Momento temporal indeterminado
Undeterminated The Narrator
Intento 103.824
—Je, por fin llegan —dice Hegemon.
De detrás de él empiezan a aparecer 42 personas que se dirigen a su izquierda y se ponen en una fila mirándome seriamente y con enojo. Los 21 del lado de Hegemon tienen pelo y ojos amarillos, mientras que los otros 21 tienen de color verde. Hay mitad chicas y mitad chicos.
Luego aparece un joven similar a Hegemon, solo que este tiene el pelo rojo y los ojos celestes. Lo opuesto a Hegemon. Este chico tiene una sonrisa irritante y está cruzado de brazos. Él se coloca a la derecha de Hegemon.
Ahora salen 41 personas, 20 con el pelo y ojos rosa y los otros 21 de morado. Se ponen del lado derecho del otro joven y me miran seriamente. Comparando a estos con los rubios y verdes, son iguales en apariencia y opuestos en color de cabello.
Todos los que están frente a mi cierran sus ojos y una oscuridad empieza a llenar la zona, haciendo que no pueda ver nada. Un silencio llena el lugar.
Entonces, todas estas personas abren sus brillantes ojos de distintos colores.
La visibilidad vuelve.
Salvó Hegemon y quién está a su lado, los demás desaparecen de su sitio y preparan sus ataques, comienzan la pareja opuesta de unas jóvenes de pelo hasta los hombros, una de pelo rosa y la otra de amarillo.
-—Tu eres un error... —comienza una.
—...Que no debería existir en este mundo —termina la otra y me golpean con un mazo gigante múltiples veces. Me asesinaron 13 veces en un ataque.
Ellas se dispersan entre la multitud y vienen un par de chicos con pistolas. Uno tiene el cabello morado y el otro verde.
—La gran pregunta es...
— ¿En qué momento apareciste?
Me llenan de plomo y balas mágicas.
Estos se dispersan y llega otro par.
—Tal vez naciste de una de las maldiciones...
—De nuestro difunto hermano...
Me cortan en múltiples pedacitos.
Un pequeño grupo empieza a invocar distintos proyectiles mágicos dirigidos obviamente a mí. Consigo bloquear y cortarlos a todos, pero justo después me apuñalan por la espalda.
Mi Habilidad Única me permite utilizar el cuerpo de alguien a quien haya asesinado en algún momento. El proceso de cambio de cuerpo es instantáneo, lo que mantiene esto en un combate fluido.
— ¿Ese es Soleir? —dice Hegemon.
Sonrío.
— ¿Qué? ¿Acaso también lo conocía...? —me asesinan y no me dejan terminar lo que quería decir—. ¡Oigan! ¡Déjenme termi...! —me apuñalan por la espalda 14 veces—. Esto no está yendo a ningún... —me decapitan— lado...
Me continúan atacando en pareja, pero entonces se detienen. Empiezan a mirarse entre todos y asienten; están planeando algo.
Me disparan a los codos, arrancándome los brazos, entonces los que tienen un francotirador disparan al suelo en el que estoy parada y éste explota, elevándome por los aires. Una vez elevada 3 kilómetros sobre el suelo, un par de chicas con guadañas saltan hasta donde estoy y me cortan por la mitad. Entonces aparecen de detrás de ellas unos chicos con un mazo gigante y me golpean hacia abajo, volviéndome un meteorito al estrellarme contra el piso y dejar un cráter de un kilómetro... Hay que tener en cuenta la dureza de nuestro área de combate.
Cabe destacar que en ese combo de tan solo 3 segundos fui asesinada 45.823 veces.
No me están dejando ni esquivar ni atacar. Son 85 personas contra mi sola además de que el poder de cada uno es ligeramente superior al mío. Por suerte para mí, tengo todas mis estadísticas balanceadas en el máximo para alguien de mi nivel.
Todas estas personas iban a volver a abalanzarse contra mí de nuevo, pero Hegemon y su compañero los detienen. Entonces los dos me miran sonriendo.
- Es... - comienza el pelirrojo.
- ...Tu turno - termina Hegemon.
Sonrió, se van a arrepentir de esto.
Me pongo en posición de carrera y me abalanzo a toda velocidad desapareciendo de donde estoy y voy hacia Hegemon con mi espadón preparado. El retrocede también como un desliz esquivando casi totalmente mi ataque, le hice un tajo en la mejilla. Sin embargo, él me sonríe con soberbia.
- <Ice Spikes> - me susurra con una sonrisa burlona.
- Oh, mierd... - no alcanzo a terminar la frase.
Desde debajo de nosotros aparece un circulo mágico celeste de siete kilómetros cuadrados. De este, una vez dicho su hechizo, salieron a una velocidad que apenas note montones de picos de hielo todos apuntando a mí. Estos picos de hielo alcanzan los 120 metros de grosor y llegan a una altura de 900 metros. Obviamente la mayoría me atravesaron y estuve un par de horas muriendo ahí, ya que salen nuevos pinchos constantemente. Cuando de repente escucho otro hechizo.
- <Abbys Flame: Calcined Death> - dice una voz diferente.
Entonces, una enorme llama me calcina y derrite todos los picos de hielo.
Algo raro está ocurriendo, no veo a nadie y está todo oscuro, al mismo tiempo que me tarde 2 segundos en volver, cuando suele ser algo instantáneo.
Entonces, un par de ojos rojos y un único ojo celeste brillan en la oscuridad, y al volver la luz, contrario a lo que esperaba, Hegemon está en su forma de Rey Demonio, con el pelo blanco, los ojos celestes y sus cuernos. Y su compañero -antiguo pelirrojo- también tiene una forma de Rey Demonio, pero opuesto, con el pelo negro y los ojos rojos. Por algún motivo, de entre todos los "ojo-brillante" el único al que le brillan ambos ojos es el compañero de Hegemon. ¿De qué especie serán todos estos?
Ambos, con una sonrisa en sus rostros, me comienzan a atacar de formas brutales y exageradamente rápidas; el ataque en combo de todos los otros no se comparan con ellos. En tan solo 5 segundos ya me han asesinado 376.245 veces.
No es algo que me preocupe, he asesinado a tantas personas que tengo cuerpos para algunos años así.
De repente veo una oportunidad de oro y consigo cortarle el brazo izquierdo a Hegemon.
- ¡Si! - exclamó con alegría.
Retrocede un paso, pero su sonrisa continua ahí, cosa que fastidia mi momento más alegre. Hegemon tapa la herida con su mano y utiliza alguna magia para evitar el sangrado.
Si bien será capaz de regenerarlo en un rato, la disminución de HP se mantendrá por mucho tiempo.
El compañero de Hegemon suspira.
- Bueno, supongo que no te podemos subestimar ¿Verdad? - me dice el compañero de Hegemon con su sonrisa, tomando de nuevo su forma pelirroja y sin cuernos - pero seguir matándote no servirá de nada - los otros 83 raritos aparecen de la nada - denme una hora y le sellare -
Sus compañeros asienten y empiezan a abalanzarse ante mí. El sujeto se teletransporta a unos 1000 kilómetros, no tardare demasiado en llegar hacia él. (Autor: No es sarcasmo, hay que tener que la escala en la que combaten es muy diferente a la que alguna vez mostré aquí. Hasta ahora estas 86 personas no han peleado demasiado serios)
¡No lo permitiré! Un sello es lo único que puede detenerme; y si bien me resulta difícil creer que hay alguien capaz, prefiero no arriesgarme.
Pero acercarme es muy difícil, estoy intentado evitar los ataques de los 83 seres poderosos que me atacan al mismo tiempo y centrarme únicamente en el inmóvil pelirrojo. Hegemon no participa, el daño que recibió es muy alto.
Las flechas me pasan de largo, algunas me rozan y otras me atinan, algunas son teledirigidas, pero las esquivo con gracia y elegancia. Las balas llueven, pero su alta velocidad lo compensa el pequeño tamaño que tienen. Lo que más se me complica es cuando vienen cuerpo a cuerpo, pero por suerte es cuando no me atacan a distancia; también se me complican los hechizos.
Al ver que avanzar era imposible decidí atacar a todos uno por uno, pero gaste previamente 15 minutos esquivando sus y en 45 debo derrotar a 84 personas... Tendré que hacer eso... ¡Demonios!
Habilidad Extra de "Reserva De Cuerpos" Pide ser Activada
Confirmar - Negar
Confirmo.
Habilidad Extra "£¥¢^$$" Activada
No quería hacerlo, pero no tengo opción. Esta Habilidad Extra elimina mis estadísticas propias y combina las estadísticas de todos a los que tenga como reserva de cuerpo, a cambio, no puedo volver a ninguno, ya que son consumidos, por lo que tengo tan solo una única vida.
Todos los presentes se quedan mirando como mi poder aumenta inmensamente y recupero mi cuerpo original.
- ¡¿Que hacen idiotas?! - grita Hegemon tapando aun su herida. Aún sonríe, pero está notablemente enfadado - ¡No se queden viendo cómo su poder aumenta! ¡Intenten evitar que lo consiga! ¡No sean idiotas como en los anime! -
Todos, salvó Hegemon y su compañero, me miran seriamente y me comienzan a atacar.
Ahora mismo debo esquivar sus ataques, solo tengo una vida, pero mi poder aumenta exponencialmente, por lo que cada vez es más sencillo esquivar sus ataques, solo debo mantenerme viva.
Balas, flechas, hechizos, latigazos, martillazos, cortés y muchas cosas más me rozan, me dañan y bajan mi HP, pero aún no muero.
Entonces... Me rodean y se abalanzan contra mí.
Pero antes de que pudiesen acabar conmigo, el proceso se completó.
De un salto al aire de 78 kilómetros, me escapo de sus ataques que resultaron en una enorme explosión. Desde donde estoy, busco al más debilucho y lo encuentro, un adolescente de pelo verde.
Me impulso en el aire y voy directamente hacia él; llegó en menos de un segundo y lo hundo contra la tierra.
Me gustaría matarlos, pero eso tomaría mucho tiempo; ya lo haré una vez derrote al pelirrojo.
Empiezo a atacarlos a todos, uno a uno, noto que están dando todo de sí al igual que yo, pero apenas tengo una pequeña superioridad, aun así, es lo suficiente como para mantenerme en pie.
Tantas explosiones, colisiones y golpes me han dañado, pero he vencido a estos seres desconocidos.
Preparo una embestida contra el pelirrojo y la ejecuto con todo mi poder, un poder que nunca creí ver y una velocidad que me sorprende ser capaz de utilizar, pero...
Alguien se mete en medio...
Hegemon, sosteniendo con su único brazo derecho una espada de hielo, detiene mi avance de una patada.
Cuando lo miro, noto algo que en siglos no había visto, me está mirando seriamente y no está sonriendo. Me apunta con su espada y, a diferencia de antes, sus dos ojos empiezan a brillar en su tono rojo.
- Tu eres el mal puro, el ser más repugnante que pueda existir. Naciste del odio y el deseo malicioso de la gente, y es nuestro deber detenerte. ¡Y hoy, hoy es el día! Tu fin es inminente -
Ahora yo sonrío, como si él fuese capaz de enfrentarme en mi actual estado.
Me abalanzo hacia él con mi espada en alto y le dirijo un corte con enorme poder al cuello. Pero de alguna forma consigue bloquear mi ataque sin tambalearse, entonces vuelve a sonreír.
- ¿Que? ¿Realmente creías que me podrías derrotar aun aumentando tu poder? No soy ni la mitad de fuerte de aquel - señala al pelirrojo - Desde que han llegado los demas no has tenido oportunidad - se pone en posición de combate.
Le intento dar un corte horizontal, pero el nuevamente lo bloquea. Sin embargo puedo sentirlo, está debilitado; su brazo izquierdo era un punto de apoyo y ahora que su gravedad cambio se debe sentir raro. Me pregunto cuánto tiempo podrá mantener su sonrisa.
Intercambiamos espadazos a toda velocidad, las chispas salen despedidas, el viento y el impacto destruyen el piso, y nuestras armas se agrietan; pero pese a que actualmente soy muy superior a él, aun así, me está dando batalla.
- <True Winter> - un área de 5.000 kilómetros se vuelve muy helada, con una temperatura máxima de -78.230° - <Massive> <Stalactite> - me rodean montones, probablemente unos 8.500 círculos mágicos que me dispararán picos de hielo en cuanto él los active... Si esto es todo lo que puede hacer, es obvio que está más débil de lo que yo esperaba. Su boca ya está sangrando un poco por la pérdida de HP y de MP.
Empezamos a dar distintos golpes de espadazos a una velocidad de la que nunca me creí capaz. Noto como retrocede poco a poco y empieza a ceder terreno. Sus estalactitas me dañaron bastante, pero sigo mejor que él. Las ondas expansivas que se generan cuando nuestras espadas chocan despejan nuestro alrededor de la nieve.
Hegemon es alguien de armas duales, está en clara desventaja al tener un solo brazo, y se hace evidente cuando por fin consigo apuñalar su estómago.
Él vomita sangre y vuelve a sonreír mirando hacia arriba.
- Supongo que les veré pronto ¿No?... Por lo menos lo intente... - Hegemon cae al piso con los ojos cerrados y una sonrisa en su rostro.
Mi objetivo está hecho, aunque me molesta que haya muerto con una sonrisa y el hecho de no haberle hecho sufrir por la falta de tiempo... ¡Falta de tiempo!
- ¡Debo detenerl...! - me volteó a donde estaba el pelirrojo, pero no lo veo, no lo veo en ningún lado.
Me desespero hasta que alguien toca mi hombro, al girarme veo al pelirrojo detrás mío con sus ojos celestes brillando.
- ¿Dije magia de sellado? Quise decir, magia de aniquilación - me sonríe - <Final Existence> Esto tomará tan solo un par de segundos -
Cuando estoy a punto de atacarlo con mi espada, algo la detiene desde atrás y la inutiliza volviéndola hielo.
- No, aun no me rendiré - dice una voz muy familiar detrás mío - Yo, Hegemon, tengo un sueño, y nunca me he rendido -
Al girarme veo a Hegemon, en su forma de Rey Demonio (cuernos, pelo blanco, ojos celestes) y el brillo de sus ojos titila, pero sonríe con sufrimiento aun así.
- ¿C-Como es posible? - es lo único que puedo preguntar.
El levanta los hombros como respuesta.
- ¿Voluntad supongo? - dice Hegemon en un tono inseguro - Pero tu sabes mas de eso que yo, aren't ya? ¿Qué más que tu perseverancia en intentar matarme pese a que has muerto millones de veces en el intento? Aunque creo que un poco de la inspiración de cierto réquiem me ha llegado... Exacto, es lo que piensas, Suraimu Buru Requiem -
- Hegemon, cuando quieras - le avisa el pelirrojo y seguido de eso bosteza - después de esto dormiré una larga siesta -
- Tic tac toc, en tu cara perra - me despide Hegemon.
Un círculo mágico tan grande como un planeta aparece debajo de nuestros pies, estando nosotros exactamente en el centro.
Este par, al igual que a todos los que había noqueado desaparecen del lugar, dejándome sola en este lugar.
Del centro sale disparado un rayo hacia el cielo, y en un instante, este rayo se expande por todo el círculo mágico, asesinándome instantáneamente y terminando con mi existencia.
Supongo que aquí termina todo... ¡Ja! ¡Como si me fuese a rendir tan fácilmente! ¡Es como dijiste Hegemon, mi perseverancia es mi mejor don! ¡He estado preparándome por siete siglos para vengarme de ti, puedo esperar todos los milenios que sean necesarios! ¡Jijijijijiji!
Unos días antes de la actualidad
Hegemon The Narrator
Me despierto de esa pesadilla, estoy sudando y mi respiración es agitada. Me siento descompuesto, creo que vomitare en cualquier momento. Aún así sigo sonriendo
- Por... Lo menos... Solo fue una horrible, horrible pesadilla -
Habilidad "Posibilidad" Desactivada
¿Qué... mierda...?
- ... "Ayuda" ¿Qué mierda es esa habilidad? - susurro para que las demás no me oigan ya que están durmiendo.
Posibilidad le muestra un futuro posible a su usuario, usualmente un escenario negativo para conseguir evitarlo.
Ya... Veo... ¿Y cuándo conseguí esa habilidad?
Adaptabilidad se la otorgo mientras dormía.
... ¿Se puede evitar lo que vi?
Así es, aunque es algo complicado. Lo ayudare en lo que pueda, mi señor.
Mi sonrisa se fortalece, pero no estoy feliz para nada.
Entonces ya tengo una nueva misión ¿Eh?
Miro a mi costado y veo a mis amigas dormir tranquilas. Le acaricio y juego con el cabello de Ruzerya, que se encuentra a mi lado.
Yo evitaré esa situación, eliminaré a esa amenaza antes de que ocurra todo eso. También deberé conocer a todas esas personas raras que estaban conmigo, aunque alcancé a reconocer a Hitbun y su gemela rubia, y a los otros dos con sus versiones en otro color, ¿Serán todos dioses? ¿Quién era el que estaba conmigo?
También sospecho que el brillo en los ojos era... ¿Cómo era el nombre? Recuerdo que en mi otra vida lo sabia... ¿Maná puro...? Tal vez...
Y mi otra duda es ¿Por qué tenía el pelo celeste, los ojos rojos y sin cuernos? Esa es la descripción que me dieron cuando destruí aquel reino... Curioso.
Espero que todas estas dudas se puedan responder en este instituto, si no es así... ¿Lo destruiré? Maybe... I don't know... Not sure, lo dejo así.
- Je - suelto una risa oscura.
Esto no me gusta nada y no pienso actuar como un edgy.