CRONICAS THE DIVISION (COMPLE...

By Emiliofarias1

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Cuenta las peripecias de los agentes de The Division, agencia secreta creada para enfrentar catástrofes o at... More

CRONICAS THE DIVISION 1 (COMPLETA)

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By Emiliofarias1


AGRADECIMIENTOS

Pero un buen relato no es nada sin una correcta difusión, es por ello que agradezco a los agentes del foro de «Universo The Division», que han leído y compartido este trabajo, también a @APPAMonkey por su colaboración y quisiera hacer una mención especial al amigo @avalaaancha, quien dio a conocer este trabajo en las redes sociales de la comunidad.


Si tú también quieres ayudar a que esta historia llegue a más personas ¡compártela! con total libertad, si eliges hacerlo a través de redes sociales, por favor no olvides mencionar el hashtag #CronicasTheDivision y si tienes alguna sugerencia al respecto, puedes hacerlo a mi correo electrónico: emiliofarias1@gmail.com

Emilio Farías F.


CAPITULO 1


I PARTE

ACTIVACIÓN

Agente Max Farris

Soy Policía, Sargento Detective Max Farris, de la División de Investigación Criminal; cuando todo se fue a la mierda estaba en mi trabajo, para variar. Las noticias hablaban de un ataque terrorista con una neurotoxina, un arma biológica, la peor pesadilla de este País y sus autoridades.

Cómo todo ser humano mi principal preocupación fue mi familia, corrí a mi casa y saqué a mi mujer y mis hijos de allí, enviándolos fuera del país, presentía que algo más iba a ocurrir, y así fue, al tercer día de ocurrido el ataque denominado "Viernes Negro", nos activaron, verán, soy parte de una organización secreta del gobierno llamada "The Division", creada justamente después del 9/11, para enfrentar los peores escenarios que las mentes de nuestros científicos, políticos, historiadores y académicos pudieron imaginar, y justamente pasó.

Somos policías, médicos, bibliotecarios, bomberos, profesores y toda la gama de profesionales que se te pueda ocurrir, todos durmientes, esperando una catástrofe como la que ocurrió y esperando que tu reloj inteligente (ISAC) se iluminara, esa era la señal, la activación y la indicación que debías sacar tu alijo del escondite y ponerte a trabajar. Cómo policía fui entrenado para salvar vidas, como agente de The Division, para sesgarlas, y como se ven las cosas, es precisamente lo que haré.

ISAC (Intelligent System Analytic Computer), es un sistema de IA altamente avanzado creado especialmente para la agencia, se enlaza directamente con tu reloj de pulsera y mochila, para entregar al agente: comunicaciones, análisis en tiempo real, recolección y recuperación de datos remotos, interacciones con tecnologías variadas, biométrica e Incluso puede llegar a generar representaciones holográficas de una escena utilizando la recopilación de datos ambientales (Echo), de esta forma el agente obtiene la información necesaria e invaluable para avanzar en medio de este caos y afrontar los desafíos que esta desgracia representa, ISAC es nuestro medio de comunicación con otros agentes y con el puesto de comando que espero pronto se estabilice.


Me dirigí al dormitorio principal, moví la cama y desarmé el piso, allí, oculto en una caja táctica estaba mi equipo básico, mi pistola, mi subfusil y mi fiel M4, cargué la mochila con algunos consumibles me abrigué y salí a la calle, dispuesto a arriesgar el pellejo para traer orden al caos y eliminar a todo aquel que quiera impedirlo.


Agente Eve Díaz

Estaba de turno en el Hospital Memorial cuando la JTF lo cerró y lo eligió como albergue y morgue de las víctimas del ataque al que las noticias llamaron "Viernes Negro", cómo médico cirujano pude ver directamente el horror que se desató, el colapso de la red sanitaria y el descontrol que se produjo.

Mi reloj pulsera comenzó a brillar al tercer día de desatada la epidemia, esto sólo significaba una cosa, que desde ese momento dejaba de ser médico y era activada como agente The Division, una agencia secreta del gobierno creada después del 9/11 para enfrentar las peores catástrofes que se pudieran imaginar y éste ataque era una de aquellas.

ISAC, la inteligencia artificial asociada a mi reloj, comenzó a enviarme datos de la ubicación de otros agentes activados dentro de mi área, el lugar al que debía dirigirme para comenzar a organizar la estructura de la base de operaciones y otros antecedentes que debía manejar, por lo que me dirigí a mi baño, descolgué el botiquín donde oculto tras una pared falsa, estaba oculto mi alijo, pistola, Uzi y mi fiel rifle M700 carbón, sí, mi entrenamiento es de francotirador y de esa forma saldré a la calle.

Al activarse ISAC me sentí como una Green Lantern, con su anillo de poder y todo, pero sentí miedo, miedo de no estar a la altura de mi entrenamiento y miedo de no poder cumplir con mi misión; me puse mi equipo, cargue mis armas, llene la mochila y simplemente salí a la fría y oscura noche con la esperanza de encontrarme con aquellos que como yo fuimos llamados a ordenar el caos.


Matt Dougs "The One"

Me llaman "The One", porque fui el primero en probar los billetes del "Viernes Negro", el primero en hacerlos circular y enviar a este país a la edad media, el primero en probar que se podía hacer caer un sistema corrupto y enfermo, formo parte de un grupo de resistencia que se hará famoso, cambiaremos la historia y demostraremos la mentira de un gobierno inútil.

Fue fácil poner los billetes contaminados en circulación, una vuelta al centro comercial como todos los corderos obedientes y ciegos que pululan en su interior, unas compras aquí y allá, el dinero cambia de manos, sale del centro comercial, va a los hogares de los burgueses, los poderosos y los comunes, se esparce de mano en mano, como lo planeamos hace años en unas bodegas viejas y derruidas, unos cuantos al principio, miles ahora que somos visibles.

Lo haremos, cambiaremos primero al país y luego al mundo, derribaremos a todos aquellos que se nos opongan, esto no es una declaración de intenciones, hace días que es una realidad, Nueva York es el primer paso y la prueba definitiva de que vamos enserio, no vamos a retroceder sino que lo contrario, avanzaremos, ya tenemos aliados, son poderosos y su deseo es igual al nuestro, amigos del fuego, incluso militares y empleados del gobierno, que descontentos se nos unen, esto crece y crecerá aún más.

Salgo a la calle al tercer día, todo va sobre ruedas, el caos y la incertidumbre ya son una realidad, la JTF no puede con nosotros, la policía prácticamente desapareció, no hay orden, sólo caos y ahí reinamos, estamos en cada esquina, en cada subterráneo, agazapados en la oscuridad para decir "aquí estamos, nosotros causamos esto y ahora nos escucharán"; pero no todo es color de rosa, hay resistencia, alguien está eliminando a mi gente, al principio sólo fue un rumor, pero lo he comprobado, existe una fuerza que nos combate, no hemos cazado a nadie aún pero lo haremos y hablarán, nos dirán todo lo que queremos saber y los destruiremos, puede que incluso desde dentro.


II PARTE

LA CALLE

Agente Max Farris

Todo está oscuro, no hay electricidad ni servicios básicos, no hay forma de movilizarse en vehículos, los que están en la calle sólo estorban aparcados de cualquier forma, en las vías, en las aceras, chocados, destruidos, en fin inservibles, no pudieron elegir una mejor fecha para atacar, invierno, el caos se maxifica y todo es más difícil, por lo que puedo observar la JTF no ha podido controlar la situación, se ven sobrepasados y los cadáveres de sus hombres están por todas partes, los civiles están encerrados en sus casas y los desesperados tratan de obtener algo entre la basura e incluso en los cuerpos, la humanidad se está perdiendo, supongo que ese era el fin del ataque y lo están logrando.

ISAC me informó que hay más agentes activos, he tratado de comunicarme, pero no lo he logrado, pero sé que hay otro agente en el área, tuve un enfrentamiento con unos tipos que trataron de matarme, me superaban en número, pero logré abatir a varios, en un momento me vi rodeado y superado, sólo oí los disparos y vi a tres tipos caer, era un francotirador y era bueno, quiero creer que es otro agente no puedo estar sólo.

Por lo que he podido analizar, hay varios tipos de bandas que intentan apoderarse de lo que queda de la ciudad, están los delincuentes básicos, aquellos armados sólo con pistola y revólveres, sin una organización ni mandos claros, en definitiva, carroñeros, los denomino "RIOTERS", están los presos que escaparon de la isla prisión Rikers, tienen una líder, aún no sé quién pero la respetan, usan las mismas ropas de la cárcel y el armamento que robaron de los guardias, principalmente escopetas, los llamo obviamente "RIKERS", luego están los que protegidos por trajes ignífugos, más organizados y con mejor armamento, queman todo a su alrededor con sus lanzallamas, según ellos "purificando el mundo y eliminando el virus", a esos los llamo "CLEANERS", también con un liderazgo claro, aún sin confirmar, ellos eran los empleados de la ciudad que perdieron todo durante los incidentes, y por último, creo, están los exmilitares amotinados y descontentos, pero no por ello desorganizados, siguen una línea de mando y utilizan estrategias militares para dominar a sus oponentes y a todo aquél que discuta su visión del nuevo orden, estos pertenecen al LMB, por las siglas de su unidad el "Last Man Batallion", con armamento de guerra, bien pertrechados y sobre todo muy peligrosos en batalla, fueron a quienes llamaron para instaurar el orden pero se les subió a la cabeza.

Debo comunicarme con el líder de la JTF, un tal Capitán Roy Benítez, quién organizo a los policías, bomberos, personal médico, la Guardia Nacional y todo aquellos que quieren recuperar la ciudad, he oído que con él se encuentra una Agente The Division, no se su nombre ni si es la Agente a cargo, sólo sé que debo llegar a Camp Hudson y ver que pasará a continuación, sólo espero seguir con vida....


Agente Eve Díaz

Finalmente reuní el valor para salir a la calle, sólo tengo mi equipo básico, pero espero mejorarlo a la primera oportunidad, no me arriesgaré pondré todo mi entrenamiento a trabajar, soy una francotiradora y es lo que haré, trabajare en las alturas, buscaré información y me dirigiré a Camp Hudson, como me indica ISAC, creo que allí hay una Agente, ojalá sea ella quién esté a cargo.

Sé que hay otros agentes en mi área, pero solo he visto a uno, creo que es un agente, sólo por su equipo, porque ¡gracias a Dios que yo estaba ahí!, lo iban a masacrar, se enfrentó a un numeroso grupo de carroñeros, mató a varios, pero lo rodearon y su cobertura era muy débil, logré sacarle de encima a los malos con un par de tiros a la cabeza, lo vi un poco nervioso, cómo no supo de donde venía la ayuda huyó rápidamente sin darme tiempo a comunicarme, espero que este bien, aunque lo vi un poco patoso.

He podido reunir alguna información sobre las diferentes facciones que tratan de tomar el control de la ciudad, algunos me parecen principiantes, pero hay otros realmente peligrosos, he visto a un grupo con lanzallamas quemando gente a diestra y siniestra, también hay un grupo de presos que escaparon de una isla, sembrando el terror y he escuchado a unos refugiados decir que también hay militares disidentes, creo que esos deben ser los peores, me imagino que conservan sus armas, equipo y línea de mando, lo que los hace temibles, espero no encontrármelos en mi camino, por lo menos hasta que pueda mejorar mi equipo y espero que el amateur al que salvé tampoco se los tope.

Cuando me dirigía a mi destino, saltando azoteas y usando los pisos vacíos, me topé con un grupo de carroñeros, escuche a una de sus víctimas llamarlos "RIOTERS", no sé qué significa, pero ahora a ellos les importa menos, tomé una buena posición y maté a seis de ellos con mi fiel M700, los restantes huyeron por las calles sin saber de dónde venían los disparos, al reunirme con la gente a la que atacaban éstos, a modo de agradecimiento, me regalaron una bufanda de lana roja, no es gran cosa pero en este infierno helado se agradece cualquier abrigo, aunque el color es un poco llamativo para mi línea de trabajo (francotiradora) la usaré, hace demasiado frío para andar con remilgos.


Matt Dougs "The One"

Soy parte de los que inició esto, pero a veces me siento como un carroñero más, cuando los cerebros se reúnen no me hablan directamente, cuchichean entre ellos y no me gusta, sé que planean otras cosas, también en esas reuniones me enteré que efectivamente hay alguien cazándonos, se hacen llamar "The Division" y supuestamente son agentes altamente entrenados para estas situaciones, no me gusta lo que oigo pero debo mantenerme atento, esto es supervivencia y yo quiero sobrevivir, hablan de expandir las operaciones a otras ciudades, eso me interesa, busco a uno de mis muchachos y le ordeno que sigan a cada uno de los que están aquí, no soy estúpido y debo cubrir mis espaldas.

Cuando termina la reunión, me informan que al menos tengo uno de esos agentes en mi barrio, ayer mataron a seis de mis muchachos con certeros disparos en la cabeza, y otros cuantos, en un callejón, aunque a éstos a quemarropa, bueno tal vez tenga dos de esos agentes entre manos, tendré que salir yo mismo a solucionar esto, veremos.

Luego de organizar algunos asuntos, salgo a la calle a buscar a los molestos agentes que están eliminando a mi gente, tengo muchas bajas y ninguna explicación de quienes lo han hecho, estoy muy molesto, no me gusta lo que veo en las caras de la gente en la ciudad, veo esperanza y si existe la esperanza existe peligro para nuestro negocio, interrogo a unos pobres diablos, harapientos y hambrientos, por unas migajas de comida me hablan de un ángel en las alturas que los protege de los carroñeros, después de matarlos ordeno a mis hombres que rastreen los departamentos en altura, debe ser un francotirador, eso explica los tiros a la cabeza y que nadie haya visto al autor; creo que debo reunirme con algunos aliados para ampliar la búsqueda y eliminar cualquier rastro de esperanza, debemos demostrar que esto no terminará, que seguimos a cargo y en el juego.

La búsqueda ha dado frutos, hemos encontrado rastros del ángel de las alturas, al parecer es una mujer, eso me irrita aún más, como es posible que una maldita mujer haya matado a tantos de mis hombres y no hemos sido capaces de cazarla, pero lo haremos, hemos acortado la brecha y la atraparemos, haremos de ella un ejemplo para todos, se acabará la esperanza y volveremos a esa sombría tensión que me gusta, estaremos de nuevo en control, pero no debo fiarme, no es la única que ronda por aquí...


III PARTE

ENFRENTAMIENTOS

Corre, cúbrete, dispara!!!... recuerdo mi entrenamiento, el instructor grita sin parar las mismas palabras Corre, cúbrete, dispara!!!, hasta que todo es mecánico, el barracón donde entrenábamos era muy grande y lleno de agentes en entrenamiento, armas, equipo, tecnología, gadgets, ISAC, todo lo imaginable para la práctica de habilidades y uso de las diferentes variantes, hay miles de combinaciones de equipo, algunos son especializados a un área concreta, otros son denominados híbridos, una combinación de todo, pero igualmente funcional, chalecos antibalas que otorgan determinadas ventajas, guantes que aportan estabilidad, rodilleras que te dan más fuerza o fundas de pistola con mayor aguante...las mochilas son un cuento aparte, de todas formas y tamaños, con más o menos capacidad, pero todas con un aporte al equipo en general.

Dejo de divagar cuando los trozos de madera de la puerta detrás de la cual me cubro caen en mi cabeza, escucho a los carroñeros gritar mi ubicación...

- Ahí está!!!!, disparen, disparen, disparen...

Respondo con mi M4, un cargador, dos, logro repeler el primer ataque, recuerdo las torretas, pero no tengo, recuerdo las granadas de conmoción las cuales tampoco tengo, dios, si salgo de esta te deberé una gorda (nuevamente), cambio de cobertura, corro me cubro y disparo y nuevamente a empezar, hasta que veo a tres tipos directamente hacia mí con bates de béisbol, sin armas solo los bates, corriendo como locos, me congelo y de la nada los tres caen al piso y escuchó:

- Dispara imbécil!!!! Dispara!!!!

Es una voz de mujer, proviene de un apartamento encima de mi cobertura, creo que es la misma que ya me había salvado una vez, sonrío y le respondo:

- Gracias, no hacía falta, ya los tenía en la mira...

La chica me mira con aire enfadado y apunta nuevamente su arma, un fantástico M700 Carbón, con camuflaje rosado ¡rosado!, a quién se le ocurre semejante estupidez y luego pienso, bueno, es una chica después de todo, puede que sea una agente, pero no pueden evitar el rosa, apuesto que su pistola debe tener el mismo camuflaje, sigo divagando hasta que nuevamente estoy rodeado, pero ahora cambiaron el bate por hachas, esto no puede estar sucediendo, me digo, logrando esquivar un golpe y rodando hacia adelante, escuchando los gritos de los carroñeros, atacan en manada sin ningún orden pero en oleadas casi interminables, me quedo sin balas en la M4, recurro a la secundaria, un MP5 de la marina, me deshago de los hacheros y me dirijo al apartamento donde estaba la francotiradora, para cuando llego ya se había ido ¡maldita sea!, ni rastro de ella.

Bueno, si es una agente, y tiene toda la pinta por como dispara y se mueve, la encontraré cuando llegue a Camp Hudson, si es que llego, creo que estoy bastante oxidado, los años de detective me pasaron la cuenta, pero estoy poniéndome a tono nuevamente, a las malas, pero lo estoy haciendo.

Hago un recuento de mi equipo y munición y recuerdo que cerca de donde estoy había una armería, debería ir allí, necesito balas, muchas balas, espero que los carroñeros me hayan dejado algo...

*****************

Estoy en un apartamento de un derruido edificio en la periferia, cuando escucho gritos y un intercambio de disparos, preparo mi rifle y observo hacia abajo, ahí está nuevamente el hombre al que salve hace unos días, nuevamente rodeado y demostrando ser un amateur, de repente veo que se queda congelado y tres tipos armados con bates de béisbol, corren hacia él, apunto mi arma mientras le grito:

- Dispara imbécil!!!! Dispara!!!!

Logro eliminar a los tres carroñeros, y este tipo sonríe y me responde:

- Gracias, no hacía falta, ya los tenía en la mira...

Elimino a otros cuantos carroñeros, y cuando veo que ya no hay peligro para él, creo que es un agente, me voy de allí rápidamente, no sé si sea un agente o no, pero por el momento no voy a entablar comunicación, ISAC lleva tiempo inactivo y ya me estoy preocupando, pero sé que debo dirigirme a Camp Hudson, así que en eso me concentro, de todas maneras, me mantendré en observación de este tipo, lo más probable es que deba salvarlo nuevamente. Lo veo subir al piso en donde me encontraba y me río al ver su cara de frustración cuando no me encuentra, revuelve el piso, pero no deje ningún rastro, se retira y decido seguirlo, de alguna forma descubriré si es un agente o no, y por cómo se comporta se seguirá metiendo en problemas.

Siguiendo al supuesto agente, llegué a una armería, entre tras él porque claramente su objetivo era reabastecerse de munición, yo también la necesito así que me quede esperando a que saliera para realizar mi propio rastreo, me acurruque en un rincón oscuro y no pasó mucho tiempo hasta que me quede dormida, desperté al escuchar un forcejeo que provenía de una de las habitaciones de la armería, me incorporé y con la pistola en la mano entré al lugar desde donde provenía el ruido, para mi sorpresa, o no tanta, era el tipo al que me estaba aburriendo de salvar, peleando con un par de carroñeros, le grité:

- Al suelo!!!!!

Y les disparé a ambos carroñeros, los que cayeron pesadamente al suelo, para mi sorpresa uno de ellos llevaba puestos unos de los guantes tácticos de la agencia, por lo que se los quité y los guardé en mi mochila, mientras mi buena obra del día se levantaba y me decía:

- Gracias de nuevo, pero ya me estoy hartando de este jueguito, soy el agente de The Division Max Farris...

- ¿Agente? – le pregunté

- Sí, de una de esas tantas agencias secretas que existen, pero de las buenas...y tú éres...

- Sólo debes mirar mi brazo derecho, ¿ves esa identificación?, ahí dice Agente The Division Eve Díaz, esa soy yo...

Nos miramos y comenzamos a reírnos como histéricos, un misterio menos y por fin una ¿buena? noticia, ya no estoy sola, aunque este amateur podría estorbar en algún momento, mejor dos agentes que uno...o por lo menos un agente y medio....

*****************

Ya identifiqué a mis enemigos, efectivamente son dos, un hombre y una mujer y por lo que pude ver, la mujer es bastante más peligrosa que él, no sé si serán miembros de la agencia The Division, pero están bien equipados y entrenados, matan a mis hombres demasiado fácil, aun cuando los superan largamente en número y armas, pero bueno, mis muchachos son sólo carne de cañón.

Encontré al hombre en un edificio de la periferia, mandé a mis hombres a liquidarlo y por poco lo logran, mientras observaba la acción, vi a la mujer en el piso de arriba, con un rifle de francotirador eliminó a mis muchachos que habían acorralado al hombre, envíe más gente a la lucha, pero aun así no pudieron eliminarlos, la mujer es muy buena en lo que hace, en cambio el hombre es un poco lento, pero igual es peligroso.

Cuando vi que ya todo que estaba perdido, les ordené a mis hombres que se retirarán, no será la última vez que nos veamos, así que, para qué perder más carroñeros, me servirán más adelante, cuando nos encontremos de nuevo, por supuesto yo no participé en la lucha, no es tiempo aun de darme a conocer, debo protegerme, pero también quiero eliminar a esos dos.

Mientras me retiraba del lugar, recibí una llamada, era él en persona, quién ideó todo esto y quién nos reunió para llevarlo a cabo, pero debo reconocer que incluso a mí me aterroriza un poco, oculta su verdadera voz y nadie le conoce, nadie sabe cómo luce en realidad, nadie lo ha visto, cuando se comunica pixela su rostro, y va un paso delante de las respuestas de los sistemas de emergencia, cómo si los conociera desde dentro, él se cree a salvo, pero yo tengo mis propios medios y pronto también descubriré quién es en realidad, pero despacio no puedo cometer errores o seré hombre muerto.

- Hola Matt - dijo la voz al teléfono

- Hola - dije yo - ¿Qué hay?

- Sé que estas un tanto ocupado con unos nuevos amigos.

- Sí, es verdad, pero yo siempre hago nuevos amigos. ¿Cómo lo supiste?

- Tengo mis medios Matt, ya lo sabes, pero vamos al grano, no quiero que los mates, ¿me entiendes? No quiero que los mates.

- Pero son peligrosos y están causando muchos problemas.

- No me importa, tú sólo has lo que te ordeno. No los mates, deja que lleguen a su destino.

- Y ¿dónde sería eso?

- Camp Hudson.

- Porque allí, ¿qué hay en ese lugar?, por lo que sé solo ruinas, fue arrasado por los carroñeros y los supervivientes.

- Tú no te preocupes por eso, cumple mis órdenes y serás recompensado, recuerda que tengo muy buena memoria, para los errores sobretodo.

- Ya lo sé, vi lo que le hicieron al tipo que te cuestiono una vez...muy desagradable.

- Bueno, entonces si ya te haces una idea, harás lo que te digo, adiós.

- Adiós.

Y colgó, esto me da mala espina, algo pasa y si este tipo se molesta en llamarme personalmente para que deje tranquilo a esos dos, peor aún, pero no me sorprenderán desprevenido, tengo mi propio equipo de inteligencia y juro que no voy a caer sólo...


IV PARTE

DESTINO

- ¿Puedes moverte un poco más rápido? – dijo ella

- Y si mejor descansamos un momento, Camp Hudson no se va a mover de donde esta – contestó Farris

- No se trata de eso, sólo quiero llegar pronto y averiguar cuál ha sido nuestro avance en establecer la base de operaciones

- Pues no creo que sea mucho, habríamos visto a otros agentes o por lo menos habría disminuido el número de enemigos y eso hasta el momento no ha sucedido, al contrario, hemos visto más carroñeros que de costumbre

- Sí, es verdad, pero creo que eso es nuestra culpa, hemos estado eliminándolos sostenidamente y no creo que su líder este muy contento

- Hablando de líder, ¿podríamos parar y comer algo?, me muero de hambre y estoy agotado y como tú te has autonombrado agente a cargo...

- Está bien, busquemos algún buen lugar para descansar.

Durante su travesía hacia Camp Hudson, los agentes habían descubierto varios cadáveres de otros miembros de The Division, lo que los hizo pensar, acertadamente, que otros ya habían sido activados y habían tratado de recuperar la ciudad, sin éxito obviamente, ¿Cuántos fueron, cuantos cayeron y lo más importante, cuantos quedan?, son preguntas que deberán responderse mientras avanzan hacia su destino.

Farris comía una lata de conservas mientras Díaz limpiaba su arma, su rifle M700 Carbón, era letal, por eso lo mimaba y realizaba su mantención continuamente, además entre los cuerpos de los agentes caídos, pudieron recuperar piezas de equipo de la agencia, sólo compatibles con sus armas y accesorios de defensa, de hecho Farris logró recuperar una pistolera con aditamentos electrónicos que aumentaban la puntería de sus armas y ella misma, aparte de los guantes que ya había recuperado, obtuvo unas rodilleras que reforzaban su estabilidad.

Este tipo de tecnología fue diseñada especialmente para los agentes de campo de The Division, utilizando nanotecnología de última generación y electrónica activa, que permite lograr mejoras a nivel físico, cognitivo y mecánico, haciendo que los agentes tengan capacidades físicas superiores, mayor aguante o resistencia a las heridas, además de que el equipo en sí se prepara exclusivamente para determinadas especializaciones, tales como francotirador, médico, asalto, etc., cuyas partes son divididas para su uso en diferentes partes del cuerpo del agente, y aun así puedan ser utilizadas por separado y realizando diferentes combinaciones que el propio agente decide en el campo, de acuerdo a las necesidades que presenta el combate que deba desarrollar, si bien es cierto no todos los agentes llevan los equipos optimizados al 100%, toda vez que éstos se fueron diseñando a medida que los científicos fueron entendiendo la mecánica de los escenarios a los que se enfrentaban los hombres y mujeres en la calle, éstos pueden ser optimizados por el propio agente, una vez se haya establecido una base de operaciones, dirigiendo los parámetros a la especialización que requiera, abriendo infinitas posibilidades para ello.

Díaz y Farris, no lo sabían aún, pero no eran los primeros agentes activos en las calles de Nueva York, como tampoco serían los últimos, las bajas han sido numerosas, pero existe un factor importante y es que algunos agentes se han vuelto renegados, liderando nuevas facciones en la pugna por el poder, éstos son los actores más peligrosos a los cuales se enfrentarán porque poseen equipo y entrenamiento similar y no dudarán en eliminar cualquier obstáculo en su camino.

Luego de haber descansado lo suficiente para reponer energías, los dos agentes salieron nuevamente a las calles, moviéndose sigilosamente entre las ruinas y vehículos abandonados, habría sido mucho más fácil viajar en alguno de éstos, pero no habrían avanzado más de un kilómetro sin encontrarse nuevamente en un embotellamiento, por lo cual descartaron esa posibilidad, moviéndose a pie, además esto les permitía evitar el combate directo con los carroñeros que se mantienen siempre alerta en su búsqueda, también esto les da la oportunidad de obtener información de los ciudadanos que pululan buscando ayuda o restos de comida entre los escombros, y no sólo información sino que también armas y equipo que ellos encuentran en sus búsquedas, las cuales si no son utilizadas de inmediato, sus partes sirven de repuesto o recambio.

En una de estas oportunidades, descubrieron que la JTF había intentado sin éxito tomar el control de la ciudad e implementar un centro de comando, pero fueron rápidamente rechazados por los carroñeros y otras fuerzas, retirándose definitivamente a Camp Hudson, por lo que afirmaron su convicción de dirigirse a ese lugar.

- ¿Ves Farris?, debemos llegar pronto a Camp Hudson, ya debe estar funcionando la base de operaciones.

- Bueno, si no es así tendremos que ayudar nosotros a implementarla.

- No creo, tengo fe que debe haber más agentes allí y podremos descansar un poco de todo esto, además necesito optimizar mi equipo, tanto trajín ya comienza a tener efecto.

- No te preocupes, aguantaremos con lo que tenemos hasta llegar a Camp Hudson, hemos tenido suerte y un poco de ayuda civil también.

- Sí, tenemos suerte, pero no podemos confiarnos, sigo viendo demasiados carroñeros por ahí y la munición de mi rifle escasea.

Mientras los agentes continuaban con su viaje, eran seguidos de cerca por uno de los enviados del líder de los carroñeros, quién enviaba continuamente la información a su jefe, el que había dado orden de no matarlos, no se sabía porque, pero al parecer era una orden de más arriba aún, por lo que solo los hostigaban un poco sin perderlos de vista.

- Jefe, soy ALEX, sí estoy tras ellos, sólo les han molestado, pero no les han hecho daño, sí, ya falta poco para que lleguen a su destino, máximo un día, creo... sí, no los perderé de vista, pero cuando lleguen a Camp Hudson no podré seguirlos...ok...así lo haré...adiós.

Luego de la llamada, Matt quedo pensativo, tendría que recurrir a sus amigos del otro lado para conseguir que Alex siga con su misión en Camp Hudson, no le gustaba la idea de pedir ese favor, pero si quería tener información de primera mano, no podía permitirse perder a los agentes que tanto interesaban al Jefe, así que simplemente hizo la llamada:

- Hola JOE, soy Matt, sí necesito un favor.

- Dime Matt, soy todo oídos – gruñó la voz al otro lado.

- Verás, tengo un encargo del Jefe y necesito pasar a uno de mis hombres a través de Camp Hudson.

- Ok., puedo hacerlo, pero recuerda que todo tiene un precio...

- Lo sé, una vez mi hombre este al otro lado, acordaremos el pago, pero te recuerdo que esta no es mi idea...

- No importa de quién sea la idea, todos pagan el precio o arden.

- Ok., te avisaré los detalles.

No le gustaba hacer tratos con Joe, pero por el momento era el único que podía ayudarlo, además sabía que no haría preguntas para corroborar su historia, así que se quedó un poco más tranquilo, y comenzó a planear su siguiente movimiento.

*****************

- Vamos Díaz, ahora eres tú la que se queda atrás, falta muy poco.

- No sé, ¿no sientes que nos siguen?, tengo un mal presentimiento, este último trayecto ha sido demasiado fácil.

- No seas pájaro de mal agüero y camina, sólo debemos caminar los últimos kilómetros que nos separan de la civilización que se supone sea Camp Hudson.

- Tú no entiendes Farris, tengo un mal presentimiento y casi nunca me equivoco en esto.

De repente un disparo, dos, tres, una ráfaga, un grupo de carroñeros dispara contra ellos, los agentes se cubren disparando en defensa de sus posiciones entre los edificios:

- ¡Farris, cúbrete!

- ¡Sube al segundo piso Díaz¡, yo tomare posición tras ese camión de bomberos.

- ¡Ok!

- ¡Te dejo los de la derecha, tú desde arriba los tienes cubiertos! - ¡Yo voy por los de la izquierda!

Díaz subió a un segundo piso, tomo cobertura y desde allí acribilló a unos cuantos carroñeros, mientras que Farris con su M4, eliminaba a los que llegaban desde la derecha, la refriega duró bastante poco con esos enemigos, pero inmediatamente aparecieron los kamikazes con bates y hachas los que lograron rodear a Farris, éste se lanzó en carrera hacia adelante mientras recargaba su arma, siendo alcanzado por uno de los batazos directamente en las piernas, lo que hizo que rodara por el suelo:

- ¡Ahhhh! - gritó Farris, al recibir el golpe en las piernas.

- ¡¡¡¡Farris!!!! – gritó Díaz a su vez, cambiando de arma a su secundaria para una mejor cadencia de fuego.

Farris, perdió su arma principal, pero logró desenfundar la pistola, matando a dos de los bateros más próximos, pero recibió un golpe de hacha en la mano que sostenía la pistola, en el mismo momento Díaz logró abatir a los demás carroñeros, dándose cuenta de lo ocurrido bajó del piso:

- ¿Estás bien Farris? – preguntó Díaz.

- Sí, el guante absorbió todo el daño, dijo Farris, mostrándole el guante derecho, definitivamente destruido.

- Déjame revisarte, soy médico – le dijo Díaz, mientras le revisaba la mano y el brazo - creo que tendrás que reemplazar los guantes cuando lleguemos a Camp Hudson – pero por lo demás, estas intacto.

- Vaya, adiós a mi talento con la pistola, esos guantes tenían el mod de estabilidad.

- Bueno, deberás conformarte con tus propias habilidades hasta que tengamos acceso a una estación de fabricación.

- Ojalá ya este implementada – dijo finalmente Farris, levantándose del suelo y recogiendo sus armas – apresurémonos me queda poca munición y creo que no aguantaría otro enfrentamiento como éste.

- Sí, a mí también me queda poca munición.

- Así que médico ¿eh?, no lo habría adivinado, tienes más pinta de bibliotecaria, ¡jajajaja!

- ¿Bibliotecaria? Y yo que creía que pasaba por vendedora de la bolsa... en cambió tú, tú tienes aspecto de guardia de zoológico, maloliente y lento ¡jajaja!

- Muy graciosa, para tu información soy.... !hum¡ - bufeó – te dejaré con la duda – pero maloliente, ten en cuenta que los servicios básicos cayeron hace rato y las únicas posibilidades que hemos tenido de asearnos han sido los pocos apartamentos con sifones, y tú te gastas más de la mitad del agua que encontramos sólo en tu pelo.

- Basta de discusiones y sigamos el camino, no voy a pelear contigo por la higiene personal – dijo Díaz, zanjando de raíz el tema y dejando plantado a Farris.

Tomaron sus equipos, revisaron los cuerpos de los enemigos caídos en busca de algo útil y siguieron su camino rumbo a Camp Hudson, cuyas instalaciones ya se veían más cerca.

***************

- Hola Matt – dijo una voz profunda y grave al teléfono.

- Hola Joe, ¿qué hay?

- Tu hombre ya está aquí, pasó por Camp Hudson y está con nosotros.

- Ok., dile que siga con lo que se le ordeno, ya me comunicaré con él cuando sea necesario, que siga con sus reportes.

- Bien, se lo diré, ahora acordemos el precio...

- ¿Qué quieres?

- Lo mismo que tú Matt, lo mismo que tu...

- ¿Y eso sería?

- Que más que información Matt, no te me hagas el tonto, ya se lo que tramas y no pretendo quedar fuera...

- Oye Joe, te equivocas, yo no tramo nada, son órdenes del Jefe, ya te lo dije...

- ¡Ese tipo no ordeno nada imbécil!, ¡ya hice mis averiguaciones! - y suavizando la voz dijo - no seas tonto, yo te ayudo tú me ayudas, así funciona esto...

- Está bien, pero si el tipo se entera estamos muertos, ya sabes cómo es, es un maldito sádico...

- Yo también Matt, yo también - dijo Joe riéndose ruidosamente.

- Bien, esto es lo que sé y lo que pretendo que mi hombre averigüe – siguió Matt al teléfono, la conversación se extendió un tiempo y al colgar exclamó:

- ¡Mierda!, tendré que andar con mucho cuidado, tanto el Jefe cómo Joe son unos hijos de puta peligrosos, y si descubren mi juego me quemarán vivo.

***************

- ¡!!!!!Hola¡¡¡¡¡¡ - gritó el agente Farris a los guardias en la entrada de Camp Hudson, dos militares de la JTF que lo apuntaron con sus armas en cuanto lo vieron.

- Soy el agente de The Division Max Farris, mi identificación está en mi brazo derecho – dijo Farris, levantando las manos sobre la cabeza - ¡Ah! y quien les apunta a la cabeza desde allí arriba – les dijo señalando un camión de remolque abandonado a unos metros de ellos – es la agente Eve Díaz – verán su identificación una vez yo baje los brazos, a lo que los militares asintieron al verificar su identificación.

- Bienvenido agente, este es el cuartel de la JTF en Camp Hudson, nos vendrá muy bien su ayuda, sobre todo ahora que pretendemos ampliar las operaciones a Garming Street – dijo uno de los soldados, mientras se les unía la agente Díaz.

- ¿Hay más agentes de The Division aquí? – preguntó Díaz

- Sí, dijo el soldado, algunos se adelantaron hacia Garming y hay otros dentro, pero son muy pocos.

- ¿Quién está a cargo? – preguntó Farris

- El Capitán Moras, de la JTF, pero el verdadero jefe es el Capitán Roy Benítez.

- ¿Y dónde está él?

- Esa es una muy buena pregunta, pero continuamente está en comunicación con el Capitán Moras.

- Gracias sargento – dijo Díaz – hablaremos con él.

- Tiene su oficina en la sala de control, segundo nivel, no hay perdida.

- Nos vemos.

Ambos agentes se dirigieron a la entrada del recinto el cual se encuentra bastante a mal traer, pero ya se estaba notando el trabajo del personal de la JTF, se habían levantado los elementos básicos de un campamento militar, asistencia médica, comedores, armería y otros elementos que hacían más fácil el trajín de los soldados, se notaba mucho movimiento de médicos y personal técnico, además de civiles refugiados en el lugar, no vieron más que un par de agentes, no los conocían pero se saludaron como si lo hicieran, eran los primeros que veían y esperaban ver muchos más, intercambiaron un par de bromas, alguna información básica y la ubicación del Capitán Moras.

Subieron por unas escalas metálicas al segundo nivel del edificio principal, donde funcionaba una especie de sala de operaciones y comando, y en un costado tras un mapa 3D de la ciudad, se encontraba el Capitán Moras, un tipo delgado, de aspecto descuidado, pero que irradiaba energía y determinación, los miro, sonrió y les extendió su mano.

- Bienvenidos agentes, ya me habían informado de su llegada – les dijo Moras

- Gracias Capitán – contestó Farris – veo que han estado ocupados aquí.

- Oh sí, han sido días muy agitados, con todo yéndose al diablo rápidamente, sólo tratamos de organizar lo más básico y defendiéndonos de distintas facciones que nos atacan continuamente, mermando a nuestras fuerzas e impidiendo que restablezcamos el orden.

- Ya veo – dijo Díaz – ha de haber sido muy difícil para usted y sus hombres.

- No lo imagina agente, no lo imagina, pero veo que ustedes también pasaron por lo suyo.

- Algo así capitán, algo así – contestó Farris mirando de reojo a Díaz, quién asentía.

- Bueno, no quiero hacerles perder más tiempo – indicó Moras – supongo que necesitan algo de información ¿me equivoco?

- Por supuesto Capitán, necesitamos algo de inteligencia de campo, equipo, munición y sobretodo saber si tiene registro de más agentes en la zona – fue la respuesta de Díaz.

- Ok., esencialmente en estas instalaciones pueden encontrar equipo, munición y consumibles para su misión, los agentes que llegan aquí lo hacen solamente para abastecerse e informar una que otra novedad, no tengo mucho contacto con ellos, salvo que sea de extrema necesidad, como comprenderán todos tenemos nuestras propias prioridades...

- Entiendo Capitán, ¿conoce al agente a cargo?

- Pues sí, tengo entendido que es la agente FAYE LAU, pero hace tiempo que no está aquí

- ¿Y dónde puede estar? – preguntó Farris.

- Creo que salió en dirección a la Oficina de Correos en Manhattan, donde se pretende instalar la Base de Operaciones definitiva.

- Entendido Capitán, vamos a pertrecharnos, buscar algo más de información, descansar un poco y estaremos a su disposición – dijo Farris

- Bien, nos vemos, y si buscan más información, en el Hall de entrada tenemos instalado un pizarrón donde se publica la inteligencia obtenida por el diferente personal operativo, les recomiendo visitarlo, se actualiza continuamente, además una vez hayan descansado, creo que tengo una misión que requiere de sus capacidades – dijo el Capitán Moras – despidiéndose de ellos con un ademán.


CAPITULO 2



I PARTE

RECONOCIMIENTO

- ¿A quién debemos encontrar primero Farris? – pregunto la agente Díaz - ¿Al Capitán Benítez o a la Agente Lau?, personalmente me gustaría conocer a la agente Lau, pero si nuestra misión es el Capitán Benítez, no hay problema, sólo debo saberlo para preparar mi equipo según la misión, porque...

- Díaz!!! – la interrumpió Farris – ¿podrías por favor callarte un poco?, necesito pensar y tu parloteo no ayuda...

- Pero, ¿Qué puede ser más importante que la misión?

- No se trata de eso, necesito pensar si esta situación la abordamos juntos o por separado, verás, hay muy pocos agentes y no podemos darnos el lujo de realizar ciertas acciones en conjunto.

- Bueno – dijo Díaz – esto es fácil, llegamos hasta acá juntos, te propongo que una vez lleguemos a la Oficina de Correos en Manhattan, separemos nuestros caminos, y ésta misión la afrontemos juntos.

- Buena idea, así lo haremos, busquemos nuestros equipos y nos reunimos en el hall, ahí te explicaré lo que debemos hacer.

Una vez en el hall de Camp Hudson y ya con sus equipos en condiciones, los dos agentes se dirigieron a la salida, pudiendo observar como Hudson Yards mantenía las mismas condiciones que todas las demás calles de la ciudad, es decir, completamente saturada de vehículos abandonados, civiles y vehículos policiales, por lo tanto, debían continuar su recorrido a pie, con los riesgos que ello conlleva.

- Bien – dijo Farris – la misión que nos ha encomendado el Capitán Moras, es realizar un reconocimiento por la zona de Hudson Yards, Hell's Kitchen y Chelsea, verificar cantidad de enemigos, puntos donde podríamos instalar casas seguras, y rutas alternativas para que la JTF entregue suministros a los ciudadanos, además de efectuar una limpieza de aquellos enemigos más peligrosos.

- Mmm...- gruñó Díaz – creí que sería más complicado, ¿y la búsqueda del Capitán Benítez o la agente Lau?

- Eso será después, ellos pueden cuidarse solos, mientras tanto existen otras prioridades.

- ¿Y qué haremos primero?

- Reconocimiento, haremos lo mismo que hemos hecho hasta ahora, tú por arriba yo por dentro, sólo recuerda cubrirme y estaremos bien.

- ¿Y qué crees que hecho desde que te conozco? – le respondió Díaz riendo.

- Muy graciosa, muy graciosa...

Los agentes comenzaron su reconocimiento por las diferentes calles y recovecos de Hudson Yards, topándose con algunos enemigos, pero sin mayores complicaciones, avanzaron algunos kilómetros y luego rehicieron su camino de vuelta a Camp Hudson, para abastecerse de munición y descansar.

*****************

Al amanecer del nuevo día, el agente Farris tomó su equipo y salió, saludando a los soldados de la JTF que custodiaban la entrada al campamento, éstos le devolvieron el saludo, felicitándolo por el trabajo realizado hasta ahora, él se encamino por Hudson Yards, sorteando los vehículos que se encuentran amontonados en la calle haciendo imposible su uso, pensó que lo primero que se debía realizar al tomar el control de la ciudad era volver a hacerla transitable, por lo menos para vehículos pequeños, alguna moto o vehículos de emergencia, se podía perfectamente dejar de lado por el momento el tránsito de vehículos de mayor envergadura o pesados, cómo facilitaría las cosas para el agente común y corriente poder movilizarse en vehículo, pero por el momento no es posible.

Mientras divagaba sobre las mejoras que se debían realizar, no se percató de un grupo de carroñeros que discutían más adelante, sobre la manera de matar a un par de soldados de la JTF que tenían atados en el suelo:

- A estos cerdos habría que quemarlos – dijo uno de los sujetos

- No, eso lo hacen en otro distrito, nosotros simplemente los matamos ¿o quieres que esta ciudad huela aún peor? – le contestó otro, a lo que el que vigilaba más allá, riendo les dijo:

- Jajaja¡¡¡, no creo que eso sea posible, ya huele mal por culpa de esos agentes que matamos ayer.

ISAC emitió su alerta de proximidad de enemigos, por lo que el agente Farris, logró tomar cobertura tras una camioneta de reparto, poniendo atención a lo que decían los gamberros, especialmente lo que hablaban sobre los agentes caídos.


- Es verdad, ya no puede oler peor, jajaja¡¡¡¡ - dijo otro de los carroñeros.

- Oye, hablando de los muertos, ¿los registraron? Esos bastardos llevan buenas armas y equipos encima, vale la pena revisarlos.

- Sí, yo le quité esta pistola a uno de ellos y es de temer.

- Bueno, nosotros no los hemos revisado, así que ahora mismo lo vamos a hacer – le hizo una seña a dos de los tipos que estaban ahí y comenzaron a caminar hacia el sur de la calle.

El agente Farris decidió seguirlos y así recuperar los cuerpos de los agentes caídos y sus equipos, éstos no podían caer en manos del enemigo, ya era suficientemente malo que fueran superados en número como para que también igualaran su equipamiento. Ahora se arrepentía de haber salido sin la agente Díaz, pero no quería exponerla más de lo necesario, además necesitaba estar solo para llevar a cabo la misión que le habían encomendado al ser activado, y ésta no fue precisamente dada por el Capitán Moras.

Siguió a los enemigos hasta un edificio de oficinas públicas, entraron los tres discutiendo y riendo por cosas que no lograba oír del todo, por lo que se acercó un poco más, sigilosamente por entre el mobiliario y las paredes, hasta llegar a una sala de estar, donde estaban los tres gamberros agachados ante un cuerpo, registrándolo como si fuera sólo una bolsa de mercancías, pudo ver la identificación del agente adherida a su brazo izquierdo, además de que portaba el equipo estándar de un agente recientemente activado.

Se movió despacio hasta tener la visión completa de los tres carroñeros, apunto con cuidado con su M4 y abrió fuego, con certeros disparos en la cabeza, acabo rápidamente con aquellos sujetos y se acercó al cuerpo del agente, se llevó una sorpresa al constatar que lo conocía, era un paramédico que trabajaba en el Hospital al que regularmente llevada a sus sospechosos, el mundo es muy pequeño pensó, para luego al revisar con más tiempo el lugar, darse cuenta que habían tres cuerpos más, todos agentes y a juzgar por su juventud habían sido activados recientemente, novatos, pensó, estaba seguro que ni siquiera sabían utilizar al 100% su equipo y ya los mandaban a luchar, es injusto reflexionó, pero luego se dijo a sí mismo que cada uno tomaba sus propias decisiones y éstos agentes los habían hecho.

Revisó los cuerpos cual carroñero, pero con el debido respeto por los agentes, cubrió sus cuerpos, recogió aquel equipo o piezas de él, que le sirvieran y destruyó las que no, para luego retirarse silenciosamente de aquel lugar de muerte. Uno de los agentes portaba una torreta lanzallamas, sólo las había visto en su entrenamiento, nunca tuvo la oportunidad de usar una, la adosó a su mochila y la llevó consigo, ahora tendría chance de usarla.

*****************

La agente Díaz se despertó, se desperezó y se vistió rápidamente, hoy saldría nuevamente con Farris en reconocimiento de la ciudad, se puso su equipo, cogió sus armas y salió al hall de entrada, miró alrededor no viendo al otro agente, miro la hora en ISAC (sí también da la hora), y esperó, pasaron 10, 20, 30 minutos y Farris no daba señales de vida, mientras tanto se entretenía viendo el trajín de los soldados de la JTF, los nuevos agentes que acudían a ver el mural de información y abastecerse de munición y otros pertrechos. Pasado un rato decidió ya no esperar y salir a la entrada para consultar a los soldados de guardia, grande fue su sorpresa cuando éstos le informaron que el agente Farris salió temprano en dirección al Sur por Hudson Yards.

Díaz quedó un momento pensativa, decidiendo si seguir a Farris o salir por su cuenta, eligió lo último y despidiéndose de los soldados se encaminó por la calle opuesta, pensando que Farris era grandecito para cuidarse solo, pero también le preocupaba que no le hubiera comunicado su salida en solitario. Bueno – pensó ella – yo también tengo algunas cosas que hacer en solitario y esta es la oportunidad para llevar a cabo la misión que le encomendaron una vez fue activada.

Decidida ya por realizar su reconocimiento en solitario, se dirigió a la estación de policía que había visto en su primera salida, ingresó sigilosamente por la entrada de servicio, registrando minuciosamente cada rincón en busca de equipo o pertrechos que pudiera utilizar, se topó con un par de ciudadanos que también buscaban rastrojos, uno de los cuales le pidió ayuda, por lo que le dio una de sus latas de conservas, y tal cómo pasó la primera vez que ayudó a alguien, ésta le retribuyó con un accesorio, en este caso le entregó un gorro de lana negro, que recibió gustosa utilizándolo de inmediato, agradeció el gesto y siguió su camino como también hizo la ciudadana. Llegó a la sala de casilleros y al registrarlos encontró varios objetos útiles, como ropa y otros accesorios los que guardó en su mochila, encontró también varios cuerpos de oficiales de policía los que, aunque con algo de temor, también registro, sobre todo en busca de equipo, encontró una mira holográfica y una pistola M1911 táctica, algunas piezas de armas y otros objetos que también fueron a para a su mochila – debo conseguir una mochila más grande – pensó Díaz, al ver que su búsqueda de objetos había sido muy provechosa.

Salió de la comisaría con su mochila llena de objetos valiosos, pensando que debía ordenar su alijo, cuando ISAC comenzó a emitir una alerta de información, indicándole que en los alrededores de donde se encontraba había un archivo de informe holográfico, buscó en las cercanías y encontró lo que buscaba, ISAC lo leyó y le mostró una imagen en tamaño real de una conversación entre el Capitán Benítez y la Agente Lau:

- Esto se nos está escapando de las manos agente Lau – decía el Capitán Benítez en la imagen, tan claro y nítido como si de un video juego se tratara.

- Sí capitán – le respondía la agente Lau – pero no desesperemos, ya se han activado más agentes que nos ayudarán en la recuperación de la ciudad.

- Espero que no sean cómo los últimos, recuerda el problema que nos están dando esos dos – dijo el Capitán Díaz – con el ceño fruncido.

- Eso no se repetirá Capitán, se lo aseguro, eliminaremos cualquier atisbo de duda.

- Eso espero agente, eso espero, ya es demasiado mala la situación como para empeorarla con estas cosas.

Y la imagen terminó, ISAC paso a modo silencioso y la agente Díaz se mantuvo un momento pensativa, sabía perfectamente de lo que hablaban los personajes del holograma, de hecho, su misión estaba directamente ligada a lo que escuchó.

*****************

Al otro día, ambos agentes se encontraron en el hall del campamento, se miraron y sonrieron, intercambiaron algunas palabras y se dirigieron a la oficina del Capitán Moras:

- ¿Cómo te fue en tu incursión en solitario Díaz? – preguntó Farris

- Yo te iba a preguntar lo mismo Farris – respondió ella – cómo ayer me dejaste plantada.

- Ni que fueras mi pareja – dijo riendo Farris - ¿ya has entregado tu informe al capitán Moras?

- No, de hecho, a eso vengo, al igual que tú parece.

- Sí, le comentaré algunas cosas y luego saldré de nuevo ¿me acompañarás esta vez?

- No sé, lo pensaré – dijo Díaz sonriendo – está bien, te acompañaré, pero puede que me separe de ti en el camino, tengo algunas cosas que verificar.

- Cómo ¿qué?

- Sólo cosas – dijo Díaz evasiva – sólo cosas.

- Bien, terminemos con esto y salgamos.

Una vez entregaron los antecedentes al Capitán Moras y reabastecidos de munición y bien pertrechados, se dirigieron a la salida, rumbo a la calle, cada uno con sus propios pensamientos, sin saber aún si podrían compartir con el otro aquella misión encomendada, porque si bien es cierto han sido compañeros de ruta hasta el momento, ambos sabían que las confianzas al igual que las promesas, se rompen, y The Division ya tenía su cuota de eso.


II PARTE

LAS MISIONES

- ¿A dónde nos dirigimos? – preguntó Díaz a Farris, mientras caminaban por la calle sin rumbo fijo, con sus armas preparadas ante cualquier eventualidad.

- Creo que debemos avanzar hasta Hell's Kitchen y ver que hay por allí – contesto Farris.

- Es bueno saberlo porque si no te has dado cuenta, hemos estado dando vueltas en círculos hace como 15 minutos...

- ¿En serio? – dijo sorprendido Farris – no me había dado cuenta.

- Sí, eso ya lo noté, ¿Qué dices si mejor nos separamos?, reunámonos aquí mismo en unas 6 horas.

- Tienes razón, en 6 horas más nos vemos, si necesitas ayuda lanza una bengala e iré de inmediato.

- Bien, lo mismo digo, porque generalmente el que necesita ayuda eres tú – dijo riendo Díaz.

- Nos vemos – respondió Farris – alejándose por la calle principal.

*****************

Díaz vio alejarse a Farris, lo noto distante y distraído, pero no tenía tiempo para preocuparse por ello, debía dar prioridad a su misión y no tenía tiempo que perder, así que comenzó a caminar hacia la comisaría donde había encontrado el Echo a fin de comenzar desde allí la búsqueda de su blanco. Sabía por el tablero de anuncios que estaba en Camp Hudson, porque los soldados habían informado que en los alrededores de la comisaría se había visto a un sujeto que portaba equipo similar al de los agentes de The Division, pero que atacaba a la población civil y a los miembros de la JTF, había sido catalogado como de alta peligrosidad y no había sido capturado o eliminado, hasta el momento no había sido identificado porque cubría su rostro con una especie de máscara de hockey.

Al llegar a las cercanías de la comisaría decidió no ingresar directamente, sino que rodearla una calle antes, subió a un segundo piso y con la mira de su M700 carbón, comenzó a estudiar el área, subía y bajaba la mira observando su entorno, hasta que, tras una furgoneta de reparto abandonada, pudo observar a cinco carroñeros, dos de ellos armados solamente con bates de béisbol y los otros tres con armas cortas, pero había algo extraño en su comportamiento, le parecía que custodiaban algo. Luego de un rato observándolos se pudo dar cuenta que había un sexto individuo, el que parecía ser el líder y quién no dejaba de mirar un objeto en el suelo, ajustó la mira de su rifle y vio que el objeto era un pendrive, esto era muy interesante porque en el entrenamiento se les enseñaba a cada agente, que cuando estuvieran en el campo debían periódicamente dejar datos de sus incursiones en este tipo de elementos tecnológicos, para que otros agentes obtuvieran información de inteligencia táctica y operativa de la situación en el lugar donde se encontraban, de esta manera se creaba una red de datos de campo de fácil recolección.

Era la primera vez desde que estaba en el campo que veía uno de estos dispositivos en la calle, debía obtenerlo a toda costa, así que tomó una mejor ubicación, ajustó la mira y les disparó primero a los sujetos de los bates, sabía por experiencia que estos eran unos verdaderos kamikazes, lanzándose en contra de quien les dispara a riesgo de morir rápidamente, al caer los dos carroñeros, los restantes se parapetaron tras diferentes coberturas disparando a su ubicación, se cubrió y volvió a apuntar, ahora al que tenía el pendrive, cuando lo tenía en la mira y ya lista para disparar un trozo de concreto de la ventana golpeó el cañón de su arma, desviando ligeramente su disparo, el que sólo rozó el brazo del líder, quién soltó el pendrive en el acto y corrió hacia el interior de un edificio, gritándoles órdenes a sus esbirros :

- ¡Recuperen el pendrive! ¡No dejen que lo tenga! – les gritó

- ¡Alex! – le gritó uno de los carroñeros - ¿estás bien?

- ¡Sí!, ¡sólo recuperen la memoria flash!

La agente Díaz, cambió de cobertura, mientras los carroñeros disparaban sobre el lugar donde había estado antes, - quedan cuatro – pensó, asomó la cabeza para ver donde estaban ubicados sus enemigos, calculó la distancia, sacó el rifle, apuntó y eliminó rápidamente a tres de los sujetos, sólo le restaba uno, cambió de arma a la secundaria y comenzó a bajar sigilosamente hacia donde estaba la furgoneta, la rodeó, verificó los cadáveres y se percató que ya no habían más enemigos, el líder había huido del lugar. Se acercó nuevamente a la furgoneta y recorrió el suelo con la mirada hasta que encontró lo que buscaba, el pendrive estaba tirado cerca de una de las ruedas del vehículo, lo recogió y lo guardo en la mochila, hasta el momento este recorrido ha sido provechoso pensó.

*****************

- Estoy viejo para esto – se dijo Alex a sí mismo – mientras corría por una calle oculta, huyendo de la mujer que había matado a sus compañeros.

- Estoy perdiendo mucha gente en esta ciudad, Joe no estará muy contento que digamos – pensó en voz alta, mientras subía de dos en dos los escalones de un edificio de apartamentos cercano, entró a uno de los departamentos agachándose en la ventana que daba al exterior en dirección al lugar donde murieron sus compinches. Pudo ver como la mujer recogía el pendrive del suelo, o guardaba y se iba de ahí.

Mientras observaba a la agente, sacó de su bolsillo un teléfono celular, marco uno de los números que mantenía grabados, y espero hasta que le contestaron:

- Hola Jefe – dijo Alex

- ¿Qué tienes para mí Alex? – preguntó la voz al otro lado de la línea.

- Lo que me pidió hacer Jefe, sigo a diario a los agentes que me ordeno, y ella ya ha encontrado un pendrive y un Echo...

- Bien, deja que siga atando cabos, ¿el otro agente?

- No jefe, no ha encontrado nada aún, pero anda cerca, ¿Qué quieres que haga?

- Sólo síguelos y mantenme informado, no le digas nada a Joe sobre esto ¿entiendes?

- Sí jefe, entendido – y colgó – para luego marcar el otro número grabado.

- Hola Joe – dijo Alex – te tengo noticias....

*****************

Mientras esto sucedía, el agente Farris permanecía agazapado tras un camión abandonado, observando el mapa que le presentaba ISAC, tenía un punto de referencia y estaba marcándolo en el sistema GPS para llegar allí, según la información que poseía en ese lugar podría encontrar datos que le ayudarían en su misión, termino de marcar la ubicación, asomo la cabeza para verificar su camino y avanzó por la calle con su M4 preparado.

Llegó a la esquina de la calle principal por la cual avanzaba, miró al horizonte donde pudo ver a un grupo de carroñeros reunidos en torno a dos cadáveres de soldados de la JTF, riendo y celebrando, seguramente por haber matado a los soldados, los rodeo, tomo cobertura y disparó, matando a los tres sujetos, no representaban un real peligro, pero para continuar su camino debía eliminarlos, registro los cuerpos en busca de objetos que pudieran servirle, logrando recuperar unas buenas rodilleras y un silenciador para su M4.

Siguió avanzando hacia su destino, con cautela por entre los vehículos, revisando de vez en cuando alguno de ellos buscando equipo u otras cosas, todo lo que pudiera ayudarle a mejorar su equipo e incluso su vestimenta, de pronto ISAC comenzó a emitir un pitido característico indicando la proximidad de un archivo de información denominado Echo, que no era más que un archivo holográfico, puso a ISAC en posición a fin de visualizar en el dispositivo los datos, éstos se cargaron y presentaron ante él una escena en la que se podía apreciar a un individuo con el equipo, armas y los movimientos tácticos que los agentes de The Division utilizaban, éste individuo cubría su rostro con una máscara con un diseño tribal, y en la imagen se podía ver cómo eliminaba a más de diez soldados de la JTF y a quién parecía ser otro agente, Farris pudo ver como el individuo utilizaba una torreta de dardos eléctricos con la cual podía dejar a sus enemigos paralizados por algunos segundos, lo que le permitía eliminarlos fácilmente porque éstos no ofrecían resistencia alguna, una vez se deshizo de los soldados fue a por el agente que cayó luego de una intensa lucha, una vez muerto el sujeto registro el cuerpo del agente muerto, recuperó equipo, armas y se retiró del lugar, con esto último la escena término.

Farris, impresionado por lo que había visto, comenzó a recorrer el lugar en busca del cuerpo del agente muerto por el sujeto de la máscara, lo encontró tirado tras un vehículo policial, era efectivamente un agente The Division, con su identificación sujeta en el brazo derecho; por lo que pudo observar fue despojado de todo su equipo y armas, ISAC destrozado en su muñeca izquierda lanzaba débiles chispas al aire frío de la tarde y Farris no pudo ocultar su rabia e impotencia ante tal situación, lanzó una patada al neumático del vehículo exclamando maldiciones e improperios. Una vez calmado, siguió registrando los alrededores hasta que encontró un pendrive con archivos de datos de información, oculto tras los basureros, seguramente el mismo agente muerto lo había dejado allí, tal y como tenían encomendado todos los agentes, lo tomó y lo guardó en su mochila para verlos posteriormente una vez en el campamento.

Ya se hacía tarde, debía volver para reunirse con Díaz en el lugar acordado, dirigió sus pasos hacia su nuevo destino, cuanto escuchó un ruido a sus espaldas, al girar para ver de dónde provenía el ruido pudo ver como el sujeto de la máscara le apuntaba con un subfusil MP5, dispuesto a dispararle:

- ¡Maldición! – exclamó Farris, lanzándose al suelo y rodando sobre sí mismo para evitar darle la oportunidad al sujeto de dispararle - ¡corre, cúbrete, dispara! – pensó en ese momento, logrando llegar a una cobertura y apuntar con su arma al sujeto, que ya no se encontraba en el mismo lugar, sino que tras un camión de bomberos que allí había. Farris desplegó su torreta de fuego y cambio de cobertura, la torreta comenzó a lanzar su larga lengua de fuego en forma automática hacia el sujeto, quién también desplegó su torreta, la cual lanzaba dardos eléctricos, Farris corría y rodaba evitando los dardos y los disparos del sujeto, a su vez que cambiaba de cobertura.

- Debo contenerlo, es superior a mí – pensó Farris – mientras vaciaba un cargador hacia el camión de bomberos en el cual se cubría el sujeto, que gracias a la torreta de fuego no podía avanzar, pero esto no duraría mucho, las torretas tienen sólo un tiempo de duración y la suya fue lanzada primero. Observando los movimientos del sujeto enmascarado, no le cayó duda de que había sido entrenado por The Division, pero de ahí a ser un agente no lo sabía.

- ¡Eh, agente! – le gritó su enemigo - ¡no lo hagas más difícil!, ¡hoy caerás como tu compañero de allí! – dijo mientras apuntaba al lugar donde se encontraba el cuerpo del agente muerto - ¡pronto tu torreta se apagará, prepárate!

- ¡No te preocupes por mí, puede que caiga, pero no te será fácil! – le respondió Farris, tratando de no perder de vista a su enemigo, quién seguía tras el camión.

- Una granada – pensó – buscó en su cinturón y sacó una granada de conmoción en espera del momento oportuno - ¡¿Eres un ex agente?! - le preguntó al sujeto.

- ¡Eso no te incumbe muchacho! – le contestó – pero puedo decirte que The Division no es tan inocente como crees, una lástima que tenga que matarte, de lo contrario podrías haber investigado un poco – y mientras hablaba disparaba al lugar donde se encontraba Farris, éste se percató que su torreta ya no lanzaba sus llamas tan lejos, por lo que ya se apagaría, espero y en el mismo instante en el que se apagó la torreta, lanzó la granada de conmoción hacia su enemigo, éste no se dio cuenta de ello y recibió el impacto de lleno, lo que le dio tiempo a Farris para apuntar su M4 directamente al sujeto, apretó el gatillo en el momento en que enemigo desplegaba un escudo, las balas rebotaron en él, pero una de ellas dio en su pierna izquierda. Farris aprovechó la situación saltando por sobre su cobertura y disparando con su arma secundaria, corrió hacia un coche de policía abandonado, se situó tras él y asomo la cabeza para ver a su enemigo, pero éste ya no estaba, no sabía si había huido o había cambiado de cobertura, esperó, esperó...y nada, definitivamente se había ido, se sentó en el suelo, sacó su pañuelo y se secó el sudor – definitivamente no estoy en buena forma – pensó y comenzó a reírse.

*****************

- ¡Farris! – exclamó Díaz al ver al agente - ¡Parece que te hubiera pasado un remolque por encima!, ¿estás bien? – le preguntó.

- Estoy bien Díaz, sólo tuve un encuentro difícil, eso es todo - contesto el hombre.

- ¿Qué pasó? – te ves fatal.

- Vamos al campamento, te contaré en el camino lo que sucedió.

Ambos agentes, caminaron lentamente por la calle hacia Camp Hudson, Farris le contó su enfrentamiento con el sujeto de la máscara, la información que había reunido y finalmente la misión que le habían encomendado al ser activado, que no era otra que rastrear a un supuesto agente renegado. La agente Díaz, no se mostró sorprendida, y le contó también sus descubrimientos y la misión que a ella se le había asignado, que también era la ubicación de un supuesto agente renegado.

Una vez en Camp Hudson, se entrevistaron con el Capitán Moras, quién les facilitó los equipos necesarios para revisar los datos que habían logrado reunir, una vez analizados pudieron darse cuenta que todos los antecedentes les llevaban a una sola conclusión: efectivamente existía un agente renegado, el gran problema surgía del hecho que, dadas todas las informaciones reunidas tanto por ellos como por los soldados de la JTF y el propio Capitán Moras, era que lo que tenían entre manos eran DOS agentes renegados.

- Esto será muy difícil – dijo Farris – logré herir al tipo con el que me enfrenté, pero sólo fue un rasguño, no lo detendrá por mucho tiempo.

- Tendremos que preparar nuestro equipo de mejor manera – dijo Díaz – de otra forma seremos un blanco fácil para ellos.

- Redoblaré las patrullas y ustedes tendrán que dejar de salir solos por ahí, no puedo darme el lujo de perder a los agentes con más experiencia de campo que tengo en este momento – dijo Moras – además aún no tengo noticias del Capitán Benítez o de la Agente Lau.

- Sí solo tuviéramos equipo clasificado – murmuró Díaz – esto podría ser diferente.

- ¿A qué te refieres? – preguntó Farris

- ¿Eres realmente novato, no es así Farris? – le respondió Díaz riendo – acaso no llegaste a entrenar con equipo clasificado durante tú entrenamiento o ¿no existía aun cuando te uniste a la agencia?

- Pues, creo que las dos cosas.

- Agentes – les llamó Moras - esta mañana recibí un cargamento de pertrechos, entre ellos algunos equipos exclusivos para agentes The Division, están con nuestro encargado de equipo, pueden ir a ver si les sirve.

Ambos agentes le agradecieron al Capitán Moras y se dirigieron a hablar con el encargado de custodiar los equipos, éste les indicó una caja marcada con la insignia de la agencia, y al abrirla se encontraron con partes del famoso equipo clasificado que había nombrado Díaz, además de torretas y granadas de seguimiento, un par de armas personalizadas (que los agentes comúnmente llamaban exóticas) y otros accesorios de nivel más alto del que portaban.

- Ahora podremos emparejar las cosas Farris – dijo Díaz – mientras acariciaba un nuevo rifle de francotirador M700 Carbón, de mayor nivel que el que ella tenía.

- ¿Y esto que es? – pregunto Farris – mientras sostenía un Chaleco cuya insignia era la cabeza de un tigre rugiendo.

- Eso mi querido agente – contestó Díaz – con una sonrisa enorme, es equipo clasificado Marca del Depredador.


III PARTE

ENEMIGOS

Alex miraba su teléfono celular, indeciso repasaba los números grabados en la memoria, pensaba en las consecuencias de sus acciones, del siguiente paso dependería su vida, los tres números telefónicos correspondían a tres jefes diferentes, ya había hablado con dos, el tercero le daba más miedo de lo que quería admitir, no lograba tomar una decisión, sentado en la sala de estar de uno de los tantos departamentos abandonados en Chelsea, se tomaba la cabeza con ambas manos, - ¡maldición, no sé qué hacer! – se decía a si mismo mientras miraba alrededor.

Finalmente, como acariciando la pantalla de su celular, dejo pasar su dedo índice por los primeros dos números, llegado al tercero lo pulso y se lo puso al oído...escuchó el tono, dos, tres, cuatro veces, hasta que una voz particular de contestó al otro lado de la línea:

- Hola Alex, ¿porque demoraste tanto en llamarme?

- Hola Jefe – contestó Alex – casi tartamudeando, una gota de sudor cayendo de su frente.

- Supongo que me dirás que haces en ese distrito.

- Bueno jefe, estoy siguiendo a unos agentes de The Division, "The One" me lo ordenó...

- Bien – dijo la voz – mientras miraba al piso del departamento en el que se encontraba, sosteniendo en su mano derecha una pistola M1911 Táctica – seguirás realizando ese seguimiento, pero de ahora en adelante rendirás cuentas ante mí, me informarás sus movimientos y sus descubrimientos ¿está claro?

- Ok, pero, ¿qué hago con Matt, le sigo informando, le miento?

- No te preocupes por eso Alex, solo obedece mis órdenes.

- Ok – contestó Alex aliviado – te mantendré informado, adiós.

- Adiós Alex – se despidió el hombre.

*****************

- ¿Ves que fácil es Matt? – dijo la figura a contra luz, mientras se acercaba el cañón de la pistola que sostenía a la sien derecha, haciendo un además de golpearse la cabeza con ella.

Matt "The One" Dougs, se encontraba de rodillas en un departamento oscuro, a los pies del verdadero Jefe, con las manos amarradas a la espalda, levanto la mirada y preguntó - ¿Dónde estamos? – mirando a la figura armada.

- No te preocupes por eso Matt, ahora tienes otras preocupaciones más urgentes, creo...

- No es lo que piensas jefe, yo sólo protegía mis espaldas, no intentaba nada en tu contra – dijo Matt casi suplicante.

- ¿recuerdas que te ordene que dejaras a los agentes llegar su destino?

- ¡Pero sí lo hice, llegaron a salvo!

- Lo sé, pero en ningún momento te dije que los siguieran.

- ¡sólo quería asegurarme de que llegaran!, ¡no hice nada malo!

- No, Matt no hiciste nada malo, sólo te equivocaste un poco – dijo el hombre, blandiendo su arma hacia el rostro de Dougs, éste se retorció en su lugar gimiendo evitando el arma.

- ¡No por favor, no me mates! ¡Haré lo que quieras! – gimió Matt

- ¡Jajaja! – río el jefe – pero si ya haces lo que quiero – le dijo el hombre – lamentablemente tengo que matarte, debo dar un mensaje, especialmente a Joe.

- ¡no, por favor! – siguió gimiendo Matt...

- ¡deja de gimotear!, pórtate como un hombre por una vez en tu vida... o lo que queda de ella...ya sé que tú, Alex y Joe también están metidos en esto, recuerda quién soy y lo que he hecho, desafiarme o desobedecer mis órdenes tienen sólo un final.

Se volvió hacia la ventana del departamento, la cual tenía una bonita vista de la Casa Blanca en Washington D.C. - ¡llévenselo! – dijo el jefe a sus hombres, mientras enfundaba su arma – encárguense de él y manden el video de su muerte a los demás, quiero que todos sepan lo que pasa cuando me la juegan – miró nuevamente a la Casa Blanca, a las personas que pasaban por su frente y a los turistas que se agrupaban para sus visitas guiadas – Esto será muy interesante – pensó, mientras se sacudía una mota de polvo de su brazo derecho, donde portaba una identificación cuyo símbolo era un fénix dorado con las alas extendidas y bajo él un lema que dice "EXTREMIS MALIS EXTREMA REMEDIA"

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Mientras Alex hablaba con el jefe por celular, una figura enorme se movía en las sombras del departamento, oculto entre las cosas que allí habían, escuchaba la conversación que mantenía Alex, sonrío y acarició su lanzallamas, sus gruesos guantes de asbesto le protegían del fuego que escupía su arma, la que en este momento se encontraba apagada – ya te alimentarás querida – pensó, mientras se acercaba cautelosamente a Alex.

- Ok – contestó Alex aliviado – te mantendré informado, adiós – colgó el teléfono, respiro y miro por la ventana del departamento, aquella ciudad destruida y con sus sobrevivientes luchando día a día para mantenerse en pie – creo que salió bien – pensó Alex.

- ¡Hola Alex! – dijo una voz grave tras él, mientras se escuchaba el chasquido de un encendedor.

- ¡Oh, no! – pensó – Hola Joe – contestó al darse la vuelta y enfrentarse a la enorme figura que se alzaba ante él. Un sujeto gordo, vestido completamente con un traje ignífugo, guantes protectores y portando un gran lanzallamas que era alimentado por dos contenedores que Joe llevaba a la espalda y cintura, el sujeto tenía una sonrisa torcida y golpeaba persistentemente el cañón del lanzallamas con una de sus manos.

- ¿Con quién hablabas Alex? – dijo Joe, cambiando su peso a su pierna derecha.

- Con Matt – respondió – mientras pensaba ¿Qué habrá escuchado? – sólo con Matt.

- ¿Y que cuenta Matt?

- Nada, lo de siempre, trabajo y eso...

- ¿Has sabido algo del Jefe?

- No, ¿ha pasado algo?

- Veo que no te han informado.

- ¿informado? ¿de qué?

- Verás, el jefe me pidió que me encargara de un problemita...- dijo Joe acariciando su lanzallamas y ampliando su sonrisa.

- ¿Qué problemita? – preguntó Alex, mientras daba un paso hacia atrás y llevaba su mano a su espalda, tomando su arma, pero sin desenfundarla.

- Uno pequeño – dijo Joe – balanceando su peso entre sus piernas e inclinando levemente el lanzallamas en dirección a Alex – pero que te concierne directamente amigo.

Al escuchar la palabra amigo, Alex sacó su arma de su espalda, a lo que, con inusual rapidez y agilidad para un hombre de su tamaño, Joe echo un pie atrás y accionó su lanzallamas directamente a la cara de Alex y luego a todo su cuerpo. Alex rodeado de fuego solo atinó a dejar caer su arma y correr hacia la ventana, lanzándose al vacío, no murió por la caída, lo asfixiaron las llamas que rodeaban su cuerpo mientras caía.

- Problema resuelto – pensó Joe - ¿has comido bien? – le preguntó a su lanzallamas, a lo que el arma siseó como una serpiente que escupiera llamas. Su celular soltó una alarma sonora, era un video que le enviaban, lo abrió y pudo ver como ejecutaban a Matt, era un claro mensaje del Jefe, pero ya sabía lo que tenía que hacer, buscó el número en su celular y lo marcó, escuchó los tonos de llamada y esperó, una voz femenina contestó:

- Hola Joe – dijo la mujer - ¿ya lo hiciste?

- Hola Larae – dijo Joe – sí, ya está hecho, ahora debemos reunirnos para discutir nuestras opciones.

- Claro Joe, lo que quieras, pero recuerda que el Jefe tiene ojos y oídos en todas partes, esto será muy arriesgado, nos puede costar la cabeza.

- Lo sé Larae, pero debemos correr el riesgo, ya no hay marcha atrás, debemos buscar un as que nos permita ganar la partida.

- Ok, te avisaré cuando y donde nos reuniremos, adiós.

- Ahora otra llamada – dijo en voz alta Joe - ¡Jefe! Ya está hecho, Alex está muerto, no volverá a jugársela, sí ya ví el video, si jefe, no se preocupe lo haré, está bien, adiós – y colgó - ¡Uffff! – suspiró – esto estuvo muy cerca, muy cerca, debemos ser muy cuidadosos de ahora en adelante – le dijo a su lanzallamas y éste volvió a sisear.

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Larae Barrett, la líder de la facción denominada "Rikers", grupo que debe su nombre a que sus componentes son en su mayoría reos fugados de la prisión ubicada en la Isla Rikers, es conocida por su extrema crueldad, con aliados y enemigos por igual, su área de operaciones se encuentra entre Clinton, Kips Bay y sus alrededores.

Desde su base ubicada en el Centro de Eventos de Lexington, dirige a sus subordinados con mano de hierro, la llamada de Joe Ferro, el antiguo jefe de los Servicios Menores de la ciudad, no la tomó por sorpresa, sabía que tarde o temprano cometería un error y terminaría pidiendo su ayuda, era el momento de pensar muy bien su siguiente movimiento, por el momento acogerá a Joe y lo ayudará en su predicamento, pero con las espaldas bien cubiertas, el tipo que comenzó esto es peligroso, más que ella y lo sabe muy bien, no puede descuidarse con él en el juego, pero ella también es peligrosa y no se le debe subestimar.

También le enviaron el video de la muerte de Matt, sabía que era un mensaje, ella habría hecho lo mismo, convoco a sus tenientes y les dio instrucciones, si era verdad que la JTF había ido recuperando terreno en la ciudad, esto se pondrá caliente, había escuchado los rumores que hablaban de unos agentes que causaban estragos entre quienes deseaban controlar la ciudad, pero también se decía que eran muy pocos, ya vería cuando aparecieran por sus terrenos, si es que lograban hacerlo.


IV PARTE

¿TRAICIÓN?

- Hola Farris – dijo la agente Diaz al hombre que se acercaba a ella.

- Hola Díaz – contesto el agente – ¿seguirás enseñándome sobre el equipo confidencial que llegó el otro día?

- Hoy no puedo, debo salir a un encargo del Capitán Moras.

- ¿De qué se trata?, si se puede saber, digo...

- ¡Claro!, es sólo una verificación de muerte, tiene información de inteligencia que apunta a que el líder de los carroñeros fue muerto y yo voy a corroborarlo.

- ¿Y cómo sucedió? ¿fue algún agente?

- No lo sabemos y eso precisamente queremos averiguar, nos vemos Farris – le dijo y salió rumbo a la calle.

Farris se quedó un momento pensativo y luego encaminó sus pasos al campo de tiro y prácticas, debía averiguar que tanto subían los stats con los famosos sets clasificados, había que estudiar sus nuevas posibilidades y calibrar lo que fuera necesario, claro que para variar no tenían el equipo completo, solo tenían partes de diferentes equipos y supuestamente éstos se podían complementar entre sí, mucho que pensar y probar, pensó, pero alguien debía hacer el trabajo sucio, Díaz se había escaqueado y sólo quedaba él.

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Una vez en la calle, la agente Díaz verificó su equipo, pertrechos y aditamentos, le había quitado a Farris una torreta de las que lanzan dardos eléctricos, que le parecía una buena selección y estaba utilizando un chaleco Dead Eye, de los nuevos clasificados con los que habían optimizado la protección de los agentes en el campo y éste particularmente le permitía a ella como francotiradora una mejor perfomance.

Ingresó en ISAC las coordenadas del lugar que el Capitán Moras le había indicado, donde supuestamente habían tirado el cuerpo del líder de los carroñeros, y comenzó a avanzar por la calle en dirección al sur por Chelsea, pegada a los muros de los edificios escudriñaba cada rincón para no ser sorprendida, pero había una inusual tranquilidad en el ambiente, salvo por uno que otro sobreviviente que rebuscaba en la basura y los restos repartidos por toda la ciudad, no había visto señales de ningún enemigo en todo el trayecto, pero no podía confiarse.

Recorrió su camino sin encontrarse con ningún enemigo, recolectando pertrechos y ayudando a los ciudadanos que la requerían hasta llegar a su destino, grande fue su sorpresa al encontrar efectivamente un cuerpo tirado tras unas camionetas de cable operadores abandonadas, el daño que se le había infligido a ese pobre diablo había sido demasiado, busco entre sus ropas por si traía identificación, pero no obtuvo resultados, pero si encontró algo interesante, un pendrive con información relativa al cadáver, al parecer un video, volvería al campamento para compartirlo con el Capitán Moras, tal vez él tuviera algún otro tipo de inteligencia que aclarará el asunto. Dejó el cuerpo tal como lo encontró y volvió sobre sus pasos, sin percatarse de la figura que se escondía un poco más allá, entre las sombras y la bruma del invierno, se movía sigilosa con un subfusil en la mano dispuesta a usarlo en caso necesario, siguió con la vista a la agente Díaz mientras esta se alejaba y se acercó al cadáver, lo escupió y también se fue de aquel lugar, miró algo en su muñeca que brillaba con un color naranja particular, chequeó la información y camino a paso lento por Chelsea en dirección a Camp Hudson al igual que la agente Díaz.

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Una vez en el campamento la Agente Díaz se dirigió a la zona de prácticas en busca del agente Farris, a fin de ponerlo al día sobre sus descubrimientos e invitarlo a reunirse con el Capitán Moras, para ver el contenido de la memoria que encontró. Subieron juntos a la sala de control donde sabían que estaba el Capitán Moras, conectaron el dispositivo externo a un computador y pudieron ver el video de la muerte del individuo cuyo cadáver había encontrado Díaz, su muerte no fue nada agradable de ver, pero lo más significativo era el mensaje final, un individuo oculto entre sombras les hablaba o más bien amenazaba a quienes osaran traicionarlo.

- ¿Quién es este tipo? – pregunto el capitán Moras a los agentes.

- Ni idea – respondió Díaz, encogiéndose de hombros.

- No logro identificarlo, pero algo en él me parece vagamente familiar – dijo Farris, mientras se rascaba la barbilla – hay algo en su voz que me parece conocido, pero no logró recordarlo.

- Bueno agente, tendrá que esforzarse un poco, este tipo parece ser quién lleva la batuta de nuestros enemigos y si es capaz de ordenar la muerte de uno de sus tenientes, es porque gobierna en base al terror y eso es muy peligroso para nosotros, sus secuaces estarán dispuestos a todo, sobre todo luego de ver el contenido del video – terminó el Capitán Moras.

- Haré mi mejor esfuerzo Capitán – dijo Farris – pero no prometo nada, mi memoria a largo plazo no es muy buena...

- Y a corto plazo tampoco – rió Díaz – me consta.

- Bueno agentes, hay algo que deseo comentar con ustedes y creo que ya lo han comprobado en sus diferentes salidas...

- Si es lo que creo – interrumpió Díaz – es muy extraño, ya no hay enemigos en la zona, o hay muy pocos, en mi última salida no me encontré con ninguno.

- Exactamente – aportó Moras – es por eso que el día de mañana un contingente de la JTF saldrá hacia la oficina de Correos de Manhattan, a la Base de Operaciones donde sabemos con certeza se encuentran la Agente Lau y el Capitán Benítez, llevarán equipo, municiones, pertrechos y otras cosas que son necesarias en la nueva base.

- Entiendo, capitán – dijo Farris – quiere que los escoltemos.

- Exacto, además sé que serán de más ayuda allá que aquí, con esta parte de la ciudad en relativa calma, la JTF se las apañará.

- Bien, prepararemos nuestros equipos y saldremos por la mañana – dijo Díaz

- Ok – contestó Farris – pero yo haré un último reconocimiento a la ruta que seguiremos, para ahorrarnos sorpresas innecesarias.

Una vez que salieron de la sala de control, los dos agentes se dirigieron a los barracones, Farris lucía pensativo, lo que llevó a Díaz a preguntar que lo preocupaba:

- ¿Qué pasa Farris?, te noto distraído desde que dejamos al Capitán Moras.

- Es el sujeto del video, he estado haciendo un poco de memoria y lo que recordé me asusta un poco la verdad.

- ¿Y qué sería eso?

- Bueno, es que el hombre me recuerda mucho al agente de The Division que me entrenó, era uno de los mejores, pero no ocultaba su descontento con el sistema...

- ¿Tú crees que el hombre detrás de todo esto es un agente de The Division?

- Todo apunta a ello Díaz, cuando junto las piezas de información que he logrado reunir y ahora el video, no sé, es lo único que se me ocurre...

- No lo sé, Farris, es demasiado terrible para ser verdad, si lograron infiltrar la organización más secreta del país, realmente estaríamos jodidos...

- No solo jodidos Díaz, si esto es así para derrotar a este agente en particular necesitaremos muchos refuerzos.

- ¿Pero no estás seguro verdad?, existe entonces la posibilidad de que no sea así.

- Sí, es verdad, mantengamos la esperanza.

- Aparte de todo, debo decirte que ese agente también fue mi mentor, fue quién me entrenó como francotiradora y personalmente no creo que sea un traidor o un renegado, pero estoy de acuerdo contigo en que no ocultaba su descontento y las dudas que le generaban los jefazos.


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En las sombras de un departamento en la capital, un hombre relativamente normal, hacía mantención a su pistola, ensimismado en sus pensamientos recordaba eventos del pasado, específicamente una llamada telefónica ocurrida hace algún tiempo.

- Hola agente, soy yo, ¿tienes un minuto? – dijo la voz al otro lado de la línea.

- Por supuesto Coronel Bliss, justo me estaba acordando de nuestra conversación anterior.

- De eso mismo trata esta llamada, estoy en mi oficina con el Doctor Gordon Amherst, quién tiene una buena idea para nuestro negocio...

- ¿Ese doctor es genetista no es así?

- Exacto y por lo mismo creo que su trabajo es fundamental para nuestros propósitos, su idea es la que mejor opción en este momento.

- Bueno, en ese caso debemos reunirnos para tratar el tema, tengo unos asuntos que atender en Nueva York, así que estaremos en contacto.

- Muy bien, coordinamos la reunión y así arreglo también la concurrencia de los demás miembros.

- Ok, adiós Coronel.

- Adiós Agente.

El paso de un vehículo de emergencia con su sirena encendida lo sacó de sus pensamientos, colocó las partes de su arma en orden, la cargó y la enfundó, y volvió a evocar momentos de su pasado, cuando era instructor y dos nuevos agentes llamaron su atención, por separado por supuesto, ya que no coincidieron en su entrenamiento.

Sí que tenían potencial, recordó cuando los vio en acción la primera vez, él un oficial de policía en activo y ella una doctora dando sus primeros pasos, eran realmente buenos, pero eso ya no importaba, habían tomado un camino distinto y ya nada ni nadie se interpondría en su camino de limpiar el país de aquellos que le hacen daño, sea quien sea, será eliminado

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V PARTE

BASE DE OPERACIONES

Al día siguiente ambos agentes ya preparados, esperaban en la puerta de salida al Capitán Moras, para dar inicio a la salida del convoy, la marcha sería lenta, lo que facilitaría el desplazamiento de aquellos que irían a pie, tres camiones de la JTF con equipo y material para optimizar la base de operaciones en Manhattan y suficiente personal para apoyar las patrullas en la ciudad, constituían el convoy, a ellos se sumaron otros agentes, jóvenes e impetuosos que salieron al alba para allanar el camino y eliminar cualquier amenaza que pudiera existir en la ruta, no había existido comunicación pero esto era normal, ningún agente era de hablar mucho por radio estando en el campo, todo se hacía con el mayor sigilo posible.

El Capitán Moras salió a despedir al convoy, dando las últimas instrucciones a sus soldados, dirigiéndose luego a los agentes:

- Bueno agentes, ha sido un verdadero privilegio – dijo Moras

- Gracias – contestaron ellos – para nosotros también.

- Espero volver a verlos, en el campo o allá en la base de operaciones.

- ¿Va también allá? – pregunto Díaz.

- Sí, una vez llegue mi relevo, nos desplazaremos a Manhattan.

- Qué bueno, siempre hacen falta buenos soldados en la calle – le dijo Farris.

- Cómo les comenté ayer, tanto la Agente Lau cómo el Capitán Benítez se encuentran allí, Lau me encomendó que les comunicará sus deseos de verlos una vez lleguen a Manhattan, por lo que dejó entrever están muy escasos de personal y las cosas no han sido fáciles.

- Bien Capitán, en cuanto lleguemos nos presentaremos con la Agente Lau – contestó Díaz – Adiós y buena suerte.

- Buena suerte a ambos – se despidió Moras.

A la señal de uno de los soldados de la JTF, el convoy inicio su lento avance por la calle principal rumbo a Manhattan, uno de los camiones cargado con pertrechos y municiones abría la marcha, luego unos cuantos soldados a pie, luego el otro camión que llevaba equipo, más soldados y por último el camión que cerraba la marcha, el que llevaba los consumibles, terminando con cuatro soldados de a pie. El Agente Farris se adelantó al convoy por aproximadamente 400 metros, manteniendo la vigilancia en vanguardia, mientras que la Agente Díaz, se sitúo en la retaguardia, también a unos 400 metros de los últimos soldados.

Farris siguió avanzando entre los vehículos abandonados, lentamente, atento a los edificios y camiones que podían ocultar enemigos, de vez en cuando echaba una mirada atrás tratando de ver a Díaz pero no lograba verla, no sólo era la distancia sino que ella era muy buena usando las coberturas, avanzaban por Hell's Kitchen ya enfilando hacia Chelsea, lentamente, más de lo que a Farris le hubiera gustado, pero había que ir moviendo aquellos vehículos abandonados hace tiempo por sus dueños, lo que hacía aún más lento el avance, por suerte hasta el momento no se había reportado ningún contacto enemigo, sólo ciudadanos pidiendo ayuda.

Cuando ya enfilaban por la avenida que los llevaría a la Estación de Correos, Farris creyó ver algo, entre un camión recolector de basura y una ambulancia quemados, aguzó la vista, pero no pudo identificar nada, tampoco ayudaba el clima pues había comenzado a nevar copiosamente, dificultando la visibilidad y el desplazamiento - ¡maldito clima! – pensó Farris, llevando su M4 al hombro, para observar con la mira del arma, no pudiendo ver nada nuevamente. De pronto y tras él el camión de la JTF que abría la marcha explotó en una bola de fuego, los soldados que iban tras él fueron lanzados lejos por el efecto de la onda expansiva y pudo ver como una cantidad indeterminada de sujetos vestidos con trajes ignífugos y armados con AK 47 adaptadas con lanzallamas escupían fuego hacia lo que restaba del convoy, corrió rápidamente hacia ellos con el arma en ristre, lanzó una torreta la que empezó a escupir balas hacia los enemigos, tomo una cobertura tras un vehículo policial y comenzó a disparar a los sujetos, los cuales le devolvieron el fuego, corriendo directamente hacia él - ¡maldición! – exclamó mientras les disparaba y corría hacia otra cobertura, manteniendo siempre la cabeza gacha para no darles oportunidad, vió que los sujetos se entretenían tratando de eliminar su torreta por lo que tuvo el tiempo necesario para lanzar varias granadas en dirección a los enemigos, pero éstos eran mucho más inteligentes y tácticos que los carroñeros, se replegaban y tomaban buenas coberturas, pero no tenían paciencia y salían disparando a lo loco directamente hacia él, lo que le daba la oportunidad de acribillarlos rápidamente, pasando de su arma principal a la secundaria en un abrir y cerrar de ojos.

- ¡Rodéenlo! - gritaba uno de los sujetos mientras le lanza fuego con el lanzallamas.

- ¡Por aquí! – gritaba otro – indicando donde se cubría Farris.

Por lo menos, ahora se entretenían disparándole a él y no a los soldados de la JTF ni al único camión que quedaba, pensó fugazmente en Díaz, pero entre el zumbido de las balas pasando sobre su cabeza, sólo se concentró en sobrevivir a esto.

- Bien Max – se dijo a sí mismo – no olvides tu entrenamiento y acaba con estos imbéciles – cargó su arma principal, asomó la cabeza y contó a cinco enemigos restantes, dos a su izquierda, uno en el centro y dos a su derecha, le quedaba una torreta y algunas granadas, era suficiente pensó.

Lanzó la torreta al medio, la cual distrajo a los enemigos, dándole tiempo para lanzar las granadas a los dos que tenía a la izquierda, vió que su punto débil eran los recipientes del líquido inflamable que portaban en sus espaldas y allí apuntó su arma, un par de disparos y explotaron por los aires, una vez eliminados los sujetos se dirigió a los soldados sobrevivientes, haciéndoles señas al conductor del camión restante que se moviera y avanzara hacia la oficina de correos, vio a algunos enemigos caer fulminados como por arte de magia, como si un gran mazo invisible golpeara sus cabezas y los hiciera rodar por el suelo, en ese momento recordó a Díaz y corrió hacia la retaguardia.

*****************

La agente Díaz se movía con agilidad entre los escombros y vehículos abandonados dejados en la calle, a la retaguardia del convoy, observando de vez en cuando con la mira de su rifle lo que sucedía en la vanguardia, hasta el momento un trayecto sumamente lento pero tranquilo, sin carroñeros u otros enemigos a la vista.

- Me aburro enormemente – se decía así misma, mientras caminaba entre los vehículos, subiendo de vez en cuando a un departamento o al remolque de carga de algún camión, para tener vista en altura.

Se moría de ganas de comunicarse con Farris, de lo aburrida que se encontraba, pero los protocolos de comunicación eran estrictos, se vería como una novata, así que siguió caminando, mientras el clima no ayudaba en nada al avance del convoy. Lentamente avanzaban, cuando pudo observar que la vanguardia ya enfilaba por la calle que los llevaba a la Oficina de Correos, incluso con la mira de su rifle podía ver los grandes letreros que anunciaban que allí estaba "CERA", la agencia de repuesta ante situaciones catastróficas, la primera en responder a la emergencia y sus letreros quedaron allí.

De pronto, mientras observaba con su mira, vio a un sujeto enorme vestido con un traje al parecer ignifugo, con grandes estanques en su espalda y cintura, el que gesticulaba y movía sus manos en dirección al convoy, al mirar más detenidamente se dio cuenta que este sujeto llevaba un lanzallamas y a quienes les hacía señas era a una gran cantidad de sujetos, igualmente protegidos contra el fuego, los que comenzaron a lanzar granadas y fuego con sus lanzallamas al primer camión del convoy, el que explotó en una gran llamarada.

- ¡Oh mierda! – exclamó, mientras corría a tomar ubicación en un segundo piso, tomo cobertura y comenzó a disparar con su rifle, logró abatir a varios enemigos y luego se dedicó a buscar al sujeto grande, no lo encontró, bajo de su cobertura y corrió hacia adelante, acercándose a la zona del combate, escucha los disparos de una torreta, por lo que supuso que Farris seguía con vida, encontró un camión de carga del CERA, subió a su rampla de carga, se tiró al piso y nuevamente apunto su rifle hacia el lugar.

En ese instante, escuchó unas fuertes pisadas y un jadeo, era el sujeto gordo y unos cinco secuaces, quienes se dirigían a atacar el último camión de la JTF que quedaba en pie, lanzó su torreta al piso y ésta comenzó a lanzar sus dardos eléctricos, lo que paralizo por un momento a los dos sujetos que iban detrás, dándole tiempo para eliminarlos con sendos disparos a la cabeza, al darse cuenta del ataque el sujeto gordo comenzó a lanzar fuego sobre ella, mientras los otros dos eliminaban la torreta, bajo de la rampla como pudo y corrió hacia una nueva cobertura tras un camión de bomberos, cambio a su arma secundaria, lanzó un par de granadas hacia sus enemigos pero estos lograron esquivar las detonaciones, no podía moverse, estaba rodeada y con pocas opciones de movimiento, en eso escuchó como se desplegaba una torreta, la que rápidamente comenzó a disparar contra los enemigos, escucho los disparos característicos de un subfusil y luego los de una ametralladora ligera – estoy salvada – pensó, asomó la cabeza por el costado del camión y vio a un hombre algo más bajo que Farris, moverse rápidamente entre los enemigos disparando su arma primaria y cambiando rápidamente a la secundaria en sucesivos cambios de ritmo, era un agente, y al parecer llevaba el set de equipo confidencial denominado "Estrella Solitaria", que entre sus habilidades permitía recargar las armas rápidamente, había oído de su existencia, pero no lo había visto en acción. Cuando sólo quedaba el enemigo gordo, escuchó cómo Farris la llamaba en voz alta, caminó agachada por alrededor del camión, haciendo señas con las manos, Farris no la veía, así que sacó su pistola de bengalas y disparo una de color rojo, para indicar su ubicación. Farris, al ver la bengala, corrió hacia el camión de bomberos, desplegando una torreta en dirección al gordo que seguía lanzando fuego hacia ellos, en el momento en que se deslizaba tras la cobertura, pudo a otro sujeto disparando hacia el gordo, al parecer un agente, por lo que se preocupó de ver cómo estaba la agente Díaz:

- ¡Díaz! ¿Estás bien? – gritó entre el humo del fuego que los rodeaba

- ¡Sí! – respondió Díaz - ¡sólo un poco chamuscada!

- ¡Bien!, ¿puedes acercarte?, vamos a salir de aquí disparando a lo loco...

- ¡Aprovechemos que el enemigo esta distraído y corramos hacia esa camioneta! – contestó Díaz – señalando un vehículo blanco.

Farris asomó la cabeza y gritó - ¡Ahora! – por lo que ambos agentes corrieron hacia la nueva cobertura, el gordo se dio cuenta y comenzó a correr hacia ellos mientras seguía lanzando fuego con su lanzallamas, Farris corriendo primero logró llegar a la cobertura y comenzar a disparar, dándose cuenta que de entre los vehículos salían otros enemigos, lanzando una gran cantidad de granadas incendiarias, éstos tenían la particularidad de estar vestidos con un traje protector de color blanco y una máscara roja, eran cuatro granaderos que apoyaban al gordo, de pronto escuchó el grito de la agente Díaz:

- ¡Mierda! – gritó Díaz, mientras caía al suelo, alcanzada por parte de una llamarada en su pierna derecha, rodó hacia un vehículo dejando su rifle tirado en el piso.

- ¡Díaz! – gritó Farris – corriendo hacia ella - ¿estás bien? – gritó

- ¡A ti que te parece, estúpido! – gritó Díaz, haciendo una mueca de dolor.

- Ah, estas bien por lo que veo.

- No es grave, pero duele mucho.

- ¿Puedes moverte?

- Creo que sí...

- Bien, voy a lanzar varias granadas aturdidoras y vamos a correr hacia el edificio de enfrente – dijo Farris – señalando una de las edificaciones que allí existía.

- Ok – contestó Díaz – no prometo seguirte el ritmo.

Farris miró en todas direcciones, pudiendo observar como el supuesto agente no cesaba en su lucha con el gordo del lanzallamas, en el instante en que iba a dar el primer paso para avanzar hacia el edificio escuchó el sonido de una multitud de armas disparadas al mismo tiempo, subfusiles, ametralladoras ligeras, rifles de francotirador, fusiles de asalto, todos al unísono, escuchó torretas lanzallamas, eléctricas, de dardos, vio a dos agentes con escudos desplegados avanzar directamente hacia el gordo, el cual a raíz de los múltiples impactos se encendió y explotó en una gran llamarada, los restantes enemigos, los granaderos, empezaron a huir por entre los vehículos pero fueron rápidamente eliminados, mientras veía la acción no se percató de una figura, alta y delgada que se acercaba por su retaguardia, llevaba su arma hacia adelante y se movía sigilosamente, Farris en el último momento se volvió hacia la figura apuntando su M4 directamente a su cabeza, a lo que la figura se plantó en el lugar y le habló, saliendo de entre el humo :

- ¡Tranquilo agente! – dijo la figura - ¡Soy amiga, no dispares!

- ¡Farris, no dispares! – le gritó Díaz - ¡Es ella!

- ¡¿Es quién?! – se volvió Farris

- Soy la Agente Faye Lau, líder de la Agencia The Division que se encuentra desplegada en esta ciudad – le indicó ella, tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse.

Farris, se incorporó ayudando a la agente Díaz, balbuceo un gracias y recogió sus armas del suelo, Díaz cojeaba mientras se acercaba a la Agente Lau - ¡Gracias Jefa! – dijo sonriente a pesar del dolor.

- Bienvenidos agentes – dijo Lau – sé que no es la mejor de las bienvenidas, pero es lo que tenemos – les dijo extendiendo su mano y señalando a su alrededor – vamos a la base para que vean esa herida – indicó mirando la pierna de Díaz.

- Sí – le contestó Farris – hay que ver esa pierna – gracias agente Lau.

- No fui sólo yo, al ver la bengala todos los agentes desplegados en la zona vinieron a ayudar y gracias a los equipos que ha estado suministrándonos el Capitán Moras, tenemos un mejor despliegue.

- ¡Impresionante, de verdad! – ese escudo de protección sólo lo había visto como prototipo – dijo Díaz.

- Lástima que los "Cleaners" destruyeron dos de los camiones, por lo menos salvamos los consumibles – dijo Lau.

- ¿Cleaners? – preguntó Farris – ¿qué significa eso?

- Es el nombre con el cual se identifica esta facción, su jefe es Joe Ferro un antiguo empleado de la ciudad, ¿vieron el gordo con el lanzallamas?

- ¡Por supuesto que lo vimos! – exclamó Díaz – y mi pierna más aún ¡Jajaja!.

- Bueno, pues Ferro es aún más temible y utiliza la misma indumentaria y arma, pero de mejor manera.

Mientras la Agente Lau explicaba los detalles de la facción que dominaba ese sector de la ciudad, los demás agentes que habían participado en la lucha se iban retirando poco a poco hacia la base de operaciones, ayudando a los soldados heridos y transportando material. Uno de ellos se fue quedando atrás, aprovechando el clima y la nieve que iba cayendo, aprovechó para observar a los agentes que estaban con Lau, tomo algunas fotografías y se marchó.

*****************

- Ahora sí – dijo la Agente Lau – Bienvenidos a la Base de Operaciones, agentes, desde aquí coordinamos las acciones y los despliegues para recuperar el control de la ciudad, tenemos lo básico, pero vamos tirando.

- Gracias Agente Lau – contestó Farris – quién junto a Díaz observaban el trajín de soldados y agentes en aquel enorme lugar.

- Voy a presentarlos con el Capitán Benítez, quién está a cargo de la JTF en este lugar y es nuestro enlace con ellos.

Así continuaron su recorrido por la Base de Operaciones en Manhattan, lugar que sería su nuevo hogar durante lo que les resta de aventura.


CAPITULO 3


I PARTE

UN NUEVO COMIENZO

Ya instalados en la Base de Operaciones, los agentes Díaz y Farris, se han estado interiorizando de su funcionamiento, las diferentes funcionalidades que mantiene y los lugares a los que pueden acudir para cumplir con sus diferentes misiones, ésta instalación que utiliza la Oficina de Correos de Manhattan, consta de tres alas bien diferenciadas entre sí, el Ala Médica, la cual brinda apoyo médico tanto a los agentes, soldados de la JTF cómo a los sobrevivientes del virus. El Ala de Seguridad, que otorga apoyo a las diferentes operaciones que se realizan y finalmente el Ala Tecnológica, donde se obtienen los diferentes gadgets y tecnología que utilizan los agentes y la JTF.

Cada una de las alas, está a cargo de un profesional en su respectiva área, es decir, el ala médica está a cargo de la Dra. Jessica Kandel, experta viróloga, quién actualmente trabaja en una cura para el "virus del dólar", el ala de seguridad se encuentra a cargo del Capitán Roy Benítez, actual jefe de lo que queda de la JTF y los servicios de seguridad que restan en la ciudad y por último el Ingeniero Paul Rhodes, quién se encuentra a cargo del ala tecnológica.

Finalmente, los agentes de The Division, son coordinados por la Agente Faye Lau, quién al perder contacto con los agentes activados durante el brote del virus y denominados como "primera oleada", tomó la pesada carga de dirigir los esfuerzos de la agencia por recuperar la ciudad, coordinando directamente con la JTF y el resto de las autoridades existentes, las diferentes incursiones que realiza cada uno de los agentes que llega a la ciudad y sus alrededores.

La base también cuenta con un polígono donde pueden testear las diferentes configuraciones de los sets de cada agente, la funcionalidad de sus armas y sus aditamentos, de manera que cada uno de los que salga al campo, lo haga de forma segura y con su equipo al 100% de sus capacidades.

Una vez conocida en su totalidad la Base de Operaciones por parte de los agentes, éstos optaron por iniciar de inmediato su trabajo en la ciudad, para ello se dirigieron a entrevistarse con la Agente Lau, a fin de obtener más antecedentes sobre los enemigos a los que deberán enfrentar, los lugares que se deben recuperar, el establecimiento de casas seguras, rescates u otras operaciones.

- Buenos días agente Lau – dijo el agente Farris

- Buenos días agentes – contestó Lau, mirando a ambos – entiendo que quieren información.

- Sí – dijo la agente Díaz – queremos comenzar a trabajar y aportar con la recuperación de la ciudad.

- Bien – contestó Lau – vamos a la entrada de la base y ahí les explicaré algunas cosas.

Se dirigieron a la entrada de la base, dónde la agente Lau les explicó a grandes rasgos que en este lugar, al igual que en Camp Hudson, existía un panel informativo, donde se exponía la inteligencia que iba obteniendo la JTF sobre lugares, ubicaciones de enemigos y otros datos de interés, también les explicó que tanto en el subterráneo del edificio como en el ala de seguridad existía personal que mantenía información diaria y semanal sobre enemigos específicos a los cuales se debía eliminar en forma prioritaria, les indicó la ubicación de algunos pisos seguros ya en poder de la JTF y que en esta parte de la ciudad los enemigos se ubicaban en las estaciones del subterráneo y otros lugares emblemáticos, por lo que debían cuidarse de esos sitios.

- Por último, agentes – terminó Lau – debo advertirles sobre la existencia de lo que denominamos "Zona Oscura", es el lugar de la ciudad donde nos golpeó más fuerte el virus del dólar, por lo que la JTF en su oportunidad decidió aislarla del mundo exterior, allí no encontrarán a ningún superviviente sólo enemigos, y les aseguro que allí se encuentran los más peligrosos de la ciudad.

- ¿Y los agentes entran ahí? – preguntó Díaz.

- Sí agente, pero sólo aquellos con equipo optimizado y experiencia en el campo, a ustedes no les recomiendo entrar, aún están muy verdes.

- Gracias por el voto de confianza, agente Lau – contestó Farris.

- No se trata de confianza agente, es sólo que en ese lugar solo el más fuerte sobrevive y ustedes dos únicamente han visto acción en la parte más fácil de la ciudad, ya se vieron en dificultades cuando llegaron y los enemigos que enfrentaron en esa oportunidad no eran los más fuertes.

- No se preocupe agente Lau – dijo Díaz – lo tendremos en mente, mientras tanto queremos que nos asigne algunas misiones y así poder ir ganando experiencia como usted dice.

- Bien, si eso lo que quieren tengo varias en mente para ustedes, y reconozco que me viene muy bien la ayuda, andamos algo cortos de personal como pueden observar.

*****************

Ambos agentes luego de terminar su charla con Lau, se dirigieron a la denominada "Terminal", donde existían unas estaciones de trabajo que permitían crear, optimizar y recalibrar sus armas y equipo, cada uno trabajó en sus pertrechos y luego se separaron, cada uno por su cuenta con sus propias misiones y pensamientos, con los consejos y recomendaciones que les dio la agente Lau, creían estar listos para la acción, así que se prepararon y salieron a la calle.

El agente Farris, recordaba lo dicho por Lau, los enemigos en esta parte de la ciudad son más tácticos, utilizan mejor las coberturas y sobre todo siempre serás superado en número, las estaciones del metro son peligrosas para ir solo, y existen dos facciones de enemigos en las cercanías de la base.

Luciendo un nuevo gorro de lana color negro, que cubría completamente su cabeza, para protegerse del frío, su máscara de protección, su chaqueta de invierno de la policía, sus jeans negros gastados pero abrigados y sus botas militares, salió desde la base en dirección a Kips Bay, donde supuestamente confluían las dos facciones enemigas, no había cruzado aún la calle siguiente cuando escucho un silbido seguido de un - ¡Eh tú! ¡el nuevo! – se giró para ver a un individuo algo más bajo que él, vestido como militar, que se dirigía rápidamente hacia él con un LVOA-C en ristre de un llamativo color amarillo con manchas negras.

- ¡Hola! – le dijo el desconocido

- Hola – contestó Farris – con algo de desconfianza en la mirada.

- Soy el agente Nick Lloyd, encantado de conocerte.

- Igualmente – dijo Farris – algo más relajado - ¿adónde vas? – preguntó

- Donde tú vayas mi amigo, donde tú vayas – dijo Lloyd.

- ¿Perdón? – se sorprendió Farris - ¿Cómo es eso?

- Órdenes de Lau, ya sabes quiere que les demos el tour.

- ¿Les demos? ¿vendrá alguien más?

- No, me refiero a tu compañera, también le asignaron un chaperón.

- Vaya, no me lo esperaba.

- Tranquilo hombre, a todos nos pasó en su oportunidad, a mí también me lo hizo.

- ¿Cuánto tiempo llevas afuera?, en el campo quiero decir.

- Veamos, el virus se propagó hace unos tres meses y fui activado de inmediato, yo diría que ese tiempo ¿y ustedes?

- Bueno, yo diría que el mismo tiempo, pero en el campo algo más de un mes, la agente Díaz debe llevar un poco tiempo más que yo, pero no estoy seguro de ello.

- Ah., y que hacías antes de esto.

- Era Policía, detective en realidad.

- Bien, yo era militar, fuerza aérea, estaba de vacaciones cuando sucedió.

- Yo estaba en el trabajo, logré sacar a mi familia fuera del país.

- Yo no – contestó Lloyd con furia en su voz - mi esposa y mi hijo murieron, así que aquí estoy, luchando contra las mierdas que hicieron esto, y te aseguro que pretendo llegar hasta quién lo creó, quién lo ejecutó y voy a matarlos lentamente.

Farris no sabía que contestar a esa declaración, ya fuera por la convicción que escuchó en la voz de ese hombre o por la mueca de odio que tenía en su rostro al decirlo, sólo atino a murmurar un "lo siento", luego sin decir nada más, el agente Lloyd comenzó a caminar adelante, siempre con su arma primaria en ristre y lista para la acción.

- Bueno, ¿Dónde dijo Lau que me llevaras primero? – preguntó Farris, corriendo para alcanzar a Lloyd.

- Vamos a ver a nuestros enemigos, voy a presentarte a los "Raikers" y a los "Cleaners", supongo que Lau ya les advirtió sobre ellos.

- Sí, algo nos contó.

- Bien, la principal diferencia entre unos y otros es que los raikers son presos fugados de la cárcel y los cleaners son ex trabajadores de la ciudad, a los raikers los lidera Larae Barrett y a los cleaners los lidera Joe Ferro, ambos son muy peligrosos y ya han eliminado a más de un agente.

- Entiendo que también usan armamento diferente.

- Sí, los cleaners usan lanzallamas y fusiles de asalto adaptados, granadas incendiarias y otras chucherías por el estilo mientras que los raikers usan armas robadas de los guardias de la cárcel, incluyendo francotiradores.

- Eso los hace muy peligrosos.

- Exacto, pero también existe su contraparte.

- ¿A qué te refieres?

- ¿Has oído hablar del vaquero?

- No.

- Natural, llevas muy poco tiempo en la base, permíteme ilustrarte – para lo cual Lloyd comenzó a contarle a Farris una historia muy particular, según él conocía:

Se trata de un agente conocido como el "vaquero", quién es particularmente reconocido por vestir enteramente de negro, con un poncho o manta estilo viejo oeste y un sombrero tejano, también de color negro, en el cual luce la insignia de los rangers de Texas, cuerpo de policía ampliamente conocido en EE.UU., algunos también le llaman "el nómada", porque no trabaja acompañado, todas sus misiones son en solitario, pero se cuenta que aparece justo cuando más se le necesita para ayudar a otros agentes en problemas.

Cubre la mitad de su rostro con un pañuelo árabe, blanco/negro, que conjuntamente con la máscara de filtro, deja sólo entrever sus ojos, cojea un poco de la pierna izquierda, porque según dicen en sus primeros días en el campo, la escuadra de la cual formaba parte, fue emboscada por un grupo de cleaners; murieron todos salvo él, pero no sin consecuencias, le quemaron horriblemente la pierna izquierda, sufrió mucho pero a pura fuerza de voluntad se recuperó y al poco tiempo volvió a la calle, pero desde entonces trabaja sólo.

Se rumorea que tiene más raikers y cleaners muertos que todos los agentes que están ahora en la ciudad, sólo viene a la base para reabastecerse y recalibrar su equipo, dicen también que es el único que posee un equipo clasificado y que le apodan el nómada justamente por el equipo que utiliza en el campo.

- Vaya – dijo Farris – una historia realmente interesante, ¿tú le conoces?

- Sólo sé que se llama Allan García, me lo he topado un par de veces en la base, pero nunca he hablado con él, si me lo preguntas da un poco de miedo.

- O sea que son sólo rumores.

- La mayor parte sí, también a veces se le ha visto en compañía de una agente que llegó junto con la escuadra de García, se apellida Earp, creo, la mayoría de esos agentes murieron o están desaparecidos, tengo entendido que ella va a ayudar a la agente que llegó contigo.

- ¿Qué han sabido de los renegados?

- La Zona Oscura es su lugar, ahí están la mayoría, pero también hay algunos por aquí.

- ¿Dijiste Earp? – no será la... - y Farris quedo con la frase a medio terminar porque Lloyd exclamó:

- ¡Sí, ella misma! ¡dicen que es descendiente del mismo Wyatt Earp!, y es una excelente tiradora.

- Ok., esto se está volviendo un poco surrealista.

- Bien, basta de historias por hoy, sigamos nuestro camino, debemos llegar a Kips Bay o Times Square, la que encontremos primero, porque con este clima...

*****************

La agente Díaz, esperó un rato en el vestíbulo de la base de operaciones, mientras miraba el panel informativo, una mujer pasó junto a ella en dirección al escritorio que tenía la agente Lau en ese lugar, la observó un momento mientras ésta hablaba con Lau, parecía que discutían, pero finalmente la mujer se encogió de hombros y asintió con la cabeza, sorprendida vio cómo la agente Lau la miraba directamente y luego la señalaba con su mano, la mujer que estaba allí se volteó y comenzó a caminar hacia ella.

- Hola – dijo la mujer

- Ho-Hola – contestó la agente Díaz – tartamudeando un poco.

- Soy la agente Noemí Earp – se presentó la mujer – la agente Lau me encomendó hacerte el tour.

- Soy la gente Eve Díaz, encantada – le respondió – disculpa ¿dijiste Earp? ¿cómo el comisario?

- Sí, soy su descendiente, de muchas generaciones como comprenderás...

- ¡Wow! – exclamó Díaz – esto es asombroso.

- No lo creas, es una presión bastante grande, todos piensan que prácticamente soy su encarnación y no es así.

- Sí, debe ser una carga, ¿el tour dijiste? ¿Qué es eso?

- La agente Lau tiene un sistema muy riguroso para los agentes recién llegados, a todos les asigna un chaperón por así decirlo, para que les muestren la ciudad, algunos pisos francos y les adviertan sobre los enemigos que aquí encontrarán.

- Ah, entiendo, no nos cree capaces de sobrevivir...

- No, no es eso, a todos los hace pasar por lo mismo, sin excepciones, así que tu amigo también ha sido favorecido.

- ¿Farris?, ah, bueno a él si hay que tenerle un chaperón – contestó riendo Díaz.

- Si tú lo dices agente – dijo Earp – bueno pongámonos en marcha, tenemos un largo recorrido y no existen vehículos en los cuales moverse.

- Ya lo sé, solo caminar y correr...

- ¿Tienes tu equipo listo?

- Sí, estaba a punto de salir así que estoy lista.

- Veo por tu arma secundaria que eres francotiradora – dijo Earp señalando el M700 carbón de Díaz.

- Y yo veo que tú eres una pistolera – contestó Díaz, señalando el revólver que asomaba de su pistolera.

- Ah, mi fiel Magnum – dijo Earp, sacándolo de su funda y enseñándoselo a Díaz – me ha sacado de más de un apuro.

- Un 356, buena pegada, lástima que tiene bajo rango de alcance.

- ¿bajo rango de alcance? – rio Earp – no me has visto utilizarlo chica, te enseñaré algunos trucos para que cambies de opinión.

- Eso espero – contestó Díaz – siempre es bueno aprender algo nuevo.

- Sígueme, lo primero que te enseñaré son los túneles del metro.

- Pero Lau dijo que debíamos evitarlos...

- Precisamente por eso, es lo primero que debes conocer – dijo Earp señalando la salida y caminando rápidamente hacia la calle.

Para cuando la agente Díaz la alcanzó, Earp ya llevaba su arma primaria en ristre, al igual que Farris, ella llevaba un rifle de asalto, pero en este caso ella utilizaba un G36 modificado, y como secundaria un rifle de francotirador conocido como "Historiador", el cual usaba munición incendiaria, siendo extremadamente letal en buenas manos, respecto al equipo de protección que usaba, Díaz no logra decidirse sobre el que utiliza, pero está casi segura que debe ser alguno orientado a su especialidad como francotiradora.

Caminaron a lo largo de una calle principal, sin encontrase con demasiados enemigos, a los que vieron, Earp prefirió evitarlos, según ella quería llegar lo más rápido posible a los túneles del metro, aun así, durante su trayecto logró averiguar más detalles acerca de ella, cómo por ejemplo que ya llevaba en el campo desde el inicio de la epidemia y que había perdido a lo menos a cuatro agentes, no habló mucho al respecto, se notaba que la afectaba, le dijo también que prefería trabajar sola y que cuando lo hacía en grupo, sólo confiaba en otro agente, alguien llamado García; a Díaz le parecía haber escuchado ese nombre en la base, en las conversaciones que tenían los soldados de la JTF y otros agentes a su alrededor en la terminal, mientras trabajaban en recalibrar o mejorar su equipos.

En un momento Earp paró en seco, se irguió por sobre unas barreras de concreto que servían para obstruir las calles, y le señaló unas escaleras de la entrada de una estación de metro, le hizo una seña para que guardara silencio y le indicó con la mano que la siguiera, ambas agentes con sus armas primarias preparadas y apuntando hacia adelante, se adentraron en la estación, Díaz estaba nerviosa pero no tenía miedo, de alguna forma se sentía segura acompañada de esta nueva agente, de la cual esperaba ser su amiga y no formar parte de los agentes que habían caído cumpliendo con su deber.


II PARTE

NUEVOS ENEMIGOS

Al llegar a la calle Kips Bay, los agentes Lloyd y Farris se detuvieron tras un camión de bomberos abandonado, caía una fuerte nevazón que impedía ver más allá de un par de metros, por lo que decidieron pegarse a los muros de los edificios y caminar sigilosamente, mientras avanzaban Farris le hizo una señal a Lloyd, indicándole un grupo de cleaners reunidos en torno a un barril en llamas, y tras un camión recolector de basuras, eran alrededor de cinco enemigos y uno de ellos apuntaba con su arma a un civil que mantenían de rodillas en el suelo al lado del tambor.

- Vamos a rodearlos – dijo el agente Lloyd – una vez nos posicionemos lanzamos torretas y los eliminamos.

- Bien – dijo Farris – yo voy por la parte trasera del camión.

- Ok, voy por la delantera, lanzaré la torreta de munición en dirección a los que están agrupados junto al camión y tú una vez lances la tuya corre en dirección al rehén y lo sacas de allí.

- Nos vemos al otro lado entonces – asintió Farris – corriendo silenciosamente hacia la parte trasera del camión.

Mientras los agentes rodeaban a sus enemigos, éstos comentaban entre ellos algunos detalles interesantes de sus próximos pasos:

- Joe me ha dicho que hay que estar atentos en todos los puestos de avanzada – dijo uno de los cleaners.

- Sí, lo lleva repitiendo desde hace unos días – contestó otro – dijo algo de unos agentes que vienen a molestar.

- Cómo si no tuviéramos suficiente con los rikers, la escoria que queda aún en pie y los agentes que ya hay aquí, me estoy cansando un poco la verdad.

- No te preocupes por los rikers, escuche por ahí que Ferro tiene en mente una alianza con ellos.

- ¿Una alianza con los raikers? – respondió sorprendido uno de los sujetos más alejado del grupo.

- Sí, a pesar de que Larae Barrett es una psicótica de mierda, no sería descabellado unir fuerzas hasta eliminar a la JTF y a los agentes de The Division, luego también los eliminamos a ellos, ¡jajajaja! – respondió el que primero había hablado.

- Sí, esa sería una buena forma de cargárselos.

Mientras los cleaners discutían y golpeaban al rehén por diversión, los agentes ya habían tomado posiciones, Lloyd le hizo una seña a Farris y lanzó la torreta muy cerca de los enemigos, ésta en cuanto se armó comenzó a escupir metralla hacia los cleaners, que sorprendidos sólo atinaron a correr en busca de cobertura, lo que aprovechó Farris para lanzar su torreta de dardos eléctricos, paralizando a quienes alcanzaron sus proyectiles, lo que le dio tiempo para correr hacia el rehén y sacarlo rápidamente de ahí, poniéndolo a salvo detrás de un vehículo, tomando cobertura en el mismo lugar comenzó a disparar hacia los enemigos. Mientras Lloyd haciendo gala de un muy buen manejo de armas, vomitaba balas con su LVOA-C desde la cabina del camión de basura, la acción no duró más de cinco minutos y todos los enemigos fueron abatidos, Farris liberó al rehén de sus ataduras y éste les agradeció el haberlo rescatado indicándoles lo que había escuchado durante su cautiverio.

- Esa fue una buena pelea – dijo Lloyd

- Sí y además salvamos a alguien – contestó Farris – y con la información que nos dio, Lau quedará encantada.

- Estoy de acuerdo, pero creo que deberíamos corroborarla nosotros mismos ¿no crees? – afirmó Lloyd

- ¿No será demasiado peligroso sólo para dos agentes?

- ¡Vamos! ¡No te me estarás acobardando!

- No es eso, sólo soy precavido, así he sobrevivido hasta el momento.

- Ok., si lo prefieres volvamos a la base e informemos a Lau, ella decidirá el siguiente movimiento.

- Es lo mejor, al fin y al cabo, ella está a cargo.

- Volvamos entonces – finalizó Lloyd.

*****************

Mientras los dos agentes se dirigían hacia la Base de Operaciones, una sombra cruzó tras ellos, ataviado con un traje de camuflaje que hacía que pasara inadvertido en la nevazón, armado con un rifle de francotirador, la figura de un hombre emergió, apuntó su rifle hacia uno de los agentes y disparó, hizo una mueca y volvió a sumergirse en las sombras.

*****************

Earp y Díaz entraron sigilosamente a la estación del metro, por el momento no se habían topado con ningún enemigo, pero eso no era necesariamente tranquilizador, podían estar en cualquier rincón de este lugar, ya fueran rikers o cleaners, cualquiera de ellos tenía suficiente poder de fuego como para acabar con ambas, así que cualquier medida de seguridad que tomaran para avanzar era poca. Agazapándose entre las taquillas y las máquinas expendedoras de bebidas, avanzaron por la estación de metro abandonada, bajaron un par de escaleras, hacia el andén donde se encontraban los trenes abandonados, rodearon algunas carpas de personas que creyeron que ahí estarían a salvo, para lo cual tuvieron que ver los cuerpos que ahí yacían, incluso de niños, lo que afectó a ambas agentes.

Luego de sortear los obstáculos propios de la situación que en ese minuto se vivía en la ciudad, ingresaron al segundo andén, donde pudieron ver a un grupo de rikers reunidos vigilando un caja táctica de entrega de suministros, probablemente robados a los soldados de la JTF, eran cinco enemigos en total, vestidos con los atuendos propios de presidiarios de la Isla Rikers, Earp hizo una seña con la mano a Díaz, indicándole que avanzara hacia un pilar de la estación, mientras ella tomaba cobertura tras uno de los trenes frente a los rikers; Díaz al llegar a su posición, apuntó con su M700 hacia uno de los enemigos, disparó directamente a su cabeza, matándolo al instante, mientras que Earp sólo utilizó su arma de mano, disparando rápidamente hacia los enemigos restantes, eliminándolos uno a uno, mientras que Díaz aniquilaba al último de ellos que se encontraba un poco más alejado.

- ¡Wow! – exclamó Díaz – eres extremadamente rápida y efectiva con esa arma.

- Gracias – contestó Earp – tú también eres muy buena con ese rifle, no es fácil matar de un solo tiro en combate real.

- ¿Qué hacemos ahora?

- Hay que avisar a la JTF para que recupere estos suministros, mientras tanto nosotros seguiremos avanzando por la estación.

- Bien, movámonos entonces.

Siguieron avanzando por la línea del tren hasta llegar a la siguiente estación, subieron las escaleras para salir directamente a Times Square, la tormenta de nieve era aún más intensa que cuando ingresaron a los túneles así que apretaron el paso apegadas a los muros, siempre atentas a su entorno, la visibilidad era entorpecida por la nieve que caía, el frío era otro obstáculo a vencer, de pronto, la agente Díaz que avanzaba de vanguardia frenó en seco, se volvió hacia atrás pero no pudo ver a Earp, retrocedió sobre sus pasos sin encontrarla, la llamó en voz alta:

- ¡Agente Earp! – gritó a todo pulmón - ¡Noemí! – volvió a gritar.

- ¡Aquí! ¡Por aquí! ¡Por favor ayúdenme!

La voz que escuchó no era la de la agente Earp, era un hombre el que gritaba, eso la puso en alerta, avanzó hacia la voz, agazapada entre los vehículos, vio a un civil, de rodillas frente a un tambor con fuego, sus manos atadas y con señas de haber sido golpeado recientemente, pero no vio señales de enemigos o de la agente Earp – piensa Díaz, piensa - se dijo así misma, ubicándose detrás de un vehículo policial, asomo la cabeza pero la nevazón le impedía ver más allá de un par de metros, de pronto una mano se posó sobre su hombro izquierdo:

- ¡mierda! – exclamó – volviéndose con rapidez y desenfundando su pistola apuntando a la cabeza de quién la había asustado.

- ¡calma, Díaz! – dijo Earp - ¿¡donde diablos te habías metido!?

- ¡eso debiera preguntarlo yo!, en un momento me di vuelta y ya no estabas, me devolví y escuche a este hombre gritar.

- Pues yo lo escuché antes al parecer, te grité, pero no escuchaste.

- Bueno, no importa ahora, ¿Qué haremos con el hombre?

- No he podido determinar si hay enemigos cerca o simplemente lo abandonaron a su suerte, ¡esta tormenta de mierda no deja ver nada!

- Creo que debemos acercarnos y sacarlo de ahí, tampoco veo a nadie, tendremos que arriesgarnos, nuestros rifles de francotirador no nos sirven ahora, así que usaremos las armas secundarias.

- Bien – dijo Earp – nos acercaremos juntas, tú me cubres mientras yo lo desató, una vez liberado corremos directamente hacia acá.

- Ok., voy primero – dijo Díaz – avanzando hacia el hombre con el arma secundaria preparada, tras ella la agente Earp, atenta atisbando a su alrededor, llegaron hasta el sujeto que ya se estaba congelando producto del intenso frío.

- ¡señor! – le gritó Earp - ¡señor!, venimos a ayudarlo, ¿esta solo? ¿quién lo dejó aquí?

El hombre gruño algo inentendible, se removió resistiéndose, Earp logró cortar sus ataduras, pero éste se desmayó en sus brazos, por lo que tuvo que pasar su brazo por debajo y levantarlo, con la ayuda de la agente Díaz comenzaron a alejarse del lugar hacia el vehículo que usaban como cobertura, en ese instante, primero una chispa se encendió y luego otras más, rodeándolas, escucharon una risa siniestra tras ellas y de la oscuridad que provocaba la nieve, salió un sujeto vestido con un traje ignífugo de color blanco y una máscara protectora de color rojo, a ambos lados de su cuerpo unas alforjas marcadas con el símbolo de explosivos y en cada una de sus manos una granada incendiaria, mientras éste se acercaba un grupo de cleaners accionaron sus lanzallamas al mismo tiempo, creando un círculo de fuego a su alrededor, soltaron al hombre y apuntaron sus armas hacia los enemigos, pero debido al fulgor de las llamas que les rodeaban, se les hacía imposible ver con claridad su objetivo, así que, de rodillas, espalda contra espalda, las dos agentes esperaban el inicio del combate:

- Lo siento Díaz, no debí haberte traído hoy aquí – se disculpó Earp.

- No te preocupes Earp – le contestó Díaz – es sólo trabajo, además aún estamos en pie.

- Tienes razón, les daremos una buena pelea.

En ese momento el cleaner granadero, al parecer el líder, levantó una de sus manos, y el círculo de fuego que habían creado dejo un hueco para que el entrara:

- Señoritas – dijo el cleaner – lamento decirles que es inútil resistirse, deben acompañarnos o quedarse como su amigo aquí presente – a lo que indicó al hombre tirado en el piso.

- ¡vete a la mierda! – contestó Earp - ¡si crees que nos vamos a rendir, estas equivocado!

- ¡oh! – exclamó el cleaner - ¡tenemos unas luchadoras! – a lo que los demás silbaron y gritaron como una forma de aprobación.

- Bien, veamos si les gusta el fuego – dijo el cleaner, haciendo una seña mientras retrocedía fuera del círculo de fuego creado por los demás y sacando el seguro a una de las granadas que portaba, las lanzó hacia las agentes.

- ¡Cúbrete Díaz! – gritó Earp, mientras trataba de alejarse de la granada que había caído a su lado, tirando al mismo tiempo del hombre en el suelo.

- ¡Déjalo Earp! ¡Está muerto! – le dijo Díaz – también alejándose del radio de explosión de la granada.

En el instante en que la granada explotó y lanzó sus lenguas de fuego alrededor, ambas agentes habían podido alejarse del radio de daño, pero el cuerpo del hombre que habían tratado de salvar ardía con furia, ambas agentes tosían y trataban de incorporarse para presentar batalla a sus enemigos cuando escucharon el primer disparo que hizo caer a uno de los cleaners, lo que provocó que el círculo de fuego se rompiera, situación que aprovecharon para buscar una cobertura lejos de los enemigos, mientras corrían escucharon más disparos dirigidos hacia los enemigos, éstos, desconcertados se refugiaron entre los vehículos menores y camiones abandonados por el lugar, la nieve había dejado de caer y hacía que hubiera una mejor visibilidad, Díaz asomo la cabeza por detrás del muro donde se habían cubierto, escuchaba a los cleaners gritarse entre sí porque aún no podían identificar de donde provenían los disparos, vio caer a otro enemigo, esta vez por el lado contrario a donde había caído el primero, luego otro esta vez desde otro ángulo, aguzó la vista pero aun así no podía distinguir nada y por lo visto los enemigos tampoco.

Se agazapó nuevamente tras el muro, para ver con sorpresa a un hombre vestido de negro, con un particular sombrero vaquero, indicarle con el dedo índice en los labios, que guardara silencio, Earp sonrió al verle, no parecía para nada sorprendida de su presencia, el agente, porque eso era el desconocido, le entregó a Earp su arma secundaria y ésta a su vez se la pasó a Díaz, era un subfusil MP5 de la marina, pero recalibrado y personalizado, al que la agencia denominaba "The House", Earp desenfundó su clásico revolver y señaló hacia adelante, mientras que el desconocido empuñando un rifle de asalto también personalizado al que se conocía cómo "Ranatoro", salía de la cobertura rodeando nuevamente a los cleaners, al primer disparo que escucharon salieron ellas también disparando sus armas, matando a casi todos los enemigos que restaban, salvo por el granadero que sobre un camión recolector de basura lanzaba múltiples granadas incendiarias hacia ellos, el desconocido con una agilidad sorprendente, corrió de frente al granadero y arrastrándose por el piso lanzó una ráfaga de su arma que impactó de lleno en su enemigo, el que cayó de rodillas sobre el camión, deslizándose de su mano derecha una última granada, que al explotar hizo desaparecer su cuerpo.

- ¡gracias agente García! – le exclamó Earp al desconocido

- Sí, no te preocupes – dijo el hombre, lanzando un bufido.

- Este es el agente Allan García – dijo Earp a Díaz, señalándole al hombre de negro, Díaz lo observaba con curiosidad, ya había escuchado de él y conocerlo en persona sólo le generaba más curiosidad.

- Encantada – dijo Díaz – extendiéndole la mano derecha para estrechar la del agente García.

- Sí – gruñó nuevamente García, haciendo parecer que era lo único que diría.

- Nuevamente al rescate eh, García – le decía Earp - ¿Cuántas veces han sido ya?

- No llevo la cuenta – resopló García.

- Pero yo sí – respondió – tres dos a tú favor, pero cuenta con que eso va a cambiar.

- Ehhh – murmuró Díaz – disculpen que los interrumpa, pero ¿no sería mejor irnos de aquí?

- Tiene razón la novata – indicó García – vayan por esta misma calle directo a la base, no había enemigos la última vez que revisé.

- Bien, gracias de nuevo y nos vemos por ahí García – dijo Earp – haciendo un ademan con la mano.

- Adiós – gruñó en hombre, llevándose la mano a la parte delantera de su sombrero a manera de despedida y desapareció tras unos vehículos.

- ¡novata! Vaya mal educado – bufó Díaz, empuñando las manos mientras caminaba para recuperar sus armas que aún estaban tiradas en el suelo.

- ¡Bah! – le respondió Earp – es sólo una manera de decir, debes reconocer que aquí eres efectivamente una novata.

- Bueno, mirándolo de esa forma.

Ambas agentes, recuperaron sus armas, registraron los cuerpos de los enemigos caídos en busca de algún ítem valioso y se retiraron del lugar con destino a la base, ya habían tenido su cuota de acción y la agente Díaz había conocido de primera mano los enemigos que hay en la ciudad, se podía decir que había sido una buena jornada.

*****************

El agente García, caminaba atento a su entorno, su arma principal siempre apuntando hacia adelante lista para la acción, con solo sus ojos al descubierto era casi invisible con el clima reinante, a paso firme se dirigía al lugar donde pasaba la mayor parte de su jornada, la denominada Zona Oscura. Ingresó por Times Square adentrándose hacia la zona más peligrosa de la ciudad, ya no le sorprendía el nivel de destrucción que esta parte de la zona urbana presentaba en relación al resto, aquí no había sobrevivientes, sólo los cuerpos putrefactos de aquellos que fueron abandonados tanto por las autoridades como por sus propios congéneres, sorprendentemente los indeseados encontraron la forma de sobrevivir, aquí campea libremente lo peor de la sociedad americana, aquellos que sólo saben aprovecharse de los débiles, sin pensar que ellos son exactamente eso, el eslabón más débil de la cadena, a pesar de su número, a pesar de sus armas, no son la especie dominante, son las presas, aquí en la Zona Oscura existe un depredador más peligroso que ellos...los renegados, los agentes de The Division, que hartos de arriesgar su vida por nada, hartos de ver que sus esfuerzos no hacían mella en las hordas de enemigos y la propia agencia se veía sobrepasada, habían decidido ser reyes de un reino caído, donde su poder de fuego y equipo eran superiores y donde lo que importaba no era el dinero ni las posesiones materiales, sino el poder de las armas.

García no buscaba justicia ni le importaba una mierda si la ciudad se recuperaba, a su forma de ver se lo merecían, de alguna forma esta situación le parecía justicia poética, la ciudad ya era lo suficientemente mala antes de que cualquier peste o virus que la atacase, los hiciera sacar su peor versión, el primer instinto de la gente fue sobrevivir, a cualquier precio, no importaba a quién pisotearán a quién mataran y que hicieran para conseguirlo, familias disueltas, hermano contra hermano, en cierto modo fue el primer triunfo de quienes crearon el virus, volver a la primigenia, ¡vaya que fueron inteligentes!. Pero él, que no tenía familia, que no tenía absolutamente nada que perder, sólo buscaba una cosa...VENGANZA...no por él, no por los agentes que murieron antes de su llegada, no por sus amigos arrebatados en una emboscada...no...VENGANZA por una mujer, a la que no conocía, la que no le importaba en lo más mínimo, pero que vio morir en sus primeras jornadas como agente activo, una mujer con su bebé en brazos, quemada, pisoteada y olvidada, sus enemigos no tenían rostro ni pertenecían a una facción en particular, para él era culpables y eso le bastaba.

Él se había transformado en un cazador, había perfeccionado sus técnicas en base al ensayo y error con los enemigos de menor nivel, los rikers y los cleaners, incluso se había enfrentado a los militares contratados como mercenarios, los Last Man Batallion, más tácticos y mejor equipados, pero débiles en su conjunto, sin convicciones; había mejorado su equipo a base de transformarse en un carroñero, a base de matar y matar, a base de rebuscar en todos los rincones de la ciudad, hasta obtener el equipo que lo hacía sentirse cómodo y seguro, sus armas eran prácticamente una extensión de sus brazos y manos, ya casi no necesitaba apuntar para disparar, era mecánico, era sin pensar, solo actuar. Su objetivo, los renegados y los jefes de facción, esas eran sus presas preferidas, sabía que le apodaban "el nómada", sospechaban que utilizaba el set confidencial denominado "el camino del nómada" y así era efectivamente, pero no sabían lo que esto había costado, no sólo cubría su rostro por el frío, sino también por la cicatriz que le marcaba la cara, una marca, una línea que abarcaba todo su rostro, cruzándolo desde el ojo derecho hasta la barbilla, un recuerdo del renegado al que había eliminado para obtener su equipo.

Desde la emboscada que mató a sus compañeros, decidió trabajar sólo, no se arriesgaría a perder a nadie más, no por miedo ni por que fuera a tomarle afecto a alguien, sino porque sus tácticas de combate estaban orientadas a ser un lobo solitario, pero no por eso no le echaba una mano a los agentes que lo necesitarán en el campo, así como él agradecía la ayuda en momentos de necesidad, de esa forma nació la amistad que mantenía con la agente Earp, a quién respetaba mucho, era una excelente tiradora y ya se habían salvado mutuamente en más de una oportunidad.

García finalmente llegó a la guarida que mantenía en la ZO, un viejo edificio de oficinas, en una de las cuales había instalado una especie de campamento, se tumbó en un colchón que tenía ahí tirado y se dispuso a descansar un poco, había interrumpido la cacería que estaba llevando a cabo por salvarle el pellejo a Earp, así que mañana volvería a rastrear al sniper renegado que estaba cazando, ya lo tenía hoy, pero bueno, no siempre las cosas salen como se planifican - respira un día más maldito – pensó García y se durmió profundamente.

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III PARTE

DUELO EN LA ZONA OSCURA

Farris cayó al suelo como fulminado por un rayo, primero sintió la punzada entrante de la bala, cayó al suelo y recién en ese instante escuchó el sonido del disparo, Lloyd se lanzó al suelo apuntando con su arma hacia la oscuridad envolvente de una ciudad muerta hace tiempo, no podía ver de dónde provino el disparo, tomo a Farris del brazo izquierdo y lo arrastró hacia el interior de un local de ropa abandonado, buscó entre los restos y encontró algunas ropas que le servirán cómo vendas, mientras Farris se despojaba de la parte superior de su equipo y examinaba la herida:

- ¡maldición! – exclamó Farris - ¡maldita sea! – volvió a quejarse.

- Déjame ver – le dijo Lloyd mientras limpiaba la sangre que manaba de la herida del agente, pudiendo verificar que el proyectil atravesó limpiamente el hombro derecho de Farris, dejando un orificio de entrada y salida, no muy profundo y al parecer no tan grave – tienes entrada y salida de proyectil – le dijo Lloyd.

- ¿Es grave? – preguntó Farris con angustia - ¿me recuperaré?

- ¿Es la primera vez que te hieren, verdad? – preguntó Lloyd de vuelta, entornando los ojos, mientras aplicaba un poco de tela en los orificios que había dejado la bala, para evitar la hemorragia.

- Sí, es la primera vez – contestó Farris - ¡Auch, mierda, como duele!

- Tranquilo, ya paramos la hemorragia, ahora utiliza uno de tus botiquines de primeros auxilios para generar recuperación y evitar infección.

- Ok – asintió Farris, mientras se inyectaba una solución médica, especialmente diseñada para los agentes de campo de The Division, que lograba una recuperación constante respecto a heridas de menor gravedad, lo que permite al agente tomar una nueva cobertura o en su defecto simplemente huir del combate sin correr riesgo vital.

- No pude ver de dónde vino el disparo, este maldito clima no permite ver una mierda.

- Yo sólo sentí el golpe, ni siquiera escuche el sonido de la bala, pero el desgraciado falló, suponiendo que haya querido matarme.

- No lo sé, quizás el clima también le jugó una mala pasada, lo que tengo claro es que hay que salir de aquí, somos un blanco demasiado fácil.

- Bien, vuelvo a ponerme el equipo y nos vamos.

Ambos agentes salieron sigilosamente de la tienda, pegados a los muros y oteando constantemente hacia el horizonte en busca de algún enemigo, avanzaron rápidamente por las diferentes calles, afortunadamente no se toparon con ningún enemigo hasta llegar a salvo a la Base de Operaciones.

Una vez en el lugar, Farris fue llevado a la enfermería donde fue atendida su herida, el médico le dijo que sólo era un rasguño y que debía inmovilizar el brazo sólo por un par de días para una total recuperación. Luego de esto fue en busca de la Agente Lau, para comunicarle los descubrimientos que había hecho con Lloyd, se dirigió a la entrada de la base donde generalmente se encuentra Lau pero no la encontró, preguntó por ella a unos soldados de la JTF, quienes le indicaron que ella estaba en el ala tecnológica, ya que había sido requerida por el ingeniero Rhodes. Farris subió las escalas que llevaban al ala tecnológica, donde se encontraban los servidores de ISAC y otros cachivaches tecnológicos que él personalmente no conocía, al llegar al fondo de la sala pudo ver a la agente Lau enfrascada en una discusión con el ingeniero Rhodes y el agente Lloyd, éste último solo asentía con la cabeza mientras que Lau con los brazos cruzados sobre su pecho movía la cabeza de lado a lado, el ingeniero Rhodes gesticulaba moviendo airosamente sus brazos, apuntando hacia una enmarañada red de cables, luego a Lau y luego a Lloyd, y volvía a repetir lo mismo, señalaba los cables y luego a los agentes, al acercarse más pudo escuchar al ingeniero que les decía :

- ¡esto no es ninguna broma!, ¡mierda!, ¡si no tenemos comunicaciones estables volveremos a la casilla de inicio! – gritaba el ingeniero.

- ¡no puedo arriesgar a mis agentes Rhodes, compréndalo! – contestaba airada Lau

- ¿acaso cree que Benítez va a mandar a simples soldados de la JTF?, usted está loca señora.

- Creo – interrumpió Lloyd – que podemos hacerlo, con una escuadra bien conformada podemos solucionar el problema, sólo será entrar y salir, pan comido.

- ¿Ve? – dijo Rhodes – él está de acuerdo conmigo, este problema es muy grave y debe ser solucionado de inmediato.

- Buenas tardes agente Lau – saludó Farris – lamento interrumpir, pero debo comunicarle una información que descubrimos con el agente Lloyd en nuestra última salida.

- ¡Ah, sí! – dijo Lau – algo me adelantó el agente Lloyd, ¿cómo está su hombro? – se interesó ella.

- Muy bien, el médico dijo que sólo era un rasguño y que al haber aplicado la inyección del botiquín había ayudado mucho a la recuperación, pero que, aun así, debía mantener el brazo en cabestrillo por al menos tres días.

- ¿Ves? – dijo Lau mirando a Lloyd – uno menos.

- ¿Uno menos para qué? – preguntó Farris

- Verás – contestó Lloyd – el ingeniero Rhodes nos acaba de decir que los problemas de comunicación que hemos tenido últimamente, tanto con ISAC, cómo con los transceptores portátiles, se deben a que una antena ubicada en la Zona Oscura se encuentra deshabilitada o destruida, no lo sabemos a ciencia cierta.

- Para ello – indicó Rhodes – debemos enviar una misión de reparación, como sabrá agente, las comunicaciones es este momento son prioridad, no podemos mantenerlas estables y eso sólo contribuye a arriesgar a nuestro personal en el campo, además de que no podemos establecer comunicación con Washington.

- Es un riesgo que ahora no podemos correr Rhodes – dijo Lau – no tenemos los agentes suficientes.

- Disculpe agente Lau – interrumpió Farris antes de que Rhodes retrucara – pero creo que en eso se equivoca – y al decir esto se despojó del cabestrillo que sujetaba su brazo, ocultando la mueca de dolor que esto le provocó – hay agentes para llevar a cabo la tarea y si le preguntan a la Agente Díaz, estoy seguro que ella también estará disponible.

- ¡Bien dicho! – apoyó Lloyd – podemos organizar la misión para mañana al alba, si usted lo autoriza agente Lau, les comunicaré a las agentes Earp y Díaz y le pediré apoyo al Capitán Benítez para la salida.

- ¡Ok, Ok!, no tan rápido agente Lloyd, esperemos a que las agentes Díaz y Earp regresen y si están en condiciones de llevar a cabo la misión, se unirán, de lo contrario, veremos otra forma de solucionar nuestro problema. ¿contento Rhodes? – le preguntó Lau al Ingeniero, éste sólo asintió con la cabeza y se fue lanzando bufidos inentendibles - Bien, agente Farris, aparte de su repentina recuperación ¿qué otra cosa iba a decirme?

- ¡Ah! – contestó Farris – eso, bueno cuando tuvimos el enfrentamiento con los cleaners, rescatamos a un civil y éste tenía información respecto a la ubicación del cuartel general de Larae Barrett.

- ¿eso es cierto agente Lloyd? – preguntó Lau

- Sí – contestó Lloyd – tenemos la ubicación, sólo falta hacer un reconocimiento y verificarlo.

- Esto, una vez verificado, puede cambiar el rumbo de las cosas – les dijo Lau – pero primero lo primero, realizaremos esta misión en la zona oscura y luego asestaremos un golpe mortal a los Rikers.

- También escuchamos que Joe Ferro pensaba conformar una alianza con Barrett – dijo Lloyd.

- Si es así, es que está ocurriendo algo que desconocemos o estamos pasando por alto, no nos conviene de ninguna forma que nuestros enemigos presenten un frente común ¿se imaginan enfrentarse a los rikers, cleaners y al LMB juntos? Ni el mejor agente saldría de ese combate – dijo Lau mientras se llevaba la mano a la barbilla pensativa – por el momento concentrémonos en el problema que tenemos entre manos luego veremos cómo va esto.

Lau, Lloyd y Farris se retiraron cada cual a sus obligaciones en espera de la llegada de las agentes Díaz y Earp, de quienes no dudaban se unirían a la misión en las condiciones que fuera, mientras el ingeniero Rhodes volvía a tratar de mantener las comunicaciones lo más estables posible, no le gustaba trabajar igual que al principio sin ningún tipo de información de campo para la toma de decisiones y además llevaba ya dos días sin comunicación con la capital, eso le preocupaba por que aun con la señal débil siempre había mantenido una comunicación fluida con Washington; cuando fue miembro del LMB escuchó en más de una oportunidad al Coronel Bliss hablar con otras personas sobre la posibilidad de expandir la acción del virus y entre las ciudades elegidas para hacerlo estaba D.C., creyó que cuando The Division emergió, el Coronel Bliss cesaría en su empeño, pero la incomunicación con la capital le daba muy mala espina. Se dijo así mismo que le comentaría su preocupación a la Agente Lau, era terca como una mula, pero no dudaba de su capacidad de liderazgo y determinación a la hora de tomar decisiones difíciles y si había que tomar una, era precisamente esta, una vez restablecidas las comunicaciones y si no había contacto con D.C., habría que mandar a alguien para verificar las cosas.

*****************

Para cuando las agentes Díaz y Earp llegaron a la oficina de correos, reinaba una tensa calma, no vieron a Lau ni al Capitán Benítez en sus puestos habituales, pero como era tarde pensaron que debían estar descansando, justamente lo que ellas necesitaban, se dirigieron a sus barracas para darse un baño y cambiarse de ropa, cuando vieron al agente Farris, quién nuevamente se había puesto el cabestrillo en el brazo:

- ¡Farris! – gritó la agente Díaz - ¿Qué te paso?

- ¡Chisttt! – le chistó Farris, haciéndola callar con el dedo en la boca y llevándola hacia un rincón, con la gente Earp pegada a ellos.

- ¿Pero, qué pasa?, ¡porque me haces callar de esa forma!

- Silencio por favor Díaz – le espetó Farris – no quiero que la agente Lau me vea con el cabestrillo de nuevo, no me dejará ir en la misión si me ve así.

- ¿de qué mes estás hablando, que misión? – quiso saber Díaz, mientras la agente Earp tosía disimuladamente tras ella - ¡ah!, esta es la agente Noemi Earp y sí es pariente del vaquero – dijo Díaz, presentando a la otra agente.

- Encantado – dijo Farris – disimulando al mirar de arriba abajo a la agente Earp – he oído mucho sobre usted.

- Todas son mentiras – contestó Earp – todo.

- No seas humilde Earp – le dijo Díaz – yo he visto de lo que eres capaz con ese revolver, además incluso el agente García lo dijo.

- ¿Conoces al nómada? – exclamó sorprendido Farris – con una sonrisa casi infantil en el rostro.

- Sí, de hecho, nos salvó el pellejo hoy.

- Vaya, podría haber estado hoy con nosotros, a lo mejor no me habrían disparado si él hubiera estado allí.

- ¿Cómo fue eso?, ¿Dónde? – preguntó Earp.

- Pues veníamos de vuelta el agente Lloyd y yo, de un enfrentamiento en Kips Bay, cuando ¡pum!, sentí un golpe y al suelo, luego Lloyd tiraba de mi hacia una tienda de ropa, no vimos a nuestro atacante por ninguna parte y nadie nos molestó al regresar, fue un disparo limpio así que ese tipo debe ser francotirador.

- Si te hubiera disparado yo, estarías muerto – dijo Díaz.

- No lo dudo – contestó Farris – el caso es que puede que el clima le haya jugado una mala pasada y el tiro se desvió y pego en mi hombro y no en mi cabeza, al menos eso piensa Lloyd.

- Hablando de ese cabeza dura ¿dónde está? – preguntó Earp.

- La última vez que hablamos iba a descansar un poco para estar condiciones para la misión de mañana.

- Todavía no me dices de que va eso – le espetó Díaz

- Bueno, el ingeniero Rhodes dice que en la zona oscura hay una antena de comunicaciones deshabilitada o destruida, lo que sea hay que arreglarlo y para eso irá una escuadra a una misión de reparación, la agente Lau ha dado su aprobación a regañadientes.

- ¿Y quienes conforman la escuadra? – preguntó Earp

- Bueno, eso es lo que queríamos saber ¿ustedes irían con nosotros?, sé que será peligroso, pero si somos cuatro podríamos tener una oportunidad en la zona oscura.

- Pues claro que vamos ¿creías que nos lo íbamos a perder, verdad Earp? – dijo Díaz hablando por ambas.

- Ehhh, claro si lo pone así - dijo Earp - me encantaría poder comunicarme con García, pero siempre tiene su comunicador apagado, él conoce la zona oscura como la palma de su mano.

- Sería grandioso contar con su ayuda, dicen que es un gran agente.

- Que no te quepa duda Farris – dijo Díaz – le he visto en acción y es espectacular.

- En todo caso es muy probable que se aparezca si tenemos algún problema, siempre lo hace – añadió Earp – es una costumbre que tiene.

- ¡Ah!, y otra cosa, con Lloyd averiguamos el paradero del cuartel general de Larae Barrett...

- ¡Qué! – se sorprendió Earp – llevó semanas tratando de averiguar eso y no lo he conseguido ¿cómo lo hicieron?

- Algo de suerte, un hombre al que rescatamos de los cleaners los escuchó hablar y nos lo dijo, además los cleaners eran bastante parlanchines.

- Bien – dijo Díaz – nosotras con Earp vamos a comunicarle nuestra participación en la misión a la agente Lau, nos vemos mañana a primera hora entonces.

- Eso es correcto – contestó Farris – mañana conoceremos la Zona Oscura.

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Al alba del siguiente, día el Capitán Benítez organizaba los preparativos para que soldados de la JTF escoltarán a los agentes de The Division que irían a la Zona Oscura, la misión en sí ya era complicada cómo para que en el camino los agentes fueran emboscados por cleaners o rikers, los carroñeros después de la muerte de su líder, estaba en franca retirada o se habían unido a las otras facciones, pero ya no eran una amenaza tan fuerte como al principio, de todas formas cualquier precaución le parecía poca a la Agente Lau, quién cada vez que podía le enrostraba a Benítez las escases de agentes en la ciudad, éste simplemente le contestaba que él también sufría lo mismo, falta de personal, todos los días perdía gente en las calles y sus cuerpos así como los de las víctimas del virus, llenaban la ciudad, con Ferro como disidente y con la mayoría de los empleados de la ciudad en sus filas se hacía tremendamente difícil retirar y quemar los cadáveres para evitar la propagación de la infección, aunque esta había bajado considerablemente, todavía estaba presente en el aire.

Un pelotón de soldados de la JTF escoltaría a Farris y compañía, ya estaban listos y preparados para la salida, mientras los agentes ultimaban los últimos detalles de la misión con Lau y Rhodes.

- Bien agentes – dijo Rhodes – la misión es simple, deben volver operativa la antena de comunicaciones que se encuentra en el techo del edificio de oficinas de la compañía Rexxton, la ubicación ya ha sido cargada en sus dispositivos ISAC, y los implementos para llevar a cabo tal tarea ya los tienen en sus mochilas, personalmente he instruido a la agente Earp en la forma y trabajo técnico que debe realizar para la operatividad de la antena, al igual que cualquier contingencia que pudiere ocurrir en caso de que la antena haya sido destruida.

- Recuerden agentes – insistió Lau – que la zona oscura es un lugar sin ley, no hay sobrevivientes, sólo enemigos, así que despreocúpense por los daños colaterales, esa parte de la ciudad ya está pérdida por lo que no hay razón para contenerse en caso de tener que responder un ataque.

- Pero lo más importante – aclaró el capitán Benítez – es que la zona oscura es el hogar de todos los Agentes Renegados de los que hemos tenido noticias, son sumamente peligrosos, no solo por los equipos similares a los suyos sino por el conocimiento que poseen de todas nuestras técnicas de combate, tendrán que ser creativos a la hora de enfrentarlos, porqué créanme lo harán.

- Buena suerte agentes – finalizó Lau – completen la misión y vuelvan a casa.

Los cuatro agentes asintieron y salieron al encuentro del pelotón de la JTF que los escoltaría, una vez en la calle comenzaron a caminar en dirección a la entrada a la Zona Oscura, cada uno sumido en sus propios pensamientos, pero atentos a la situación con sus armas listas y preparadas para entrar en acción, los equipos habían sido optimizados, los consumibles y la munición cargada, ahora solo faltaba la prueba de fuego, tanto Farris como Díaz no conocían la zona oscura, ni siquiera conocían bien la ciudad en realidad, así que todo era nuevo para ellos. Cada paso que daban los acercaba más a su destino, los soldados de la JTF parecían aún más nerviosos que ellos mismos, alguna broma suelta, alguna risotada, pero nada más, inexorablemente sabrían hoy cual era realmente su valor como agentes de campo, lo que habían hecho hasta ahora sólo había sido un paseo comparado con esto.

Durante el trayecto no observaron ni fueron molestados por ningún enemigo, su paso por la ciudad más parecía un cortejo fúnebre, ni siquiera los sobrevivientes, ávidos en pedir alguna ayuda, se habían acercado a la caravana, esa muestra de miedo encendía una alerta en sus mentes, algo podía salir terriblemente mal así que tendrían que dar lo mejor de cada uno, Earp repasaba en su mente una y otra vez las instrucciones que le había dado Rhodes, no podía cagarla, la misión como tal dependía de ello, Díaz por su parte acariciaba su rifle mientras caminaba – no me falles – le decía mentalmente, Farris jugaba con una bala de su M4, la pasaba entre sus dedos mientras pensaba que clase de ciudad era la zona oscura, desde su llegada habían escuchado sobre ella, pero conocerla y adentrase en ella era otra cosa muy distinta, por último Lloyd, pasaba un fósforo de un lado a otro de su boca, mordiéndolo con nerviosismo, no por entrar a la zona oscura, ya lo había hecho varias veces en otras ocasiones, sino por la responsabilidad de llevar a dos novatos al combate, pensaba en García, que había perdido a toda su escuadra, él no quería pasar por eso, ya había perdido amigos y familia por el virus, otros agentes en combate, pero él no había estado a cargo, sólo era uno más, ahora es diferente y siente el peso que ello conlleva.

Así, sumidos en sus pensamientos, finalmente llegaron a su destino, no pasaron más allá de 20 minutos en total, pero les habían parecido larguísimos, se separaron de los soldados, quienes los esperarían allí, para a una señal del Agente Lloy, adentrarse en la Zona Oscura. Lo primero que les llamó la atención a Farris y Díaz fue el nivel de abandono y destrucción de las calles y edificaciones, había barricadas por doquier, vehículos en combustión constante y el olor, ese aroma a muerte, fuego y cenizas característico de una zona de guerra.

Instintivamente se separaron en parejas, Díaz dudo un momento en ir con Earp, pero luego se acercó a Farris, éste asintió con la cabeza y le señaló hacia adelante, para que avanzaran, se pegaron a ambos costados de los muros, la cabeza gacha, el cuerpo encorvado, ofreciendo el menor blanco posible, Lloyd les hizo una seña para que ambas francotiradoras se adelantaran en busca de cobertura e informarán si veían enemigos. Las dos agentes se adelantaron, con sus rifles en ristre, listas para la acción, luego de avanzar un par de metros pudieron observar a los primeros enemigos, un grupo conformado por rikers, cinco enemigos que se movían entre una calle y otra, a modo de patrulla militar, no se veían más enemigos por el momento, pero no podían confiarse, en cualquier momento podían aparecer más; Díaz retrocedió y con un par de señas les indicó la situación a Farris y Lloyd, éste último con un movimiento de su mano derecha le indicó a Farris que avanzara hacia los enemigos, luego haciendo la forma de caminar con dos dedos de su mano derecha sobre la palma extendida de la izquierda y apuntándose a sí mismo, le indicó que él rodearía por la derecha, por último le señaló la torreta a fin de que fuera esta arma la primera en desplegarse; miró a Díaz y le indicó señalándola a ella y luego hacia donde estaba Earp, que avanzara, con la mano izquierda alzó primero su dedo índice, luego el medio señalándose él mismo y a Farris, cerro el puño y volvió a repetir la operación apuntando esta vez a Díaz y luego hacia los enemigos, diciéndole de esta manera que ellos avanzarían primero y luego ellas debían prestar cobertura en el ataque. Díaz corrió para comunicarle las instrucciones a Earp, Farris dejó pasar un momento y comenzó a avanzar a su posición mientras que Lloyd hacía lo propio rodeando la ubicación de los enemigos.

Los rikers se movían de forma muy similar a una patrulla militar, uno al centro y cuatro franqueándolo, de manera tal que cubrían todos los puntos ante un posible ataque y el que se encontraba al centro podía dirigir a sus compañeros al tener mejor visión del lugar, los agentes ubicados en sus posiciones esperaron el momento oportuno antes de atacar. Cuando los rikers volvían de su trayecto, entre un vehículo policial y un camión de la JTF, los encerraron, Farris lanzó su torreta sobre el capot del auto policial mientras que Lloyd lanzó la suya detrás del camión militar, lo que limitó las rutas de escape de los sujetos, en el preciso instante que las torretas comenzaron a llenar de plomo a los rikers, las agentes Díaz y Earp disparaban con sus rifles de francotirador, el M700 de Díaz con su poderoso disparo eliminó de un golpe a dos de los enemigos, mientras que el "Historiador" de Earp, con su munición explosiva literalmente reventó a otros dos, el sujeto del centro en su desesperación corrió disparando con su escopeta hacia el agente Farris, éste al ver al enemigo ir directamente hacia él, apuntó tranquilamente a la cabeza del sujeto el que al recibir el tiro cayó hacia atrás describiendo un arco con su cuerpo por la fuerza del disparo cercano, el combate no duró más de cinco minutos y ninguno de los agentes fue herido.

Lloyd levantó su mano derecha y con el índice dibujó un circulo en el aire, lo que significaba que debían reunirse en esa posición, mientras esperaban a las agentes, Farris y Lloyd registraron los cuerpos de los raikers en busca de equipo o pertrechos utilizables, una vez reunidos, y luego de consultar la ubicación en ISAC del edificio donde se encontraba la antena, la escuadra siguió su camino, estaban a no más de tres bloques de distancia de su objetivo, por lo que Lloyd creyó oportuno impartirles algunas instrucciones:

- Muy buen combate muchachos – les dijo – pero ese fue sólo un aperitivo, no creo que sean esos los únicos enemigos que nos encontremos.

- Sugiero que mejor corramos – contestó Earp – por experiencia, el ir así caminando tan agrupados y relajados, seremos un blanco fácil para cualquier francotirador que éste por aquí, por lo menos eso haría yo.

- Pues tienes toda la razón Earp – le retrucó Lloyd – sólo una cosa, mantengamos la misma idea en el próximo enfrentamiento, las francotiradoras adelante como vanguardia y nosotros a un par de metros atrás, no entren en combate solas a menos que sea necesario, una vez tengamos la información de a que nos enfrentamos, Farris y yo abrimos las acciones.

Todos asintieron y las agentes Earp y Díaz apuraron el paso hacia adelante, utilizando cada sentido para evitar ser sorprendidos por los enemigos, a pesar de que reinaba una calma inusual que inquietaba de sobremanera a Lloyd, siguieron avanzando sin contratiempos, ISAC les señaló que se estaban acercando a un ECHO, por lo cual mientras Díaz y Earp prestaban cobertura, Farris se dirigió al sitio que indicaba su comunicador, Lloyd cubriendo sus espaldas le hizo una seña para que activara el holograma.

Cuando Farris acercó el dispositivo ISAC al lugar de emisión del ECHO, un holograma en tiempo real se proyectó ante sus ojos, en él se veía a dos sujetos discutiendo, uno de ellos vestía un uniforme de camuflaje blanco típico de un francotirador, mientras que el otro sujeto vestía uniforme de policía, ambos portaban equipo de la agencia, por lo tanto, debía tratarse de agentes renegados, estaban rodeados de raikers y cleaners y éstos parecían obedecerlos.

- El viento blanco me jugó una mala pasada – decía el de camuflaje.

- No fuiste capaz de matarlo – le respondió el policía – recuerda que él no perdona los errores.

- No fallaré otra vez – gruñó – ya sabemos que vienen así que les daremos una bienvenida como corresponde.

- Ya lo creo – bufó el policía – por eso me enviaron, a asegurarme que esta vez si fueran eliminados.

- ¿La información es buena?

- Claro que sí, ya sabes que nuestro topo es confiable.

- ¿Y él, dónde está?

- Con Ferro, hay algo tejiéndose con Barrett y creo que vino a asegurarse que saliera bien, ya sabes cómo es.

- ¿Y lo de D.C. sigue en pie?

- No lo sé, mi nivel no es tan alto y si pregunto demasiado pueden pensar mal, no quiero problemas, ¿acaso no viste lo que le hizo a Matt?

- Claro que lo vi, se aseguró de que todos lo vieran.

- Bueno, basta de charla – terminó el policía – vamos a preparar la emboscada.

La última imagen que brindó el ECHO fue la de los renegados yéndose de allí en compañía de los rikers y cleaners, los agentes se miraron entre ellos, confusos por el exceso de información, aun procesando la palabra "topo", era demasiado grave y había que comunicárselo cuanto antes a Lau y Benítez.

- Lloyd – dijo Farris – escuchaste lo mismo que yo ¿verdad?

- Si te refieres a lo del topo sí – contestó Lloyd – en cuanto volvamos hay que avisarle a Lau, ella sabrá que hacer.

- Ese no es nuestro único problema – dijo Díaz – saben que estamos aquí y adonde nos dirigimos.

- ¿cuál será entonces la jugada jefe? – preguntó Earp

- Déjame pensarlo un poco – contestó Lloyd mientras manipulaba el dispositivo que conectaba con ISAC – nosotros estamos aquí – dijo señalando un punto en el mapa holográfico – nuestro objetivo es aquí – volvió a indicar otro punto distante solo un par de calles – podemos rodear por aquí y entrar por el edificio contiguo, están conectados por las azoteas.

- ¿y tú crees que ellos ya no han pensado? – indicó Earp – recuerda que son renegados, ya conocen nuestras tácticas.

- Lo sé – asintió Lloyd – pero no se me ocurre otra cosa.

- Si me permiten – interrumpió Díaz – creo que yo tengo una idea.

- Soy todo oídos agente – dijo Lloyd

- Bien, según el mapa, los edificios se conectan por las azoteas, Earp y yo podemos subir hasta el edificio contiguo y mantener un fuego constante hacia donde se encuentren los enemigos, mientras ustedes dos suben en forma directa hacia la antena por el edificio principal, sé que es más peligroso, pero no lo esperarán.

- Esa es una buena estrategia – dijo Farris – siempre y cuando ustedes puedan mantener una cobertura de fuego más o menos constante, lo que con sus rifles de cerrojo es un poco complicado.

- No te preocupes por eso – dijo Earp – lo habíamos previsto y nos equipamos con algunos gadgets que nos permitirán mayor DPS.

- Ok, entonces manos a la obra, les daremos unos minutos de ventaja para que suban a la azotea del edificio contiguo y comiencen a hacer alboroto.

Ambas agentes comenzaron a correr hacia el edificio que estaba al lado del que era su objetivo, se aseguraron que no hubiera enemigos ocultos y luego utilizaron el ascensor para subir a la azotea, en el intertanto los agentes Farris y Lloyd, hicieron lo propio acercándose sigilosamente a su objetivo, la entrada al edificio estaba custodiada por tres cleaners, uno de ellos armado con un escudo y un hacha y los otros dos con las AK adaptadas con lanzallamas.

- Farris – susurró Lloyd – ¿tu arma secundaria está equipada con silenciador?

- Sí – contestó

- A la de tres matamos a los de los lanzallamas, el del escudo siempre corre directo hacia quién dispara.

- Ok.

Lloyd levantó la mano derecha y con tres dedos extendidos comenzó a cerrarlos uno a uno hasta que sólo su índice quedó en el aire, al cerrarlo ambos agentes dispararon sus armas, un tiro directo a la cabeza de los cleaners, el del escudo los vio caer y al ver de dónde venían los disparos corrió directo hacia Farris, tal como Lloyd había predicho, levantó el hacha para atacar lo que provocó un espacio entre el escudo y su pecho, con dos disparos certeros al blanco descubierto, Farris acabo con él.

- Aún tenemos el elemento sorpresa Farris – indicó Lloyd

- Sí, parece que no han dado cuenta de nuestra llegada, entremos al edificio.

Mientras Farris y Lloyd entraban el edificio de Rexxton, las agentes Díaz y Earp llegaban a la azotea del edificio contiguo, agazapadas entre las conexiones de aire acondicionado del edificio, avanzaron lentamente hasta ubicarse en unos muros bajos, que hacían de división entre una edificación y otra, al ocupar sus coberturas asomaron la cabeza para poder observar el movimiento de los enemigos, en el lugar habían alrededor de 20 enemigos, entre rikers y cleaners, incluyendo granaderos, sujetos con escudos y hachas y los peligrosos gordos de cada facción, uno con sus característicos contenedores de combustible inflamable y otro armado con escopeta de repetición y protección corporal extra.

- Son muchos – dijo Díaz – y sólo estamos viendo la azotea.

- Habrá que eliminar a los gordos primero – contestó Earp – sugiero comenzar con el del lanzallamas y luego con el de la escopeta.

- No sé si llego al otro lado lanzando una torreta – comentó Díaz – pero de igual manera podemos usarlas como escudo para que los de las hachas no lleguen aquí.

- Buena idea, lancémoslas un par de metros adelante, creo que la mejor será la de dardos eléctricos, esos segundos que estarán paralizados nos darán tiempo a eliminarlos o a movernos nosotras.

- Menos mal que cargué esa configuración en mi equipo, normalmente uso la torreta lanzallamas, pero con los cleaners no sirve de mucho por sus trajes protectores.

- Contactaré con Lloyd y le diré que estamos listas – Earp llevó su mano derecha a su oído presionando su intercomunicador, en distancias cortas no tenían problemas de comunicación, la caída de la antena afectaba las señales a larga distancia y las radios portátiles de la JTF – Lloyd – dijo ella – Lloyd, estamos listas para comenzar, la azotea está llena, pero haremos el mayor daño posible.

- Ok – contestó Lloyd – nosotros ya estamos al interior del edificio, hemos eliminado a algunos enemigos y nos dirigimos al techo.

- ¿Han visto a los renegados? – preguntó Farris, sumándose a la comunicación

- No – contestó Earp a ninguno de los dos, pero debemos asumir que están aquí, recuerda que uno es un francotirador, forzosamente debe estar en una posición de altura.

- Correcto, tengan cuidado e inicien el ataque – fue la comunicación final de Lloyd.

- Ahí vamos – fue la respuesta de Earp – miró a Díaz que ya había montado su rifle y tenía la torreta lista para el despliegue, sacó la suya y le indicó con una señal a la otra agente que las lanzaran.

Al mismo tiempo que lanzaron las torretas, los enemigos se dieron cuenta de su presencia, los hacheros se lanzaron gritando hacia ellas, pero las torretas los detuvieron, los segundos que los paralizaron les dieron el tiempo necesario a las agentes para acabar con cuatro de ellos, los rikers armados con escopetas comenzaron a disparar a las torretas con el fin de destruirlas y atacar directamente a las agentes, Díaz al darse cuenta de ello, lanzó unas minas rastreadoras hacia los escopeteros, los que al verlas comenzaron a correr huyendo de ellas, cuando los alcanzaron los hicieron saltar por la azotea, lo que elimino a tres de ellos, la refriega se daba en tres frentes, por un lado Díaz encargándose de los enemigos comunes y por otro Earp, quién con su rifle con munición explosiva no dejaba de acertar disparos en contra de los dos enemigos más fuertes, por otro lado Farris y Lloyd habían llegado por el otro costado a la azotea, comenzando a disparar a espaldas de los sujetos que atacaban a las agentes.

- ¡Farris! – gritó Lloyd – ¡ve a apoyar a las chicas y reemplaza a Earp!

- ¡estoy en eso! – contestó Farris, corriendo y disparando hacia los enemigos, rodando para tomar cobertura y disparar nuevamente, asomando la cabeza para ver donde estaba Earp y volver a correr hacia ella.

- ¡Earp! – gritó nuevamente Lloyd, pero esta vez por el intercomunicador - ¡cuando Farris llegué a tu posición corre de inmediato hacia la antena y repárala! ¡yo te cubriré aquí!

Las torretas de las agentes finalmente fueron destruidas por sus enemigos, los que iniciaron el avance hacia ellas, Díaz comenzó a disparar con su arma secundaria, mientras que Earp seguía con su rifle, Farris por su parte no conseguía avanzar hacia ellas, viéndose rodeado por algunos rikers y el gordo de la escopeta, Lloyd al ver esta situación, desplegó una torreta hacia el tipo de la escopeta, su armadura le permitía resistir los disparos de armas de bajo calibre, por lo que la torreta era más una distracción para que Farris pudiera safar de la situación en la que se encontraba. El gordo al ver la torreta corrió hacia ella con el afán de destruirla, dándole patadas con ambos pies lo que permitió a Farris llegar hasta Earp:

- Esto se está poniendo difícil – dijo Earp

- No me digas - comentó Farris resoplando al apoyarse en el muro de cobertura.

- ¡Ey, chicos! – gritó Díaz – señalando a la parte alta de una caseta existente en la azotea.

- ¡ahora sí que estamos jodidos! – bufó Farris – cuando vio al francotirador renegado.

- ¡Farris! – dijo Díaz – yo lo distraigo, tú cubre a Earp para que vaya hacia la antena.

El agente levanto el pulgar de la mano derecha en señal de asentimiento, recargando su M4 para seguir el combate, mientras Earp se preparaba para correr en dirección a la antena que estaba en medio de la azotea defendida sólo por dos raikers escopeteros, Díaz apuntó su M700 hacia el renegado disparándole a la cabeza, el sujeto se dio cuenta de ello y logró cubrirse en el lugar, mientras Díaz recargaba su arma vio un haz de luz verde posicionarse sobre su hombro izquierdo - ¡oh mierda! – exclamó al mismo tiempo que lograba tirarse al piso para cubrirse, pudo escuchar el silbido de la bala pasar por su lado, se levantó rápidamente para abrir fuego nuevamente apuntando al lugar donde estaba el enemigo, pero éste ya no estaba allí, en el intertanto Earp ya corría hacia la antena, disparando hacia los rikers con su arma secundaria, logrando eliminar a uno de ellos, Farris por su parte eliminó al segundo de ellos con un certero disparo a la cabeza.

Entre disparos y gritos ninguno de ellos se percató de la llegada del otro agente renegado, el policía armado con un M4 policial, avanzó lentamente hacia la posición de Lloyd, quien estaba en pleno combate con el gordo de la escopeta, el sujeto apuntó tranquilamente al agente Lloyd y disparó, la bala dio directamente en la pierna derecha del agente, quién cayó al piso tomándose la pierna herida, el gordo giró hacia atrás viendo al renegado el cual le señalo a Lloyd indicándole con un ademan de su mano pasando por su cuello que lo eliminara, el gordo apuntó la escopeta a la cabeza del agente cuando el brazo que sujetaba el arma salió disparado de su cuerpo, gritó de dolor llevando su mano al hombro del que faltaba el brazo, esto lo aprovechó Lloyd que logró tomar una granada incendiaria de su equipo y colocársela en la ropa del gordo, éste abrió tremendamente los ojos y resignado a su suerte cayó de rodillas al suelo, al explotar la granada incendiaria, fuego y partes del cuerpo del gordo se diseminaron por todo el lugar, Lloyd pudo a duras penas cubrirse de la explosión tras una de las máquinas de aire acondicionado que poblaban la azotea, se inyectó la medicina de su botiquín y se aplicó un torniquete, asomó la cabeza para ver como el renegado disparaba todo lo que tenía hacia un hombre de negro con sombrero vaquero, "el nómada", él lo había salvado, apoyo la espalda en su cobertura y cambio el cargador de su arma, levanto su LVOA-C y apuntó al renegado, comenzó a disparar hacia él al mismo tiempo que Earp llegó a su lado, ella se unió al combate contra el renegado, éste al verse superado en número y fuerzas, corrió hacia el interior del edificio huyendo de los disparos de los agentes, Earp sacó su revólver y corrió tras él haciéndole señas al agente García para que la siguiera, García corrió detrás de Earp, perdiéndose ambos en el interior del edificio.

Mientras esto ocurría, el gordo del lanzallamas y los últimos cleaners, atacaban a Díaz y Farris, quienes se defendían con dientes y uñas, sin haberse dado cuenta siquiera de lo que le había ocurrido a Lloyd, en un momento de la lucha el francotirador enemigo hizo nuevamente su aparición en la lucha, el láser verde se posó esta vez en Farris quién al ver que estaba siendo marcado trató de zafarse del tiro echándose hacia atrás, el francotirador disparó y su tiro dio nuevamente el hombro de Farris, esta vez en el derecho, el agente fue enviado de golpe al suelo por el impacto del tiro, la sangre comenzó a manar a borbotones de su herida, Díaz al ver a Farris en el suelo y herido corrió hacia él, lo que le dio la oportunidad al renegado para disparar a placer sobre ella, un punto verde apareció sobre la sien derecha de Díaz, ésta por un momento pareció llegar a una cobertura pero el tiro dio de lleno en su cabeza, cayó con los ojos muy abiertos frente a Farris, muerta.

- ¡Nooooooooooo! – gritó Farris - ¡Díaz! ¡háblame, dime algo por dios! – pero Díaz ya había muerto y el peligro aún no había pasado, Farris se llevó la mano a su oído y dijo a través del intercomunicador - ¡mataron a Díaz, el maldito mató a Díaz!, ¡está aquí en la azotea, lado sur!, ¡es el francotirador!

Lloyd también herido, escuchó incrédulo la comunicación, se puso en pie saltando sobre su pierna sana, volvió a recargar su arma pero no tenía ángulo de disparo sobre los enemigos, avanzó hacia la posición de Farris, viendo al gordo lanzar llamas sobre la cobertura del agente y sobre el cuerpo de Díaz, que ahora veía desde su posición, sacando fuerzas de flaqueza Lloyd avanzó, saltó sobre los ductos de aire y con su arma logró abatir a tres de los últimos rikers que acompañaban al gordo, de pronto vio un haz de luz verde posarse sobre el depósito de combustible que llevaba al costado el sujeto del lanzallamas, se volvió hacia dónde provenía el láser justo a tiempo para observar cómo el renegado disparaba su arma, el tiro dio de lleno en el depósito que explotó desatando un infierno de llamas y esquirlas, Lloyd por la fuerza de la onda expansiva fue lanzado hacia atrás golpeándose la cabeza contra el suelo, un trozo de metal se le incrustó en el costado izquierdo y un fino hilo de sangre que salía de su cabeza, comenzó a manchar el piso de rojo.

Farris vio al francotirador disparar al tanque del lanzallamas, como si de una película de acción se tratara, la bala recorrió los metros que la separaban de su objetivo en cámara lenta, pudo ver una mueca de satisfacción dibujarse en el rostro del renegado y un brillo de luz solar sobre el proyectil, pensó en su familia, en su esposa e hijo, dijo una corta plegaria y murió envuelto en llamas y esquirlas, su cuerpo fue destrozado por los miles de trozos de metal caliente que lo despedazaron fundiendo su propia carne con la de Díaz y la de sus enemigos muertos, en un instante fugaz tuvo conciencia de lo que ocurría y sonrío.

- Está pasando otra vez – pensó García al escuchar la comunicación de Farris – otra vez vería a un equipo de agentes muertos - ¡Earp! – gritó – mientras corría detrás de ella persiguiendo al otro renegado - ¡encárgate tú de éste, voy a subir!

- ¡mátalo García, mátalo cómo a un perro! – contestó Earp con un gemido, conteniendo las lágrimas, y corriendo tras el renegado que huía herido unos pasos delante de ellos.

- ¡no te mueras tú por favor! – le contestó García - ¡eso no lo soportaría!

- ¡no te preocupes, acabaré con este maldito y subiré a terminar con el otro!

García tiró la manta que le cubría el torso al suelo, mientras subía escaleras arriba hacia la azotea, dejando al descubierto su chaleco del nómada, éste tipo de equipo le brindaba una protección extra ante los ataques enemigos y le permitía ser más ofensivo en los combates, con su fusil apuntando hacia adelante, al que le había agregado un cargador extendido que le proporcionaba el doble de munición, salió a la azotea, lo primero que vio fue la destrucción en el otro costado del edificio, olió el característico perfume de la carne chamuscada y se dio cuenta que ya era demasiado tarde para Farris, al mismo tiempo el francotirador lo vio salir del edificio, con García distraído por el shock momentáneo, pensó que sería un tiro fácil, apunto su arma calmadamente, puso la cabeza de García en el centro de su mira y cuando iba a disparar García se giró, mirándolo directamente y en un abrir y cerrar de ojos llevó su arma al hombro y le disparó, se lanzó al piso rápidamente, rodando hacia adelante, buscando la cobertura de las estructuras del aire acondicionado de la azotea, una lluvia de balas lo seguía en su huida hasta que escucho el sonido característico de los fusiles de asalto al quedarse sin munición, asomo la cabeza y vio a García recargar el arma – es mi oportunidad – pensó, apunto nuevamente al agente y cuando lo tenía en la mira recibió el impacto de una bala en el hombro izquierdo, García lo había engañado, cayó al piso, rodo sobre sí mismo y corrió a gatas hacia otra cobertura.

- ¡Te tengo maldito desgraciado! – le gritó García.

- ¡que pasa nómada! ¿eran tus amigos? ¿sigues con la costumbre de perder gente cuando te enfrentas a nosotros? – contestó el renegado tratando de ganar tiempo mientras se inyectaba la medicina de su botiquín.

- ¡voy a terminar contigo hoy! ¡ya te has escapado demasiadas veces!

- Oh, vamos nómada, soy un francotirador yo mato a distancia, ya sabes de que va esto.

- ¡Claro que lo sé, pero eso no quita que seas un maldito cobarde!

Mientras hablaba, García se movía sigilosamente hacia la posición del renegado, el arma apoyada en su hombro, el ojo en la mira, el dedo presto a presionar el gatillo, avanzó agazapado entre los ductos de ventilación externos, saltó en el último segundo sobre la posición del renegado, pero éste no estaba allí, sólo una mancha de sangre en el piso que delataba que estaba herido, oyó un chasquido y vio una granada dirigirse hacia él, contra toda lógica corrió en dirección al lugar del que salió la granada, el renegado sorprendido salió de su cobertura disparando hacia García con su pistola, el agente rodó sobre sí mismo al tiempo que lanzaba una torreta lanzallamas delante de la trayectoria de huida del renegado cortando su ruta de escape - ¡te dije que esta vez no podrás huir! – le gritó García – el francotirador evitó las llamas lanzadas por la torreta torciendo hacia la izquierda, se lanzó al piso de espaldas disparando en el preciso momento en que García se le echaba encima, el tiro rozó el hombro derecho del agente evitando que pudiera apuntar y disparar contra su enemigo el cual ya se había levantado y se movía a gatas tras las coberturas que iba encontrando en su camino, García lanzó un gruñido y corrió detrás del renegado disparando a cada lugar en el que se podía ocultar, al acabarse las balas del cargador, se agachó tras un recoveco para recargar, lo que fue aprovechado por su enemigo para tomar una mejor posición - ¡no vayas a asomar la cabeza agente! – le gritó el francotirador – él creyó que era una treta y se levantó de su lugar, cuando vio el punto verde sobre su pecho se lanzó de bruces al piso - ¡justo a tiempo! – pensó al percibir la bala pasar por el lado de su oreja derecha, su enemigo puso una torreta que barría su posición no dándole oportunidad de moverse – me tiene atrapado – gruñó, miró al cielo buscando una solución a su entuerto, metió su mano a la mochila sacando unas minas rastreadoras, asomó la cabeza para precisar la ubicación del renegado, la torreta y el francotirador dispararon sobre él, lo que le dio la oportunidad de fijar su objetivo, lanzó las minas hacia el lugar donde se encontraba su enemigo, al mismo tiempo que sacaba un lanzagranadas de su costado y lanzaba una bomba pegajosa sobre la cobertura del francotirador, la combinación de ambas resultó en una explosión que destruyó el lugar donde estaba el renegado, García corrió al lugar y antes de que el polvo se disipara pudo ver que su enemigo tenía la mitad de su cuerpo aplastado por un trozo de concreto, que impedía que se moviera, éste se retorcía tratando de safar sus piernas con desesperación, cuando vio a García acercarse, trató de tomar su rifle pero éste había caído fuera de su alcance, llevó su mano a la funda de la pistola, pero al igual que sus piernas estaba atrapada bajo el concreto, levantó ambas manos hacia García en un gesto de rendición y solicitud de clemencia, García que avanzaba con su arma apuntando al renegado, la dejó caer hacia el costado – te dije que hoy caerías – dijo el agente poniendo su pie izquierdo sobre el trozo de concreto que aplastaba las piernas de su enemigo, éste lanzó un grito agónico, lo miro y dijo - ¡tú no puedes matarme! ¡debes salvarme y darme un juicio justo! ¡lo juraste al aceptar ser un agente The Division! – García sonrío, se agachó y mirándolo directamente a los ojos le contestó – tienes toda la razón, pero ¿sabes? ¡yo no jure una mierda! – se levantó rápidamente sacó su pistola de la funda y le dio un tiro entre los ojos.

- Earp – dijo García por el intercomunicador – ya está hecho, el maldito está muerto.

- ¡uno menos! – contestó Earp.

- ¿cómo vas tú?

- Tranquilo, yo haré mi parte.

*****************

Earp caminaba por uno de los pasillos del edificio siguiendo el rastro de sangre que iba dejando el renegado en su huida, no sabía que tan grave era su herida, pero no podía confiarse de haberlo incapacitado, con el revólver apuntando siempre hacia adelante y el dedo en el gatillo, avanzaba lentamente, cubriendo cada posible salida, llegó finalmente a la escalera que conducía al piso inferior, bajó cautelosa y vio nuevas manchas de sangre en el piso, se agachó a comprobar cuan fresca era cuando el renegado asomo la mitad de su cuerpo desde una oficina cercana, apuntando directamente a su cabeza con el M4 que portaba, Earp se lanzó de espaldas hacia atrás rodando sobre sí misma al tiempo que disparaba hacia el policía, éste al mismo tiempo disparó una ráfaga de balas en dirección a la agente, uno de los tiros de Earp dio en el cañón del fusil del renegado, obligándolo a soltar su ahora inservible arma, se revolvió hacia atrás en búsqueda de cobertura, corrió hacia un gran escritorio de madera existente en la oficina con un sucio ventanal detrás, lo volcó y se preparó a enfrentarse a la agente que lo perseguía. Earp se repuso rápidamente de la acción anterior, recargando su revolver con balas incendiarias y avanzando hacia la oficina donde se ocultó su enemigo, utilizó uno de sus gadgets tecnológicos denominado "pulse", el que le permitía identificar la posición exacta de los enemigos y ejecutar acciones de combate en base a esa información, una vez efectuada la maniobra ISAC le mostró cómo el renegado se ocultaba tras el escritorio volcado, dibujando su silueta como si de un scanner de calor se tratara, Earp se asomó por entre la puerta abierta y lanzó una carga de minas rastreadoras, al tiempo que el policía activaba una torreta que eliminó tres de las cuatro minas, para luego ser destruida por la cuarta - ¡empate! – gritó el renegado - ¡tengo todo el tiempo del mundo idiota! – contestó Earp - ¡por si no te has dado cuenta, estas atrapado, no tienes salida! – el policía miró en todas direcciones, sabía que la agente tenía razón, así que sólo tenía una opción, lanzó su arma secundaria hacia la puerta junto con su mochila y una pistola - ¡me rindo! – gritó al tiempo que salía de su cobertura con las manos en alto, Earp lo apuntó con su revólver y le hizo una seña para que avanzara – ¡mantén los brazos en alto y acércate! – le dijo – el renegado camino lentamente hacia la agente haciendo muecas de dolor por una herida en el brazo izquierdo – ¿puedo bajar mi brazo izquierdo?, estoy herido ¿sabes?, solo un poco, por favor – dijo el hombre en tono lastimero - ¡ok, bájalo lentamente y no intentes nada! – le indicó Earp, a lo que el renegado bajo lentamente su brazo izquierdo comenzando a hablar en tono pausado :

- ¿sabes? yo también creí alguna vez en la justicia, pero la agencia se encargó de aclararme que tal cosa no existe ¿sabías por qué nos mandaron aquí en primer lugar?

- ¡cállate! – le espetó Earp

- Nos enviaron para asegurarnos que nadie saliera, para eliminar cualquier fuente de infección que pudiera filtrarse a otras ciudades ¿quién crees que mató a los soldados de la JTF que vinieron a la Zona Oscura?

- ¡no lo repetiré, cállate de una vez!

- ¿Acaso no te gusta lo que escuchas?, sí agente, fuimos nosotros quienes matamos a los soldados, The Division lo ordeno y sus agentes se encargaron del trabajo, está ciudad estaba condenada desde el inicio del brote.

- ¡no tienes pruebas!

- Sí, tengo pruebas, ¡déjame vivir y te las entregaré!

- No pretendo matarte, voy a llevarte a la Base, allí decidirán qué pasará contigo.

- ¿y tú crees que allí estaré seguro? ¿cómo crees que supimos que ustedes venían?, eres demasiado inocente.

- Dime donde tienes las pruebas y podría ayudarte – dijo Earp, estando ya sólo a un par de pasos del renegado; de pronto escuchó un estallido de cristales y sintió como la sangre corría por su cara, pero no era su sangre, alguien le había volado la cabeza al renegado disparando a través de la ventana. Earp se lanzó rápidamente al suelo y a gatas se cubrió tras el escritorio, asomo la cabeza, pero no vio absolutamente nada, volvió sobre sus pasos y comenzó a registra el cadáver del sujeto, sólo tenía un par de llaves, un celular, y un pendrive con el logo de la agencia dibujado en su costado.

*****************

El agente Jhon Dan, se levantó del suelo donde estaba echado, tomó su rifle de francotirador y se lo echó al hombro, miró de reojo el edificio distante a unos 1200 metros y comenzó a bajar de la azotea por la escalera de emergencia del costado, antes de haber bajado un piso se detuvo un momento y sacó un teléfono satelital de su mochila:

- Ya está hecho.

- Bien – dijo una voz conocida.

- ¿Ahora qué? – preguntó Dan

- Ve con Barrett, después del período de duelo ella será la siguiente.

- ¿quieres que la proteja?

- Sólo si ves que no se quiebra, si la capturan o da señales de debilidad, mátala tú mismo, pero si vez que ellos llevan las de ganar huye.

- ¿Y luego?, que hay si debo matarla, los rikers son muchos y querrán mi cabeza.

- Sólo ve con Ferro, por los rikers no te preocupes de eso me encargo yo.

- Ok.

- Una cosa más ¿has oído de un agente que usa una ballesta cómo arma?

- Sí, estos imbéciles le temen cómo si de un fantasma se tratara.

- Si te lo topas también mátalo, pero no corras riesgos, no quiero que te conecten conmigo si encuentran tu cadáver.

- Gracias por el voto de confianza.

- Tú no lo conoces yo sí y te puedo asegurar que es mucho más peligroso que el nómada.

- A ese lo vi en acción ahora, sólo tiene suerte de tener equipo confidencial optimizado, no es la gran cosa.

- No te fíes, los últimos que lo hicieron se están pudriendo en esa ciudad.

- No lo haré, adiós – se despidió Dan.

- Adiós – dijo el sujeto al otro lado, mientras se arreglaba la corbata del traje negro que usaba en ese momento – señor presidente – saludó al hombre más poderoso del mundo, quién lucía preocupado mientras entraba a la sala oval, para una reunión de emergencia sobre el virus que aún no ha sido controlado. Las puertas de la sala oval fueron cerradas por el hombre del traje, se dirigió a uno de los sillones de cuero existentes en el lugar y se sentó - ¿comenzamos? – preguntó al Presidente de EE.UU., mirando al Jefe de la Guardia Nacional, al del F.B.I., al de la C.I.A. y al Secretario de Defensa, él representaba a la agencia denominada The Division.


IV PARTE

LA MUERTE TOCA A TU PUERTA

Lloyd se despertó en una cama en la enfermería del ala médica de la Base de Operaciones, la agente Earp estaba dormida en una silla al lado de la cama y un sombrero vaquero de color negro descansaba en el respaldo de otra silla contigua, la cabeza le daba vueltas y la pierna derecha donde había recibido el disparo le dolía un montón, pero no se comparaba con el dolor del costado, no recordaba haber sido herido en esa parte del cuerpo, pero las vendas que lo cubrían daban cuenta de su gravedad, no lograba recordar mucho de las últimas horas, salvó que habían matado a la agente Díaz y luego la explosión que provocó el disparo del renegado, era todo lo que le venía a la memoria.

- Estás despierto – dijo el agente García de pie frente a la cama, con dos vasos de café humeantes entre manos.

- ¿Cuánto tiempo...? – preguntó Lloyd

- Oh, sólo han pasado 12 horas desde que te trajimos, los médicos están muy contentos con su trabajo, así que supongo que te recuperaras.

- ¿los demás? ¿Farris?

- Nosotros somos los únicos que sobrevivimos.

- ¡mierda! – dijo, haciendo una mueca de dolor al moverse demasiado brusco.

- Voy a despertar a Earp, no ha querido moverse de tu lado y sinceramente ya comienza a apestar – dijo García – pegándole un pequeño empujón a Earp en el hombro para que despertara, ésta abrió los ojos y sacó el revólver en un solo movimiento apuntando a García.

- ¡wow, wow, wow! ¡guarda eso! – dijo García que casi derrama los cafés que llevaba - ¡tranquila!, estas a salvo – dijo suavemente el agente.

- ¡no vuelvas a despertarme así! ¡podría matarte! – contestó Earp con un bostezo.

- ¡ja,ja,ja! ¡eso lo tengo clarísimo bella durmiente!

- ¡Lloyd! – gritó Earp – abalanzándose sobre él

- ¡calma, calma! ¡me duele maldición!

- ¡perdón, perdón! ¡es que no despertabas y yo...! ¡oh, mierda, huelo fatal!

- Ve chica – dijo García – date una ducha descansa un poco y cuando estés lista regresa, este muchacho no irá a ninguna parte, además recuerda que hoy en la noche será la ceremonia.

Earp besó en la mejilla a ambos hombres y se fue rumbo a su barraca, con la intención de descansar, por su parte y tras unos minutos García hizo lo propio dirigiéndose a la salida de la Base de Operaciones para tomar rumbo a su guarida en la zona oscura.

*****************

¡¡¡BOOM!!! Un tremendo estallido despertó a Lloyd de su letargo, sólo en la cama, herido y sin su equipo a mano, trataba de adivinar lo que ocurría, a su alrededor escuchaba los gritos de los soldados de la JTF y el personal médico, otro estallido y luego otro le hicieron comprender que la base se encontraba bajo ataque, pero ¿quién? ¿quién podría tener el poder de fuego suficiente? ¿los cleaners, los rikers, ambos?

- ¡hola! – gritó - ¿hay alguien? – gritó otra vez no obteniendo respuesta, solo podía oír las carreras y gritos de los soldados y de los sobrevivientes que se refugiaban en la base, cuando pretendía ponerse en pie, llegó Earp, corriendo, poniéndose su equipo sobre la marcha, - ¿Qué pretendes? – le preguntó la agente.

- Levantarme y buscar mi equipo – contestó él.

- Estás herido, sólo serías un estorbo, nosotros nos ocuparemos.

- ¿Quién nos ataca?

- Todos

- ¿cómo todos?

- Cleaners, rikers, algunos carroñeros, pero no te preocupes, no te levantes, volveré en cuanto esto termine.

Earp salió corriendo del ala médica en el preciso momento que varios soldados heridos eran ingresados a la enfermería, alcanzó a ver al Capitán Benítez moviendo los brazos frenéticamente y gritando algo que no escuchaba, al parecer la lucha iba en aumento y él se sentía inútil.

La agente Lau coordinaba la defensa de la base conjuntamente con el Capitán Benítez, éste a medida que se presentaban los soldados los iba enviando a diferentes posiciones, los granaderos enemigos se ensañaban con la entrada, impidiendo de esa manera una salida fluida de soldados y los escasos agentes que había en el lugar por lo que la defensa se hacía muy difícil, Earp se presentó ante Lau quién le dio un rápido resumen de lo que ocurría, una gran cantidad de enemigos con alto poder de fuego se concentran en las afueras de la base, en un ataque coordinado, no hay comunicación con el exterior y no sabe a ciencia cierta con cuantos agentes cuenta, soldados de la JTF tratan de mantener las distancias entre los enemigos y la base, hasta el momento lo han logrado a duras penas registrando muchos heridos y bajas.

- Voy a salir – dijo Earp – necesitaré un poco de cobertura de fuego.

- Normalmente te lo prohibiría agente – le dijo Fau – pero la situación es bastante desesperada y necesito todo el poder de fuego con el que podamos responder.

- Una vez que salga voy a tratar de comunicarme con García y los atacaremos por la espalda, si puedes comunicarte con otros agentes mándalos tras las líneas, allí trazaremos un mejor plan.

- Buena suerte agente, cuídate, no puedo prometerte ayuda salvo la que tú misma puedas obtener en el campo – acto seguido Lau consultó con el Capitán Benítez, levanto el pulgar de su mano derecha hacia Earp haciéndole saber que se preparara para salir; cuatro soldados de la JTF se ubicaron en la entrada del edificio, armados con lanzagranadas, la agente se colocó tras ellos y esperó, en el instante en que la última detonación provocada por los enemigos se diluyó, los soldados vaciaron las cargas de sus lanzagranadas hacia la ubicación de los sujetos que les disparaban, instante que aprovechó Earp para correr hacia la calle, utilizando cada vehículo y espacio disponible como cobertura logró salir sin ser detectada, rodeó la línea de ataque de los enemigos tomando nota mental de la cantidad y ubicación de éstos, granaderos, escopeteros, lanzallamas, algunos de ellos altamente protegidos con blindaje corporal, los gordos de los lanzallamas y algunos carroñeros, en total conto alrededor de 40 enemigos. Alejada ya del combate, trató de comunicarse con el agente García, pero era inútil, había un bloqueo, seguramente los enemigos tenían algún tipo de dispositivo que bloqueaba las señales, mientras pensaba cómo afrontar el problema surgieron de entre las sombras dos figuras agazapadas que avanzaban hacia ella, preparo instintivamente su arma y los apuntó:

- ¡alto! – les gritó – ¡avancen lentamente con las manos donde pueda verlas! – volvió a gritarles.

- ¡no dispare agente, somos del mismo equipo! – respondió una voz masculina – venimos a ayudar, la agente Lau nos envió.

Las dos figuras se fueron acercando a Earp hasta que pudo distinguirlas, eran dos jóvenes, un hombre y una mujer, con la cara tiznada por el humo del combate, la ropa sucia y el equipo desgastado por las refriegas que debieron haber enfrentado, cada uno con su respectivo parche de la agencia adherido al brazo, las máscaras y los gorros que usaban a modo de abrigo y protección impedían ver claramente sus rostros, pero se adivinaban muy jóvenes e inexpertos a ojos de la agente Earp, cuando estuvieron frente a frente, se presentaron :

- Soy el agente Leroy Lee y ella es mi compañera la agente Shiva Stanley – dijo el hombre, estirando su mano derecha para estrechar la de Earp, ella respondió el gesto y estrechó las manos de ambos.

- Cómo pueden ver, estamos en una situación bastante difícil – dijo Earp - ¿de dónde vienen ustedes?

- De Camp Hudson – contestó la mujer – ni siquiera pudimos entrar a la base, unos soldados de la JTF nos indicaron las instrucciones de Lau y aquí estamos.

- ¿hay más agentes en Camp Hudson? ¿saben si vendrá más ayuda?

- No lo creo – contestó el agente Lee – no hay más agentes en Camp Hudson, nosotros éramos los últimos, pero sí salieron otros antes nuestro, uno o dos días antes.

- No ha llegado nadie más a la base – dijo Earp – pero eso no quiere decir nada, puede que aún estén por ahí, el asunto es que no podemos esperar más, tendremos que afrontar esto sólo nosotros, aún tengo la esperanza que se nos una otro agente, pero no he podido comunicarme con él.

- Las comunicaciones están caídas en un kilómetro a la redonda, cuando veníamos hacia acá pudimos ver una camioneta custodiada por unos sujetos vestidos de naranja, al parecer tienen un inhibidor de señales instalado allí.

- Bien, ese será nuestro primer objetivo entonces, restableceremos las comunicaciones y les haremos saber a la base la ubicación de los enemigos para contragolpear.

Revisaron sus armas y se dirigieron al lugar donde estaba el vehículo custodiado por los rikers, Earp se ubicó a distancia con su rifle "Historiador" y les indicó a los otros agentes que rodearan a los enemigos, verifico que eran sólo cinco sujetos y apuntó al que parecía el líder, un riker con un casco de policía motorizado y un morral de granadas, disparó directamente al morral provocando una tremenda explosión que mató al riker y a otros dos que estaban a su lado, los dos agentes que habían rodeado el vehículo dispararon sus armas en contra de los últimos enemigos, eliminando cualquier amenaza. Se acercaron al vehículo donde efectivamente había un sistema inhibidor de señales que bloqueaba las comunicaciones, la agente Stanley lanzó una granada incendiaria al interior de la camioneta la que al hacer explosión provocó la eliminación del sistema, liberando las comunicaciones, la agente Earp se comunicó con la base haciéndoles saber la ubicación de los enemigos que había logrado identificar cuando salió a la calle, se organizó el contragolpe y ella y sus agentes se dirigieron al punto acordado.

- Bien agentes – dijo Earp – la base ya tiene la información y realizaremos nuestra movida, necesito que uno de ustedes se dirija al centro de la línea de ataque de los enemigos y lance una bengala, esa será la señal para que la JTF ataque de frente, mientras que nosotros los quebraremos por la retaguardia.

- Yo lo haré – indicó el agente Lee – una vez este en el lugar se los haré saber, nos vemos – y salió corriendo hacia el lugar que le indicó Earp.

- Vamos agente Stanley, nos queda un trecho de caminata y debemos estar bien ubicadas para hacer el mayor daño posible.

- Estoy preparada – contestó Stanley – señalándole su lanzagranadas.

Ambas agentes comenzaron a correr hacia el centro de la línea de ataque de los enemigos, quienes mantenían un nutrido fuego sobre la base, comenzando con lanzallamas y continuos lanzamientos de granadas, lo que impedía que los soldados de la JTF pudieran salir y contraatacar, los pocos defensores que estaban afuera mantenían la cabeza gacha en sus coberturas, disparando con sus armas casi sin apuntar, lo que no hacía mella en la cantidad de sujetos reunidos en el ataque, los cuerpos de los soldados muertos y algunos enemigos se amontonaban frente al edificio de correos y el olor de los cuerpos quemados hacía el aire irrespirable, el humo también dificultaba la visibilidad de las agentes, no pudiendo observar quién coordinaba los ataques.

- Estoy en posición – indicó por el intercomunicador el agente Lee.

- Ok – contestó Earp – aguarda un momento para ponernos en posición – a lo que le indicó a Stanley que se ubicara cerca de un grupo de granaderos y ahí comenzara su ataque, mientras ella se instalaba sobre un camión de basura que habían traído los cleaners, desde allí con su rifle de francotirador se encargaría de los gordos lanzallamas.

- En posición – indicó Stanley

- Bien – Lee lanza la bengala

- Ok – dijo Lee – lanzando una bengala de color rojo al cielo nocturno, los enemigos al ver la bengala en el aire concentraron el fuego sobre su procedencia, descuidando la entrada del edificio de correos, del que comenzaron a salir los soldados de la JTF liderados por el Capitán Benitez y la Agente Lau.

Mientras la agente Stanley lanzó una bomba pegajosa sobre los granaderos haciéndolos volar por el aire producto de la explosión de la bomba y sus propias granadas, se cubrió y comenzó a disparar con su ACR Táctico hacia los enemigos restantes, la agente Earp vaciaba el cargador de su rifle sobre los gordos lanzallamas, directamente en los tanques de combustible eliminándolos uno a uno, el agente Lee armado con una ametralladora ligera, disparaba a voluntad sobre un grupo de cleaners, éstos no podían reaccionar porque el arma del agente parecía tener balas infinitas, vomitando fuego por varios minutos y haciendo saltar a los enemigos al impactar en sus tanques de combustible.

Por su parte Lau, el Capitán Benítez y los soldados tenían problemas para eliminar a los enemigos más próximos al edificio, allí estaban los que tenían alto blindaje corporal y algunos gordos de ametralladoras con caja de munición en la espalda, los soldados de la JTF caían como moscas, Lau y Benítez se vieron rodeados de enemigos y obligados a cubrirse tras unas barreras de contención, Lau pudo lanzar una torreta que mantenía a raya a los enemigos, de pronto uno de ellos, lanzó cuatro granadas directamente a la ubicación de Lau quién pudo esquivar la mayor parte de la explosión al lanzarse bajo un vehículo, pero aun así fue alcanzada en el brazo y pierna derecha por las esquirlas de la última granada, quedando allí tirada, herida y vulnerable.

En el medio de la refriega, apareció el agente García, quién corrió directamente hasta la ubicación de Lau, lanzando una torreta lanzallamas hacia los enemigos y disparando su arma principal al mismo tiempo, en la confusión creada, logró sacar a la agente Lau del lugar y entregársela a Benítez, éste reunió un pequeño pelotón de soldados y se replegó hacia la base, él también había sido herido porque cojeaba visiblemente de su pierna izquierda, luego de unos minutos, finalmente el pequeño destacamento pudo ingresar al interior del edificio y refugiarse allí.

El agente García volvió a la acción, diezmando visiblemente la cantidad de enemigos que iban quedando, se ubicó tras una barrera de contención y comenzó a disparar pausadamente, eligiendo sus blancos, los soldados de la JTF restantes se unieron a él y crearon una base de fuego sólida y consistente hacia los sujetos que continuaban el ataque; los demás agentes, Earp, Lee y Stanley ya habían logrado eliminar a sus blancos, por lo que iban convergiendo sobre el último bastión de enemigos, cuando creían que sus problemas se estaban por terminar, aparecieron en escena dos pesos pesados, Joe Ferro y Larae Barrett, acompañados de otro grupo de enemigos.

- ¡García! – gritó Earp al intercomunicador - ¿ves lo que yo veo?

- Sí – contestó García – repliega a tus agentes, yo organizaré la defensa desde aquí.

- Ok, ¿Lee, Stanley, oyeron eso?

- Vamos en esa dirección – contestaron los agentes

- Lee ve a la izquierda del agente García – ordeno Earp – y tú Stanley ve a la derecha.

- Ok – contestaron nuevamente los jóvenes, moviéndose rápidamente hacia la ubicación asignada.

- García, yo me quedare atrás para atizarlos por la espalda – indicó Earp

- Bien – contestó García – ocúpate de Ferro, dispárale con tus incendiarias a los tanques de combustible y elimina a ese cabrón.

- Es lo que tenía pensado.

La agente Stanley estaba llegando a su destino, manteniéndose a cubierto entre los vehículos y las barreras de contención, avanzaba entre una y otra, ya veía al agente García y los soldados luchando en la posición que habían elegido, de pronto algo llamó su atención, un haz de luz verde se posiciono primero en su mano izquierda, la miró con curiosidad hasta que la luz se movió a su frente, aspiro una última bocanada de aire antes de caer al piso, su cabeza perforada por un único disparo; nadie se percató de ello ya que cayó tras una barrera y su cuerpo quedo oculto, sólo la sangre que comenzaba a teñir la nieve de rojo indicaba su muerte.

El agente Lee se desplazaba rápidamente hacia el lugar que le habían asignado, vio a los soldados que se encontraban a la izquierda del agente García, les hizo una seña para acercarse y cuando lo hacía cayó desplomado al suelo, muerto, el haz de luz verde se apagó al mismo tiempo que Lee caía, uno de los soldados creyéndolo herido corrió hacia el agente, dio dos pasos y el punto verde en su pecho se transformó en un orificio rojo, cayó junto al agente.

*****************

Jhon Dan, el agente que acompaña a Larae Barrett, se levantó de donde estaba arrodillado, moviéndose entre las sombras, para tomar una mejor posición en el departamento del edificio que había escogido como escondite, ya había eliminado a dos agentes, pero quería el premio mayor, el nómada, esa sería una buena pieza de caza, apuntó su arma al lugar donde se encontraba el agente García, rodeado de soldados de la JTF, lo veía gritar órdenes y desplegar torretas y minas rastreadoras, alternaba entre su arma principal y secundaria, era realmente peligroso en combate cercano, debía esperar el momento oportuno, García cambiaba el cargador de una de sus armas por lo cual estaba lo suficientemente quieto para darle en la cabeza, lo puso en el centro de su mira y encendió el láser verde característico, ubicó el punto de luz justo en el medio del sombrero de vaquero de García y apretó el gatillo.

Joe Ferro lanzaba ondeantes líneas de fuego desde sus lanzallamas, con uno en cada mano lograba mantenerse a salvo de los disparos debido a la distancia que lograba mantener con sus enemigos y la pantalla de fuego y humo que creaba con sus casi inacabables tanques de napalm; Larae Barret por su parte, se mantenía pegada a Ferro brindándole cobertura con su AK47 del mercado negro, ambos mantenían una danza de fuego y balas que impedía aproximarse a ellos, letal en su combinación ambos reían mientras llevaban a cabo la matanza, pero tenían un problema, se estaban quedando sin carne de cañón, los hombres que habían traído para el ataque han sido diezmados por los defensores, era tiempo de pensar en la retirada, habían logrado hacer el daño que querían, no era de ninguna manera una derrota, de común acuerdo comenzaron a retroceder hacia la calle adyacente al edificio, sin dejar de disparar y lanzar lenguas de fuego incandescentes fueron cediendo terreno.

- Dan – dijo Barrett por su intercomunicador – cubre nuestra retirada.

- ¡mátenlos a todos! – gritaba Ferro a los pocos hombres que seguían con ellos - ¡adelante muchachos! ¡purifiquen todo con el fuego sagrado!

Los cleaners restantes se lanzaron hacia la posición del agente García y los soldados de la JTF, facilitando de esa forma la retirada de sus jefes, quienes desaparecieron en la espesa cobertura que les brindaba la noche.

*****************

García bajó la cabeza para recargar su rifle de asalto cuando vio por el rabillo del ojo el destello de luz verde que marcaba su posición, se lanzó de bruces al suelo en el preciso instante que un disparo atravesaba su sombrero vaquero, dejándole un pequeño agujero en el centro, donde momentos antes había estado su cabeza, a gatas cambió de posición y atisbó hacia el lugar de donde podría provenir el disparo, al tiempo que se comunicaba con Earp:

- ¿Earp me escuchas? - ¡tenemos un francotirador!

- ¿estás bien? – preguntó

- Sí, pero no mi sombrero, puede que esté detrás de ti, además tus agentes no han llegado a mi posición.

- Lo verificaré – contestó Earp, al tiempo que trataba de comunicarse con los otros agentes - ¿Lee, Stanley? ¿me copian? – repitió la llamada un par de veces no obteniendo respuesta, sólo estática, comenzó a preocuparse, pero también debía verificar la supuesta presencia de un francotirador enemigo. Bajó del camión donde se había instalado en primera instancia, para cambiar de posición y tener un mejor dominio del terreno, observó un edificio a sus espaldas que ofrecía lo que ella requería, comenzó a correr hacia él cuando algo llamó su atención, un movimiento en uno de los departamentos, una silueta que se movía lentamente, un destello repentino y breve, podía ser el francotirador, se detuvo dónde estaba, busco cobertura tras un vehículo de emergencia y espero observando atentamente el lugar.

- García – dijo al auricular - ¿me recibes?

- Adelante – contestó el agente

- ¿Ves dónde estoy?

- Sí

- A mis 12, cuarto piso del edificio, ¿tienes rango con pulse?

- No, tendré que acercarme, quédate donde estas hasta que verifique.

- Ok, mantendré un ojo sobre el departamento, ¿has logrado comunicarte con Lee o Stanley?

- Lee está muerto, cayó antes de llegar a la cobertura y fue un francotirador, de Stanley no sé nada aún.

- ¡mierda!, era tan joven.

- Lo sé, pero encontraremos al maldito, no te preocupes.

García salió de su cobertura y avanzó sigilosamente hacia el edificio señalado por Earp, ya habían eliminado a todos los enemigos que restaban y Ferro y Barrett se habían retirado, los soldados de la JTF que sobrevivieron buscaban heridos o muertos y los llevaban al edificio de correos, no se podían dar el lujo de llorar a sus muertos todavía, había que terminar el trabajo. Corrió hacia uno de los camiones de basura que trajeron los cleaners, se agachó y miro hacia el departamento, no pudo ver ningún movimiento sospechoso, no estaba en el rango de pulse todavía así que salió de cobertura y siguió acercándose a su objetivo.

Dan vio a García avanzar hacia su posición - ¿cómo puede estar vivo? – pensó – le di directo en la cabeza – se dijo a sí mismo – mientras observaba si había alguien más con el agente, al no ver a nadie más decidió que era su oportunidad para eliminar de una vez por todas a este tipo, acomodó su rifle, fijó el silenciador y apuntó a García, lo siguió con la mira pero no podía fijarlo ni centrarlo, García zigzagueaba y se cubría, no dándole un blanco fijo en ninguno de sus desplazamientos, para apuntar mejor se acercó más al balcón, por lo que el silenciador de su rifle asomo un poco por fuera del departamento, confiado en la oscuridad que le proporcionaba la noche no se preocupó por ese detalle, sólo le interesaba eliminar al agente.

Earp, atenta a lo que ocurría en el edificio y viendo a través de la mira telescópica de su rifle, pudo ver el momento exacto en el cual el silenciador de un arma se asomó por el balcón del piso que vigilaba – García – dijo a su auricular – en este momento te están apuntando.

- Entendido – contestó García - ¿Qué hago?

- Mantente en movimiento y pasa de cobertura a cobertura, no seas un blanco fijo.

- Ok ¿Qué vas a hacer?

- Recuerda que tengo balas explosivas, si no le doy directo igualmente lo voy a herir o por lo menos incapacitarlo.

- Voy a ofrecerle una oportunidad entonces, no me falles.

- Tranquilo – contestó Earp – mientras te muevas rápido no habrá problemas.

García, sabiendo que el francotirador lo tenía en la mira, se aprestó a cambiar de cobertura cuidando de ofrecer a su enemigo una oportunidad de dispararle, corrió desde su posición hacia una barrera, pero antes de llegar a ella trastabilló y rodó por el suelo, quedando expuesto al tiro de su enemigo, Dan por su parte, que seguía la figura de García con la mira de su rifle, vio la caída del agente, echó hacia adelante su cuerpo para soportar el retroceso del disparo, lo que hizo más visible el silenciador hacia afuera del departamento, y al momento de empujar suavemente el gatillo hacia atrás para su tiro, un disparo dio de lleno en su arma, el que al tiempo del impacto explotó partiendo por la mitad su rifle, otros sendos disparos dieron en el marco de la ventana y la pared en la que se apoyaba, lanzando miles de astillas de vidrio y madera, conjuntamente con trozos de concreto de la pared, se lanzó rápidamente al suelo, rodando sobre sí mismo y gateando hacia el fondo del departamento mientras seguían lloviendo balas explosivas dentro del mismo, un trozo de vidrio de la ventana se le había incrustado en la mano izquierda, atravesándola de lado a lado y asomando la punta por su palma y la espalda le sangraba profusamente por una herida producida por un trozo de madera, con una mueca de dolor se levantó y atravesó corriendo la puerta de salida del departamento, huyendo por la escalera de emergencia, esperando que García no fuera lo suficientemente rápido cómo para llegar hasta él.

Earp siguió disparando hacia el departamento, agoto un cargador, lo repuso y continuó disparando, las explosiones producidas por las balas retumbaban dentro del edificio, el agente García que se había incorporado rápidamente corrió hacia el interior del edificio, subió la escalera interna hasta llegar al departamento en el cual se estaba produciendo un incendio a raíz de las explosiones producidas por la balas del arma de Earp – ¡deja de disparar Earp! – dijo García por el auricular - ¡no puedo ver una mierda! – al cesar los disparos entró al departamento apuntando a todos lados con su arma, vio el rifle del francotirador roto por la mitad y rastros de sangre por doquier, se dirigió hacia las escaleras de emergencia siguiendo el rastro de sangre, pero ya le llevaba mucha ventaja, aunque herido este tipo debía tener una ruta de escape y no podía darse el lujo de seguirlo ahora, ya lo cazaría más adelante.

- Se escapó Earp – le comunicó García - lo heriste, pero escapó

- ¡mierda! – exclamó Earp – tendremos que cazarlo García, este tipo es demasiado peligroso.

- Lo sé y lo haremos, pero antes debemos conocer los daños que nos produjeron en el ataque.

- Tengo que buscar a Stanley, nos vemos en la base – cortó Earp.

Para cuando García llegó a la base, ya se conocía bastante bien la magnitud del daño causado en el ataque, la agente Lau estaba gravemente herida y aún estaba en cirugía, el Capitán Benítez resultó con la pierna izquierda quemada, lo suficiente como para enviarlo a la enfermería, 25 soldados de la JTF muertos o desaparecidos y cuatro agentes muertos, entre ellos Lee y Stanley, las comunicaciones se habían restablecido internamente y no había civiles muertos o heridos, los daños estructurales ya habían comenzado a ser reparados y se volvía lentamente a una tensa calma.


V PARTE

ESPERANZA

Earp y García se encontraron en la habitación de Lloyd, éste ya estaba bastante recuperado, habían pasado un par de días desde el ataque y la base ya estaba en plena operatividad nuevamente, salvo por las comunicaciones con el exterior, el ingeniero Rhodes le había comunicado su preocupación al Capitán Benítez, el no tener contacto con el exterior y específicamente con la capital era el aislamiento completo, ni siquiera en las peores horas del brote cuando se decidió la cuarentena para la ciudad se había producido tal incomunicación, urgía conocer el porqué de esta situación y Benítez en ausencia de Lau, decidió que Earp sería la nueva coordinadora de la agencia con la JTF, por lo menos hasta la recuperación parcial de Lau, quién desde la enfermería seguía dirigiendo en parte las actividades.

- ¿Y en que estamos ahora? – preguntó Lloyd

- Bueno – contestó Earp – no hemos vuelto a realizar incursiones si a eso te refieres.

- O sea, nuestros enemigos nos dieron una buena paliza

- Lamentablemente sí – dijo García

- ¿La agencia ha mandado más agentes al campo?

- No sabemos nada de la agencia, pero si han llegado algunos agentes nuevos desde Camp Hudson.

- De hecho – agregó García con sorna – yo lo estoy reentrenando antes de dejarlos salir a la calle, son demasiado jóvenes e inexpertos, entrenados sí, pero inexpertos.

- Ya me imagino tu entrenamiento – dijo Lloyd sonriendo – te deben odiar.

- Claro que lo odian – dijo riendo Earp – le temen y lo respetan.

- Bien yo saldré mañana mismo de aquí y me uniré al grupo ¿Qué tendrás para mí jefa? – le preguntó Lloyd a Earp, ésta se sonrojo un poco y retomando su seriedad habitual le respondió:

- Tengo una cacería para ti Lloyd, el que mató a nuestros agentes está aún ahí fuera y quiero que lo elimines, lo dejamos tocado en el último enfrentamiento, pero luego de lamerse las heridas ha vuelto al ruedo, tenemos información que confirma que es una especie de guardaespaldas de Barrett.

- Lo haría yo – indicó García – pero la jefa aquí me tiene de niñero y aunque preferiría estar ahí fuera, sé que tiene razón y debo sacar lo mejor de los nuevos, de esa manera evitaremos que más Lee y Stanley se unan a los muertos.

- Creo que es lo mejor – finalizó Earp emocionada – se los debemos.

- Entonces hagámoslo – dijo Lloyd tomando las manos de Earp - vamos a vengarlos y terminaremos con esto de una vez por todas.

- Creo que debiéramos brindar por eso – dijo riendo García – recuperaremos esta maldita ciudad palmo a palmo.


CAPITULO 4


I PARTE

DE VUELTA A LA ACCION

El agente Lloyd ya recuperado de sus heridas, se paseaba por las instalaciones de la base; socializando con civiles y soldados de la JTF, obtuvo diferente información relativa a posibles ubicaciones de los enemigos que los habían atacado, aún faltaba confirmar si efectivamente Larae Barrett tenía su cuartel general en el Centro de Eventos de Lexintong, como habían averiguado antes del ataque, por lo tanto, quedaban algunos cabos sueltos que resolver antes de realizar el plan de Lau.

García había visto incrementado el número de agentes a reentrenar, durante los últimos días habían llegado varios agentes desde Camp Hudson, lo que conllevaba una intensa actividad para el veterano, pero sabía que con esto ayudaba a mejorar la actitud un tanto pesimista que había estado teniendo Lau, y la llegada de estos nuevos reclutas significaba más poder de fuego a la hora de planificar la estrategia a seguir para devolverles el golpe a sus enemigos.

Earp, por su parte, en su nueva función de coordinadora de la agencia con la JTF, pasaba la mayor parte de su tiempo con el Capitán Benítez, que, aunque herido no había dejado su puesto en ningún momento, además con la agente Lau revoloteando con sus muletas alrededor de ellos las cosas iban mejorando, Camp Hudson nuevamente había retomado el envío de insumos y soldados de manera tal que todo tenía un aire a normalidad.

El ingeniero Rhodes y la doctora Kandell volvían a incordiar con sus peticiones de insumos, reparaciones y búsqueda de elementos que ayudaran a concebir una cura para el virus, pero la mayor preocupación que mantenían era la nula comunicación con el exterior, no sabían que pasaba en la capital y menos aún en el resto del país o el mundo, dado el caso.

La agente Earp, a instancias de Lau, que, aunque herida y en plena recuperación, pretendía tomar su lugar cuanto antes, según ella misma declaraba ya se encontraba en condiciones de estar sentada en la entrada de la base en un escritorio minúsculo al lado del Capitán Benítez, citó a una reunión informativa a Lloy, García y al Capitán Benítez, para verificar el estado de todos los componentes de la base, tanto administrativos como operativos.

- Buenos días a todos – saludó Earp a los presentes.

- ¿Qué hacemos nosotros aquí? – preguntó García, indicando con la cabeza a Lloy.

- Ustedes son los agentes con más experiencia que tenemos y finalmente quienes saldrán al campo, deben saber lo que planeamos aquí – contestó Earp.

- Zanjado el asunto – apostilló Lau – luego de recibir el alta médica, a regañadientes debo añadir, a contar de este minuto Earp vuelve a ser agente de campo, agradezco su ayuda, pero me es más útil afuera, ya el tema fue discutido con el Capitán Benítez y estamos de acuerdo en ello.

- Gracias – dijo Earp – de verdad prefiero la calle – generando una risotada general.

- Ok, a lo que vinimos – dijo Lau – ya todos saben los daños, tanto humanos como materiales, que nos dejó el ataque que sufrimos, aunque nos duela tendremos que seguir adelante y eso significa retomar lo que teníamos pendiente, obtuvimos información sobre el posible paradero del cuartel general de Barrett.

- Eso hay que confirmarlo – interrumpió García

- Justamente ahí entran ustedes – dijo Benítez – hay que confirmar la ubicación de esa perra y una vez lo hayamos hecho, vamos a darle tan fuerte que no habrá más rikers en kilómetros a la redonda.

- Yo no sería tan optimista – señaló Earp – esta arpía no sólo tiene a los rikers, recuerden que nos atacaron en conjunto con los cleaners y eso hay que tenerlo en cuenta.

- Estoy de acuerdo – dijo Lloyd – esta misión debe considerarse como prioritaria pero también debemos ser cuidadosos, me propongo yo mismo para llevarla a cabo en solitario, establezco que la inteligencia es sólida e informo para tomar las decisiones tácticas que correspondan.

- Me parece bien – contestó Lau – pero no irás sólo, Earp te acompañará como cobertura, ya que García aún debe terminar su trabajo con los últimos agentes que han llegado.

- Decidido entonces – dijo Lloyd – prepararemos nuestro equipo y salgamos, aprovecharemos que no está nevando y vamos al piso franco más cercano al centro de eventos.

- Mantengan la comunicación y cuídense agentes, no podemos perder más gente.

Ambos se retiraron hacia las barracas a fin de preparar su equipo, accesorios y consumibles para afrontar la misión, tanto Earp como Lloyd sabían de antemano la peligrosidad y complejidad de la misión, si bien es cierto la instrucción era solo observar e informar sin entrar en combate, esto podría hacerse difícil, la distancia que se debe recorrer entre un punto y otro los obligará a entrar en más de un piso seguro, aparte de esto los comentarios de los soldados de la JTF que conforman las patrullas diarias informan de un alza en la actividad de los enemigos, quienes envalentonados por el último ataque se han hecho más hostiles aún y cómo si fuera poco, no lograron eliminar al francotirador que había matado a los dos agentes, por lo cual aún andaba suelto por ahí, situación que sólo servía para complicar aún más la misión.

*****************

García se pavoneaba por la base de operaciones con su típico atuendo de vaquero, su sombrero lucía el orificio de bala donde el francotirador había acertado al dispararle durante el último ataque, llevaba a su costado un morral con granadas aturdidoras que tenía preparadas para el entrenamiento con sus reclutas, los últimos agentes que llegaron a la base se unieron a los entrenamientos que García llevaba a cabo en el edificio y en las afueras del mismo, utilizando la gran cantidad de vehículos abandonados por la zona, hacía que los agentes aprendieran a trabajar en equipo, conformando escuadras sólidas y cohesionadas de cuatro agentes cada una, con tareas y equipos específicos para cada situación, en la calle les enseñaba a utilizar cada resquicio, automóvil o edificio que les sirviera como cobertura al avanzar, correr, rodar, agazaparse, uso de gadgets, etc., todo con tal de preparar de mejor forma a los nuevos agentes que saldrían al campo; los dividía en equipos de dos, los hacía enfrentarse entre sí, los forzaba a caminar largas jornadas en plena tormenta de nieve, los hacía pasar hambre y sed, los abandonaba solos en ubicaciones alejadas nada más que con sus armas de mano, pero en realidad no los dejaba solos, él siempre estaba allí, en las sombras, acechando, cuidándolos y a la vez molestándolos, haciendo que no se quedaran quietos mucho tiempo y siempre estuvieran alertas. Eran seis agentes en total quienes se sometían al entrenamiento de García, una fuerza exigua en comparación a los 15 y hasta 20 que alguna vez operaron en la ciudad, es cierto que aún hay un par de lobos solitarios cómo él en el campo, pero éstos rara vez se dejan ver en la base, utilizan en su mayoría los pisos seguros repartidos por la ciudad para abastecerse de insumos y equipo y aunque sabía que si se los pedía se unirían a la causa, también sabía que tenían sus propias misiones, en más de una ocasión compartieron el campo de batalla y conoce de sobra sus capacidades, confía en ellos y sabe que al final del día su objetivo es el mismo.

Conforme avanzaban en sus entrenamientos, veía potencial en cada uno de los nuevos agentes, estando bastante parejos en capacidades de combate y toma de decisiones, de todas formas, debía elegir a uno de ellos para unirlo a su propia escuadra, la que llevará todo el peso del combate una vez se identifique positivamente la ubicación del cuartel general de Barrett, había que responder al ataque y había que hacerlo en grande, dar un golpe profundo a las facciones enemigas y comenzar a recuperar de la ciudad de una vez por todas.

*****************


Lloyd y Earp se dirigieron al piso seguro de Kips Bay, cercano al centro de eventos Lexintong, para desde allí tratar de averiguar si Larae Barrett se encuentra efectivamente en el lugar y una vez confirmado, lanzar la contraofensiva planeada, si esto se llega a concretar será un golpe muy fuerte a las facciones enemigas, confirmando que la recuperación de la ciudad no ha quedado estancada en las cercanías del edificio de la oficina de correos. Una vez en Kips Bay, informaron al sargento de la JTF encargado del piso sobre las actividades que iban a realizar, el sargento les indicó algunos detalles de los enemigos que podrían encontrar y otras informaciones útiles, al salir a la calle, ambos agentes se encontraron con el típico escenario de la ciudad, frío intenso, vehículos abandonados, calles cerradas y uno que otro sobreviviente pidiendo ayuda, por suerte no estaba nevando, así que su desplazamiento por las diferentes calles debería ser más rápido, a menos que se toparan con mucha actividad enemiga.

- Earp – dijo Lloyd – aquí nos separaremos y cada uno por su cuenta deberá llegar a la ubicación programada en ISAC.

- Bien – contestó Earp – sólo ten cuidado, recuerda que hay un francotirador enemigo por la zona.

- Lo tengo muy presente – indicó Lloyd acariciando su arma, pero no te preocupes te llamaré cuando lo tenga en la mira.

- No te hagas el gracioso, el desgraciado es sumamente bueno en su trabajo y no puedes darle ventaja.

- Tranquila, sólo trato de relajar el ambiente, has estado demasiado tensa durante todo el trayecto.

- Esta maldita incertidumbre me tiene loca, pero tranquilo, estoy bien y enfocada.

- Ok, nos vemos en el punto de reunión, buena suerte – dijo Lloyd y comenzó a correr por la calle hacia la ruta establecida, Earp por su parte se dirigió en sentido contrario al de Lloyd, su ruta era más corta y directa.

Los agentes separaron sus caminos, cada cual, a un punto de destino diferente, uno llegaría por el frente del centro de eventos y el otro por el costado, donde existía una entrada de servicio, de una u otra forma debían averiguar si la información sobre Barrett era fidedigna. Para cuando Earp llegó a su destino a la entrada de servicio, ya estaba oscureciendo, situación favorable para sus aspiraciones, ya que de esa forma podría moverse con más opciones de no ser vista por algún enemigo, luego de un rato observando, pudo ver como entraban y salían algunos rikers del lugar, no demasiado movimiento, pero sí el que se podía asociar a un cuartel general, por el momento los enemigos que había visto eran soldados normales y uno que otro lugarteniente, pero ni rastros de Barrett, se acomodó en el lugar que había escogido como observatorio y espero que Lloyd tuviera más suerte.

Lloyd llegó sin sobresaltos a las cercanías de la entrada del centro de eventos, se topó con varios grupos de enemigos en el camino, pero los evitó a fin de mantener el sigilo de la misión, observar e informar, nada de entrar en combate mientras se pudiera evitar, buscó un lugar en altura que le permitiera tener un buen dominio de la entrada y las calles adyacentes, encontró un departamento en un edificio cercano y allí se acomodó, durante las primeras horas de observación sólo pudo ver a algunos grupos de rikers entrar y salir del lugar, nada que le diera una pista sobre el paradero de Barrett, se ajustó el gorro de lana con que cubría su cabeza y se dispuso a esperar.

*****************

En el interior del centro de eventos Larae Barrett discutía acaloradamente con Joe Ferro, ella insistía en realizar un nuevo ataque sobre la oficina de correos mientras que Ferro se mostraba reticente:

- Nuestro ataque fue un éxito Joe – dijo Barrett

- No – contestó Ferro – perdimos muchos hombres y aunque algún daño hicimos no conseguimos entrar al edificio.

- Por eso hay que atacar otra vez – insistió Barrett – ahora sí lograremos entrar, deben estar débiles y desorganizados.

- Parece que no conoces a tus enemigos Barrett, esa zorra de Lau no deja nada al azar incluso bajo ataque y el terco de Benítez nos ha dado problemas desde su llegada a la ciudad.

- Sé exactamente quienes son nuestros enemigos Joe, pero si no les damos el golpe de gracia van a contraatacar, según mis fuentes ya están recibiendo aprovisionamiento desde Camp Hudson.

- Sí, hombres de la JTF y algunos agentes de esa mierda The Division, ya lo sé, también tengo ojos afuera.

Mientras ellos discutían un hombre se acercó, con una venda cubría su mano izquierda y se movía con alguna dificultad:

- Perdonen que los interrumpa – dijo el agente Dan

- Agente Dan – dijo Barrett – bienvenido ¿Cómo va la recuperación?

- Bastante bien, no al 100% pero avanzando – contestó Dan

- ¿A que debemos el honor? – preguntó Ferro

- Recibí órdenes de arriba, debo reunirme con el Coronel Bliss – dijo Dan

- ¿El jefe de los LMB? – dijo sorprendida Barrett - ¿Qué se trae entre manos tu jefe?

- No lo sé – contestó Dan – sólo sé que debo partir cuanto antes.

- Creo que al final vamos a reunir a toda la banda – dijo Ferro – es algo que se veía venir, aunando fuerzas podremos finalmente erradicar a las ratas de la JTF y eliminar a lo que quede de The Divison, sin ofender – concluyó mirando a Dan con malicia.

- No te preocupes – contestó Dan – no es algo que me toque, los intereses de la agencia no son los nuestros.

- ¿quieres una escolta? – preguntó Barrett

- No la necesito, sólo venía a comunicarles mi partida, nos vemos – dio media vuelta y se alejó por donde había venido.

- No me gusta este tipo – dijo Barrett – creo que lo enviaron sólo para espiarnos.

- Eso es seguro – contestó Ferro – pero por el momento es mejor seguirle la corriente, una vez tengamos el control de la ciudad veremos que pasará, no todos sobrevivirán a la batalla final.

- Bien, yo por mi parte voy a dar una vuelta por los alrededores, necesito un poco de aire.

- Ok, yo saldré por atrás, debo volver a mi cuartel, tengo asuntos domésticos que resolver.

- No olvides nuestra conversación Joe, debemos decidir si realizamos un nuevo ataque o esperamos, ya sabes mi opinión.

- Tú también sabes la mía, pero déjame resolver mis asuntos y luego decidiremos, adiós – dijo Ferro, saliendo pesadamente de la habitación en la que se encontraban, Barrett por su parte, encendió un cigarrillo y se quedó pensando un momento, juntar todas las facciones en un solo bloque podía hacerla perder poder y no pensaba hacerlo, si bien confiaba en Ferro, sabía que era muy fácil de convencer y parecía tener una especial predilección por Bliss, ya decidiría los cursos de acción a tomar, por el momento saldría a afianzar un poco el control sobre sus hombres, debían seguir temiéndole y respetándola como siempre, puede que incluso deba cambiar de ciudad y necesitaría a sus hombres para ganar terreno a cualquiera que quiera enfrentarla.

*****************

- Lloyd ¿me recibes? – dijo Earp por el intercomunicador

- Te copio – respondió Lloyd

- No vas a creer quién va saliendo de aquí

- ¿quién?

- ¡Joe Ferro¡, sale con una escolta de cleaners, parece que había algún tipo de reunión o algo así.

- No me lo puedo creer, al menos sabemos que desde aquí se cocinó el ataque en nuestra contra.

- Pienso igual, los pesos pesados no salen a menudo de sus propias bases a menos que sea importante, habrá que seguir observando.

- ¡espera! - dijo Lloyd - ¿tienes alguna descripción del francotirador al que se enfrentaron durante el ataque?

- No – contestó Earp – no logramos verle la cara, sólo sé que lo herimos.

- Pues por la entrada principal está saliendo un tipo con equipo de francotirador, con la mano izquierda vendada y alguna dificultad para caminar.

- ¡Debe ser ese maldito! ¡mátalo Lloyd! – gritó Earp al intercomunicador

- Sabes que no puedo hacerlo Earp, no puedo comprometer la misión.

- ¡maldición!, lo sé, lo sé – dijo sollozando.

- Tranquila, ya lo atraparemos – contestó Lloyd, mientras observaba al sujeto alejarse lentamente por una calle contigua al centro de eventos, pero algo llamo poderosamente su atención, el equipo de este tipo es el de los agentes The Division, o lo había obtenido al matar a algún agente o él era uno, pensó en decírselo a Earp pero en ese instante vio a quien estaba esperando salir del edificio, rodeada de sus hombres y su séquito de francotiradoras, Larae Barrett.

- ¡Earp, está aquí! Ahora mismo sale por la puerta principal, parece que va a patrullar o algo así.

- Estupendo, ¿tenemos confirmación entonces?, porque me estoy congelando el culo aquí afuera.

- No, aún no podemos cantar victoria, puede que sólo sea casualidad y haya pasado por aquí, esperaré un rato más para confirmar su regreso, me acercaré un poco a ver si puedo escuchar algo de los rikers que nos haga estar seguros que este es su cuartel.

- Bien, me reuniré contigo entonces y te cubriré las espaldas.

- Ok, te espero.

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II PARTE

VENGANZA

Volvieron a la oficina de correos en la madrugada, entumidos y cansados no quisieron dar los resultados de su misión a la agente Lau o al Capitán Benítez, los dejarían descansar también, en unas cuantas horas amanecería y ahí los pondrían al corriente de sus descubrimientos, se despidieron sonrientes a pesar del cansancio y se fueron a dormir con la seguridad de que podrían devolver el golpe de una vez por todas, pero esto requeriría precisión y táctica, por lo tanto, también tiempo.

Ya en la mañana, Earp y Lloyd se dirigieron a la sala de comunicaciones de la base, donde se encontraban Lau y Benítez, saludaron y resumieron los antecedentes obtenidos durante su última misión:

- Agente Lau, Capitán Benítez – dijo Lloyd – hemos podido confirmar que el centro de eventos de Lexintong es el cuartel general de Larae Barrett, también pudimos comprobar que sigue en alianza con Joe Ferro.

- Además – agregó Earp – Lloyd vio salir al francotirador que herimos con García en el último ataque.

- Es verdad – indicó Lloyd – y en esto quiero detenerme porque pude ver que este tipo utiliza nuestro equipo, no sé si se lo habrá quitado a algún agente muerto o es un agente renegado ¿habrá alguna forma de averiguarlo agente Lau?

- No tenemos comunicación con la capital agente Lloyd, por lo tanto, no puedo obtener ningún tipo de información aún, de hecho, ni yo misma conozco a todos los agentes que fueron activados tras el brote.

- Eso es un gran problema agentes – dijo Benítez – tenemos información que indica que existen varios renegados pululando por la zona oscura, ustedes mismos se han enfrentado a ellos y no saber su número y cuáles son sus lealtades es un tremendo riesgo, por lo menos para mis hombres.

- Capitán Benítez – contestó Lau – los renegados serán nuestra responsabilidad, si bien es cierto serán un riesgo, lo asumiremos todos, pero seremos nosotros quienes los eliminen.

- Está bien – dijo Benítez a regañadientes – será su problema entonces.

- Ahora, antes de planificar cualquier acción debemos conocer el estado de nuestras fuerzas ¿Cuántos soldados de la JTF estarían en condiciones de apoyarnos?

- Alrededor de 30 en estos momentos, desde Camp Hudson me prometieron enviarme otro destacamento pronto.

- Tenemos dos helicópteros operativos, pero sólo los utilizaremos para rescate – les advirtió Lau, en el momento que entraba el agente García.

- Buenos días – saludo García – ¿qué me he perdido?

- No pudo hacer una mejor entrada agente García – dijo Lau - ¿con cuántos agentes en condiciones de combatir contamos?

- Directo al grano como siempre Lau – contestó García – bueno contando a los presentes podremos conformar dos escuadras y mantener a uno de apoyo, en total 9 agentes.

- Bien, tendrá que bastar – acotó Lau – en estos momentos no somos fuertes en número así que tendremos que suplirlo con inteligencia, gracias a la información obtenida podemos hacernos una idea de las fuerzas enemigas, pero no podemos confiarnos, si la alianza entre facciones se mantiene tendremos que dar por sentado que Ferro apoyará a su amiga.

- La idea – dijo Benítez mirando a todos los presentes – es que una escuadra de agentes entre directamente al centro de eventos, debiliten a los enemigos para que mis hombres puedan entrar tanto por la entrada principal como por la de servicio.

- El golpe debe ser fulminante – dijo Lau – y la única forma de demostrar nuestra determinación es eliminando a Barrett, no es una misión de captura es búsqueda y eliminación.

- Hoy es el día agentes – los arengó Benítez – hoy cobraremos venganza.

- Por nuestros caídos – dijo Lau

- ¡Por nuestros caídos! – gritaron todos al unísono.

*****************

El grupo de soldados de la JTF ya estaba reunido fuera de la base para iniciar la marcha hacia el centro de eventos, como una forma de no alertar a Barrett o a sus hombres, el Capitán Benítez decidió que la escuadra de agentes que atacaría por la puerta de servicio de Lexington se adelantara y eliminara cualquier amenaza que pudieran encontrar en la ruta que se había dispuesto, el agente García reunió a sus reclutas y decidió que el agente Jethro Dinozzo se uniría a la escuadra del ataque principal, mientras que la agente Marie David, aprovechando su condición de médico quedara en la casa segura de Kips Bay, por último los cuatro restantes serían la avanzada y realizarían la misión dispuesta por Benítez.

El agente Dinozzo, era un treintañero descendiente de italianos, de aspecto alegre y bonachón, su rol preferido en el equipo durante los entrenamientos era el de apoyo, su arma principal una ametralladora ligera denominada "Tragabalas", con un cargador extendido llegaba fácilmente a una capacidad de 210 tiros por cargador y su equipo era el conocido como "Estrella Solitaria", el cual entre sus atributos, permitía a su usuario cargar más munición de la habitual, por lo que era fácil saber por qué lo había elegido García para la escuadra principal, esta misión requeriría de muchas balas y además de ello Dinozzo había pertenecido a los Seals de la Marina, por lo cual no tendría dificultad alguna en obedecer órdenes, atributo que le permitiría mantener una mejor conexión con la escuadra.

- El agente Dinozzo nos acompañará como parte de la escuadra principal – les dijo García a los agentes veteranos – cómo ven, será el apoyo de fuego en el ataque que realizaremos.

- Espero que hayas entrenado fuerte agente – le dijo Lloyd a Dinozzo – lo de hoy no será para nada fácil.

- Lo sé – contestó Dinozzo – el agente García nos ha estado diciendo eso durante todo el entrenamiento, estoy preparado.

- Ok – dijo Earp – repasemos una vez más el plan, Lloyd y García serán la punta de lanza, mientras que Dinozzo irá como apoyo y yo a la retaguardia como francotiradora, entraremos directamente por la puerta principal.

- Una vez eliminados los guardias de la entrada, nos enfrentaremos a la primera oleada de enemigos que reaccionarán al ataque – indicó García – lo más probable que esos sólo sean enemigos convencionales, pero una vez sobrepasados nos enfrentaremos a los más peligrosos, granaderos, escopeteros y algunos con protección corporal y armas con mayor poder de fuego.

- No hay que olvidar que Larae está protegida por un séquito de francotiradoras – apuntó Earp – ahí necesitaré el apoyo de Dinozzo, su cobertura de fuego me proporcionará el tiempo para eliminarlas.

- Por lo que pudimos averiguar Larae se encuentra en el salón principal – dijo Lloyd – obviamente estará bien protegida y no sólo con sus francotiradoras, tendremos que ser rápidos y efectivos, también hay que recordar que una vez sobrepasemos las defensas, debemos dar la señal para que los soldados de la JTF entren por la puerta de servicio.

- Bien – terminó García – ya saben lo que hay que hacer, pongámonos en marcha.

Tanto la escuadra de avanzada como la caravana de soldados de la JTF ya habían partido para cuando los veteranos se pusieron en marcha, García al centro, Lloy a la derecha, Dinozzo a la izquierda y Earp cerrando la marcha, corrían por la calle principal directo a su objetivo, según lo informado por Lau vía radial, la escuadra de avanzada hasta el momento sólo se había topado con un número reducido de enemigos por lo que la ruta se encontraba relativamente expedita, al cabo de algunos minutos ISAC les informó que estaban próximos a su objetivo y por el intercomunicador, el oficial de la JTF a cargo de los soldados les informó que se encontraban ya en posición, frente al salón de eventos, donde había alrededor de 8 enemigos, dos patrullando y los otros reunidos en torno a un barril al que le habían encendido madera al interior para calentarse y protegerse del frío intenso que hacía en esta época.

Los agentes se ubicaron en sus posiciones respectivas, Earp se agazapó tras un vehículo, mientras que Dinozzo tomaba cobertura unos metros más adelante con su ametralladora lista, García y Lloyd se adelantaron para iniciar el ataque, García como jefe de escuadra le indico por señas a los demás que lanzaría una granada al barril, además de señalarle a Earp que eliminara a los que patrullaban; al explotar la granada, los restos del barril actuaron como esquirlas matando a todos los que estaban a su alrededor mientras Earp con sendos disparos de su rifle eliminó a los dos restantes.

A pesar de la explosión, no hubo reacción inmediata por parte de los enemigos al interior del edificio, por lo que los agentes aprovecharon el desconcierto inicial para ingresar raudamente al interior, tomando posiciones defensivas en espera de la primera oleada de enemigos que debería aparecer como respuesta al ataque, situación que sucedió casi en simultaneo con su entrada, varios enemigos se lanzaron en tropel hacia el exterior siendo acribillados por la ametralladora de Dinozzo, quién cerca de la entrada escupía balas a todo lo que se movía y fuera de color naranja. Por su parte Earp ubicada más atrás, eliminaba a los enemigos que iban apareciendo y trataban de flanquearlos, mientras que García y Lloyd lidiaban con los enemigos más próximos, poco a poco, disparo a disparo, avanzaban hacia el salón principal donde supuestamente se encontraba Barrett, García dio la señal a la JTF y éstos y la escuadra de avanzada comenzaron su ataque a la puerta de servicio, desde el segundo piso del edificio se escuchaban los gritos y la confusión que produjo el segundo ataque, los lugartenientes de Barrett tomados por sorpresa dudaron segundos cruciales sobre qué lugar defender con mayor número de hombres, y eso fue su perdición, dejaron el camino libre a García y su escuadra para avanzar directo al salón, donde efectivamente estaba Barrett, en cada esquina sus francotiradoras y abajo dos gordos con ametralladoras de munición pesada y protección corporal alta, más varios rikers convencionales, Dinozzo y Earp se quedaron a cubierto tras las protecciones metálicas de la barandilla, mientras Dinozzo proporcionaba la cobertura de fuego respectiva, Earp asomaba la cabeza lo suficiente para hacer un tiro a la vez, García y Lloyd se dividieron por izquierda y derecha del segundo piso, eliminado primero a los enemigos que utilizaban escopetas y luego uno a uno a los convencionales, al llegar a la mitad de su camino, concentraron el fuego de sus armas hacia los enemigos más peligrosos, los gordos se movían pesadamente pero no dejaban de disparar hacia los agentes.

- ¡Dinozzo! – gritó García por el intercomunicador – ¡distrae a uno de los gordos para que pueda lanzar una torreta!

- ¡entendido! – contestó Dinozzo – se posicionó al borde de la escalera que bajaba al escenario principal y comenzó a disparar sobre el primer enemigo que tenía en su rango de visión, éste al verse atacado comenzó a volverse hacia la dirección de los disparos, oportunidad que aprovecharon García y Lloyd para lanzar sus torretas lanzallamas hacia él, rodeado por lenguas de fuego el gordo se paralizó al tiempo que dejaba de disparar, Dinozzo apuntó directamente a su cabeza volándole el casco que lo protegía con los primeros disparos, luego Earp lo remató con una de sus balas explosivas, cayó de rodillas dejando un reguero de sangre en el piso.

- ¡Earp! – gritó Lloyd – ¡queda una francotiradora a tu derecha! ¡cárgatela para poder avanzar hacia Barrett!

- ¡Dinozzo, cubre a Earp! – le exigió García, por lo que Dinozzo corrió hacia unas cajas de vestuario que había en el segundo piso, mientras cambiaba el cargador de su ametralladora, se lanzó hacia la izquierda disparando directamente al lugar donde se encontraba la francotiradora, que no podía asomar la cabeza debido a la lluvia de balas que caía sobre su cobertura.

- ¡Dinozzo, deja de disparar a mi cuenta! – le indicó Earp - ¡tres, dos, uno, ahora! – Dinozzo dejó de disparar y la francotiradora asomó la cabeza el tiempo suficiente para que Earp se la volara con un certero disparo de su rifle, ya sin enemigos en la zona alta, todos los agentes convergieron hacia el escenario principal donde el último gordo no cesaba de disparar en su contra.

- ¡rodéenlo! – gritó Lloyd – a lo que los cuatro agentes se deslizaron a diferentes coberturas, disparando en contra de un solo blanco, el sujeto no podía seguir en pie cuando las puertas de detrás del escenario se abrieron dando paso a Larae Barrett con una tropa de enemigos, los cuales comenzaron a lanzar granadas hacia la posición de Dinozzo y García.

- ¡mátenlos a todos! – gritaba Barrett, mientras disparaba en contra de los agentes, los rikers se dispersaron por el escenario del centro de eventos, atacando en desorden a los agentes, granaderos subieron al piso superior para dominar desde arriba el lugar, los escopeteros fueron directo por Earp, quien tuvo que hacer uso de su arma secundaria para repeler los ataques, Dinozzo corrió hacia ella disparando con su ametralladora a las espaldas de los rikers, Barrett lo vio y apuntó con su arma al agente, García también lo vio y se lanzó en carrera hacia él, Barrett disparó el proyectil en línea recta hacia su objetivo, este pareció detenerse justo antes de impactar el brazo de García que había saltado sobre Dinozzo sacándolo de la trayectoria del tiro, ambos agentes cayeron pesadamente al suelo, lo que aprovechó Barrett para tratar de acribillarlos pero Earp logró darle un tiro en el hombro en el preciso instante en el que ella apretaba el gatillo, el golpe hizo que el arma de Barrett se levantara hacia el cielo por lo que todos los disparos que hizo fueron al aire.

García y Dinozzo se incorporaron rápidamente yendo a refugiarse tras unos focos, y continuaron disparando contra Barrett, quién herida, corrió escaleras arriba para cubrirse en los puntos donde antes estaban sus francotiradoras, Lloyd la vio subir y luego de matar a dos granaderos que se habían apostado en las barandas del piso superior, comenzó a acercarse sigilosamente al lugar donde estaba su enemiga, mientras tanto el gordo no había sido eliminado y arremetía contra Dinozzo y García, éstos lograron desplegar sus torretas lanzallamas quemándolo y rematándolo con un par de descargas.

- ¿García estás bien? – preguntó Dinozzo

- Sí, sólo fue un rasguño – contestó García revisando la herida.

Sólo quedaban un par de granaderos sobre ellos y Barrett que se mantenía oculta, Dinozzo subió por la escalera de la izquierda, dándole tiempo a García para subir por el otro costado, Earp subió a su posición original y se cubrió tras una protección metálica, esperando el momento oportuno.


- ¡García! – dijo Lloyd por el intercomunicador

- Adelante – susurró el agente

- Una vez que te deshagas de esos granaderos, intenta sacar a Barrett de su cobertura, yo estoy en frente y la tengo a tiro.

- Ok – dijo García, llegando sigilosamente hasta unas cajas de madera que le brindaban una excelente cobertura. Los granaderos habían perdido de vista a los agentes por lo que se asomaban de vez en cuando por las barandillas atisbando hacia el escenario y sus alrededores.

- Dinozzo ¿Dónde estás? – preguntó Lloyd

- A un par de metros de ti – contestó

- Bien, a mi señal dispara hacia la posición de Barrett, eso hará que los granaderos de asomen y García pueda tenerlos a tiro.

- Ok – dijo Dinozzo preparando su ametralladora

- ¡ahora! – gritó Lloyd, por lo que Dinozzo se levantó y comenzó a disparar una nutrida ráfaga de su arma hacia el lugar donde se cubría Barret, los granaderos se asomaron y respondieron el fuego hacia Dinozzo, tal y como había pensado Lloyd, dándole la oportunidad a García para vaciar su cargador en contra de los enemigos quienes cayeron desde el segundo piso al escenario del centro de eventos, muertos antes de golpear el piso. Barrett supuso que los agentes estaban distraídos por lo que se levantó rápidamente de su escondite, saltando hacia el pasillo que conducía a la escala que le permitiría bajar al piso inferior, Lloyd al verla se levantó de su cobertura y vació el cargador de su arma sobre su enemiga, al mismo tiempo Earp quién había estado esperando el momento oportuno, disparó también, los tiros de Lloyd golpearon la espalda de Barrett y la bala de Earp dio en su brazo izquierdo a la altura del codo, cercenándoselo, la líder de los Rikers cayó pesadamente al suelo tomándose el brazo herido, del cual manaba una gran cantidad de sangre, dio un grito y comenzó a gatear hacia la escalera, García rodeó por el otro lado bajando por la escalera de su sector con el arma apuntando hacia el lugar por donde bajaba Barrett, ella se dio cuenta de que estaba rodeada y se detuvo al medio de la escalera, miró hacia donde estaba García y luego a Lloyd que estaba tras ella.

- ¡no me han derrotado aún! – gritó ella, llevando su mano sana a la pistolera con la intención de sacar su arma, cuando su dedo índice toco la empuñadura de la pistola, su cabeza explotó, su cuerpo de derrumbó cayendo peldaño tras peldaño hasta llegar al piso, Earp desde el otro lado del escenario, en el piso superior, aún sostenía su rifle apuntando hacia Barrett, un leve hilillo de humo salía del cañón de su arma, al mismo tiempo las tropas de la JTF y la escuadra de avanzada ingresaban al lugar, recorrieron con la mirada el lugar y todos pensaron exactamente lo mismo – lo logramos -.

- Ese chaleco antibalas es excelente – comentó Dinozzo – acercándose al cuerpo de Barrett – tus disparos no lograron atravesarlo Lloyd.

- Es cierto – comentó García – lástima que no llevara casco – y comenzaron a reírse.


III PARTE

LA CACERIA

Lau los recibió en la entrada de la base de operaciones, el ataque había sido un éxito rotundo, sólo hubo tres bajas entre los soldados de la JTF y algunos heridos, pero ninguno de gravedad, los agentes entrenados por García habían hecho su trabajo a la perfección y ganado mucha experiencia de combate, los veteranos acompañados por Dinozzo también hicieron su parte lo que sumado al apoyo de la JTF dio como resultado la eliminación de Larae Barrett, y de acuerdo a los informes que mantenía en su poder el Capitán Benítez, los rikers ya descabezados, huían hacia los enclaves controlados por los cleaners, uno que otro más poderoso recalaba en la zona oscura, dejando libre las zonas que controlaban y que ahora pasarían a formar parte del control de la JTF.

El Capitán Benítez los reunió en el ala de seguridad, a pesar de estar muy contento con el resultado de la misión, Benítez era el encargado de poner los paños fríos en aquellos optimistas que pensaban que con esto tenían prácticamente controlada la ciudad, aunque le gustaría decirlo, no se lo permitiría, el control era aún muy lejano y así se lo haría saber a cada soldado y agente con el que se topara, no habría relajo para nadie:

- Esta misión, desde su concepción, planificación y ejecución fue un rotundo éxito – les dijo Benítez – pero solo hemos ganado un par de batallas, la guerra está lejos de acabarse.

- El Capitán Benítez tiene razón – dijo Lau – aún nos queda mucho por hacer y si bien es cierto, nos hemos anotado un triunfo, no podemos permitirnos relajarnos por ello.

- Cómo ya saben – continuó Benítez – no tenemos comunicación con el exterior y debemos averiguar porque, además la doctora Kandell necesita ciertos insumos e información, aparte de esto, debemos corroborar la información que han traído mis soldados respecto a la posible ubicación del cuartel general de Joe Ferro, nuestro próximo gran objetivo.

- Para esto – dijo Lau – dividiremos las misiones entre los agentes aquí reunidos – levantó la mirada y les indicó – la escuadra de avanzada compuesta por los agentes entrenados por García, tomarán la misión de verificar nuestras comunicaciones – los cuatro agentes asintieron – pueden retirarse a descansar agentes, se lo merecen – les dijo Lau, por lo que los cuatro agentes se despidieron y se retiraron a sus barracas. – respecto a la necesidad de la doctora Kandell, será asumida por Lloyd y García y la ubicación de Ferro la tomarán Earp y Dinozzo, la agente David se mantendrá en el cuartel ejerciendo sus labores cómo médico de combate, pueden retirarse a descansar agentes, todas las misiones comenzarán mañana a contar de las 0800.

*****************

Temprano en la mañana, todos los agentes esperaban a Lau en el vestíbulo de la oficina de correos, el Capitán Benítez daba instrucciones a los soldados que saldrían a patrullar y efectuaba su ronda matutina por el edificio, saludando a todos con los que se cruzaba en su camino. La agente Lau llegó cojeando ayudada por una muleta para desplazarse, aún se resentía de sus heridas, pero seguía al pie del cañón, coordinando y enviando misiones, entrevistándose con Rhodes y la doctora Kandell a fin de saber sus necesidades, en fin, todo de lo que una verdadera líder se preocupa.

- Buenos días agentes – los saludó

- Buenos días agente Lau – contestaron todos al unísono

- Bien, ya todos saben sus misiones, no hay cambios e inteligencia no ha informado respecto a nuevas amenazas, el equipo de avanzada puede salir de inmediato mientras que los otros deben entrevistarse con la doctora Kandell y el Capitán Benítez respectivamente, buena suerte agentes – los despidió Lau y fue a sentarse a su lugar habitual.

Los agentes de la escuadra de avanzaba salieron de inmediato a fin de revisar todas las antenas de comunicación a las cuales se enlazaba ISAC, mientras que García y Lloyd se dirigían al ala médica para entrevistarse con la doctora; Earp y Dinozzo por su parte fueron a hablar con Benítez, a fin de obtener los datos para su misión.

Al llegar al ala médica, los agentes Lloyd y García encontraron a la doctora Kandell estudiando secuencias de ADN, enfrascada en su estudio no se percató de la presencia de los agentes por lo que García hizo un pequeño ruido simulando toser para captar la atención de la doctora:

- ¡disculpen agentes! – dijo la doctora – es que cuando estudio estas secuencias me abstraigo de todo lo que me rodea.

- No se preocupe – contestó Lloyd

- ¿a qué debo esta visita agentes?

- Bueno, el Capitán Benítez nos dijo que usted necesitaba ciertos insumos e información – dijo Lloyd.

- Sí, perdón, se me había olvidado, con lo del ataque pensé que demorarían un poco más en atender mis solicitudes.

- Aquí estamos doctora, a su entera disposición – dijo García

- Como ustedes saben, el virus del dólar es una mutación del virus de la viruela, fue creado específicamente y en el proceso, su cadena de ARN fue adulterada otros ADN, con la finalidad de modificar la forma de propagación y rapidez de contagio, no hemos podido identificar el ADN utilizado por eso no podemos crear una contramedida y seguimos como al principio. para crear una cura o vacuna debo conocer paso a paso la construcción del virus – les explicó la doctora.

- Disculpe doctora – interrumpió Lloyd – ¿podría hablarnos en español?, la verdad es que no entiendo nada de lo que nos ha dicho.

- Habla por ti – dijo García sonriendo

- ¡Ja!, dime que has entendido algo – le contestó Lloyd

- Entiendo agentes – dijo la doctora - trataré de simplificar lo que necesito. En una conversación con el Ingeniero Rhodes, quién trabajo con el Coronel Bliss, como ustedes bien saben, me contó que en una estación del subterráneo ocultaron una caja táctica con archivos en papel y digitales sobre la creación del virus, necesito obtener esa información para agilizar mi trabajo, la ubicación del subterráneo ya está cargada en sus dispositivos ISAC.

- Ok doctora – dijo Lloyd – saldremos ahora mismo y volveremos con su información.

- Gracias – contestó ella – esa sería una segunda victoria para los buenos.

-

-

- *****************

Los agentes Earp y Dinozzo se dirigieron al ala de seguridad con la finalidad de entrevistarse con el Capitán Benítez para obtener los detalles de su misión, nuevamente observar e informar, si la inteligencia obtenida sobre Ferro era sólida, podrían anotarse una nueva victoria y consolidar así el avance en la recuperación de la ciudad, pero eso estaba por verse, cómo les dijo Benítez, esto es paso a paso. Lo encontraron en su habitual puesto de trabajo, ensimismado en una torre de papeles que estaba estudiando, mapas, relaciones de personal, cantidad de insumos y otras cosas que manejaba en su día a día:

- Buenos días Capitán – saludaron los agentes

- Buenos días agentes– contestó Benítez

- Venimos por la misión – dijo Earp

- Ah, la misión, sí bueno, les explico, una de mis patrullas logró obtener información de un grupo de rikers, éstos luego de la derrota de Barrett, están en desbandada, por lo que sólo fue necesario amenazarlos un poco para que soltarán la lengua.

- Me imagino el tipo de amenazas – interrumpió Dinozzo riéndose.

- Sólo las convencionales agentes – contestó Benítez – pero bueno, lo importante es que éstos tipos dijeron que a raíz de la cooperación que estaban llevando a cabo ambas facciones, les había correspondido un par de veces dirigirse a una fábrica abandonada, donde los cleaners están produciendo napalm en grandes cantidades, cómo ustedes saben, el napalm es la principal arma que utiliza esta facción y su líder se encuentra supervisando las operaciones en aquél lugar.

- ¿y la ubicación Capitán? – preguntó Earp

- Ya cargada en sus dispositivos agentes – contestó Benítez

- Gracias Capitán – dijeron ambos agentes – entonces resueltas las dudas nos vamos.

- Buena suerte – se despidió Benítez – recuerden ser cuidadosos, Ferro no es un enemigo al que hay que subestimar.

- Lo tendremos en cuenta Capitán, gracias.

*****************

Para cuando Dan llegó a reunirse con el Coronel Bliss, éste no se encontraba en su cuartel general, recibido por uno de sus tenientes fue alojado en una habitación reservada en tiempos mejores a los más altos dignatarios, tanto nacionales como internacionales, el lugar donde se encontraba rebosaba historia de un país extranjero, hermosas pinturas y esculturas por doquier, pero así mismo cámaras y micrófonos ocultos, que supuestamente pertenecían a épocas pasadas y que ambos países habían olvidado - ¡Ja! – pensó Dan – nada ha cambiado, salvo de donde viene el dinero – se despojó de su equipo, cambió los vendajes de sus heridas y se recostó en la cama de la habitación dispuesto a relajarse cuando sonó su teléfono satelital:

- Hola Jhon – dijo una voz conocida a través del aparato

- Jefe – contestó Dan

- ¿Cómo van tus heridas? – preguntó

- Bastante bien, gracias, pero ¿cómo supiste? – dijo algo sorprendido Dan

- Ya lo sabes Jhon, tengo ojos y oídos en todas partes.

- Entonces ya sabes lo de Barrett.

- Por supuesto, es sólo un pequeño inconveniente.

- ¿pequeño inconveniente? – contestó Dan – perdón, pero hemos perdido ya dos facciones, no creo que sea tan poca cosa.

- No te preocupes Jhon, hay cosas con las que tú no lidiaras.

- Pero Aaron – en el instante mismo de pronunciar el nombre, Dan supo que la había cagado, respiró profundamente, tragó saliva y esperó la reprimenda.

- Jhon – dijo la profunda voz con un tono conciliador – creo que estás olvidando las reglas de comunicación conmigo.

- Perdón Jefe – es, es...

- Tranquilo, tengo medidas especiales y de respaldo, por esta vez pasará.

- Gracias.

- Ahora hablemos de negocios Jhon, debes abandonar ese lugar y dirigirte a una estación del subterráneo cuya ubicación ya fue cargada en tu sistema de comunicaciones, ahí recuperaras una caja táctica que dejé hace un tiempo.

- ¿Qué contiene? – preguntó

- Algo que es mejor no sepas Jhon, ya sabes que el negocio es peligroso.

- Ok, pero ¿está marcada de alguna forma?, debe haber muchas cajas tácticas por allí.

- Es una caja con la insignia de la agencia y mis iniciales debajo "A.K.", la reconocerás de inmediato, recupérala y entrégasela al Coronel Bliss, él estará esperando en donde te encuentras ahora.

- En el lugar encontrarás un aliado del Coronel, él mantiene alejados a los curiosos.

- Bien, descansaré un poco y saldré.

- No me falles Jhon, esto es vital para el avance de nuestro plan.

- Nunca le he fallado.

- Puedo recordar un error hace un instante – dijo seriamente la voz.

- Sólo un desliz jefe, le comunicaré una vez tenga el objeto.

- Una última cosa Jhon, ¿has visto a los demás?, a Brian o a Heather.

- No jefe, no les he visto desde la última vez que me mandó a hablar con ellos, pero sé que andan por ahí.

- ¿entiendo que no los pudiste convencer?

- Ni siquiera me escucharon.

- ¡maldición! ¡esos problemas nos pueden seguir a D.C.!

- ¿quiere que los elimine?

- ¿Tú?, perdóname Jhon, pero están fuera de tu liga, no hagas nada respecto a ellos, ya veré como solucionarlo

- Entiendo.

- Completa la misión Jhon, nada más, adiós.

- Adiós Jefe.

*****************

García y Lloyd llegaron a su destino casi sin contratiempos, la eliminación de Barrett había acarreado la casi total desbandada de los rikers, y las calles antes llenas de enemigos ahora sólo presentaban un total abandono, salvo por uno que otro sobreviviente escarbando entre la basura y los vehículos abandonados en busca de alimentos, ropa e incluso medicinas.

Ambos agentes vieron la entrada al subterráneo y en sus alrededores una patrulla de la JTF, se entrevistaron con el Sargento a cargo y éste les indicó que patrullaba regularmente la zona y que solamente había visto un par de rikers y algunos carroñeros merodear por allí, pero les advirtió que antes que él y su gente, habían existido otras patrullas asignadas a la zona, cuyos miembros fueron asesinados, por lo que dicen los rumores, un agente renegado o algo así, en todo caso no sólo han matado a miembros de la JTF, por lo que cuentan, el que entra no sale. Agradecieron la información del Sargento y se dirigieron a la entrada del túnel.

- ¿Un renegado en el subterráneo? – dijo García en voz alta – no me cuadra.

- ¿conoces a muchos renegados? – preguntó Lloyd

- A algunos, he enfrentado a unos cuantos y de otros sólo he oído hablar, pero te puedo asegurar que no es su modus operandi mantenerse en un solo lugar.

- A menos que se los hayan ordenado.

- ¿Ordenes de quién? Si te has hecho renegado es justamente para no recibir órdenes de nadie, insisto, no creo lo del renegado en el túnel.

- No importa, lo averiguaremos ahora – dijo Lloyd mientras se adentraban en el túnel.

Bajaron las escaleras que los conducían a la entrada del subterráneo, pasaron los torniquetes de entrada hacia los andenes donde pudieron ver carpas que los sobrevivientes habían puesto en el lugar para escapar del frío invierno, cajas de ayuda apiladas en los rincones y trenes abandonados, además de uno que otro cuerpo conservado por el ambiente helado, no se percibía un alma alrededor, ni movimiento ni nada, sólo las ratas corrían a sus anchas como si todo esto les perteneciera, increíblemente no habían tocado los cuerpos, ¿sabrían las ratas del contagio?, siguieron avanzando por el interior del andén registrando los trenes, tanto por el interior cómo por el exterior, las armas preparadas y los sentidos alerta, García efectuaba las revisiones y Lloyd las coberturas, pasados unos minutos cambiaron de roles, hasta que Lloyd hizo una seña de alto con su mano, García se acercó para ver qué pasaba:

- ¿Qué viste? – preguntó a Lloyd

- Una bomba trampa – le dijo indicando hacia unos 20 metros de su posición – ¿vez esa pequeña luz que sale del paquete adosado al carro?

- Sí, la veo – contestó García - ¿Qué hacemos?

- Fácil, la hacemos explotar – sacó su pistola y apuntó al paquete, con un tiro bastó para que éste explotara y rociara con napalm una amplia superficie.

- Cleaners – dijo García

- Obviamente.

- Sigamos, adelante, parece que un poco más allá esta la estación de cambio de andenes.

- Bien, voy adelante – dijo Lloyd, avanzando lentamente entre la línea, oteando todos los rincones donde pudieran haber escondido otra bomba.

La estación de cambio de andén no era más que una especie de patio gigante, donde los trenes pasaban de un andén a otro o simplemente se mantenían estacionados en espera de salir nuevamente a servicio, una gran cantidad de vagones a derecha e izquierda y una máquina en la vía principal era parte de lo que veían los agentes, al parecer C.E.R.A. o la JTF habían usado este espacio como bodega también, había cajas de ayuda y pertrechos por todas partes, ambos agentes miraron alrededor y se encogieron de hombros, tendrían que registrar todo el lugar.

- ¿alguna seña o marca especial tendrá la caja táctica que buscamos? – preguntó Lloyd

- La doctora no menciono nada, tendremos que abrir las que encontremos.

- Bien, empecemos entonces, hay mucho terreno que cubrir.

- Voy por la izquierda – dijo García – debemos comenzar por los vagones y luego por el resto del lugar.

- Ok, voy a la derecha entonces – contestó Lloyd

- Lo mejor será usar un pulse, creo que el mejor lugar será a un par de metros de los vagones

García sin dejar de mantener su arma en ristre, se dirigió al primer vagón que se encontraba a su izquierda, lanzó el pulse que abarcó casi la totalidad de su sector, e ISAC enlazó los datos, creando un mapeado de calor respecto de los objetos que podían resultar valiosos, en su sector fueron marcados cuatro lugares, dos dentro de un vagón y otros dos en el exterior, casi al final de la estación. Lloyd llevó a cabo la misma operación en su sector, al lanzar el pulse, logró detectar seis objetos, dos en vagones y cuatro en el exterior, no tan lejanos como los detectados por García, pero sí bastante separados entre ellos, por lo que se pusieron manos a la obra, primero el registro de los vagones no rindió ningún fruto, un par de mochilas de emergencia y bolsos de consumibles, nada importante, bajaron de los vagones y de mutuo acuerdo decidieron buscar juntos los objetos marcados en el exterior, primero el sector de Lloyd, por el costado derecho de la estación, al llegar al primer punto pudieron comprobar que se trataba de una caja táctica, pero al abrirla sólo encontraron munición de subfusil, García la tomó para su arma secundaria y siguieron al segundo punto donde encontraron ropa de abrigo, luego al siguiente objeto, también era una caja táctica, con cuidado la abrieron para encontrar una pistola M1911 táctica, Lloyd la reclamó para sí y la guardó en su mochila, por último al llegar a la siguiente ubicación sólo encontraron una mochila de emergencia con un par de consumibles.

- Entonces el tesoro está en tu sector García – dijo Lloyd, tomando un poco de agua de su botella.

- Tomémonos un respiro y vamos a los lugares marcados – contestó García mientras comía una golosina, estaba agachándose para sentarse en el suelo cuando algo llamo su atención entre los vagones que estaban al final de la estación, lanzó la golosina al suelo y apuntó rápidamente con su arma al lugar donde le había parecido ver algo - ¿viste ese brillo al final del túnel? – le preguntó a Lloyd

- No – dijo Lloyd arrodillándose al lado de García apuntando también con su arma, utilizando la mira para ver con mayor nitidez.

- Me pareció ver el brillo de una mira – dijo García

- Separémonos – indicó Lloyd – solo un poco, pero lo suficiente para no dar la oportunidad de que matarnos sea muy fácil. García gruñó algo inentendible y comenzaron a avanzar, se pegaron a los vagones abandonados tratando de ofrecer el menor blanco posible ante cualquier ataque, en el momento en que se acercaban al lugar que García había indicado ISAC lanzó su alerta característica "enemigo altamente protegido detectado" - ¡no veo a nadie! – dijo Lloyd

- Yo tampoco – contestó García

- Este trasto debe estar fallando – observó Lloyd mientras miraba su reloj en el preciso instante en el cual el dispositivo de García se iluminó e ISAC lanzó otra vez "enemigo altamente protegido detectado".

- Rodeemos este vagón – indicó García – con cuidado y nos vemos al otro lado.

- Ok – contestó Lloyd, separándose de García y yendo por el otro costado del vagón que tenían al frente.

García avanzaba lentamente por su costado, paso a paso con la mirada al frente y el cañón de su arma hacia adelante, agazapado como un gato a punto de saltar sobre su presa, de pronto creyó oír un ruido proveniente del vagón más próximo, se detuvo a escuchar, pero no oyó nada más. Lloyd por su parte avanzaba por su costado sin mayores dificultades, al llegar al extremo del vagón se detuvo a esperar a García, no veía nada ni oía nada anormal, no podía lanzar un pulse porque éste requería recargarse y aún estaba en ese proceso, se agachó para examinar el suelo y pudo ver unas huellas de botas militares que iban desde el vagón hacia donde supuestamente estaba el último objeto marcado – no creo que sea coincidencia – pensó; García llegó a su lado y Lloyd sin hablar le indicó por señas lo que había descubierto, se señaló a sí mismo con su mano derecha y luego con dos dedos de su mano izquierda sobre la derecha, los hizo caminar indicando que él iría primero, para luego señalar a García y posteriormente el lado derecho donde habían una cajas de madera que ofrecían cobertura, García levantó el pulgar y se fue en dirección a las cajas, mientras Lloyd se levantaba para comenzar a avanzar hacia el lugar donde se dirigían las huellas, cinco luces avanzaban rápidamente hacia él:

- ¡cuidado! – gritó García – ¡minas rastreadoras!

- ¡Oh, mierda! – gritó Lloyd mirando a todos lados buscando cobertura

- ¡sube al vagón! – le gritó García, a lo que Lloyd tomó impulso y antes de que las minas lo alcanzaran, saltó al interior del vagón, en el preciso instante en que éstas hacían explosión, García se preparaba para correr a ayudar al agente cuando una ráfaga de disparos lo obligó a lanzarse al suelo donde estaba, era una ametralladora ligera, posiblemente una M60, a juzgar por la cantidad de disparos y los grandes trozos de madera que arrancaba cada acierto a su posición, el tirador sabía usarla.

- ¡hola agentes! – gritó una voz desde la oscuridad – sólo para que sepan quién los matará, me presento, soy el Sargento Artillero León "Gunny" Ramos del LMB y será mi voz la última que escucharán – dijo el sargento mientras reía a carcajadas.

Eso es – pensó García – ríe mientras puedas y deja de disparar para poder moverme – asomó la cabeza por sobre su cobertura y recibió una lluvia de balas, no podía moverse, no podía saber si Lloyd estaba bien, no le gustaban sus posibilidades, comprobó su arma, el sistema pulse aún estaba cargándose – esto no pinta bien – pensó - ¡Lloyd! – llamó por el intercomunicador - ¡Lloyd! ¿me recibes? ¿estás bien? – pero no obtuvo respuesta, cómo una distracción lanzó una torreta lanzallamas por el costado, pero ésta no se movió, no tenía blancos cercanos - ¡cacharro inútil! – dijo y se sentó en el piso, atisbando por sobre su hombro a cada instante.

Lloyd estaba tirado dentro del vagón, no le había alcanzado la explosión de las minas rastreadoras, pero sí la onda expansiva, la que lo lanzó de cabeza hasta la mitad del vagón, poco a poco recuperó la conciencia, abrió los ojos, se incorporó rápidamente y se tocó todo el cuerpo en busca de heridas o algo faltante, estaba bien, pero había perdido su arma principal, sacó el subfusil MP5 que usaba cómo secundaria y agazapado salió por la parte delantera del vagón, escuchó a su enemigo disparar sobre la ubicación de García, así que éste estaba vivo, avanzó por el costado del vagón, observó el lugar y pudo ver un pequeño bloque de cemento que le serviría como cobertura, se lanzó corriendo hasta él y se quedó agachado, al parecer su enemigo no se había percatado del movimiento, asomó la cabeza justo para ver cómo el sujeto lanzaba una torreta hacia su posición, el dispositivo cayó un par de metros delante y comenzó a escupir balas de inmediato y dejándolo sin opción de movimiento - ¡García! ¿me recibes? – lanzó por el intercomunicador:

- Te recibo Lloyd ¿estás bien? – preguntó García

- Sí, pero este desgraciado me tiene atrapado, no tengo forma de moverme.

- Yo estoy igual, pero tengo una idea para distraerlo.

- Soy todo oídos – contesto Lloyd

- ¿tienes minas rastreadoras?

- No, sólo traje un par de bombas pegajosas.

- Ok, a la mierda el plan entonces, tendremos que usar las bombas pegajosas, supongo que aún no puedes utilizar pulse.

- No, aún en recarga

- Bien, haremos esto, lanzamos una bomba pegajosa cada uno, tú a la derecha y yo a la izquierda, eso lo obligará a salir de donde este.

- Bien, a mi cuenta entonces, 3, 2, 1, ¡fuego!

Lanzaron las bombas, éstas al entrar en contacto con una superficie sólida se pegaron y explotaron a la pulsación del detonador por parte de los agentes, las explosiones tuvieron el resultado esperado y vieron cómo un sujeto vestido con el uniforme de camuflaje del LMB, se lanzó hacia la parte trasera de uno de los vagones que había al final de la estación, esto le dio la oportunidad a ambos agentes para salir de sus coberturas y correr en dirección a su enemigo, García, disparando mientras corría le indicaba a Lloyd que rodeara el vagón, éste llegó a la entrada del mismo, comprobó su arma y comenzó a avanzar por el costado del carro, García por su parte subió al carro y se agazapó en la parte de atrás de unos asientos para recargar su arma, una vez cargada saltó hacia el exterior por la puerta del medio del vagón, y comenzó a moverse sigilosamente hacia donde estaba el soldado cuando escuchó disparos adelante, corrió para ver cómo Lloyd se enfrentaba al enemigo, pero el subfusil no era oponente para la ametralladora ligera, superado por la potencia de fuego, Lloyd se lanzó al suelo rodando sobre sí mismo, al tiempo que cambiaba el cargador vacío de su arma, el soldado, sin dejar de disparar lo seguía con una ráfaga interminable sin lograr acertarle, García levantó su arma hacia el enemigo, puso la culata en su hombro para mayor seguridad y apuntó a la cabeza del sargento, puso su dedo índice en el gatillo y cuando se aprestaba a disparar, un tiro le voló el sombrero de la cabeza - ¡otra vez no! – pensó, al tiempo que se lanzaba al suelo de espaldas, para ver de dónde venía el disparo, grande fue su sorpresa al ver sobre uno de los vagones de la entrada, al francotirador que habían herido durante el ataque a la base, un segundo disparo dio cerca de sus pies por lo que se incorporó rápidamente, lanzándose hacia donde Lloyd se enfrentaba con el soldado, la M60 del sargento no cesaba de vomitar munición sobre el rastro del agente, se dio cuenta que a su espalda se encontraba García por lo que se volvió hacia él con la intención de acribillarlo pero su munición se agotó a medio camino entre Lloy y García - estoy jodido – pensó y fue lo último que cruzó su mente cuando una certera ráfaga disparada por Lloyd ascendió desde su pecho hasta su cabeza, matándolo al instante.

- Esto no ha terminado Lloyd, tenemos un francotirador al frente – dijo García

- ¿es el mismo del ataque a la base? – preguntó Lloyd

- El mismo – contestó García – y de nuevo agujereó mi sombrero

- Bueno, un motivo más para darle caza.

- Bien, hagámoslo entonces, pero te advierto que estoy un poco escaso de munición.

- Yo también así que deberemos cuidar cada disparo.

- Creo que este tipo no está aquí por casualidad – dijo García

- ¿crees que la caja táctica tiene algo que ver?

- Exacto, demasiada coincidencia, Lloyd vamos a distraerlo y tú vas a ir por esa caja, yo me encargaré de este desgraciado.

- Si eso quieres.

García asomó la cabeza por el costado del vagón, lo suficiente para ver el haz de luz verde posicionarse ahí mismo y sentir el disparo al tiempo que golpeaba el metal, Lloyd por su parte hizo lo mismo a continuación, con el mismo resultado, la posición de su enemigo era ventajosa, pero ellos eran dos, tendrían que jugar con los números, García lanzó una granada de humo hacia adelante, esperando crear una cortina que dificultara la visual a su enemigo, cuando esto ocurrió se lanzó hacia adelante a la cobertura que había utilizado antes - ¡ahora Lloyd! – dijo por el intercomunicador mientras disparaba unos cuantos tiros hacia la posición del francotirador, Lloyd corrió en sentido opuesto, hacia la ubicación del primero de los objetos marcados, cuando llegó pudo percatarse que se trataba de un bolso médico, avanzó hacia la última ubicación, oculta entre unas cajas vacías de munición, estaba la caja táctica, marcada con el logo de la agencia y dos brillantes iniciales grabadas bajo el lema de The Division, "A.K.", trató de abrirla pero mantenía su sello intacto, haría falta la contraseña numérica o fuerza bruta para abrirla, pero ahora no había tiempo – ¡la tengo García! – le comunicó Lloyd – bien, avanza a mi posición – contestó García.

Jhon Dan cambió de posición en cuanto García lanzó la bomba de humo, sabía que eran dos agentes y que seguramente iban por la caja, estaba en desventaja numérica pero no podía fallarle a su jefe, saltó del vagón donde se encontraba y corrió a un pilar de la estación, se arrodilló y se puso el rifle al hombro observando con la mira telescópica su entorno, vio los destellos de los disparos que hizo García hacia el vagón donde previamente se encontraba, una maniobra distractora, el otro agente seguramente fue por la caja, aprovechó el humo que también dificultaba la visión a García y lanzó una torreta lanzallamas para cubrir su salida, esta se armó y quedó standby hasta tener algo que quemar dentro de su rango, Dan se movió rápida pero silenciosamente por las sombras, aprovechando cada mancha de oscuridad, avanzaba hacia el lugar donde estaba la caja táctica, pasó por el costado de García, podría haberlo matado fácilmente pero debía llegar a la caja antes que el otro agente, probablemente será un error pero la misión es siempre primero.

Lloyd acomodó la caja a su mochila y comenzó a correr hacia la posición de García, no le gustaba la oscuridad y este lugar era endemoniadamente oscuro, se movía con cierta dificultad y a cada paso creía ver un brillo en las sombras, salió de la cobertura que le proporcionaba un vagón mirando a cada lado, aguzó el oído y avanzó nuevamente, esta vez agazapado y lentamente, vio el haz de luz verde justo a tiempo para lanzarse hacia adelante evitando el disparo, el tiro atravesó limpiamente la suela de su bota derecha, gateó desesperado hacia adelante cuando otro tiro dio en el suelo a centímetros de su cabeza, se volvió sobre sí mismo, rodo hacia la izquierda y otro disparo levanto polvo a su costado – está jugando conmigo – pensó, se levantó de un salto y disparó hacia donde pensaba que estaba el francotirador, vació el cargador y lo cambió por otro, el último, levantó su arma al tiempo que el haz de luz se posaba sobre su frente, se giró y se lanzó al suelo, sintió como el disparo le quemó la nuca, rodó nuevamente, se levantó y un tiro destruyó el módulo de ISAC de su mochila – ahora incomunicado – pensó – estoy realmente jodido – con la mochila lanzando chispas, un solo cargador en su arma, Lloyd se refugió tras el último vagón que había cerca de su posición, no lograba divisar la ubicación del francotirador y estaba en clara desventaja, comprobó que la aplicación pulse estaba cargada pero con el módulo de su mochila destruido, no funcionaba nada ligado a la electrónica de su equipo, asomó la cabeza tratando de ver algo, revisó su inventario, un cargador, dos pistolas y dos granadas, una de fragmentación y otra de conmoción, dos bengalas, una blanca y otra roja y por último un cuchillo de sobrevivencia.

García escuchó los disparos del enfrentamiento y luego nada, se movió con sigilo hacia la última posición del francotirador y al acercarse se activó la torreta lanzallamas dejada allí por su enemigo, se lanzó hacia su cobertura original evitando por poco ser quemado por la lengua de fuego lanzada por la torreta, se volvió hacia atrás y avanzó hasta donde escuchó el enfrentamiento, dio tres pasos y volvió a ver el haz de luz verde apuntándolo al pecho, el disparo le impacto de lleno lanzándolo al suelo de espaldas, quedó ahí tirado, inmóvil, con ambos brazos extendidos y las piernas abiertas.

Dan vio caer a García, lo observó un momento y cómo no vio reacción alguna volvió a preocuparse por el otro agente, salió de su cobertura y cambió de arma, puso el rifle a su espalda y se armó con una escopeta SASG 12, caminó lentamente hasta la parte trasera del vagón que servía de cobertura a su enemigo, con la intención de rodearlo y atacarlo por la espalda, se pegó a la estructura y avanzó, vio al agente agazapado un poco más adelante, llevó la escopeta a su hombro para apuntar mejor cuando Lloyd se volvió hacia él con una pistola de bengalas en su mano derecha, disparó y la bengala de un fuerte color blanco, pasó rosando su costado derecho, cegándolo un momento e impactando el muro tras él, se llevó las manos a la cara cubriéndose los ojos, lo que le dio la oportunidad al agente para escapar, tomó su rifle y con la vista aún borrosa apuntó a su objetivo, disparó pero su tiro se perdió en la oscuridad al igual que su presa, pensó en correr tras él, pero vio algo en el suelo que llamó su atención, la caja táctica estaba ahí, la comprobó, estaba intacta y cerrada, la acomodó en su mochila, comprobó el cargador de su rifle y avanzó para eliminar a su enemigo que escapaba.

Lloyd corrió como alma que lleva el diablo, un poco más adelante vio a García tirado en el piso, se lanzó hacia él, se arrodilló y comenzó a remecerlo - ¡García! ¡García! – vio el agujero de bala en el poncho que usaba el agente, lo levantó para revisar la herida y pudo ver la bala incrustada en el chaleco de García, su set del nómada había cumplido, estaba vivo, lo remeció una vez más con fuerza, tenían que salir de allí porque el francotirador venía tras él - ¡García! ¡despierta viejo, despierta! – García se estremeció y se incorporó tocándose el pecho, paso su dedo índice por el orificio de su poncho - ¡maldito desgraciado, está haciendo mierda mi ropa! – ¡luego te preocupas de tu ropa, García! – dijo Lloyd – el maldito sigue tras de mí, vámonos.

- ¿encontraste la caja que venimos a buscar? – preguntó García

- Sí

- ¿y dónde está?

- La perdí

- ¡¿que tú que?!

- Luego te preocupas por eso, ahora vámonos

Dan llegó justo a tiempo para ver a los agentes correr hacia la salida del subterráneo - ¡ese nómada tiene más vidas que un gato! – rezongó - pero la suerte se les acaba ahora – se dijo así mismo lanzándose en persecución de los agentes.

Al llegar a los torniquetes de entrada Lloyd y García se cubrieron tras los pilares de ingreso, sabían que el francotirador los seguía y su mejor oportunidad era esperarlo allí, una emboscada a la vieja usanza, García desplegó una torreta lanzallamas un poco más adelante de su cobertura, mientras que Lloyd esperaba con una granada de fragmentación lista para ser lanzada, de pronto la torreta se activó y comenzó a lanzar sus llamas, pero lo que atacaba no era al francotirador sino que a cinco minas rastreadoras que avanzaban rápidamente hacia los agentes - ¡dispárale a las minas Lloyd! – gritó García – mientras hacía lo propio con su arma, logrando eliminarlas todas antes de que llegarán a ellos - ¡estoy seco! – dijo Lloyd – ya no me queda munición de subfusil – a mí solo me queda un cargador – contestó García.

Dan rodeo la posición de los agentes, tomó cobertura tras un habitáculo de distribución de alimentos y se llevó el rifle al hombro, apoyó el rostro contra la culata y abrió la protección de la mira telescópica para apuntar con eficacia, el aumento de la mira le permitía ver hasta el mínimo detalle de su blanco, pero no podía ubicar en la retícula a ninguno, estaban bien cubiertos, observó su alrededor y vio un barril de combustible cercano a la posición de sus enemigos, apuntó y disparó, la explosión del barril hizo que García que estaba más próximo saliera de su cobertura, oportunidad que aprovechó Dan para ponerlo a tiro, encendió el láser y situó el punto de luz en la cabeza de García, sonrío al mismo tiempo que apretó el gatillo de su rifle y la bala salió en dirección al agente.

Lloyd vio el haz de luz verde posarse sobre la cabeza de García, salió de su cobertura y se lanzó sobre él, al moverlo de su posición original el disparo dio en el costado izquierdo de su cara destrozándole el ojo, García lanzó un grito de dolor y se cubrió el rostro con las manos que se le llenaron de sangre, Lloyd arrodillado frente a él, sacó un botiquín y le inyectó dos veces la solución de emergencia, García se estremeció y se quedó inmóvil.

Dan volvió a apuntar, esta vez al agente que estaba ayudando a su amigo, lo tenía en la mira a punto de dispararle cuando aparecieron en escena los soldados de la JTF que estaban patrullando afuera - debería haberlos matado antes de entrar aquí – pensó – pronto se les acabará la suerte agentes – dijo en voz alta, antes de retirarse del lugar entre las sombras, tal y cómo había llegado.


IV PARTE

WASHINGTON D.C.

Lloyd, con la ayuda de los soldados de la JTF habían logrado llegar a la base de operaciones a tiempo para salvar a García, la agente David, cómo médico cirujano, se hizo cargo de la operación conjuntamente con el equipo médico de la base, García estuvo 6 horas en cirugía, Lau, Benítez, Lloyd y algunos soldados de la JTF, se mantenían dando vueltas por el ala médica para saber cómo había salido todo, para cuando la agente David salió fue literalmente asaltada a preguntas sobre el estado de salud de García :

- ¿Cómo esta doctora? – preguntó Lloyd

- Débil, perdió el ojo izquierdo, pero no hay daño encefálico, logramos extraer un fragmento de bala que se le había alojado en la cuenca ocular, por ahora depende de él mismo, de las ganas que tenga de seguir adelante, por nuestra parte está todo hecho.

- Gracias agente – dijo Lau – usted y su equipo hicieron todo, vayan a descansar.

- Gracias – dijo la agente David – pero tengo dos soldados de la JTF que atender antes de descansar.

- Gracias – le dijo Lloyd – lo salvaste

- Tú y los soldados que lo trajeron lo salvaron, si hubiera llegado un minuto más tarde estaría muerto. Lloyd asintió y se dirigió hacia Lau, sacando algo de su bolsillo se lo pasó a ella.

- Agente Lau ¿puede entregarle esto a la doctora Kandell?

- Claro agente ¿Qué és? – dijo Lau examinando los dos pequeños frascos y un papel con el dibujo de una cadena de ADN, que Lloyd le había entregado.

- No lo sé, estaban en el interior de la caja táctica que nos pidió recuperar, había más cosas, pero con la premura de salir de allí rápido sólo saque lo que me pareció más importante.

- Agente, si esto es lo que creo que es, podríamos estar frente a la cura del virus o por lo menos una vacuna.

- Ojalá sirva, porque eso casi le cuesta la vida al agente García.

- Descansa Lloyd, ya han hecho demasiado por hoy.

- ¿ha tenido noticias de Earp y Dinozzo?

- Aún nada, pero confío en ellos y sus capacidades, estarán bien.

- Sí, son buenos agentes, voy a dormir un poco, hasta mañana – se despidió Lloyd.

- Adiós – dijo Lau – y se dirigió rápidamente a encontrar a la doctora Kandell.

*****************

Earp y Dinozzo llegaron a su destino casi al mismo tiempo que Lloyd y García al suyo, una fábrica abandonada que ahora bullía de actividad, cleaners saliendo y entrando, chimeneas humeantes y calderas a plena capacidad, la inteligencia era acertada, en esa fábrica se estaba produciendo napalm en grandes cantidades, proveyendo a los cleaners de un suministro seguro y continuo. Los agentes se habían situado en unos andamios que estaban instalados en el frontis de un edificio cercano a la fábrica, Earp con unos binoculares observaba los movimientos del interior mientras que Dinozzo comía una barrita energética:

- No veo ninguna señal de Ferro – dijo Earp

- Paciencia, ya aparecerá, esta es la única entrada, si llega lo veremos.

- Pero si ya está adentro no, esta fábrica es enorme.

- Tranquila, la única salida es por la parte trasera y son muchas escaleras para que Ferro las utilice.

- Está bien, esperaremos hasta que caiga la noche, si no lo vemos entramos y exploramos.

- Ok, entonces tú tienes el primer turno de vigilancia, yo voy a dormir un poco.

- Veo que eres un caballero.

- Sólo soy práctico, nada más – y diciendo esto se acomodó en su lugar y se durmió.

Los agentes se mantuvieron en constante vigilancia, hacían turnos para ello, uno vigilaba el otro descansaba, pasó la mañana, el mediodía y la tarde, sin que pudieran ver ni rastro de Ferro, por lo menos su vigilancia sirvió para conocer las rotaciones de los guardias y el nivel de seguridad que tenían los cleaners en la fábrica, se decidieron a entrar a la fábrica entrada la noche, por una cuestión seguridad Dinozzo prefirió ser quién se infiltrara y Earp en su calidad de francotiradora lo cubriría a la distancia, para ello ya había sondeado un lugar más alto en la misma estructura en la cual se encontraban.

- Ten cuidado Dinozzo, recuerda que la misión es solo de observar e informar, no te enfrentes a los enemigos ni menos sólo – le aconsejó Earp.

- No te preocupes Earp, sé que es mi primera misión como infiltrado, pero dame un poco de crédito, soy un agente entrenado – respondió Dinozzo.

- No estoy cuestionando tus capacidades, sólo te estoy diciendo que tengas cuidado.

- Lo sé, ahora deja que me vaya, voy a aprovechar el cambio de guardia para entrar.

- Bien, nos vemos entonces.

Dinozzo bajó sigilosamente de la estructura en la cual estaban vigilando, la entrada a la fábrica lo llevaba dos pisos hacia abajo, descendiendo por unas escaleras hasta un terreno lleno de materiales de construcción y contenedores metálicos, todo ello le permitía moverse casi con libertad por el lugar, pudiendo evitar el contacto directo con los enemigos que pululaban por allí, avanzó por el terreno hasta unos estanques que contenían el napalm producido en ese nivel, calderas trabajando a toda capacidad amortiguaban el sonido de sus pasos y las cajas y bodegas lo protegían de ojos indiscretos, memorizó los lugares en los cuales un ataque podía hacer más daño y subió otra escalera a fin de subir un nivel, cruzó un patio de trabajo en el que también había calderas y contenedores de napalm, anotó mentalmente sus ubicaciones y siguió avanzando, había bastantes enemigos pero con todos los materiales de construcción y cajas apiladas por doquier era fácil pasar desapercibido, vio un grupo de cleaners reunidos tras una bodega y decidió ir a escuchar su conversación:

- Ferro está planeando vengar a Barrett – dijo uno de los cleaners

- Sí – contestó otro – por eso la fábrica está trabajando a toda su capacidad.

- Parece que Joe está en conversaciones con el Coronel Bliss – aportó un tercero – tengo un amigo en la escolta del jefe que me lo comentó.

- En estos momentos debe estar allá entonces – afirmó el primero que había hablado.

- Según mi amigo en unos tres días más estará aquí.

- Entonces ahí se decidirá el ataque, seguramente traerá gente del LMB.

- Eso será un espectáculo de luces – término diciendo el que parecía ser el líder.

Con esta información Dinozzo decidió seguir avanzando de igual forma en su exploración de la fábrica, si Ferro llegaba a esta instalación era de suma importancia contar con inteligencia oportuna sobre las diferentes ubicaciones de enemigos, sistema de seguridad, armas y cualquier otra información valiosa para la operación, avanzó por dos zonas más donde pudo observar cantidad de enemigos, lugares de reunión y sistema de guardias, además del lugar donde podría estar Ferro en caso de llegar a este lugar. Volvió sobre sus pasos sin llamar la atención de nadie y salió sigilosamente de la fábrica dirigiéndose a la estructura donde se mantenía Earp vigilando.

- ¿cómo fue tu incursión Dinozzo? – preguntó Earp

- Muy bien, logré averiguar que Ferro llegará en aproximadamente tres días y que planean otro ataque a la base en venganza de la muerte de Barrett.

- Vaya ¿y todo eso lo harán los cleaners?

- No, escuché decir que se estaban aliando con el LMB y que traerían gente para el ataque ¿Qué és el LMB? – preguntó Dinozzo

- Son las siglas del ejército del Coronel Bliss, Last Man Batallion, son una milicia privada que en primera instancia trabajaba para las autoridades locales en protección, luego de la crisis de insurreccionaron y volvieron rebeldes, tratando de adueñarse de la ciudad e imponiendo sus reglas.

- ¿son peligrosos entonces?

- Más de lo que te puedas imaginar, son disciplinados, especializados y muy tácticos, en definitiva, todo lo que hace temible a un ejército.

- Entonces tendremos que prepararnos para ese enfrentamiento.

- En todos los escenarios que se habían propuesto el LMB era el último de los grupos a los que nos enfrentaríamos, incluso se sospecha que el Coronel Bliss tiene responsabilidad en la creación del virus del dólar.

- ¿O sea un pez gordo con todas sus letras?

- Tú lo has dicho – contestó Earp añadiendo - bien hecho agente Dinozzo, se ha ganado una barrita energética – entregándole el consumible.

- ¿Nos vamos entonces? Porque he de confesar que tengo el culo helado.

- ¡Jajaja! – río Earp – sí vámonos de aquí, el Capitán Benítez y la agente Lau estarán muy contentos con tu información.

*****************

Jhon Dan regresó al lugar donde se le ordenó reunirse con el Coronel Bliss, satisfecho por haber cumplido la misión que se le había encomendado y casi seguro de haber matado al nómada, se dio una ducha caliente, se cambió las vendas de sus heridas y descansó un poco. Cuando despertó un par de horas después, antes de llamar a su jefe miró con atención la caja táctica, parecía estar cerrada, la combinación alfanumérica no había sido violada y la caja correspondía a la descripción dada por su superior, confiado, tomo su teléfono satelital y marcó el número que se encontraba guardado en la memoria, el tono emitió su sonido característico una, dos, tres veces, hasta que una voz profunda contestó al otro lado de la línea:

- ¿la tienes?

- Sí jefe, la conseguí.

- ¿está cerrada?

- Sí jefe, a pesar de que tuve que quitársela a esos agentes, la caja está intacta.

- ¿cómo? ¿Tuviste un enfrentamiento con ellos? ¿estuvieron en poder de la caja en algún momento?

- Sí, se la quité a uno de ellos.

- ¿Cuánto tiempo la tuvieron?

- No lo sé, para cuando llegué al lugar se estaban enfrentando al soldado que dejaron cuidándola.

- ¡maldita sea!, Bliss está aquí conmigo, él sabe su contenido y la clave para abrirla, si algo falta tendremos que replantearnos algunas cosas.

- Bien jefe, ¿cuando llega el Coronel?

- Saldrá en la noche de hoy, reúnete con él mañana temprano.

- Ok, adiós jefe.

- Adiós – cortó aquél al que llamaban jefe.

Dan sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando al revisar nuevamente la caja, pudo observar las marcas de entrada hechas por una navaja en las bisagras de la estructura, las marcas eran muy leves por lo que en su primera revisión las paso por alto, no había otras señales en la caja que pudieran afirmar que había sido abierta, pero esas marcas le daban mala espina, sacó su propia navaja y la puso en el mismo lugar de las marcas, calzaban perfectamente, su navaja era la reglamentaria usada por todos los agentes The Division, ejerció una leve presión y la bisagra hizo un sonoro "clic", puso la navaja en la otra bisagra y repitió la operación con el mismo resultado, la caja había sido abierta.

*****************

El Coronel Bliss se encontraba alojado en un hotel barato en la capital, desde su ventana podía ver directamente el capitolio, se llevó el vaso que sostenía a los labios y luego de beber un sorbo de licor se volvió hacia su acompañante preguntándole en tono autoritario:

- ¿estás seguro que tiene la caja en su poder?

- No tengo por qué dudar de Dan – respondió Aaron - ¿tú lo haces? – le retrucó

- No, pero debo asegurarme, nos estamos jugando mucho con esta acción.

- Te aseguraras mañana temprano, sales hoy en la noche a Manhattan.

- Bien, tengo el listado de su contenido y la clave que me diste ¿nuestro amigo ruso tiene su copia?

- Sí, pero el contenido de la caja es la cepa original, la que tiene nuestro amigo es la que usaremos en la gira.

- ¿usarás la gira presidencial para esparcir el virus por el país? ¿no crees que nos van a relacionar?

- Tú eres el consultor de seguridad del Servicio Secreto y yo sólo soy el director en funciones de una agencia que no existe, ¿quién podría señalarnos por algo?

- No lo sé, pero creo que es demasiado riesgoso.

- ¿acaso tu no diste un discurso sobre la libertad y toda esa mierda?

- ¿y eso que tiene que ver con esparcir un virus que posiblemente mate a la mitad del país?

- Este país y el mundo deberá comprender que sus derechos no son absolutos, que serán eliminados en base a las necesidades del bien mayor.

- El bien mayor, una frase demasiado manoseada por políticos corruptos y militares obtusos.

- Por eso somos nosotros los llamados a tomar esta carga en nuestras manos, sólo nosotros comprendemos el bien que le haremos al país con esta medida.

- Sí – dijo finalmente convencido el Coronel Bliss – aunque nuestros nombres no figuren en los libros de historia, lo que haremos quedará marcado para siempre.

- El presidente dará una conferencia de prensa mañana para promocionar su gira, habrá suficiente gente para esparcir el virus en D.C.

- ¿Y cómo piensas hacerlo esta vez? ¿vas a repartir dinero contaminado?

- No seas ingenuo, si bien estos parásitos tomarían el dinero gustosamente no será el mismo efecto, no, usaremos los volantes informativos de la prensa, se repartirán entre todos los asistentes y será más que suficiente, Manhattan sólo fue el principio.

- El caos que esto producirá hará que se autorice la directiva 51 sin que nadie lo objete.

- Y ahí entramos nosotros mi amigo, una vez en control de la situación haremos que nuestra solución sea Global, nuestros amigos Rusos están de acuerdo, los Chinos también, los Brasileños y Bolivianos ya lo decidieron, España está a un 50% y el Reino Unido también está con nosotros, a los árabes y africanos ni siquiera les preguntaremos.

- Brindemos por eso entonces – dijo Bliss alzando su copa.

- Brindemos – dijo Aaron.

*****************

El presidente de Estados Unidos estrechaba las manos de todos aquellos que se le cruzaban, tenía a la prensa comiendo de su mano, las decisiones que se habían tomado en torno al brote de virus en Manhattan le habían otorgado un alza en su popularidad y en las encuestas que raramente se veía en un político, su manejo de la crisis había sido objeto de felicitaciones por parte de diferentes estamentos internacionales, la O.N.U., lo había sindicado como el líder a seguir y la O.E.A. lo invitaba constantemente a sus diferentes actividades, la Unión Europea calificaba su manejo como excepcional y así seguía sumando elogios. Repartía alegremente volantes informativos de la prensa a cada asistente a su conferencia insistiéndoles que los leyeran detenidamente que allí estaba el detalle de su gira y los lugares que visitaría.

Aaron Keener se encontraba en el lugar, observaba atentamente el desarrollo de la actividad y animaba a los asistentes a acercarse al presidente y recibir el informativo de prensa, con una sonrisa torcida miraba alrededor, cuando creía que nadie lo miraba hacía una mueca de disgusto, personalmente era un solitario, retraído y no le gustaban las multitudes, pero para hacer el trabajo se debían hacer ciertos sacrificios. Cuando pensó que ya se habían repartido suficientes volantes se acercó al presidente y a su círculo interno:

- Sr. Presidente – saludó

- Sr. Keener, que bueno verlo por acá – dijo el presidente extendiéndole la mano, a lo que Keener dudó un momento para luego estrechársela con fuerza.

- Veo que su conferencia fue todo un éxito señor.

- ¡Oh! Sólo un poco de propaganda, hay que mantener las encuestas arriba ¿no cree? – dijo el presidente sonriendo ampliamente.

- Ya lo creo señor, ya lo creo – contestó Keener – pero me temo que debo comunicarle que debe abordar el Air Force One, ya se le hace tarde para llegar a Filadelfia, no querrá hacer esperar a los votantes.

- ¡claro que no! Todo por el pueblo americano – contestó el presidente

- Estreche muchas manos señor y no olvide entregar los panfletos – se despidió Keener.

El presidente, el séquito de periodistas y otros políticos que lo acompañaban se retiraron del lugar escoltados por los agentes del servicio secreto, con destino al aeropuerto donde el avión presidencial los esperaba para llevarlos a Filadelfia, próximo destino del presidente en su largo periplo por el país, en una gira sin precedentes en la historia americana, ningún otro presidente había recorrido el país como él lo haría, una oportunidad única para demostrarle a su pueblo que estaba con ellos en cuerpo y alma y compartía todo con ellos, aunque sin saberlo, efectivamente compartiría todo con su pueblo.


Cuando el presidente y su gente se retiraron del lugar, Aaron Keener se encontró solo en el auditorio, se dirigió hacia un basurero mientras se quitaba de las manos una especie de guantes color piel que lo resguardaban de cualquier contagio por contacto, a su vez que retiraba un minúsculo dispositivo que mantenía en su nariz, un filtro de última generación que evitaba el uso de las incomodas mascarillas que hasta ahora se utilizan para evitar contagios aéreos y se retiró sonriendo.


V PARTE

PASO A PASO

Earp y Dinozzo llegaron a la base de operaciones cuando despuntaba el alba, decidieron descansar un momento antes de darles a conocer sus informes al Capitán Benítez y a la agente Lau por lo que se dirigieron cada uno a sus barracas. A las 08:00 horas ambos agentes se encontraron en la entrada del ala de seguridad, los escritorios del Capitán Benítez y la agente Lau se mantenían vacíos, algo bastante inusual en ellos que todos los días a esta hora ya estaban en sus puestos recibiendo informes y despachando misiones, decidieron esperar unos minutos más, estaban intercambiando opiniones cuando apareció Lloyd, demacrado y ojeroso, casi arrastrando los pies al caminar, Earp preocupada se dirigió rápidamente al agente:

- ¡Lloyd! ¿Qué te ocurre?, luces horrible – le dijo Earp

- Hola Earp – saludó Lloyd – Dinozzo – hizo un ademán con la cabeza hacia el agente.

- ¿Qué pasa Lloyd? Me estas preocupando – lo interrogó Earp

- ¿no lo sabes aún verdad?

- ¿saber qué?

- García esta grave en el ala médica, perdió el ojo izquierdo y aún no recupera la conciencia luego de la operación.

- ¿¡Qué!? – dijeron Earp y Dinozzo al mismo tiempo - ¡vamos a verlo! – mientras corrían al ala médica Lloyd les contó lo de su enfrentamiento con el francotirador, cómo llegaron con García a la base y su posterior operación, Earp y Dinozzo se mostraron muy afectados y cuando llegaron a ala médica se encontraron la agente Lau y el Capitán Benítez, acompañados de la agente David.

- ¿cómo sigue? – preguntó Earp sin siquiera saludar

- Buenos días agente Earp, agente Dinozzo – saludó Lau

- Perdón agente Lau, pero quiero saber el estado de mi compañero – contestó Earp.

- Lo entiendo agente, créame, pero es mejor mantener la calma y no molestar a García.

- No queremos molestarlo, queremos saber cómo está.

- La agente David es la indicada para darles esa información – dijo Lau.

- Bueno – dijo la agente David – el agente García está estable, sus condiciones generales son normales, pero aún no recupera la conciencia.

- ¿y cuándo lo hará? – preguntó Dinozzo

- La verdad – contestó David – eso depende totalmente de él, su diagnóstico es positivo, sus ondas cerebrales son estables y su condición general es buena, no hubo daño cerebral, así que insisto, sólo depende de él.

- ¿podemos verlo? – preguntó Earp

- Claro – dijo David – es una muy buena terapia y podría servirle para despertar más rápido.

- Gracias – dijo Earp – pero primero entregaremos nuestro informe agente Lau.

Dinozzo explicó con lujo de detalles la incursión que había hecho en la fábrica de napalm, la conversación que escuchó de los cleaners y la posible alianza entre ellos y el LMB, además del ataque que planeaban en venganza por la muerte de Barrett, como si fuera poco había dibujado un plano con la ubicación de los guardias, los puntos débiles y accesos fortificados y por último los puntos de almacenamiento del napalm. Lau y Benítez agradecieron el informe y se retiraron por lo que los tres agentes se dirigieron a la habitación donde tenían a García.

Le hicieron compañía durante toda la mañana, Earp soltó algunas lágrimas, pero Lloyd la reprendió, estaban ahí para levantar a García no para deprimirlo, Dinozzo le hablaba como si estuviera despierto, le explicaba su plan para atacar la fábrica de napalm y como eliminaría a Ferro, le enumeraba los puntos débiles del lugar y cómo se debía afrontar el ataque, le preguntaba si había combatido a algún soldado del LMB, sin obtener respuesta, obviamente Dinozzo se auto contestaba las preguntas y seguía hablando sin parar. Earp tomaba la mano de García mientras Dinozzo no paraba con su retahíla de palabras, Lloyd por su parte pensaba en el contenido de la caja táctica y lo que había logrado extraer de ella, sabía que la agente Lau le había entregado los frascos y el dibujo a la doctora Kandell, pero no tenía noticias de si éstos habían sido útiles o no, lo que más lo atormentaba era que si las cosas eran inútiles lo que le pasó a García habría sido en vano. Ensimismado en sus pensamientos no prestó atención a un movimiento constante que Earp le hacía a su brazo con su mano, jalando su camisa hacia abajo en forma constante:

- Lloyd, Lloyd, Lloyd, mira – decía Earp mientras le señalaba la mano que sostenía la de García y el rápido movimiento de su párpado derecho.

- Parece que va a despertar – dijo Dinozzo.

- ¡García! – le gritó Lloyd - ¿puedes oírme?

- Vamos amigo, despierta – le susurraba Earp – García abrió lentamente su ojo sano, miró a todos lados, movió la cabeza de un lado a otro, tragó saliva y les dijo:

- ¿Alguien podría decirle a Dinozzo que se calle?

- ¡me escuchaba! – dijo Dinozzo – ven, él si me pone atención.

Los agentes abrazaron a García, cuidando de no pasar a llevar el gran vendaje que cubría el costado izquierdo de su cara, la agente David chequeó su estado y les dijo que su recuperación sería rápida, el Capitán Benítez y la agente Lau se hicieron presentes y bromearon un rato con él, la escuadra de avanzada con los agentes que había entrenado también fueron a verlo y un poco cohibidos le hicieron entrega de un regalo; un parche de color negro para su ojo izquierdo y su viejo sombrero vaquero ahora reparado, se fueron yendo uno a uno hasta que sólo quedó Earp.

- Descansa García – le dijo Earp

- Gracias Earp, en serio.

- Recupérate pronto, tenemos una misión importante y definitiva, y estoy segura que nuestro amigo en común estará ahí.

- Sí – respondió García – estoy seguro de eso.

- Recuérdalo, tú mismo lo dijiste, vamos a recuperar esta maldita ciudad paso a paso.

*****************

La agente Lau se encontraba en la oficina de la doctora Kandell, ésta entusiasmada le decía los descubrimientos que había hecho con las muestras que habían recuperado García y Lloyd:

- Agente Lau, las muestras que trajeron los agentes son la cepa del virus original, ya las he estudiado y en un par de días podré empezar a diseñar una vacuna, debo probarla primero en ratones de laboratorio, pero una vez que lo haga, será cuestión de tiempo para desarrollarla para uso humano.

- Esa es una excelente noticia doctora, pero por ahora debemos mantenerla en secreto, hasta que no tengamos la vacuna para uso humano no podemos darnos el lujo de crear falsas expectativas.

- Estoy de acuerdo agente.

- Ahora, esa secuencia de ADN ¿Qué era?

- Una variación del virus, posiblemente para hacerlo más resistente y duradero.

- ¿alguna idea de si se desarrolló como alternativa o para usarse en otra parte?

- Imposible saberlo, sólo sé que debe ser aún más agresivo que el original.

- Gracias doctora, manténgame informada por favor.

Cuando la agente Lau se aprestaba a retirarse del ala médica, llegó el ingeniero Rhodes, jadeando por el esfuerzo de correr desde su puesto de trabajo en el segundo piso de la oficina de correos:

- ¡Agente Lau! – le gritó – ¡tengo noticias terribles!

- ¿Qué pasa Rhodes?

- Logré comunicarme brevemente con Washington y el operador de radio me dijo que el virus del dólar había atacado la capital y se estaba esparciendo por otras ciudades.

- ¡no es posible! – dijo Lau - ¡no hay forma de que el virus haya salido de aquí!

- Lo sé agente – replicó Rhodes – pero definitivamente ya no hay comunicación con D.C., su línea murió.

- Convoqué a una reunión informativa de emergencia, debemos comunicarle a los demás – y diciendo esto se alejó a toda prisa en busca del Capitán Benítez.


CAPITULO 5


I PARTE

NO HAY VUELTA ATRÁS

Con García recuperándose a buen ritmo, los preparativos para derribar a Joe Ferro se mantenían activos en la base, la escuadra de avanzada había sido destinada a mantener una vigilancia activa sobre la fábrica de napalm y cualquier lugar de interés que surgiera de su intervención, Earp por su parte, siempre acompañada del agente Dinozzo habían comenzado a investigar las zonas donde se movilizaban las tropas del LMB, con la supuesta caída de Washington se había acelerado de sobremanera el proceso de recuperación de Nueva York, la agente Lau en conjunto con el Capitán Benítez habían diseñado un plan de acción para lo que restaba del invierno y éste contemplaba que la ciudad estaría en manos de la JTF para a lo menos el término de esa estación.

Lloyd se había olvidado completamente de los daños sufridos en su equipo tras el último combate, recordó que se venía otra misión importante en pocos días por lo que se dirigió a hablar con el ingeniero Rhodes a fin de aclarar algunas dudas que mantenía con ISAC y los fallos que según él había tenido el sistema durante los últimos días.

- Buenos días ingeniero – saludó Lloyd

- Buenos días agente – contesto Rhodes – ¿en qué puedo ayudarle?

- Bueno, durante el último combate mi equipo sufrió daños importantes, ya está reparado, pero tengo algunas dudas respecto a las comunicaciones.

- ¿y cuáles serían sus dudas?

- ISAC ha estado fallando, yo personalmente he tenido algunos problemas con el cachivache.

- ¿perdón? – dijo Rhodes levantándose de la silla en la que estaba sentado – antes que todo, ISAC no es ningún cachivache.

- Tranquilo ingeniero, no era mi intención ofender su sistema de comunicaciones – declaró Lloyd, pero fue todo lo contrario, Rhodes haciendo aspavientos con sus brazos y visiblemente molesto le contestó:

- ¿sistema de comunicaciones? ¿ISAC un simple sistema? ¡Pffffff! – gruñó el ingeniero – agente permítame sacarlo de su confusión y de su clara ignorancia respecto al equipo que porta.

- Bueno – dijo Lloyd encogiéndose de hombros – explíqueme entonces.

- ISAC es una inteligencia artificial creada especialmente para la agencia The Division, su interface enlaza su reloj pulsera y la CPU de su mochila vía satélite con todas las bases de datos gubernamentales disponibles, NeoGeo, NSA, CIA, FBI, Servicio Social, tráfico, etc, – Rhodes tomó aire y continuó - combinando todas esas bases de datos, ISAC es capaz de crear mapeado holográfico en tiempo real, por lo tanto no es un "cachivache" cómo usted lo identifica agente, por el contario ISAC es un aliado muy valioso y fuente de datos invaluable en el teatro de operaciones.

- Pero ¿funciona como radio no? – preguntó Lloyd

- ¡claro que incorpora un sistema de comunicaciones, pero como le he explicado es mucho más! – le espetó el ingeniero.

- A mí me importa que me permita comunicarme con mis compañeros y la base.

- Efectivamente hace eso y más ¿entendió algo de lo que le expliqué agente?

- Por supuesto ingeniero, pero aún no me explica por qué ha estado fallando.

- ¿Y específicamente cual sería la falla?

- Bueno las comunicaciones fallan constantemente y hay interferencias.

- Eso se explica por el clima agente, el invierno ha sido durísimo e incluso afecta a los sistemas más avanzados, las tormentas de nieve, el viento helado y los micro cristales de nieve, interfieren directamente con las ondas que transportan las comunicaciones, esto sumado a que los enemigos han destruido sistemáticamente antenas a las cuales nos enlazamos causa el problema de interferencia.

- O sea, vamos a seguir teniendo problemas – dijo Lloyd

- Lamentablemente sí, pero sólo debe ser en las comunicaciones de larga distancia, en onda corta con las distancias en las cuales ustedes se desenvuelven no deberían tener problemas, si llegara a suceder, sería deficiencia de su equipo directamente y le sugiero que evalué recalibrar su set.

- Gracias ingeniero, ha sido muy ilustrativo.

- No se preocupe agente, sólo no se vuelva a referir a ISAC como "cachivache", por lo menos no cuando yo esté presente.

- Así lo haré ingeniero, adiós.

Rhodes se volvió a sentar, no había vuelto a tener noticias de la capital desde su último contacto, había escaneado todas las señales y no había nada, D.C. simplemente había desaparecido del mapa comunicacional, volvería a señalarle a Lau que era imperativo enviar personal para averiguar lo sucedido, si era efectivo que el virus había atacado Washington el Coronel Bliss habría logrado el objetivo que se habían propuesto, ellos querían el control total del país y para eso las personas debían morir y aquellos que sobrevivieran serían el cimiento sobre el cual comenzaría el nuevo orden, el de aquellos que por selección natural eran elegidos para vivir, no importaba cuántos murieran, era lo de menos, lo trascendente era finalmente el orden, dictado obviamente por un selecto grupo de personas.

*****************

García continuaba su recuperación entrenando con Earp y Dinozzo, debía aprender a manejar su lado ciego, la pérdida de su ojo izquierdo traía consigo la desventaja de no tener visión periférica, por lo tanto debe mover siempre su cabeza de tal manera que su ojo derecho cumpla la función de ambos, eso además de manejar nuevamente los sistemas de apuntado de sus armas, si bien apunta perfectamente con el ojo derecho, para cambiar de posición en combate debe necesariamente manejar ambos perfiles, moverse con más rapidez es ahora su reto y suplir su incapacidad con ventajas tecnológicas de su equipo que le permitan emparejar las acciones con cualquier enemigo al que le toque enfrentarse.

Luego de varias horas entrenando y bajo la atenta mirada de la agente David, responsable directa de la notable recuperación de García, éste se retiró a descansar de acuerdo al programa médico diseñado por ella, la escuadra de avanzada informaba que Joe Ferro aún no había hecho acto de presencia en la fábrica de napalm, pero todavía faltaba un día para la fecha prevista de su llegada, conforme a lo averiguado por Earp y Dinozzo, por lo tanto, si bien es cierto que García se recuperaba rápida y milagrosamente, este no podría formar parte del ataque en caso de producirse en la fecha determinada, y aunque él no lo dijera, tenía la esperanza de cruzarse una última vez con el francotirador, es que simplemente no habría marcha atrás, sería él o su enemigo, con esa motivación García entrenaba duro y seguía al pie de la letra las indicaciones de la agente David.

*****************

El Capitán Benítez y la agente Lau mantenían una reunión a puerta cerrada, el motivo no era otro que preparar el ataque a la fábrica de napalm, una vez se confirmara que Joe Ferro estaba en el lugar se llevaría a cabo la misma operación que se hizo en el ataque que culminó con la muerte de Larae Barrett, mantenían personal de la JTF suficiente para apoyar a los agentes y se dispondría del mismo sistema de conformación de las escuadras, incorporando a la agente David en reemplazo de García en caso de que éste último no se recuperara a tiempo.

- ¿cree que García estará recuperado para cuando llevemos a cabo el ataque agente Lau? – preguntó Benítez.

- Sinceramente no lo sé capitán – respondió la agente – su recuperación ha sido increíble y constante, pero ha pasado muy poco tiempo.

- Personalmente he visto la dedicación que pone en su entrenamiento, pero si me permite una opinión creo que llevar a García en su condición, sería un riesgo y no solo para él, sino que también para la misión y sus compañeros.

- Yo también lo creo, pero debemos darle el beneficio de la duda, conozco a García y sé que, si él cree que su participación puede poner en riesgo a un compañero, dará un paso al costado.

- A veces la venganza es más fuerte que la prudencia agente Lau – dijo Benítez – se lo digo por experiencia, yo mismo cometí ese error y otros lo pagaron por mí.

- Sí capitán, también conozco el sentimiento, pero aún no hay nada dicho, no hemos confirmado la presencia de Ferro y no tenemos nueva inteligencia al respecto.

- Esperemos entonces que Ferro no se presente y nos dé un poco más de tiempo para prepararnos – finalizó Benítez.

- Estamos preparados capitán – contestó Lau – sólo que no tenemos a todos nuestros elementos al 100%.

*****************

Jhon Dan finalmente pudo entrevistarse con el Coronel Bliss y entregar la caja táctica, no sin antes hacerle ver que ésta al parecer había sido abierta por el agente que la recuperó en primera instancia:

- Buenos días Coronel – dijo Dan al ingresar a la oficina de Bliss, ésta era una opulenta sala que ocupaba casi la mitad del ala derecha del edificio donde se encontraban, cuadros famosos y esculturas de alto detalle adornaban el lugar, alfombras de un mullido tejido y cortinas de tela finamente terminadas daban el toque de elegancia que todo el edificio desbordaba, lo opuesto a esta situación la daban los guardias apostados a la entrada y tras los ventanales de la oficina, soldados del LMB armados hasta los dientes y en posición de descanso se mantenían vigilantes y con sus armas siempre prestas para el combate, ametralladoras ligeras y rifles de francotirador de gran calibre eran los preferidos por estos especialistas, diferentes clases de equipos de combate pululaban por el edificio, desde los soldados más básicos hasta el mismo Bliss, un soldado con amplia experiencia en combate y un genial estratega, en su estructura organizacional no había lugar para el azar, todo era practicado y repetido hasta la memorización mental y física de cada componente de su ejército, una máquina perfectamente engrasada y preparada para enfrentarse a lo que fuera, Keener lo había hecho su aliado precisamente por eso, la fuerza militar que Bliss comandaba superaba con creces a cualquier ente gubernamental que se le echara encima, incluso a The Division, cuyos agentes altamente entrenados y con equipos con tecnología de punta, empequeñecían frente a un pelotón de estos hombres, cuya lealtad y disciplina habían sido probadas duramente durante la crisis y el brote del virus, Bliss no les había ocultado nada y eso le valió para ganarse la incondicionalidad y compromiso de sus hombres, la lealtad que le profesaban no podía comprarse ni corromperse, hacerse su enemigo sería un fatal error y quién lo cometía, lo pagaba con sangre, prueba de ello eran los cuerpos de los soldados de la JTF que colgaban de semáforos y puentes en cada palmo de ciudad controlado por el LMB, enfrentarse a estos hombres era una sentencia de muerte segura.


- Buenos días – contestó Bliss - ¿tienes la caja?

- Sí – contestó Dan – pero hay un problema.

- ¿problema? Keener no mencionó nada de eso en nuestra reunión.

- Él no lo sabe aún, no había revisado la caja minuciosamente cuando lo llamé y al hacerlo me di cuenta que al parecer fue forzada.

- ¿sabes el riesgo que estas corriendo si esta información sale de esta habitación?

- Lo sé coronel, pero creo que antes que nada debemos revisar su contenido.

- Bien, no le demos más vueltas al asunto – dijo Bliss, tomando la caja de las manos de Dan e ingresando la clave dada por Keener en el panel de acceso, la caja emitió un suave pitido y se abrió dejando ver su contenido, una caja plástica contenedora de frascos de muestras médicas, con espacio para seis unidades, de las cuales cuatro estaban ocupadas y dos vacías, más una libreta de apuntes y algunas imágenes de laboratorio correspondientes a diferentes secuencias de ADN. Bliss sacó una pequeña hoja de su bolsillo y la chequeó con el contenido de la caja, hizo una mueca de disgusto y le dijo a Dan – faltan dos frascos con muestras del virus y una imagen de secuencia de ADN.

- ¡maldición! Ese desgraciado pudo abrir la caja y sacar las cosas antes de que yo llegara.

- No creo que sea tan importante, aunque tengan una muestra del virus éste ya fue mutado, pueden crear una vacuna para el que afecta a Manhattan, pero el que se está esparciendo ahora es diferente y esa información no la tienen.

- ¿han desarrollado otro virus?

- Sí y ya está llegando a todo el país.

- ¿cómo?

- La gira presidencial, déjame decirte que la idea fue brillante, utilizar al mismísimo presidente para distribuir el virus es maquiavélico.

- ¿le informará a Keener la falta de las muestras?

- Déjame pensarlo – dijo Bliss, mientras sacaba un puro de uno de los cajones de su escritorio, cortaba la punta y lo encendía para llevarlo a su boca, aspirando una profunda bocanada y expeler el humo que inundó de inmediato la habitación con el característico aroma a tabaco, miró a Dan con el entrecejo fruncido y le dijo – vuelve en la noche y te comunicaré mi decisión, pero recuerda, si elijo jugarme el pellejo por ti, te exigiré lo mismo que a mis hombres.

- ¿y eso es? – le interrumpió Dan

- Lealtad absoluta, tu culo es totalmente mío, si te digo que mueras, tú mueres, si te digo mata a Keener...

- Lo capto, mataré a Keener – dijo Dan –nos vemos en la noche coronel.

- Hasta la vista – se despidió Bliss, colocando los pies sobre el escritorio mientras saboreaba su puro.

Cuando Jhon Dan salió de la oficina de Bliss una puerta oculta se abrió en un costado de la misma, de ella emergió una figura gruesa y desgarbada, con pasos lentos y andar pesado, se dirigió hacia el escritorio del coronel y se dejó caer en uno de los sitiales, bufando al hacerlo.

- ¿y qué vas a hacer con el chico? – preguntó el hombre.

- ¿y tú que crees?, sumarlo a las filas por supuesto – contestó Bliss

- ¿y ocultarle información a Keener?, esto de los dobles juegos es algo complicado, recuerda que el maldito tiene ojos y oídos en todas partes.

- No te preocupes Joe, los ojos y oídos que pudiera haber tenido Keener aquí, los arranqué hace ya bastante tiempo.

- Aun así, tu mano es peligrosa, él tiene los ases.

- No todos Joe, no todos.

- ¿tienes uno bajo la manga?

- Siempre, amigo, siempre.

- ¿y cuál es tu baza?

- Nuestro amigo ruso está aquí, y con él, gracias a nuestro nuevo miembro del equipo, muestras del virus original y secuencias de ADN, no sólo Keener sabe jugar este juego.

- ¿y acaso el buen doctor te ayudará de buena gana?

- No sólo eso, de hecho, ya está preparando una nueva cepa.

- ¿pero acaso Keener no está ya esparciendo el virus por el país gracias al presidente?

- Sí, pero eso es parte del plan, verás Joe – dijo Bliss bajando los pies del escritorio y dejando el puro a un lado mientras se reclinaba sobre el escritorio – el buen doctor, como tú le llamas, creó una cura para la cepa del virus que está infectando al país ahora, obviamente a espaldas de Keener, ¿adivinas quién se alzará como un héroe al entregarle la cura a una población diezmada? ¿sin líderes que la dirijan?

- Creo – dijo Joe Ferro – que después de todo, elegí bien mi bando – y lanzó una risotada que hizo ponerse nerviosos a los guardias de la entrada a la oficina.

- Obviamente lo hiciste, pero ahora debemos planear como deshacernos de Aaron Keener, el desgraciado volverá aquí una vez se haya asegurado que tanto el presidente cómo toda la cúpula de Washington haya caído.

- Se me ocurre que tu nuevo perro guardián puede ser de utilidad para esta misión – dijo Ferro con una mueca feroz – será la oportunidad perfecta para probar su lealtad.

- Tenía la misma idea, una vez eliminada esa amenaza echaremos a andar nuestro plan, con el país a nuestros pies y si la idea original de Keener se desarrolla conforme a lo previsto, el mundo entero se verá afectado por el virus y nosotros humildemente proveeremos la cura.

- Dependiendo de lo que estén dispuestos a pagar, por supuesto – término Ferro, volviendo a lanzar su siniestra risotada.

- O lo que estén dispuestos a soportar – finalizó Bliss uniéndose a la carcajada de Ferro.

*****************


La agente Lau se dirigió al ala de tecnología para entrevistarse con el ingeniero Rhodes, necesitaba saber si había logrado tomar contacto con la capital y el estado de las comunicaciones para llevar a cabo el nuevo plan de ataque que tenían proyectado contra Ferro, esto último era esencial para la puesta en marcha de la intervención que realizarían los agentes de la escuadra de avanzada y el personal de la JTF que saldría con posterioridad para brindar apoyo, la coordinación debía ser precisa y por ello las comunicaciones eran prioridad.

- Ingeniero Rhodes, buenos días – saludó Lau

- Buenos días agente – contestó Rhodes - ¿Qué la trae por aquí?

- Quiero saber si ha logrado alguna respuesta de la capital.

- Lamentablemente la señal de Washington desapareció, no hay comunicación posible, ni siquiera con morse.

- ¿Cuál es la hipótesis que maneja ingeniero?

- ¿hipótesis? Pero si yo mismo le informé la comunicación que mantuve por un momento con Washington, el virus llegó a ellos, eso es lo que pasa.

- ¿está seguro? ¿no puede haber sido una comunicación falsa?

- Vaya, eso no se me había ocurrido, pero eso no explica la desaparición de la señal, es lo mismo que ocurrió aquí.

- Necesitamos estar seguros ingeniero, vamos a lanzar una ofensiva contra Ferro y si las cosas van mal, Washington es la única esperanza de ayuda que nos queda.

- O nosotros somos la de ellos, eso no lo sabemos agente, creo, cómo le dije la última vez, que debemos priorizar una misión a la capital, necesitamos saber a ciencia cierta lo que ocurre.

- Lo tengo presente Rhodes, concuerdo con usted, pero en este momento no podemos darnos el lujo de desprendernos de ningún elemento, si el virus atacó Washington nuestra prioridad es recuperar esta ciudad, estabilizarla y una vez hecho eso, podríamos enviar una partida a la capital, no antes, de otra manera no habrá forma de recuperar nada.

- Si lo pone de esa forma agente, concuerdo, pero le recuerdo que yo trabajé con el coronel Bliss, y entre sus planes estaba atacar la capital, no lo dude Lau, ese hombre es peligroso, tiene la motivación y los medios para haber hecho llegar el virus a D.C. y si fue así, le aseguro que en estos momentos el caos ya se apoderó de la ciudad y sus alrededores.

- Bueno, no nos queda más que resignarnos a no tener noticias de D.C., así que enfoquémonos en Nueva York, ¿nuestras comunicaciones son seguras y estables?

- Sí, he logrado encriptar y estabilizar las redes, ISAC se mantiene en línea y actualizado, por lo menos a nadie se le ha ocurrido atacar satélites ni centros de bases de datos, si así fuera estaríamos realmente jodidos.

- Entonces tenemos comunicaciones seguras e información en tiempo real en caso necesario.

- A grandes rasgos y simplificando todo, sí agente.

- Gracias ingeniero, de todas formas, mantenga un permanente monitoreo de la señal de Washington e infórmeme cualquier novedad.

- No se preocupe agente Lau, será la primera en saber cualquier cosa que ocurra.

- Nos vemos – se despidió Lau, dejando a Rhodes trabajando en sus equipos.

*****************

Finalmente, y luego de casi cuatro días de vigilancia, la escuadra de avanzada informó la llegada de Ferro a la fábrica de napalm, por lo que rápidamente en la base de operaciones comenzaron a preparar el plan de acción para el ataque, el capitán Benítez tenía al personal de la JTF preparado para salir minutos después de la escuadra de ataque, la agente Lau reunida con los agentes les informaba los últimos datos de inteligencia obtenidos:

- Bien agentes, finalmente ha llegado la hora, Joe Ferro se encuentra en la fábrica de napalm – les comunicó Lau.

- ¿solo con cleaners? ¿no llegaron soldados del LMB? – preguntó García, ya totalmente recuperado y luciendo su habitual indumentaria, incluyendo sombrero vaquero y un parche de color negro sobre su ojo izquierdo.

- No tenemos información sobre soldados del LMB cooperando con los cleaners, la escuadra de avanzada no ha visto a ninguno de ellos.

- Bien – dijo Lloyd – así será un poco menos complicado.

- Sólo un poco menos – apostilló Earp sonriendo.

- Haremos esta operación de la misma forma anterior, es decir la escuadra de avanzada cubrirá la salida e ingresará a su señal conjuntamente con los soldados de la JTF que nos apoyarán, ustedes, García, Earp, Dinozzo y Lloyd son la escuadra de ataque e ingresarán en un ataque frontal, la agente David se encontrará en el piso seguro más cercano a la fábrica para brindar apoyo médico en caso necesario – les indicó Lau.

- Ok – dijo Earp – entiendo que saldremos primero que el apoyo de la JTF.

- Efectivamente, según las patrullas del capitán Benítez casi no hay actividad enemiga en la ruta que elegimos, se han efectuado barridos preventivos y no esperamos hostilidades durante su desplazamiento, de todas maneras, mantengan las medidas de seguridad oportunas.

- Entonces saldremos de inmediato – dijo García tomando su mochila del suelo y colocándosela en la espalda – nos vemos agente Lau.

- Buena suerte agentes y recuerden que si las cosas se ponen difíciles es mejor retroceder y reagruparnos, no sabemos qué pasa en Washington, por lo tanto, no esperamos más refuerzos y nuestra fuerza operativa es lo que tenemos hoy.

- No retrocederemos agente Lau – dijo Lloyd – ya no hay vuelta atrás – y los agentes salieron con destino a la ubicación cargada previamente en sus dispositivos de comunicaciones.


II PARTE

STRIKE DOS

Joe Ferro llegó a la fábrica de napalm decidido a quedarse un par de días, debía pensar los pasos a seguir luego de su reunión con Bliss, traicionar a Keener no era algo que tomar a la ligera y tenía que cubrirse las espaldas, los dobles juegos no eran su especialidad y tampoco estaba para ser considerado un daño colateral en la lucha de poder de estos tipos, él solo quería ver arder a sus enemigos, era un hombre de gustos simples y necesidades acotadas, no pretendía hacerse con ningún tipo de poderío ni convertirse en una especie de emperador, en cambio Bliss y Keener, sus ideas al principio le parecieron atractivas pero con el tiempo la escalada de sucesos no ha hecho más que hacerlo dudar, él se conformaba con su parte de ciudad, sabía que los hombres cómo ellos no se detendrían hasta obtener lo que querían, ansiaban poder como nadie más y para conseguirlo pasarían por encima de quién y cómo fuera. Como si esto fuera poco, Bliss mandó a su nuevo perro guardián para que lo acompañara, sabía que Dan venía con una doble misión, lo de acompañarlo era un subterfugio para mantenerlo vigilado, y esto iba en ambas direcciones él vigilaba a Dan y el agente lo vigilaba a él, Bliss seguía con su doble juego, el coronel no se fía ni de su sombra.

*****************

Todas las piezas estaban en el tablero, Joe Ferro en la fábrica, la escuadra de avanzada y los refuerzos de la JTF en la parte trasera y la escuadra de ataque a la espera de actuar, García estaba impaciente, la última información decía que Ferro estaba acompañado de un francotirador, un viejo amigo al que quería volver a ver, pero desde el lado opuesto a la mira de su arma, se había preparado para este momento, era hora de devolver el golpe – ¿todos en posición? – preguntó el agente por radio.

- Escuadra de avanzada en posición – respondieron

- JTF en posición – otra respuesta

- Agente David en posición – respondió desde el piso franco

- Base, aquí el agente García, todos en posición, ¿tenemos luz verde?

- Proceda agente García – indicó Lau – el objetivo es Joe Ferro y el agente renegado que lo acompaña, la misión es de eliminación, repito eliminación.

- Recibido base – respondió García – la escuadra de ataque avanza.

García dio la señal de avanzar a su escuadra, éstos se dispersaron por la calle en dirección a la entrada de la fábrica, liderados por Dinozzo quién ya había ingresado a las instalaciones, tomaron posiciones en espera de la aparición de los primeros enemigos, los cuales conformaban la guardia del primer perímetro, éstos no eran más que cleaners básicos, es decir, los que enfundados en trajes de protección de color negro utilizaban lanzallamas de poca capacidad y alcance. entre los que patrullaban y aquellos que se mantenían estáticos no sumaban más de ocho, por lo que un par de disparos certeros a los estanques de combustible por parte de Earp eliminaron rápidamente a cuatro de ellos, mientras que Dinozzo con su ametralladora ligera suprimió a los otros cuatro, García y Lloyd ya con el camino despejado, bajaron rápidamente las escaleras que conducían al primer patio de producción, colocaron explosivos en los contenedores de napalm y subieron al próximo nivel, seguidos de cerca por Earp y Dinozzo, las explosiones de los contenedores y calderas del primer nivel alertaron a toda la fábrica, por lo cual los agentes tomaron coberturas en diferentes lugares de la estructura que componía el piso en el que se encontraban y que dominaba desde las alturas una gran parte del segundo patio de producción, Earp disfrutaba de total libertad para apuntar y disparar hacia sus objetivos desde la altura en la cual se encontraba y utilizando sus balas explosivas causaba numerosas bajas entre los enemigos que les hacían frente, Dinozzo por su parte, se dedicaba a eliminar a los enemigos de menor nivel que trataban desesperadamente de subir a la altura de los agentes, mientras que Lloyd y García disparaban coordinadamente contra los enemigos mejor equipados y que esta vez estaban en desventaja, dejando caer minas rastreadoras y torretas eléctricas, lograban inmovilizar a sus oponentes quienes solo atinaban a disparar desordenada y equívocamente a los agentes, pues estos cambiaban continuamente de cobertura, confundiendo a sus enemigos y haciéndolos malgastar munición y salir de sus escondites para apuntar y disparar.

- ¡Dinozzo! – gritó García – avanza hacia el siguiente nivel y guíanos para poner los explosivos.

- ¡Ok! – contestó Dinozzo, comenzando a bajar por la construcción hacia el patio inferior, seguido de los demás agentes. Eliminando a los últimos enemigos que se ocultaban entre los restos de cajas y elementos de construcción, llegaron al patio inferior, Dinozzo señaló la ubicación de los contenedores de napalm para que García y Lloyd pusieran los explosivos, mientras que él y Earp se dirigían abriendo paso hacia la última ubicación de contenedores y fabricación de napalm cercanos al edificio de administración de la fábrica.

Mientras los agentes hacían explotar los contenedores e iban diezmando a los cleaners, Joe Ferro y Jhon Dan se encontraban en una de las oficinas de la fábrica, planeando la mejor forma de enfrentar a sus enemigos, Ferro rodeado de su séquito de protección le ordenó a Dan que buscara la mejor ubicación dentro del edificio y se preparara para el ataque, los agentes tarde o temprano irían directamente a ellos.

- Dan – dijo Ferro cuando el agente salía de la oficina – recuerda que Bliss te mando aquí para protegerme, no me falles cómo a Keener.

- No te preocupes Ferro – contestó el agente – si veo que no sobrevivirás, yo mismo te meteré una bala entre los ojos – y salió corriendo de la oficina, dejando a Ferro con más dudas que certezas.

Ya en el último patio, Dinozzo repartía balas con su ametralladora ligera a todo aquél que osara cruzarse en su camino, Earp por su parte hacía gala de su manejo del revolver con aquellos enemigos que se acercaban lo suficiente, García y Lloyd ya puestos los explosivos en los últimos contendores los hacían explotar causando más daños y bajas entre sus enemigos, un par de granaderos trataron de impedir la entrada al edificio de los agentes, pero al verse superados en número huyeron al interior.

- Dinozzo – dijo García por el intercomunicador – en tu incursión ¿entraste a este edificio?

- No – contestó el agente – no llegué a explorarlo.

- ¿Vamos a ciegas entonces? – preguntó Earp

- No necesariamente – dijo Lloyd, lanzando un pulse el que reveló una gran cantidad de enemigos en el primer y segundo piso de la estructura.

- Bien – dijo García – Earp, tú y Dinozzo barrerán el primer piso, mientras que Lloyd y yo subiremos al segundo, los que terminen primero se juntan con los demás.

- Ok – dijeron al unísono, separándose en las parejas dispuestas para enfrentar a sus enemigos.

Earp y Dinozzo se lanzaron hacia el primer piso buscando cobertura entre los pilares del edificio, lanzaron sus torretas lanzallamas y comenzaron a disparar hacia los enemigos que allí había a fin de que los otros dos agentes subieran al segundo piso. Earp le señaló a Dinozzo el lado derecho del piso para que éste comenzara a avanzar por ese costado, mientras ella lo hacía por el lado izquierdo, pretendía salir de su cobertura cuando fue recibida por una gran concentración de disparos, se cubrió rápidamente y asomó la cabeza lo suficiente para ver a un ingeniero enemigo colocar diferentes dispositivos de disparo automático, similares a sus torretas, las que impedían que pudiera salir del pilar que usaba cómo cobertura, porque apenas asomaba la cabeza o el cañón de su fusil, los dispositivos reaccionaban disparando en su contra en rápidas y continuas ráfagas de tiros, el enemigo por su parte se movía de lado a lado, instalando más dispositivos a su paso, Earp lanzó un par de granadas al arma más cercana logrando dañarla, pero no lo suficiente como para que dejara de funcionar, al ver esto, el ingeniero se acercó a la ametralladora para comenzar a repararla, la agente lanzó otro par de granadas a la más alejada, observando nuevamente a su enemigo correr a repararla – esta es mi oportunidad – pensó, tomando dos granadas de pulso electromagnético las lanzó al primer dispositivo y cuando su enemigo se acercó lanzo una de inmovilización, la que golpeó con un choque eléctrico al ingeniero provocándole fuertes espasmos que le impedían moverse, Earp aprovechó el momento y le voló la cabeza de un disparo, al caer el enemigo al suelo, casi al instante todos los dispositivos se autodestruyeron, Earp al darse cuenta de aquello, salió de su cobertura avanzando por el costado izquierdo del piso. Dinozzo no tuvo dificultades para avanzar por su costado hasta que llegó al centro del piso, un par de granaderos lo esperaban para emboscarle y lanzarle sus explosivos, el agente logró esquivar las explosiones y las esquirlas, parapetándose tras un pilar, sabía que si se mantenía allí por mucho tiempo, sería un blanco fácil, lanzó un par de minas rastreadoras hacia sus enemigos logrando alcanzar a uno de ellos haciéndolo volar por los aires y mientras el otro huía, Dinozzo aprovechó de acribillarlo con su ametralladora ligera, cambió el cargador y siguió avanzando hasta toparse con Earp, quién le señaló las escaleras para subir al segundo piso a reunirse con sus compañeros.

García a cubierto en un muro bajo, disparaba contra un par de cleaners que le lanzaban sin cesar lenguas de fuego con sus lanzallamas impidiendo su avance, Lloyd tras él, esperaba el momento oportuno para disparar a los estanques de líquido inflamable que cargaban sobre sus espaldas, cuando sus enemigos dejaron de lanzar sus llamas, García se echó atrás dándole el espacio a Lloyd que con su LVOAC disparó directamente a los contenedores de napalm de los cleaners, uno de ellos fue impactado por los disparos y con un sonoro ¡fssssss! comenzó a filtrar líquido hacia el exterior para terminar explotando casi al instante, lanzando los cuerpos de los hombres envueltos en llamas lejos hacia el primer piso. Los agentes comenzaron a avanzar por la segunda planta siempre agazapados tras el muro bajo, de pronto un numeroso grupo de sujetos vestidos con chalecos reflectantes y armados con hachas de incendio y escudos antidisturbios, se abalanzaron sobre ellos, en un ataque kamikaze los rodearon tratando de golpearlos con las hachas, los agentes retrocedieron disparando contra sus enemigos que se protegían con los escudos, García logró lanzar una torreta lanzallamas que los mantuvo a raya un instante, mientras Lloyd lanzaba una granada hacia ellos, que alcanzados por las llamas y desorientados no se percataron de la granada hasta que fue demasiado tarde; de pronto ISAC lanzó su advertencia "enemigo fuertemente armado detectado", y tras ellos apareció un enemigo con armadura corporal completa y escudo antibalas, armado con una ametralladora ligera comenzó a avanzar y disparar directamente a su posición, obligando a ambos agentes a retroceder y buscar otra cobertura, el enemigo le lanzó una patada a la torreta de García que aún funcionaba, destruyéndola al instante, Lloyd lo miró y le señaló las granadas, por lo que ambos agentes lanzaron un par de incendiarias hacia el enemigo, éste se movió un poco hacia atrás esquivando dos de las cuatro que le lanzaron, una de ellas dio en su escudo y la otra a sus pies, el fuego lo rodeo y comenzó a darse manotazos para apagarlo, oportunidad que aprovecharon los agentes para vaciar sus cargadores sobre él, pero éste ya había vuelto a parapetarse tras su escudo, avanzó hacia ellos nuevamente, disparando mientras lo hacía, para empeorar la situación dos granaderos aparecieron tras él, tanto García cómo Lloyd habían agotado sus granadas, por lo que siguieron retrocediendo sin darles la espalda en ningún momento, los granaderos lanzaban sus proyectiles y el grandote disparaba sin cesar, García y Lloyd sin dejar de disparar llegaron al borde las escaleras pudiendo ver por el rabillo del ojo cómo Earp y Dinozzo subían sigilosamente avanzando por detrás de sus enemigos, éstos ensimismados disparando contra ellos no se percataron de los otros dos agentes, quienes en un momento se incorporaron y lanzaron bombas pegajosas contra los enemigos causando una gran explosión que mató a los granaderos y dejo atontado al gordo del escudo, García y Lloyd aprovecharon para acribillarlo vaciando sus cargadores en contra de él, su pesado cuerpo cayó sobre el escudo quedando allí tendido; García hizo una seña con su pulgar arriba agradeciendo la ayuda, para luego indicar la escalera próxima que subía al siguiente piso, Dinozzo y Earp se adelantaron subiendo con sus armas en ristre, Lloyd lanzó un pulse que señaló otra ola de enemigos ocultos en una oficina al fondo del tercer piso y en medio de ellos una figura enorme que desprendía más calor que ninguno de ellos – debe ser Ferro – les comunicó por radio - ¡debemos aislarlo de los demás! – dijo García, subiendo las escaleras rápidamente y tomando cobertura en la barandilla de descanso junto a Lloyd.

- Dinozzo – dijo García – tú y Earp ocúpense de los acompañantes de Ferro

- Bien – contesto Earp

- Lloyd y yo nos mantendremos aquí y trataremos de que Ferro nos siga a través del piso.

- Ok – dijo Dinozzo – tengo suficientes balas para todos

Cuando Ferro abrió las puertas de su oficina, tanto desde el interior como de los costados de la misma, salió una gran cantidad de enemigos, entre ellos los hacheros que eran unos verdaderos kamikazes lanzándose contra los agentes sin importarles su propia vida, Dinozzo mató a seis de ellos mientras lo atacaban y Earp mató a otros cuatro que se lanzaron sobre ella, cuando Lloyd asomó la cabeza para disparar contra Ferro un haz de luz verde se posó sobre la mano del agente, éste al darse cuenta la sacó rápidamente y la bala que iba destinada a su mano dio en la barandilla rebotando con dirección a su mejilla izquierda quemándole el rostro pero sin llegar a traspasar la piel, Lloyd lanzó un gritó entre dolor y advertencia a García y a los demás - ¡está aquí, el maldito está aquí! - ¡Lloyd! – gritó García - ¿estás bien? – dijo acercándose al agente, Lloyd sólo tenía una quemadura por el roce de la bala, dolorosa, pero para nada grave, García lo arrastró hacia atrás a fin de que quién estuviera disparando desde la azotea no tuviera ángulo de tiro.

- No se preocupen por nosotros – les comunicó García a los otros agentes – Lloyd está bien, así que mantengan el fuego sobre los enemigos, nosotros trataremos de lidiar con Ferro y el otro.

- Bien – dijo Earp – no se expongan demasiado, nosotros acabaremos cuanto antes con estos desgraciados.

Earp se cubrió tras un pilar del edificio y lanzó una torreta paralizante, la que al activarse comenzó a lanzar dardos eléctricos hacia sus enemigos paralizándolos con sus descargas, Dinozzo por su parte lanzó otra bomba pegajosa hacia el grupo más numeroso, esperando el momento oportuno para hacerla explotar, cuando los enemigos se percataron y trataron de huir, el agente activó la detonación, los que no fueron alcanzados por las esquirlas y la onda expansiva, cayeron por las descargas de la torreta, dándole tiempo a Earp de apuntar y disparar tranquilamente, pero solo hasta que Ferro fue tras ellos, sus lanzallamas eran mucho más potentes que cualquiera que hubieran enfrentado, por lo que ambos agentes comenzaron a retroceder hacia los pasillos del piso, García y Lloyd al percatarse de ello, corrieron por detrás de Ferro disparando hacia los tanques de combustible que portaba en su espalda y cintura, pero a pesar de su enorme tamaño y el peso que cargaba, este era muy ágil y girándose sobre sí mismo, los rocío a ellos con napalm, por lo que los agentes se vieron obligados a lanzarse hacia sus costados para evitar ser quemados vivos, Earp y Dinozzo aprovecharon la distracción para correr por el pasillo opuesto, olvidándose de la advertencia de Lloyd sobre el francotirador, Dan controlando el lugar desde la azotea del edificio, vio a los agentes corriendo hacia la ubicación de Ferro, apuntó a Dinozzo quién iba primero y disparó, calculó mal la trayectoria y la bala dio justo detrás del agente, rompiendo el piso tras el impacto, por lo que Earp estimando la ubicación de su enemigo se lanzó al piso con los pies por delante, aprovechando lo resbaladizo del piso cerámico se arrastró suavemente pero en velocidad y de espaldas al piso apuntó con su rifle hacia la probable ubicación de Dan disparando seis tiros consecutivos los cuales impactaron el delgado muro que protegía a su enemigo, explotando un segundo después, por lo que las esquirlas y trozos de concreto dieron en la cara de Dan, haciéndole algunos cortes y magulladuras en el rostro, éste al verse sorprendido, se lanzó a gatas hacia adelante, cambiando de posición. Dinozzo no se percató de lo que había pasado, por lo que siguió corriendo hacia Ferro, buscó cobertura tras unas cajas de construcción, tomó un leve respiro y lanzó una bomba pegajosa a los tanques de napalm que éste llevaba adosados a su cuerpo, y activó la detonación de inmediato destruyendo los tanques que Ferro llevaba a su espalda, haciendo que éste cayera al piso herido, Earp llegó a la misma cobertura de Dinozzo y luego de un momento asomó su rifle para rematar a su enemigo en el suelo, pero Ferro ya se había incorporado y se dirigía hacia ellos, lanzando fuego con el lanzallamas que le quedaba activo, a su vez dos enemigos con armadura corporal y escudos antibalas salieron de los pasillos laterales para proteger a Ferro, ubicándose uno delante y el otro detrás de Joe, García al ver a los enemigos nuevos les indicó a los agentes por radio - ¡dispárenles a los pies! – procediendo él y Lloyd a disparar a los pies del enemigo que tenían a su vista, éste al verse atacado en el lugar que no cubría su escudo se agachó para ofrecer un menor blanco, oportunidad que aprovecharon los agentes para lanzarle dos torretas lanzallamas las que de inmediato comenzaron a quemar al sujeto quién hizo a un lado su escudo para darle de patadas a las torretas, en el preciso instante que dos ráfagas de disparos de rifles de asalto por parte de los agentes, lo hizo dar dos volteretas y caer muerto estrepitosamente al suelo. Dan, entretanto, esperaba la oportunidad de tener algún agente en la mira de su rifle, de las heridas producidas por las esquirlas de los disparos de Earp, manaba una profusa cantidad de sangre hacia su ojo derecho, lo que le impedía ver con claridad, aun así, se mantenía en el lugar en espera de una chance, la que llegó al momento de morir el sujeto que protegía la espalda de Ferro, vio como García y Lloyd avanzaban corriendo hacia Joe sin percatarse de su presencia – ahora sí que te mueres nómada – pensó, poniendo la cabeza de García en el centro de su mira, al mismo tiempo el agente se volteaba y le hacía una señal obscena con el dedo medio de su mano derecha - ¡qué diablos! – dijo en voz alta, separando su rostro del rifle, para ver a Lloyd lanzarle unas minas rastreadoras, Dan soltó su arma y se lanzó en carrera hacia las escaleras que le permitían subir al techo del edificio, sacó su pistola y mientras corría disparaba contra las minas logrando acertar a dos de las cuatro que lo seguían, saltó hacia la escalera al tiempo que las minas explotaban al contacto con el muro. Earp y Dinozzo no podían ni asomar la cabeza fuera de su cobertura por el fuego contante de Ferro y los disparos del sujeto del escudo - ¡granadas! – dijo Dinozzo – a lo que ambos agentes lanzaron un par de granadas por sobre sus cabezas con la esperanza de dar en el blanco, la trayectoria de las granadas fue directa al enemigo más próximo quién logró esquivar una de ellas y golpear otra con su escudo, pero las otras dos cayeron directamente a sus pies, puso el escudo frente a él y se agacho para recibir el impacto, la onda expansiva lo lanzó hacia atrás haciendo que soltara el escudo y entorpeciendo la línea de fuego de Ferro, Earp arrodillada lo apuntó con su rifle disparando diez tiros en rápida sucesión mientras que Dinozzo de pie le vacío medio cargador de su ametralladora ligera directamente al pecho, el sujeto murió al instante, pero las balas explosivas de Earp hicieron que su cuerpo explotará y llenara de sangre y vísceras a Ferro que estaba a su lado, éste cubierto de sangre y partes del cuerpo de su aliado, trastabilló hacia atrás cayendo de espaldas, García y Lloyd al verlo en el suelo forcejeando como una cucaracha para ponerse en pie, corrieron hacia él, desenfundando sus pistolas, lanzándose al suelo y deslizándose por la sangre del piso, uno por cada costado de Ferro vaciaron sus cargadores en la cabeza y cuerpo del líder de los cleaners, llegando con su impulso hasta la cobertura de Earp y Dinozzo quién al tiempo que los agentes se pusieron a resguardo lanzó una bomba pegajosa hacia Ferro, quedando fijada en el contenedor de napalm que aún conservaba - ¡fuego en el hoyo! – gritó Dinozzo al tiempo que detonaba la bomba.

La explosión de la bomba pegajosa, unida al poder del napalm, dejaron solo una maraña sanguinolenta de lo que antes fue Joe Ferro, García y Lloyd, cubiertos por la sangre en la cual se habían deslizado, salieron de la cobertura corriendo hacia las escaleras que conducían a la azotea del edificio - ¡el francotirador está todavía arriba! – gritó Lloyd, por lo que Earp y Dinozzo se unieron a la persecución, al llegar arriba pudieron ver el rifle de Dan tirado en el suelo y un poco más allá la escalera que subía al techo destruida por la explosión de las minas rastreadoras que le había lanzado Lloyd - ¡ayúdenme a subir al techo! – les pidió García, por lo que Dinozzo y Lloyd haciendo un escalón con sus manos entrelazadas subieron a García al techo, éste al estar arriba lo recorrió con su ojo bueno al tiempo que Earp se le unía.

- ¡el maldito escapó otra vez! – gruño García

- Por allí – señaló Earp, mientras se acercaban a la cornisa del edificio donde una cuerda fijada a un pilar indicaba que por allí había bajado un hombre.

- A juzgar por la sangre no llegará lejos – indicó Earp, mientras inspeccionaba la cuerda.

- Sí, la explosión debe haberlo herido, pero hasta que no vea su cuerpo no me convenceré – dijo García.

- Ya somos tres – dijo Dinozzo que había logrado subir

- Cuatro – se sumó Lloyd – no te preocupes García, si está vivo lo atraparemos.

García miró al horizonte, se llevó una mano al auricular y dijo: Base, aquí escuadra de ataque, Ferro está muerto, repito Ferro está muerto.

- Excelente noticia agente – contestó Lau – ¿y su acompañante? – preguntó

- Al parecer huye malherido, no lo hemos ubicado.

- Aquí la escuadra de avanzada, pasó por nuestra ubicación, está herido, pero no pudimos atraparlo, huyó por las alcantarillas.

- Aquí apoyo de la JTF, un grupo de soldados fue tras él, esperamos noticias, cambio y corto.

- Bien – dijo el Capitán Benítez – regresen a la base, enviaré apoyo para la búsqueda del renegado.

III PARTE

LA VACUNA

La doctora Kandell llevaba un buen ritmo con su investigación en el desarrollo de una vacuna para el virus, gracias a los datos obtenidos por los agentes, avanzaba con seguridad y sin mayores contratiempos, salvo por la falta de un mejor equipo e instalaciones, todo iba sobre ruedas. Le preocupaba la información o la desinformación que existía sobre la situación en Washington, si era efectivo que el virus había atacado la capital, su trabajo en este momento pasaba a ser crucial, podía ser ella la que pusiera fin a la epidemia, el peso de tal responsabilidad la tenía nerviosa, pero sabía que si lo lograba salvaría muchas vidas.

Ansiosa se dirigió a hablar con la agente Lau, necesitaba de los servicios de un par de agentes para una misión primordial, cuyo resultado iba a cambiar el rumbo de las cosas, si los agentes lograban hacerse con lo que necesitaba tendría el principal elemento para el desarrollo de la vacuna, cuando llegó al vestíbulo del edificio de correos, la agente Lau se paseaba nerviosa de lado a lado, se le había olvidado que había una operación en marcha en contra de Joe Ferro, lo mejor era que lo dejara para otro día, pero la agente Lau la vio y la llamo a su lado:

- Doctora Kandell – saludó Lau – ¿que la trae por aquí? – preguntó

- Bueno – respondió la doctora – creo que vine en mal momento

- Nooo, para nada – dijo Lau – dígame ¿Cómo va su trabajo?

- De eso precisamente trata esto, verá, necesito que sus agentes recuperen algo para mí.

- En este momento estamos en medio de una operación, pero en cuanto terminen enviaré a dos de ellos para que se entrevisten con usted. ¿y qué es lo que quiere recuperar? – preguntó Lau

- Venga un momento al ala médica y se lo mostraré – contestó la doctora, tomando del brazo a la agente Lau, arrastrándola hacia el ala médica.

*****************

Los agentes de la escuadra de avanzada fueron los primeros en llegar a la base, fueron recibidos con vítores por parte de los soldados de la JTF y los civiles que habían oído del éxito de la operación, el capitán Benítez y la agente Lau los saludaron y les indicaron que fueran a descansar, un momento después hicieron su entrada la fuerza de apoyo de la JTF, traían el cuerpo de un soldado muerto en el combate, sólo una baja esta vez, luego de los discursos de rigor fueron despachados a sus barracas a descansar, pasaron largos minutos hasta que la escuadra de ataque llegó, ya no había nadie para vitorearlos pero el Capitán Benítez y la agente Lau sí estaban ahí.

- Una misión exitosa – dijo la agente Lau a García sonriendo

- Casi – contestó un sombrío García – el desgraciado escapó nuevamente.

- ¡vamos García! – dijo Dinozzo – eliminamos a Ferro, eso amerita una celebración por lo menos.

- Concuerdo con el agente – dijo el capitán Benítez – fue el strike dos.

- Es verdad – asintió Earp – ahora queda mucho menos para recuperar el control de la ciudad.

- La parte más dura en realidad – aportó Lloyd – los del LMB son tipos realmente duros.

- Nosotros también agente – dijo Benítez – nosotros también y hoy les ha quedado claro.

- No quiero arruinar el momento – dijo Lau – pero mañana a primera hora necesito que los agentes Dinozzo y Lloyd se entrevisten con la doctora Kandell, ella tiene una misión para ustedes, pero ahora vayan a descansar porque se lo merecen.

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Al otro día los agentes Dinozzo y Lloyd concurrieron al ala médica en busca de la doctora Kandell, ésta se encontraba estudiando diferentes cadenas de ADN en su ordenador, por lo que no se percató de inmediato de la presencia de los agentes, ensimismada en su trabajo movía el mouse de arriba abajo y pulsaba con fuerza las letras del teclado, haciendo que Lloyd hiciera una mueca de asombro, Dinozzo se encogió de hombros e hizo un ruido tipo tos, para llamar la atención de la doctora, la cual no se inmutó, Dinozzo tosió aún más fuerte, nada, la doctora simplemente los ignoraba.

- ¡Buenos días doctora! – dijo Lloyd haciendo que Kandell diera un salto en su asiento y luego se tomara el pecho con una mano, suspirando.

- ¡menudo susto me ha dado agente! – dijo una vez calmada la doctora – perdonen, pero estoy avanzando en la vacuna para el virus y no quiero perder la idea que tengo en mente, por eso me pierdo en mi trabajo y no soy consciente de lo que pasa a mi alrededor.

- Sí, pudimos darnos cuenta – dijo Dinozzo sonriendo

- La agente Lau nos dijo que usted tenía una misión para nosotros – preguntó Lloyd

- Lo cierto agentes, es que para ustedes sonará irrisorio, pero para mí es importantísimo, lo que les voy a pedir que recuperen, es crucial para el desarrollo de la vacuna.

- ¿y qué es eso tan importante doctora? ¿muestras de virus, el cuerpo de un infectado? – preguntó Dinozzo

- No agentes, algo mucho más importante, acompáñeme por favor y se los mostraré – dijo la doctora, levantándose de su asiento y dirigiéndose al interior del ala médica, los agentes siguieron a Kandell hasta llegar a una pequeña sala llena de artefactos médicos y científicos, al fondo de la sala desde una especie de contenedor de color gris, se escuchaba un ruido cómo de cuchicheo, la doctora se acercó al contenedor que resultó ser un armario de jaulas, donde retozaban cuatro pequeños ratones de color blanco.

- ¿ratones de laboratorio? – preguntó Lloyd

- Sí, agentes, necesito recuperar diez ejemplares de estos animales.

- ¿y estos son los elementos cruciales? – dijo Dinozzo, haciendo una mueca de asco al ver a los animales.

- Más de lo que usted cree agente, éstos animales me permitirán probar la vacuna y una vez la haya testeado en ellos puedo dar el paso final y aplicarla a humanos.

- O sea que está más que avanzada la cura – afirmó Lloyd

- ¿y estos cuatro no le sirven? – dijo Dinozzo – es que no me gustan estos bichos.

- No, agente, sólo cuatro de ellos no me permiten hacer todas las pruebas que requiero, además los que necesito que recuperen tienen características especiales.

- Bien doctora ¿tiene la ubicación de las ratas? – preguntó Lloyd

- Sí, se la he dado al ingeniero para que las cargue en sus dispositivos, es un hospital de campaña ubicado en Midtown East, allí deberían estar las jaulas con estos ejemplares, están acondicionadas para proveerlos de agua y alimentos por casi dos años en caso de catástrofe.

- ¡están mejor cuidados que nosotros! – dijo riéndose Dinozzo

- Lo que me preocupa es que la dirección que nos dio corresponde al territorio del LMB – dijo Lloyd.

- Eso mismo me dijo el ingeniero cuando se la di, por eso no podía pedírselo al Capitán Benítez, los soldados de la JTF no estarían preparados para este reto.

- Bien doctora – dijo Lloyd – nosotros nos haremos cargo.

- ¡Cuente con esas alimañas doctora! – finalizó Dinozzo

Los agentes salieron del ala médica para dirigirse al vestíbulo del edificio, allí en su lugar habitual, encontraron a la agente Lau, quién al verlos se levantó rápidamente de su silla y fue a su encuentro.

- Agentes – los saludó Lau – entiendo que ya se entrevistaron con la doctora Kandell.

- Sí jefa – respondió Dinozzo – ya sabemos lo que tenemos que buscar, asqueroso, a decir verdad.

- Pero crucial agente, esos animales pueden ser el último eslabón en la adquisición de la cura para el virus.

- La doctora lo dejó claro agente Lau – contestó Lloyd

- Van saliendo a la ubicación entonces.

- Sí, pero quería preguntar si se han tenido noticias de la búsqueda del francotirador.

- Sólo malas noticias agente Lloyd, el capitán Benítez mandó otro contingente de la JTF para apoyar la búsqueda, pero sólo encontraron los cuerpos de los soldados que lo siguieron por las alcantarillas.

- O sea que nuevamente escapó – dijo Dinozzo

- Es lo más probable, la inteligencia indica que se dirige a los distritos controlados por el LMB – dijo Lau.

- Igual nosotros – dijo Lloyd con el ceño fruncido.

- Su misión es otra y más importante que cazar a un renegado agentes, sé cuánto desean venganza, pero debemos priorizar la vacuna. Si se topan con él me lo comunicarán de inmediato para desplegar otros agentes, ustedes no entablarán combate con él, ¿queda claro?

- Sí agente, queda claro – respondió a regañadientes Lloyd

- Bien, eso espero, buena suerte agentes, recuerden que la ciudad depende en gran medida del éxito de su misión.

- Sin presiones entonces – dijo Dinozzo riendo y se dirigieron a la salida con rumbo a los dominios de un enemigo poderoso y temible.

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IV PARTE

LAST MAN BATALLION

Jhon Dan pudo llegar a duras penas al Consulado Ruso, herido por la explosión de las minas rastreadoras de sus enemigos, se arrastró por las alcantarillas de la ciudad perseguido por un grupo de soldados de la JTF, afortunadamente él conocía a la perfección esa parte de la ciudad pues era la única forma de entrar y salir del acordonamiento por cuarentena a la que Nueva York había sido obligada, y la que utilizaban tanto él como Keener, Bliss y cualquier otro que tuviera negocios en las ciudades sin contaminación, todo esto fuera del radar de la agencia y la JTF. Fue allí donde logró deshacerse de los soldados que lo perseguían, cómo se vio obligado a dejar su rifle abandonado, tuvo que improvisar, los emboscó con una trampa explosiva y los remató con su pistola, no fue agradable pero sí necesario, de todas formas, fue lo mejor que les pudo haber pasado, porque de haber sido capturados por los soldados del LMB ahora estarían colgados de los semáforos de la ciudad, luego de haber sido torturados solo por diversión.

Una vez atendido por los sanitarios del LMB, fue a entrevistarse con el coronel Bliss, debía comunicarle la muerte de Ferro y advertirle que el próximo objetivo de Lau y compañía sería él, lo encontró en su oficina con un puro en la boca y leyendo unos informes de sus soldados.

- Señor Dan – lo saludó Bliss – puedo ver que la tuvo difícil, espero que se encuentre bien.

- Algo así – contestó Dan – nos pegaron duro nuevamente.

- Ya lo sé, la muerte de Ferro y la disolución de su facción nos debilita un poco, pero créeme que no altera nuestros planes.

- ¿Keener ya lo sabe?

- Keener lo sabe todo – apostilló Bliss – como bien recordarás, de hecho, ya está aquí.

- ¿aquí, en el consulado? – se preocupó Dan

- No, está en la zona oscura, dijo que debía atender unos negocios antes de venir aquí, ¿tú sabes algo de eso?

- Sólo sé que busca a alguien en la zona oscura, si tiene otros "negocios" lo ignoro.

- Con Keener nunca se sabe, tendremos que estar atentos.

- ¿Cuáles son tus planes ahora? – preguntó Dan – supongo que sabes que ahora vienen por ti y tu gente.

- Lo sé y no me preocupa, tengo planes de contingencia para todo y cómo tú mismo has podido observar, les va a costar sangre, sudor y lágrimas llegar hasta mí.

- No te confíes, todos los que han caído tenían tú misma seguridad y ya ves los resultados.

- Vamos, Dan, ¡has visto lo que he construido aquí! ¿crees que un grupo de novatos va a tener éxito atacándome?, es ridículo.

- No son un grupo de novatos Bliss o por lo menos ya no lo son, tienen experiencia de sobra y entrenamiento suficiente para darte problemas.

- Pues que vengan, sólo caerán ante mis tropas, con suerte uno de ellos podría acercarse.

- Con uno solo que lo logre basta Bliss.

- ¿y para que te tengo a ti? – dijo Bliss levantándose y dando un tremendo puñetazo a la mesa, lo que hizo que dos de sus guardias entraran con las armas preparadas apuntando a Dan dispuestos a matarlo al más mínimo movimiento, Bliss hizo un movimiento con la cabeza tranquilizando a sus perros - ¿ves lo que te digo?

- Ya sé que tus hombres te son leales, el peligro es otro.

- Sólo debes recordar que tu culo es mío y mi protección es tu prioridad.

- Está bien, pero deberás hacer entender a tus perros que tengo atribuciones de mando sobre ellos, en algún minuto necesitaré mover tropas o darles instrucciones específicas.

- No te preocupes, hablaré con los comandantes para que den instrucciones sobre ello.

- Si ya no me necesitas, voy a descansar un rato, debo recuperarme bien para enfrentar lo que venga.

- Hazlo, te avisaré cualquier cosa.

- Antes que se me olvide, necesito un nuevo rifle.

- La armería está a tu disposición, sírvete tú mismo, puedo preguntar qué pasó con el antiguo.

- Se rompió.

- Ah!, yo pensaba que en tu huida lo habías perdido.

- ¿Qué quieres decir?

- Nada, habladurías de soldados aburridos, no te preocupes, ve a descansar.

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García daba mantención a sus armas en un rincón de la base, mientras que Earp se divertía instruyendo a los agentes de la escuadra de avanzada, la agente resultó tanto o más jodida como instructor que el propio García, no toleraba ninguna equivocación por parte de sus pupilos, repitiendo cada ejercicio hasta que lo agentes lo llevaran a cabo de memoria y en forma mecánica, los enviaba a comer exhaustos y casi sin fuerzas, y a la siguiente hora los exprimía nuevamente, la máquina que había creado García ahora estaba más aceitada que nunca, pero todo esfuerzo era poco, debían estar preparados para enfrentar al ejército del LMB, soldados absolutamente disciplinados y tácticos, especialistas en armas y combate cercano, la JTF ya había sufrido las consecuencias de enfrentarlos cara a cara, el capitán Benítez luego de la caída de Ferro y consciente de que ahora iban a ir por Bliss, entregó a los agentes una serie de documentos, videos y fotografías del LMB en acción, los despliegues que llevaban a cabo eran una verdadera coreografía, pero no sólo eso, también tienen la capacidad de adaptarse a las circunstancias del combate, utilizando cada elemento del campo para rodear y eliminar a sus enemigos rápidamente, su equipamiento no tiene nada que envidiarle al de los miembros de la agencia, armas cortas, largas, automáticas y semiautomáticas, francotiradores, granaderos, expertos en demolición que utilizan escopetas semiautomáticas, ingenieros, y un largo etc, de especialistas que sumados a los soldados básicos dan como resultado un equipo temible.

La agente Lau se hizo presente cuando Earp despachaba a la escuadra de avanzada a descansar, se acercó a los agentes veteranos saludándolos cariñosamente:

- ¿cómo están agentes? – preguntó Lau

- Preparándonos para lo que viene agente – contestó García

- Y preparando a los demás también – agregó Earp

- Así veo Earp, creo que esos agentes dormirán profundamente el día de hoy.

- Sí, creo que los he molido, literalmente.

- Bien hecho, la cohesión de la escuadra los hará más fuertes – dijo Lau.

- Eso espero agente Lau, sinceramente eso espero – contestó Earp – ahora con su permiso, necesito urgentemente una ducha.

- García – dijo Lau sentándose al lado del agente – necesito un favor de su parte.

- Dime Lau ¿Qué puedo hacer por ti?

- Quiero que ubiques a los demás, tus antiguos camaradas.

- ¿por lo que se viene?

- No, eso lo enfrentaremos nosotros.

- ¿entonces?

- Voy a enviarlos a Washington.

- ¿A los tres?

- Si están de acuerdo y logras ubicarlos, sí, necesito por lo menos enviar una escuadra.

- Sabes que aceptarán, y si ellos lo hacen voy a unirme a la misión.

- No, tú te quedarás aquí y me ayudarás a eliminar al coronel Bliss.

- Los demás son más que capaces de hacerlo, no me necesitas aquí.

- Claro que te necesito, pero no más que los demás, Earp, Lloyd e incluso Dinozzo, no puedes dejarlos solos, son eficientes sí, pero contigo son algo más, sé que tienes miedo de no estar a la altura, que las heridas que sufriste han mermado tu capacidad, pero déjame decirte que nadie opina de esa forma.

- No tengo miedo Lau – contestó García – me preocupa que por mi culpa alguien resulte herido o muerto.

- ¿y crees que yéndote a Washington eso no pasará? ¿Qué a los demás por ser veteranos como tú no los pondrás en riesgo?

- No se trata de eso.

- ¿de qué se trata entonces? ¿de qué quieres huir?

- ¡está bien! ¡sí, tengo miedo! ¡tengo miedo de no poder proteger a estos chicos cómo no pude proteger a mi anterior escuadra! ¡no quiero fallarles cómo les fallé a ellos! – gritó García entre sollozos.

- García – dijo Lau suavemente – todos cometemos errores y la muerte de tu equipo anterior no fue tu culpa.

- ¡yo no tenía que haber sobrevivido, tenía que haber muerto con ellos!

- Tienes la culpa del sobreviviente, yo también la cargo García, pero debemos tragárnosla y seguir adelante, de otra forma no podríamos hacer nuestro trabajo.

- No es tan fácil Lau, tú no estás en el campo.

- Sí, es verdad, yo no estoy en combate, pero ¿sabes acaso como me siento al mandar a otros a hacer mi trabajo? ¡mando a otras personas a morir por mí! ¡no me vengas con que es fácil! ¡tú estás afuera con ellos, puedes apoyarlos y evitar que mueran! yo me quedo aquí, con la incertidumbre de no saber lo que pasa, todos los días.

- Estamos bien jodidos ¿verdad? – dijo García abrazando a Lau

- Creo que sí – contestó riendo Lau

- Bien, entonces luego de esta charla liberadora, entiendo que debo dirigirme a la zona oscura.

- Sí, encuentra a Johnson, Ward y a Dunne y envíamelos aquí.

- ¿crees de verdad que Washington cayó?

- No lo sé García, por eso necesito ojos y oídos allá, no tenemos comunicación y no han dado señales de vida, si la capital cayó debemos saberlo y actuar en consecuencia.

- Ok, pero haremos un compromiso.

- ¿Perdón?

- Cuando eliminemos a Bliss, me marcho a la capital.

- No te lo impediré García, pero ten en cuenta que nos puede llevar un tiempo eliminar a Bliss.

- De eso no te preocupes, caerá cómo han caído los demás.

- ¡vaya ahora estás en modo optimista!

- Una buena conversación con la psicóloga de la base siempre ayuda – dijo García entre risas.

Luego de su conversación con Lau, García fue en busca de la agente Earp, pensaba comunicarle su nueva misión y encargarle nuevas tácticas para la escuadra de avanzada, ahora que las cosas estaban claras y la decisión tomada, convenía acelerar las cosas.

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Los agentes Lloyd y Dinozzo avanzaban por las calles de Nueva York hacia la ubicación indicada en sus dispositivos, cada cierto tiempo Lloyd consultaba el mapa de ISAC y lanzaba un pulse preventivo, hasta el momento no se habían topado con enemigos, el último combate dejó a los cleaners sin líder y éstos se habían desbandado, dejando su territorio abandonado, lo que hacía que se vieran más ciudadanos buscando entre los restos, habían ayudado a varios durante su trayecto, ya sea con consumibles o medicina, éstos a modo de agradecimiento los proveían de información, inteligencia que sumada a los datos que ellos manejaban los ayudaba a mantener un ritmo constante y seguro de desplazamiento, evitando aquellos lugares en los cuales había presencia de soldados del LMB, las patrullas de la JTF no se veían por estas zonas y los que se divisaban eran cadáveres colgados de semáforos o puentes a modo de advertencia, no era algo agradable de ver, así que extremaban las precauciones en su avance, si le hacían eso a simples soldados no querían imaginarse lo que les esperaba a ellos si caían en sus manos, dos agentes de The Division, un trofeo mayor en toda regla.

El frío y la nieve dificultaba su desplazamiento, ahora los vehículos abandonados eran grandes camiones de abastecimiento, camiones militares de transporte de tropas y pertrechos, grandes todo terreno tirados en la calle, inservibles para cualquier uso salvo como cobertura, incluso algunos con los cadáveres de sus ocupantes aún permanecían en su interior, muertos por efectos del virus, disparos o el clima, la muerte en esta parte de la ciudad se cebaba con cualquiera que osara desafiarla. Al acercarse a su objetivo fue más común ver patrullas del LMB ejerciendo su poder entre la población, cómo no podían entrar en combate a menos que fuera necesario las rodeaban, no sin antes estudiar sus desplazamientos y forma de patrullar, cantidad de hombres y otras notas que les servirían una vez pudieran enfrentarlos. En su paso por ese lado de la ciudad pudieron observar que las patrullas estaban conformadas por a lo menos seis soldados regulares, con sus respectivos uniformes de combate y equipo básico, comandados por algún sargento especialista, diferenciado por su equipo y armamento, generalmente con algún grado mayor de armadura corporal y armamento especial, éstos líderes eran el objetivo primario a eliminar, descabezada la pirámide sería más fácil eliminar la amenaza que representaban los soldados básicos, que actuaban en base a ordenes claras y sin ellas, serían como pollos sin cabeza.

Faltando poco para llegar, ISAC lanzó su clásico aviso "llegando al área demarcada", por lo que ambos agentes ralentizaron sus pasos, buscando el hospital de campaña indicado por la doctora Kandell.

- Dinozzo a tus 12 – dijo Lloyd

- Lo veo – contestó el agente.

El hospital de campaña no era otra cosa que dos carpas enormes del tipo militar, diseñadas para soportar las inclemencias del clima y albergar en su interior los equipos básicos para atender las necesidades médicas de soldados y civiles, o como en este caso el estudio del virus. Luego de verificar por medio de un pulse que no existieran amenazas, los agentes entraron a la primera carpa, la que descartaron rápidamente por tratarse de la destinada a la atención de pacientes, salieron de ella y se dirigieron a la siguiente, la cual tal como había dicho Kandell, era un laboratorio móvil, los equipos, algo sucios por el tiempo que llevaban abandonados, aun conservaban líquido y muestras en sus aparatajes – muévete con precaución Dinozzo – le indicó Lloyd – no queremos que te infectes con algún tipo de enfermedad rara – el agente levantó el pulgar de su mano izquierda en señal de haber entendido, dio un par de pasos entre los equipos y se detuvo abruptamente, levantó la mano y le señaló un lugar a Lloyd, éste se apresuró hacia donde indicaba Dinozzo, para poder observar varias jaulas abiertas, destruidas, sin ningún animal en su interior – deben haber más – dijo Lloyd – no podemos llegar sin nada a la base – por lo que siguieron buscando, luego de un rato en el interior de la carpa y ya con la esperanza perdida, Dinozzo le dio una fuerte patada a un escritorio que tenía en frente, al caer el mueble reveló una trampilla que una vez abierta les llevó a un pequeño sótano con equipos de aire acondicionado y tubos respiraderos, más equipos de estudio y al fondo jaulas llenas de especímenes de ratones de laboratorio de color blanco, gordos y despreocupados, los animales se mantenían a salvo en sus jaulas, Dinozzo hizo un pequeño gesto de disgusto seguido de otro de alivio, su misión hasta el momento iba bien.

- Excelente – dijo Lloyd – tomemos una jaula cada uno y pongamos 5 ratones en cada una.

- Ehhh – tartamudeo Dinozzo - ¿podrías tomar tú a los ratones?

- ¿le temes a estas criaturas? – le dijo Lloyd sacando a un ratón más grande y gordo que el resto y acercándoselo a Dinozzo, el que dio un salto hacia atrás tapándose la cara con una mano.

- ¡no me lo acerques!

- ¡jajajaja! – río Lloyd – ya verás cuando se enteren los demás de tu fobia.

- No me importa, mientras no tenga que tocarlos no hay problema.

- Está bien, yo llenaré las jaulas, mientras tanto verifica la salida, no queremos sorpresas.

Mientras Lloyd llenaba las jaulas con los ejemplares, Dinozzo salió a la calle, miró de un lado a otro no observando nada anormal, permaneció atento un momento más antes de volver a entrar a la carpa y se detuvo de golpe, aguzó el oído y escuchó un grupo de personas acercarse por la calle, se lanzó rápidamente hacia la parte trasera de uno de los vehículos que había allí y esperó; un grupo de soldados del LMB avanzaba en formación por la calle hacia el hospital, seis soldados y un sargento, tal y como habían visto en las demás patrullas, avanzaban despacio escudriñando cada rincón y con sus armas listas para el combate, Dinozzo se apresuró a entrar en la carpa para advertir a Lloyd, quién ya tenía listas las jaulas con los ratones, los que chillaban de forma estrepitosa.

- Por como gritan estos malditos no pasaremos desapercibidos – dijo Dinozzo

- Pase lo que pase, los ratones son nuestra prioridad, no nos vamos a detener a combatir si podemos evitarlo – dijo Lloyd.

- ¿y cómo pretendes evitar a los soldados de allá afuera?

- Salimos y desplegamos las torretas, al mismo tiempo les lanzamos minas rastreadoras y corrimos como alma que lleva el diablo.

- Ok, me parece un buen plan – dijo Dinozzo, mientras Lloyd le instalaba la jaula en la parte de abajo de su mochila.

- Bien, salgamos – ordenó Lloyd.

Al salir los agentes desplegaron las torretas lanzallamas a cada lado de la calle y antes que los soldados reaccionarán lanzaron cuatro minas rastreadoras cada uno, no se quedaron a ver los resultados de su estrategia, se lanzaron en carrera calle arriba, escuchando las explosiones, gritos de dolor y las balas silbando por sobre sus cabezas, al llegar a la esquina, tomaron un respiro detrás de un camión militar, Dinozzo saltó a la parte trasera y puso su ametralladora ligera en el techo de la cabina del vehículo, Lloyd se quedó detrás, lanzó un pulse y gritó:

- ¡Sólo registro dos enemigos!

- ¡no veo a nadie! – respondió Dinozzo

- ¡espera, ya aparecerán! - ¿Cómo están tus mascotas? – preguntó Lloyd

- ¡por cómo sigue chillando parece que se divierten! – respondió Dinozzo

- ¡atento, veo algo! – alcanzó a decir Lloyd antes de que una bala diera en el costado del vehículo en el que se cubría. De entre la niebla producida por el frío reinante salieron una docena de soldados del LMB disparando contra ellos.

- ¡despejen el teatro de operaciones! – gritó el sargento a cargo, disparando hacia Dinozzo con un rifle de asalto G36.

- ¡cúbrete Lloyd! – gritó Dinozzo mientras rociaba una lluvia de balas con su "Tragabalas", matando a dos enemigos de una pasada.

- ¡protege a las ratas Dinozzo! – le gritó Lloyd - ¡es lo único que importa!

- "lo único que importa" – pensó Dinozzo mientras cambiaba el cargador de su arma – yo me importo mucho – se dijo a si mismo alzándose nuevamente para continuar disparando, los soldados se abrieron en abanico buscando rodearlos, uno de ellos se acercó por el costado derecho de Dinozzo, Lloyd logró verlo y con un certero disparo en la cabeza a través del casco lo abatió, el sargento era más escurridizo, se lanzaba rodando de un lado a otro, acercándose poco a poco a la posición de los agentes, de pronto Lloyd le perdió el rastro, sólo vio a tres soldados avanzando rápidamente hacia él disparando sobre su posición, se echó hacia atrás y corrió a una nueva cobertura, cambió el cargador de su arma y disparó a ciegas sin asomar la cabeza, cambió cargador y se asomó un milímetro, le había dado a dos de los soldados, se levantó con el arma a la cintura y los acribilló antes de que reaccionarán, lanzó el cargador vacío al suelo y vio por el rabillo del ojo al sargento acercándose por su espalda, su enemigo sonrío, levanto su arma para asegurar el disparo y cayó de rodillas, con un hilo de sangre corriendo por su frente, Dinozzo detrás de él, soplaba el humo del disparo de su pistola igual que en una película del lejano oeste.

- Los ratones bien ¿no? – le preguntó

- Vámonos, imbécil – le contestó Lloyd – y gracias por salvarme la vida también.

V PARTE

OTRO DIA EN LA OFICINA

García habló con Earp y le contó la misión que le había encomendado Lau, también le comunicó su decisión de marcharse a Washington una vez la ciudad estuviera en control de la agencia y la JTF, Earp no fue muy comunicativa ni tampoco trato de hacerle cambiar de opinión, tal vez la noticia la tomó por sorpresa, como sea, una vez hecho esto se dirigió al vestíbulo del edificio de correos donde encontró al capitán Benítez, papeles en mano repartía instrucciones a una patrulla a punto de salir, cuando lo vio le hizo una seña con la mano para que se acercara:

- Agente García – saludó Benítez - ¿cómo se encuentra?

- Bastante recuperado – contestó García

- Bien, bien – añadió el capitán – supe que quiere dejarnos ¿es eso cierto?

- Las noticias vuelan en esta base capitán.

- Así es, agente, cuando un miembro del equipo quiere marcharse la preocupación es de todos.

- No hay de qué preocuparse capitán, dejaré la base una vez hayamos recuperado la ciudad, no antes.

- Es bueno oír eso, créame cuando le digo que usted tiene el respeto y el aprecio de mis hombres, el mío y el de todos en la base, no queremos perderlo.

- Gracias capitán, pero si me marcho es solo para asumir otra misión, debemos saber que ocurre en D.C.

- Lo sé agente, a todos nos preocupa esa situación, pero esta ciudad seguirá necesitando a sus mejores hombres.

- Ya están aquí capitán y estoy frente a uno de ellos.

- No se me ponga zalamero agente - y se despidió de García.

El agente salió de la base entre saludos y palmoteos en la espalda por parte de gente que ni siquiera conocía - parece que Lau lanzó una campaña para retenerme – pensó García, saliendo al exterior, nevaba profusamente y la visibilidad estaba reducida a centímetros, se caló su sombrero hasta las orejas, bajó su poncho y comenzó a caminar hacia la zona oscura – otro día en la oficina - pensó.

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Lloyd y Dinozzo llegaron finalmente a la base, con su cargamento de ratones intactos, se dirigieron de inmediato hasta el ala médica para entregar los animales a la doctora Kandell, ésta estaba trabajado afanosamente en su ordenador.

- Ahora estas alimañas no chillan – señaló Dinozzo

- Duermen como angelitos – contestó riendo Lloyd, mientras le ayudaba a Dinozzo a sacar la jaula de su mochila.

- Agentes – saludó la doctora cuando los vio.

- Aquí tiene sus animales doctora – dijo Lloyd, entregándole las jaulas a Kandell

- ¡gracias agentes, ahora puedo probar la vacuna! – celebró Kandell

- No me gustaría estar en el lugar de esos ratones – dijo Dinozzo

- ¡oh, agente, lo estará!, cuando la vacuna esté probada, necesitaré voluntarios para inocular el antígeno en humanos y ustedes son los primeros en mi lista.

- ¡no doctora, cualquier cosa con agujas me da alergia! – se quejó Dinozzo

- Te quejas por todo Dinozzo – le espetó Lloyd – pareces un niño.

- Es un trauma muy doloroso, que ahora no quiero contar.

- Gracias nuevamente agentes, realmente no dimensionan el gran trabajo que han realizado.

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El coronel Bliss se encontraba en su oficina leyendo los últimos informes de sus patrullas, uno de ellos hablaba sobre una incursión de agentes en la zona de Midtown East, en el corazón de sus dominios, no decía absolutamente nada de cuál había sido el motivo de la visita, sólo la cantidad de muertos que estos malditos habían dejado a su paso, llamó a uno de sus guardias y le ordenó que fuera a buscar al agente Jhon Dan, sacó su teléfono satelital de un cajón del escritorio el cual estaba junto a una pequeña caja marcada con el símbolo de toxinas peligrosas y una pistola inoculadora, cerró el cajón y esperó.

- Coronel – dijo Dan - ¿me necesita?

- Agente – contestó Bliss – necesito que haga una investigación para mí.

- ¿sobre qué sería?

- Dos de sus colegas de The División estuvieron hoy por aquí, mataron a varios de mis hombres en una incursión a un hospital de campaña.

- ¿y que necesita de mí?

- Quiero que averigües que podría ser tan valioso cómo para arriesgarse a venir aquí, investiga ese hospital de campaña e infórmame.

- Bien deme la ubicación y me pondré en marcha de inmediato.

- Toma – dijo Bliss, entregándole el informe de inteligencia – ahí están todos los detalles ¿ya tienes un rifle nuevo?

- Sí – dijo Dan – ya visité su armería

- Bien, regresa una vez tengas resultados y no pierdas mis armas.

- Muy gracioso Coronel – contestó Dan.

Cuando Dan salió de su oficina, Bliss tomó el teléfono y marcó uno de los números grabados, luego de un par de tonos la voz profunda de Keener contestó:

- ¿Bliss?

- Sí, soy yo

- ¿Qué quieres?

- Informarte que tus amigos anduvieron por aquí.

- ¿qué amigos? Sabes que tengo muchos

- No es ningún chiste Keener, dos agentes de The Division visitaron mi patio trasero e hicieron de las suyas.

- ¿algo concreto?

- Sólo sé que registraron un hospital de campaña, su objetivo lo desconozco, pero envié a Dan para investigar.

- Bien, mantenme informado y cuando Dan vuelva mándalo aquí conmigo, necesito de sus servicios.

- ¿necesitas hombres?

- No te preocupes, sólo envíame a Dan – y cortó.

- ¡maldito arrogante! – dijo en voz alta Bliss guardando el teléfono en el cajón.

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García llegó a la zona oscura de noche, no había razón para apurar la misión así que se fue directo a su guarida, subió al piso y se tensó en el momento que escuchó voces en el interior de su apartamento, comprobó su arma y le dio una patada a la puerta, entró apuntando desde la altura de la cadera para tener una mejor visión del interior, las tres personas que había en el centro de la habitación se levantaron como resortes desenfundando sus armas de puño, el agente miró a su alrededor, en un rincón descansaban una ballesta, un rifle de francotirador calibre .50 y un lanzagranadas, los cuatro se miraron por un par de segundos y comenzaron a reírse, García se acercó y los abrazó uno por uno.

- Johnson, cuanto tiempo – dijo saludando a un hombre alto y fornido con una barba algo descuidada – Ward, que alegría volver a verte – se dirigió a una mujer delgada, de pelo castaño recogido en una cola de caballo – Dunne – saludó a un hombre de color, alto y musculoso – por fin reunidos.

- Tengo entendido que tienes un mensaje para nosotros – dijo el hombre llamado Johnson.

- Vaya, no les escapa nada ¿verdad? – contestó García

- Cómo en los viejos tiempos ¿eh, García? – dijo la mujer

- Y que tiempos – dijo el agente sonriendo.

- Bueno, no nos dejes llevar toda la conversación – dijo Dunne sentándose.

- Es cierto – carraspeó García – pero es tarde y lo que me apetece en este minuto es ponernos al día, luego hablaremos de trabajo, dejemos tiempo para compartir en familia – y sonrío cómo hace mucho tiempo no lo hacía.


CAPITULO 6


I PARTE

RECONOCIMIENTO

Nuevamente se hace necesario realizar un reconocimiento en terreno respecto de la ubicación y número aproximado de enemigos asentados en el territorio dominado por el LMB, además no existe inteligencia relativa al lugar donde podría tener su cuartel general el Coronel Bliss, se sabe de dos posibles ubicaciones, el Consulado Ruso o el Edificio de las Naciones Unidas, pero se deben corroborar las informaciones, para ello la agente Lau convocó a una reunión a los agentes que se encontraban en la base y al capitán Benítez.

- Agentes, Capitán – saludó Lau

- Buenos días – respondieron al unísono

- Como bien saben la derrota de Joe Ferro trajo consigo una nueva responsabilidad, el control de los territorios ocupados por la facción de los cleaners, ha pasado a nuestras manos y tal como lo explicará el capitán Benítez, los soldados de la JTF no están dando abasto para realizar patrullajes y mantener el orden en dichas zonas.

- Efectivamente – contestó Benítez – lo que restaba de los cleaners se han desplazado hacia las zonas ocupadas por el LMB, pasando obviamente a engrosar sus filas, en cambio nuestras fuerzas son exiguas y al tener mayor control sobre la ciudad también aumentan los lugares que debemos proteger.

- ¿y Camp Hudson? ¿no nos envían más medios? – preguntó Lloyd

- Ya lo han hecho agente – respondió Benítez – y seguirán haciéndolo mientras puedan, pero de todas maneras es insuficiente.

- ¿y cuál sería la solución? – preguntó Earp

- Bueno, no nos queda otra opción que acelerar el ataque final – dijo Lau

- Pero no tenemos inteligencia sólida respecto al LMB – dijo Dinozzo – ¿no sería eso un suicidio?

- Ahí es donde entran ustedes – dijo Benítez – yo me encargaré personalmente de obtener mayores elementos para los patrullajes, pero respecto a la obtención de inteligencia, esa será su misión.

- La escuadra de avanzada será destinada a realizar patrullajes preventivos en las zonas recientemente recuperadas – dijo Lau – mientras que ustedes tres partirán a las locaciones actualmente controladas por el LMB.

- ¿y García? – preguntó Dinozzo

- Está en otra misión en la zona oscura, pero en cuanto regrese se unirá a ustedes – contestó Lau.

- Su misión – añadió Benítez – se dividirá en tres partes, deben averiguar las zonas donde existen asentamiento de soldados y verificar la ubicación del coronel Bliss, para ello se han cargado en sus dispositivos ISAC los puntos en los cuales podría estar su cuartel general, por último y sólo en caso de avistamiento positivo, llevarán a cabo la eliminación del agente renegado que acompañaba a Ferro.

- Una misión para novatos – bufó Dinozzo

- Exacto – respondió Lau riendo – por eso va usted agente.

- Bien, entonces ahora que sabemos de qué va la cosa, será mejor salir pronto – añadió Lloyd.

Los agentes salieron de la reunión y se dirigieron a sus barracas a fin de equiparse, aprovisionarse de munición y consumibles para una misión de largo aliento, de acuerdo a lo visto en la reunión tendrían que pasar por lo menos un par de días en los dominios del LMB, por lo cual debían salir lo más preparado posible, verificaron sus armas, equipo, abrigo y salieron en dirección a , , y , manzanas en las cuales el ejército de Bliss se hacía fuerte.

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García llegó a la base de operaciones en horas de la noche, acompañado de tres agentes a los que nadie había visto antes en la oficina de correos, pasaron directamente al ala de seguridad donde luego de saludar al capitán Benítez se fueron a reunir con la agente Lau.

- Agentes Johnson, Ward y Dunne - saludó Lau – como siempre, es un placer verlos.

- Igualmente, agente Lau – contestó Johnson

- Supongo que García los puso al día – consultó Lau

- Algo nos adelantó – dijo Ward – pero queremos oír la versión oficial.

- Bueno eso es fácil de solucionar – contestó Lau – tenemos información no confirmada sobre la caída de Washington por un nuevo brote del virus del dólar.

- ¿Washington contaminada? – preguntó Dunne

- Así es agente, no hemos podido tomar contacto con D.C. desde su última comunicación, la cual nos alertó de la situación.

- Eso hay que corroborarlo – dijo Johnson

- Precisamente agente, por eso los he convocado, necesito que ustedes viajen a la capital y confirmen o desmientan nuestra inteligencia.

- ¿García nos acompañará? – preguntó Ward

- No, no puedo dejarlo ir por el momento, pero una vez terminemos aquí se reunirá con ustedes, según su propio deseo.

- Exacto – apostilló García – una vez hayamos recuperado Nueva York iré a D.C.

- Bien – añadió Dunne – entonces nos aprovisionaremos y marcharemos a la capital.

- Será un viaje largo agentes – señaló Lau – prepárense bien y descansen lo suficiente, García los acompañará a las barracas y les proporcionará las provisiones que necesiten.

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Mientras los agentes Dunne, Ward y Johnson se preparaban para un intenso y largo viaje hacia la capital, los agentes Lloyd, Earp y Dinozzo, llegaban temprano a su destino, los dominios del LMB, preparados para una estadía más o menos larga en sus calles, subieron a una estructura que rodea uno de los tantos edificios abandonados en la ciudad, ya en el tercer piso ubicaron un departamento que reunía las características necesarias para ser un piso franco o cuartel general provisorio para su misión. Ordenaron un poco y dejaron aquellos elementos que no serían de primera necesidad de momento en la calle, ordenando cada uno su propio alijo, descansaron un momento para luego verificar las distancias que debían cubrir para realizar las misiones encomendadas, lo primero era verificar que tan fuertes eran los del LMB y cuáles eran sus zonas de control, por otra parte también debían averiguar si el Coronel Bliss se encontraba en el Consulado Ruso o en el Edificio de Naciones Unidas, todo esto para tres agentes, en espera de que García se les uniera luego de su misión en la zona oscura; decidieron por el momento dejar de lado la vigilancia al edificio de las Naciones Unidas y centrarse en recorrer las calles del distrito y vigilar el Consulado Ruso.

- Dinozzo – dijo Lloyd – como tú ya tienes experiencia en vigilancias, te harás cargo del Consulado Ruso.

- Claro – alegó Dinozzo – ahora resulta que tengo experiencia.

- No Dinozzo – dijo Earp – sucede que eres el más nuevo.

- Ok, entonces yo tomo la vigilancia del Consulado – asintió Dinozzo

- Entonces Earp y yo – indicó Lloyd – realizaremos el recorrido por el distrito y averiguaremos la fuerza real del LMB.

- Bien, entonces será mejor que vaya saliendo al consulado – dijo Dinozzo resignado.

Los agentes salieron de su cuartel provisorio en dirección a sus respectivas misiones, Dinozzo a una ubicación fija y Lloyd y Earp a recorrer las calles, comenzando por Murray Hill.

Dinozzo llegó al Consulado Ruso luego de unas dos horas de caminata, esquivó por lo menos cuatro patrullas del LMB, conformadas por un sargento especialista y cinco o seis soldados cada una, cómo su misión requería estar en modo furtivo, evitó entablar combate con alguna de aquellas patrullas, aunque según él, las habría eliminado fácilmente, la verdad era que se las habría visto muy difícil si se hubiera quedado a pelear, por lo que pudo observar, los soldados tenían asignadas cuadrículas que patrullaban constantemente, ya sea caminando por las calles o quedándose en determinadas esquinas en forma esporádica, cada movimiento de la patrulla estaba coordinado y aprendido de memoria, cubrían siempre sus flancos y tanto la vanguardia como la retaguardia estaban asignadas por defecto, el jefe de la sección, en este caso un sargento especialista, siempre se mantenía atrás o al medio de sus hombres, esto a fin de tener una visión clara del enemigo y dar las órdenes que el combate requería en cada una de sus fases. Tomó nota mental de aquello para comentarlo luego con sus colegas, y se dirigió a una edificación de tres pisos ubicada frente al consulado, entró por atrás haciendo el menor ruido posible, a fin de no ser detectado en caso de que hubiera algún tipo de guardia en el lugar, subió hasta el tercer piso, revisó las habitaciones que existían allí y eligió una en la esquina norte, que le permitía observar con claridad todo el consulado, en el cual sólo existía un pequeño grupo de soldados en la entrada; se acomodó lo mejor posible, sacó la mira de su arma secundaria y con ella comenzó a escudriñar el edificio.

Mientras Dinozzo se ubicaba en su puesto de vigilancia, Earp y Lloyd se encontraron con la primera patrulla del LMB, estos realizaban una vigilancia perimetral por una manzana completa, con grandes altavoces le indicaban a los pocos sobrevivientes que ese sector estaba bajo la vigilancia de su grupo, cualquier actividad sospechosa para ellos era inmediatamente atacada, sin previo aviso, sin preámbulos, aquí sólo prevalecía su visión de un nuevo orden, lo que quedara de la población debía someterse o morir, así de fácil, sin términos medios. Pudieron también observar cómo en diferentes lugares de la ciudad, estaban colgados los cadáveres de soldados de la JTF, seguramente fueron parte de alguna patrulla que osó cruzarse en su camino y ahora a modo de advertencia sus cuerpos eran exhibidos en las calles, un espectáculo grotesco, pero definitivamente eficaz, la JTF simplemente no enviaba hombres tan lejos como para cruzarse con el LMB, ésta era la primera incursión que efectivamente iba en aras de enfrentarse, a pesar de que los agentes sólo realizarían reconocimiento y estudio del terreno, lo que seguía era una batalla en toda regla, ya la JTF no se escondería y la lucha se llevará a las calles controladas por el LMB.

Earp y Lloyd tomaron nota de la conformación y movimientos de la patrulla, luego se escabulleron por calles alejadas en búsqueda de otras patrullas o asentamientos de los paramilitares, avanzaron un par de kilómetros entre las calles hasta llegar a lo que parecía un edificio abandonado, allí había una gran cantidad de efectivos del LMB, a lo menos dos o tres patrullas vigilaban el perímetro, vehículos militares, camiones y humvees cortaban cualquier intento de acercamiento mediante elementos rodantes, soldados armados con ametralladoras ligeras de gran potencia de fuego e ingenieros de combate entre otros especialistas se paseaban comandando escuadras de seis soldados, un fuerte en el centro de la ciudad.

- Nos hemos sacado el gordo – dijo Earp, oculta tras unas carpas abandonadas por C.E.R.A.

- Sí, esto es un gran descubrimiento – contestó Lloyd – voy a sacar algunas fotografías, espérame aquí – le indicó a Earp, saliendo de cobertura y apegándose a los muros de las edificaciones circundantes; luego de unos minutos apareció nuevamente junto a la agente – tengo excelentes fotografías de la conformación de sus defensas y ubicación del cuartel general, creo que Benítez podrá crear un muy buen plan de ataque.

- ¿por qué? ¿acaso está Bliss aquí? – preguntó Earp

- No, no creo que Bliss esté aquí.

- Entonces este lugar no debería ser atacado como prioridad, recuerda que atacaremos el lugar donde se encuentre el coronel, si empezamos a desgastarnos en ataques a reductos como este, perderemos el factor sorpresa y muchos hombres.

- Tienes razón, de todas formas, la inteligencia es sólida y servirá, en cualquier caso.

Los agentes se retiraron del lugar por callejuelas internas a fin de no ser detectados por las patrullas, pensaban pasar al próximo distrito, Turtle Bay, a fin de seguir con su recolección de inteligencia, avanzaron por diferentes calles principales y pasajes entre edificios y centros comerciales, tomaron notas y fotografías de las patrullas con las que se iban topando, la gran mayoría con la misma configuración, es decir un sargento especialista y seis soldados, subieron a algunas edificaciones altas para tener otra visión de la ciudad, pudiendo percatarse que en algunos edificios también habían soldados, ubicados en su mayoría en las azoteas y con la misma cantidad de efectivos que las patrullas de las calles, seguramente actuaban como apoyo en caso de producirse combates debajo de los edificios que guardaban.

Luego de Turtle Bay, y una vez obtenida suficiente información, la cual era prácticamente igual en los distritos que habían estudiado, le tocaba el turno a Murray Hill, los agentes pensaron terminar ahí y si la información que obtenían era parecida a los demás barrios, irían a apoyar a Dinozzo en su vigilancia; recorriendo las calles del distrito se pudieron percatar que efectivamente tanto la conformación de las patrullas como su forma de operar eran exactamente las mismas en cada lugar, sus técnicas y tácticas eran por lo tanto predecibles en cada sector, lo cual podría perfectamente ser su principal debilidad.

- Todas las patrullas que nos hemos cruzado tienen la misma conformación – dijo Earp

- A excepción de esas de sólo tres con un tipo con ametralladora ligera – afirmó Lloyd

- Sí, pero ellos cubren las zonas donde no llega la patrulla principal y sólo son apoyo, por lo tanto, habría que sumarlas a la fuerza principal de la patrulla – respondió Earp

- Bien, creo que tenemos suficientes datos para que Lau y Benítez puedan crear un plan de acción – dijo Lloyd, apoyando la espalda en el muro del edificio en el que se encontraban.

- Yo también lo creo, deberíamos ir al consulado para apoyar a Dinozzo o pensar también en ir a Naciones Unidas – dijo Earp.

Mientras los agentes discutían sus próximos pasos, una patrulla del LMB que los venía siguiendo sigilosamente, comenzó a rodearlos, el sargento a cargo, un ingeniero de combate, posicionó una torreta sobre un vehículo cercano a la salida que podrían utilizar los agentes y luego él fue a tomar cobertura al otro costado, dejándolos sin opción de salida por ese lado, los soldados mientras tanto se ubicaban de frente, costado y tras los agentes, dejándoles sólo la opción de ingresar al edificio, de pronto uno de los soldados que se movía entre unos vehículos que había delante del edificio tropezó con una lata vacía, lo que provocó que los agentes reaccionarán de inmediato, dándose cuenta de lo que pasaba, el sargento gritó - ¡fuego! – a lo que todos los soldados comenzaron a disparar sobre Earp y Lloyd, éstos al verse rodeados y atacados por todos los flancos, respondieron el fuego avanzando hacia su derecha, momento en el cual la torreta instalada por el sargento se activó disparando hacia su posición al igual que el jefe de la patrulla, los agentes retrocedieron hacia su posición inicial, pero los soldados ya los tenían copados.

- ¡hay que entrar al edificio! – gritó Lloyd

- ¡te cubro! – le respondió Earp, mientras disparaba su revólver, sin dejar que los soldados ubicados frente a ellos asomaran la cabeza, Lloyd por su parte luego de comprobar rápidamente que la puerta de ingreso estaba cerrada, se lanzó en carrera hacia ella, rompiendo los pestillos y tirándose al piso buscando cobertura, al mismo tiempo que Earp se lanzaba en carrera tras el mostrador de ingreso del edificio, lanzando una torreta lanzallamas para evitar el ingreso directo de sus enemigos.

- ¡nos pillaron de sorpresa y nos rodearon! – gritó Lloyd, cubriéndose tras un pilar del edificio y disparando hacia la entrada.

- ¡no tenemos salida! – respondió Earp – ¡cubrieron todas las rutas!

- ¡sube al segundo piso y mata a tantos puedas desde allí! – le indicó Lloyd

- ¡ok! – dijo Earp, levantándose rápidamente de su lugar y dirigiéndose a las escaleras, subió hasta la mitad del piso y pudo ver que estaba bloqueado con muebles y otros elementos y sacarlos de ahí le tomaría mucho tiempo, no valía la pena así que volvió atrás, a su posición original.

- ¿Qué paso? – preguntó Lloyd – mientras intercambiaba disparos con los soldados enemigos.

- ¡La escalera está bloqueada! – contestó Earp – ¡no hay forma de subir!

- ¡estamos atrapados entonces!

Los soldados volvían a reiniciar su ataque, tratando de rodear la torreta lanzada por Earp, el sargento se acercó a la entrada del edificio y ordenó disparar a las ventanas, Lloyd al ver lo que pretendía lanzó su propia torreta hacia el ventanal que habían destruido los soldados logrando quemar a uno de ellos cuando intentaba entrar, los gritos del tipo hicieron que sus compañeros retrocedieran, dirigiéndose ahora al ventanal del otro extremo, destruyéndolo con una granada, los soldados no entraron de inmediato temerosos de ser quemados como su compañero, cuando se habían decidido a entrar, se escuchó el grito de un hombre que avanzaba por la calle hacia ellos:

- ¡hey! ¡alguien tiene alcohol! – gritaba un sujeto arropado con una sucia manta y que cubría su cabeza con un sombrero vaquero - ¡tengo sed! – gritó nuevamente – avanzando en forma tambaleante como si estuviera borracho, hacia los soldados.

- ¡dispárenle! ¡despejen el área de operaciones! – ordenó el sargento volviendo a poner su atención en el ventanal destruido, cuando los cinco soldados restantes se dirigieron hacia el sujeto éste se desprendió de la manta con un rápido movimiento de sus hombros, se irguió y dejó al descubierto que llevaba un rifle de asalto en la mano derecha y en la izquierda empuñaba una pistola, con las que comenzó a disparar en contra de los soldados, éstos no reaccionaron, sorprendidos por la rápida acción del sujeto quién con certeros disparos de sus armas logró derribar a cuatro de los cinco enemigos que iban por él, el quinto dio media vuelta y corrió buscando refugio.

- ¡es García! – gritó Lloyd – viendo como el agente mataba a sus enemigos.

- ¡maldito desgraciado! – dijo Earp riendo - ¡salgamos por los demás!

- ¡adelante! – gritó Lloyd saliendo de su cobertura seguido por Earp, el sargento enemigo, que esperaba esa reacción, se mantuvo oculto tras un vehículo de la policía, saliendo al encuentro de los agentes cuando abandonaron el edificio, Lloyd que también había previsto la situación, dejó caer sobre la marcha cuatro minas rastreadoras, su enemigo al ver las minas se distrajo disparando contra ellas a fin de evitar que llegarán a él, lo que Earp aprovechó para dispararle con su rifle de munición explosiva, el sargento recibió cuatro impactos los que al pasar un segundo hicieron que su cuerpo explotara, dejando restos humanos regados por entre los vehículos, Lloyd sin preocuparse de lo ocurría tras él, avanzó hacia el soldado que había sobrevivido al encuentro con García, éste al ver al agente que corría hacia él, torció hacia la izquierda tratando de buscar cobertura entre los numerosos autos abandonados, en el preciso momento que Lloyd le vaciaba el cargador en el costado derecho del cuerpo, matándolo al instante.

- ¡creo que he llegado a tiempo! – dijo García

- Ni te lo imaginas – contestó Lloyd

- ¿Cuándo llegaste? – preguntó Earp

- Pues hace unas horas, contacte con Dinozzo y él me dijo que andaban por aquí – respondió García.

- Bueno, vámonos de aquí antes de que el tiroteo alerte a más soldados – dijo Lloyd

- Estoy de acuerdo – dijo Earp – vámonos, ¿y esa cosa apestosa? – le preguntó a García apuntando a la manta tirada en el suelo.

- "esa cosa", cómo tú la llamas, me costó una barra energética, me la dio un sobreviviente como agradecimiento y ve ahora como ha servido.

Los agentes revisaron los cadáveres de los soldados muertos en busca de munición u otros objetos o consumibles y se fueron a toda prisa hacia el consulado para reunirse con Dinozzo y decidir su siguiente movimiento.

*****************

Dinozzo se encontraba solo en el edificio frente al consulado ruso, el departamento que había elegido en el tercer piso le proporcionaba la cobertura necesaria sin considerar el abrigo y protección ante las inclemencias del tiempo para efectuar una vigilancia discreta, luego de que García se comunicará con él y preguntara la ubicación de los otros agentes, la actividad en el consulado se había incrementado de sobremanera, patrullas de sólo tres soldados iban y venían por las calles adyacentes al edificio, se comunicaban por radio en forma permanente y vio a lo menos cuatro francotiradores apostarse en la azotea del consulado, por suerte su edificio no había sido elegido por ninguna patrulla para establecer algún puesto de comando, así que hasta el momento estaba seguro, de todas maneras ya tenía la ruta de escape despejada, no pensaba dejar el pellejo en aquella habitación. A medida que avanzaba la tarde y cabeceaba luchando para no dormirse, el ruido de un motor lo despertó del todo, apuntó la mira que usaba como catalejo y vio un Humvee del LMB que se acercaba rápidamente al consulado, el vehículo se aproximó a la entrada y se detuvo con una brusca frenada, se abrieron las puertas traseras y de ella descendieron dos soldados, oficiales al parecer, porque los guardias los saludaron protocolarmente, entraron al edificio y la actividad afuera se mantuvo tan frenética como antes de que el vehículo llegase.

- Aquí va a pasar algo – se dijo Dinozzo – espero que sea la salida de Bliss, pensó mientras observaba lo que pasaba abajo.

- Vaya, veo que no te han enseñado medidas de seguridad en una vigilancia – le dijo Lloyd mientras ingresaba con los demás agentes al cuarto de Dinozzo, este se volvió rápidamente apuntándolos con su lanzador de bombas - ¡maldición, casi los vuelo en pedacitos!

- Y tú también habrías volado – se rió Earp

- Bueno – dejémoslo así – empate ¿vale?

- Ok, ¿y que observabas tan atento? – preguntó Lloyd

- Hace algunos momentos llegó un jeep y de él bajaron dos estirados, llevan un tiempo dentro del consulado y todos estos soldados no estaban antes de que llegarán.

- Alguien está muy nervioso entonces – dijo García – observando el movimiento de tropas.

- ¿Entonces no iremos al edificio de las Naciones Unidas? - preguntó Earp

- Por el momento creo que debemos mantenernos aquí – contestó García – estamos relativamente seguros y podremos echar un buen vistazo al consulado.

- Bien – dijo Lloyd – Earp y yo descansaremos y luego los relevaremos.

- Me parece buena idea – asintió García

- ¿y porque ellos? – gimió Dinozzo – yo estoy acalambrado de tanto estar aquí realizando el trabajo sucio.

- Eres demasiado nuevo como para tener voz o voto – le dijo riendo García – así que mantente en tu puesto, yo te haré compañía.

Dinozzo lanzó un bufido y siguió observando al consulado, García se puso a su lado mientras que Earp y Lloyd ya roncaban cada uno en un rincón sin soltar sus armas, ya anochecía cuando las patrullas realizaron sus relevos, las puertas del consulado se abrieron y salieron varios soldados armados hasta los dientes, se instalaron a cada lado del Humvee, rodeándolo, mientras que de entre las sombras de la entrada emergió la figura del coronel Bliss, con su puro en la boca y aire despreocupado, tras él, un soldado que cubría sus facciones con una máscara tipo hockey de color negro con franjas amarillas, equipo sofisticado y un tomahawk al pecho, lo acompañaba, lo que más llamó la atención de los agentes fue que de las sujeciones de la mochila del sujeto, colgaban alrededor de cinco relojes cuyo interior se iluminaba de color naranja como sus dispositivos ISAC.

- ¿quién es ese tipo? – preguntó Dinozzo

- No tengo idea – contestó García – pero encaja con la descripción que un par de agentes muertos me hicieron sobre quién los había atacado.

- O sea que los relojes son trofeos – observó Dinozzo

- Puede ser una forma de verlo – dijo García – lo importante es que Bliss está aquí.

- Y el problema es que no sabemos adónde va – contestó Dinozzo

- Tendremos que esperar, si no vuelve iremos a la ONU.

- Bien, entonces despertemos a los bellos durmientes y descansemos nosotros.

En la madrugada cuando ya despuntaba el alba, el coronel Bliss regresó al consulado, esta vez fueron Lloyd y Earp quienes pudieron observar al soldado que acompañaba al coronel, ninguno de ellos había visto antes a enemigos como aquél, lograron tomar un par de fotografías, pero dejaron de hacerlo cuando el hombre de la máscara pareció observarlos directamente, se llevó la mano al tomahawk y lo acarició, luego hizo tintinear los relojes y se volvió para ir tras Bliss. Al cabo de un par de horas, despertaron a García y Dinozzo, discutieron sus observaciones y decidieron volver a la base, con todos los datos reunidos podían perfectamente crear un plan de acción, cómo seguía habiendo abundantes soldados en los alrededores salieron por la ruta de escape de Dinozzo, que no era otra cosa que utilizar las escaleras de emergencia de la parte trasera del edificio, la gran cantidad de patrullas les hizo tener la convicción de que el coronel Bliss tenía su cuartel en el consulado y con esa premisa se retiraron a la oficina de correos.


II PARTE

STRIKE TRES

Los agentes llegaron al anochecer a la base de operaciones, no habían tenido ningún enfrentamiento de regreso, pero el viaje no había estado exento de peligros, tuvieron que evitar el contacto con varias patrullas enemigas y eso conllevaba dar rodeos mucho más largos y complicados, acordaron descansar primero antes de entregar sus informes así que se fueron directo a sus barracas. Al otro día temprano fueron en busca de la agente Lau para comunicarle sus descubrimientos, la encontraron en su escritorio en el vestíbulo de la base, revisando informes de abastecimiento y cosas por el estilo, al verlos se levantó y saludó:

- Buenos días agentes – dijo Lau

- Buenos días – contestaron los cuatro al unísono

- ¿entiendo que la misión fue bien?

- Sí – dijo García – tenemos mucho material que compartir

- Bien, entonces vamos al ala de seguridad para buscar al capitán Benítez.

Los cinco se dirigieron al ala de seguridad a fin de ubicar al capitán Benítez, éste no se encontraba allí, siendo informados por uno de sus soldados que había salido temprano con una patrulla de reconocimiento, a Benítez le gustaba salir al campo con sus soldados, por eso le eran tan leales, era de los pocos que estaba dispuesto a ensuciarse las manos en la calle como cualquier mortal, sin importar el frío o los riesgos, siempre hacía una salida, ya fuera de guardia, reconocimiento o incluso alguna que otra incursión, ahora con la eliminación de los líderes de tres facciones, las calles estaban un poco más tranquilas pero siempre había riesgos y eso era lo que evaluaba Benítez, antes de enviar a algún soldado, él ya había recorrido y definido los lugares como áreas de patrullaje.

- Habrá que realizar la reunión sin Benítez entonces – dijo Lau

- Ya le informará más tarde – agregó Lloyd

- Sí, vamos entonces arriba a la sala de comunicaciones.

Una vez en el lugar, los agentes informaron de todo lo que habían descubierto, mostrado las fotografías, ilustrado sobre la conformación de las patrullas, sus formaciones y la principal debilidad que según Lloyd presentaban.

- Las patrullas son siempre conformadas por un sargento especialista y cinco o seis soldados, la misma formación y los mismos movimientos para todos – dijo Lloyd.

- O sea que por donde ingresemos nos toparemos con exactamente los mismos números y formaciones – hizo el alcance Earp.

- A mi juicio – agregó Lloyd – esa es su mayor debilidad, como esto les ha dado resultados lo realizan de memoria y sin cambios.

- Es lo que hace un ejército en general, practican sus movimientos hasta memorizarlos y luego sólo los ejecutan en forma mecánica, pero sería un tremendo error por nuestra parte subestimarlos – acotó García.

- Eso es correcto – lo apoyó Dinozzo – durante la vigilancia al consulado pude verlos en acción y son ciento por cierto predecibles, pero se adaptan y contraatacan con facilidad, no podemos confiarnos en que su estructura militar los vaya a limitar.

- A propósito de estructura militar – dijo Earp – durante nuestra vigilancia vimos a un tipo de soldado distinto que acompañaba a Bliss, era una especie de guardaespaldas, vestido enteramente de negro, con máscara que cubre su rostro, equipo de élite y lo que al parecer eran relojes de agentes colgando de las correas de su mochila.

- Ah, sí – dijo García – varias veces encontré agentes moribundos en la zona oscura, antes de morir me describían a sus atacantes y eran exactamente cómo lo vimos en el consulado.

- Son los supuestos "cazadores" – dijo Lau apesadumbrada – yo también he escuchado de ellos, hasta el momento eran un mito, pero si ustedes los vieron podemos confirmar su existencia.

- ¿Y quienes se suponen que son? – preguntó Dinozzo

- Una fuerza especial de soldados de élite del LMB, según rumores, miembros de The Division renegados, dedicados exclusivamente a eliminar agentes, de ahí su denominación como cazadores, supuestamente coleccionan los dispositivos ISAC de los agentes que han matado – respondió Lau.

- ¿alguien ha sobrevivido para contarlo? – preguntó Lloyd

- Lamentablemente no – dijo Lau – solo nos basamos en rumores y vistazos, lo más sólido han sido los encuentros de García y lo último que han visto ustedes.

- Entonces hasta que no lo comprobemos, estos supuestos "cazadores" no existen – dijo Dinozzo

- Exacto – corroboró Lau – tendrán que enfrentarlos.

- Bueno, un enemigo más a la lista – rió García.

- Siguiendo con lo que nos convoca – dijo Lau – y de acuerdo a sus datos, el coronel Bliss está en el consulado ruso.

- Por lo menos hasta ayer – dijo Earp – pero por lo que pudimos observar, esa es su base principal.

- Bien, entonces planificaremos nuestro movimiento teniendo como foco principal el consulado, estudiaré sus informes y esperaré al capitán Benítez para decidir el mejor curso de acción posible, descansen, preparen sus equipos y los convocaré una vez estemos listos para, ojalá, la última batalla.

- Eso esperamos todos – dijo Lloyd, despidiéndose.

*****************


Bliss, sentado en su sillón tras el escritorio de la oficina que utilizaba en el consulado ruso, fumaba su puro dando pequeñas caladas, exhalaba el humo hacia sus interlocutores, demostrando quién era el jefe, al otro lado del escritorio, Jhon Dan y el doctor Vitaly Tschernenko, virólogo ruso y principal gestor de la mutación del virus utilizada por Keener en el ataque a la capital y el resto del país, esperaban a que el coronel hablara, este dejó su puro en un cenicero y les dijo:

- Amigos, tengo buenas y malas noticias.

- ¿cuáles son las malas? – preguntó Dan

- Bueno, en realidad depende del punto de vista, pero según Keener la operación en D.C., y otras ciudades principales, el virus se propagó con éxito, además varios contagiados pudieron abordar sus vuelos a sus países de origen, por lo tanto, la pandemia será global – dijo Bliss sonriendo.

- ¿y esa es la mala noticia? – volvió a preguntar Dan.

- Espera un poco Jhon – contestó Bliss - ¿doctor, mi encargo está listo? – preguntó a un individuo menudo, con un rostro afilado y arrugado, con gafas redondas que ocultaban sus ojos marrones, su cuerpo enjuto envuelto en un arrugado traje de color negro.

- Sssí – contestó – aquí está la fórmula – dijo entregándole un pendrive - y tres dosis del virus y tres del antídoto, listos para ser inoculados a los sujetos de prueba.

- Gracias doctor – dijo Bliss - guardando el pendrive y la caja plástica que le entregara el doctor en el cajón del escritorio donde tenía el teléfono satelital y otra caja similar marcada con el símbolo de peligro biológico en su tapa, cerró ese cajón y abrió el segundo, sacando un revólver calibre .357 y disparándole en el pecho al doctor dos tiros que hicieron que el hombre cayera de la silla muerto al instante.

- ¿ves? – le dijo a Dan – todo depende del punto de vista, esto obviamente es una mala noticia para el buen doctor.

- Y ¿¡a qué vienes esto!? – gritó Dan

- Vamos Jhon, no te pongas quisquilloso ahora, bien sabes que no puedo andar por ahí dejando cabos sueltos, y el doctor ya era uno – contestó Bliss.

- Keener no estará muy contento – observó Dan

- No te preocupes por Keener, tenemos cosas más importantes entre manos, primero dame tu informe sobre la misión que te di.

- Bueno, lo que los agentes buscaban eran ratas.

- ¿ratas?

- Si, ratas de laboratorio.

- ¡Ah!, entonces ya deben tener el antídoto preparado.

- Con lo que sacaron de la caja de Keener podrían tener éxito.

- Éxito a costa de tu fracaso, creo recordar.

- Es posible – contestó Dan con el ceño fruncido.

- Bueno, eso no importa ahora, gracias al doctor aquí presente – dijo Bliss señalando el cuerpo del hombre tirado en el piso – tenemos una nueva cepa del virus.

- ¿y cuál es el plan?

- Tranquilo, ya lo sabrás, en este momento necesito que te encargues de la defensa de éste lugar.

- ¿tienes alguna información?

- Oh, sí, tus amigos agentes pretenden atacar el consulado, ellos piensan que es mi cuartel general.

- ¿Cuándo?

- Hoy, mañana, no lo sé con exactitud, por eso me voy ahora.

- ¿con que fuerzas contaré?

- Las suficientes, incluyendo a la guardia que utilicé hasta ayer, ya que llegaron mis fieles perros.

- ¿Te refieres a los cazadores? – dijo Dan sorprendido – pensé que eran exclusividad de Keener.

- Keener piensa eso, pero la creación de los cazadores fue mi idea y la de un compañero de West Point y camarada de la operación Tormenta del Desierto; Anton Ridgeway y yo seleccionamos personalmente a los candidatos, los entrenamos y los mantuvimos cerca nuestro, tú conoces la lealtad que me prodigan mis hombres, esa misma lealtad se la otorgan a Ridgeway, por lo tanto, aquellos que siguieron en el ejército y los que se unieron a otras fuerzas de seguridad nos han seguido siendo leales.

- Pero The Division surgió mucho después, ¿acaso ya tenían esto planeado? – preguntó Dan

- No, para nada, la idea original no era enfrentar a la agencia sino mantener un cuerpo de élite preparado para cualquier contingencia, de hecho, a Ridgeway lo nombraron Jefe de la JTF en la Isla Roosevelt, la cual actualmente es zona de cuarentena, gracias al nuevo virus de Keener y Anton llevó a todos sus muchachos allá.

- ¿son todos cazadores?

- ¡Oh no! – rió Bliss – pero todos tienen el entrenamiento, te aseguro que esos hombres son muy peligrosos, disciplinados y tan fríos cómo el acero, no demuestran ni tienen sentimientos, en definitiva, unas máquinas de matar.

- O sea que en estos momentos D.C. es un infierno – dijo Dan

- Eso lo veremos prontamente – contestó Bliss – por el momento preocúpate de las defensas, crea una buena emboscada y márchate en cuanto ataquen, nos vemos en la ONU.

- Ok – dijo Dan levantándose del asiento y retirándose de la oficina.

Cuando Dan se marchó Bliss abrió el cajón de su escritorio donde tenía la caja con el virus y el antídoto que le había entregado el doctor, la abrió y sacó los tres frascos de antídoto, luego sacó la otra caja que mantenía oculta y sacó tres frascos los cuales reemplazó por el antídoto, cerró ambas cajas, guardó la primera en su bolsillo superior izquierdo y la otra al interior de su chaqueta, el pendrive lo echó al bolsillo del pantalón, cerró el cajón y luego abrió el que tenía su revólver, sacó los casquillos vacíos y los reemplazó por un par de balas de su cinturón, enfundó el arma, tomó su puro y salió sonriendo de su oficina, tras él, dos fantasmas vestidos de negro, cada uno con una cantidad de dispositivos ISAC colgando de las sujeciones de sus mochilas.

*****************

Al tiempo que el coronel Bliss salía de su oficina los agentes habían sido convocados por Lau al ala de seguridad, el capitán Benítez ya había llegado y puesto al día sobre los informes y datos de campo obtenidos en la última misión.

- Agentes – saludó Benítez – ya tenemos el plan de acción para atacar el último reducto enemigo en la ciudad.

- ¿tan rápido? – preguntó Dinozzo

- Las informaciones y datos de campo que trajeron fueron muy útiles y con las experiencias anteriores ya tenemos la suficiente capacidad técnica y táctica para trazar un plan con relativa rapidez – contestó Lau

- Entonces ¿Cuándo daremos el golpe? – preguntó Earp

- Nos comenzaremos a movilizar esta noche y atacaremos de madrugada, todo dependerá de que tan frescas lleguen nuestras fuerzas, además si entablamos combate antes de llegar a destino alertaremos a nuestros enemigos – contestó Benítez.

- La distribución será similar a la del último plan, es decir la escuadra de avanzada irá primero acompañada de un grupo de soldados de la JTF, luego el capitán Benítez liderará un pelotón de sus hombres y por último con unos minutos de diferencia saldrán ustedes como escuadra de asalto, nuevamente la agente David será nuestro médico de combate, estableciendo su base en el piso franco más próximo – acotó Lau.

- Creo que todos sabemos lo que nos jugamos en esta operación – inquirió García mirándolos a todos.

- ¿Qué haremos si Bliss no está en el consulado? – preguntó Lloyd

- En ese caso saltaremos de inmediato al edificio de las Naciones Unidas – dijo Benítez

- Habría que pensarlo un poco mejor – agregó Lau – si Blis no se encuentra en el consulado y de igual forma entablamos combate, habrá que decidir en el campo, podemos ser diezmados y no tener las fuerzas suficientes para atacar otra posición.

- Efectivamente, no creo que podamos atacar dos lugares uno tras otro, primero tenemos que observar la dinámica del primer combate – observó Lloyd

- Ok – dijo Benítez – entonces tomaremos la decisión en el campo de acuerdo a como se den las cosas, la mala noticia será que de no encontrar a Bliss en la primera ubicación, lo alertaremos de nuestra llegada y reforzará sus defensas en la ONU.

- Algo me dice que ya está en conocimiento de que es nuestro objetivo – dijo Dinozzo – es obvio si las demás facciones cayeron, a él le toca el turno.

- Vaya – acotó García – no me habían dicho que Dinozzo había aprendido deducción básica.

- Hay muchas cosas que te has perdido de su crecimiento – respondió Earp riendo con todos los demás.

- Ok, nuevamente soy el centro de atención – dijo Dinozzo – gracias.

- Bien – terminó Lau – ya todos saben que hacer, las ubicaciones están previamente cargadas en sus dispositivos ISAC, esperen la orden de salida y buena suerte a todos.

Al anochecer la escuadra de avanzada y un pequeño grupo de soldados de la JTF salieron rumbo al consulado, alertados por la información entregada por los otros agentes, trazaron una ruta evitando cualquier contacto con las patrullas del LMB apostadas en las inmediaciones del recinto, a fin de no alertar al coronel Bliss. Posteriormente y con un lapso de 30 minutos de diferencia partió el destacamento al mando del capitán Benítez, luego y por último salió la escuadra de ataque, comandados por García, decidieron tomar una ruta alternativa que los llevará por delante del pelotón de Benítez, con la finalidad de no caer en alguna emboscada u otra trampa planeada por sus enemigos, todos estaban de acuerdo en que el coronel Bliss era demasiado inteligente como para dejarse sorprender.

Todos pasaron sin sobresaltos y sin alertar a ninguna patrulla del LMB, las rutas trazadas dieron resultados y pudieron tomar sus posiciones para iniciar el ataque, la escuadra de avanzada y los soldados de la JTF que los acompañaban tomaron su ubicación en la salida del consulado, el capitán Benítez y su gente se dispersaron por el frente del consulado tomando los edificios existentes en forma silenciosa, entretanto García y sus agentes ya instalados en el mismo lugar en el cual habían realizado la vigilancia anterior, observaban los movimientos que se desarrollaban más abajo, todo se llevaba a cabo como estaba planificado, incluso demasiado bien para el siempre alerta instinto de García, la patrulla del LMB que custodiaba el ingreso al consulado estaba bastante relajada, manteniéndose en un perímetro de vigilancia relativamente corto, aparte de esto sólo un detalle había cambiado desde la última vez y era la cantidad de camiones militares que obstruían la calle, ahora había seis en lugar de los tres existentes en su visita anterior, García le dispuso a Dinozzo que vigilara los camiones mientras él se comunicaba con el capitán Benítez para que no iniciara ninguna acción hasta estar seguro de lo que pasaba. Efectivamente el instinto de García no había fallado, en el instante que se comunicaba con Benítez, Dinozzo pudo observar como en uno de los camiones se encendía una cerilla y producía un diminuto haz de luz, suficiente para saber que dentro de los camiones había soldados esperando.

- ¡García! - llamó Dinozzo

- ¿Qué hay? – se le acercó el agente

- Tenías razón, ¿ves ese camión a la izquierda de la entrada?

- Sí

- Bueno, acaban de encender un cigarrillo, está lleno de soldados.

- Supongo entonces que con los demás sucede lo mismo.

- Es una trampa – dijo Lloyd – Bliss sabía o suponía que veníamos por él.

- Era obvio, tal como les explique en la reunión – dijo Dinozzo

- Sí, era obvio – acotó Earp – pero ahora ¿cuál será nuestro movimiento?

- Debemos asegurarnos que camiones tienen soldados y cuáles no – dijo García

- Dinozzo y yo lo haremos – dijo Lloyd

- ¿qué? – dijo Dinozzo – ¡ah! es cierto soy el más nuevo

- Y el más sigiloso – acotó García

- No me doren la píldora y hagamos esto rápido – contestó Dinozzo

- Bien, muévanse despacio y echen una mirada a cada camión, marquen aquellos que tengan soldados y se lo comunicaremos a Benítez – dispuso García

Lloyd y Dinozzo bajaron por la escalera de emergencia del edificio y se dirigieron al primer camión, se pegaron a su estructura pudiendo verificar que en el interior había ocho soldados, Dinozzo sacó de su bolsillo un plumón de color naranja y marcó el camión con una equis, se dirigieron al segundo vehículo donde no había soldados, en el tercero también había ocho soldados, por lo que también fue marcado, el siguiente estaba vacío y el que le seguía sí estaba ocupado por otros ocho soldados más, el último se encontraba vació. Luego de verificar los vehículos, los agentes volvieron a su puesto de origen, García comunicó la información al capitán Benítez y decidieron que los agentes se encargarían de los dos primeros camiones y él y los soldados de la JTF del tercero, los cuatro agentes bajaron y tomaron posiciones ocultos tras unos bloques de cemento existentes en el lugar, el capitán Benítez dispuso a sus hombres frente al camión asignado y esperaron la señal de García, éste les indicó a Lloyd y Earp que lanzaran una bomba pegajosa a cada camión con soldados, la explosión sería la señal para iniciar el ataque, García levantó su mano derecha y extendió tres dedos, los que fue bajando uno a uno lentamente, cuando llegó al meñique y cerró su puño, fueron lanzadas las bombas, los camiones explotaron al instante dejando restos de soldados desparramados por todos lados, al oír la explosión los soldados que estaban ocultos en el último camión salieron de él atropelladamente por lo que los hombres de Benítez hicieron tiro al blanco con ellos siendo eliminados rápida y fácilmente, la patrulla que custodiaba la entrada al consulado se lanzó al ataque y tal como estaba planificado Benítez y sus hombres les hicieron frente mientras que García y su gente ingresaba al edificio asignado, el capitán y sus soldados luchaban con fiereza, Benítez era extremadamente práctico, no desperdiciaba ni un solo tiro, cada vez que asomaba la cabeza para disparar era un blanco efectivo, siempre a la diana, aunque no eliminará de inmediato a su enemigo lo incapacitaba, por lo que tenía el tiempo suficiente para que su siguiente disparo fuera letal, no cesaba de gritar a sus hombres y a cada grito de él, éstos avanzaban, ahora los agentes entendían por qué la lealtad que inspiraba, no se quedaba atrás y cuidaba de sus soldados, ordenaba atacar o replegarse en forma inteligente, sin dejarse llevar por la algarabía o el miedo, un paso a la vez, un muerto a la vez. Lloyd y Dinozzo se adelantaron por las escaleras del consulado mientras García y Earp los seguían a un par de pasos detrás, del pasillo de entrada salieron una veintena de enemigos directo a enfrentarse a la JTF, Benítez tenía la situación controlada por lo tanto ellos siguieron avanzando hacia el segundo piso, no tenían muy claro la disposición del consulado, salvo por unos viejos planos que el ingeniero Rhodes pudo cargar en sus dispositivos ISAC, iban a ciegas, se dividieron por el pasillo del segundo piso registrando habitación por habitación hasta que llegaron a una en la cual había un cuerpo tirado en el piso, Lloyd se acercó y comprobó su rostro con la base de datos que llevaban, era el doctor Vitaly Tschernenko, sospechoso de ser uno de los cerebros tras la creación del virus, alguien le había dado dos efectivos tiros en el pecho, Dinozzo comenzó a hurgar por el escritorio donde encontró unas cajas de habanos vacías, de pronto algo llamó su atención en el centro del escritorio, se acercó y vio que era una bala del calibre utilizado por los rifles de francotirador, abrió tremendamente los ojos al tiempo que se lanzaba por sobre el escritorio al piso de la oficina, el disparo que entró por la ventana dio en el lugar exacto donde el agente había estado momentos antes observando la bala, el haz de luz roja buscaba afanosamente su siguiente objetivo pero tanto Lloyd cómo Dinozzo ya estaban a cubierto.

- ¡debe ser el mismo desgraciado de siempre! – gritó Dinozzo

- ¿Dónde está? - preguntó Lloyd

- Espera, voy a tratar de ver su mira láser – dijo Dinozzo acercándose a la ventana esquivando el haz de luz, asomó la cabeza por un segundo observando hacia afuera, lo siguiente que sintió fue una astilla de madera de la ventana clavarse en su piel al ser impactada por un disparo.

- ¿Dinozzo estas bien? – preguntó Lloyd

- ¡sí! – contestó – sólo el susto, parece que está en el patio o en algún lugar afuera, no pude ver más.

- García, Earp, ¿me escuchan?

- Adelante Lloyd – contestó García

- El francotirador está aquí, suponemos que en el patio, tengan cuidado con las ventanas, desde su posición domina todo el interior.

- ¿Alguna información sobre Bliss? – preguntó Earp

- Estamos en lo que parece fue su oficina, no hay rastro de él, seguiremos buscando – contestó Lloyd.

- Manténgase agachados, nosotros subiremos al siguiente nivel – indicó García

- Copiado – dijo Lloyd, indicándole a Dinozzo que salieran de la oficina.

García y Earp subieron al siguiente piso, en éste habían alrededor de cinco oficinas, Earp se pegó al muro de la izquierda y García al de la derecha, avanzaron lentamente hasta llegar a la primera dependencia, Earp asomó la cabeza y al instante sonó un disparo que hizo añicos los vidrios de la ventana exterior y dio en el dintel de la puerta por la cual se había asomado, García cruzó corriendo la abertura y otro disparo dio en el piso donde había cruzado, el francotirador los tenía en la mira, en el instante que García salió de la línea de tiro de la última oficina salieron tres soldados, el agente se lanzó al piso disparando al mismo tiempo, Earp de pie tras él hizo lo propio eliminado rápidamente la amenaza, siguieron avanzando sigilosamente, y en cada cruce de las puertas abiertas, el francotirador trataba de darles, sin haber obtenido nada en su revisión del piso, bajaron a reunirse con los otros agentes:

- Arriba no hay nada – dijo García

- Acá tampoco – contestó Lloyd – estamos perdiendo el tiempo

- Hay que bajar y luego salir al patio – dijo Dinozzo – ahí por lo menos sabemos que hay alguien a quién matar.

- Bien, según el plano del edificio hay que bajar a la biblioteca y allí hay una salida al exterior – dijo Earp consultando el plano cargado en su dispositivo.

- Bajemos entonces – ordenó García

Los agentes comenzaron a bajar a la biblioteca por una escalera de caracol, ésta daba a una especie de rellano antes de llegar a la biblioteca como tal, en el lugar había cuatro grandes pilares adornados con diferentes motivos artísticos, algunas alfombras de vivos colores y tras ellos algunas mesas y otros muebles de hermosos diseños, uno de los agentes lanzó un pulse e ISAC lanzó su característica advertencia "atención enemigos altamente armados detectados", junto con la señal de ISAC, el pulse lanzado detectó alrededor de diez enemigos ocultos tras los pilares, los agentes se separaron en parejas para hacer frente a la amenaza, antes de llegar al rellano los enemigos se descubrieron comenzando a disparar en dirección a los agentes, García y Dinozzo tomaron la derecha mientras que Lloyd y Earp la izquierda, uno de ellos lanzó una torreta lanzallamas para evitar el avance de los soldados, y en el otro sector Dinozzo activó una torreta eléctrica, apostándose tras el pilar esperó a que los soldados enemigos fueran paralizados para dispararles con su ametralladora ligera, al otro lado dos ingenieros enemigos también desplegaron sus torretas, mientras que otro, un sargento granadero, comenzaba a lanzar sus explosivos contra la posición de los agentes, García lanzó unas minas rastreadoras contra los soldados que avanzaban hacia ellos, al tiempo que estas explotaban le indicaba a Earp que tomara posición en los primeros peldaños de la escalera, para de esa forma tener a raya a los enemigos más poderosos con sus tiros explosivos, Lloyd se posicionó en el medio del rellano, a cubierto tras un enorme mueble de madera que resistía los disparos enemigos, en una pausa de las torretas se asomó y lanzó una bomba pegajosa hacia uno de los ingenieros del LMB, la bomba se quedó adherida a su pecho al momento del impacto y el soldado sorprendido comenzó a correr hacia sus compañeros en busca de ayuda, éstos hicieron lo contrario se alejaron de él, Lloyd esperó a que se acercara un poco más a alguno de ellos y detonó la bomba, la explosión resultante mató al ingeniero y destruyó las torretas instaladas por ellos, además la onda expansiva eliminó a otros dos soldados cercanos al punto de impacto, Earp aprovechando que los otros soldados huían olvidando sus precauciones, mató a otros dos reventándoles la cabezas con sus disparos explosivos, entretanto García corrió hacia el otro ingeniero que había avanzado huyendo de la explosión, éste no atinó a defenderse ni reaccionó cuando el agente pasó corriendo por su lado y lo golpeó con la culata de su arma, al tiempo que metía dos granadas entre su uniforme y el chaleco antibalas, García siguió de largo lanzándose al suelo para evitar la onda expansiva de la explosión de las granadas que mataron al instante al enemigo, el sargento granadero enemigo huyó hacia el otro costado, corrió hacia el pilar donde se encontraba Dinozzo en busca de cobertura preocupado solamente de la presencia de García, al llegar al pilar se apoyó en él respirando afanosamente, sólo sintió el tibio cañón de la ametralladora de Dinozzo y los disparos que perforaron su cráneo. Earp al ver que ya no quedaban enemigos, bajó corriendo las escaleras hacia la biblioteca para reunirse con los demás que ya habían comenzado a bajar.

- ¿y la puerta de salida? – preguntó Lloyd

- Sólo veo escaparates y libreras – dijo Dinozzo observando al su alrededor – no hay salida.

- ¿una trampa? – dijo García mirando hacia arriba

- Revisando los planos – dijo Earp – agachándose para ver mejor los planos que le presentaba ISAC – aquí señala una puerta – dijo indicando hacia una enorme estructura de madera llena de libros.

- Esperen – dijo Lloyd – aquí hay un ordenador – luego de manipularlo por algunos segundos, la librería comenzó a vibrar y separarse en dos partes, dejando ver una puerta oculta.

- ¡entremos con cuidado! – dijo García adelantándose a la puerta, giró la manilla y entró apuntando con su arma desde la cadera, abarcando todo a su alrededor, el lugar era un laboratorio, seguramente el sitio de trabajo del doctor ruso.

- Hay que buscar cualquier cosa que le pueda ser de utilidad a la doctora Kandell – dijo Lloyd entrando al laboratorio.

- Busquemos entonces – aprobó Earp comenzando a registrar el lugar.

Luego de registrar concienzudamente el laboratorio se dirigieron a la puerta de salida, esta vez Lloyd lideró al equipo abriendo la puerta al exterior, salió a lo que parecía un jardín interno, bellamente decorado y con diferentes niveles donde resaltaban un par de fuentes de agua cristalina, dudó un momento al avanzar cuando fue empujado con extremada fuerza por Dinozzo, cayó al suelo escuchando el disparo que provenía desde el frente, vio a Dinozzo caer de espaldas hacia el interior del laboratorio golpeado por el impacto del tiro, a gatas avanzó hacia un muro bajo, asomando la cabeza para identificar el lugar desde donde los habían atacado, apenas se había mostrado un tiro levantó un montón de tierra de las terrazas donde dio el disparo, Lloyd se agachó de inmediato.

- ¿Dinozzo estas bien? – inquirió por el intercomunicador

- Sólo un rasguño – respondió Dinozzo

- Lloyd – dijo García - estarás solo un momento hasta que sepamos desde donde nos disparan

- Voy a correr hacia el siguiente nivel – les comunicó Lloyd - ¿ves ese enorme macetero?

- Sí, lo veo – contestó García

- Voy hacia él, cuando me dispare, porque lo hará, que Earp lo mate.

- Ok – contestó Earp – adelantándose hacia la puerta y preparando su rifle, se lo apoyó en el hombro y fijó su vista en la mira telescópica – estoy lista Lloyd.

- Si esto sale bien me invitan a comer, ¿escucharon?

- Sólo corre lo más rápido que puedas – dijo García

- ¡voy! – gritó Lloyd levantándose de su lugar y comenzando a correr zigzagueando hacia la cobertura que había elegido, los disparos no tardaron en caer a cada paso que daba, acercándose peligrosamente a sus pies, faltando muy poco para llegar a su meta uno de los disparos logró hacerlo trastabillar y caer cuan largo era al piso, rodó sobre sí mismo y comenzó a gatear hacia la cobertura, se quedó allí quieto tomándose el tobillo con las manos.

- ¡Earp! – gritó García - ¿tienes algo?

- ¡no, no consigo fijarlo, dispara desde diferentes posiciones! – contestó la agente

- ¡eso es porque no es un solo francotirador! – dijo Dinozzo – fíjense en los ángulos de tiro, es imposible que una persona se mueva tan rápido.

- ¡¿Lloyd, estas bien?! – preguntó García

- Es el tobillo – contestó Lloyd – una esquirla nada más.

- Voy a salir – dijo García – cúbranme

- Ok – contestaron Dinozzo y Earp

García se lanzó en línea recta hacia la posición de Lloyd, agachó la cabeza y corrió como alma que lleva el diablo, al instante de salir de la cobertura cuatro haces de luz se posaron atrás y delante de él, García no dejó de correr confiando en sus compañeros, sonaron disparos y luego una explosión, se lanzó al suelo, rodó y llegó hasta Lloyd, asomó la cabeza apuntando con su arma hacia donde creía estaban los enemigos y vio los daños que había causado la explosión en la fuente de agua del nivel más alto del patio exterior, sus compañeros habían lanzado una bomba pegajosa.

- Nómada – dijo una voz por el intercomunicador

- ¿Quién eres? ¿Cómo entraste a esta frecuencia? – preguntó García

- Quien soy no importa agente – respondió la voz – sólo te llamaba para despedirme.

- ¡maldito desgraciado! ¡da la cara! – contesto García

- No te alteres agente, recuerda que la suerte no te acompañará siempre y puedes perder más que un ojo.

- ¡voy a encontrarte maldito, y cuando lo haga voy a matarte!

- Buena suerte con eso nómada, si logras sobrevivir a las brujas, te estaré esperando, adiós.

- ¡Earp, Dinozzo! ¿ven algo?

- No hay movimiento, pero sabemos que hay más de un francotirador en esa fuente de agua.

- Vamos a rodearlos – ordenó García – Lloyd y yo vamos a distraerlos y ustedes dos saldrán hacia la derecha.

- Bien, hagámoslo – respondió Earp

Lloyd se sacó la esquirla de bala del tobillo, se vendó y utilizando la medicina de su botiquín le indicó a García que estaba en condiciones de seguir la lucha, ambos agentes pusieron la rodilla al piso y apuntaron sus armas hacia la fuente de agua, a una señal de García comenzaron a disparar a fin de prestar fuego de cobertura para que Earp y Dinozzo salieran del laboratorio, pero su plan no dio resultado, sus enemigos habían sido parte de la escolta personal de Bliss, las denominadas "brujas" era una escuadra de tres francotiradoras de élite del LMB, quienes ya se habían adelantado al movimiento de los agentes cambiando de posición, instalándose una a la derecha, una al centro y otra a la izquierda de la fuente de agua, aprovechando los muros bajos y estructuras del jardín para tomar cobertura, con esa modalidad tenían completamente cubierto cualquier intento de salida de los agentes, por lo que cuando Earp y Dinozzo se asomaron a la puerta del laboratorio fueron recibidos de inmediato por los disparos cruzados de las francotiradoras, impidiendo a los agentes ejecutar su plan, además lanzaban continuamente granadas disruptoras que hacía imposible el uso del pulse u otro dispositivo electrónico.

- ¡García, no podemos salir! – dijo Earp – tienen los ángulos cubiertos y nosotros desde aquí no los vemos.

- Entendido – contestó García – tendremos que replantear la situación, estamos estancados, hay que pensar en algo rápido.

Mientras hablaban, los disparos de las francotiradoras repiqueteaban a su alrededor, los agentes mantenían sus cabezas gachas tratando de pensar en cómo salir de aquella ratonera, al mismo tiempo Jhon Dan salía tranquilamente del consulado por los túneles de las alcantarillas sin ser detectado por nadie, salió dos calles más adelante del edificio y comenzó a caminar tranquilamente hacia las instalaciones de la ONU para reunirse con Bliss, sonriendo al pensar en cómo las brujas tenían en jaque a sus enemigos.

Dinozzo revisaba el plano del edificio una y otra vez sin encontrar la forma de salir o rodear la cobertura que habían adoptado sus enemigos, Earp por su parte trataba de ubicar una posición de tiro que le permitiera ver un blanco, pero era inútil, sólo percibían los disparos, pero no podían ver de donde provenían exactamente, estaban definitivamente atrapados.

- García – llamó Dinozzo

- Adelante – contestó el agente

- Tengo una idea, es algo desesperada pero no creo que tengamos otra alternativa.

- Dinos que hacer

- ¿Quiénes tienen bombas pegajosas?

- Lloyd, Earp y tú – dijo García

- Bien – indicó Dinozzo – Earp y yo lanzaremos las bombas a izquierda y derecha de la fuente y Lloyd que la lance al centro, lo más probable es que no le demos a nada, pero nos dará la oportunidad de movernos, sólo necesitamos una distracción.

- De eso me encargo yo – respondió García – frente a nosotros hay un muro bajo a modo de jardinera, voy a correr hacia ese lugar, en cuanto salga disparen las bombas.

- Ok – dijeron todos

García asomó la cabeza, en cuanto lo hizo, un disparo hizo volar trozos de ladrillo del lugar donde estaba parapetado, nadie había traído granadas de humo, así que improvisó con una incendiaria, la lanzó tal alto cómo pudo y sus enemigas se distrajeron con ella, al momento que la granada exploto en el aire, García ya corría hacia la cobertura que había elegido, en el preciso instante que los agentes restantes lanzaban las bombas pegajosas, las explosiones hicieron saltar trozos de ladrillo y concreto y levantaron una cortina de polvo que les permitió avanzar a todos, las francotiradoras enemigas, adivinando el movimiento pero sin blancos visibles dispararon al azar, fallando todos los tiros y delatando sus posiciones, Earp lanzada en carrera hacia un recoveco de la construcción, apoyó su cuerpo al muro, llevó su rifle al hombro, fijó el blanco y disparó, su tiro no dio en el blanco pero la explosión posterior hizo que la francotiradora enemiga trastabillara y se expusiera desde su cobertura, oportunidad que Earp no dejó pasar realizando tres tiros directos al pecho de su enemiga la que, producto de los impactos cayó de espaldas perdiéndose de vista, segundos después una gran mancha de sangre apareció en el muro de donde estaba.

- ¡una menos! – dijo Earp

García ya posicionado en su cobertura, avanzó sigilosamente por el costado del muro, escuchaba disparos desde su derecha pero no podía ver al tirador, Lloyd por su parte avanzó por el otro costado, vio a su enemiga agachada esperando a García, con el flanco descubierto, apuntó su arma a la cabeza de la francotiradora al tiempo que sacaba medio cuerpo de su cobertura, no se percató de la otra soldado que estaba arriba, cubriendo a su compañera, vio el haz de luz pasar por delante de él, el rápido movimiento que realizó para esquivar la bala le hizo disparar a ninguna parte, alertando a quién quería eliminar, el tiro que iba dirigido a él dio en el cañón de su arma, destruyéndolo y desprendiéndola de sus manos, en el instante que se lanzaba hacia atrás vio como García saltaba sobre la mujer y con dos certeros movimientos de su cuchillo táctico la degolló, Lloyd, antes de que su cuerpo tocara totalmente el suelo, logró desenfundar su pistola y disparar hacia la enemiga que estaba sobre ellos, evitando que ésta dispara a García, el agente luego de matar a su enemiga y comprobar que Lloyd estaba bien, avanzó hacia el lugar donde estaba la francotiradora restante, pegado al muro y con su arma en ristre llegó al siguiente nivel, la mujer ya no estaba allí en su lugar una granada paralizante exploto al asomarse el agente, el choque eléctrico hizo envararse a García quedando paralizado, la francotiradora emergió tras un árbol con su pistola desenfundada dispuesta a matar al agente pero cuando lo apuntaba, apareció Dinozzo corriendo, saltó sobre García sacándolo de la línea de tiro, mientras que Earp disparaba sobre su enemiga, ésta giró sobe su costado lanzándose al suelo, esquivando todos los disparos de Earp, gateando rápidamente logró encontrar una nueva cobertura, desde la cual lanzó varias granadas paralizantes que fueron destruidas en el aire por Earp en un rápido desenfundar y disparar con su revólver, Lloyd que había visto donde se ocultó la soldado, lanzó una torreta lanzallamas hacia su dirección, por lo que la mujer quedó atrapada entre las llamas y los agentes al otro lado, ésta vez era ella la que estaba sin movimiento; aprovechando aquello Dinozzo lanzó una par de minas rastreadoras que terminaron de hacer el trabajo, la mujer no pudo escapar de la explosión producida por las minas cuando éstas hicieron contacto con ella.

Los agentes comenzaban a avanzar hacia lo que parecía la salida del jardín, unas rejas de hierro forjado, gruesas y poderosas, completamente cerradas hacia el exterior. Estaban por acercarse a ellas cuando éstas explotaron e hicieron ingreso los soldados de la JTF y la patrulla de avanzada, se apuntaron mutuamente hasta que se reconocieron, bajando sus armas, todos, soldados y agentes, heridos y sucios por el combate recién terminado, pudieron relajarse un instante, tras ellos y por la salida del laboratorio ingresó el capitán Benítez y el resto de sus hombres, el capitán se acercó a García quién se recuperaba de la reciente parálisis producida por la granada que le habían lanzado.

- No encontramos a Bliss por ninguna parte – dijo Benítez, sentándose pesadamente al lado de García

- Sí, nos la jugaron – contestó el agente

- ¿estás bien? – le preguntó el capitán al verlo mejor

- Sólo algo "paralizado" – respondió García sacudiéndose – recibí una descarga eléctrica ¿sabe?, no es algo agradable.

- Posiblemente sea mejor que una bala ¿no crees? – dijo Benítez

- Definitivamente – contestó García sonriendo

- ¿el laboratorio fue registrado? – consultó Benítez

- Sí, le llevamos algunas cosas a la doctora Kandell

- Bien, espero que lo que sea que encontraron valga la pena, tuvimos muchas bajas.

- Lo siento

- Es parte del trabajo, tendremos que reagruparnos, ya le comuniqué la situación a Lau y ustedes ¿cómo están?

- Golpeados, pero no muertos, creo que lo mejor será ir con ustedes a la base, habría querido ir de inmediato a la ONU, pero debemos entregar los datos a la doctora y reponernos físicamente.

- Bueno, de todas formas, algún daño habremos hecho a la estructura del LMB, nos llevaremos pertrechos, munición, consumibles y armas.

- Espero que nos sirva para lo que viene.

- Servirá agente, servirá.


III PARTE

RATAS

Luego de cargar todo lo que podían llevarse desde el consulado ruso, los soldados de la JTF y los agentes de avanzada se fueron camino a la base de operaciones, García y sus agentes se quedaron en el edificio en busca de cualquier información que pudieran haber pasado por alto, luego de haber revisado todo y no obtener nada más que fuera de utilidad también se retiraron.

En la madrugada y sin haber tenido ningún contacto con enemigos durante su trayecto, la caravana llegó a destino, el capitán Benítez despidió a sus hombres y conjuntamente con los agentes fueron en busca de Lau, ella estaba en el ala tecnológica acompañada del ingeniero Rhodes, atenta a las comunicaciones que pudieran surgir de la misión en la que se encontraban, Benítez le dio un pequeño informe de lo sucedido durante el combate y sus resultados, el listado de bajas y heridos, luego fue el turno de García quién también se refirió a los acontecimientos ocurridos durante la misión y el hecho de que el coronel Bliss no se encontraba en el consulado, además de la información que habían recopilado en el laboratorio del doctor Tschernenko, Lau les dio algunas instrucciones complementarias y les sugirió ir a descansar, luego podrían entrevistarse con la doctora Kandell.

- No se desanimen agentes, el hecho de que Bliss no estuviera en el consulado no hace que la misión haya sido un fracaso.

- No es solo eso – contestó García – el francotirador enemigo nuevamente se nos escapó.

- Pues ya caerá – respondió Lau – paciencia, ahora que su base del consulado fue eliminada, Bliss sólo podrá estar en el edificio de la ONU y con seguridad ese francotirador estará con él.

- Eso espero – dijo Lloyd – me muero de ganas de tenerlo en la mira de mi arma.

- Ya llegará nuestra oportunidad agente – insistió Lau – ahora vayan a descansar, se lo merecen.

*****************

La doctora Kandell ya enterada de que los agentes habían descubierto un laboratorio en el consulado ruso, no paraba de dar vueltas por su oficina, en espera de que fueran a verla, situación que ocurrió algunos minutos después:

- Agentes – saludó a García y Lloyd

- Buenos días doctora – respondieron ellos

- Sé que descubrieron un laboratorio en el consulado y que encontraron muerto al doctor Tschernenko.

- Las noticias vuelan en esta base – inquirió García

- La agente Lau me lo comentó

- Pues es verdad, encontramos al doctor Tschernenko, muerto en el consulado, además de lo que al parecer era su laboratorio.

- ¿Pudieron revisarlo? ¿buscar datos, notas, algo?

- Sí, traemos un ordenador, varios discos duros y muestras orgánicas que tenía guardadas.

- ¡excelente! – exclamó la doctora – con esto debería poder complementar mis hallazgos y estaría en condiciones de probar la vacuna.

- En las ratas primero, ¿verdad? – inquirió Lloyd

- Sí agente, ya he estado probando mi versión del antídoto con muy buenos resultados.

- Entonces esta próxima a solucionar este entuerto.

- Algo así agente, pero todavía faltan más pruebas, lamentablemente esto tendrá que ser ensayo y error.

- Bueno, si necesita algo más de nosotros no dude en avisarnos.

- Gracias agentes – se despidió la doctora

García y Lloyd se retiraron de la oficina de la doctora Kandell, dejando todas las cosas que habían recuperado en el consulado, la doctora se puso manos a la obra de inmediato, revisando en primera instancia el ordenador que habían traído, por suerte no tenía mayores medidas de seguridad para ingresar a él, accedió al disco duro y al directorio de carpetas, habían videos donde el doctor Tschernenko inoculaba lo que al parecer eran los primeros testeos del virus en ratas de laboratorio, luego los registros iban mostrando el progreso de la enfermedad y la posterior muerte de los animales, pudo ver en los archivos que el trabajo del doctor Tschernenko había comenzado hace más de un año desde el brote del virus, haciendo que la teoría de que esto se había planeado con antelación fuera comprobada, ante la gran cantidad de videos que había en el ordenador como en los discos duros externos que se recuperaron, decidió solicitar ayuda a la agente Lau y al ingeniero Rhodes, juntos en la oficina de Kandell siguieron la revisión del material, luego de ver videos por varias horas y hacer las anotaciones sobre lo que les iba llamando la atención, Rhodes se levantó de su asiento y le hizo una seña a ambas mujeres para que se acercaran a su ordenador:

- Observen por favor a quienes participan en esta grabación – pidió Rhodes

- Ese es el doctor Tschernenko, el segundo es el coronel Bliss, el otro sujeto que usa una bata blanca ¿quién es? – preguntó Lau

- Ese es el doctor Gordon Amherst, genetista y de quién se sospecha sea el principal creador del virus del dólar – contestó Rhodes – cuando trabaje con Bliss lo vi un par de veces, pero no fue hasta cuando surgió el brote que pude unir todas las piezas.

- Hay otro sujeto que aparece en muchas grabaciones, pero no muestra su rostro – dijo Kandell

- Bueno hay horas y horas de video, esperemos poder identificarlo – dijo Rhodes y continuaron revisando los registros.

Al cabo de un par de horas más, y luego de muchos videos revisados la doctora Kandell, lanzó un pequeño gemido:

- ¡oh, dios mío! – dijo Kandell - ¡este es el test del virus en humanos!

- Están utilizando a presos de la isla Rikers para sus pruebas – dijo Rhodes

- ¿tú lo sabías? – preguntó Lau

- Sí, después de eso deserte del LMB, aún escucho los gritos de esos pobres desgraciados.

- ¿Qué etapa del virus es esa? – consultó Lau

- La primaria – dijo Kandell – es solo el primer testeo, el ensayo y error, pero en humanos

- El doctor muerte hacía lo mismo con los judíos durante la segunda guerra mundial – acotó Rhodes – de ahí sacaron la idea.

- ¿podemos identificar a los presentes? – pregunto Lau

- Bueno, según esto puedo ver a Bliss, a ambos doctores, y nuevamente al tipo que no identificamos – contestó Rhodes observando la pantalla.

- En esta misma carpeta están los registros de la progresión del virus en humanos, es posible que en alguno de éstos aparezca finalmente el rostro de nuestro desconocido – observó Kandell.

- Entonces revisemos estos, antes que nada - dijo Lau

Siguiendo con la revisión de los archivos y ahora acotando la búsqueda, pudieron ver claramente la forma en la cual se probó el virus, utilizando a los presos de la Isla Rikers, los registros mostraban la progresión de la enfermedad con una tasa de mortalidad del 90% en el caso de los sujetos estudiados, también hicieron pruebas con el antídoto porque en más de una ocasión pudieron ver al mismo sujeto de pruebas una y otra vez, el sufrimiento de los infectados no puede ser descrito con palabras y la muerte llegaba al individuo al cabo de un par de días de agonía, en cada video aparecían los mismos cuatro hombres, podían identificar claramente a tres de ellos, pero aún no habían descubierto al cuarto sujeto.

- Agente – llamó Kandell – creo que tenemos a nuestro desconocido

- Veámoslo – dijo Lau

- ¿quién es? – pregunto Rhodes

- ¡oh, maldición! – exclamó Lau, al ver el rostro que aparecía nítidamente en la pantalla del ordenador que estaban revisando – es el agente Aaron Keener.

- ¿un agente? – dijo Kandell

- No sólo eso – susurró Lau – es algo así como el director de la agencia, uno de los primeros agentes en ser desplegados e instructor de muchos de los que hoy están aquí.

- ¿usted cree que él está involucrado en lo del virus? – preguntó Rhodes

- Eso explicaría muchas cosas, ingeniero – dijo Lau – Keener, como miembro del consejo presidencial tenía conocimiento de todos nuestros protocolos de seguridad y también de nuestras debilidades.

- ¿Y Washington? ¿también serán los mismos? – dijo Kandell

- Es muy probable, pero no podemos afirmarlo aún, discúlpenme, pero debo informar esto a los agentes y al capitán Benítez, por favor sigan buscando cualquier información que nos sea de utilidad.

- Por supuesto agente – contestaron Kandell y Rhodes.

Lau salió de la oficina de la doctora y se fue directamente al baño, entro a uno de los cubículos dando un portazo, se agacho y vomitó durante un rato, la noticia la golpeó profundamente, descubrir que uno de los suyos es el principal responsable de un ataque terrorista a gran escala la conmocionó, más aún porque en más de una ocasión había compartido con Keener y no había notado absolutamente nada - ¿cuántos agentes más estarán involucrados? – se preguntó arrodillada aún en el piso del baño - ¿a qué nivel llega esta traición, políticos, ejercito, CIA, NSA? – no podía ni imaginarlo y si la capital había sido realmente atacada ¿los responsables son los mismos?, cuantas preguntas sin respuesta y sinceramente dudaba que pudiera obtenerlas, lo mejor será centrarse en el presente, el hoy y los problemas que éste trae, eso sí lo podrá manejar, se levantó, se limpió y se dirigió a hablar con Benítez.

Kandell obtuvo todos los datos que necesitaba desde los dispositivos traídos por los agentes y por fin desarrolló lo que ella creía era la vacuna definitiva para el virus, o por lo menos para la cepa de Manhattan, ahora tocaba el turno de las ratas, buscó una de las jaulas y sacó dos regordetas ratas blancas, la primera marcada con un 01 en su pata delantera izquierda recibiría el virus, la segunda marcada con un 02, recibiría la vacuna, convivirían durante 12 horas, período de incubación del virus, si la primera enfermaba no debía contagiar a la segunda y si esto ocurría la infectada recibiría su dosis de la cura, que en teoría no solo creaba los anticuerpos necesarios para combatir el virus sino que también debía destruir las células ya infectadas y curar al paciente ya infectado, todo eso en teoría, pero la doctora era optimista, su trabajo por fin daría frutos. Esperaba también poder crear la vacuna para la nueva mutación, si D.C., había sido en realidad atacada los agentes debían proveer la cura desde aquí; ahora sólo hay que esperar.


IV PARTE

EL CASTILLO

La noticia de que Aaron Keener, un agente de The Division, estaba involucrado en el ataque con el virus del dólar había corrido como una bola de nieve por la base, ahora, tanto soldados como civiles refugiados miraban a García y a los demás con recelo, pese a haberlos vitoreado en más de una ocasión, todo se fue al carajo, la desconfianza era la moneda de pago para quienes habían arriesgado su vida más de una vez para ayudar a toda esta gente, el capitán Benítez tuvo que llamar al orden a sus hombres, incluso la agente Lau fue objeto de malos tratos, pese a ser una de las más reconocidas defensoras de la ciudad y sus habitantes. No obstante, y pese a todos los malos ratos ya se encontraban planificando el ataque a la ONU, la última escaramuza antes de recuperar totalmente el control de la ciudad.

Benítez y Lau estaban de acuerdo en tener, antes que nada, datos de campo del edificio de Las Naciones Unidas, donde actualmente suponían tenía su cuartel general el coronel Bliss, para ello enviarían a García y su gente, quienes deberían obtener la mayor cantidad de inteligencia posible a fin de preparar el ataque, luego de intercambiar un par de opiniones la salida de los agentes que sellada para la tarde de ese mismo día por lo que éstos se dirigieron a sus barracas para optimizar sus equipos, preparar sus armas y aprovisionarse para la misión. Llegada la tarde García y sus agentes comenzaron a caminar en dirección al edificio de la ONU.

*****************

El coronel Bliss se encontraba en la oficina que ocupa en la ONU, una gran habitación con vistas al patio, un enorme lugar resguardado con torretas antiaéreas y una cincuentena de sus mejores hombres, fumaba su puro mientras miraba al exterior, sentado al otro lado del escritorio estaba Jhon Dan, esperando pacientemente las instrucciones que el coronel tenía para él, obviamente ya sabe la caída del consulado ruso, las bajas sufridas y los materiales perdidos, entre armas, municiones y otros, el daño producido es significativo pero no por ello demoledor, sus recursos no son ilimitados, pero aún son suficientes para mantener el control de su territorio, de todas formas y ante cualquier eventualidad ya tomó contacto con su amigo el coronel Ridgeway para trasladarse a la Isla Roosevelt en caso necesario, por lo tanto, sólo queda atar un par de cabos sueltos y Dan es uno de ellos, podría matarlo ahora mismo pero lo necesitaba, a él y a Keener quién le había pedido que se lo enviase a la Zona Oscura, ¿con que propósito?, no lo sabía, con Keener nunca se sabía, es un maldito fanático del secretismo, de todas formas le convenía tenerlo de su lado, por lo menos de momento.

- Dan, mi querido Dan – dijo Bliss

- ¿Qué pasa coronel? – preguntó Dan

- Tú jefe quiere que vayas a la zona oscura y te encuentres con él.

- ¿Keener? – se asombró Dan - ¿y que hace en la zona oscura?

- Bien sabes que no confía en nadie, ¿acaso crees que me diría lo que se trae entre manos?

- Ok, ¿Cuándo parto?

- Ahora mismo – Bliss giró su sillón hacia el agente para mirarlo de frente, entrelazo los dedos de las manos y puso los codos sobre el escritorio – ¿recuerdas nuestro acuerdo Dan?

- Por supuesto ¿cómo olvidarlo si me lo recuerda a cada segundo?

- Bien porque ahora vas a honrar ese acuerdo.

- ¿Qué quieres exactamente?

- Vas a matar a Aaron Keener.

- ¡estás loco coronel! ¡no tengo oportunidad!

- Tranquilo, no tendrás que hacer un gran esfuerzo – abrió un cajón de su nuevo escritorio y sacó la caja que le había dado el doctor Tschernenko – sólo dale esto y dile que tres de ellos son los frascos con la nueva fórmula del virus y los otros tres son el antídoto, tal como acordamos, él se inyectará el antídoto voluntariamente.

- Entiendo que uno de ellos no es el antídoto.

- Entiendes bien, el frasco del medio, el que tiene una ligera muesca en el tapón de seguridad, es el nuevo virus, no el antídoto.

- ¿y cómo sabré si se inyecta el correcto y no el antídoto?

- Porque te pedirá a ti que se lo inyectes, recuerda que le tiene miedo a las hipodérmicas.

- No lo sé, no me parece un plan seguro.

- No te preocupes, tendrás aproximadamente 12 horas antes de que note que está infectado y si te pide, que lo dudo, que te inyectes tú también, sólo debes elegir el de la izquierda o derecha y listo.

- Lo pintas demasiado fácil.

- Porque lo es, Dan, lo es.

- Está bien, voy a confiar en ti.

- No vuelvas hasta que te asegures que Keener está muerto ¿me oyes?

- Entiendo.

- Ahora debo preparar mis defensas, tus amigos vendrán aquí muy pronto y no quiero decepcionarlos con una bienvenida demasiado fría.

- Adiós coronel, nos veremos entonces.

- Claro que sí Dan, claro que sí.

Bliss dio vuelta nuevamente su sillón hacia la ventana, inhaló aire y pensó – dos pájaros de un tiro coronel, bien hecho – se sumió nuevamente en sus pensamientos, donde planeaba cómo hacer frente al problema que tenía encima, esos malditos agentes y la JTF no dejarían de molestarlo, tendría que utilizar todos los medios a su disposición, incluyendo a sus queridos cazadores, ahora estaba la cuestión de donde serían más efectivos, en el auditorio o en el patio, ya decidiría más adelante.

*****************

García y sus agentes llegaron a la localización que habían elegido como base sin contratiempos, no se habían topado con ninguna patrulla del LMB durante todo el trayecto, era tranquilizador y preocupante al mismo tiempo, si bien es cierto durante el último enfrentamiento habían eliminado una gran cantidad de soldados, difícilmente habrían mermado tanto su número, la posibilidad más acertada sería pensar que un estratega como Bliss, sólo recogió a sus hombres a una ubicación con mayores posibilidades de defensa y donde podría disponer de ellos como si de un juego de ajedrez se tratara, un par de peones prescindibles por aquí, otros por allá y el rey bien resguardado en lo más profundo de sus dominios, su "castillo", por decirlo de alguna manera.

Se acomodaron en unos departamentos abandonados frente al edificio de la ONU, un pequeño edificio de solo cuatro plantas que ofrecía una vista a la instalación que querían vigilar, esta vez no podría haber infiltración porque era imposible franquear las puertas del edificio cerrado y vigilado las 24 horas del día, no había patrullas perimetrales a distancia si no que guardia fija, directamente en la entrada, la configuración era la misma que acostumbra el LMB, un sargento especialista con cinco o seis soldados regulares, separados por un par de metros entre sí, los soldados simplemente observan lo que va ocurriendo a su alrededor, ahuyentan a los civiles que osan pasar muy cerca del edificio o caminan en trechos cortos, el sargento se mantiene inmóvil en la puerta. La entrada en sí no es más que una puerta doble de gran tamaño pero que sería demasiado estrecha para un ataque frontal, se armaría un cuello de botella que sólo permitiría a los defensores mantenerse en pie, los atacantes serían fácilmente repelidos desde el interior sin mucho esfuerzo, por lo que García dispuso a los demás agentes que salieran a reconocer el exterior del edificio, en busca de una posibilidad de ingreso.

Esperaron que se hiciera de noche para hacer el reconocimiento, Earp tomó la parte posterior, Dinozzo la izquierda y Lloyd la derecha, mientras que García se mantuvo en el apartamento vigilando la entrada, donde pudo observar el cambio de guardia, la misma escena, un sargento y cinco o seis soldados, todos separados por muy poca distancia y sin dejar nunca la entrada descubierta; pasadas un par de horas los demás agentes regresaron del reconocimiento, todos concordaron en una sola cosa, el "castillo" es prácticamente infranqueable.

- Creo que esto va a ser una pérdida de tiempo – dijo Dinozzo

- Pues hay que hacerlo – respondió García – de otra forma atacaríamos a ciegas.

- En este momento, incluso con la vigilancia activa, estamos a ciegas – afirmo Earp

- Y ni siquiera podemos confirmar que Bliss está efectivamente en el interior del edificio – dijo Lloyd

- Bueno, menos quejas y más informes – aclaró García - ¿Cuáles son sus conclusiones?

- El costado izquierdo es un muro de concreto con un par de ventanas, todas protegidas con barrotes de hierro, por ahí no hay ataque posible – indicó Dinozzo

- El costado derecho igual – dijo Lloyd

- Entonces el único lugar posible sería la parte posterior – dijo Earp - por los estacionamientos, está fuertemente custodiada, como mínimo pude ver una docena de soldados básicos, unos cuantos escopeteros, francotiradores, granaderos y otros con escudos, y de seguro hay especialistas.

- Bien, si esa es la única opción tendremos que tomarla – dijo García - vamos a quedarnos por esta noche y el día de mañana, en la madrugada cuando los soldados estén más cansados, Lloyd y yo iremos a echar un vistazo y verificar que sigan las mismas fuerzas que Earp observó, sacaremos fotografías y dibujaremos un croquis.

- Si todo se mantiene así, las fuerzas de la JTF tendrán que entrar conjuntamente con nosotros – dijo Lloyd – sólo nosotros cuatro contra todo ese contingente, no le haríamos ni cosquillas.

- Creo que un ataque bien coordinado apostando todo a una sola entrada puede ser arriesgado – añadió Earp – hay que considerar de igual forma la entrada principal, por lo menos un contingente pequeño.

- Primero debemos asegurarnos que lo que hemos visto se mantiene, luego en base a eso Benítez y Lau tomarán la mejor decisión – agregó García – sólo me gustaría confirmar que Bliss está aquí.

- Vamos a ver qué pasa durante estas horas de vigilancia – acotó Dinozzo – esperemos que la suerte nos acompañe.

Luego de un rato y en mitad de la madrugada, cuando el cansancio y la monotonía hacen mella en cualquier ser humano, García y Lloyd se escabulleron hacia la parte trasera del edificio de la ONU, lo primero que pudieron observar fueron un par de camiones militares bloqueando el paso, luego dos torres y su correspondiente caseta de vigilancia, en el interior barreras de corte de tránsito, una reja metálica de acceso a los estacionamientos subterráneos, cerrada y vigilada constantemente por los soldados que mantienen una guardia en el lugar, sobre esta reja construyeron una especie de pasarela a fin de que en ella se apostaran los francotiradores y granaderos, en la explanada varios vehículos militares del LMB constituyen una barricada y lugares de cobertura ante un eventual ataque. La cantidad de soldados coincide con lo expuesto por Earp en su primera observación, una docena de soldados básicos, escopeteros y otros, todos bien despiertos y vigilando cada rincón de su área designada, sacaron un par de fotografías y Lloyd dibujó un croquis para mejor ilustración, en medio de su vigilancia escucharon al que parecía el oficial a cargo del destacamento de guardia gritar algunas órdenes y vieron cómo todo el mundo se ponía nervioso, salieron desde detrás del camión en el cual estaban cubiertos y subieron sigilosamente a una de las casetas con la finalidad de averiguar que pasaba, cuál era la causa del alboroto, y ahí estaba de pie en la pasarela, el coronel Bliss revistando a sus tropas, manteniéndolos siempre activos y en constante vigilancia. Con eso bastó para García, con un ademán de su mano le indicó a Lloyd que se retirarán, bajaron de la caseta y tan sigilosamente como llegaron se fueron rumbo a su guarida, al llegar le comunicaron sus descubrimientos a Earp y Dinozzo, acordando volver a la base de inmediato, con la inteligencia obtenida ya estaban en condiciones de planear la última fase de su plan para recuperar definitivamente la ciudad.


V PARTE

ENEMIGO REVELADO

Ya en la base de operaciones y entregados los informes de inteligencia obtenidos en su visita al edificio de la ONU, los agentes esperaban a Lau, quién luego de la reunión con el capitán Benítez, les había ordenado esperarla, pasados unos cuantos minutos Lau bajó y se reunió con ellos, haciéndoles una seña con su mano les indicó que la siguieran al ala médica, en aquel sitio la doctora Kandell les esperaba con una sonrisa de oreja a oreja, con un par de jaulas de sus ratas de laboratorio sobre su escritorio y unas hipodérmicas cargadas con un líquido de color oscuro.

- Buenos días agentes – saludó la doctora

- Buenos días – respondieron todos

- Como pueden ver, tengo a las ratas que me trajeron en perfecto estado

- ¿Y a qué se debe esta reunión? – preguntó García

- Tengo que comunicarles que oficialmente la vacuna contra el virus del dólar ha sido probada con éxito en ratones de laboratorio.

- ¡excelente doctora! - exclamó Lau - ¿Cuándo estará en condiciones de ser probada en humanos?

- A eso voy y por eso los he llamado precisamente – contestó Kandell

- Yo no pienso vacunarme – dijo Dinozzo - alejándose un poco del grupo

- No se trata de eso agente – dijo la doctora – aún no puedo hacer la prueba en humanos porque necesito un último estudio.

- ¿Y cuál sería? – pregunto Lloyd

- Necesito una muestra de sangre de alguna de las personas que aparentemente son inmunes.

- ¿Se refiere que hay personas inmunes al virus? – se sorprendió Earp - ¿y dónde están?

- Bueno sabemos que en la zona oscura hay sobrevivientes que son inmunes – dijo Lau

- ¿y desde cuando tenían esta información? – quiso saber Earp

- Desde que cerramos la zona oscura, en realidad esa fue una de las razones por las cuales aislamos esa parte de la ciudad y no otra – respondió Lau.

- Sí, la agente Lau dice la verdad – añadió Kandell – es uno de los episodios más oscuros de nuestra lucha contra el virus, pero aún sin justificarlo, era la mejor decisión y la única posible dado el nivel de contagio.

- Teníamos que contar con un seguro en caso de no poder controlar el brote, los sobrevivientes en la zona oscura demostraron ser inmunes a la infección, pero el descontrol y el hecho de que ellos querían abandonar la ciudad nos empujó a tomar esa cruel decisión.

- ¿me están diciendo que encerraron a personas sanas en ese lugar, sólo para poder tener conejillos de indias? – dijo García

- Sí agente, fueron las ordenes que recibimos y las acatamos – contestó Lau – el gobierno y la comisión médica que se estableció para enfrentar el brote del virus así lo aconsejaron, sufrimos muchas pérdidas tanto de la JTF cómo de agentes para llevar a cabo la tarea, cuyo fin último era el que les acabamos de explicar.

- ¿entonces el cierre de la zona oscura no fue para controlar el contagio? ¿fue una farsa? – reclamó Dinozzo.

- Sí agente, pero en el minuto en que se tomó la decisión no teníamos toda la información y estábamos desesperados – dijo la doctora – entienda que siempre se va a optar por el bien mayor.

- Ahora entiendo por qué luego de esa acción muchos agentes se volvieron renegados – dijo García – esa fue la excusa perfecta para que Keener pudiera sembrar su semilla de desobediencia y lograra enmascarar su propio plan.

- Tienes razón García – respondió Lau – si sumamos, todas las piezas comienzan a encajar, la zona oscura fue sólo suerte para Keener y ahora que lo pienso mejor, también le dio la oportunidad de eliminar a todos aquellos agentes que se le opusieron.

- Pero ahora sabemos la verdad, tanto de una parte como de la otra, espero que nuestros pecados no nos pasen la cuenta – dijo Lloyd

- Por eso necesito las muestras agentes – dijo la doctora – piensen en los millones de vidas que podríamos salvar.

- No tenemos otra opción – indicó Dinozzo – ya el daño está hecho y debemos tratar de repararlo, ahora no veo como personas que fueron encerradas por su propio gobierno van a querer ayudarnos.

- Nosotros fuimos sus cancerberos – señaló Earp – y ahora hay que convencerlos que queremos ser sus salvadores, será una tarea ardua, más aún cuando no tenemos pruebas.

- Dejo eso en sus manos agentes – dijo la doctora – pero es primordial obtener esa sangre.

- No se preocupe doctora – aseveró García – de una u otra forma obtendremos la muestra.

- Gracias agentes – concluyó Kandell.

*****************

Luego de terminada la entrevista con la doctora Kandell y sabida la necesidad de ésta de contar con una muestra de sangre, García decidió partir de inmediato a la zona oscura, Lau se mostró de acuerdo no sin antes hacerles ver lo imperativo de obtener la muestra, además de que una vez realizaran esta misión se llevaría a cabo el ataque definitivo contra Bliss, por lo que los agentes partieron rápidamente a su destino, la dificultad radicaba en encontrar a alguien dispuesto a entregar no sólo su sangre sino que la confianza hace ya tiempo pérdida en quienes se supone los protegerían de cualquier mal, los sobrevivientes de por sí recelosos de cualquier desconocido, armados no serían fáciles de convencer, pero ya pensarían en algo cuando llegaran a la zona oscura. Para su misión los cuatro agentes habían sido capacitados por la agente David en el uso de la hipodérmica y la manera de obtener y conservar muestras orgánicas, a pesar de las protestas de Dinozzo todos llevaban un juego de toma de muestras, en caso de que decidieran separarse para cubrir más terreno en la búsqueda de algún donante voluntario, por lo mismo García había dispuesto que fueran los cuatro a la misión y no sólo dos como comúnmente afrontaban este tipo de salidas, la idea era obtener rápidamente la muestra y no correr riesgos innecesarios en la zona oscura, sabiendo además que los restos de las facciones enemigas se estaban reuniendo y agrupando precisamente allí.

*****************

Aaron Keener se encontraba en su guarida de la zona oscura, sus dominios según él mismo afirmaba, el lugar donde pudo por fin dar a conocer su discurso contra las autoridades, donde sí fue escuchado por la mayoría y no por unos cuantos, el descontento general y la desconfianza en un gobierno corrupto y miope ante los problemas de los ciudadanos de un Nueva York golpeado por el virus, hicieron que sus palabras fueran acogidas cómo si de un mesías se tratase, su conocimiento de las debilidades de quienes ostentaban el poder y los organismos que lo componían fueron claves para ganarse la confianza irreductible de las masas débiles y sin un guía que en aquel entonces pululaban por la ciudad, él los ordenó los guió y les dio un propósito, en especial luego del cierre del perímetro llevado a cabo por la JTF y The Division, eso no hizo más que enardecer aún más a quienes sufrían a diario las consecuencias de ser abandonados por sus autoridades, lo que vino después sólo reafirmó lo que Keener había predicho. Rodeado de un grupo de sujetos pertenecientes a las facciones derrotadas por los agentes de The Division, obligados a refugiarse en la zona oscura para no terminar muertos cómo sus antiguos jefes, los alborotadores, los rikers y los cleaners sobrevivientes, encontraron en Keener un nuevo líder a quien seguir, incluso habían soldados del LMB que también habían optado por la zona oscura cómo su base, ellos también lo seguían, él les daba la libertad de seguir acosando la ciudad cómo lo hacían afuera, sin miramientos y sin cuartel. Jhon Dan lo encontró planeando una salida al exterior, tenía sobre una mesa de trabajo los planos del sistema de alcantarillas de la ciudad y al lado una mapa con un trazado desde Nueva York a D.C., la capital marcada con color celeste y otros lugares de control del gobierno también marcados con el mismo color, otras zonas en verde, otras en color naranjo, rojo, morado y finalmente las más extensas en color café, por lo que pudo observar Dan, cada color respondía a zonas o lugares particulares, no sabía si aquellas marcas correspondían a lugares infectados, libres del virus o simplemente dominadas por nuevas facciones de poder, no preguntó ni mostro señales de interés, ya sabía que con Keener, si sabías demasiado eras una amenaza.

- ¡Dan! – dijo Keener cuando lo vio – ¡por fin llegaste! ¿te retuvo el tráfico? – preguntó riendo

- Algo así – contestó Dan

- Bueno pero ya estás aquí ¿Bliss me envió algo?

- Sí – contestó Dan, algo nervioso, se controló y sacó de su mochila la caja que le había entregado Bliss y se la pasó a Keener.

- Gracias – dijo Keener – ¿alguna instrucción en particular sobre esto?

- Pues – tartamudeo Dan – solo me dijo que tres de los frascos contienen la nueva cepa del virus y los otros tres el antídoto.

- Bien, más tarde me ocuparé de ello – dijo Keener dejando la caja sobre la mesa de trabajo – ahora quiero que me escuches con atención porque de esto depende nuestra salida de aquí.

- Te escucho – le contestó Dan sin dejar de mirar la caja con el virus.

- El maldito de Benítez con esa puta de Lau van a atacar el cuartel de Bliss, y te aseguro que lo van a eliminar.

- Bliss tiene muchos hombres a su disposición y te recuerdo que tiene un arma secreta.

- ¿te refieres al helicóptero? – dijo Keener – no te sorprendas tanto – le dijo al ver la reacción de Dan – ya sabes que tengo mis fuentes.

- Pero ese es el secreto mejor guardado de Bliss.

- Sí, lo que no sabes es que su autonomía de vuelo no le permitiría salir de la ciudad, la escases de combustible es su enemiga y esa nave sólo le servirá por una par de horas cómo mucho.

- También tiene a los cazadores.

- Ellos son mucho más peligrosos que su helicóptero, pero aun así debemos prepararnos con un plan de contingencia.

- ¿de verdad crees que Bliss caerá? – preguntó Dan

- Oh sí mi amigo, de una u otra forma caerá.

- Parece que quisieras que sucediera.

- En cierta forma creo que sí, sería liberarme de una carga que ya se está haciendo demasiado pesada.

- ¿quieres que lo elimine?

- No, veremos el curso de los acontecimientos y decidiremos, por el momento vamos a llevarnos a algunos de estos chicos rikers a Washington, me serán útiles allá.

- ¿y cómo pretendes hacer eso?

- No te hagas el tonto conmigo Dan, ya le echaste un vistazo al mapa y sabes que será por las alcantarillas, sabes perfectamente el sistema que utilizamos.

- Ok, y luego ¿qué? ¿caminamos tomados de la mano hacia D.C.?

- De los detalles me ocuparé yo, te necesito para ordenar el rebaño y darles tareas a los demás grupos, aquellos que no nos acompañarán

- O sea que me deshaga de los restos

- No quiero que mates a nadie, a menos que sea necesario, sólo dale a los cleaners y los otros grupos restantes cuadrantes de vigilancia en la zona, invéntate algo que lo justifique y aléjalos de los lugares que usaremos para salir.

- Me pongo a ello entonces.

- *****************

García y su grupo avanzaban despacio por las calles de la zona oscura, llevaban algo más de una hora en el lugar y no se habían topado con ni un alma, amigo o enemigo, el instinto de García se había disparado hace tiempo sobre el hecho de no encontrar a nadie, todo esto le daba muy mala espina, sobretodo porque tampoco había ruido, cosa muy poco habitual en la zona oscura. Recorrieron una manzana entera sin toparse a nadie, decidieron encontrar un lugar para descansar y reponer fuerzas antes de seguir con su búsqueda, entraron a una tienda de artículos eléctricos y se refugiaron en el interior, sacaron unas barritas energéticas y se dispusieron a descansar un rato, García se puso el sombrero en la cara y se durmió como un bebé de pecho, Lloyd se tiró cuan largo era en el piso, puso su mochila de almohada y también se durmió.

- Creo que eso nos deja la primera guardia – dijo Earp

- Siempre lo mismo – contestó Dinozzo

- Bueno aprovechemos de comer un poco y mantener las armas a punto, no creo que vayamos a tener problemas.

- Problemas vamos a tener para encontrar a alguien que quiera ayudarnos, creo que habrá que utilizar la fuerza.

- ¿a qué te refieres?

- Ya tenemos mala fama ¿no?, pues bien, simplemente encontramos a alguien, lo noqueamos y le extraemos un poco de sangre, no digo que matemos a nadie, pero es la única solución que veo.

- Vaya y yo que pensé que era la única cruel del grupo, pienso lo mismo, salvo por un pequeño detalle.

- ¿Cuál?

- No hemos encontrado a nadie.

- Pues eso debiera cambiar ¿o crees que toda la gente se fue?

- Eso es imposible.

- Exacto, un poco de paciencia y encontraremos a alguien.

Se hizo el relevo para el descanso y le tocó el turno a Earp y Dinozzo, mientras que García y Lloyd vigilaban su sueño, una vez descansaron lo suficiente, salieron de la tienda y se dirigieron a la calle siguiente, ya era bien entrada la noche y seguían sin toparse con nadie, de pronto mientras avanzaban por una calle especialmente oscura escucharon un grito de mujer seguido de risas masculinas. Se acercaron sigilosamente hacia el lugar de donde provenían los gritos, era un estacionamiento con varios vehículos abandonados y en el centro un único poste con una luz funcionando, bajo el farol un individuo con la ropa característica de los rikers, tenía a un joven de no más de 15 años tomado por el cuello, apuntándolo con una pistola a la cabeza reía con las súplicas de una mujer frente a él, que lloraba y le rogaba que dejara ir a su hijo, rodeando a la mujer cinco individuos más, armados con pistolas y rifles de asalto, alborotadores y rikers, seguramente los restos de las facciones que habían eliminado al otro lado y que decidieron hacer de la zona oscura su coto de caza. Los agentes tomaron cobertura en los vehículos abandonados, García les indicó a Earp y Dinozzo que activaran sus torretas lanzallamas en cada costado, de manera de que se cubrieran esas zonas en caso de que los sujetos trataran de escapar, una vez puestas las torretas en el suelo le indicó con un ademán a Earp que se le acercara:

- Vamos a enfrentar a estos tipos a la antigua, saldremos frente a ellos y los encararemos, una vez intercambiemos un par de palabras saldrán Dinozzo y Lloyd.

- Ok, táctica del lejano oeste ¿no? – observó Earp

- Exacto – contestó García guiñándole el ojo

- Hagámoslo – dijo Lloyd

García se levantó, bajó el ala de su sombrero de manera tal que cubriera la mitad de su rostro y levantó su arma, salió a la luz del faro acompañado de Earp que se mantenía unos pasos más atrás e inmediatamente a su izquierda, permitiendo que García se preocupara solamente del costado donde podía ver con su único ojo, la mano de Earp en la empuñadura de su revólver lista para desenfundar.

- ¡dejen ir al muchacho! – gritó García al sujeto, el que apretó más aun al chico contra su pecho y presionó más el arma contra su cabeza al ver acercarse a los agentes.

- ¿y tú quién eres? – preguntó el sujeto amenazante

- Eso no te importa, sólo deja ir al muchacho y puede que considere dejarte vivo

- Sólo un viejo y su puta contra nosotros seis ¿no crees que estas en desventaja?

- Si quieres puedes traer a más idiotas como tú – dijo Dinozzo apareciendo por el costado de Earp acompañado de Lloyd quien se puso al otro costado de García.

- Ultima oportunidad imbécil – grito García nuevamente – deja ir al chico o atente a las consecuencias.

- ¿crees que les tenemos miedo? – contestó el riker ocultando el rostro detrás de la cabeza del rehén – ya nos hemos enfrentado a tipos como ustedes y los hemos destripado ¿verdad muchachos? – y sus secuaces asintieron con risitas nerviosas.

- Lloyd, saca a la señora de aquí por favor – indicó García, por lo que Lloyd sin dejar de apuntar a los sujetos avanzó un paso hacia la mujer que se mantenía arrodillada frente al riker, sollozando.

- ¡no des un paso más o mato a este desgraciado! – gritó el sujeto

- Earp ¿lo tienes? – pregunto García

- Sí – contesto escuetamente Earp

- ¿Lloyd? – inquirió García

- Sólo da la señal – contestó Lloyd

- Última oportunidad idiota, deja ir al muchacho o mi amiga aquí presente te volará los sesos.

- ¡mátenlos muchachos! – gritó el riker

En ese momento todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos, García asintió hacia Earp, ésta en una ágil maniobra desenfundo su revólver y le dio dos tiros al riker, uno en el cuello y otro en la cabeza, matándolo al instante, antes de que los demás sujetos reaccionarán tanto García cómo Dinozzo y Lloyd quién se puso delante de la mujer, dispararon sus armas hacia sus enemigos, los que ante la rápida reacción de los agentes no tuvieron oportunidad, aún no se disipaba el humo de los disparos y todos los enemigos yacían muertos en el piso.

- ¿Está bien? – le preguntó Lloyd a la mujer

- Sí, muchísimas gracias, creí que iban a matar a mi hijo – dijo entre lágrimas la mujer, su hijo traído por Earp, se arrodilló a su lado abrazándola.

- Nuestra buena acción del día – dijo Dinozzo mirando a la mujer y su hijo.

- A esto nos dedicamos agente – le contestó García

- No sé cómo agradecérselos – dijo la mujer levantándose con su hijo – lo que sea, pídanlo por favor.

- Bueno – dijo Earp – creo que hay algo que ustedes pueden hacer por nosotros...


CAPITULO 7


I PARTE

PREPARACIÓN

García y sus agentes llegaron a la base de operaciones a primera hora de la mañana, habían cumplido su misión por un hecho fortuito, el rescate de una familia en la zona oscura había servido para obtener las muestras de sangre que la doctora Kandell requería, Dinozzo y Lloyd fueron a entregar las muestras a la doctora mientras que Earp y García informaban a la agente Lau. Luego de esto los agentes se retiraron a sus barracas para descansar un poco, la base hervía de actividad por las preparaciones para el ataque al edificio de la ONU, todos cooperaban en la base, tanto los soldados de la JTF cómo algunos refugiados que ayudaban en la enfermería y otras tareas menores, los agentes de la escuadra de avanzada realizaban simulaciones de entrada y registro y ejercicios de ataque coordinado, sabían de antemano la misión que se les asignaría así que se preparaban a conciencia.

El capitán Benítez reunido con la agente Lau y el ingeniero Rhodes, planificaban la mejor forma de encarar el combate, el croquis dibujado por Lloyd más los planos del edificio que había obtenido el ingeniero, eran la base desde la cual se estaba construyendo el plan de ataque, sobre todo tomando en consideración que se realizaría desde el subterráneo, primero había que decidir la forma de estrada, de acuerdo a la inteligencia obtenida, el LMB había levantado una reja que impedía el acceso a los estacionamientos y ese sería el primer objetivo, Benítez dijo que la mejor forma de enfrentar esta situación, era que una vez eliminados los enemigos que cubrían la entrada, sus soldados armados con un soplete abrieran la reja principal para dar paso a las fuerzas de ocupación, su idea fue aprobada y quedó registrada en espera de que se les ocurriera otra forma de entrar. El segundo problema que se les presentaría, era que, según los planos del edificio, los estacionamientos subterráneos no los llevarían directamente al edificio, sino qué por el costado del mismo, por lo cual, uno de los agentes debería llevar explosivos suficientes para volar un muro que les permitiera acceder a la calle de servicio del edificio de la ONU, de esta forma podrían abrir un orificio para pasar directamente a la instalación, sacrificando obviamente el factor sorpresa, aunque a estas alturas dudaban que Bliss no estuviera preparado.

Las fuerzas con las que contaba Bliss era un misterio para todos, en este contexto solo les cabía especular al respecto y planificar más o menos igualando los números de enemigos con los que se encontraron en el consulado, esto generaba un debate entre los líderes puesto que Benítez alegaba que lo más probable era que las fuerzas enemigas hayan sido mermadas significativamente durante el último enfrentamiento, mientras que Lau y Rhodes opinaban que Bliss había reservado a sus mejores hombres esperando este enfrentamiento final, todos reconocían en Bliss un gran estratega militar, por lo tanto el peor error que podían cometer era subestimarlo.

Basados en esas ideas y en las buenas experiencias anteriores, decidieron que la escuadra de avanzada más un grupo de soldados de la JTF atacara la entrada principal del edificio de la ONU, como una distracción del ataque principal que sería llevado a cabo por García y sus agentes más el contingente de la JTF que los apoyaría y proporcionaría la entrada a los estacionamientos y luego los explosivos para el muro que debían derribar, tanto Benítez como Lau tenían pensado participar en el combate, discutieron agriamente sobre con que grupo iría cada uno y al final primó la cordura, definiendo que la agente Lau acompañaría a la escuadra de avanzada y el capitán Benítez a los soldados de la JTF en el asalto principal. Acordaron también que el ataque se llevaría a cabo al anochecer de ese mismo día, por lo que la agente Lau fue a reunirse de inmediato con la escuadra de avanzada y los soldados de la JTF designados para la primera acción ya que ellos debían partir antes que todos los demás, Benítez en tanto fue a preparar su propio equipo y a designar el número de hombres que llevaría a la refriega, para luego comunicarse con García y sus hombres y decidir la mejor hora de salida.

*****************

Al igual que en la base de operaciones de la JTF se preparan para la ofensiva, el coronel Bliss preparaba sus defensas, había distribuido a sus hombres por todas las instalaciones del edificio, dejando para él la última locación y por ende la última batalla, la que se llevaría a cabo en el patio del lugar, además allí tenía su helicóptero apache ya posado y listo para despegar en cuanto la batalla comenzara, tenía plena confianza en que sus torretas antiaéreas sumadas al poder de fuego que le brindaba su nave, decidiría el conflicto a su favor, ni la JTF ni The Division tenían naves en la zona por lo que su ventaja se incrementaba enormemente, puesto que incluso las armas con que contaban sus enemigos se remitían a armas de poco alcance y corto calibre. De todas formas y sabiendo que sus enemigos eran definitivamente peligrosos optó por dejar a sus dos cazadores separados, uno en sala de conferencias y el otro en el patio cubriendo sus pasos en caso de que debiera retirarse, ya tenía planes para ello, así que, dentro de todo, estaba lo suficientemente preparado para cualquier contingencia.

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Bliss y la JTF no eran los únicos que realizaban preparativos este día, Aaron Keener y Jhon Dan también los hacían, el primero se preparaba para marcharse de Manhattan con un contingente de rikers hacia Washington, el segundo esperaba el desenlace de la misión que le había encomendado Bliss pero Keener no había dado luces de utilizar el supuesto antídoto enviado por el coronel, se paseaba de un lado a otro, nervioso, frente a la mesa de trabajo que utilizaba Keener, sobre ella aún desplegado el mapa de D.C. marcado con diferentes colores, mientras lo observaba una nota al costado del dibujo que representaba la Isla Roosevelt llamó su atención, esta decía "zona de control de los hijos verdaderos", entrevistarse con el coronel Ridgeway. ¿Hijos verdaderos? – pensó - ¿Qué es eso, una nueva religión, una secta? – ya había sido testigo del poder de convencimiento de Keener pero de ahí a liderar una secta no lo veía, mientras estaba sumido en sus pensamientos llegó Keener.

- Dan – lo saludó – precisamente pensaba llamarte, una suerte que ya estés aquí

- Sí, una suerte ¿verdad? – contestó Dan

- ¿porque ese tono lúgubre? ¿acaso estás triste por dejar la ciudad?

- No, nada de eso

- Bueno, ya es hora de que nos marchemos, así que debemos hacer una última cosa – le indicó Keener mientras abría la caja con los frascos de virus y antídoto, sacó una hipodérmica de un cajón y le insertó uno de los frascos que estaban alineados abajo del contenedor plástico, eligió el del centro, al ver esto Dan comenzó a sudar, más aún cuando Keener estiró la mano con la hipodérmica y se la entregó

- Ya sabes lo que esto me provoca Dan, así que ¿podrías ayudarme?

- Claro – contestó Dan – tomando la hipodérmica con su mano derecha, Keener se sacó la chaqueta y se subió la manga izquierda ofreciéndole el brazo a Dan, éste acercó la aguja a la vena visible del brazo del agente y aplicó presión, Keener al sentir el frío acero en su brazo giró la cabeza para no ver como la aguja iba a penetrar su piel, Dan, con el sudor corriendo por su rostro y la respiración entrecortada, retiró la aguja, Keener giró la cabeza hacia él:

- ¿Qué pasa Jhon? ¿hay algún problema?

- Debo confesarte algo Keener

- ¿y es tan urgente?

- El frasco que pusiste en la hipodérmica no contiene el antídoto.

- ¿no? ¿y que contiene?

- El virus modificado, Bliss lo cambió y me dijo que te lo inyectara.

- Ese Bliss, nunca deja de sorprenderme – dijo calmadamente Keener – lo que me sorprende es que te haya hecho su cómplice ¿cómo te obligó? Por qué supongo que fue obligado.

- Por el error de la recuperación de tu caja táctica, con eso me chantajeo

- ¡vaya! – exclamó Keener – eso no tenía ninguna importancia

- Pero yo no lo sabía y Bliss lo aprovechó

- ¿hiciste algo más para él que deba saber?

- Nada, lo juro.

- Bien, porque ahora tendrás que matarlo, ve al edificio de la ONU y asegúrate de que no salga vivo.

- Pero el edificio será atacado por la JTF y los agentes

- Mejor para ti, tendrás más opciones de eliminarlo.

- Ahora ¿te dijo algo de los demás frascos?

- Sólo que el del medio abajo era del virus junto con los tres de arriba, los de abajo derecha e izquierda son antídotos.

- Bien, tendré que comprobarlo, pero como muestra de buena fe, te inyectarás el antídoto.

- No hay problema, pero si no confías en mí, solo dilo.

- Oh, no se trata de eso mi querido Jhon, sólo quiero protegerte del virus nada más.

- Pero hablas de buena fe.

- Y eso es lo que te pido, sólo buena fe, vamos no hagas esperar a Bliss – dijo finalmente Keener, sacando otra hipodérmica y colocando uno de los frascos de la caja que eran supuestamente el antídoto – toma hazlo por mí – le dijo entregándole la inyección.

- Ok – dijo Dan, tomando la hipodérmica e inyectándose el contenido del frasco sin dudarlo - ¿satisfecho? – le preguntó a Keener

- No te lo tomes a mal Jhon ¿Qué harías tú en mi lugar?

- Te habría matado.

- ¿ves? Eres demasiado radical en tus decisiones, ahora ve y elimina a Bliss, voy a retrasar lo que más pueda nuestra salida, pero si no tengo noticias tuyas me iré con el grupo.

- No te preocupes por mí, haré mi trabajo y regresaré.

- Si no nos encuentras ya sabes qué camino seguir.

- Nos vemos entonces, ya sea aquí o en D.C. – se despidió Dan.

*****************

Tal y como estaba planificado la agente Lau salió al mando de la escuadra de avanzada y un destacamento de la JTF, su misión era atacar la puerta principal del edificio de la ONU a modo de distracción del ataque principal que se desarrollaría por los estacionamientos, entretanto el capitán Benítez instruía a sus hombres sobre las acciones que debían desarrollar durante su misión, la apertura de la reja y la entrega de los explosivos a los agentes de García, despidió a la agente Lau y a sus hombres y dejo pasar 30 minutos para salir él con sus hombres, García y su escuadra salió 10 minutos después de Benítez, mientras que la agente David, como siempre, salió antes que todos para implementar su hospital de campaña en el piso franco más próximo a la misión, todos tenían la convicción que ésta era la última oportunidad para tomar el control de la ciudad y a su vez la última confrontación con un grupo organizado de enemigos, los que quedan en la ciudad ahora son solo sujetos que alguna vez formaron parte de una facción y en la actualidad son sólo bandas de delincuentes, los que son fácilmente reducidos por los soldados de la JTF.

Los grupos avanzaron hacia el edificio de la ONU, con sus equipos y armas preparados y mentalizados en acabar rápidamente con sus enemigos y dar paso a la liberación de la ciudad, concentrados en un solo objetivo y una sola idea, vengar todo el sufrimiento inferido a su suelo, su ciudad y su gente y terminar de una vez por todas con la opresión impuesta por el LMB.

Lau y su gente no tuvo ningún inconveniente en su traslado hacia su objetivo, tal y como había sucedido en la vigilancia llevada a cabo por sus agentes, no se encontraron con enemigos ni patrullas del LMB durante su trayecto, cobrando fuerza la hipótesis de que Bliss había replegado a todos sus hombres al edificio de la ONU a fin de enfrentar el ataque, el que probablemente ya no era una sorpresa. Ante esta situación Lau desplegó a su gente por los alrededores del edificio en espera de que los demás tomaran sus respectivas posiciones.

Benítez y su tropa tampoco sufrió inconvenientes durante su travesía, llegando de forma ordenada y compacta hasta su localización, calmada y sigilosamente fueron ubicándose en posiciones estratégicas para su avanzada, pudiendo observar la actividad que se llevaba a cabo en el estacionamiento, logrando incluso contar a los enemigos que se mantenían en espera, manteniendo la información para entregárselas a los agentes que iniciarían el combate. Pasados un par de minutos, García y sus agentes se apersonaron al lugar, entrevistándose con Benítez quién se encontraba tras uno de los camiones de la JTF que había allí, y que había escogido como su puesto de mando, les entregó la última información obtenida y decidieron esperar un momento antes de lanzar el ataque.

- ¿cómo van las cuentas capitán? – preguntó Lloyd

- Pues nos superan dos a uno, pero siempre ha sido así – contestó Benítez

- Eso es un hecho – rio García

- Mis muchachos están listos para la acción – comentó Benítez

- Nosotros también – dijo Earp

- Agente Dinozzo – dijo Benítez – en aquel camión – le indicó uno de los vehículos estacionados al costado y rodeado por soldados de la JTF – están los explosivos que deberán utilizar para volar el muro del estacionamiento ¿sería tan amable de retirarlos?

- Por supuesto – contestó Dinozzo, dirigiéndose al camión señalado.

- Todos los puntos de interés y plano del edificio están cargados en sus dispositivos ISAC, incluyendo el lugar donde deben colocar los explosivos.

- Ok – dijo García – entonces ya es hora de empezar

- Vamos a coordinar con la agente Lau, buena suerte agentes – dijo Benítez alzando el pulgar de su mano izquierda.

- Igualmente, capitán – contestó García

- Agente Lau, aquí Benítez, a mi marca comience con su ataque – indicó Benítez por radio

- Estamos listos – se escuchó la respuesta de Lau

- Entonces en 3, 2, 1 ¡ataquen! – gritó Benítez, ordenando lo mismo a los hombres bajo su mando, iniciándose desde ese momento la última ofensiva desde el brote del virus en contra de las facciones que se habían apoderado de la ciudad.


II PARTE

GOLPE FINAL

García y sus agentes se mantuvieron un momento expectantes antes de lanzarse al ataque con los soldados de la JTF, cuando la refriega comenzó en la entrada del edificio y Benítez también envió sus hombres al combate, el agente había decidido separar a su grupo, envió a Earp a una de las torres de defensa para que tuviera la altura suficiente e hiciera daño con su rifle de francotirador, por otra parte envió a Dinozzo a la derecha del lugar a tomar posición sobre un jeep y utilizar allí su ametralladora ligera, mientras que él y Lloyd avanzaban tras los soldados de la JTF, tomaron cobertura tras las barricadas que habían puesto los soldados del LMB y se inició el combate como tal, de pronto desde la pasarela que habían instalado los enemigos, pudieron observar al que parecía el líder del LMB, un sargento especialista, gritando a sus hombres - ¡despejen el área de operaciones! – a cuya orden todos los soldados del LMB ocuparon sus puestos y coberturas para repeler el ataque. Earp apostada en una torre de defensa a la izquierda del estacionamiento pudo observar los diferentes tipos de enemigos que se desparramaban por el lugar, entre ellos francotiradores, granaderos, soldados convencionales, ingenieros, médicos de combate y los tipos con escudo blindado, los más duros de caer:

- García – dijo Earp por el intercomunicador – voy a ocuparme de los francotiradores, te sugiero que los demás eliminen a los granaderos.

- Todos escucharon a Earp – dijo García – eliminen primero a los granaderos, capitán Benítez ordene a sus hombres que concentren el fuego en ellos

- ¡ya escucharon hombres! – gritó Benítez por radio – eliminen a esos soldados

- García – dijo Dinozzo – creo que tenemos un problema

- ¿Cuál? – preguntó

- Los médicos de combate – contestó – si no los eliminamos primero no habrá forma de restarle números a los enemigos, cada vez que hay algún herido los médicos los recuperan rápidamente y siguen combatiendo.

- Tienes razón Dinozzo – dijo García – Lloyd apoya a Dinozzo y eliminen a los médicos

Lloyd se desplazó hacia el lugar donde estaba Dinozzo, a la derecha de la plaza de estacionamientos, éste le señaló a los dos médicos de combate que se movían por el campo, Lloyd vió una pasarela baja con rejas cerradas que podrían usar cómo cobertura y desde allí eliminar a los médicos, Dinozzo asintió y corrieron hacia su nueva posición, cómo medida de seguridad lanzaron torretas lanzallamas en cada una de las posibles entradas a la pasarela, por lo que al acercarse los soldados enemigos las torretas comenzaban a rociarlos con sus lenguas de fuego, oportunidad que aprovechaba García para ir eliminando soldados enemigos y mermar su número, uno de los médicos enemigos se acercó corriendo a auxiliar a un herido, lanzando una estación de apoyo al lado de los soldados y se dedicó a atenderles, Dinozzo vio la vulnerabilidad y le hizo una seña a Lloyd, éste apuntó a la cabeza del médico mientras Dinozzo lo hacía a la estación de salud, a la cuenta de tres por parte de Lloyd, dispararon sus armas, la primera bala de Lloyd no consiguió perforar el casco del soldado enemigo pero la segunda dio en su cuello, cayendo al suelo tratando de cubir la herida por la cual manaba una gran cantidad de sangre, por su parte Dinozzo ayudado por el gran poder de fuego de su ametralladora destruyó rápidamente la estación de apoyo del médico, impidiendo su recuperación y la de los heridos acumulados a su alrededor, García viendo lo sucedido lanzó una bomba pegajosa al centro del lugar donde se encontraban los enemigos eliminándolos a todos con la explosión. El último médico entretanto, se encontraba fuera del alcance de los agentes, manteniéndose cerca de los francotiradores que Earp atacaba, tenía una estación de apoyo tras una barrera de tránsito por lo cual Earp no podía destruirla, dedicándose sólo a tratar de eliminar a los francotiradores enemigos, los cuales resultaron ser bastante escurridizos cambiando permanentemente de posición evitando los disparos de la agente. Lloyd y Dinozzo por su parte, eliminados bastantes soldados enemigos más un médico, se replegaron a su posición original, siendo seguidos de cerca por media docena de escopeteros enemigos, sin la protección de las torretas tuvieron que lanzar minas rastreadoras las que eliminaron a tres de los escopeteros, éstos siguieron a los agentes disparándoles por la espalda, afortunadamente sin acertarles, Lloyd se lanzó rodando bajo uno de los vehículos que usaban a modo de cobertura y Dinozzo saltó por sobre una barrera evitando los disparos, se agazapó y se movió hacia su izquierda sacando sólo el cañón de su ametralladora y disparando a ciegas, Lloyd debajo del vehículo se puso boca abajo apuntando su arma a los pies de los enemigos y les vació el cargador, dos de ellos cayeron retorciéndose de dolor, quedando a tiro del agente quién los remató con su pistola, el último soldado fue directo hacia Dinozzo quién levantándose de un salto y con su arma a la cadera acribilló al escopetero, el que al recibir el impacto de al menos diez tiros directo a su pecho, fue lanzado de espaldas al piso, con esos enemigos muertos pudieron fijar nuevamente su objetivo en el último médico y los granaderos, García hacía su parte eliminando a los ingenieros, quienes trataban en vano de instalar sus torretas cerca de los agentes, cada vez que se asomaban, García hacía saltar trozos de concreto de sus coberturas evitando que concretaran su objetivo, eran solo dos ingenieros así que los tenía relativamente controlados, Earp continuaba tratando de eliminar a los francotiradores pero sin suerte.

- García – llamó la agente – necesito ayuda con los francotiradores

- ¿Cuál es el problema?

- Tienen a un médico de tiempo completo con ellos

- ¿Lloyd? Podrías apoyar a Earp – indicó García por el intercomunicador

- Voy con Dinozzo – contestó Lloyd

- La caballería está en camino Earp – dijo García

- Ok.

Lloyd y Dinozzo se lanzaron a toda carrera hacia la posición de Earp, el sargento a cargo de la defensa del LMB los vio y empezó a gritar órdenes a sus soldados para que los detuvieran, uno de los francotiradores fijo su mira en Dinozzo, asomándose lo suficiente para efectuar el tiro, lo comenzó a seguir hasta tener la cabeza del agente exactamente en el centro de la mira de su rifle, llevó su dedo índice al gatillo para presionarlo suavemente cuando lo último que pudo oír fue el chasquido de la bala explosiva que había entrado por su cuello y le había volado la cabeza, Earp quién había disparado, ya estaba nuevamente a cubierto, Dinozzo sin haberse dado cuenta de nada seguía corriendo tras Lloyd, hasta que llegaron a la posición de Earp,

- ¿Cómo estas Earp? – preguntó Dinozzo – jadeando por el esfuerzo de la carrera

- Mejor que tú por lo que veo – contestó la agente

- ¿Qué quieres que hagamos? – dijo Lloyd asomando la cabeza lo suficiente para echarle una mirada a la situación

- Creo que quedan dos francotiradores, pero si no eliminamos al médico antes, seguirán dándonos problemas

- Por lo que pude ver el médico esta debajo de la posición de los francotiradores, con una estación de apoyo oculta – dijo Lloyd – vamos a hacerlo explotar con una bomba pegajosa, es probable que huya, lo que aprovechara Dinozzo para matarlo y tú estarás atenta a los movimientos de los francotiradores

- Me parece un buen plan – acotó Dinozzo – déjame tomar una mejor ubicación antes de lanzar la bomba – el agente bajó por la estructura hasta posicionarse detrás de un pilar, acomodó su arma y levantó el pulgar hacia Lloyd, éste se levantó apuntó y lanzó la bomba pegajosa hacia la ubicación del médico enemigo, el que al ver el dispositivo adherirse al muro tras él, se levantó rápidamente y sin preocuparse de cubrirse se lanzó en carrera hacia otro lugar, Dinozzo lo puso en su punto de mira y disparó una ráfaga hacia el enemigo, uno de los proyectiles dio en el hombro derecho del soldado haciendo que perdiera fuerza en su carrera, el agente apuntó un poco más adelante y disparó otra ráfaga, esta vez más de tres proyectiles impactaron el cuerpo del soldado que con sus últimas fuerzas logró llegar a una barrera, cayendo muerto tras ella, Lloyd accionó el detonador de la bomba y esta destruyó la estación de apoyo y parte de la estructura donde se parapetaban los francotiradores enemigos, éstos sorprendidos atinaron a levantarse del lugar para cambiar de posición, dándole la oportunidad a Earp y Lloyd para fijarlos en sus miras, Earp disparó dos tiros en forma consecutiva y Lloyd lanzó una ráfaga completa, los disparos de Earp impactaron en la protección del francotirador, explotando un segundo más tarde, haciendo que cayera por la estructura directamente al piso donde Dinozzo lo remató con sendos disparos a la cabeza, las balas de Lloyd, dieron en su blanco, logrando eliminar al último francotirador.

- ¡ahora por los últimos granaderos! – les comunicó García

- Estamos en eso – contestó Lloyd

- ¡Dinozzo, conmigo! – ordenó García – vamos a eliminar a los tipos con escudo, están causando estragos entre los soldados de la JTF

- En camino – contestó Dinozzo, abandonando su cobertura para correr hacia García

Los soldados del LMB que portaban escudos se cubrían tras ellos y haciendo uso de su arma principal, generalmente una ametralladora ligera con gran poder de fuego, infligían enormes pérdidas entre la JTF, Benítez había ordenado el repliegue de sus hombres desde el sector donde estaban esos enemigos a fin de no perder más soldados, por lo que García y Dinozzo se aproximaron al lugar utilizando los vehículos abandonados cómo cobertura, cuando estuvieron suficientemente cerca de los enemigos, García le indicó a Dinozzo que lanzara una torreta lanzallamas hacia los sujetos, mientras que él hacía lo mismo por el otro costado a fin de rodear a los soldados con una cortina de fuego, ambos agentes lanzaron las torretas las que se activaron de inmediato, rodeando a los sujetos entre dos lenguas de fuego, aprovechando esto Dinozzo lanzó de inmediato unas minas rastreadoras y García una bomba pegajosa, la que dio directo en el escudo de uno de los enemigos, la que explotó casi al instante al ser accionada remotamente por parte del agente, la onda expansiva fue lo suficientemente potente para lanzar a los dos sujetos al suelo sin sus protecciones, García y Dinozzo al verlos heridos y expuestos pudieron rematarlos fácilmente con sus armas principales, no percatándose estos de los dos granaderos que se habían ubicado a sus espaldas lanzándoles sus proyectiles, García vio las granadas a sus pies y alcanzó a empujar a Dinozzo e impulsarse el mismo en un solo movimiento para salir del área de acción de los explosivos, la nube de polvo que se levantó tras la explosión y la conmoción producida por el ruido los dejaron unos segundos fuera de combate, quedando expuestos a los disparos de los enemigos, tirados en el suelo e indefensos se preparaban para lo peor, cuando apareció el capitán Benítez comandando a un grupo de soldados de la JTF, matando a los dos granaderos que amenazaban a los agentes.

- Gracias capitán – dijo García

- ¡ja! – respondió Benítez – no es más que una vuelta de manos agente, sigamos adelante que ya quedan menos enemigos

- Hagámoslo entonces – contestó García, sacudiéndose el polvo de la ropa y levantando su arma

El sargento del LMB no contaba más que con dos de sus hombres para la defensa del lugar, por lo que en una salida desesperada se lanzó con ellos, armas en ristre, al ataque del grupo de Benítez y sus soldados, quienes acompañados por los agentes corrían hacia la reja metálica que los separaba de los estacionamientos subterráneos, el sargento armado con una escopeta comenzó a disparar concienzudamente hacia el grupo de atacantes, logrando impactar en el brazo a Benítez, éste detuvo su carrera agarrándose el brazo herido, a lo que sus hombres también se detuvieron, incando las rodillas al suelo para apuntar mejor, lograron eliminar a los soldados enemigos pero no así al sargento, que avanzaba directo hacia ellos apuntando a Benítez, García detrás del grupo, se lanzó sobre el capitán cubriéndolo con su cuerpo, mientras que Dinozzo unos segundos tras él, se lanzó de rodillas al suelo, arrastrándose al mismo tiempo que levantaba su ametralladora disparando una ráfaga directa al pecho del enemigo, éste alcanzó a disparar un escopetazo hacia el grupo antes de ser alcanzado por los disparos de Dinozzo, cayendo al suelo acribillado. Benítez se revolvía debajo de García al que el disparo del enemigo le había sacado un trozo del ala de su sombrero, se levantó para dejar espacio a Benítez:

- Si quería pagar su deuda, créame que estamos a mano agente – dijo el capitán mientras observaba la herida de su brazo, afortunadamente era sólo un rasguño que no le impediría seguir en combate – ese sombrero suyo es un imán para las balas García

- Ya lo creo capitán – contestó García – una vez terminado esto voy a tener que cambiarlo – lo sacudió, vio el daño producido por el disparo y se lo volvió a calar

- Esto está despejado – indicó Dinozzo – los hemos eliminado a todos aquí

- Bien – dijo Benítez – ahora a la reja - y les indicó a sus hombres que rompieran las cadenas que la cerraban.

- Earp, Lloyd – llamó García por el intercomunicador – reunámonos en la cerca, los soldados están a punto de abrirla

- Vamos hacia allá – contestó Earp

- Esto está lejos de terminar muchachos – les dijo Benítez – buena suerte ahí dentro, recuerden que nosotros vamos detrás así que déjennos algo de diversión

- No hay problema – añadió Dinozzo – creo que hay bastantes enemigos para todos.

Una vez abierta la reja que los separaba de los estacionamientos subterráneos, los cuatro agentes avanzaron directamente hacia la entrada, la oscuridad del recinto era total, se pegaron a los muros y comenzaron a moverse despacio, luego de recorrer un largo trecho llegaron al lugar marcado para poner los explosivos, Dinozzo se acercó, sacó los materiales de su mochila e instaló el explosivo, se alejaron y cubrieron hasta escuchar la detonación, un gran trozo del muro fue destruido y creó un forado por el que los agentes ingresaron directamente a la calle de servicio que conducía al interior del edificio, la calle, como toda la ciudad estaba llena de vehículos abandonados, inútiles en esta circunstancia, salvo como coberturas, los agentes fueron moviéndose entre ellos hasta llegar a una puerta de servicio, García la abrió de golpe y Earp entró seguida de Lloyd, el pasillo que seguía los llevaba a otra puerta, tras ésta escucharon voces, Dinozzo la abrió sólo un poco para verificar que era la entrada a los estacionamientos de la ONU, su objetivo, habían dos patrullas del LMB en el lugar que se movían en círculos, esperaron el momento oportuno y se lanzaron tras la cobertura de los autos estacionados, Earp y Lloyd lanzaron torretas lanzallamas hacia los enemigos mientras que García y Dinozzo abrían fuego hacia los soldados, éstos tomados por sorpresa sólo atinaron a responder el fuego sin apuntar de manera desordenada, por lo que cayeron rápidamente bajo la intensa lluvia de balas y fuego provocada por los agentes, no hubo espacio para escaramuzas o duelos personales, la batalla fue decidida de inmediato por los agentes, quienes avanzaron corriendo hacia la puerta que conducía al interior del edificio de la ONU, su primera parada era el anfiteatro o sala de conferencias, a la que llegaron luego de subir unas escaleras, la entrada tenía dos puertas dobles abiertas de par en par, García y Lloyd se dirigieron hacia la última puerta y Earp y Dinozzo se quedaron en la primera, a la cuenta de tres se lanzaron al piso cubriéndose tras los muros bajos de la galería, la sala era un gran anfiteatro con sillas y espacios abiertos para conferencias o actividades culturales, se bajaba por dos escaleras cubiertas de alfombra con tres descansos cada una, en cada descanso habían muros bajos que permitían cubrirse para atacar, abajo cerca del escenario, un par de mesas instaladas con ordenadores y equipos tecnológicos, donde se ubicaba una patrulla enemiga, arriba en los balcones un ingeniero y un francotirador, no vieron más enemigos en el lugar así que Earp disparó el primer tiro hacia el francotirador enemigo, mientras que Dinozzo bajando por las escaleras hasta situarse en el último espacio abierto, comenzó a disparar hacia los enemigos de abajo, García también bajó por el otro costado a fin de apoyar a Dinozzo y atrapar a los enemigos entre dos fuegos, Lloyd se agazapó tras el muro donde estaba y comenzó a disparar hacia el balcón donde se cubrían los otros soldados, el ingeniero del balcón logró instalar una torreta que disparaba sin cesar hacia ellos, Earp buscó cobertura a la derecha manteniéndose en movimiento para no dar un blanco fácil a sus enemigos, asomaba un poco la cabeza y disparaba, pero la torreta hacia que sus tiros no fueran efectivos, Lloyd preparó una bomba pegajosa y la lanzó hacia la torreta, ésta explotó pero el ingeniero alcanzó a cubrirse, esta distracción la aprovechó Earp y apuntó tranquilamente al francotirador que estaba a punto de disparar contra Dinozzo, la bala dio de lleno entre sus ojos y el impacto hizo que cayera al piso a unos dos metros de su posición original, el ingeniero al ver a su compañero muerto, tomó su arma y corrió a reunirse con los otros soldados que luchaban abajo, mientras que Dinozzo y García disparaban a diestra y siniestra, Earp y Lloyd bajaron para unirse al combate, los cuatro agentes lograron eliminar a toda la patrulla enemiga y para tomarse un respiro, registraron a los soldados muertos en busca de munición y consumibles, estaban en eso cuando por las puertas dobles de la entrada apareció un numeroso grupo de enemigos, los que tomaron posiciones tras los muros bajos de cada galería, mientras que otro grupo conformado por soldados armados con escopetas se lanzaron directo al ataque, los agentes tomados por sorpresa, repelieron el ataque lo mejor que pudieron, lanzando minas rastreadoras y granadas,

- ¡Todos al balcón! – gritó García, mientras disparaba retrocediendo y subiendo las escaleras que conducían al balcón.

Los agentes subieron al balcón del anfiteatro siendo seguidos de cerca por los soldados enemigos, García en el último escalón comenzó a cubrir a sus compañeros disparando sobre sus cabezas mientras subían, Lloyd se instaló al otro lado de García y juntos disparaban contra los soldados que avanzaban dejando la escalera regada con los cuerpos de los enemigos, Earp y Dinozzo subieron a salvo y se fueron a ubicar al otro lado del balcón, con la cabeza gacha y pegados al muro de este, evitando así la metralla que caía producto de los disparos de los enemigos desde abajo, García y Lloyd hicieron lo propio en su costado, sin posibilidad de responder el fuego enemigo aprovecharon de recargar sus armas y ajustar su equipo, Earp ante una pausa de los disparos asomó la cabeza, pudiendo ver la cantidad de enemigos y sus ubicaciones, un sargento con escudo, dos médicos, una francotiradora y un par de ingenieros, además de unos cuantos soldados regulares, se ocultaban en los diferentes niveles de las galerías del recinto, los ingenieros ya habían instalado sus torretas y los médicos sus estaciones de apoyo, por suerte no habían granaderos, ahí habrían tenido a toda la gama de enemigos reunidos.

- García – dijo Earp – estamos rodeados y superados en número

- ¿alguna vez no lo hemos estado? – contestó el agente

- Tenemos dos médicos y dos ingenieros a los que hay que acabar, además de la francotiradora – indicó Earp

- Bueno, las posibilidades están con ellos, pero no la táctica – dijo Lloyd – propongo que Dinozzo y yo nos ubiquemos debajo de las escaleras del balcón y atraigamos el fuego enemigo, mientras Earp y tú fijan sus blancos.

- Buena idea – contestó García – Earp no dejes disparar a su francotiradora y yo me ocuparé de los médicos.

- A lo que vinimos entonces – dijo Dinozzo

Los agentes tomaron las posiciones definidas y cuando Dinozzo y Lloyd comenzaron a disparar García lanzó una bomba pegajosa directo a uno de los médicos haciéndola explotar de inmediato, el resultado, trozos del soldado esparcidos por todo el lugar y una estación de apoyo menos, Earp aprovechando la confusión disparó repetidamente hacia la posición de la francotiradora, sin suerte pero obligándola a mantenerse abajo, Dinozzo sacando el máximo partido a su ametralladora ligera eliminaba sistemáticamente a los soldados que se le aproximaban y Lloyd tras el escenario se movía de lado a lado sin dar una ubicación a la cual disparar, lanzó una torreta lanzallamas hacia el último médico a fin de no darle posibilidad de huir o moverse hacia la derecha, García que adivinó el movimiento de Lloyd comenzó a disparar hacia el soldado acercándolo peligrosamente al alcance de las llamas de la torreta, sin posibilidad de cambiar de posición el médico se quedó inmóvil, uno de los ingenieros enemigos observó el problema que tenía su aliado y acercándose sigilosamente lanzó una granada a la torreta de Lloyd, destruyéndola, el médico se levantó rápidamente para cambiar de posición y cuando lo hizo García lo acribilló desde su posición elevada, ya sin los dos médicos sus enemigos perdían una gran ventaja, pero aún mantenían a la francotiradora y al sargento del escudo que se acercaba rápidamente a la posición de Dinozzo, éste al verlo comenzó a retroceder por la escala que conducía al balcón, dejando una torreta lanzallamas en el tercer escalón y posicionándose arriba en la entrada, el sargento se acercó al inicio de la escalera y la torreta se activó rodeándolo con su lengua de fuego, el sargento bajó su escudo y se cubrió tras él, Dinozzo le lanzó dos granadas, una de ellas rebotó en el escudo y no hizo daño pero la segunda lo hirió profundamente en la pierna izquierda, haciéndolo retroceder lentamente, el agente bajó rápidamente disparando directamente a los pies del enemigo que trastabillo y cayó de espaldas soltando su escudo, levantó las manos preparado para lo peor, Dinozzo se acercó dispuesto a rematarlo en el suelo, apretó el disparador y escuchó un "click", se había quedado sin balas, sacó el cargador y tomó uno nuevo de su cinturón colocándolo lo más rápidamente posible en el espacio vacío de su arma, preparó y apuntó pero su enemigo ya había desenfundado su pistola disparándose mutuamente, la primera bala de cada arma se desvió su objetivo, las siguientes dieron en sus respectivos blancos, Dinozzo cayó hacia atrás lanzado al piso por los impactos, su enemigo quedó clavado al piso, muerto, Lloyd vio a Dinozzo tirado en el suelo y corrió hacia él, lo levantó y lo llevó escaleras arriba,

- ¡Dinozzo! – le gritaba – mientras lo remecía – el agente no respondía y permanecía inerte, Lloyd sacó una jeringa de su botiquín y se la inyectó a Dinozzo - ¡no te mueras desgraciado! – le gritó nuevamente, moviéndolo con fuerza de lado a lado, de pronto Dinozzo aspiró una bocanada de aire y se incorporó rápidamente dando manotazos al aire, Lloyd lo tranquilizó y revisó su pecho, las balas habían dado en su armadura la que había evitado que éstas penetrarán su cuerpo, pero los múltiples impactos a corta distancia lo habían hecho desmayarse.

- ¡me vuelves a dar un susto así y yo seré quien te mate Dinozzo! – le espetó Lloyd

- ¡gracias! – contestó el agente - de verdad creí que era mi fin

- ¡cuando terminemos aquí se buscan un cuarto! ¡ahora hay enemigos que eliminar! – les gritó García

- Ya vamos, ya vamos – dijo Dinozzo

Las torretas de los ingenieros habían agotado la munición que portaban por lo que ya no eran una amenaza y los agentes podían pasar a la ofensiva, García le indicó a Earp que mantuviera la posición en la altura a fin de controlar a la francotiradora enemiga, mientras que él y los otros dos agentes bajaban por las escaleras al escenario del anfiteatro para atacar directamente a sus enemigos, cuando los tres agentes estaban llegando al último escalón Earp lanzó una advertencia por el intercomunicador:

- ¡cuidado! ¡están apareciendo más enemigos! – en el preciso instante en que la agente les advertía del peligro, detrás de la decena de nuevos enemigos apareció un sujeto con una armadura corporal completa, de color negro y una máscara tipo hockey que cubría su rostro, colgados de los sujetadores de su mochila portaba cerca de ocho relojes, ISAC, armado con una M4, un subfusil como secundaria y un lanzador de bombas pegajosas listo para ser utilizado, disparó directamente hacia el lugar por el cual los agentes avanzaban.

- ¡bombaaaaaaa! – gritó Earp, al tiempo que la bomba pegajosa lanzada por el cazador explotaba, los tres agentes fueron lanzados lejos por la onda expansiva, sacudiéndose el polvo se levantaron a duras penas,

- ¿están bien? – preguntó García

- Algo así – contestó Lloyd

- Menos mal que Earp no avisó poco antes – apuntó Dinozzo

Mientras los agentes se revisaban mutuamente aparecieron por la entrada varios soldados del LMB, por lo que la vuelta a la acción fue inmediata, Dinozzo con el arma con mayor poder de fuego comenzó a disparar hacia los enemigos que entraban, Lloyd por su parte lanzó una torreta lanzallamas haciéndolos retroceder, García les indicó que salieran por el otro costado para tomarlos por sorpresa, por lo que se dirigieron directamente a la otra puerta, corriendo en diferentes direcciones los tres agentes comenzaron a atacar a los soldados del LMB, que tomados de improviso sólo atinaron a disparar en desorden, la torreta lanzallamas de Lloyd ya había causado varias bajas, mientras que Earp desde el balcón trataba de mantener a raya al cazador que se movía rápidamente de un lado a otro entre coberturas y disparos hacia la agente, además la francotiradora también atacaba haciendo difícil la tarea de Earp de mantener una cobertura sobre los agentes de abajo, éstos en un breve combate pudieron eliminar a todos los soldados enemigos por lo que avanzaron hacia coberturas más protegidas y así poder hacerse cargo del cazador y la francotiradora,

- ¡Earp! – se comunicó García – no dejes que el cazador se mueva

- Voy a intentarlo – contestó la agente

- Nosotros nos ocuparemos de la francotiradora y luego iremos por el cazador – dijo García

- ¡ok! – dijo Earp, al tiempo que asomaba la cabeza para disparar contra el cazador

García les hizo una seña a Lloyd y Dinozzo para que subieran por la escalera de la derecha, mientras que él intentaba distraer a la francotiradora mostrándose en su cobertura, los agentes comenzaron a subir sigilosamente hacia una nueva posición, moviéndose lentamente hacia la ubicación de su enemiga mientras el cazador estaba distraído con los disparos de Earp, en un momento determinado los dos agentes estuvieron lo suficientemente cerca de la francotiradora como para atacar pero fueron descubiertos por el cazador quién en un rápido contraataque les lanzó varias minas rastreadoras, haciendo que ambos agentes tuvieran que abandonar su posición para huir de las explosiones, García aprovechó el momento para moverse a una cobertura con mayor ángulo de disparo pudiendo disparar directamente hacia el cazador, éste rodó por el suelo esquivando la andanada de balas disparadas por el agente, se cubrió en la segunda galería y desplegó una estación de apoyo, Dinozzo y Lloyd que habían corrido hacia la parte superior del anfiteatro tomaron cobertura en ese sitio y desde allí observaron los movimientos de sus enemigos, la francotiradora estaba con la espalda pegada a la barandilla del primer estanco de la galería, no se había percatado de la presencia de los agentes y sólo estaba pendiente de García, Lloyd le señaló a Dinozzo el costado derecho de su posición mostrándole el lanzador de bombas pegajosas, haciéndole entender que se moviera a ese lugar mientras él disparaba el dispositivo hacia su enemiga, Dinozzo se movió muy despacio hacia el sitio indicado y mantuvo una torreta lanzallamas lista para ser desplegada al momento en que Lloyd lanzara la bomba, de esa manera si la francotiradora lograba esquivar las explosión, la torreta haría su trabajo, Lloyd se levantó rápidamente de su lugar y lanzó la bomba directamente al cuerpo de su enemiga, ésta advirtiendo el ataque se movió lo justo para que la bomba no la impactara y quedara adherida a la barandilla, en el mismo momento Dinozzo lanzaba la torreta y Lloyd presionaba el detonador haciendo explotar la bomba, la francotiradora se cubrió el rostro con los brazos y se lanzó hacia atrás intentando evitar la explosión de la bomba, cayendo directamente en la trampa de los agentes, levantó la cabeza para ver directamente al cañón de la torreta lanzallamas envolverla en su lengua de fuego, dio gritos desgarradores al sentir las llamas en su rostro y Earp acabó con su sufrimiento de un certero disparo en el cuello, el cazador por su parte al verse rodeado, lanzó varias minas rastreadoras hacia la posición de García y los dos agentes de la galería superior, al tiempo que corría hacia el escenario del anfiteatro, los agentes dispararon contra las minas haciéndolas explotar antes de llegar a ellos pero el tiempo que les hizo perder el movimiento defensivo también hizo que perdieran de vista al cazador, Dinozzo bajó a la galería donde estaba desplegada la estación de apoyo de su enemigo y la destruyó,

- ¿alguien ve al cazador? – preguntó García

- Ni rastro – contestaron los demás

- Debe estar aún por aquí, la única salida es por arriba y no se ha movido hacia allá – dijo Earp

- Dinozzo – ordenó García – tú y Earp avancen hacia el patio posterior, hagan un reconocimiento e informen, Lloyd y yo buscaremos al cazador y lo eliminaremos

- Ok – contestó Earp, comenzando a bajar del balcón para juntarse con Dinozzo y subir las escaleras del anfiteatro.

El cazador, oculto tras el escenario, dejó que Earp y Dinozzo comenzarán a subir juntos las escaleras, una vez los vio llegar al primer descanso salió de su cobertura y lanzó una bomba pegajosa hacia los agentes, éstos lograron darse cuenta del ataque y se lanzaron al suelo evitando que la bomba se adhiriera a alguno de ellos, el explosivo fue a dar al muro de la dependencia y explotó dejando un forado en el mismo, García, el más próximo a la ubicación del enemigo se lanzó en carrera hacia él, disparando al tiempo que corría, su enemigo se giró y huyó tras el escenario, Lloyd comenzó a correr para ayudar a García mientras que Earp y Dinozzo se sacudían los trozos de concreto lanzados tras la explosión, luego de comprobar que no estaban heridos se dirigieron hacia su objetivo, García por su parte seguía tras el cazador, éste era muy rápido y ágil, logrando esquivar cada ataque del agente, ya sea lanzándose al suelo y rodando sobre sí mismo o utilizando las coberturas que la habitación le ofrecía, Lloyd llegó jadeando tras García para unirse al ataque, disparando su arma hacia el cazador con la misma fortuna que García, el cazador de dos zancadas logró llegar hasta una barandilla de la galería, cubriéndose en el lugar y desplegando una nueva estación de apoyo, los agentes se replegaron en las mesas que habían en la dependencia y esperaron a que su enemigo hiciera el primer movimiento, éste no se movió ni atacó, también esperaba el movimiento de los agentes, García impaciente, le señaló a Lloyd que rodeara la posición y se ubicará de manera de poder ver al cazador, mientras que él desplegó una torreta lanzallamas para evitar que su enemigo avanzara hacia él, la torreta se desplegó y quedo inactiva por la falta de movimiento, Lloyd se movió cuidadosamente hacia la derecha de su posición, comprobó su arma y asomó la cabeza por el borde de su cobertura, pudo ver al cazador mientras cambiaba los cargadores de sus armas, le hizo una seña a García y se lanzó al ataque saltando por sobre la mesa que le había servido de cobertura, García se levantó como un resorte esperando que ante el ataque de Lloyd el cazador se levantará para poder acribillarlo desde su posición, pero éste no se levantó y repelió el ataque de Lloyd agachado en su lugar, el agente siguió su carrera disparando hasta que vació su cargador, en el momento en el que intentaba cambiar a su arma secundaria para seguir disparando, el cazador se levantó de un salto y le disparó a quemarropa con una escopeta haciendo que Lloyd a raíz del impacto se levantara del suelo y cayera varios metros más atrás, García en el mismo momento que el cazador le disparaba a Lloyd, logró apuntar su arma y descerrajarle varios tiros al cuerpo de su enemigo, quién herido se agachó rápidamente evitando más disparos, García cambió cargador y corrió hacia la posición de su enemigo y saltando la barandilla disparó hasta vaciar nuevamente su cargador sobre el cazador, quién ya herido y sin poder cubrirse recibió los impactos de las balas disparadas por el agente, muriendo clavado al piso, García sin siquiera detenerse a verificar que su enemigo hubiera muerto, llegó a donde estaba Lloyd tirado, lo remeció y verificó su pecho en busca de heridas, el disparo no logró atravesar su armadura, así que sólo fue el impacto y no existían heridas pero Lloyd seguía inconsciente, sacó una jeringa de su botiquín y se la inyectó para reanimarlo,

- ¡Lloyd, Lloyd! – le gritó mientras lo remecía - ¡vamos maldito idiota, despierta, aún no hemos acabado!

El agente abrió los ojos, se incorporó lentamente, hizo una mueca de dolor y se levantó del todo, se agachó nuevamente al sentirse un poco mareado, pero se recuperó de inmediato,

- ¿estás bien? – preguntó García - ¿seguro?

- Si, gracias, el desgraciado me disparó en el momento que cambiaba de arma – contestó Lloyd haciendo una pausa para respirar profundamente - me tomó totalmente desprevenido, ¡vaya, ahora entiendo a Dinozzo!.

- Y yo te entiendo a ti – le señaló García – debemos ir al patio para apoyar a Earp y Dinozzo

- Déjame hacer algo antes – dijo Lloyd moviéndose lentamente hacia el cuerpo del cazador, se agachó y le quitó todos los relojes que tenía sujetos a las correas de la mochila, guardándolos en la suya con sumo respeto – ahora podemos irnos.

Ambos agentes subieron las escaleras del anfiteatro para dirigirse a un pasillo que comunicaba directamente al edificio con el patio posterior, luego de abrir la puerta pudieron observar que el lugar había sido completamente adecuado a necesidades defensivas, se habían instalado cinco torres de vigilancia en cuya plataforma habían puesto la misma cantidad de armas antiaéreas, configuradas para proteger el área no solo de ataques por aire, sino que también terrestres, las armas de gran calibre, guiadas por láser, repasaban cada centímetro del patio, reconocían a los soldados del LMB apostados en el lugar con el haz de luz verde y luego se movían a otro lugar y así intermitentemente, varias patrullas de soldados se movían con libertad por entre las estructuras y un grupo fuertemente armado hacía guardia en un edificio de cristal al final del patio, los agentes se reunieron en la puerta de ingreso con Earp y Dinozzo, quienes les informaron de su reconocimiento:

- Estamos superados en número de 10 a 1 – dijo Earp

- Ya nos pudimos dar cuenta – contestó Lloyd - ¿pero acaso no es siempre así?

- Bien – dijo García – esto hay que pensarlo muy bien, esas ametralladoras nos matarían en segundos, lo primero es desactivarlas y si podemos hackearlas mucho mejor.

- Por lo que pudimos observar la caja de control de las ametralladoras está en la tercera plataforma, desde ahí deberíamos ser capaces de deshabilitar el sistema y reconfigurarlo – dijo Dinozzo

- Ok., entonces tú y Earp se encargarán de las ametralladoras, Lloyd y yo los cubriremos desde aquí – dispuso García

- Manos a la obra entonces – acotó Earp – creo que esto nos tomará algún tiempo y mucha paciencia

- Tienes razón Dinozzo – contestó García – antes que nada, déjenme comunicarme con Benítez – García le comunicó a Benítez los pisos que habían liberado de enemigos y el lugar en el que se encontraban ahora, describiéndole someramente la situación y pidiéndole que enviara a sus hombres para apoyar el ataque.

- Agente – dijo Benítez – estamos a 10 minutos de su posición, nos hemos topado con alguna resistencia así que estamos en camino.

- Entendido, trataremos de eliminar las ametralladoras que son la mayor amenaza mientras los esperamos – contestó García

- Buena suerte de nuevo agentes, nos vemos en el lugar, corto – dijo Benítez

- García – llamó Lau por el intercomunicador

- Adelante – dijo él

- Esta aquí – dijo Lau

- ¿quién? – preguntó el agente

- El francotirador y va hacia ustedes, tengan mucho cuidado agentes, ya ha causado muchas bajas entre nosotros

- Serán las últimas Lau, lo prometo, corto – finalizó García

- Entonces ¿comenzamos? – preguntó Earp

- Avancen – ordenó García

Earp y Dinozzo avanzaron corriendo por las escaleras que los conducían al patio, cuando estuvieron en la explanada vieron las primeras patrullas enemigas que se movían por el perímetro, se agacharon buscando cobertura para moverse hacia la estructura metálica que mantenía la ametralladora y la caja de control, debían de llegar a la tercera plataforma ojalá sin entablar combate, situación que dada la cantidad de enemigos iba a ser un poco difícil, ambos agentes comenzaron a moverse lo más sigilosamente posible, utilizando cada elemento de su entorno como cobertura, al llegar a las proximidades de la segunda plataforma un haz de luz verde se posó sobre la pierna derecha de Dinozzo y se desató el infierno :

- ¡Dinozzo cúbrete! – grito Earp, mientras también se lanzaba en carrera hacia unas barreras de contención buscando cobertura.

Los disparos de las ametralladoras sacaban grandes trozos de concreto donde su munición de calibre .50 hacía impacto, Earp enlazó los brazos alrededor de sus rodillas tratando de hacerse lo más pequeña posible, Dinozzo por su parte había logrado llegar a la base de la segunda estructura, desde donde pudo observar que la patrulla más cercana de enemigos se acercaba rápidamente a sus posiciones, sólo tenía una opción y era correr directamente a la tercera plataforma y tratar de apagar las ametralladoras, de lo contrario la misión finalizaría allí mismo, le hizo una seña a Earp indicándole con su mano que avanzaría hacia la siguiente plataforma, la agente levantó el pulgar en señal de haber entendido y comprobó su arma para prestarle la cobertura que pudiera dada las circunstancias, García y Lloyd, testigos de lo que pasaba, se acomodaron en sus respectivas coberturas listos para eliminar a los soldados que corrían para atacar a sus compañeros, cuando la primera oleada se lanzó al ataque los agentes vaciaron sus cargadores hacia ellos, Earp pudo lanzar una torreta lanzallamas para asegurar que no se le acercarán demasiado, acto seguido también lanzó unas minas rastreadoras eliminando a varios enemigos con las explosiones, mientras tanto Dinozzo conseguía llegar a duras penas a la tercera plataforma, subió las escaleras y se lanzó directamente al panel de control, luego de unos segundos logró desactivar las ametralladoras,

- ¡García, ya está!, las ametralladoras están desactivadas – le comunicó Dinozzo – ahora trataré de reprogramarlas a nuestro favor.

- Buen trabajo Dinozzo – contestó García – vamos hacia allá

De pronto se escuchó el ruido característico de los motores de un aeronave y en el medio del patio se elevó un helicóptero de combate, armado con ametralladoras y cuatro misiles "schockwave", un arma de corto alcance y con bajo poder explosivo pero con una gran onda expansiva, diseñado más para herir que para matar; con su foco frontal iluminó la tarde invernal y los primeros copos de nieve que comenzaban a caer, la nave descendió a baja altura y maniobró de tal forma que los agentes pudieron ver muy bien al piloto, no era otro que el coronel Bliss, éste vio donde estaban García y Lloyd, y desde la cabina les hizo un saludo militar llevando su mano derecha a su sien y disparó un misil hacia su posición, los agentes corrieron al interior del edificio esquivando la explosión, a duras penas García y Lloyd pudieron protegerse,

- ¡Benítez, Bliss tiene un helicóptero de combate! – gritó por el intercomunicador - ¡no ingreses al patio aún, será una masacre!

- ¡y como piensas combatirlo! – preguntó Benítez

- Ya se me ocurrirá algo, por ahora manténganse al margen, pero en cuanto les avise ingresen con todo.

- Está bien, no me gusta, pero lo haré, suerte.

- ¡Dinozzo! – llamó García

- ¡adelante!

- ¿Cómo vas con la reconfiguración de las ametralladoras?

- Dame dos minutos más

- ¡no los tenemos Dinozzo!, ¿acaso no viste el helicóptero?

- ¡claro que lo vi y créeme que eso no ayuda a mi concentración!

- ¡García! – llamó Earp

- Adelante

- Creo que tenemos más problemas

- ¿a qué te refieres?

- El francotirador ya está aquí y también un cazador

- ¡¿Qué?!, otro más

- Si y va directo por Dinozzo, ¡tienes que ayudarnos!

- ¡vamos para allá!

García y Lloyd se lanzaron en carrera hacia lo que quedaba de la puerta de salida, bajaron rápidamente por las escaleras que los llevaban a la explanada del patio, para ver como el helicóptero giraba en círculos en busca de blancos, vio claramente al cazador que se dirigía directamente a la plataforma donde se encontraba Dinozzo trabajando en el control de las ametralladoras, sin prestar atención a nada más, Earp por su parte intentaba alejar a los soldados del LMB que también se acercaban a la plataforma, le indicó a Lloyd que avanzaran por debajo de las estructuras con los lanzadores de bombas pegajosas preparados, al llegar a la segunda plataforma el helicóptero los localizó y Bliss lanzó un segundo misil, ambos agentes tomados por sorpresa pero en carrera, dieron un salto hacia adelante, girando sobre sí mismos y lanzaron sendas bombas pegajosas hacia la nave, éstas se adhirieron al fuselaje explotando al mismo tiempo, la nave comenzó a escorar hacia la izquierda visiblemente dañada pero no fuera de combate, dio un amplio giro sobrevolando el patio alejándose hacia el sur, los agentes se levantaron rápidamente recargando sus dispositivos y retomando su carrera hacia la tercera estructura donde Dinozzo trabajaba en el control de las armas, en el instante que García dio la primera zancada luego de levantarse, un haz de luz de color rojo se posicionó delante de su pie izquierdo, el disparo que lo siguió dio directamente donde su pie debería haber estado,

- Hola nómada – saludó Jhon Dan por el intercomunicador

- ¿Por qué no sales de tu escondite y das la cara maldito idiota? – respondió García

- Oh, vamos, ¿por qué esa animadversión hacia mí? ¿acaso he hecho algo que te moleste?

- Cuando te encuentre, por qué lo haré, te lo diré – amenazó García

- Te espero entonces – contestó Dan – mientras, creo que me divertiré un poco con tu compañera, nos vemos

- ¡Earp! – gritó García – encuentra a ese maldito

- ¡estoy en ello! – contestó Earp

Lloyd por su parte había avanzado dejando atrás la segunda plataforma, pero se encontró con una gran cantidad de enemigos concentrados en el lugar, lanzó una torreta lanzallamas a fin de llamar la atención de algunos enemigos y un par de granadas para eliminar a unos cuantos más, García llegó unos segundos más tarde para unirse al combate, mientras Dinozzo ya estaba terminando de reconfigurar la terminal de control de las ametralladoras, sólo faltaba darle al enter para que la configuración fuera un hecho, iba a presionar la tecla correspondiente cuando el helicóptero lanzó un misil a la plataforma, el agente fue lanzado hacia atrás producto de la onda expansiva, golpeándose fuertemente con el borde de la estructura además de las heridas que le produjo la explosión, sin sus armas y aturdido se levantó penosamente y avanzó hacia el panel de control con el objetivo de terminar su trabajo, Earp que estaba aún tras la barrera de contención, vio al cazador subir las escaleras que lo llevaban donde se encontraba Dinozzo, la agente apuntó al enemigo pero éste era demasiado rápido y no consiguió fijarlo con su mira,

- ¡Dinozzo, detrás de ti! – gritó por el intercomunicador - ¡García, Lloyd, quién sea, ayuden a Dinozzo! – volvió a gritar

- ¡No podemos movernos de aquí! – contestó Lloyd - ¡estamos atrapados!

Dinozzo, conmocionado y herido no escuchaba ni percibía nada salvo la tecla que debía apretar, el cazador se acercó sigilosamente por su espalda y le descerrajó varios tiros al cuerpo, Dinozzo alcanzado por los disparos cayó de rodillas al piso, sacó su pistola de la funda y se volvió a su enemigo, éste de una patada le quitó el arma de las manos al agente, sus profundos ojos negros, ocultos tras la máscara de hockey, brillaban como carbones iridiscentes, lo tomó del cabello y lo levantó en vilo para que los demás agentes lo vieran, saco su tomahawk de la funda y puso el filo del arma en el cuello de Dinozzo, Earp gritaba, García y Lloyd miraban la escena y se defendían del ataque de los soldados del LMB que los rodeaban, Dinozzo con su rostro cubierto de sangre les guiñó un ojo y sonrió, fue un honor pensó, mientras el filo del arma del cazador se deslizaba por su garganta degollándolo, su cuerpo cayó y borbotones de sangre salían de su cuello cercenado, el cazador se agachó y le quitó el reloj de pulsera, su dispositivo ISAC, se levantó y lo mostró hacia el helicóptero para que Bliss lo viera, luego se lo colgó junto con los demás en la correa de sujeción de su mochila y bajó corriendo la escalera de la plataforma.

Earp parpadeo varias veces para que las lágrimas que corrían por sus ojos salieran rápido y no le impidieran apuntar bien, se levantó de un salto de su cobertura y sin pensar en nada más que en la venganza se lanzó en carrera hacia la plataforma donde yacía Dinozzo, Bliss la vio y disparó el último misil que tenía hacia ella, la agente escuchó el sonido del cohete y adivinando el lugar donde impactaría se lanzó al lado contrario, con la imagen de la muerte de Dinozzo en la cabeza y luego de haber esquivado el misil de Bliss, Earp se levantó rápidamente y corrió hacia la plataforma, llegó a ella escuchando cómo García y Lloyd batallaban contra la horda de soldados del LMB que los atacaban, no le importó aquello y subió las escaleras, el cuerpo del agente estaba tirado en el suelo cerca del panel de control, Earp se acercó le cerró los ojos y le besó la frente, un fuerte ¡bip! proveniente del panel llamó su atención, la línea de comandos de la pantalla parpadeante indicaba "si está seguro de la nueva configuración presione enter", por esto murió Dinozzo pensó y acercó su dedo índice a la tecla enter presionándola, enseguida las ametralladoras cobraron vida y comenzaron a disparar hacia los soldados del LMB y al helicóptero de Bliss, despejando el camino a García y Lloyd quienes ya habían sido superados por sus enemigos, luego de eliminar a los últimos soldados los dos agentes corrieron hacia la plataforma donde Earp se había levantado volviéndose hacia ellos y levantando el pulgar de su mano derecha en señal de aprobación, sonrío y cuando bajaba su brazo un haz de luz roja se posicionó en su frente, García lo vio y le grito que se agachara, ella sin entender lo que pasaba recibió el tiro entre sus ojos, un fino hilo de sangre corrió por su frente mientras caía quedando apoyada en la barandilla, su cuerpo inerte no volvió a moverse.

- ¡Ups! – dijo Dan por el intercomunicador – ahora deberías odiarme nómada

- ¡voy a matarte lentamente maldito! – contestó García

- No lo creo amigo, primero debes encontrarme y estás lejos de ello

- Te lo juro, hoy vas a morir

Dan, ubicado en uno de los balcones del edificio al final del patio, comenzó a toser, desde hace un rato se sentía mal, su temperatura corporal había subido a pesar del frío reinante y parecía que había cogido una gripe, se apoyó en la barandilla cerró por un momento los ojos y sintió un escalofrío, de pronto recordó la conversación que había tenido con Bliss respecto a los frascos de virus y cual debía inyectarle a Keener - ¡maldito desgraciado traicionero! ¡estoy infectado! – se dijo en voz alta - Keener tiene el antídoto, pero para obtenerlo, debo antes eliminar a Bliss – pensó – se incorporó penosamente y puso su arma en posición, buscando el helicóptero del coronel.

Bliss maniobró su nave hasta el final del patio del edificio de la ONU, se elevó para evitar los disparos de las ametralladoras antiaéreas que el mismo había dispuesto instalar y que ahora eran usadas en su contra, los dispositivos del helicóptero no paraban de lanzar advertencias sobre el mal funcionamiento, este estaba seriamente dañado y aunque su plan era escapar en él y luego reunirse con el coronel Ridgeway ya no sería posible, tenía la esperanza de que Dan hubiera inyectado a Keener con el virus así no caería solo, pero ahora eso no importaba, en su cabeza rondaba la idea de que su sacrificio sería épico y un ejemplo para sus hombres, vio a los agentes que aun sobrevivían y comenzó la maniobra de ataque, García y Lloyd únicos agentes en el campo y aun sobreponiéndose de la muerte de dos de sus compañeros y también del último enfrentamiento, se encontraban bajo la tercera plataforma de ametralladoras, tratando de ubicar al francotirador enemigo que había matado a Earp, situación que se hacía muy difícil por la nieve que caía profusamente en esos momentos, de pronto oyeron el sonido del helicóptero que se acercaba rápidamente a su posición, adoptaron la cobertura correspondiente y esperaron el ataque, la nave descendió raudamente hacia ellos disparando sus ametralladoras hacia la posición de los agentes, éstos se mantuvieron agachados soportando los trozos de concreto que los disparos lanzaban hacia ellos, con los lanzadores de bombas pegajosas dispuestos y listos para ser utilizados a la menor oportunidad, la defensa antiaérea hacia su trabajo acribillando la nave de Bliss, el helicóptero estaba envuelto en una nube de humo negro que lo hacía resaltar en la noche blanca, los daños harían que cayera tarde o temprano pero a su piloto no parecía importarle y seguía atacando, García asomó la cabeza y vio la oportunidad de disparar sus bombas, le hizo una seña a Lloyd y ambos agentes lanzaron las bombas hacia su objetivo, Bliss maniobro para evitarlas pero una de ellas se pegó a la cola del aparato y destruyó el rotor, la nave empezó a dar tumbos en el aire y el coronel en un intento desesperado de controlarla hizo que escorara a la izquierda con el morro apuntando al edificio donde se encontraba Dan, Bliss vio al agente apuntar su arma, percibió el haz de luz roja posicionarse en su frente y su último pensamiento antes de morir fue "fracasé"...


III PARTE

ESCAPE

García y Lloyd vieron caer el helicóptero de Bliss contra el edificio, la explosión mató a gran parte de los soldados que allí estaban y aún había más contra los cuales luchar, pero su preocupación fue otra, con la brillantez que produjo la explosión de la nave vieron claramente cómo el francotirador enemigo huía hacia el interior de la edificación,

- ¡capitán Benítez, entre con su gente, Bliss ha sido eliminado! – comunicó García

- ¡vamos allá! – contesto Benítez, encabezando la masa de soldados de la JTF que hicieron ingreso a la explanada del patio, entablando combate de inmediato con los enemigos que aún había para presentar batalla e ignorantes la mayoría de la suerte de su líder.

- Capitán, necesitamos hacer ingreso al edificio que está al frente, mande a algunos de sus hombres para apoyarnos, nosotros vamos en camino – dijo García mientras corría junto a Lloyd hacia la entrada del edificio intercambiando algunos disparos con soldados rezagados del LMB.

- ¿capitán? – llamó Lloyd

- Adelante – contestó Benítez

- ¿podrían preocuparse por los cuerpos de nuestros compañeros?

- Por supuesto agente, ya envié personal para recuperarlos.

- Gracias – contestó a la carrera

En la entrada del edificio aún se mantenían varios soldados en pie y parapetados en el interior, García y Lloyd se cubrieron tras un pared de sacos de arena que habían puesto sus propios enemigos como cobertura, asomando un poco la cabeza García llegó a contar diez enemigos, dos sargentos especialistas y el resto soldados comunes, pero no por ello menos peligrosos, el ingreso sólo se podía efectuar por una mampara de vidrio templado de doble hoja, por lo que los enemigos tenían la ventaja táctica, pronto se unieron a los agentes varios soldados de la JTF enviados por Benítez, a cargo de un sargento de artillería, García les indico que se ubicaran detrás de ellos a fin de proporcionar fuego de cobertura e hicieran ingreso tras ellos, el agente le explicó que una vez adentro ellos seguirían directo por las escaleras mecánicas que subían al segundo piso y de ahí otro piso más para encontrar al asesino de sus compañeros, al que habían visto huir en esa dirección, el sargento asintió y corrió con sus hombres a la posición señalada por el agente, a una señal de Lloyd, García lanzó una torreta lanza llamas directamente al interior del edificio mientras que Lloyd lanzó varias minas rastreadoras, al sonido de la primera explosión y los gritos de sus enemigos ambos agentes se lanzaron en carrera hacia el interior, con las armas a la cadera disparando sin hacer caso de las balas que silbaban a su alrededor y confiando en que tras ellos venían los hombres de Benítez, pasando la mampara, se tiraron rodando al piso y tomaron cobertura tras un escritorio de gran tamaño, García lanzó varias granadas que eliminaron a algunos enemigos mientras cubrían la entrada de los soldados de la JTF, los sargentos enemigos habían subido las escaleras mecánicas posicionándose en el término de estas, Lloyd preparó en lanzador de bombas pegajosas y esperó la indicación de García, el agente tomó aliento, comprobó el cargador de su arma y saltó por sobre el escritorio corriendo en dirección a las escaleras mecánicas, ante la sorpresa de sus enemigos, éstos atinaron a disparar sólo contra él desentendiéndose de Lloyd quién aprovechó la oportunidad para lanzar la bomba hacia ellos, los enemigos saltaron por los aires, hechos pedazos, García subió como un poseso las escaleras seguido de cerca por Lloyd, llegaron a otras dependencias y ubicaron las escaleras que los conducían al piso superior, subiendo por ellas y ya al final de la dependencia estaba la puerta que conducía al exterior y donde habían visto al francotirador,

- Atento Lloyd – indicó García – el desgraciado puede estar esperándonos

- Ojalá – contestó Lloyd – estoy deseando verlo de frente

De una patada rompieron la puerta para salir al exterior, ni rastro de su enemigo, avanzaron por la estructura hasta llegar a otra puerta, la abrieron para descubrir que ésta llevaba hacia la salida de emergencia, corrieron por ella bajando todos los pisos del edificio hasta salir a la calle detrás del edificio de la ONU, García apunto con su arma utilizando la mira como binoculares, Lloyd hizo lo propio con su arma, barriendo cada parte de la calle en direcciones opuestas hasta que Lloyd mirando hacia el sur indicó:

- ¡allí García! – le señaló el agente - ¡a tus doce!

- ¡el maldito lleva camuflaje! ¡vamos Lloyd podemos alcanzarlo en la próxima calle! – gritó García

Los agentes comenzaron a correr desesperadamente por la calle paralela a la que iba su enemigo con el fin de sorprenderlo en el cruce de calles siguiente, Dan cojeaba, visiblemente herido tras la explosión del helicóptero de Bliss, había conseguido huir a duras penas, avanzaba pegado a los muros de los edificios que lo conducían a la primera entrada a los túneles de alcantarillado que utilizaba habitualmente para salir de la ciudad, sentía cómo el virus lo debilitaba pero confiaba en llegar a tiempo para que Keener le suministrara el antídoto, al acercare al cruce de calles donde estaba la tapa de alcantarilla se detuvo en la esquina, recobró el aliento para abrir la tapa cuando por el rabillo del ojo observó un movimiento que lo inquietó, un par de siluetas corrían por la otra calle acercándose rápidamente hacia él, con la vista borrosa puso su ojo en la mira de su rifle, apuntó hacia una de las figuras y aun sin reconocerlo de inmediato supo que el agente a quién llamaba el nómada venía por él, sin tiempo a otra cosa y sabiendo que su puntería estaba disminuida intento una última jugada, por donde venían los agentes habían varios barriles de combustible dejados ahí por el LMB para abastecer a sus tropas, apuntó hacia ellos esperando que los agentes pasaran por su lado, éstos, ignorantes de que estaban en el punto de mira de su enemigo seguían avanzando, García fue el primero que pasó por el lado de los barriles, Lloyd lo seguía de cerca, escucharon el disparo, en la misma fracción de segundo García se volvió para ver a Lloyd, ninguno estaba herido, hasta que se produjo la explosión, Lloyd quedó en medio y las llamas lo envolvieron, García saltó hacia adelante evitando ser alcanzado por las llamas pero lanzado por la fuerza de la explosión más allá de donde había calculado, golpeándose la espalda contra el muro de un edificio, cayo de bruces perdiendo sus armas, se levantó rápidamente todavía mareado y pudo ver al francotirador entrando por la alcantarilla, corrió hacía Lloyd que rodaba de un lado a otro tratando de apagar las llamas que lo envolvían, García se sacó el poncho que habitualmente usaba y comenzó a golpear a su amigo con él, cuando Lloyd estaba libre de las llamas le gritó - ¡ve por él, yo estoy bien! – García se sorprendió, pero no quería dejar a Lloyd allí - ¡no puedo dejarte! - le contestó, el agente tenía quemaduras en la cara, pero el resto parecía estar bien - ¡no seas imbécil lo perderemos de nuevo, vete, estoy bien! – dijo Lloyd poniéndose de rodillas y sacándose la chaqueta quemada, sacó una jeringa de su botiquín y se la inyectó - ¡dame unos minutos, voy detrás de ti! – le indicó, García asintió recogió su arma principal que estaba tirada un poco más allá y comenzó a correr hacia la entrada de las alcantarillas.

Dan corría por los túneles, le ardían los ojos, estaba mareado y débil, la pierna herida le dolía como mil demonios; se detuvo un instante para recuperar el aliento e inyectarse medicina de su botiquín cuando escuchó el jadeo de la respiración de alguien que corría hacia él a unos cuantos metros más atrás, otra vez el nómada, miro alrededor y vio unas cajas apiladas en un rincón oscuro, se fue hacia allá y tomo posición, tenía la vista nublada pero no tenía otra opción que enfrentarlo, si quería llegar a tiempo antes que Keener se largara, debía eliminar esta amenaza.

García corría por el túnel siguiendo el rastro de sangre que dejaba la pierna herida de su enemigo, al llegar a un punto especialmente oscuro detuvo su carrera para avanzar más despacio, aguzó la vista y vio un poco más adelante un grupo de cajas apiladas en un rincón, el lugar perfecto para una emboscada, tomó su arma y apuntó, a través de la mira pudo ver el cañón del rifle de su enemigo, se acomodó mejor y buscó en su mochila una torreta, ya no tenía, sólo le quedaban un par de granadas de humo así que saco una y la lanzó hacia las cajas, el francotirador escuchó cuando García sacó el seguro de la granada y pensando que sería una de fragmentación salió rápidamente de su cobertura disparando hacia la figura borrosa que veía a través del humo, su disparo hizo que el agente cayera al piso inmóvil, Dan puso su rifle a su espalda y sacó su pistola avanzando hacia el agente caído, despacio llegó hasta el apuntándolo en todo momento, le dio un par de patadas al cuerpo, no se movió, un charco de sangre fresca rodeaba el costado derecho del agente, Dan bajó el arma y dijo:

- ¿lo ves nómada? te dije que sería tu final

García se incorporó de un salto al mismo tiempo que apretaba el gatillo de su arma disparando en contra de Jhon Dan, pero su arma, dañada en la acción anterior se trabó y el tiro no percuto, ambos sorprendidos por la situación se paralizaron un segundo, reaccionando de inmediato, García lanzó su arma contra Dan para ganar tiempo, desenfundando su pistola al tiempo que Dan levantaba la suya, ambos frente a frente listos para disparar a la cara de su enemigo se quedaron viendo, García herido en el hombro derecho por la bala disparada anteriormente y Dan sudando profusamente a raíz de la infección del virus y herido en una pierna,

- Como podrás darte cuenta nómada, yo estoy muriendo ¿estás dispuesto tú a hacerlo? – preguntó Dan entornando los ojos

- Claro que sí maldito – dijo García con rabia contenida – aquí y ahora será un placer acompañarte.

- Perderás todo por lo que te has esforzado tanto – susurró Dan - ¿sabes que Keener está al final de este túnel listo para huir a Washington?

- Estás mintiendo – contestó García

- ¿Por qué lo haría? ¿para ganar tiempo que claramente no tengo?

- Fuiste traicionado por Bliss y también por Keener ¿no es así?

- Tienes razón, ambos lo hicieron y estoy infectado por causa de los dos

- ¿Porque no haces algo decente y nos dejas atrapar a Keener? una última oportunidad de redención

- Eso ya no existe para mí agente – contestó Dan tratando de mantener su arma levantada.

- Date cuenta que aún si logras matarme no darás un paso más, ya estas sentenciado

- Lo sé, lo sé, pero tú has sido un incordio y matarte me calmará

- ¡hazlo entonces! – contestó García apartando su arma de la cara de Dan, éste con la vista nublada y debilitado, en un esfuerzo sobrehumano siguió apuntando al agente, dispuesto a disparar, posó su dedo en el gatillo y le dijo:

- Adiós agente, fue un placer – y con un grito de dolor cayó desplomado al suelo tomándose la rodilla izquierda, Lloyd a un par de metros le había disparado, García pateó la pistola de Dan lejos de su alcance mientras que Lloyd se acercaba a ellos, le quitó el rifle y lo arrojó al suelo, luego lo tomó por la cintura y lo apoyó en el muro,

- ¿es verdad lo que me dijiste de Keener? – preguntó García

- Claro que sí – contestó Dan tosiendo y escupiendo sangre – yo ya estoy jodido, que se joda él también

- ¿quién lo acompaña? – preguntó García

- Un grupo de rikers, y yo que ustedes me apuraría, ya debe estar saliendo, mátame y acabemos con esto – apenas susurró Dan

- No lo haré – dijo García agachándose para mirarlo a los ojos – mi deseo de venganza no hará que me convierta en asesino.

- ¿te crees mejor que yo, eh, agente? – respondió Dan

- No, simplemente no vales la pena – García se levantó, tomó el arma del francotirador y le indicó a Lloyd que se marcharan.

- ¡no me dejes morir así, no aquí, no así! – grito y gimió Jhon Dan, mientras su vida se apagaba lentamente.

García y Lloyd se fueron corriendo hacia el final del túnel, a pesar de sus heridas ambos agentes querían evitar la huida de Keener, vieron la escalera que conducía a la tapa de la alcantarilla y subieron por ella hasta llegar arriba, Lloyd manipuló la palanca para abrir la tapa muy despacio, se asomó un poco por la mínima apertura y pudo verificar que la salida daba a una especie de bodega donde no había nadie, lanzó la tapa hacia el costado y subieron a la superficie, el lugar estaba sumido en la oscuridad, avanzaron pegados a la muralla hasta que dieron con una puerta, la abrieron y salieron al exterior, estaban en la zona oscura, miraron en todas direcciones, García se subió al techo de un camión de provisiones abandonado para tener una mejor visión periférica del lugar, se agachó y utilizó la mira del rifle como binoculares y comenzó a buscar señales de Keener o sus hombres, concentrado en esa acción no se percató que en la esquina de donde se encontraba, una figura ataviada con una máscara de hockey los observaba, Lloyd también utilizaba la mira de su arma para buscar a los enemigos, de pronto a una cuadra de distancia vio a un grupo de rikers cargados con cajas y otros pertrechos caminando hacia el este,

- García – le gritó – a tus seis

- Los veo, parece que son nuestros viajeros, vamos Lloyd – indicó mientras saltaba al suelo resbalándose y cayendo aparatosamente, en el preciso momento que un disparo impactaba en la carrocería del camión en el que estaba hace un momento, ambos agentes al escuchar el disparo se lanzaron al suelo y se cubrieron tras el camión,

- ¡es el cazador que mató a Dinozzo! – exclamó García

- ¿Nos habrá seguido? – preguntó Lloyd

- Creo que seguía al francotirador

- Tengo poca munición y sólo dos torretas, creo que aún tengo una o dos bombas pegajosas, pero nada más – indicó Lloyd

- Estás mucho mejor que yo, este rifle sólo tiene un cargador con 10 balas y creo que me queda una granada de humo.

- Tendrá que bastar

El cazador, armado con una LVOAC, avanzaba lentamente hacia sus enemigos aprovechando la oscuridad y el propio color de sus ropas que lo hacía mimetizarse con el entorno, vio como los agentes se escondieron detrás del camión así que preparó unas minas rastreadoras para lanzarlas hacia ellos en cuanto estuviera en el alcance de rango, veía las siluetas tras el camión, pero no percibía movimientos defensivos, ya estaba casi en el rango en el cual las minas podían ser efectivas, se agachó en el preciso instante en el cual una bomba de humo exploto a su lado, soltó las minas rastreadoras y corrió hacia atrás, se ocultó nuevamente en las sombras y esperó las explosiones, pero estas no se produjeron, las cuatro minas que lanzó se devolvieron hacia él inactivas, con su arma en ristre y apuntando hacia adelante corrió hacia un depósito de basura utilizando como cobertura, miró a todos lados y no vio rastro de los agentes, las siluetas seguían tras el camión, rodeo el depósito y se lanzó al suelo, se arrastró lo más silenciosamente posible hasta llegar al borde de la cabina del camión donde estaban los agentes, se asomó un poco y vio dos cadáveres simulando ser los agentes, se incorporó y fue a examinarlos, movió al primer cadáver y una granada de conmoción cayo de las manos del muerto explotando y cegando al cazador,

- ¡ahora! – gritó García y Lloyd lanzó una bomba pegajosa al cuerpo del cazador, éste a pesar de encontrarse disminuido alcanzó a moverse por lo que la bomba se pegó a la carrocería del camión y explotó, el cazador lanzado lejos por la onda expansiva y herido por las esquirlas intentó levantarse, pero sus heridas eran lo bastante graves como para mantenerlo en el lugar, arrodillado sacó su pistola de su funda, vio un par de botas junto a él y levantó la vista, García, a su lado le apuntaba con su pistola directo a la cabeza,

- Adiós maldito desgraciado – dijo el agente y le dio un tiro directo a la cabeza.

- No eran tan duros después de todo – dijo Lloyd

- No, no lo son – contestó García

Lloyd se agachó junto al cadáver del cazador y le quitó los relojes que portaba, guardándolos con los que le habían quitado al otro, se levantó y miró a García - ¿continuamos? – preguntó – por supuesto – contestó el agente y comenzaron a correr en dirección al lugar donde estaban los rikers.

El enfrentamiento con el cazador les había quitado mucho tiempo, para cuando llegaron a la calle donde habían visto a los rikers éstos ya no estaban, siguieron corriendo calle arriba hasta que vieron una tapa de alcantarilla con señales de haber sido recientemente manipulada, Lloyd la abrió y García apuntó hacia las profundidades con la LVOAC que le había quitado al cazador, no había nadie pero no habían dudas que alguien había bajado por allí, los agentes bajaron hasta el fondo y luego de comprobar sus armas avanzaron por el túnel, a medida que ganaban metros fueron escuchando el murmullo de los rikers que caminaban por el túnel, se acercaron rápida y silenciosamente, llegando a un par de metros de los últimos sujetos de la fila, éstos llevaban cajas de munición, armas, consumibles y todo lo que pudieran cargar para un cambio de aires según la versión de Dan, aunque García pensaba que no mentía y estos sujetos se lo estaban comprobando, según cálculos aproximados Lloyd decía que podían ser unos cincuenta enemigos, pero no podía asegurarlo ya que ni siquiera alcanzaba a ver el comienzo de la caravana y no tenían forma de sobrepasarlos sin descubrir que estaban allí.

A medida que avanzaban por el túnel se daban cuenta que éste era una línea recta, pero se acercaban a una especie de bifurcación, allí había que subir a un piso superior para seguir avanzando así que se produjo un cuello de botella mientras los sujetos trataban de avanzar por una sola escalera y subiendo también los pertrechos que cargaban, esta era la oportunidad que esperaban los agentes, se ubicaron a unos metros de distancia ocultos tras unos restos amontonados y observaron a los primeros sujetos subir por la escalera, a través de la mira de su arma García distinguió al líder, efectivamente era Aaron Keener, el francotirador no mentía, esperaron pacientemente a que por lo menos la mitad de los rikers subieran para atacar, Lloyd lanzó una torreta lanzallamas y García un par de minas rastreadoras que le había quitado al cazador, los rikers como siempre atacaron sin saber cuántos eran sus enemigos, cargando a ciegas en contra de los dos agentes, la torreta evitó que fueran sobrepasados en primera instancia, pero la cantidad de enemigos era demasiado para sólo dos agentes, cansados, escasos de munición y armas, García y Lloyd de todas formas lograron matar un gran número enemigos, con el trecho hacia la escalera despejado, corrieron hacia ella con la finalidad de subir y alcanzar a los demás enemigos que no habían detenido su marcha, García subió primero y se lanzó hacia un montón de cajas que habían dejado abandonadas los rikers, para utilizarlas como cobertura, luego subió Lloyd y comenzaron nuevamente la persecución por los túneles, los rikers dejaban pertrechos y cajas abandonadas por doquier y a pesar de registrar cuerpos y cajas, los agentes no habían logrado aumentar sus propias existencias, la munición que portaban los rikers no era la que necesitaban para sus armas así que se mantenían con un bajo nivel de munición, de todas formas siguieron adelante, hasta que vieron nuevamente la cola de la formación enemiga, unos 30 enemigos más o menos,

- ¿atacamos? – preguntó Lloyd

- No lo sé, sólo tengo dos cargadores y dos minas rastreadoras – contestó García - ¿tú cómo vas?

- Dos cargadores de la principal y una torreta lanzallamas – respondió Lloyd

- Ya están llegando a la salida, si no hacemos algo, simplemente escaparán

- Entonces hagamos algo – dijo Lloyd

Ambos agentes comprobaron sus armas y se lanzaron al ataque, los rikers tomados por sorpresa solo atinaron a buscar coberturas, García lanzó sus últimas minas rastreadoras y gastó sus últimos cargadores, cayeron varios enemigos, pero, aun así no lograban vislumbrar el comienzo de la formación donde estaba Keener, los rikers lejos de avanzar, retrocedían disparando y cubriéndose, a unos 50 metros una escalera les permitiría salir del túnel, Lloyd a fin de evitar que eso pasara lanzó la torreta lanzallamas lo más cerca posible de la escalera, pero ésta no alcanzó siquiera a activarse antes de ser destruida, ya sin munición para sus armas principales y secundarias, solo les quedaba utilizar sus pistolas, mientras se enfrentaban a los rikers que cubrían su retirada, Keener y otros tantos ya subían hacia la superficie, sus enemigos se iban replegando eficazmente y a pesar de sus numerosas bajas no permitían avanzar a los agentes, cuando el último riker terminó de subir la escalera, los agentes se lanzaron en carrera hacia ella, esta vez Lloyd subió primero, García tras él pudo ver como Keener y los rikers corrían por la calle a la que habían salido hasta llegar a un cruce donde nuevamente se internaron en los túneles, los agentes tras ellos y ya con solo un cargador de pistola, lograron derribar a un par de rikers más, pero éstos solo fueron carne de cañón, cuando llegaron a la tapa de ingreso al túnel ésta había sido cerrada desde el interior dejando a los agentes fuera de carrera, sin poder seguir el rastro de Keener y sus hombres.

- ¿agentes? – sonó la voz de Keener por el intercomunicador

- ¡Deja de huir cobarde! - contestó García

- No estoy huyendo agente, sólo cambio una ciudad por otra – dijo Keener

- No te pongas cómodo, te encontraremos y pagaras por todo lo que has hecho

- ¡Ja! – rio Keener – permíteme dudarlo, no han sido capaces de evitar nada de lo que he hecho, siempre irán dos pasos tras de mí y para cuando logren llegar a D.C. la ciudad ya estará completamente bajo mi control

- ¡Ya estamos en D.C. idiota!

- ¿te refieres a esos tres inútiles que se fueron primero? ¿crees que con esa cantidad de agentes van a hacer alguna diferencia?

- ¡no son sólo tres! – gritó García – ¡para cuando llegues habremos muchos más!

- Entonces te espero en Washington agente, hasta pronto

Y la comunicación se cortó, los agentes se quedaron un momento masticando la rabia, habían recuperado la ciudad, pero el principal responsable de toda esta destrucción había escapado nuevamente, si en algo tenía razón Keener, era que la mayor parte del tiempo estaban dos pasos por detrás de sus movimientos, era hora de cambiar eso y García estaba seguro que en Washington se daría el enfrentamiento final ¿ganarían o perderían? Eso se verá en la capital....


IV PARTE

UNA NUEVA AVENTURA

Benítez, Lau y los agentes se encontraron en el edificio de correos por última vez, con la ciudad ya más tranquila y con sólo pequeños grupos de enemigos dando problemas, García les manifestó sus deseos de marcharse lo antes posible a Washington,

- Creo que mi trabajo aquí ha terminado – dijo García

- Yo no lo creo agente – contestó Lau – pero si es su decisión irse, no puedo ordenarle que haga más sacrificios por nosotros

- Agente García – dijo Benítez – ha sido un honor haber luchado a su lado

- Lo mismo digo capitán, lo mismo digo – le contestó García dándole un abrazo

- Agente Lau – dijo Lloyd – yo también me marcho

- ¿Cómo? – preguntó Lau

- He decidido acompañar a García, Keener se ha escapado demasiadas veces y quiero ayudar a capturarlo o eliminarlo, se lo debo a Earp y Dinozzo – expresó Lloyd

- Comprendo agente - dijo Lau con un dejo de tristeza - ¿van a quedarse a la ceremonia de despedida de los caídos?

- No – contestó García – nos despediremos cuando tengamos la cabeza de Keener.

- Recuerde agente que Keener es un enemigo formidable, si sólo piensa en la venganza va a cometer errores que sólo traerán más agentes muertos – dijo Benítez

- Lo sé capitán – contestó García – esto ya es más que venganza, es justicia y no solo por nuestros amigos.

- Entonces este es un adiós – dijo Benítez

- Sólo un hasta pronto, espero – aportó Lau

- ¿viene con nosotros agente? – preguntó Lloyd

- No esperen nada, pero tampoco descarten nada, si es mi destino estar en Washington, créanme que lo sabrán.

Se abrazaron y despidieron, Lloyd que ahora llevaba la ametralladora ligera de Dinozzo y García que había adoptado el revolver de Earp, comprobaron sus equipos y salieron del edificio de correos que tanto tiempo había sido su hogar rumbo a la capital, el tiempo estaba cambiando y los rayos del sol eran ahora más frecuentes por lo que llegarían a D.C. con otro clima, esperaban que este cambio les favoreciera en los combates que se les avecinaban, combatir en invierno es muy diferente a hacerlo con clima veraniego, las armas y el equipo en general responden de forma diferente.

Ambos agentes caminaron a paso ligero hasta perderse en el horizonte, Lau y Benítez entraron al edificio de correos para dirigir la ceremonia de despedida a los caídos en combate, aquellos que dieron su vida para que Nueva York pudiera ser libre nuevamente y honrar también a los que aún permanecen en la ciudad y quienes ya comenzaron a distribuir la vacuna creada por la doctora Kandell, la que personalmente salió con las primeras patrullas de la JTF para supervisar su inoculación.

Hay un nuevo comienzo y también una nueva aventura...


FIN DE LA HISTORIA 

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