Una noche agradable.
Demon estacionó cerca de la pizzería, cuando me bajé de la moto, sentí que el ambiente se volvió algo incómodo, ya que no sabía si solo despedirme, debido a que estábamos en público o darle un beso, puesto que estábamos saliendo o algo así, él noto mi debate interno, por lo que se inclinó hacia mí y me dio un beso cerca de la comisura de mis labios, al alejarse vi en él una sonrisa de medio lado que me pareció algo sexi. Demon estaba a punto de irse cuando recordé lo que Amber me pidió que hiciera.
—Espera, no tengo tu numero —dije deteniéndolo, él me miro unos segundos antes de preguntar.
—¿Para qué lo necesitas? —alzó una ceja divertido, sentí como mis mejillas se calentaron, prueba de que me había sonrojado.
—No quieres dejármela fácil, ¿cierto? —Pregunté algo frustrada.
—Mmm... —fingió pensarlo —no, me divierte molestarte —respondió encogiéndose de hombros.
—Me doy cuenta —murmuré poniendo los ojos en blanco.
Al final intercambiamos número, luego de que él se fuera me adentre al local y al divisar a mis amigos me acerqué.
—¡Hasta que por fin llegas! —Exclamó Ethan —casi me da un infarto.
—Cariño, no exageres —le dijo Alli negando con la cabeza divertida.
—Además es poco probable que te de un infarto a los dieciocho años —acotó Maggie.
—Creo que deberían cambiar esa probabilidad —dijo Ethan asintiendo seriamente.
—¿Dónde están Carter y Bennett? —pregunté una vez que me senté en la mesa y me di cuenta de que ellos no estaban.
—Carter no pudo venir y Bennett se ofreció a ayudar a calmar a Sam, ya que ella se encontraba algo alterada —explicó Alli.
Por la mirada que tenía Alli en sus ojos comprendí que se encontraba algo preocupada por Sam, así que me prometí a mí misma que buscaría un momento para hablar con Sam.
El domingo cerca de las dos de la tarde, me encontraba despidiéndome de Amber, Maggie y Chad, ya que volvían a Boston.
—¡Dios! Se me está haciendo difícil dejar que se vayan —dije abrazando a mis amigas.
—A nosotras nos pasa igual —dijo Maggie una vez que nos separamos, vi como Amber hacía una mueca.
Me giré en dirección a Chad.
—Espero que la hayas pasado bien —dije para luego abrazarlo.
—Claro que si —dijo cuándo se alejó.
Luego de unos minutos de despedida mis amigas se fueron, incluso antes de que partieran ya las extrañaba.
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Cuando entré al colegio el lunes todos me miraban y murmuraban, extrañada seguí caminando hasta mi casillero, cuando llegué unos papelitos estaban pegados a él, todos decían prácticamente lo mismo "Zorra", tomé todos los papelitos, los arrugué de tal modo que hice una bola y lo arrojé a la basura más cercana; pensé que habían acabado con esa estupidez, pero me di cuenta de que no, pero ahora me preguntaba el motivo por el cual habían decido decorar nuevamente mi casillero.
Al llegar al salón de clases un chico me pregunto de una manera no muy disimulada: "Hey Anabelle, ¿quién será el siguiente?" ¿Qué rayos? No hace falta decir que todos en el salón rieron, no comprendía que sucedía esta vez.
—¿Sabes de qué se trata todo esto? —pregunté confundida a Sam, luego de que me senté en mi asiento.
—Eso mismo quería preguntarte, cuando llegué unas chicas estaban hablando de lo zorra que eres, aunque no se dieron cuenta de que venía detrás de ellas no dijeron nada más —dijo Sam pensativa.
—¿Crees que lo dicen por mi disfraz de la fiesta de Halloween? —pregunté mordiéndome la uña del pulgar.
—No lo creo, porque habían peores —la miré ofendida —lo siento no quise que sonara de ese modo —dijo con un tono avergonzado en su voz.
La campana sonó y luego de unos minutos el profesor entró al salón de clases. Durante el día estuve recibiendo miradas por partes de todos, cuando llegué junto a Sam a la cafetería, Alli apareció ante nosotras algo agitada, ya que había llegado corriendo.
—¿Qué sucede? —preguntó Sam frunciéndole el ceño, mientras caminábamos hacia una mesa libre.
—Anna, ¿estás saliendo con Demon? —preguntó Alli inquisitivamente, abrí mis ojos como platos por la sorpresa y sostuve con firmeza la bandeja con mi almuerzo.
—¿De qué hablas? —tartamudeé.
—¿Acaso no saben lo que andan diciendo por los pasillos? —Preguntó ella con un tono incrédulo en su voz, caminamos hasta una mesa vacía y nos sentamos.
—No —respondimos al unísono Sam y yo, Alli resopló.
—Es mejor que te diga antes de que Ethan aparezca y se vuelva loco —le di una mirada extrañada, ya que no sabía a dónde iba con esto —Todos andan hablando de la página social donde tú y Demon son noticia.
—Y eso es un problema por... —Dijo Sam incitando a Alli a continuar, yo me encontraba moviendo mi pierna debajo de la mesa, si saber qué diría Alli.
—Es un problema, porque especulan que luego de que te "cansaras de Carter" —dijo Alli haciendo comillas en el aire —aprovechaste una oportunidad para lanzarte sobre Demon en la fiesta de Halloween y ahora estás con él, ya que algunos los vieron irse juntos de la fiesta —luego de escuchar eso, me ahogué con el jugo que estaba tomando.
—De verdad que la creatividad para inventar mentiras y rumores de otras personas es ilimitada —dijo Sam poniendo los ojos en blanco, mientras yo tosía y trataba de calmarme.
No era mentira que estaba con Demon, pero eso no lo mencioné.
—Entonces Anna, ¿es cierto, estás saliendo con Demon? —Alli y Sam me miraron expectantes.
—Claro que no —Dije seriamente mirando directamente a Alli a sus ojos mientras respondía, ella suspiró de alivio, sentí la mirada de Sam sobre mí, así que la miré de regreso.
—¿Qué pasa? —pregunté como si nada.
—No es nada —respondió Sam negando con la cabeza.
Estaba por decir algo más cuando alguien me interrumpió
—Anabelle Campbell —me tensé al escuchar la voz de Megan detrás de mí. Genial, lo que me faltaba.
Todas nos giramos en dirección a Megan.
—¿Qué quieres Megan? —pregunté seriamente.
—Eso mismo te pregunto, ¿acaso no estás satisfecha con la banda y la atención que recibes, también quieres robarme a Demon? Consíguete una vida, no trates de robar la mía —Megan se cruzó de brazos evidentemente enfadada, Sam fue la primera en responderle.
—En primer lugar deberías bajarle un poco a tu ego porque el mundo no gira en torno a la gran Megan Fisherard —habló Sam sarcásticamente.
—En segundo lugar, Demon no es de tu propiedad, por lo que no puedo "robármelo" —dije haciendo comillas en el aire.
—No te hagas la idiota conmigo, todos saben que solo eres otra zorra que busca acostarse con todos —vociferó Megan para que todos en la cafetería escucharan, volví mis manos puños tratando de controlar las inmensas ganas de golpearla, Sam estuvo por decirle algo, pero la detuve.
—Te recomiendo que visites a un psicólogo —hablé de forma tan calmada que incluso a mí me sorprendió —porque esa actitud tuya claramente es un llamado atención, ya que no eres más que una persona insegura que tiende a aferrarse a la idea de que su vida es una mierda por culpa de los demás —culminé con un tono de voz serio y me crucé de brazos.
La cafetería quedó en un silencio expectante aunque aún se podían oír algunas risillas, noté como la cara de Megan se volvió roja del enojo y eso me dio algo de miedo, era la primera vez en mi vida que le respondía a alguien de esa manera, es más bien costumbre de Maggie hacerlo, en ese momento llegaron Ethan, Bennett y Carter.
—Eres una maldita perra —gritó Megan, para luego correr hacia mí, cerré fuertemente mis ojos, pero al no sentir ningún impacto los volví a abrir, fue cuando me di cuenta de que James detenía a Megan por la cintura.
—Bien, ya es suficiente no hay nada que ver aquí —dijo James en voz alta, todos hicieron caso y regresaron a sus conversaciones, Megan se retorcía y gruñía tratando de liberarse de James.
—¿Qué acaba de pasar? —preguntó Bennett.
—Un poco de drama escolar, ya sabes lo mismo de siempre —respondió Sam negando con la cabeza divertida.
—¿Te encuentras bien? —preguntó Carter, asentí tratando de sonreírle pero solo me salió una sonrisa de lado.
James entregó a Megan a un grandote indicándole que la llevara a la enfermería y este comenzó a arrastrarla hacia la salida, mientras el muchacho la sacaba de la cafetería Demon entró.
—Demon, por favor dile a este idiota que me suelte —lloriqueó Megan.
—Lo siento. ¿Te conozco? —preguntó Demon sin un rastro de emoción en su rostro, mientras pasaba por su lado, me dio algo de pena ver la cara de Megan al ver que Demon la había ignorado, pero por otra parte me encontraba aliviada de que ya no se relacionara con ella.
Entonces mis ojos se conectaron con los de Demon y vi en ellos una pregunta no formulada, asentí ligeramente, él comprendió mi gesto y siguió caminando hacia Carter, quien ahora se encontraba en una mesa no muy lejos de la nuestra.
—¿Estás bien Anna? —Preguntó James sacándome de mi ensoñación.
—Ah... si claro, gracias por la ayuda —dije con una sonrisa amigable.
—No es problema —se encogió de hombres y antes de alejarse me guiñó el ojo.
Cuando me senté, crucé mis brazos sobre la mesa y apoyé mi cabeza en ellos, para luego soltar un largo suspiro.
—Extraño mis días escolares en Boston donde pasaba desapercibida y todo era tranquilo y nada dramático —murmuré, Sam rió.
—Esa es la desventaja de un pueblo pequeño —dijo Alli.
—Todos saben quién eres y arman un escándalo por todo —comentó Ethan.
—Ya lo creo —murmuró Bennett sonriendo de medio lado.
Cuando por fin terminaron las clases casi grito de alegría, solo quería regresar a casa y dormir hasta el día siguiente, mientras caminaba por los pasillos hacia la salida para encontrarme con Ethan, Sam me detuvo.
—¿Qué sucede? —pregunté mirándola con extrañeza.
Sam espero que unas cuantas personas pasaran por nuestro lado antes de hablar.
—Se sobre ti y Demon —murmuró mirándome directamente a los ojos, eso me tomo por sorpresa incluso llegué a pensar que estaba alucinando.
—Cómo es que tu... —no pude culminar mi pregunta ya que no me cabía en la cabeza como era posible, si las únicas dos personas que lo saben son Maggie y Amber.
—Los vi bes... —tapé la boca de Sam antes de que pudiera decirlo.
—Este no es lugar para hablarlo —dije tan bajo como pude —¿puedes ir a mi casa en media hora? —pregunté quitando mi mano de su boca.
—De acuerdo, nos vemos entonces —dijo asintiendo, para luego marcharse.
—¿Te encuentras bien? —preguntó Ethan cuando llegué a su camioneta.
Reí con quedo.
—Eres la tercera persona que me lo pregunta.
—Es que te vez algo no sé, preocupada
—Estoy bien, no te preocupes.
Al llegar a casa subí directamente hacia mi habitación, me acosté boca abajo en la cama, tomé una almohada apoyando mi cara en ella y dejé salir un grito de frustración.
Unos minutos después Sam tocó la puerta, luego de abrirle la guié hasta la cocina y nos sentamos en el desayunador, una frente a la otra.
—Entonces... —comencé, tratando de buscar las palabras para poder hablar —¿Cómo? —pregunté al final.
—¿Quieres la versión larga o corta? —preguntó haciendo una mueca.
—Larga por favor —pedí, si iba a decirme cómo fue que nos encontró a mí y a Demon besándonos, quería saber desde el principio.
—Luego del altercado entre Carter y el otro chico, Jordan desapareció y Bennett me pidió que lo fuera a buscar, ya que tenía que hablar con él, pero como no conocía la casa de Jordan temía perderse, esa excusa me pareció patética, pero me resigné y lo fui a buscar, el primer lugar que se me ocurrió fue su habitación así que fui hasta allí y a pesar de que llevaba años sin ir a esa casa aun recordaba donde estaba todo, cuando por fin llegué al cuarto de Jordan, el cuarto estaba iluminado con velas al principio no comprendí, pero luego vi a una chica semidesnuda acostada en la cama de Jordan —di un grito ahogado de la impresión —cuando la chica se levantó me di cuenta de que era Zoe, justo en ese momento Jordan salió del baño, pedí disculpas por haber interrumpido y salí corriendo de allí, bajé unas escaleras y llegué al pasillo del salón donde estaban ustedes, escuché tu voz alterada y luego nada, así que me acerqué fue entonces que los vi besándose; al escuchar cerca los pasos de Jordan me fui de allí, ya que no quería que él los viera y luego todos se enteraran por su gran bocota, pero aun así todos andan haciendo rumores.
Estuvimos unos segundos en silencio mientras yo terminaba de procesar la información.
—¿Cómo te sientes luego de eso? —Pregunté rompiendo nuestro silencio.
—¿Con ustedes dos? —Preguntó ella confundida.
—No, me refiero a la sorpresa que te llevaste en la habitación de Jordan.
—La verdad es que no sé cómo sentirme, tengo sentimientos encontrados, odio a este Jordan libertino, mujeriego, despreocupado, pero aun así me sigo aferrando a la estúpida idea de que en el fondo sigue siendo el Jordan que una vez fue mi mejor amigo, de que todavía hay una esperanza; quiero golpearlo con todas mis fuerzas, pero a la vez... —Sam se detuvo unos segundos antes de seguir, en su rostro vi que se le hacía difícil hablar —simplemente no lo sé, el huracán Jordan dejó estragos en mi cabeza —culminó con un suspiro agotado.
—Eso apesta...
—Si —Sam suspiró —así que, ahora estas saliendo con Demon —dijo ella cambiando de tema.
—No lo llamaría exactamente a salir —dije haciendo una mueca, porque era verdad técnicamente no estábamos saliendo, simplemente nos gustábamos nos dimos unos besos y ya.
—En verdad que eres terca —comentó ella riendo sin ganas —solo espero Anna que tengas cuidado.
No respondí a eso ya que no era necesario, tal vez habíamos hecho las paces, pero la confianza ya no era igual. Sam miró su reloj, luego se levantó.
—Es hora de que me vaya —anunció, asentí y caminamos hasta la puerta.
Antes de que Sam se fuera las dos hablamos al mismo tiempo.
—¿Estarás bien? —ambas reímos.
—Lo estaré y ¿tu? —Preguntó Sam sonriendo de lado, asentí en respuesta —bien, nos vemos mañana entonces.
—Hasta mañana —dije despidiéndome.
Cerca de las cinco de la tarde recibí un mensaje.
"Cena en tu casa?"
Sonreí como una tonta al leer el mensaje de Demon.
"Solo si tú serás el que cocine."
"De acuerdo."
A pesar de que no lo vería sino hasta un par de horas ya sentía el nerviosismo correr a través de mí y no tenía para distraerme, puesto que ya había terminado la limpieza de la casa y mis tareas, hoy papá llegaría tarde así que eso sería un problema menos considerando que papá odia que los chicos vengan a casa y menos cuando él no está presente, no hace falta decir que ya he roto esa regla.
Cuando se acercaba la hora mi nerviosismo fue en aumento debido a que técnicamente esta sería nuestra primera cita, aunque sabía muy bien que había otra razón para que Demon viniera, ya que había una conversación pendiente entre nosotros.
Justamente cuando termine de arreglarme, sonó el timbre corrí hasta el recibidor, me detuve antes de abrir para hacerme un último arreglo, luego respiré hondo y abrí la puerta.
—Demon —dije a modo de saludo, aunque también fue lo único que pude decir, ya que el lucia absolutamente sexy con el cabello despeinado y húmedo.
—Ángel —saludo él de regreso con un tono insinuante en su voz, sentí mis mejillas calentarse por lo que me hice a un lado para dejarlo pasar, sin darme cuenta inhale su aroma que hizo a mi estómago dar un vuelco y el parque de diversiones dentro de mi comenzó a funcionar.
Esperaba que esta noche resultara agradable...
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Hola, ¿cómo están? Me disculpo por no haber podido subirles este capítulo el fin de semana pasado, pero ando sin internet, intente buscar un lugar para poder subirles el capítulo en la semana, pero no pude, ahora fue que logre encontrar un lugar.
Gracias por su paciencia y por el apoyo que me brindan, gracias por votar y comentar, me agrada saber que les gusta la novela y eso me motiva a seguir escribiendo.
Y como siempre, espero hayan disfrutado de este capítulo, comente y opines que les pareció y no olviden dejar sus votos.
Nos leemos el próximo fin de semana.