Luego del encuentro del príncipe, la princesa y el emperador.
El rubio mayor dijo que los dos menores debían de reunirse con él dos veces al día.
Los gemelos estaban junto a lily ante claude que los miraba atento.
-brillas mucho -miro neutral a su hija que sonreía brillantemente.
-papá tambien brilla mucho!.
Su halago hizo poner nerviosos a lily y felix. Mientras que uriel solo sonreía con suavidad.
-... Bien -le dio la espalda a su hija que lo maldijo internamente.
-"Nunca pensé que sería tan divertido presenciar la molestia de Atthy, aunque es mejor cuando se enoja con otros y no conmigo".
Tragó saliva con temor al recordar a su querida hermana enojada. Era una kushina en miniatura y rubia.
Cuando los dos subieron al barco de la familia Real, Uriel agarro la mano de Atthy llamando la atención de los dos rubios.
-Uri?.
La mayor ladeó la cabeza curiosa mientras el menor solo sonreía suavemente.
-tienes miedo? -los dos se exaltaron al notar la mirada fija del emperador.
-"Tch, deja de mirar así a mi pequeño hermanito!, maldito tirano!".
No hacía falta explicar que Atthy era celosa y muy protectora con su hermanito.
-"Oho~ eres sexy an daite, pero~ hmp!, yo soy más sexy!".
Tampoco hacía falta explicar la arrogancia y locura interna del príncipe.
El pequeño negó con la cabeza para luego sonreir con suavidad.
-solo cuido a Atthy, ella no sabe nadar.
Ante eso el emperador miro a su hija la cual apretó la mano de su gemelo sonriendo nerviosa.
-mm, a partir de hoy felix te enseñará a nadar, sería una vergüenza para la familia que la princesa imperial muera ahogada.
Miro para otro lado aburrido mientras athanasia lo maldecia internamente y uriel seguía sonriendo brillantemente como si nada la importara.
Ejeje~ sigues igual de mentiroso.
Cuando el bicolor escucho esa voz sus ojos se pusieron serios mirando de reojo a su hermana la cual seguía mirando a claude.
A su lado había una sombra dejando ver una sonrisa escalofriante con dientes puntiagusos y deformes.
Era él.
Aún me sorprende las oportunidades que te han dado, pero es divertido hahaha!, ahh~ si tan solo te hubiera dado una oportunidad en ese entonces, tal vez....Tú hubieses sido feliz.
La falsa pena se notaba en su voz y ante lo dicho Uriel apretó sus dientes con furia. Odiaba a ese ser, en verdad lo odiaba.
-"Te mataré, a ti y a todas tus escorias".
Sus ojos brillaron haciendo sonreír aún más a la sombra que paso su larga lengua por sus dientes.
Le encantaba hacerlo enojar.
-en qué piensas?.
Cerró sus ojos con suavidad calmando su furia para luego mirar a su hermana que sonreía brillante.
-el pelo de papá brilla mucho, parece oro!.
En segundos el rubio mayor sonrió sorprendiendo a su hija.
Uriel solo rodo los ojos mirando hacia el lago. No le interesaba en lo más mínimo interactuar con él.
-ese día, obtuve bolsas con joyas -atthy tembló internamente ante la mirada divertida del emperador -guardaré tu tesoro y tal vez te las devuelva la próxima vez que me visites.
-"Nooo~ mis bebés!".
Mientras Atthy se lamentaban internamente Uriel solo seguía mirando al paisaje con total desinterés.
-mmm, la flor del infierno?.
Los dos rubios miraron a la niña que miro atenta y curiosa la flor roja que flotaba en el lago. Uriel abrió sus ojos en shock al verla.
Tan roja como la sangre. Flotando entre medio de esas flores mágicas parecidas a un loto blanco, siendo única entre ellas.
-esto es extraño.
El emperador miro fijamente la flor roja, igual que su hija, cuando notó algo raro miro a Uriel y se sorprendió.
Sus ojos brillaban con oscuridad, llenos de odio y sed de sangre.
Cómo era posible que exista tal mirada en un niño de 4 años?.
El emperador miro serio a su hijo para luego notar que ahora miraba a la flor con seriedad como si quisiera hacerla desaparecer.
Qué estaba pensando para tener tanto odio en su mirada?.
El príncipe miro con frialdad la flor roja escuchando la risa burlona de uno de los seres que más odiaba.
Lo hizo a propósito.
Una mariposa se poso encima de la flor.
Sus ojos se suavizaron al ver la mariposa, que curioso, aún cuando estaba sumido en la oscuridad ella siempre llegaba para darle una pisca de luz.
Uriel siempre fue perseguido por dos seres, los cuales lo atormentaban desde niño haciendo que poco a poco se sumerja en la locura, pero siempre estuvo ella para mantenerlo equilibrado. Ella siempre fue su pilar.
Incluso luego de muerta, seguía siendo su pilar.
La noche había llegado y los gemelos estaban durmiendo, o al menos la mayor, el príncipe estaba en la pequeña biblioteca del palacio, las cosas iban cambiando ante su presencia.
Parece que no iba a poder evitar que las cosas cambien.
-"Tch, se supone que Atthy se tendría que haber ahogado, aunque no iba a dejar que se ahogué. Ahora las cosas cambiaron pero...ese maldito volvió a cruzarse en mi camino".
Se tiró al suelo mirando al techo con el ceño fruncido.
Suspiro cerrando sus ojos para luego mirar al piano al escuchar las teclas ser tocadas con suavidad dejando fluir una melodía cautivadora.
-..qué demonios haces?.
La sombra rió ante la furia en la voz del niño.
-Siempre tan agresivo....deberías de estar agradecido...ahuyente a ese hombre que tanto te molesta.
Uriel solo guardo silencio y rió con burla.
-solo lo hiciste para que tú puedas ser quien me domine...eres tan hipócrita querida.
La sombra dejo notar su largo cabello blanco, tenía un vestido blanco y estaba descalza, dejo de tocar el piano y lo miro de reojo con sus bellos ojos azules casi violetas, tan bellos como la mismísima galaxia.
Sonrió dulcemente a molestia del rubio que chasqueo la lengua.
-...no entiendo por qué me mantienen vivo -su susurro desconcertó a la mujer que parpadeo para luego aparecer al lado del niño -....hay personas que sí valen la pena.
-tú lo vales.
-sí claro...solo lo valgo porque fui un contrato de su amado hijo con una humana y de ahí nací yo... Un monstruo maldito.
Sus ojos se vaciaron haciendo que la mujer lo mire con tristeza, se sentó a su lado agarrando con suavidad su cabeza y posandola en su regazo, ella empezó a acariciar su cabello rubio con suavidad.
-pequeño, sabes que te amamos y queremos salvarte.. Tu alma está dividida en dos partes y hasta que tú no decidas no te dejaremos en paz...hasta entonces...
-nunca podré ser libre, lo sé...y entonces...jamás podré ser feliz ni dejar que alguien me amé...solo le traeré desgracia.
El príncipe volvio a suspirar y cerro sus ojos cansado.
-claro que te pueden amar solo...
-la última vez que me dejé amar esa persona termino muerta...tú más que nadie sabe la historia...aunque me den una nueva oportunidad esa cosa jamás me dejará en paz, no importa si el mundo es diferente será todo igual...estoy maldito y lo sabes, si los elijo a ellos los condeno a ustedes y si los elijo a ustedes...ellos jamás me dejaran en paz y él me lanzará una nueva maldición.
La mujer guardo silencio y solo cerró sus ojos con dolor por ese pequeño ser, posó su blanca mano en sus ojos y suspiro.
-por el momento déjate amar por ellos, solo ten esperanza y verás que todo acabará...ella siempre te lo dijo...todo ocurre por algo.
Finalmente Uriel cayó en los brazos de morfeo.
Cuando fue dejado en la cama, al lado de su hermana, la mujer albina lo miro con una leve sonrisa pero se puso seria al sentir esa desagrable presencia en la habitación.
Sabes que no tiene salvación, por qué no lo dejas en mis manos?, tu amado padre no se dará cuenta.
Ese hombre la rodeaba como una serpiente logrando que ella lo desteste aún más. Ella solo lo miro de reojo con frialdad y él sonrió divertido pero luego se puso serio al ver la sonrisa de la mujer.
-lo siento, pero no dejaré que sea consumido por ustedes, él merece ser feliz.
La sombra, mejor dicho el hombre, chasqueo la lengua con enojo y se alejó de ella.
Eso jamas sucederá, todos queremos que él...
-Lilith me ayudará.
Con eso último la mujer desapareció dejando en shock al hombre, que al reaccionar miro con furia al cielo para luego desaparecer.
Debía de impedir a toda costa que ellos ganarán.
Quiénes eran ellos y qué querían del pequeño Uriel?.
-extraño a mis hermanas.
Lily miro con una gotita el puchero que hacia Atthy.
Uriel estaba sentado cerca de la chimenea leyendo un libro, aunque estaba más durmiendo que leyendo, mientras que felix estaba cerca de la princesa.
Resulta que ayer en la noche cuando Athanasia se levanto a buscar algo de comer, Lillian la llevo afuera y unas cuantas sirvientas junto a Felix Loebein se presentaron diciendo que desde ese momento servirían "termporalmente" a los príncipes.
Uriel no se presentó ya que estaba durmiendo como un tronco.
Desde ese entonces Atthy estaba enojada ya que las nuevas sirvientas ni siguiera caían en su encanto, además que desde ahora felix sería su escolta y eso quería decir que tendría que tener sumo cuidado con lo que haga.
La pequeña rubia estaba odiando a su querido padre.
En cuanto a uriel, él estaba totalmente apacible, haciendo que Atthy se enoje aún más pero no podía decirle nada ya que así es su hermano. Aunque con preocupación notó que algo le estaba pasando al bicolor.
Algo que lo atormentaba y mucho.
-y por qué no habla con su majestad?.
Las dos mujeres quedaron en silencio viendo incrédulas al pelirrojo.
Mientras él solo sonreía inocente y sin entender las miradas de las mujeres.
-"Hn, si que son divertidos pero...yo me quedo".
Se recostó en el suelo bostezando para luego cerrar los ojos escuchando de lejos la charla de esos tres.
Ni siquiera sintió cuando felix lo alzó y lo llevo con ellos.
-princesa dejaré al príncipe aqui, suerte princesa -el pelirrojo dejo al pequeño rubio en la cama del emperador ante el shock de la menor y salió del cuarto dejándola sola.
-"Felix hijo de***... Maldición, encima pusiste a mi adorable Uri en la cama de ese rubio tirano!".
Mordió su labio inferior con furia viendo encantada lo adorable que se veía su hermanito durmiendo.
Luego miro con sorpresa el mapa hecho de oro, la cama en donde estaba Uriel era de color azul oscuro y tenía algunas decoraciones de oro.
Empezó a recorrer los cuadros de la familia imperial hasta que se detuvo en un cuadro que estaba en el suelo.
-.... Esa cara -frunció el ceño sin saber por qué esa mujer de ojos verdes le causaba tanta molestia.
Cuando miro hacia atrás quedo en shock al ver al emperador durmiendo en el sillón.
-"Maldito demonio rubio casi me da un paro!.... Aunque es apuesto como un príncipe de un cuento de hadas, me alegro que alguien apuesto sea mi padre... Concéntrate athanasia!".
De pronto se quedó seria mirando al rubio mayor, una pisca de maldad surgio en sus ojos, con cuidado acercó su mano a su cabello.
En segundos el cabello del emperador quedó hecho un nido de pájaros y athanasia miro satisfecha su trabajo.
-je...!!!
Trago grueso cuando un par de ojos tan brillantes como el fuego azul la miraban con oscuridad.
-qué haces?.
-e-esto lo hace Uri!, es para que papá tenga un buen sueño! -sonrió brillante haciendo suspirar al emperador que se sento y peino su cabello hacia atrás.
Cuando miro a su hija ella sonrió nerviosa, pero se tranquilizó al ver que claude ya no la miraba, parecía buscar algo.
-y Uriel?.
Ella se exalto pero sonrió alegré.
-Uri está durmiendo en la cama de papá -susurro sonriente tapando su boca haciendo una cara adorable para que su padre no le haga nada a su hermano.
Claude la ignoró y caminó hacia su cama, cuando miro a Uriel se quedó callado. Respiraba suavemente y tenía un leve sonrojo.
En verdad era adorable.
A sorpresa de Atthy, claude acarició el cabello de Uriel. Lo miro unos segundos para luego taparlo bien y caminar hacia la puerta.
-vamos, déjalo descansar.
Salió de allí ante la mirada de incredulidad de la princesa. Era posible que Uriel sea el punto débil del emperador?.
~~~~~~~~~