[Narra Noah]
Para cuando me acerqué a Milly, Dalia ya había desaparecido por el pasillo.
Cubri mi cara con las manos. La había cagado, y en grande.
-Quizás me quieras explicar que hacías con esa...chica.- exigió más que pregunto, abteniendose de decir alguna mala palabra.
-Fue un error.- dije al instante.- mierda, ella se me lanzo, ni siquiera la vi venir.
-Noita.- su irritante voz llegó a mi oído.- ¿Vamos al comedor? Tengo hambre.
Gire mi rostro para verla. Megan, compartía una clase con ella, y según lo que me dijo, quería preguntarme de algo sobre un trabajo, pero al parecer no era eso lo que quería.
-Estoy ocupado ahora, anda si quieres.- le apunte al pasillo, sin molestarme en hablarle bien.- tengo que hablar con Milly, asi que agradecería que te fueras.
Su vista se fijó en ella y la vio de una manera para nada bonita.
-Como quieras, nos vemos allí.- esperamos unos segundos para que ella estuviera lejos antes de seguir hablando.
-Noah, dudo que Dalia te quiera ver ahora.- se cruzo de brazos la morena.
-Lo se.- exclame caminando de un lado a otro.- ¿Porque tuvo que pasar en este momento?
-Porque lo hiciste sería la mejor pregunta.- Milly me miraba como una mamá miraría a su hijo luego de hacer algo completamente malo.
-Me dijo que quería preguntarme sobre un trabajo.- intente excusarme.- no tenía ni idea que iba hacer eso, ni menos que Dalia lo hubiera visto.
-Esta mañana dijo que sentía algo por ti.- miles de cosquillas me invadieron.- pero creo que ahora no quiere nada que tenga que ver contigo.
Toda la felicidad que me hubiera provocado lo que dijo, se fue a la mierda.
-Tienes que ayudarme.- le dije desesperado.- tienes que hacer algo, por favor.
-Intentaré hablar con ella.- tomo el puente de su nariz.- no te prometo nada Noah.
-Gracias gracias.- la abrace con fuerza.- no la puedo perder ahora Milly.
-Lo se.- dijo separándose.- pero demonios, se fue llorando Noah, así que pobre de ti que si todo resulta le hagas algo, porque si no te mato yo, lo hará Peter.
El sólo hecho de pensar que lloro por mi culpa, me hace sentir la peor persona del mundo. Se supone que la haría feliz, y ahora...
Suelto un suspiro mientras caminamos al comedor, quizás esté allí y pueda hablar con ella.
Mientras nos acercabamos a la mesa, vi a Peter y Nick conversando, pero no a Dalia.
-¿Y tu hermana?.- le pregunté a Pet cuando me senté a su lado.
-Pensé que volvería con Milly.- se encogió de hombros.- pero cuando la vi volver con otra chica y sentarse con ella, no lo sé, quizás esta haciendo amigos nuevos, lo que es bueno, siempre le ha costado socializar.
¿Está sentada en otra mesa? Digo, es normal tener más amigos, todos tenemos amistades por nuestra cuenta, pero al final siempre somos nosotros.
Recorrí con la vista todo el comedor, buscándola. La encontré tres mesas más allá, con una chica y dos chicos. Se veía bien, como si nada malo le hubiera pasado, quizás no le importaba tanto ni le gustaba como Milly me dijo.
Aunque no voy a negar la oleada de celos que me invade el que los otros chicos le estén sonriendo. Es peor que con mi primo, porque se como él es, en cambio a ellos no recuerdo haberlos visto en mi vida.
-¿No irás a ver que sucede?.- mire a Peter que comía tranquilamente una manzana.
-No siempre estaremos juntos Noah, debe tener amistades aparte.- bien, creo que tengo que ir por otro lado.
-Entonces te parece bien como ese chico se le acerca.- su vista se clavó en mi, y luego en la mesa que estaba ella.- no crees que el brazo que tiene sobre sus hombros, es muy... ¿Íntimo?
-De hecho si.- entre cerró los ojos viéndolos.- en un momento vuelvo.
Con rapidez se puso de pie y se acercó a donde estaba su hermana.
-¿Qué pasa Noah?.-miro mi primo que ve a Peter.
-Fue a ver porque Dalia no está aquí.
Como deseaba no haber dicho que si, cuando Megan me dijo que la acompañara.
...
-Noah, que bueno que regresas.- Dejo mis cosas en la sala mientras saludo a mi papá.- ¿Cómo te fue?
-Bien.- intente sonreír, Dalia no volvió a sentarse con nosotros, ni siquiera me miro en la clase que compartíamos.- ¿Y a ti?
-¿A mi? Si, si, bien, super bien.- estaba algo inquieto, pero es mejor no preguntar, no quiero presionarlo, si me tiene que decir algo, lo hará.- Quizás podríamos ver una película, como antes.
Asenti con energía, no había nada mejor que pasar tiempo con papá para olvidar las cosas malas.
Tome mi bolso y fui por el pasillo hasta mi habitación, que era la misma que ocupaba el tío Tyler cuando vivían juntos, antes de que se casara y se fuera a vivir con su esposo.
Me cambié de ropa, por una más ligera para volver a la sala.
Camine hasta la cocina, donde estaba mi papá haciendo palomitas.
-¿Necesitas ayuda?.-pregunte apoyandome en la isla.
-Si, saca las bebidas del refrigerador y llevalas a la sala.- hice lo que me pidió, tomando dos latas, dejándolas en el mueble.
Tome la mesa de centro y la corri hacia un lado, luego fui por una manta grande para ponerla en el suelo, dejando cojines para poder apoyarnos.
Apague las luces cuando vi a papá con una fuente y palomitas en la sala.
-¿Qué quieres ver?.- pregunto recorriendo Netflix.
-La que sea.- respondí encogiendome de hombros.
Eligió una de comedia que tenía un poco de romance, no pude evitar recordar a Dalia cuando los protagonistas se besaron.
Pase la mayor parte de la película manteniendo los recuerdos lejos, habíamos estado tan poco tiempo bien, que me gustaría devolver el tiempo hasta la semana pasada, cuando estamos solos en la sala de clases.
-Noah, hay algo que tengo que decirte.- papá hablo cuando la película terminó, sonaba serio.- es algo importante.
-Adelante.- hable con calma, ¿Qué puede ser tan terrible? Quizás tiene una pareja, lo que no sería malo.
-Hace unos días, Margaret se puso en contacto conmigo.- un escalofrío me recorrió al escuchar el nombre de mi mamá.- ella quiere verte.
-¿Qué le dijiste?.- pregunte, tratando de no sonar brusco.
-Que hablaría contigo primero, este año cumpliste diecisiete, así que le dije que tu tendrías la decisión, ya eres grande.
Mi respiración se aceleró.
-No quiero.- dije con firmeza.- Han pasado cuanto, ¿Doce años desde que me dejó contigo?
-Más o menos.- respondió rascándose la nuca.- tenías cinco años.
-Cinco años.- repetí.- ¿Enserio ella cree que puede venir y decidir qué quiere verme?
-Fue lo que dijo, quiere verte y hará todo lo posible, o esas fueron sus palabras.
-No me importa.- me puse de pie, él hizo lo mismo.- no tiene ningún derecho, ni siquiera recuerdo algo bueno de cuando estuve con ella, así que no, no voy a verla. Lo único bueno que hizo, aparte de tenerme, fue dejarme contigo.
Me abrazo con fuerza, acariciandome el pelo.
-Si no quieres verla, no lo harás.- dijo con calma. Me apreté más contra él.
¿Este día puede ser peor?
N/A
Bolasssss
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Los quieroooo.
-Doble S