Hacía más de una semana desde que volvieron a Hogwarts que Remus y Alex se encerraban en la sala de los merodeadores y no salían durante horas, tratando de hacer la poción que convertiría a Alex, Sirius, James y Peter en perfectos Animagos y bueno, nadie sospechaba nada: no era raro que los merodeadores aparezcan y desaparezcan de la nada.
-Vale, por ahora esta lista -dijo Remus observando la poción- supongo que para mañana podría estar terminada ¿no lo crees? -pregunto el viendo a la chica
-Si, eso creó -afirmó ella seriamente- sin embargo creó que deberíamos ver si el color y el humo se convierten como el libro dice o no -explico
-Sí -afirmo él y suspiro levantándose- solo espero que funcione...
-Funcionará, ya verás -dijo ella levantándose y lo abrazó- Remus, todo estará bien ¿si?
-Claro -dijo él con una sonrisa mientras la abrazaba- si eso dice mi castaña favorita ¿Cómo no lo voy a creer?
-Tonto -dijo ella riendo ante eso- vamos a buscar a los chicos para informarles que mañana mismo deberemos hacerlo para que no pase nada con la pócima.
-Perfecto -dijo él divertido- y de paso vamos a buscar chocolate ¿verdad?
-Verdad -afirmó ella riendo y tocaron la linterna flotante para que la pared se abriera, salieron sin encontrase a nadie, como era de esperarse, y bajaron a encontrarse con sus amigos que comían la merienda en el comedor, alegremente, atragantándose, como siempre, con la comida.
-¡¡Alex, Remus!! -Exclamo James al verlos y una sonrisa salió de su boca rellena de pie- ¿Cómo les fue? ¿Lograron hacerlo, terminarlo? -pregunto el viéndolos
-Sí -dijeron los dos sentándose- para mañana tenemos la pócima
-¡¡ESO ES GENIAL!! -grito Sirius y todos se giraron hacía el- ¿Qué miran? Métanse en sus propias vidas, metiches
-Que carácter Canuto, relájate -le dijo Alex divertida metiéndole un chocolate en la boca así ya la tenía ocupada, Sirius la miro con los ojos entrecerrados y ella le sacó la lengua infantilmente
-No entiendo cómo pueden solucionar nuestras vidas y seguir teniendo el mejor promedio de las clases... además de tener los deberes al día -bufó Peter que estaba rodeado de libros y pergaminos que leía o resolvía
-Es que nosotros somos... -dijo Alex con tono misterioso- unos súper genios con mente superior -dijo ella y Remus rió ante eso
-mejor dicho: sos una súper loca con mente incomprendida -dijo James y todos estallaron en risas mientras Alex hacía un puchero y mordía un chocolate "molesta"
-Bueno entonces ¿Cuándo lo hacemos? -pregunto Sirius
-Mañana, en el claro del bosque prohibido -dijo Remus seriamente- yo iré para controlar que nada malo pase, ante la menor cosa que pueda suceder me iré a buscar a Dumbledore -informo
-Tranquilo, nada malo sucederá- explico James calmando a su amigo y le dedico una sonrisa amable
-Chicos, realmente les agradezco que me ayuden -dijo Remus sonriendo- y que hasta quieran convertirse en animagos ilegales... gracias -dijo el
-No lo hacemos solo por ti -dijo Sirius seriamente- ¿Sabes acaso lo genial que sería poder convertirse en un animal cada vez que quieras? -pregunto el riendo y los demás también
Las horas pasaron lentamente y la mañana siguiente también, cuando iba comenzando la tarde los merodeadores se escaparon al claro de bosque, Remus se dedico a hacer el círculo de Merlín con los ojos cerrados murmurando muchos hechizos a la vez, luego abrió los ojos
-Bien -dijo el seriamente- Sirius siéntate en el circulo de la mente, James ve al de los elementos, Peter ve al de los movimientos y Alex siéntate en el de el amor -dijo él, luego de que los chicos le hubiesen hecho caso y se sentarán en sus respectivos círculos, Remus les fue entregando frascos con un liquido violeta dentro de él, cuando todos tuvieron uno lo bebieron y Remus pronuncio el hechizo, al instante los cuatro chicos cayeron desmayados al piso
El ave de plumas rojas que era Tom se posiciono en el hombro de Remus picándole la mejilla, Remus se giró hacía él y le acarició las plumas
-Tranquilo -dijo el- estará todo bien, está bien -dijo él con una sonrisa
Las horas pasaron, Remus iba contando cada hora: si dentro de cinco horas no despertaban iría a buscar ayuda, cuando habían pasado casi cinco horas y media decidió ir, sin embargo un ruido le llamo la atención, se giró y vio un ave rojo que volaba por el cielo y, el cuerpo de Alex, había desaparecido, el ave se paro al lado de Tom, en el hombro de Remus
-¿Alex? -pregunto él y el ave asintió como si comprendiera, el sonrió: había funcionado, se giró hacía sus amigos, sus cuerpos también habían sido eliminados y en su lugar habían una rata, un ciervo y un perro- ¿Sirius, James, Peter? -pregunto él, El perro ladro cuando su nombre fue llamado, James cabeceo con sus largas astas y Peter chillo como... como una rata
-Es genial, funciono -dijo Alex que había vuelto a su cuerpo humano, los otros la miraban con curiosidad ante eso, o bueno, mejor dicho los animales- ¿No pueden volver a su forma humana? -Pregunto y vio como los animales negaban- solo piensen en cómo se ven ustedes de forma humana -les explico, los tres cerraron sus ojos y al abrirlo eran nuevamente ellos
-Que bien -exclamo Sirius- ¿saben todo lo que podría hacer con esto? -pregunto el emocionado
-¡¡Soy un ciervo, soy un ciervo!! -exclamo James emocionado
-Y yo una rata -bufó Peter
-No es tan malo -dijo Alexandra apoyándolo
-Seguro -dijo Peter- lo dice la chica que se transforma en un ave de fuego con propiedades curativas...
-Bueno si lo dices así, todo el mundo suena genial -bromeó Remus y Alex le golpeo divertida
-Ven Tom, aléjate del tío Rem -dijo ella extendiendo sus brazos hacía Tom y el ave voló hacía su mano, todos rieron ate la manera infantil en la cual Alex y Remus se trataban
Pero todos estaban felices: habían logrado convertirse en animagos, aunque fueran ilegales.