—𝓢𝓮𝓰𝓾𝓷𝓭𝓪 𝓹𝓪𝓻𝓽𝓮 𝓭𝓮𝓵 #55—
— ¿Le parece si empezamos ya? —dijiste entre una sonrisa.
Después del accidente con Namjoon ya nadie había tocado el tema, ni te habían llamado para poner un cargo ni para decirte que estabas despedida pues estaba más que claro.
Buscaste algún trabajo por cualquier lado ya que la paga de la renta de tu departamento se estaba acercando junto con otros pagos, y el dinero no te estaba ajustando.
Después de tener una crisis en tu habitación la empresa RBW te había llamado para contratar tus servicios por qué necesitaban tomar algunas fotos del talentoso grupo llamado MAMAMOO.
— Lamento decirle esto pero el ceo ha cancelado sus servicios.
Ya te habías imaginado la razón del porque tan repentino arrepentimiento pero aún así te atreviste a preguntar.
— ¿En serio? ¿Se puede saber el por qué?
El chico no dijo nada, solamente te extendió su celular para que miraras un video. En el se encontraba un personal de la empresa BIGHIT hablando sobre el accidente que había sucedido hace unos días y donde explica que esto ya había sucedido más de dos veces. En el video te describían como una violenta.
Te parecía sorprendente cómo le estaban poniendo de más al asunto ya que solamente había sucedido una vez.
— Entiendo, no le voy a negar que esto es verdad pero le puedo demostrar que no soy así.
— Lo lamento no puedo ayudarla.
— Si quiere puede ponerme en vigilancia para demostrarles que no soy violenta —insististe.
— Lo siento y le pido que se retire por favor.
Rodaste los ojos para después suspirar.
— Está bien, gracias de todos modos.
Al terminar de tomar tus cosas te marchaste de ese lugar. Si tomos tenían esa imagen de ti jamás encontrarías un trabajo y pronto te echarían de tu departamento, así que preferiste ponerle un alto a todo esto.
En menos de media hora ya te encontrabas en las puertas del gran edifico de BIGHIT lista para llegar a un acuerdo y quitar esa mala imagen de ti.
— Usted no puede pasar —informó el hombre de seguridad a la vez que se imponía en tu camino.
— Solo quiero hablar con el ceo, serán unos minutos.
— No, su presencia no es bienvenida aquí.
— Solo quiero pasar, déjenme pasar.
Estabas muy aferrada a esto que estaba bastante claro que no te irías de allí sin antes hablar con el ceo.
Hasta intentaste entrar a la fuerza pero por obvias razón no tenías éxito, hasta comenzaste a gritar para ver si algún alma caritativa te ayuda a entrar. Esto último no pasó hasta diez minutos después.
— Déjala pasar.
Una voz masculina se escuchó a las espaldas del hombre de seguridad y los dos miramos hacia él. Era el chico que estaba a un lado de ti durante la sección fotográfica.
El hombre de seguridad se hizo un lado y tú lo miraste desafiante porque él te estaba mirando con enojo.
— Así que aquí estás de nuevo —soltó mientras te observaba.
— Si, quiero hablar con el ceo. —respondiste mientras los dos caminaban.
— Me imagino el porque. Por cierto —agregó mientras sacaba algo de su traje—, se te olvidó un lente.
— Oh muchas gracias —le sonreíste y tomaste el objeto.
— Yo te recomendaría que primero hables con Namjoon ya que el ceo le tiene más prioridad a él.
— ¿Eso es en serio? —respondiste con fastidio de tan sólo escuchar su nombre y lo que puede llegar hacer.
— Así es, es un completo idiota, pero en fin. La sala de reuniones está por allí. —te sonrió.
Le agradeciste una vez más y te encaminaste hasta esa sala. La gente que te encontrabas en el camino te miraban sin ninguna expresión solamente te ignoraban.
Al entrar a la sala te encontraste con la persona que menos querías ver en el mundo, pero si querías llegar a un acuerdo tenías que enfrentarlo.
— Sabría que vendrías en el menor tiempo posible al ver ese video —soltó una risa que se hizo resonar en tu mente.
— Ajá si, como digas —te sentaste en el lugar más alegado de él.
— ¿Qué es lo que quieres? —hablaba con ese tono de superioridad que tanto odiabas.
— Quiero que borres ese video, además, quiero que me des una explicación del por qué le agregaste cosas de más.
— ¿Cosas de más? Yo sólo dije lo que pasó —habló sin dejar de mirarte, pareciera que quisiera intimidarte.
— No te hagas tonto que bien sabes que sólo ocurrió una vez. Quiero que borres ese video ahora. —hablaste con firmeza.
— Podría borrarlo... pero quiero algo a cambio.
Sabía que Namjoon no borraría ese video aún pidiendo lo que sea, así que preferiste seguirle la corriente para que tu plan saliera como tú lo querías.
— No te voy a dar nada, debes de borrarlo porque por tu culpa me estoy quedando sin trabajo. —lo miraste con enojo.
— Es tu culpa ser una mediocre fotógrafa que no sabe hacer bien su trabajo.
El enojo estaba creciendo dentro de ti pero siempre era bueno actuar con tranquilidad a menos que llegue a mayores. Tenías unas ganas de darle otro golpe y esta era tu oportunidad porque no había nadie, pero la cosa es de que el que persevera alcanza.
— Cuida tus palabras conmigo Namjoon que no soy igual a las personas que sueles tratar. —soltaste.
— La cosa que te pido es bastante simple —mencionaba mientras se iba acercando a ti.
Y tú esperaste tranquila en tu lugar porque no querías verte como alguien débil ante sus ojos. Él era la persona menos indicada para verte en aquel estado.
Con su forma de caminar y cómo te veía te diste cuenta para dónde iba el tema, en pocas palabras él quería que te acostaras con él por lo cual tú soltaste una risa.
— Eres un imbécil, yo sería la última persona en querer acostarme contigo y con la mierda que me estás tirando NUNCA lo haría. —te pusiste de pie y lo miraste directo a los ojos con una manera retadora.
— No entiendo el por qué de tu rechazo cuando estás por tener todo esto —dijo mientras se señalaba— aparte no eres como la mayoría de las típicas chicas de aquí; todas tiernas y lindas.
Ósea que aparte de hacerme sentir menos me dice fea. Este bastardo.
— Por qué eres un imbécil con aires de superioridad.
— Entonces no borraré el video y veré cómo te mueres de hambre por no tener dinero. —soltó una risa mientras se encaminaba para su lugar.
Estabas apretando tus puños lo más fuerte que podían para no soltarle un golpe. Te sorprendías por lo paciente que estabas siendo en estos momentos, que si fuera otra persona ya te le hubieras tirado encima.
— Hablaré con tu ceo, a ver si él tiene la madurez que a ti te falta. —te encaminaste hacia la puerta.
— Ve, que de todos modos él hace lo que yo le diga —sonrió victorioso.
— Soy Lee Misook —lo miraste— recuerda mi nombre porque cuando te destroce vendrás a mi.
En cuanto terminaste de hablar saliste de la sala dando un suspiro mientras te recargabas en la puerta.
Esa había sido una grande y exitosa escena. Ahora te tocaba marcharte a tu casa y planear en quien caería la presente grabación. Por qué si, habías grabado cada una de sus tontas palabras.
Detuviste la grabación y ya estabas por encaminarte a la salida cuando una chica te tomó del brazo. Era una chica tierna y tímida que tenía un moretón en su mejilla izquierda.
— Yo tengo con que ayudarte.