One Night [MinKey]

Por OnewJ89

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Me diste la aventura de mi vida en una sola noche, y presiento que este será un gran amanecer •Minkey• Mais

◇ One Night - I - ◇
◇ One Night - II - ◇

◇ One Night - III - ◇

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Por OnewJ89

Habían pasado varios días y aun pasaba horas viendo el cielo nocturno y contemplando las estrellas del firmamento preguntándose cual de todas había sido aquel chico bonito de nombre Key que había aparecido por una noche en su habitación. Incluso hablaba al cielo contando su día a día y musitando infinidad de veces cuanto le extrañaba. Aun recordaba cuando despertó; su cama estaba vacía sin ninguna señal de Key. Lo único que pudo comprobar que no había sido un sueño, fue que su cabello seguía planchado.

TaeMin había quedado en el pasado, no sufrió el verlo los días siguiente y mucho menos cuando el menor consiguió pareja; JongIn, o Kai como sus amigos le llamaban. Ahora solo vivía como si nada hubiese pasado, aun iba con el cabello ondulado y gafas de botella a la escuela. Aún era el chico nerd que se la pasaba dibujando en la hora del descanso y solo. Sabía que aquella única noche iba a quedar solo como un bonito recuerdo, así que ahora solo trataba de seguir con su vida tal cual era.

Se dejó caer en su asiento y coloco su mochila en el asiento de alado, aun se sentaba solo; y a veces lo agradecía, prefería dibujar en el corto tiempo que tenía en lo que la profesora llegaba, así que saco su libreta de dibujo. El ruido de chicas contando chismes y alagándose hipócritamente, al igual que las voces de los chicos burlándose de cualquier cosa o pidiendo la tarea de ese día hacían eco en toda el aula de clases. Una vez la profesora entro aquel ruido poco a poco se convirtió en simples murmullos hasta terminar en completo silencio.

- Buenos días chicos, antes de iniciar las clases... - la voz de la profesora paso a segundo plano para Minho mientras terminaba el dibujo de una luna con una enorme estrella acompañándola. – ...puedes pasar –

La puerta se abrió y el moreno levanto la mirada curiosa de lo que estaba sucediendo. La sorpresa fue evidente en Choi, ya no pudo apartar la vista de aquel chico que acaba de entrar en su salón con el uniforme de su escuela.

Era idéntico: sus ojos afilados, sus labios, su cuerpo, su cabello; la única diferencia que encontraba era el color café de sus ojos. Era él, en definitiva, era Key. El chico se detuvo a un lado de la profesora y miro a todos, sus miradas se toparon unos segundos y MinHo sintió como su corazón se estremecía.

- Preséntate, por favor – pidió la profesora a lo que el pelinegro asintió.

¿Acaso la luna lo había bendecido una vez más?

- Mi nombre es Kim Kibum y me transfirieron de Seúl. Por favor sean buenos conmigo – dijo el chico, inclinándose un poco al presentarse.

Los murmullos comenzaron y MinHo sabía exactamente por qué. Kibum era muy lindo y seguramente sería de los populares por su forma de hablar y su mirada llena de confianza. La mirada del de rasgos gatunos viajo por todos sus nuevos compañeros hasta toparse nuevamente con la de MinHo, el cual en ningún momento dejo de ver. Aquella sonrisa que le dedico fue un dardo que callo justo en su frente.

- Siéntate a un lado de Choi – hablo la profesora señalando al nombrado, aunque ni siquiera lo debió de haber hecho ya que era el único lugar disponible.

El chico asintió con una leve sonrisa y fue a su lugar asignado, siendo seguido por las miradas de todos. Irradiaba perfección por todos lados. Al igual que todos, MinHo no dejo de ver a Kibum hasta el momento que se sentó a su lado. Podía jurar que era él, pero con un nombre diferente. Incluso su voz y aroma era similar. Mostraba calma, pero por dentro estaba gritando, llorando y abrazando al chico de ojos gatunos que estaba a su lado. Sus plegarias seguramente habían llegado a la luna y habían mandado a Key. Negó de inmediato, eso no podía suceder porque iba contra la naturaleza.

- ¿Vas a seguir solo mirándome? – la voz de Kibum hizo que apretara con fuerza el lápiz. El chico volteo a verlo y levanto una ceja con autoridad, haciendo que MinHo se sintiera la persona más pequeña e indefensa del mundo. - ¿O vas a hablarme? –



🌙🌙🌙🌙🌙🌙🌙



Aún seguía desconcertado por lo que había pasado. Después de que Kibum le hablara solo pudo apartar la mirada al frente. «Que tonto» se reclamaba; hubiera saludado, darle la bienvenida o incluso sonreír; pero no, al niño se le dio por ignorarlo lo que resto del día. Aunque se sentía asombrado, no podía creer que logro ignorar a chico tan lindo.

Kibum no volvió a insistir para entablar una conversación, ni ese día, ni el siguiente. Y como MinHo lo había previsto, Kibum era ya muy popular incluso al apenas llevar tres días en el instituto.

Eso solo hizo que las esperanzas en MinHo murieran una vez más. Ya tenía una mala experiencia al declararse a un chico popular y no quería volver a sentir tal humillación. Por eso, solo se dedicaba a observar discretamente a Kibum. Le encantaba su sonrisa, su risa escandalosa y su letra. Porque si, aun se sentaban juntos.

Dibujaba tranquilamente en su lugar. El tiempo de descanso estaba a punto de terminar por lo que decidió seguir con su dibujo en el aula, en vez de estar sentado en el jardín que estaba detrás de los salones. Daba los últimos detalles al dibujo del rostro de Key o Kibum, daba igual, eran idénticos.

- Hola – la voz del chico hizo que MinHo cambiara de hoja de inmediato. Desvió la mirada hasta toparse con la de Kibum el cual tomo asiento. – Siempre estas dibujando – dijo y el moreno asintió tímido. Esperaba que no haya alcanzado a ver el dibujo, que vergüenza que viera que lo estaba dibujando. ¿Qué pensaría? Seguramente que era un rarito y ya no quisiera estar cerca de él. - ¿Y qué tanto dibujas? – pregunto curioso, tratando de echar un vistazo a los dibujos del moreno, algo que no logro debido a que el moreno cerro el cuadernillo.

- Solo... cosas – dijo más que nervioso; casi muriéndose.

Era la primera conversación que tenían y él apenas y podía formar una oración. Bajo la mirada hasta su cuadernillo sintiéndose avergonzado ante la mirada del chico guapo.

- ¿Aprendiste en una escuela o es un don con el que naciste? –

- Aprendí solo – y no mentía. Nunca fue el tipo de persona que hiciera amigos con facilidad como Kibum u otros, así que se forzó a hacer algo para no aburrirse. Comenzó con garabatos hasta terminar haciendo retratos, no perfectos, pero ya no solo eran palitos y bolitas.

- Sorprendente – musito el de ojos gatunos – para haber aprendido solo eres muy bueno. Espero que no te moleste, pero a veces de reojo veo lo que dibujas –

Minho se animó a levantar la vista y mirar a Kibum. - ¿Me miras de reojo? – apenas y susurro.

- Si – contesto algo apenado el mayor. Seguro MinHo había sentido su privacidad violada, pero no era su culpa le ganaba la curiosidad.

Apenas y pudo esbozar una sonrisa. No podía creer lo que escuchaba. Kim Kibum lo miraba de reojo, tal vez no era a él directamente, pero lo hacía.

- Pero si te molesta, no volveré a hacerlo – dijo Kibum algo alarmado por el silencio del moreno. – aunque será difícil si me siento junto a ti – hablo para sí mismo.

Minho ya no pudo ocultar más su sonrisa y los ojos gatunos de Kibum brillaron al ver que el contrario no estaba molesto. – No me molesta –

- Entonces ya no seré discreto al verte –

Minho no supo que decir al respecto y agradeció cuando la profesora entro al salón y comenzó a dar indicaciones de inmediato. Kibum solo miro a Minho y le dedico una tierna y hermosa sonrisa según el enamorado de MinHo. Sentía sus mejillas calientes, aunque no lo suficiente como para estar ruborizado. Tenía la felicidad rodeando su corazón, al menos ya había hablado con Kibum y mejor, el chico lo observaba y según sus palabras, lo seguiría haciendo.

Kibum cumplió su palabra, la discreción paso al olvido cada que este observaba al moreno que tenía a su lado. MinHo a su vez, se sentía intimidado por lo obvio que podía llegar a ser el chico, sin embargo, también le gustaba. Era como si estuviera interesado en él y no en sus dibujos. Los recesos solitarios eran cada vez más escasos conforme el tiempo, algunos días Kibum se sentaba a su lado esos cuarenta minutos libres que tenían para ver como MinHo dibujaba, teniendo conversaciones tranquilas. Por lo menos MinHo ya no tartamudeaba ante él.

- ¿Y por qué tantos dibujos de lunas y estrellas? – cuestiono el mayor, hojeando el cuadernillo del moreno. Incluso ya lo tomaba sin autorización simplemente para admirar mejor los dibujos.

- Me gustan mucho – se limitó a decir mientras acababa de comer su emparedado.

Kibum asintió y siguió con su tarea de revidar el cuadernillo. La primera vez que lo tomo, MinHo sintió como su alma salía de su cuerpo, ahí tenía los dibujos que había hecho de Kibum y no quería que los viera. con suerte el contrario no logro pasar del primer dibujo debido a unos compañeros de clase lo llamaron. Desde ese día MinHo se encargó de arrancar cada dibujo en honor a Kibum y guardarlos en un lugar más seguro. Ahora no le preocupaba que el contrario tomara su cuadernillo.

- Este me gusta – dijo Kibum sonriente, MinHo se acercó solo un poco para no invadir el espacio personal del chico. El dibujo consistía en la luna llena, decorada alrededor con flores de cristal (Diphylleia Grayi). Aunque originalmente había comenzado ese dibujo al recordar a Key, al final termino añadiendo las flores al conocer a Kibum.

- Puedes quedártelo, si quieres –

- ¿Hablas en serio? –

Minho no pudo evitar sonreír al ver los ojos de sorpresa de Kibum y asintió.

- Si, quédatelo –

Kibum sonrió con emoción ante las palabras del moreno y no dudo más. Con cuidado desprendió la hoja del cuadernillo, teniéndola una vez libre la admiro nuevamente.

- Gracias – dijo una vez sus miradas se toparon - Pero es tu trabajo... me siento un poco mal el solo tomarlo –

- Imagina que es un regalo de bienvenida – soltó MinHo – nunca te di la bienvenida, de hecho – susurro.

- Tienes razón – hablo algo indignado el mayor, confundiendo a MinHo. – Nunca me diste la bienvenida –

MinHo arrugo la frente y miro el dibujo en la mesa, que claramente le había dado en forma de darle la bienvenida.

- Pero el dibu... -

- Salgamos – soltó Kibum con una enorme sonrisa que intimido al moreno.

Su rostro hablaba por sí solo. Lo tomo desprevenido, todo dentro de él estaba frenético ante tal propuesta. Su corazón comenzó a latir más rápido, su rostro a subir la temperatura y sus nervios se activaron a potencia máxima. Si, seguramente daba pena su aspecto. Le extrañaba que Kibum no se haya echado a reír por su reacción.

- Yo... ah... - su voz le fallo ante el nerviosismo y la hermosa sonrisa del contrario. – ah –

- ¡Kibum! – la voz de una chica hizo a MinHo callar y al nombrado voltear a ver a su amiga, la cual ya caminaba a su dirección. – La profesora se fue, podemos irnos. Vamos con los demás a comer ¿sí? – dijo jalando el brazo del chico una vez llego frente a él.

Kibum soltó un leve suspiro apenas audible para los presentes. – Claro, vamos – dijo y volteo a ver al moreno que ya mantenía la mirada clavada a la mesa por su timidez. Kibum sonrió de lado al verlo jugar con sus manos bajo la mesa. – Entonces MinHo. – hablo, consiguiendo que el mencionado lo mirara. – Salgamos este sábado en la tarde, pasare por ti –

No espero respuesta y guardo rápidamente sus cosas para irse con sus amigos. Minho lo vio irse y una vez lo perdió de vista, soltó todo el aire que contuvo para no gritar por lo que paso. Kim Kibum lo había invitado a salir ¿una cita? ¿sería una cita? Bien, fuera o no fuera una cita tenía que calmarse y ser un chico cool para dar una buena impresión y no percatara que es su primera "cita". Tenía hasta el sábado.

- Lo bueno que es viernes – escucho decir a uno de sus compañeros. – Vamos a jugar videojuegos a mi casa –

- Si, para distraernos un poco –

Sus compañeros salieron del salón y Minho se recargo de la mesa completamente derrotado. Era viernes. Que suerte.



🌙🌙🌙🌙🌙🌙🌙



Podría hacer un agujero en el suelo de su habitación por tanto caminar en círculos. Era sábado en la tarde y más nerviosos no podía estar. Kibum había dicho que pasaría por él ¿Se refería a su casa? ¿Qué si se refería a la escuela? ¿Y si no llegaba? ¿A qué hora pasaría? Estaba aterrado, se había despertado a las seis de la mañana y mientras debatía si era cierto o no, se paró a las ocho a desayunar.

Se miró de nueva cuenta en el espejo. Tal vez había sido mala idea y debía cambiarse. Se había alaciado el pelo como Key lo había hecho y hace un par de días que habían llegado sus lentes de contacto, por lo que decidió estrenarlos ese día. Lo único que no pudo hacer fue el maquillaje.

Extraño. Esa es la palabra que usaría para describirse.

Unos golpes en la entrada hicieron que su piel se erizara de los nervios, más cuando escucho la voz de Kibum. Trato de asomarse, pero no logro ver más que los pequeños escalones que llevaban a la puerta principal.

Fue cuestión de tiempo para que su puerta fuera abierta por su madre sonriente. – Te buscan –

No fue necesario que preguntara, podía ver en sus ojos lo emocionada y sorprendida que estaba. Incluso su voz lo delataba. Minho asintió sin poder ocultar que estaba en la punta del abismo. Probablemente el no poder disimular sus emociones lo había heredado de su madre.

- ¿Quién es ese chico? – pregunto su madre juzgando el atuendo de su hijo. Sabía bien que era atractivo, pero para que se arreglara de esa manera significaba que el chico que esperaba por su hijo no era cualquier chico.

- Un amigo – se limitó a decir Minho acomodándose su mochila sobre sus hombros, viéndose por última vez en el espejo.

Tras varias preguntas de parte de la mujer, dejo ir a su único hijo. Minho se detuvo frente a la puerta que lo llevaría con Kibum y soltó un pequeño suspiro.

En cuanto abrió la puerta, Kibum se volteo en seguida sonriente para encarar al moreno. Sonrisa que desapareció al instante en que noto como el menor iba. Minho cerró la puerta tras de sí y al ver que Kibum lo miro de pies a cabeza, supo que no debió arreglarse de esa manera.

Al contrario de lo que MinHo pensaba, Kibum se había quedado sin palabras. Jamás se imaginó ver al moreno así, se veía tan diferente que juraría que es otra persona. ¿Dónde quedaron las gafas? Aquellos mechones ondulados que se abultaban por doquier ¿Dónde quedaba el nerd de Choi MinHo? Se veía atractivo, inclusive una simple polera azul lo hacía ver atractivo al mostrar la figura fornida del moreno. Vaya uniforme que ocultaba tal cuerpo. Al volver a subir la mirada, noto el nerviosismo del menor y sonrió con ternura, podría verse diferente, pero seguía siendo el nerd de Choi MinHo.

- ¿Nos vamos? – pregunto animado.

Iba a negarse, quería subir a su habitación y cambiarse. Pero la mano de Kibum tomo la suya y comenzó a caminar jalando de él. Podía escuchar su corazón como si estuviera pegado a su oído y no hablar del famoso sudor. ¡Qué vergüenza! Seguro Kibum podía sentirlo entre sus manos. Y aunque moría de nervios, le dolió cuando el mayor rompió el contacto, alejando su mano de la suya.

- ¿A dónde iremos? – pregunto MinHo después de un poco de silencio. Caminaba detrás del chico.

- Podríamos ir a comer algo – sugirió Kibum volteando solo un poco para ver al más alto y sonreír.

- Si, comer está bien – dijo tímido. De un modo iría a donde fuera con Kibum.

- Quieres escoger un lugar o te parece bien que decida yo –

- Lo que tú quieras está bien –

Kibum rio bajito y asintió. – ¿Siempre has sido de pocas palabras? – pregunto curioso y para no volver a caer en el silencio de hace unos momentos. Aunque había una buena razón, no sabía que decir, no cuando tenía la cara toda roja por tomar la mano del moreno.

- Si – respondió MinHo haciendo reír al chico de rasgos felinos. - ¿Y tú? – pregunto algo apenado, llamando la atención de la mirada del mayor - ¿Siempre te fue tan fácil hacer amigos? –

- ¿Crees eso? –

- Si, en cuestión de días ya eres amigo de casi todos – dijo obvio – incluso me hablas a mí – se señaló algo incrédulo.

Kibum soltó una carcajada y volvió la vista al camino. – No es mi intensión, simplemente las personas me hablan – dijo casual – aunque no entiendo porque dices que incluso te hablo a ti ¿Qué hay con eso? –

- Pues ya lo has notado. Nadie habla conmigo, soy la persona menos interesante que pueda haber en la escuela como para llamar la atención de alguien – susurro, era algo de lo cual no se enorgullecía en decir en voz alta.

- Pues que ciegos – aseguro – tu llamaste mi atención desde el primer momento en que te vi –

¿Había escuchado bien? No supo que decir, así que guardo silencio. Agradeció internamente que Kibum no volteara a verlo, sino se daría cuenta de lo sorprendida que estaba su cara y se burlaría de él.

En el camino, fueron hablando de cosas triviales. Cosas que les gustaban o hacían después de la escuela. Llevándose la sorpresa que tenían algunas cosas en común. Llegaron a una pequeña cafetería donde pidieron ambos un postre solamente.

Minho permaneció en silencio en espera a que Kibum hiciera una pregunta o sacara un tema de conversación; pero no paso. Kibum sonrió tímido y desvió la mirada, como si estuviera admirando el lugar. Minho miro el perfil del contrario y tras soltar un suspiro silencioso para Kibum, desvió la mirada de tan perfecta creación. Kibum era un chico muy lindo, parecía que había sido esculpido por los mismísimos dioses y él se sentía un simple mortal. Kibum era algo inalcanzable para él.

- Te vez increíble – la voz de Kibum lo hizo voltear en seguida topándose con un Kibum demasiado tímido. No lo había visto de esa manera y eso enterneció al moreno. – te queda muy bien ese look. Perdón por no mencionarlo antes, pero me sorprendió verte así –

Minho sonrió por inercia. Al menos había hecho algo bien. – ¿En serio te gusta? – pregunto con esperanza y ver al mayor asentir su sonrisa incremento. Podría planchar su cabello diario y usar los lentes de contacto con tal de verse bien ante el chico que le gustaba.

- Aunque, extraño un poco tus rizos – dijo Kibum extendiendo su mano para acomodar un mechón del moreno. Bajo un poco la mirada y sonrió con nostalgia pasando el mechón detrás de la oreja. – Y tus lentes, ahora ya no puedo ver mi reflejo y notar si estoy haciendo una expresión tonta frente a ti – dijo algo burlón y MinHo sonrió de lado sin comprender. ¿Realmente extrañaba eso?

Kibum alejo su mano del rostro de Minho cuando el chico que anteriormente había anotado su orden coloco sus pedidos frente a ellos.

- Aunque ahora puedo ver que tienes unos ojos grandes, antes creí que era por el aumento de los anteojos – dijo, comiendo un poco de helado. Ahora MinHo ya no comprendía. Era lindo así o como antes. O simplemente Kibum no lo veía de esa forma y solo lo hacía para hacerlo sentir bien. - ¿O solo te pones las gafas para ir a la escuela y tus rulos son falsos? – pregunto Kibum haciendo reír al moreno.

Minho negó ante las suposiciones de Kibum. El chico era amistoso, amable, incluso gracioso. Aun no sabía porque Kibum se interesaba en él.

- No, nunca había salido así de mi casa – dijo probando de su helado.

Kibum miro con seriedad al moreno, quien era ajeno a aquella mirada. ¿nunca había salido así? ¿entonces por qué ahora? Una sonrisa se coló en él cunado por su mente paso que Choi había hecho eso solo para verse bien por él. Sonrisa que no le importo ocultar, sin embargo, quería asegurar que era lo que él pensaba, así que se atrevió a preguntar.

- ¿Y por qué ahora lo hiciste? – la sonrisa incremento al ver como las mejillas de MinHo cambiaban de color, exponiendo lo nerviosos que ahora estaba.

- Ah, pues... - MinHo sonrió incomodo, no podía decirle que fue por él, seria vergonzoso. – desde hace tiempo creí que me haría bien un cambio de imagen. Quería verme por lo menos un poco... guapo– dijo con dolor en cada palabra por la vergüenza que tenía. Probablemente su cara estaba toda roja y Kibum contenía la risa.

Pero no. Kibum arrugo la frente y eso confundió al moreno.

- Pero tú ya eras guapo – admitió Kibum sin querer. Su corazón latió más rápido ante sus palabras y apretó la tela de su suéter por los nervios. Sin embargo, MinHo solo sonrió de lado y negó efusivamente.

- No digas eso solo para hacerme sentir bien, Kibum – dijo Minho con la mirada baja. – Sé bien quien soy, no soy el tipo del que se enamorarían a simple vista, soy más el tipo del que nadie ve –

Kibum soltó un suspiro pesado y negó. – para ser uno de las más inteligentes de la clase eres muy tonto –

Minho levanto la mirada, confundido por lo que Kibum había dicho. Ambos permanecieron serios, en silencio. Uno confundido respecto a lo que sucedía y el otro por no saber cuál era forma correcta de decir lo que sentía.

- Cuando mis padres dijeron que nos mudaríamos aquí, al principio creí que era lo peor que pudieron haber decidido. Sin embargo, cuando entré al salón de clases y vi a todos, creí que no sería tan malo, se veían amigables. Pero luego te vi a ti – decía, su voz sonaba segura, pero en su interior temblaba esperando que MinHo entendiera lo que estaba tratando de decirle. – algo en ti hizo que me sintiera realmente dichoso por haberme transferido y quedar en el mismo salón, e incluso en el mismo asiento. Sentí que era nuestro destino, que ya estaba destinado el conocernos. –

Espero paciente a una respuesta de MinHo y bufo al ver que el moreno no comprendía y lo miraba asustado, casi incrédulo de lo que escucha. Minho sí que era un tonto y ahora entendía que tenía que ser directo. – Lo que estoy diciendo, es que a diferencia de lo que piensas, yo me enamore de ti a primera vista. Eres más bello que cualquier persona que haya visto, y conforme fui conociéndote, mis sentimientos hacia ti solo fueron incrementando. Porque eres tan bello como por dentro como por fuera. –

La sorpresa se plasmó en el rostro ajeno y su corazón latió a la misma velocidad que el de ojos felinos.

- ¿A pesar de mi aspecto? – pregunto algo desconcertado.

Kibum asintió de inmediato. – Me gustas mucho MinHo. Así como estas ahora, tanto con rulos y anteojos. –

Minho recordó las palabras de Key y no pudo evitar sonreír. Al parecer tenía razón. Iba a creer en lo que el contrario le decía. Quería creer. Porque también le gustaba y no solo por el físico, sino por su personalidad.

- También me gustas Kibum – anuncio el moreno tímidamente.

- ¿Te gusto solo por mi aspecto? – fue ahora Kibum quien pregunto tímidamente a lo que MinHo sonrió enseguida y negó.

- Me gusta todo de ti – dijo sonriente.

Ambos sonrieron con sinceridad al ser expuestos sus sentimientos, ignorantes del bello resplandor de la media luna que translucida observaba como ambos chicos por fin tomaban el camino que caprichosamente ella había reservado para ambos chicos, que cada noche anhelaban el regreso de la aquel sueño o ilusión de una noche.

Porque aquella noche, no solo bendijo a Choi MinHo. Sino que esa noche, la luna observo a dos jóvenes con el corazón roto, implorando por una forma de ser felices, logrando cautivarla. Fue gracias a una sola noche, donde ambos chicos lograron saber que lo que realmente necesitaban era amarse a sí mismos para poder ser feliz con alguien más.

Y así fue, cuando en una noche inconscientemente, y a manos de la luna, sus destinos habían sido decididos y sellados.

🌙🌙🌙🌙🌙 FIN 🌙🌙🌙🌙🌙


Hola, espero les haya gustado esta pequeña historia. Subiré un cap extra para poner un poco de Kibum.
Gracias por leer ♡

Onewj89

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