Chaeyoung
Mina se veía más feliz que un niño pequeño en una juguetería y me pareció un lindo gesto.
Caminábamos con dificultad porque había demasiada gente en el camino. Me empujaban, golpeaban, pateaban, e incluso casi muero ahí. Soy tan pequeña que no podía atravesar y Mina seguía caminando más rápido que yo, la vi alejarse un poco de mí vista así que grité para que no se olvidara de mí.
-¡Mina! -intentaba camiar más rápido pero me era imposible con tantos empujones -¡E-Espérame! -dije casi asfixiándome con tantos apretones.
Sentí una mano entrelazarse con la mía y tirando de ella. Accedí mirando aquellos ojos que me empezaban a dar seguridad por alguna razón. Había sentido un leve cosquilleo en mi cuerpo, o mejor dicho una chispa, la cuál erizó mi piel e hizo mi corazón latir a mil por hora.
Ya estábamos en un lugar donde había menos gente y ella paró en seco. Estaba jadeando por falta de aire y ella pareció notarlo, acercándose a mí.
-Chaeyoung, ¿estás bien? -la miré -¿Quieres un poco de agua?
-N-No -mi corazón aún latía irregular y eso me empezó a poner nerviosa -Estoy... bien -exhalé profundamente para recuperar mi forma -Definitivamente estoy bien -sonreí y ella pareció aliviarse.
Miré las manos aún entrelazadas y luego la miré a ella, quién miró nuestras manos y volvió su vista a mí. Pareció notar algo de incomodidad y sacó su mano bruscamente.
Me gustaba la sensación que tenían nuestras manos entrelazadas. Esa chispa que había sentido en mi cuerpo fue la misma vez en la que la abracé, esa misma chispa hizo que mi corazón lata a mil.
Eso sonó muy masoquista, Chaeyoung.
-Lo siento por eso -miró para otro lado.
Había entendido perfectamente ese gesto. Ella no quería que me pierda.
Si ella no lo quería entonces no lo va atener, porque definitivamente entrelazaré mi mano con la de ella.
Y lo hice, sin vergüenza. Sus ojos voltearon a ver nuestras manos entrelazadas para luego parar en mis ojos, confundida y con las mejillas un poco rojas, y sí, las noté perfectamente.
-Para no perdernos -sonreí y ella hizo lo mismo, apretando más nuestro agarre.
Caminamos por las tiendas un poco más tranquilas y en silencio, pero no ese incómodo, esos silencios que precisamente se necesita en uno y el cual es aliviador. Pasamos por un puesto de helados y Mina me compró uno sin pensarlo dos veces. Caminamos mientras mirábamos todo tipo de juegos y puestos hasta que nos sentamos en una banca donde a su costado había un gran arbusto que decoraba el pequeño paisaje alejado de los puestos.
-Oye Mina... -dije mientras jugaba con mis pies y daba una lamida a mi helado.
-¿Mmm? -contestó mirando el cielo.
-No te sientes algo así como... ¿rara? -bajé la cabeza.
-¿En qué sentido? -me miró ladeando su cabeza.
-¿No crees que nuestra situación es rara? Pensar que de un día a otro estaríamos odiándonos a... no lo sé, ¿tomarnos de la mano? -arqueó ambas cejas.
-En parte sí, pensar que hace días te había tirado un plato de sopa por la cabeza y ahora estoy sentada aquí contigo hablando serenamente, sí, es algo raro -se encogió -Si el destino lo quiere así, ¿quienes somos nosotras para rehusarnos? De todos modos estamos destinados a una enemistad... -abrí los ojos de sorpresa -Sólo el sabe que nos deparará en el futuro.
Me parece haber escuchado enemistad.
¿Acaso será verdad? ¿Y sí todo era obra del destino? Tenía mucha razón en eso, ¿quién somos nostras para negarnos?
-Tal vez, aunque me cueste admitirlo, tienes un poco de razón -balbuceé.
-¿Qué dijiste? -dijo acercándose a mi rostro, especialmente a mis labios, con su oreja y una mano en esta. Sonriendo triunfante -Anda, repitelo.
Definitivamente estaba molestándome.
-Dije que eres horrible, estúpida, fea y extremadamente gay -dije en su oído, haciendo estremecerla por completo.
-Pero esta horrible, estúpida, fea y gay chica que tienes a tu lado es asombrosa, querida -sonrió en pose diva, idiota -Apuesto a que no puedes superarme -dijo mirándome, sonriéndome cínica y divertida.
-¿Estás retándome? Soy mil veces mejor que tú -dije acercándome a ella, desafiante, acordándome que tengo ventaja sobre una cosa -Además, tengo ventaja -crucé mis brazos -Encanto a las chicas a la primera -arqueé una ceja mientras ella fruncía el ceño.
-Eso no vale, tienes pene, Chaeyoung. ¡Eso... eso es trampa! Las lesbianas desean más los dedos que un miembro, así que toma eso, fenómeno -sonrió triunfante mientras festejaba haciendo todo el ruido posible captando toda la atención de la gente.
Miré hacia otro lugar negando. Algo que me pareció extraño es que una pareja se parecían mucho a Momo y Dahyun. Aclaré mi vista un poco y ellas dieron la vuelta, dirigiéndose más rápido hacia mí, confirmando que lo eran.
¡Oh dios mío! Me van a ver con Mina.
Ya me estoy imaginando la negación de estas, enojadas y seguramente pateándole el trasero a Mina.
¡No, me rehúso!, se supone que sería secreto hasta algunos meses cuando todo vuelva a la normalidad.
-Mina... ¿podrías hacerme un favor? -dije nerviosa y casi sudando.
-Eh... sí, lo que sea -dijo confundida -¿Está...
No lo pensé dos veces. Literalmente agarre la cara de Mina y la tiré hacia los arbustos que estaban a su lado, escondiendo todo su cuerpo y, por si acaso, tapando todo rastro con mi cuerpo.
-¡Chaeyoung, la puta madre! -dijo gritando, podía notar su enojo sin siquiera haber volteado.
-¡Hola perraaa! -dijeron al unísono mientras Momo me tomó por la cintura como si fuéramos pareja, pero sabía que era amistosamente, y Dubu sólo me saludó formal. Escuché a Mina gruñir fuerte haciendo asustar a Dahyun.
-¿Y eso? -miró a los arbustos confundida. Tenía que inventarme algo rápido antes de que descubra que estuve con la más zorra, y probablemente abusadora, Myoui Mina.
-Fue mi estómago, realmente tengo mucha hambre, no sabes cuanto -hice hincapié en el "cuanto", alargando este, mientras rezaba para que se lo creyeran.
-A todo esto... ¿Qué hacías acá sola en un lugar de parejas? -dijo Dahyun divertida, riendo cuando dijo "Lugar de parejas", idiota.
-Quería divertirme y tomar aire, ya sabes, estar pendiente de las tareas y todo eso es muuuy estresante -dije abanicándome con mi mano, un poco nerviosa tratando de no profundizar la conversación.
-Bueno, que malo es verte aquí, sola y sin protección -dijo un poco apenada, pero pronto sus ojos se abrieron y empezó a dar saltitos -¡Pero podrías venir con nosotras! -reí ante su comportamiento. Momo muchas veces podía ser infantil, demasiado para mí, pero aún así la quería mucho.
-No te apresures, amor. Dijo que necesitaba tiempo para ella -habló Dahyun calmándola y riendo -Pero sí quieres -me observó sonriendo -Puedes venir con nosotras, no nos molesta en absoluto.
-No, gracias. Estoy esperando a alguien que se fue al baño, así que... -me encogí de hombros al no saber que decir.
-Oh, bueno, si estás con alguien entonces deberíamos seguir nuestro camino -dijo la misma.
-Entonces... adiós -dije despidiéndome.
-Nos vemos mañana, Chae -dijeron al unísono, saludando cortésmente y yéndose por su camino.
Miré al arbusto y reí. Ni siquiera se dieron cuenta de que Mina estaba aquí. Eso me alegra y aterra al mismo tiempo.
-¿Ya puedo salir? -escuché su voz media ronca, debe de estar enojada y eso me puso un poco loca.
-Sí, ya puedes -estiré una mano en su dirección y dos brazos salieron para agarrar el mío. Hice fuerza y la vi toda llena de hojas, saliendo de ese arbusto -Estás llena de hojas -reí, se veía linda.
-Huelo a árbol, Chaeyoung, y de seguro a meada de perro -dijo sacudiéndose mientras la miraba. Se veía linda -¿Vas a ayudarme o qué? -dijo enojada y sacando humo por la nariz.
Me dispuse a ayudarla. Sacudí toda su ropa de atrás hacia adelante. Me detuve al ver su trasero, por dios era hermosamente perfecto. Me mordí el labio ante el pensamiento de mierda que estaba teniendo.
-¿Qué estas mirando? -dijo dándose la vuelta, al parecer se dio cuenta. Frunció el ceño.
-¿Quieres que sea honesta?
Asintió algo ¿entusiasmada?
-Tu culo -dije seria, tratando de evitar la carcajada que iba a salir por mi boca. Dios, debía haber tomado una foto de su cara si tan solo alguien no hubiese roto mi teléfono.
-¿Te gusta lo que ves? -dijo cínica y me sonrojé. ¿Por qué me sonrojaba? No me esperaba esa respuesta para nada.
-Lo odio -dije mirando para otro lado, tratando de disimular mi sonrojo -Es feo y plano.
Mentira. Era bonito y con relieve. Dios, ¿por qué estoy pensando eso? Sácame estos pensamientos satánicos por el amor de Jesús.
Primero tuve una erección por culpa de esta persona y tuve que masturbarme pensando en ella que casualmente no me disgustó, es más, me gustó demasiado. Segundo, tomas su mano como si fuera la cosa más normal del mundo, siento tu peor enemiga. Tercero, le miras el sexy y provocador culo que tiene. No puedo entenderme en nada. Me hace mal, demasiado mal.
-¿Y por qué lo mirabas? -sonrió mordiéndose el labio.
-Porque... cállate -miré para otro lado mientras caminábamos hacia quién sabe donde. Yo sólo seguía a Mina.
El sol estaba cayendo y ya era prácticamente de noche. Llegamos a lo que parecían unos arbustos y la mire confundida, ¿Arbustos? ¿Qué clase de broma es esta?
-Mina, no hay más camino -me observó y sonrió.
-Sólo cállate y sígueme -me estiró la mano para que la tome. Gruñí, no sabía lo que planeaba esta mujer así que no tome su mano y me rehúse a caminar -¿Por qué haces todo difícil, fenómeno? -tomo mí muñeca bruscamente y me arrastro, literal, por los arbustos.
Las ramas pegaban en mi rostro e incluso rasguñaban mis brazos y piernas, no saben cuanto me dolió.
-¡La puta madre, Mina! -dije safándome de su agarre cuando pareció frenar de golpe. Sacudí mis brazos ya que habían hojas en ellas y la observé.
-Mira -señaló algo que no sabía que era y giré para verlo también -¿No es hermoso? -dijo sentándose en el pasto, hice lo mismo mirando a mi alrededor.
Habían personas, pocas, pero no me importó tanto.
Miré hacia donde Mina apuntaba.
Dios, la vista es realmente preciosa y sumando que era de noche lo hacía lucir más perfecto de lo que ya era.
La luna, al parecer llena, se reflejaba en el río, alumbrando todo el hermoso relieve que había a nuestro alrededor. Todo era realmente precioso.
Volví mis ojos a Mina, ella al parecer me estaba observando.
-¿Te gusta? -dijo feliz, era la primera vez que escuchaba ese tono en ella.
Mi corazón se aceleró, estábamos tan cerca la una de la otra que prácticamente podíamos oír nuestra respiración.
-Es realmente precioso, Mina -dije sonriendo, porque realmente lo era.
Nos observamos por unos minutos.
La luna alumbrándola la hacía ver realmente hermosa. Mis mejillas ardían y mi corazón se aceleró más de lo que palpitaba antes.
Inconscientemente acerque mi rostro hacia el de ella, esperando que me alejara o me gritara por intentarlo, pero al contrario de eso, se acercó más a mí.
Sentí unas ganas enormes de besarle. Sea o no mi enemiga, las tenía. Quería probar esos labios carnosos que lucían perfectamente besables. Cada parte de mi cuerpo temblaba al sentir su respiración en mi piel, era tan suave el movimiento que hacía estremecerme por completo. Mi cuerpo se tensaba al sentir su rostro más cerca del mío, no podía controlarme más, no podía soportarlo más.
Corté con la distancia que nos separaba y la besé. Sí señores, estoy besando a mi enemiga que actualmente es mi niñera. Oh dios mío, sus labios sabían como la maldita fruta prohibida, eran tan deliciosos que estaba decidida a ser mi nueva droga, porque dios mío, sí que besa demasiado bien. Un cosquilleo invadió mi cuerpo, temblando ante el acto.
Pensé que me iba a alejar y a gritarme, pero no, definitivamente estaba correspondiendo mi beso.
Nuestros labios se movían como si fueran bailarines, al compás de la canción.
Me separé, la falta de aire me impidió seguir con esos hermoso labios que quería volver a besar una y otra vez.
-Chaeyoung -respiró entrecortado acercándose más a mí.
No me dio tiempo a responderle porque volvió a besarme. Pero no un beso lento, un beso apasionado. Instintivamente coloqué mis brazos alrededor de su cuello y ella sus manos en mi cabello. Lamió mi labio, no sé que era eso, pero me excitó demasiado que jadeé al simple hecho de su lengua tocando mi labio. Ni bien lo solté ella recorrió mi cavidad bucal con su lengua, explorando cada rincón salvajemente para luego encontrarse con la mía y jugar con ella. Enredó sus manos en mi cabello y me empujó para profundizar el beso, gemí ante el acto.
Sentí un cosquilleo en mi parte baja y me separé, respirando entrecortadamente.
-V-Vamos a casa... -dije tratando de recuperar la compostura mientras me levantaba.
La observé mientras ella hacia lo mismo. Sus ojos pendían más, pero no podía volver a hacerlo sin tener una erección que claramente iba a ser notoria y arruinaría el momento.
El trayecto a casa fue algo incómodo, la tensión sexual se sentía en el ambiente y más entre nosotras. Me fui directo a mi habitación gritando buenas noches. Me cambié y me puse mi pijama que constaba en estar con una remera casi top y un boxer, me tiré en mi cama para tratar de conciliar el sueño, sintiendo aún la sensación de sus labios tocando los míos.
¿Cómo es posible esto? ¿Qué me está pasando?
Definitivamente mañana va a ser un día incómodo.
[Lo prometido es deuda jsjsjs.
Oh vaya, más de 4000 palabras entre las dos partes (sin contar esto), más les vale que le den apoyo o si no me enojo ahre
Ah!, quisiera pedirles que por favor si ven algún fallo como por ejemplo escribo Chaeyoung en vez de Mina o alguna cosa que no sé entienda, notifíquenmelo para poder arreglarlo y que así lo disfruten mejor 🍂
Espero que les haya gustado, nos vemos en la siguiente actualización 💚]