Mina
Ya han pasado varios meses, 12 para ser exactos, desde que empecé a salir con Chaeyoung y juro por dios que eran los mejores meses que pasé en mi jodida vida. Sus padres habían vuelto hace diez meses y Chaeyoung no podía haber estado más feliz que antes.
Ahora estamos en el último año del instituto y agradezco a todos los dioses que en unos días nos graduaremos y podré salir a tener una vida... claro, seguir estudiando en la universidad es el verdadero problema.
Pero eso no es la parte mala, no señor, aquí en mi historia no hay partes malas, si no buenas. ¿Razón? Son Chaeyoung.
Los últimos meses estuve organizando algo extremadamente maravilloso. Iba a pedirle a Son Chaeyoung si quisiera ser mi esposa. ¿Entienden? Estar comprometidas luego de que terminemos el instituto y empezar la universidad con una chica que amo demasiado que, si todo sale bien, estará a mi lado por el resto de mi vida. Momo, aunque no lo crean, me había dado su bendición como amiga y ella misma me ayudo a escoger el anillo que pude comprarlo normalmente.
Era un pequeño anillo que se ajusta bien a su dedo. Tiene pequeños detalles de diamante pulido y brillante, cubriendo la base con oro puro. ¿Saben que fue lo mejor? Que era el anillo más caro de la mejor joyería de todo Corea del Sur.
Ahora mismo necesito la bendición de sus padres. Los míos ya me la han dado, dijeron que esta sería una hermosa oportunidad y un momento único de poder seguir adelante.
-Buen día, princesa -dijo mientras plantaba un beso en mi frente.
-Buenos días, mi hermosa reina -atrapé sus labios y rápidamente me correspondió.
La puerta fue abierta y la figura de sus padres con una bandeja se hizo presente.
-¿Cómo amaneció nuestra hermosa parejita? -dijo mientras apoyaba la bandeja con dos cafés y tostadas sobre nuestro regazo.
Me senté para tomar el desayuno que sus padres nos trajeron pero ella frenó mi movimiento.
-Amor, estamos desnudas -dijo sonriendo.
-Oh, si quieren privacidad ya nos vamos -Seokjin plantó un beso en mi frente y luego en la de Chaeyoung -No hagan nada raro mientras no estamos -amenazó y solté una carcajada.
-Creo que ya hicimos muchas cosas raras -el señor Nam rió.
-Ahora sí, las dejamos solas para que se preparen para salir -avisó Nam aplaudiendo.
¿Salir? ¿Planearon una cita?
Dicho eso, se fueron rápidamente.
-¿Salida? ¿De qué hablan Chaeng? -pregunté observándola. Ella reía ante mi rostro de sorpresa y confusión.
-Papá Nam organizó una salida a un nuevo parque que se inauguró hace unas semanas. Pensó que si salíamos en parejas sería todo más divertido y entretenido. No te dijo nada porque sería una sorpresa pero ahora que ya lo sabes, así que... ¿vendrás?
¡Me lo hubieran dicho antes! ¿Salir con su familia? Es un buen momento para demostrar que amo verdaderamente a Chaeyoung y pedirle la bendición a sus padres... si claro... están de acuerdo.
-¡Claro que iré! -exclamé alegre mientras la abrazaba, obviamente con cuidado porque si no tiraría la bandeja y eso sería un poco desastroso -Nunca me perdería uno de esos momentos para pasar en familia.
Luego de un rato de besos y caricias, nos fuimos juntas a la ducha. Saqué mi ropa de mi cuarto, que agradezco que aún me dejen quedarme aquí, y me vestí con ropa cómoda. Guardé algunas cosas en mi bolso y bajé para encontrarme con Chaeyoung y sus padres atrás de ella.
-¿Están listas? -asentimos -Entonces vamos -dijo firme.
Nos subimos a uno de sus más lujosos autos y nos encaminamos. Tenía un poco de sueño así que recosté mi cabeza en el hombro de Chaeyoung, quién me observó y me dedicó una sonrisa.
-Entonces... -habló Jin, su padre, quién rompió el silencio que había en el ambiente -¿Qué era lo importante que debías contarnos, pequeña Mina?
Levanté mi cabeza y los observé un poco nerviosa, Chaeyoung dirigió su mirada hacia mí y eso me puso el triple de nerviosa. Está claro que no iba a pedirles la bendición para casarme con su hija delante de ella, no señor, se supone que es una jodida sorpresa.
-Que amo mucho a su hija -dije algo nerviosa, por favor que no se enteren de mis nervios.
-Mina, querida, lo dices a cada hora -rió su otro padre, Namjoon -Ya sabemos que la amas mucho porque ¿quién no amaría a la preciosura que tienes a tu lado?
El recordar que hace unos cuantos meses yo era la que odiaba a Chaeyoung me traía recuerdos y pesadillas horribles. Aún sigo con la culpa, sé que no merezco su amor porque en el pasado fui una persona horrible, lo sé bien, sólo desearía volver en el tiempo y remediar las cosas, empezar con el amor desde un principio y así volverme a enamorar de ella, de la chica que mi vida le ofrezco.
-¿Te recuerda a algo, Mina? -Chaeyoung me observó con una sonrisa burlona -¿Min...
No puedo seguir así, la culpa me sigue comiendo por dentro. Y lo vuelvo a repetir, no merezco su amor. Aún deseo que me pise un tren o me arrolle un avión, porque lo que hice no está nada bien y me arrepiento muchísimas veces.
Bajé la mirada un tanto apenada, sollocé en silencio para que ellos no se enteren de lo que pasaba dentro de mí.
-¿Mina? Amor, no llores... por favor -me abrazó y le devolví el mismo. Sollozando en su hombro.
-L-Lo siento Chaeng a-aún siento la c-culpa... lo s-siento tanto...
La rabia sigue dentro de mí, tomé con fuerza su blusa y seguí con mi molesto llanto.
-Bebé, eso quedó en el pasado -dijo limpiándome las lágrimas para luego acariciar mi mejilla -Te dije que dejes de sentir culpa por eso, por favor, no me gusta verte así de triste.
Ella es tan perfecta. ¿Por qué me sigue dando oportunidades a pesar del daño que le hice? No entiendo, sigo sin comprender...
-¿Lo harías por mí? -sonrió de lado e hizo que una sonrisa se plasmara en mis labios, porque ella provocaba cosas en mí -¿Por tu Chaeyoungie?
-Lo haré -sonreí y le di un pequeño beso en sus labios -Por ti y por lo que siga con el paso del tiempo.
El auto se detuvo, por alguna razón.
-Hemos llegado, princesas -dijo Jin emocionado.
Nos encontramos con una hermosa vista del cielo. Para ser un parque está bastante lejos de la casa de los Son, que también sería como mi hogar, o bueno, eso supongo.
Llegamos hasta un lugar apartado de la gente, debajo de un árbol que daba una hermosa vista del atardecer. Nos sentamos en la parte de la sombra, junto a un pequeño mantel que nos cubría de la tierra y el pasto un poco mojado.
-¿Qué tal si tú y Chaeyoung van a recorrer un poco el parque? He visto un puesto de helados por aquí cerca así que sí quieren ir, por mí no hay problema -dijo Nam.
-¡Yo también quiero helado! -exclamó Chaeyoung como una niña pequeña -¿Quieres ir, Mina? -tomó mi brazo emocionada.
Esta puede ser mi oportunidad para preguntarles acerca de... el matrimonio.
-Esto... creo que no te podré acompañar.. uh... -dije algo nerviosa y apenada.
-Está bien, iré sola -dijo sin ningún gesto de felicidad para luego marcharse.
El silencio reinó entre nosotros tres por unos segundos hasta que alguien decidió romper el ambiente tenso.
-¿Qué es lo que nos quieres decir, Mina? -dijo Jin arqueando una ceja mientras sonreía.
-¿Qué? ¿Q-Qué cosa? -¿ellos lo saben? No, espero que no sea posible.
-Mira querida, a mí me puedes engañar -habló Nam de repente -Pero a Jin no.
-Claramente hay una razón específica para que no acompañes a Chaeyoung, y de seguro es algo muy, muy importante -aseguró sonriendo travieso -¿Quieres contarnos?
Estás abatida pequeña, padres de Chaeyoung 1 y Mina 0.
-Es algo... complicado... -rasqué mi nuca algo nerviosa -No es algo fácil de preguntar... -miré hacia otro lado.
-Cualquier cosa que sea, podemos ayudarte si es necesario.
¿Qué esperas Mina? ¡Anda! ¡Dilo!
-Ustedes saben cuanto amo y adoro a Chaeyoung, que soy capaz de dar mi alma al diablo por ella... -un nudo en mi garganta se apresuró antes de que llegue a "el tema" -Umm... y-yo...
-Mina, sabes que puedes contar con nosotros para lo que sea -sonrió Namjoon.
-Y-Yo... ¡Aahg! -tomé mi cabeza con frustración -¿Cómo no puedo decir esta jodida frase? -juro que quiero decir esta frase pero mi boca no me lo permite.
-¿Tan importante es? Puedes soltarlo como quieras, Mina. No te presionaremos o algo por el estilo.
Cerré mis ojos para no ver sus miradas que me ponían nerviosa de alguna manera. Suspiré y deje salir todo el aire malo.
-Quiero su bendición para casarme con Chaeyoung.
¡Ya está! ¡Lo dije! Espera... ¿lo dije?
Abrí los ojos y sus rostros no eran de susto o algo, más bien, de impresión. Está claro que no obtendré su bendición ni hoy, ni nunca.
-Bueno... a decir verdad, esperábamos algo más... lento -Nam rascó su cabeza.
-Sé que es muy repentino todo esto, y que básicamente nos conocemos hace un año pero -suspiré -Chaeyoung es lo mejor que me pasó en toda mi vida y quiero vivir el resto junto a ella. Si me dieran la oportunidad de ser la chica de sus sonrisa y alegría de siempre yo... estaría más que agradecida. La haría la hija más feliz que unos padres pueden tener, porque ella es la razón de que siga aquí, ella es la razón de todo mi existir. Chaeyoung es la chica más perfecta que conocí y seguirá siendo la más perfecta de todas ya que la amo. La amo demasiado como para explicarlo en dos palabras.
Bajé la mirada feliz al pensar en Chaeyoung, mis mejillas ardían y mi corazón latía a mil, esto es lo que ella me provoca todos los días.
-Chaeyoung es nuestro mayor tesoro, es nuestro pequeño ángel. Cada día nos habla de ti, y cuando lo hace, lo que vemos en sus ojos es felicidad -agregó Nam sonriendo -Y su felicidad es nuestra prioridad. Así que, Mina... Sí.
Levanté mi cabeza sorprendida ¿Acaso ellos me dieron su bendición? E-Esto no puede ser posible...
-¿Acaso...
-Tienes nuestra bendición -dijo Seokjin limpiándose una lágrima de las miles tenía en su mejillas -Sé feliz con Chaeyoung, Mina.
Las lágrimas salían de mis ojos, y no sabía la razón. Estoy feliz, más que eso, al pensar que podré estar con ella en el futuro y tener nuestra propia familia, poder tener hijos juntas y verlos crecer.
-Oh vamos pequeña, no llores -me abrazaron y correspondí el mismo.
-Gracias... Gracias de verdad.
-No quedaban helados así que traje algodón de azúcar -habló la melodiosa voz que amo y amaré por siempre -Por cierto, ¿por qué están llorando?
-¡Chaeyoung!
Me separé de ellos y fui corriendo hacia ella y la besé como nunca lo había hecho antes. Uno, dos, más de tres besos planté en sus labios porque nada ni nadie puede explicar la felicidad que tengo y cuanto la amo a ella.
-Te amo demasiado, Chaeyoung -la abracé -Te amo, te amo, te amo...
-Yo también te amo, Mina -rió -¿Por qué llorabas linda?
-Te enterarás pronto, bebé -y la volví a besar.
¿Tanto se puede amar a una persona? Sí es así, amo a la perfecta Son Chaeyoung.