A la mañana siguiente, Bakugo tuvo que ir a la enfermería a que Chiyo le revisara, mientras Mina, Kaminari y Kirishima fueron al despacho del director por orden de la profesora Kayama.
Ninguno de ellos se cruzó con ninguno de sus compañeros en su camino, y al llegar al despacho, vieron sentado delante del escritorio a Toshinori Yagi, que les esperaba con una sonrisa.
-Bien, chicos. Supongo que sabréis la notable imprudencia que habéis cometido.
Los tres asintieron, Reiji ya les había dicho eso la noche anterior, y aunque el profesor les dijo que lo importante era que salvaron a Katsuki, puede que el director no pensase igual.
-Habéis incumplido muchas normas del reglamento, motivo suficiente para expulsaros. Por lo tanto,-hizo una pausa. Denki y Mina temblaban en su sitio.-seréis condecorados con el premio a Servicios Especiales al Colegio.
Los tres abrieron mucho los ojos. ¿Les iban a premiar por quebrantar normas? Mina y Denki saltaron de alegría, y abrazaron a Eijirou celebrándolo.
-Ahora, si no os importa Ashido, Kaminari. Me gustaría que llevaseis ésta carta con una orden de puesta en libertad a Azkaban. Creo que todos queremos a nuestro guardabosques devuelta.
-¡Sí señor!-gritó el rubio tomando la carta y saliendo corriendo del despacho. La chica le siguió mientras le gritaba que era un irrespetuoso.
Dejaron a Toshinori y a Kirishima solos. El pelirrojo reía en su interior por el comportamiento de sus amigos.
-Kirishima.-dijo Toshinori llamando au atención.-Primero de todo, quisiera darte las gracias.
El chico no entendía nada, pero el director continuó.
-Debes de haber demostrado una gran lealtad hacia mí en la Cámara. Sólo
eso puede hacer que acuda Fawkes.
El chico se sonrojó por las palabras, y asintió tímidamente.
-Sin embargo,-prosiguió.-presiento que hay algo a lo que no dejas de darle vueltas.
-Bu-bueno...-Eijirou se rascó la mejilla dubitativo.-Es que no puedo evitar ver algunas similitudes entre Norel Alfon y yo señor...
-Es cierto. Ambos sabéis hablar pársel, un don muy poco común, como espero que sabrás.-El chico asintió.-Verás Eijirou, tú sabes hablar pársel porque Norel también sabe. Si no me equivoco, te transfirió parte de sus poderes la noche que te hizo esa cicatriz.
El director señaló el ojo derecho de Kirishima, y él se lo tocó, notando su cicatriz.
-¿All For One me transmitió poderes, a mí?
-Sí, aunque por supuesto no intencionadamente.
-Entonces...-Dijo deprimiéndose.-Yo tendría que estar en Slytherin.
-Si bien es cierto que posees muchas cualidades de esa casa, no estás en ella. ¿Por qué el Sombrero te puso en Gryffindor?
-Porque yo se lo pedí.
-Exacto.-Toshinori sonrió.-Son nuestras elecciones las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades.
Al decir eso, Kirishima se sintió mucho más aliviado, pero no del todo, y eso el director lo notó.
-Quiero que observes esta espada.
Se levantó y fue a una repisa, donde descansaba la espada que Kirishima había utilizado en la Cámara. La puso en el escritorio y señaló un lado del filo. En él había grabado un nombre: Godric Gryffindor.
-Sólo si verdaderamente perteneces a Gryffindor puedes sacarla del Sombrero, y por lo que sé tú lo hiciste.
Se quedaron en un silencio agradable. Al menos eso creían, porque de un momento a otro la puerta fue azotada, y en el umbral se vio al padre de Monoma, y para sorpresa de Eijirou también a Dobby, que estaba encogido detrás de él.
-Buenos días, señor Monoma.
El hombre se notaba a kilómetros que estaba en total descontento al ver a Toshinori allí. Se acercó a donde estaba apartando a Kirishima de un empujón, y sonrió con sorna.
-Así que es verdad que ha vuelto.
-Bueno, cuando el Consejo recibió la noticia de que el hijo de Masaru
Bakugo había sido asesinado, me pidieron que volviera inmediatamente. Algunos incluso decían que usted les había amenazado con echar una maldición sobre sus familias si no accedían a destituirme.
Toshinori y Kirishima veían con una sonrisa la cara pálida de Monoma, y cruzaron miradas intentando aguantar la risa.
-¿Así que... ha encontrado al culpable?
-Sí, así es.
-¿Y quién es, si puede saberse?
-All For One, pero ha actuado a través de otra persona, por medio de este diario.
De un cajón sacó el diario agujereado y se lo enseñó a Monoma.
-Por suerte, Kirishima y sus amigos consiguieron traerlo, porque si no Katsuki Bakugo no tendría pruebas que negasen que él no hizo todas esas acciones.
Mientras, Kirishima se fijó en que Dobby señalaba el libro y luego a Monoma. No lo entendía muy bien, pero se hizo una idea. Sin embargo, dejó de prestarle atención cuando la mirada de los dos adultos se posó sobre él.
-En ese caso es un alivio que el pequeño Kirishima estuviese ahí.
Monoma lo taladraba con la mirada, pero el chico no apartó la vista, y le miró con el ceño fruncido.
Tras unos segundos de silencio, Monoma se dio la vuelta, dándole tal patada a Dobby que rodó por las pequeñas escaleras que poseía el despacho, y profiriendo un pequeño grito de dolor.
Ambos salieron por la puerta, y tan pronto como se cerró, Kirishima se volvió hacia Toshinori.
-Director, ¿podría quedarme con eso?
Señaló el diario indeciso. Toshinori asintió con su típica sonrisa y se lo tendió. Tan pronto como lo tuvo entre sus manos, Eijirou salió corriendo en busca de Monoma y Dobby, que iban caminando por un pasillo.
-¡Señor Monoma, espere!
El rubio se giró, y esperó con una clara cara de enfado a que el chico llegase. Kirishima le tendió el diario cuando lo tuvo en frente.
-¿Y eso?
-Bueno, pensé que debía devolverlo. Creo que fue usted quien lo metió en el caldero de Katsuki, así que debía devolvérselo.
Puso su cara más inocente mientras Monoma tenía un tic en el ojo por lo que acababa de decir. De un manotazo le quitó el libro y se lo lanzó a Dobby.
-No tienes pruebas, mocoso. ¡Nos vamos Dobby!
El elfo iba a seguirle, pero Kirishima le hizo gestos para que abriese el diario.
-¡Dobby, he dicho que vengas!-gritó Monoma girándose.
Pero su enfado pasó a ser un momento consternación cuando vio al elfo sacar un calcetín del diario.
-El amo le ha dado a Dobby un calcetín, ¡Dobby es un elfo libre!
-Tú...-dijo Monoma acercándose otra vez a Eijirou.-¡Has hecho que libere a mi esclavo!
Justo cuando iba a ponerle la mano encima, algo lo echó para atrás consiguiendo que se estampase en una pared, adolorido.
-Usted no va a hacer daño a Eijirou Kirishima.-dijo el elfo sonriendo.
Monoma se levantó, y echándoles una última mirada se fue de allí. Dobby se giró hacia el pelirrojo, y tras agradecerle un millón de veces, se fue con un chasquido.
Disfrutaban del agradable almuerzo. Bakugo había vuelto de la enfermería tras un análisis completo, y les había dicho que los petrificados volverían en cualquier momento. De echo, algunos ya habían sido despetrificados.
En la mesa de Ravenclaw podían ver a Tsuki charlando con una amiga suya, y a unas sillas en la mesa de Gryffindor se encontraba Kota con su inseparable cámara de fotos.
Mientras disfrutaban de la comida, las puertas del Gran Comedor se abrieron un poco, dejando ver a un chico de pelo negro. Inmediatamente Kaminari se lanzó hacia él a la vez que lloraba. Por la fuerza con la que se había lanzado, Sero cayó al suelo con el rubio encima.
Y si creía que eso era todo estaba equivocado, porque su amiga de pelo rosa y el pelirrojo se tiraron igualmente, provocando que Sero fuese brutalmente aplastado por sus tres amigos.
Sin embargo, fue un reencuentro lleno de risas.
Además, esa misma tarde tras contarle a Sero todo lo q había pasado, vieron a Taishiro acercarse. Los cinco chicos (sí, incluso Bakugo) le abrazaron felices por volver a verle, y le pusieron al día de todo lo que pasó en su ausencia.
Cuando tuvieron que tomar el expreso de Hogwarts, todo había sido devuelto a la normalidad. Monoma estaba menos insoportable porque a su padre le echaron del Consejo, Bakugo volvía a maldecir a todos, y Sero y Mina impedían que Kaminari cometiese otra estupidez.
Eijirou miraba junto con Bakugo como intentaban quitarle una rana de chocolate de la cabeza a Kaminari mientras daba saltos por todo el compartimento del tren asustado y diciendo que la rana se iba a comer su cerebro, lo que provocaba las risas de todos.
Sólo esperaba no volver a estar incomunicado como ese verano, porque si no serían unas vacaciones muy largas, únicamente soportando la voz de su estúpido primo y sin reír con sus amigos.
Al menos, sabía que podría volver a verlos el siguiente curso, y eso nadie se lo iba a arrebatar.
Primero de todo, quiero dedicar el último capítulo a Crystal6w9. Cada vez que dejas un comentario me río mucho, y me alegra que te guste mi libro y lo que hago. Siempre me alegro cuando votas, porque me animas a seguir escribiendo. :3
Y hasta aquí el último capítulo del segundo libro. No se si pueda publicar mañana el tercero, pero si no será el martes. De ahí no pasa, prometido.
Espero que os haya gustado tanto como a mí. Por ahora estoy siguiendo la trama original pero creo que a partir del cuarto comenzaré a cambiar muchas cosas, y a alargar metiendo relleno de mis ships :3. Ya lo veréis.
Sin más, me despido hasta el Prisionero de Azkaban.