—¿Nos embargaran? —Pregunto mientras pasaba a la sala. Su padre y su madre platicaban en los sillones.
—No. Pero si nos quitaran todo. Las camas, los sofas, la cocina etcétera —Hablo la mujer agarrando una copa de vino.
—¿Y nuestra ropa? —Preguntó seriamente.
—No se ira, pero creo que es hora de trabajar. —Friamente le dio una mirada mientras salia, dejando a su hijo solo con su padre.
—¿Papá? —Se acerco al hombre, el cual se mantenia al margen de las cosas.
—No te puedo mantener JiMin —Solto— Debes trabajar. De muestra que sirves para algo, omega.
Él menor le escucho atentamente. Sin perder la cordura, salio del lugar pensando en aquello. Simplemente él era una basura para la humanidad. Su madre beta le decía aquello, al igual que su padre alfa.
¿Cómo mantener el orgullo familiar en pie?.
—Solo me han pagado 10 wons, realmente no estoy ganando mucho en esto Tae —Mantenia una llamada en curso con su mejor amigo.
—Bueno, JiMinnie, sinceramente ya no se que trabajo ofrecerte, al parecer todo resultan pagar lo mismo —Chasqueo su lengua —Pero hey, animate...este sabado abra una fiesta en casa de los Min —Taehyung comentaba acerca de sus tios — Sera muy grande y me dijeron que podía llevar compañia —Chillo— Y tu eres mi mejor amigo y pues...ya sabes, necesitas salir, ha pasado mucho que no lo haces desde ya...sabes...
—Tae, creo qué...
—¡Anda! Mereces un descanso, aparte, ¡habra pastel! Ya sabes, de tu favorito —JiMin solo sonrio ante los comentarios de su mejor amigo— Pedi especialmente ese sabor para ti...bueno ¡No! Pero a ni primo también le gusta.
— ¿Primo?
—¡Sí! Min Yunki, yoongo, ¿YoonGu? No realmente no me acuerdo su nombre, hace mucho que no lo veo.
—Bueno Tae, tal vez si valla...aunque no tengo ropa, las mías estan sucias de grasa —Comento recordando en como su trabajo se manchaban de grasa.
—¡No te preocupes! ¡Ven a mi casa y aquí te pongo de lo más sexy!
Los dos rieron.
—¡Wow! ¡Quedaste super mono! —Taehyung dejo la brocha en su tocador, despues de dar él ultimo retoque al rostro del omega.
—¡Gracias Taehyung-ssi!—Le abrazo.
—¡Ahora vamonos! La fiesta nos espera —Le tomo de la mano y los dos salieron del cuarto. Ya fuera de la mansión, Taehyung indico al chofer que no quería que le llevase, tomo las llaves y salieron como si estuviesen escapandi de casa.
—El mariachiI~ El Mariachi~ —Empezo a cantar "Airplane pt. 2" cancion de un grupo coreano llamado BTS.
—Wow, la vista es grandioso. —JiMin se encontraba viendo el bonito paisaje del lugar. Un lago grandisimo y pavorreales alrededor. Estatuas hechas de la más fina piedra. Esculturas de dioses griegos y un jardín meramente cuidado.
—Lo se. Todo esto es de la familia Min, ellos tienen, sin mentir, la mejor economía de Daegu y Corea —Taehyung dirigio su auto a una puerta grandisima de fierro — Todo, desde que viste el hermoso paisaje, es privado. Y aqui nos vigilan —Saco una tarjetilla de su pantalón y lo mostra a una camara , rapidamente las puertas fueron abiertas de par en par. JiMin abrio la boca. Si por afuera, el lugar era grandioso, por dentro parecía una casa de la realeza. Esa familia debia der jodidamente rica.
Llengando a la puerta principal, Taehyung dejo el auto a un alfa que trabajaba en la zona. Un tipico Volet parking. Salieron los dos juntos y su mejor amigo empezo a saludar a ciertas personas, no faltaba que a cualquiera de ellas JiMin saludara.
La fiesta en si, era grande para ser solo un cumpleaños. Había gente muy elegante, y por sus asentos, de todas partes de Corea y no solo ello, personas americanas y famosos.
En la orquesta se encontraba el dichoso grupo BTS, cantando. El omega fruncio el ceño. Era agradable ver a sus favoritos sin siquiera haber pagado. Se separo un poco de Taehyung y empezó a acercase a ellos.
Eran tan hermosos, muy hermosos alfas.
Admiro a cada uno de ellos por un buen tiempo. Embobado. Hasta que se dio cuenta que un camarero le esperaba de su lado derecho.
—¿Vino, señor? —Hablo formalmente el mayordomo.
JiMin se dejo llevar por un momento y tomo uno. Esa fue la primera copa.
De un momento a otro se encontraba sentado en uno de los sillones, conversando con gente extraña, sin la compañia de Taehyung. Todos eran alfas y por extraña razón se le habían acercado acorralandolo.
JiMin platico anecdotas de su vida ganando la atención de los alfas, tomaba demasiado vino recordando y hundiendo su mala fortuna, recordando que algun día tuvo esa vida.
—Soy un omega y...¡Uy! Tengo que entrar al baño —Los dejo a todos dirigiéndose a las escaleras, las cuales subio. La casa era nuy grande y el estar ebrio no ayudaba. Hasta que vio a alguien, saliendo de una habitación mientras ponía su corbata, JiMin le miro de arriba a abajo y jura que fue a la persona mas hermosa del mundo, piel palida, ojos gatunos, manos venosas y diablos, JiMin solo penso “¡Azotame!”.
¿Azotame?, espera, no era momento. Su lobo de a momento habia salido, producto a su celo. Se dirigio al alfa frente a él y tomo una de sus manos la cual tenía en la corbata. Le ayudo lentamente y sonrio coqueto.
Él palido solo le observo deleitándose del tan intenso aroma. Sin rechistar, dejo a su lobo salir por completo para deborar a su proxima presa.
Quito la mano de su corbata y lo pego contra la pared, escuchando los gemidos del menor. Se acerco al cuello del contrarió y empezo a oler el dulce aroma a miel. Prontamente aquello 'inofensivo' se fue tornando a besos desesperados y roces deseados.
JiMin solo cayó ante la merced del alfa.
—A-ah n-n-no a-al-alfa —Él alfa quería volver a estar entre las piernas del omega pero este no se lo permitia —y-ya a-a-anudaste m-mas de ci-ci-cinco v-v-veces —Solto un chillido de dolor —Du-duele.
El misterioso alfa le vio poco interesado, se alejo de sus piernas y se puso su pantalón.
—Diablos, omega —El pequeño agacho su cabeza en completa sumisión. —Vistete y vete, ya.
Él Omega de JiMin sin rechistar se puso su ropa. Se encontraba dolido. Era una tortura. Era su primera vez. Una parte de él ya estaba rota y no podía hacer nada. Sumido aún en él alcohol salio de la mansión, no antes de que su aventura le diera indicaciones a su chofer para llevarlo a casa. Se sintio utilizado.
Y no hubo marca.