—¿Que?— por poco me atraganto al escuchar lo que dijo mi amiga. La veo asentir y elevar las cejas.— No, tiene que ser un error...él —
—¡No seas tan estúpida, Min! Te estoy diciendo que si es cierto.— me recuesto de la encimera y trato de procesar bien la información.
Si esto es cierto, entonces ¡Le gusto a Jungkook! Oh yisus~
—¡Espera un momento! ¿por eso no deja de verme? Quizá quiere hablar conmigo sobre eso ¿huh?
—Que demonios voy a saber yo. No soy la mente de Jungkook— dice con ironía. Hago un mohín.—, pero es lo mas probable. Te dije esto porque eres mi amiga y hoy es el cumpleaños de Jimin, seria aburrido que hubiera tensión entre nosotros. No quiero eso. Ahora — me toma por los hombros.—, salgamos allá afuera, porque tengo la impresión de que se puso bueno, y, solo diviertete. Ya sabemos que si le gustas a Jungkook.— suelto una risita y le doy un abrazo emocionada.— ¡Ya! Sueltame, me sacaras lo que desayune hoy.
La suelto.
—¡Vamos!— digo en cuanto escucho una música muy alta.
Por mas que me lo digan no estaré segura hasta escucharlo de él.
Atravesamos la sala y llegamos a la puerta que da al patio. En cuanto salimos la musica y gritos entre risa invaden mis oídos. Una ligera brisa pasa entre nosotros y me estremezco. Como haga mas frío tendré que ir por una chaqueta.
Veo a mi al rededor y noto que hay mas personas ¿que rayos?
—¿Quienes son?— pregunto.
—Que diablos voy a saber.
A excepción de nuestros amigos hay ocho personas mas. Busco a Jimin o Hyesun con la mirada y cerca de la baranda la veo conversando con una chica muy alta. Tomo a Mari del brazo y a medida que nos acercamos puedo distinguir quien es y, si mal no recuerdo es su prima.
—¡Chicas!— dice en cuanto nos ve. Hyesun voltea al instante.
—¿Donde estaban?— exclama Hyesun.
Bien, dejen que entienda un poco. Nos vamos solo por diez minutos y ya hay mas personas aquí, lo que algunos tienen en sus manos se supone es alcohol y Hyesun esta algo rara.
—¿Estas tomando?— es lo primero que digo. Ella asiente y suelta una risita.
¡Ay no! Tendremos que vigilar que no haga una estupidez o de lo contrario nos odiara.
—Haz lo que quieras.— dice Mari.— Pero nada de lo que te arrepientas mañana.— la prima de Hye rie. Dice algo que no logro entender y se va con quienes creo son sus amigos. YoonGi esta en el pequeño grupo.
—¿Donde esta Jimin?— pregunta Mari.— Ya oscureció ¿no deberíamos darle los regalos ya? Además, cambiarnos de ropa estaría bien. Esta haciendo algo de frío.
Los demás están riendo, platicando y lanzándose a la piscina, pero no veo a Jimin. Por cierto, ¿meterse al agua en una noche fría no puede dar hipotermia?
—Esta por allá...— Hyesun señala hacia un dirección.
Cerca de la mesa de bocadillos (la cual esta prácticamente vacía) esta Jimin, Jungkook y Taehyung. Me detengo solo en Jungkook y veo como rie de algo que dijo alguno de los chicos. No obstante una chica se acerca a ellos. El hecho de que lleve puesto un bikini y solo una tela transparente encima de este me hace activar el modo celos masivos oculto en lo profundo de mi ser.
¿No tendrá frío?
Mari se separa de nosotros y va hacia ellos. Hyesun y yo solo nos quedamos observando un poco sorprendidas.
Vemos como nuestra amiga se acerca a ellos. La chica le sonríe, pero después borra su sonrisa poco a poco. No podemos ver la expresión de Jimin y Taehyung porque están de espalda, pero Jungkook se ve un poco sorprendido. Hyesun me toma del brazo para acercarnos y yo intento frenarla. En cuanto estamos tras ellos la chica nos mira y yo, intencionalmente le doy una mirada que si fuera láser le traspasaría el cráneo.
—Fue un gusto conocerlos...— dice la chica y con una semi reverencia se va.
Pero que mal educada, ni se presento a nosotras.
Mari se lleva a Taehyung agarradado de la camiseta y escucho como le dice que debería ir por algo mas abrigador. Hyesun me suelta y toma a Jimin del brazo, sin decir algo se lo lleva con sigo y la sigo con la mirada. Veo que se detiene junto a Hoseok y Nam. Mi mente me dice a gritos que estoy sola frente a Jungkook y siento como mi corazón se altera.
¡¿Que hago?! ¡¿que digo?!
Como idiota sigo con la mirada en los chicos y comienzo a juguetear con mis manos. Siento que posa su mirada en mi y me pongo aún mas nerviosa. Ya se activo mi lado marica. A veces odio sentir pena. Muerdo mi labio inferior cuando lo oigo balbucear.
—Min...— me animo a verlo.
—Jeon.— no puedo mantenerle la mirada y la bajo hacia sus manos. Veo como sostiene un baso y el contenido parece ser alcohol.
—Es un poco de Vodka.— rie nervioso.
Desvío la mirada hacia un lado y veo la mesa de bocadillos. Los recuerdos vienen a mi mente en cuanto veo la mesa y pienso en alcohol. Reprimo una risa al ver que YoonGi se acerca y toma un bocadillo dulce, se percata de mi y me da una mirada que me hace recordar el día de su fiesta de cumpleaños.
Lo siento, amigo.— pienso.
Una vez mas el viento sopla aire frío y me estremezco.
—Deberías usar algo abrigador...— comenta Jungkook. Lo miro y rápido desvía la mirada.
Que actúe así lo hace ver muy tierno y quiero sonreír.
Veo sus pantalones cortos y su camiseta holgada.— Tu también deberías abrigarte.— digo logrando que vuelva su mirada hacia mi.— No estaría feliz si tienes un resfriado.
No aparto mis ojos de los suyos y él tampoco lo hace. Luego de una milésima de segundos veo como sus ojos se achican un poco y sus comisuras se elevan ligeramente sin mostrar su dentadura.
Extrañaba ver esa expresión.
Esta a punto de decir algo, pero el lugar queda en silencio y Namjoon comienza a decir algo. Jungkook y yo nos acercamos a nuestros amigos.
—...un muy buen amigo de la infancia y propietario de este lugar acaba de llegar.— informa.— A venido a compartir con nosotros y trajo pizza.— se escucha un bullicio emocionado.
Quien sera el amigo de Nam y dueño de esta hermosa casa. A de ser muy hermoso.
Todos esperamos en silencio hasta que una figura masculina y alta aparece.
—Hola chicos.
—¡¿El doctor?!— se escucha la sonora exclamación. Todos estamos un poco sorprendidos, no esperábamos verlo a él.
—¡Woah! Que pequeño es el mundo.— dice Taehyung.
Seokjin saluda a una pareja que parecen ser sus amigos, luego YoonGi le presenta a sus amigos donde esta incluida la prima de Hye. Por ultimo se acerca a nosotros con una gran sonrisa que se me es contagiada. A la final si pude verlo de nuevo y no como paciente. Esto es increíble.
—Creo que ya los he visto a todos.— dice estando frente a nosotros.—¿Como han estado? Es bueno verlos y celebrar juntos.
Los chicos responden y se dan la mano. Quizá esto seria algo raro, pero se siente como si fuera uno de nosotros así que disfrutamos de la fiesta e iniciamos una platica grupal donde indagamos sobre como es el trabajo de Jin. Muy agradable todo.
Pasan los minutos y decidimos ir a cambiarnos por algo adecuado a la noche fría. Ya estando todos abrigados Taehyung propone que es momento de que Jimin obtenga sus obsequios.
¡Dios! Es tan impaciente como Mari.
***
Ya casi es media noche y Namjoon a propuesto hacer una fogata en la playa. Hasta ahora nadie esta un cien por cien ebrio y eso es bueno. Aunque, de Hoseok y dos chicos invitados de Nam no se que decir. El pobre Hoseok tiene las orejas y mejillas muy rojas, pero aun parece sobrio. Gracias al cielo Hye decidió no seguir tomando. Por mi parte después de la fiesta de YoonGi me prometí no volver a tomar y embriagarme. Pretendo cumplir eso.
Todos se adelantan y Nam me pide el favor de buscar dos bolsas de malvaviscos que están en la cocina. Accedo porque ya estuve allí antes con Mari y voy por ellos. Al tenerlos en mis manos salgo dando zancadas para ver si los alcanzó, pero me detengo en seco al ver a Jungkook de espalda junto a la baranda. Decido caminar en silencio, pero me siente y se da la vuelta.
—Min Soo.— me mira.
—Jungkook.— me detengo.
Veo como pasa saliva.
—¿Podemos hablar?— veo las bolsas de malvavisco e intento usarlas como excusa, pero no lo hago.
Creo que ya es momento que hablemos sobre lo que paso. Necesitó saber como se siente y confirmar si lo que dijo Mari es verdad. Lo que digamos esta noche determinara lo que haré después de este día. Estoy dispuesta a dejarlo ir si de verdad esto es unilateral.
—Podemos hablar.— respondo luego de unos segundos.
—¿Quieres sentarte?— señala las perezosas.
—Claro.
Me siento en una de ellas cerca del espaldar, apoyando mi espalda dejo mis piernas fuera y queda mucho espacio libre. Jungkook se sienta a mi lado sorprendiéndome un poco. Esperaba que se sentara en la otra, pero no me incomoda.
Escucho como deja salir un suspiro y luego me mira. Mi corazón da un vuelco y los nervios me quiere hacer una mala jugada; mi estomago se retuerce. Deja de verme y mira el cielo nocturno relajándose.
—Jungkook...— intento hablar al ver que no dice nada.
—Dejame contarte una historia, Min...— me interrumpe.
Hago silencio y estúpidamente me aferro a las bolsas de malvaviscos dándole tiempo para que piense en como iniciar.