Bueno, bueno lo dicho, hecho! Aquí volvemos a retomar esta historia. Gracias por la paciencia.
Alfred leyó por tercera vez ese correo y finalmente decidió llamar a su tío y representante. Se levantó del piano y empezó a pasearse por la habitación mientras esperaba la respuesta.
-Hola Alfred ¿Qué tal todo? Tu tía justo me preguntó hoy por ti. ¡Qué hacía tiempo que no hablabas!
-Toni te estoy llamando como mi representante ahora no como mi tío. -tomó aire.-¡Qué coño significa este último correo.-gruñó, volviendo a sentarse esta vez enfrente del ordenador y abriendo otra vez su correo para poder leerlo.-Es un contrato con Cadena Dial. Sabes que no quiero ninguna vinculación con las cadenas españolas.
No pudo estarse quieto y salió hacia la cocina a por un vaso de agua o puede que por una cerveza.
-A ver Alfred no te enfades y léelo detenidamente antes de decir nada.
- ¿Enfadarme? No pienso leer nada, sabes que no me interesa esa promoción en España. -dijo elevando la voz. -Hemos discutido muchas veces sobre este tema y pensé que habíamos acordado que rechazarías cualquier tipo de oferta de estas características.
Desde el otro lado de la línea escuchó a su tío bufar. Toni conocía a su sobrino, sabía que tendría esa reacción al correo, pero pensaba que su sobrino estaba exagerando, más de lo normal. Y eso le estaba tocando los huevos, ¿por qué tenía que ser tan cabezón?
Mientras uno abría un botellín de cerveza en la cocina de su ático en Londres, el otro, en su casa familiar, entró del jardín al interior de la casa para que no lo escucharan los vecinos.
-A mí no me grites mocoso, que ante todo soy tu tío, mayor que tú y me merezco respeto. No vuelvas a hablarme de esa manera Alfred o atente a las consecuencias. -amenazó mientras iba a la cocina a por una cerveza.
-Pero también eres mi representante. Dijimos que cuando fueran cosas de trabajo, el trato familiar lo dejábamos aparte. -rebatió.
-Pero como persona que soy, tú deberías saberlo, apoyando causas como OpenArms, no voy a permitir ese trato ni como empleado tuyo ¿Sabes qué? ¡Dimito! Estoy harto de ir de aquí para allá Londres-Madrid-Barcelona, ya estoy viejo para estos trotes. ¡Y ahora si me vas a escuchar como tu tío que soy!
Ese último comentario le había caído como un puñal en el pecho y notó cierta presión. Él no era así y mucho menos con la gente a quien quería, pero es que pensar en volver a España después de haber visto Amaia en el aeropuerto y haberle removido todo...si antes no quería, ahora menos le apetecía.
-Hablamos en otro momento...
-Alfred García ¡escucha de una puta vez y deja de ser tan cabezón!
Sabía que la vena del cuello de su tío debía estar muy hinchada y empezó a recapacitar con su actitud, nadie tenía la culpa de sus problemas y su falta de ganas de volver a España.
-Tienes 10 minutos.
-Ese mini-contrato es perfecto, es justo lo que necesitas. Vas a esos premios solidarios, no necesito recordarte que siempre has apoyado ese tipo de causas y presentas el single de tu nuevo disco, y aparte te dan cobertura para promocionar esa y todas las demás del disco además de entrevistas. Con el plus de tenerlos de patrocinadores durante la gira española.
La idea era cojonuda y si hubiera sido en Londres no lo habría ni pensado dos veces antes de aceptar, el problema era en tierra española.
-Se te olvida un detalle, no quiero promoción en España, mis fans allí ya me hacen la promoción que necesito, ellos son la mejor promoción que tengo. -dijo lleno de orgullo.
Alfred siempre había estado agradecido de sus fans españoles, esos que le había apoyado desde que estaba en la academia y no lo habían abandonado. Gracias a ellos podía evitar ciertos eventos promocionales, de los cuales llevaba huyendo hacía años.
- ¡Pero están cansados!
Esas tres simples palabras hicieron que Alfred sintiera como si le cayera un jarrón de agua fría encima.
- ¿Cómo que cansados? -preguntó incrédulo.
-Alfred, no puedes pretender que la gente siga a un cantante que no para nunca por su país, que no ofrece conciertos, sólo en Madrid y en Barcelona, y una vez al año, ni entrevistas en ese país y ellos no pueden tener ese trato tan cercano que siempre les ha dado. -tomó aire.-He hablado con algunos líderes de tus clubs de fans y hay un fuerte descontento por muchos de ellos. ¿De verdad quieres eso?
Toni se estaba armando de paciencia y más después de la actitud que había tenido antes su sobrino, sino fuera por la distancia le habría dado una colleja para quitarle las tonterías, ¿cuándo inventarían los móviles 3D? ¿O las máquinas teletransportadoras?
Sus fans querían dejarlo, no, eso no podía ser, después de tanto tiempo, sería como perder una parte de su familia, un apoyo que siempre estaba ahí. Un sentimiento de tristeza empezaba a amenazar a Alfred con cubrirlo.
-Nunca me ha importado vender muchos discos, prefiero llegar a pocos y vender menos, pero llegar a la gente y que disfrute tanto como yo con lo que hago. -justificó con la verdad, lo que siempre había pensado.
-No es una cuestión de discos vendidos, sino de calidad humana, del trato que siempre has adorado con tus fans. Necesitas hacer estos. Prueba esto y si no te termina de convencer, yo mismo te ayudo a hacer las maletas, solo serán unos meses. Necesitas hacer esto, por ellos, por ti y por tus padres.
- ¿Mis padres? ¿Qué tienen que ver ellos en esto?
No escuchó respuesta al otro lado de la línea. Toni se rascó la cabeza, pensando que era un metepatas.
- ¿Tío?
-Perdona, estaba colocando unas cosas. -mintió, su hermana le había pedido que no le contara nada a Alfred e incluso que dejara las cosas como estaban, pero éste se negaba, ya que sabía que sino se iban a arrepentir todos después. - Bueno, porque te echan de menos y quieren ver a su hijo por más de 2 meses, todos te echamos de menos cabezón.
Alfred empezó a tocarse el pelo de forma brusca, nervioso, puede que se arrepintiera de la respuesta, pero no estaría del todo mal, probar y cambiar un poco, puede que volver le inspirara para seguir escribiendo más canciones. Se dio un par de vueltas por la cocina mientras su cabeza iba a mil por hora, mientras Toni esperaba paciente una respuesta. El pobre tío estaba a punto de mandarlo a freír espárragos y colgar derrotado cuando Alfred contestó.
-Está bien. Busca vuelos para dentro de un par de semanas. Necesito organizar todo aquí para los próximos meses.
Toni golpeó la mesa y alzó el puño en señal de victoria. Ese sobrino le iba a provocar una úlcera.
-Ese es mi sobrino preferido. -rio.
-Solo tienes un sobrino. -rio también, más relajado.
-Y por eso, no tienes competencia, eres el favorito.
Ambos se quedaron en silencio, uno con la sensación de victoria y el otro pensando que podría arrepentirse de esa elección. Alfred carraspeó y sin ser consciente, suavizó su voz.
-Oye tío, digo Toni-carraspeó de nuevo-No hablabas enserio, antes con lo de despedirte y dejar de ser...
Toni soltó una profunda carcajada, lo adoraba. "Puñetero Alfred".
-Claro que no, me readmito ahora mismo, solo necesitaba quitarme la capa de empleado para echarte el sermón que merecías mocoso.
No podía verlo, pero Alfred sabía que su tío sonreía de oreja a oreja.
-Pues lo hiciste muy bien. Te has salido con la tuya.
- ¡Vamos Alfred! No te vas a arrepentir.
-Creo que estoy empezando a hacerlo.
Si, eso pensó Toni, lo había conseguido. Pero había tenido que omitir cierta información que hubiera hecho peligrar el regreso de su sobrino a España para conseguir esa victoria.
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-Me vas a matar con la espera. Deja de hacerte de rogar y cuéntame. -Amaia movía la pierna nerviosa debajo de la mesa.
-A ver hermanita, tienes que entender que van a haber muchos artistas en el concierto de Cadena Dial y luego en la fiesta posterior. Alguno te cae mejor y otros...digamos que peor.
-Si, eso ya lo sé, no es la primera vez que voy, ¿por qué esta vez sería diferente?
Esas vueltas que estaba dando su hermano para contarle algo la estaba poniendo muy nerviosa y estaba perdiendo la paciencia con él. Siempre había sido una persona de decir mucho y contar poco, pero con el paso de los años y el badaje de entrevistas y la edad había aprendido a ser más directa y a dar menos rodeos.
Javier tomó aire un par de veces.
- ¡Javier!-Estalló.
-Alfred estará allí para presentar su nuevo disco también. -dijo de carrerilla sin puntos ni comas.
Por unos segundos a Amaia se le cortó la respiración y tuvo que abrir la boca más para coger aire.
-Te va a entrar una mosca, hay muchas es esta época del año. -bromeó intentando rebajar la tensión por la bomba que acababa de soltarle a su hermana.
-No estoy para bromitas. -regañó antes de beberse de un trago lo que le quedaba de bebida y deseó que hubiera sido algo más fuerte lo que bebía. Notaba que la boca se le había secado.
Muchos recuerdos le vinieron de golpe, muchos buenos al principio, luego otros malos y finalmente el reencuentro con él en el aeropuerto ¡No volvería a hacer transbordo en Londres en su vida!
- ¿Estás bien? Amaia, ¿te encuentras bien?
Javier se estaba empezando a preocupar, volvió a mirarla, ella estaba allí pero su mente estaba en otro lado, lejos de ese jardín.
- ¿Y tú como sabes eso?
Javier no se esperaba esa pregunta tan directa y temió por su vida, su hermana lo miraba muy fijamente, queriendo adivinarle el pensamiento, por si era capaz de mentirle.
Amaia había pasado de los nervios esperando la noticia, al shock por esta y ahora estaba cabreada, no sabía exactamente con quien, pero su hermano se le antojaba un buen "saco de boxeo" para descargar toda esa tensión.
-Bueno yo...
- ¿Tú qué? -replicó cortante. - ¿Has hablado recientemente con Alfred?
-Me encontré con Toni hace poco, cuando fui a la emisora a llevar tu acuerdo de asistencia. Cadena Dial, también ha solicitado la presencia de Alfred y Toni me dijo que iba a hacer lo que fuera para que volviera a España y empezaría haciendo que aceptara ese acuerdo.
Javier fue al grano, no le interesaba irse por las ramas y confesarle a su hermana que no había perdido el contacto con su exnovio. Miró a su hermana quien parecía concentrada, quizás sacando sus propias conclusiones.
Y no se equivocaba Amaia estaba pesando, dando motivos y razones que justificaran que no era seguro que Alfred estuviera allí y tuviera que volver a verlo.
-Pero no es seguro que vaya, no tiene por qué aceptar ¿no? Nunca lo hablamos, pero cuando rompimos y él se movió a Londres fue como un trato, él hacía su carrera musical allí y yo aquí con conciertos reducidos en los países del otro. Seguro que le habrán ofrecido muchas ofertas como esta y no las ha aceptado, ¿por qué esta vez sería diferente?
- ¿Y no crees que eso es un poco injusto, que esté alejado?
-No, ahora no me vengas a echar la culpa. Él decidió largarse, yo nunca, repito, nunca le dije que se fuera del país y lo sabes. -saltó a la defensiva elevando la voy poniendo énfasis a su última frase.
- ¿Y eso te molesta? ¿Qué pusiera distancia y nunca volviera a ti?
Javier se estaba cansando de la cabezonería de su hermana y todo lo relacionado con su relación fallida. Él tenía su propia opinión sobre ese tema y se la había guardo muchos años para no enfadar a su hermana, pero si no paraba esa actitud infantil no se iba a callar más, aunque le costara su trabajo.
-Eso no es así Javier y lo sabes.
- ¿Estás segura? ¿A que tienes miedo Amaia? ¿A verlo de nuevo y ver que sigues sintiendo cosas por él?
Segunda bomba en una misma conversación. Javier por unos segundos vio la tristeza en los ojos de su hermana, pero enseguida la sustituyó por otra dura,
-¡Eso es una tontería!
-A mí no me lo parece para nada, ¡reconócelo!, de cara al mundo fue una ruptura acordada, pero en el fondo os echáis en cara no haberlo seguido intentando y superar ese bache como todos lo que ya habíais superado.
- ¡No sabes de lo que hablas Javier, deja de decir idioteces!
Amaia no sabía si sería capaz de soportar más esa conversación con su hermano, esto empezaba a ser superior a ella. Pensó en mandar todo a la mierda, a su hermano, al concierto y ya de paso a Alfred, pero había firmado y no podía echarse atrás por mucho que quisiera.
El silencio de Amaia permitió seguir hablando a Javier. No sabía cómo iba a acabar esa conversación, pero ya, de perdidos al rio.
- ¿Y no crees que ya es hora de que podáis estar en una sala juntos, sin tiraros los trastos a la cabeza o acabar discutiendo? Han pasado cinco años desde que rompisteis. ¿Superarlo no? Los dos sois músicos y cantantes es normal que os encontréis en estos eventos. Él también tiene derecho de estar aquí en España.
- ¿Pero tú de que parte estás?
-Mira Amaia madura, que ya no tienes 19 años. Si quieres hacer como que aquí no ha pasado nada y dejar guardados en un cajón todos los momentos que vivisteis y hacer que Alfred no existe, vale, sigue viviendo en esa realidad paralela sin Alfred pero algún día todo explotará porque te lo vas a encontrar y esa burbuja se te romperá.
-Y esos chillidos, ¿qué os pasa?
Begoña acaba de volver al jardín, haciendo el silencio entre los hermanos.
Esa burbuja ya había explotado en ese aeropuerto, pensó Amaia, dándole un baño de realidad al verlo de nuevo, pero esperaba poder evitar otro reencuentro lo más posible.
-Ya es tarde, he quedado con unas amigas para comer, me tengo que ir. Darle un beso a Leyre de mi parte. -Amaia aprovechó la interrupción para levantarse y coger su bolso.
- ¡Pero Amaia! -Begoña llamó a su cuñada antes de que esta cerrara la puerta en su salida. Se volvió para mirar amenazante a su marido. -Te has pasado ¿no? ¡Tu hermana se ha ido casi llorando!
-Déjala, no podía callarme más. Bego, tú no los vistes juntos, siempre pensé que esos dos estarían juntos siempre, como nosotros, como almas gemelas.
-Asique nosotros somos almas gemelas ¡Eh!
-Pues claro.
Begoña no pudo seguir regañando a su marido, se sentó en sus piernas y lo besó suavemente.
¿Qué tal? Os ha gustado? Falta mucho y muchas incógnitas. ¿Se reencontraran en la gala o antes? ¿Se pondrá Amaia el vestido que quiera su madre? ¿y el bautizo de Leyre? Se aceptan teorías.
GRACIAS