como les fue hoy?.— pregunta en general.
— Bien, me nombraron capitán del equipo.
— Eso es genial, KangIn. ¿Y tu RyeoWook?.
— Participare en un concurso de canto.
— Fantastico, ¿Y tu HeeChul?.
El nombrado se encoge de hombros.— Nada fuera de lo normal, y por cierto, tu hijo, JONGHOON estuvo haciendo cosas inapropiadas con su novio.
— No es cierto.
— Si, cree que no lo se pero su novio subió por su ventana hasta su habitación.
— HeeChul, ya hablamos de esto.
— ¡Mama!.
— ¡HeeChul, ya basta!.— Levanta la voz por primera vez su padre.
JongHoon solo tenía la mirada baja y KangIn fulminaba al mayor.
— ¿De que me perdí?.— Habla RyeoWook sin saber que pasaba.
— Que JongHoon tiene un novio pervertido.
— ¡Que no es cierto!.— JongHoon se levanta de un salto de su silla.— ¡Eres el peor!, ¡Ojala no fueras mi hermano!. ¡PUDRETE!.
JongHoon sale del comedor y rápidamente sube a su habitación.
La planta de abajo se queda en silencio por un momento.
— Supongo que la cena se acabó.— Dice el señor Kim mientras se levanta de su silla a lo que su esposa asiente.