Sin Temer•~ (MomoSai) (OneSho...

By Lisset-Sakura

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"Shuichi, no deberías dudar de Kaito". Saihara no podía permitir que un día tan especial fuese estropeado por... More

Sin Temer •~

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Este shipp es hermoso! Debería escribir más sobre el XD XD

Contiene lemon, espero que les guste! (^^)

Adult Version

En ese momento, Shuichi sintió el verdadero terror. Quizás por su propia inocencia o tal vez porque sus pensamientos rodaban de un sitio para otro. Pero las cartas ya habían sido puestas sobre la mesa:

Hoy es el cumpleaños de Kaede, y no tiene ningún regalo preparado.

¿Cómo podía Kaede presentarlo como su mejor amigo si se olvida de su cumpleaños con tanta facilidad? Además de que sus compañeros estuvieron comentándolo toda la semana.

Dentro de una semana, serás un año más vieja, estarás más cerca de la muerteFueron las palabras de Ouma el martes.

Si algún día quieres rejuvenecer, mi magia es la ideal–Comentó Yumeno el miércoles.

No es que me importe tu cumpleaños ni nada idiota, pero...¿cuál es tu sabor favorito en un pastel?–Preguntó Iruma el jueves.

Y aún así, Shuichi Saihara fue tan idiota como para olvidarlo. Se siente feo, no digamos que no, y algo culpable. Pero entonces recuerda las palabras de la rubia pianista:

No lo celebraré de todas formas, tengo un recital y estaré ocupada.

No importa. Tu mejor amigo no pasa olímpicamente de tu cumpleaños sin darte el más mínimo detalle. Por eso mismo, Saihara jura por su vida que preparará algo cuando Kaede regrese de su recital. No será una fiesta, porque ya será tarde, y tampoco una cena, eso sería muy romántico y ellos dos son sólo amigos.

Además, Shuichi ya tiene su mirada puesta en alguien. Kaede es mas bien una hermana para él.

–Un hermano que olvidó su cumpleaños y ahora tiene la soga al cuello.

Shuichi está decidido. Pero aún tiene un inconveniente, necesita ayuda pero no quiere que nadie se entere de su total estupidez. Por lo que, terminados ya las clases, Saihara toma su mochila y se dirige al gimnasio, dónde algunos alumnos de Kibougamine entrenan fervientemente.

Entre ellos está Kaito Momota, su mejor amigo, su crush.

–«¡Ah! N-No debería pensar en esas cosas...».

Si, Saihara cometió el pecado de enamorarse de su mejor amigo. Un cliché entre clichés, pero uno muy poderoso. Kaito se encuentra a lo lejos, haciendo yoga con Maki Harukawa, se ve que están muy concentrados.

–«Vamos, sólo es un pequeño favor, él nunca se burlaría de mí ».

Claro que no. Kaito es el chico más puro y amable que el pequeño corazón de Saihara haya conocido. Quizás fue obra de un espíritu santo o fueron las casualidades de la vida, pero Kaito es el chico por la que Shuichi duerme tan bien por las noches.

Eso último se escucha fatal. Saihara hace lo posible por ocultar sus sentimientos.

El detective se acerca al par quien de inmediato se voltea a verlos.

–Shuichi ¿qué tal? No esperábamos verte por aquí–Comenta Momota con una radiante sonrisa.

–Te haría bien hacer más ejercicio, estás muy flaco–Habla Maki mientras se acomoda un poco las coletas.

Ambos jóvenes están vestidos con batas blancas, descalzos y encima de un tapete. Desde hace una semana decidieron comenzar a entrenar yoga, fue propuesta de Momota ya que, según él, hay que entrenar la mente y la relajación. Para Shuichi esta bien, ya que Kaito le sienta bien el blanco y deja un poco su pecho al descubierto.

–Parece que lo de hacer yoga iba en serio–Responde Shuichi.

–¡Claro que sí! ¡La unión del espíritu y el cuerpo son el lazo perfecto!–Exclama Kaito mientras junta sus puños.

–En fin, pasemos de él–Maki se dirige a Saihara–¿Pasa algo Shuichi? A esta hora ya estarías con tu mejor amiga Kaede.

–Tiene un recital esta noche, así que se fue temprano.

–Ah, es verdad, una lástima al ser su cumpleaños–Maki no es muy amiga de Kaede y aún así se acordó, no como el subnormal de Saihara que se acordó durante las clases–Mañana lo celebraremos como es debido.

Aunque Kaede sea su mejor amiga, Saihara también estima mucho a Harukawa, es inteligente, firme y demuestra su cariño con acciones, también es una amiga muy querida.

–Si, como sea, tengo que hablar con Momota.

–Adelante ¿qué pasa?–Pregunta el pelimorado todo energético.

–Es...uh, algo privado.

–¿Oh? ¿Una plática en donde no puedo participar?–Comenta Maki con una expresión fría puesta en su rostro.

–Lo siento...

Maki lo pensó un momento antes de responder.

–Esta bien, sé que los hombres también tienen sus temas delicados–La chica muestra una pequeña sonrisa–Y no me sorprende que quieras hablar con Kaito.

–¿A qué te refieres?

–Nada, nos vemos luego–Maki se fue, dejando a un desconcertado Saihara.

–¿De que querías hablar?–Pregunta Kaito quien había hecho la vista gorda con la conversación entre sus compañeros.

–Es sobre Kaede...

–¡Tengo pensado hacer una fiesta mañana!

–Si, Maki me comentó algo parecido pero...

–¿Qué pasa?

–Lo olvidé, olvidé su cumpleaños y no tengo nada para regalarle.

–Ajá ¿y cuál es el problema?

–¡Ese es el problema!

–¡Pero mañana lo celebraremos!

–Si pero...–Saihara baja la mirada, siente la mirada impotente de Momota sobre él–Quiero prepararle un detalle, regresa hoy en la noche y quiero darle una sorpresa.

–Oh, eso sería muy lindo de tu parte, Shuichi, no sabias que fueses tan romántico.

–No quiero que sea romántico... e-ella es mi amiga «Ojalá pudiera ser romántico contigo, Kaito».

–Lo sé, lo sé, pero eso no dejar de ser adorable de tu parte, Shuichi ¿no te cansas de ser tan tierno?

Saihara olvidó como respirar durante unos segundos. Su corazón baila como si quisiera salirse del pecho, y encima sus mejillas se coloran. Levanta la mirada sólo para ver la sonrisa radiante del astronauta. Shuichi se sintió hechizado.

–«Maldita sea, en serio te amo».

–En fin, quieres prepararle un detalle ¿cómo qué?

–Últimamente Kaede ha estado un poco melancólica porque esta lejos de casa, desde que estudia en Kibougamine, ha estado lejos de su familia.

–¿Tienes algún plan?

–Me dijo que después de un recital, acompañaba a su madre a cenar afuera, viendo las estrellas.

–Entiendo, ¡ya lo tengo! ¿Qué te parece usar la azotea para organizarle una cena?

–Pero...

–No será nada romántico, algo sencillo que la ponga de buen humor, nada más.

–Si...eso estaría bien–Shuichi deja ver una tímida sonrisa–¿me ayudarías?

–¡Claro que si hombre, por algo somos amigos! ¡Casi como hermanos!

Saihara no podía ser mas feliz. Aunque algo en su pecho se quebró un poco.

~•~

Lo que dijo Maki es cierto, Saihara está muy delgado.

–¿Quieres que te ayude con eso?–Se ofreció Momota.

Es triste que Kaito lleve cinco sillas encima, una canasta, cubiertos, hasta una radio y aún si se ofrezca a ayudar a Saihara, quien no puede con una triste mesa de madera, que no es muy grande además.

–No...esta bien...

La azotea de Kibougamine es enorme, así que no habría problema si lo usan un rato. Shuichi coloca la mesa y Momota pone encima suya la canasta y los cubiertos.

–Bien, comencemos a preparar el escenario–Exclama Kaito con una sonrisa, esta emocionado.

Pasan casi media hora sin que ninguno de los dos diga nada, aunque Saihara lo mira de reojo una que otra vez; le gusta pensar que esta cena es para ellos dos, que si relación va más allá de una amistad. Pero es imposible, es absurdo e impensable.

–«Kaito, si yo fuese una chica ¿tendría oportunidad contigo?»–Piensa Shuichi mientras pone los platos sobre la mesa–«¿O acaso te gusta la gente fuerte y decidida como Maki?»

Entre más lo piensa, más seguro está. Sus posibilidades con Kaito son tan bajas que cortan la capa terrestre.

–Bien, ya casi terminamos–Kaito se aparta para mirar el escenario, como un artista mirando a su obra–Falta bajar por la comida.

–Espero que a Kaede no le moleste la comida pre-calentada.

–Shuichi, es una princesa pero sabe cuando algo se hace con cariño–Momota levanta un puño–Así que menos cháchara y más bajar a la cocina.

¿No es raro como Kibougamine mantiene abierta las zonas hasta tarde? No falta mucho para que caiga la noche.

Estando ya en el primer piso, Kaito toma otra canasta, esta vez con ramen, frutas y un pastel. Si, quizás soluciones a la desesperada, pero era eso o pedir una pizza y eso si es cutre (según Kaito, ya que Shuichi no ve la diferencia).

–¿Podemos pasar un momento a mi habitación?–Pregunta Saihara.

–Claro.

Ambos llegan a la zona de los dormitorios, donde ya se reina el silencio. Aunque la mayoría de estudiantes no vienen hasta tarde. Saihara saca sus llaves y ambos entran.

No es sorpresa para Momota que la habitación esté limpia y ordenada. Conoce bien a su compadre, sabe lo pulcro que puede ser.

Shuichi se dirige a rebuscar en sus cajones. Antes de que Kaito le pregunte que está buscando, este saca un disco de música.

–Tu radio lee discos ¿no? Kaede me lo regaló en mi cumpleaños y pensé que sería un buen detalle–Saihara tiene ese brillo particular cada vez que habla de su amiga.

–Cielos, en verdad quieres enamorarla–Bromea Kaito mientras le guiña un ojo.

–No es eso ¿porqué siempre malinterpretas mi amistad con Kaede?–Shuichi usa el disco de música para cubrir sus rostro de la vergüenza.

–Siempre están juntos, y hacen linda pareja.

–Ella no me gusta, y yo tampoco le gusto.

Pobre e inocente Momota. Si tan sólo supiera que Kaede no está interesada en los hombres.

–Vamos hombre, no seas tan pesimista–Habla Kaito.

–Soy realista, además, a mi me gusta alguien más–Antes de que Saihara lo piense, ya lo había dicho en voz alta. Mierda.

–¿Qué? ¿Te gusta alguien y no me habías dicho? Saihara malo.–El astronauta finge enojo–¿Quién es?

–No...no te diré... –El rostro del detective se sonroja más.

–¿Quieres que lo investigue? Sabes que soy capaz de interrogar a todo el mundo.

Shuichi se había arrinconado él solo. Que bien detective, ahora tendrás que hablar. Saihara aparta el disco, mostrando su enrojecido rostro. Kaito lo mira con firmeza, como si tratara de leerle la mente.

–¿De verdad quieres saberlo?–Pregunta Shuichi con una voz temblorosa.

–Si, quiero saber que clase de persona te interesan, Shuichi.

–Bueno, es una persona muy especial para mí, tiene sentido del humor, valentía y se preocupa por el prójimo.

–Fuera de Kaede, diría que Maki aunque no tiene mucho sentido del humor, iba a decir que Ouma pero no se preocupa ni por las uvas que come, además es un chico.

–¿E-Eso sería un problema?

–Claro que no, da igual si es un chico o una chica, Shuichi, cualquiera debería ser feliz con tenerte a su lado.

–Kaito...

–Lo digo en serio, eres amable, inteligente, y dulce a más no poder, es muy afortunado esa persona, hasta siento un poco de celos.–Kaito termina su frase con una risa.

Saihara no podía más. Su corazón late con fuerza. Recuerda entonces a personas como Kaede, Maki, Kiibo, o todos en su clase, incluso todos en Kibougamine, todos luchan con valor y coraje. Saihara quiere decirlo, a lo mejor es una situación de es ahora o nunca.

Entonces lo hace. Se acerca a Kaito y lo toma de los hombros, alza sus pies y lo besa de manera torpe pero apasionado a su manera.

Kaito se queda estático. Es la primera vez que lo besa un chico, no joder, ¡es la primera vez que lo besa su mejor amigo! Que no grandísimo idiota, ¡Shuichi Saihara lo esta besando!

El pelinegro se aparta, retrocediendo unos pasos, con el disco entre sus manos y la respiración agitada.

–¿Kaito?–El miedo comienza a invadirlo.

–Vaya, esto...esto es muy nuevo para mí.

–Oh...«Shuichi Saihara, idiota de porquería ¿¡Se puede ser más pendejo!?».

–Entonces te gusto yo...

–Si, d-desde hace mucho...

–Entiendo, vaya, me siento alagado, y extremadamente feliz.

–¿Feliz?

–Si, porque tú también me gustas, jaja, gracias Shuichi, por haberte confesado tú.

Ahora el estático es Saihara. Abriendo sus ojos con sorpresa. Momota se acerca y ahora es él quien lo besa; esta vez con cuidado y delicadeza.

Shuichi cierra los ojos. Si esto es un sueño, agradece a Morfeo por semejante regalo. Abraza a Kaito por el cuello, queriendo estar cerca de él lo máximo posible. Es real, su mayor deseo se ha cumplido. Kaito lo abraza de la cintura, repartiendo pequeños y tiernos besos.

–Shuichi, me gustas un montón...–Susurra Momota antes de darle otro beso.

–Tú también me gustas, joder, me encantas.

–¿Quién te enseñó a hablar así?

–Nadie, es sólo...que contigo no me preocupa nada, confío demasiado en ti.

Shuichi confía más en Kaito que en si mismo.

No tardaron en llegar a la cama. Shuichi deja el disco en la mesa de noche antes de abrazar a Momota, quien se pone encima suya. Se siguen besando hasta que Kaito decide meter mano debajo de la camiseta negra del detective. Este gime un poco.

–Perdón, no debí hacer eso.

–Esta bien, sigue si quieres–Saihara sonríe como nunca. No sólo es correspondido, también es deseado.

Kaito desabrocha torpemente la camiseta del detective para posteriormente arrojarlo a un lado de la cama. El pelinegro siente una mezcla extraña entre frío y calor, pero ser tocado por Momota es lo mejor que le ha pasado hasta ahora.

–Tócame...–En cuanto esa palabra salió de sus labios, Saihara se dio cuenta de lo muy necesitado que se ve–Perdón, si no quieres...

–Shuichi, a este punto de nuestra relación debiste haber comprendido... –Posa una mano sobre la mejilla del detective–Que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por ti.

Tras eso, vuelve a besarse. Shuichi siente un calor en el pecho, una sensación extraordinaria. Esto es todo lo que anhela, es todo lo que necesita.
Momota se retira su propio saco y camisa, Saihara admira sus músculos, su pecho fornido y ese abdomen plano.

Se abrazan en busca de calor, Shuichi aprovecha la cercanía para intentar bajarle los pantalones a Momota, pero sus manos tiemblan demasiado que no consigue ni bajarle la cremallera.

–Tranquilo, hay que hacerlo con calma–Kaito toma las manos de Shuichi y las guía, incluso en la intimidad, el astronauta no deja de apoyarlo.

El pelinegro consigue bajar la cremallera, seguido le retira los pantalones. Ahora Kaito esta semidesnudo.

Las fuertes manos del astronauta consigue terminar de desnudar a Shuichi. La vergüenza se va, reemplazado con un sentimiento ardiente de deseo. Momota también baja su ropa interior, es la primera vez que está desnudo frente a otro desnudo. Pero es emocionante, estar a lado de Shuichi ahuyenta el miedo y la duda.

Los besos y las caricias siguen, hasta que se dan la vuelta, quedando Saihara encima. Sus mejillas están rojas, pero ahorra valor para comenzar a tocar el miembro de Momota.

–Ah...Shuichi...

El detective usa ambas manos, son movimientos lentos y observa como aquel pedazo de carne se va endureciendo. Acerca su rostro y comienza a lamer la punta. Es un sabor extraño e incomparable, pero no desagrada en lo absoluto. Saihara intenta abarcar todo, lamer desde la base hasta la punta.

–Shuichi...–Kaito intenta no moverse mucho, mirando en primera fila como el detective tiene un don nato para los orales. No es como que Kaito ya lo haya experimentado, pero ese pensamiento le hace gracia.

Shuichi, quien supuestamente era un inocente con cualquier cosa relacionada al sexo, logra meter todo el miembro en su boca, moviendo de arriba hacia abajo, un sonido obsceno es lo único que sale de sus labios.

–Shuichi, esta b-bien, ah...–Kaito no quería correrse en la boca del detective, Saihara es un primerizo y tampoco es plan de asustarlo.–Voy a...correrme...

El pelinegro se aparta y ese característico líquido blanco termina en su rostro, principalmente las mejillas y en la comisura de los labios. De alguna manera se siente feliz, que fue capaz de darle placer a su querido Kaito.

El astronauta usa su propio saco para limpiarle. Vuelve a posicionarse encima suya, ahora es su turno de ofrecer satisfacción. Kaito abre un poco las piernas del detective para lamer un poco su entrada.

–Ah...K-Kaito...–Shuichi cierra sus ojos con fuerza, sintiendo un escalofrío por todo el cuerpo.

Momota sigue lubricando, incluso usa un par de dedos, sólo así se dio cuenta de lo sobre-estimulado que está Saihara, quien ya hace lo posible por no correrse.

Una vez preparado, Kaito se posiciona entre las piernas de Shuichi.

–¿Listo?

–Si...

Todo ocurre en un momento. Kaito entra poco a poco en Shuichi, quien hace atrás su cabeza y cierra con fuerza sus ojos; hay cierto dolor pero también un placer desbordante. Ambos mueven sus caderas, sintiendo como en calor los devora por dentro.

–Te amo Shuichi... –Dice Kaito antes de comenzar a mordisquear el cuello.

–Yo también...te amo...–Shuichi no podía parar de gemir.

Las embestidas son un poco más rápidas, están abrazados y Kaito no deja de tocar todo lo que está a su alcance. Shuichi llega un punto en la que no quiete gritar pero lo hace.

–¡Kaito!

Por fin llegó al orgasmo, pero Kaito no se detuvo, Shuichi está perdido entre tantas sensaciones juntas. Clava sus casi inexistentes uñas en la espalda de Momota.

–¡Shuichi!

También llega al orgasmo, terminando dentro del detective. Ambos se quedan un momento sin aire y con los cuerpos destrozados.

–Oh no...–Comenta Saihara.

–¿Qué pasa?

–Kaede no tardará en llegar, le mandé un mensaje para que subiera a la azotea.

–Entonces tendremos que darnos el baño más rápido de la historia y correr cómo si la vida nos fuera en ello–Kaito no pudo evitar reírse, joder, en verdad son un asco de amigos.

~•~

Por suerte, llegaron antes que Akamatsu. Ya todo estaba listo, sólo falta la invitada especial.

–Nos vas a acompañar ¿verdad?–Pregunta Saihara.

–Supongo que si, pero el regalo es tuyo.

–No, lo hicimos entre los dos, me has salvado de una buena.

–Por cierto, ten–Kaito saca una pequeña caja–Feliz cumpleaños.

–Pero...–Las mejillas de Saihara se sonrojan al instante.

–No te regalé nada, te hice una fiesta pero no un regalo como tal, ten.

Saihara toma la caja y lo abre, era una lupa y unos guantes de forense. Dignos de un detective de su clase. No es el único a quien se le olvida el cumpleaños de sus amigos.

–Gracias Kaito...–Shuichi le entrega un pequeño beso.

Shuichi, no debes dudar de Kaito. Ahora que sus sentimientos son correspondidos, podrán ser una pareja. Una en la que a confianza es una vía de romance.

Antes de que pudieran seguir con su cursilería, se escuchan unos pasos acercarse.

–Finalmente aparece nuestra princesa–Dice Momota con una sonrisa.

Saihara se da la vuelta, orgulloso de su trabajo y feliz de estar con las dos personas que mas quiere y adora.

–Feliz cumpleaños, Kaede.

Fin.

No tenía pensando que fuese un Oneshot tan largo X"D pero estoy feliz.

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alerta de posible +18! inspirada en la cancion con el mismo nombre. esta historia es Inkerror asi que si usted no le gusta el ship, porfavor retirese...