Justo cuando recién Zoro estaba liberándose del capitán Morgan, con ayuda de un pequeñajo, noto prontamente que estaba en deuda con el pequeño muchacho que lo acompañaba, recordaba las palabras de este;
"Se mi nakama"
No podía negarse ciertamente después de que había sido salvado por el menor. Pero eso no quitaba su incertidumbre acerca de quién era ese niño. Le hecho una mirada por encima, era Delgado y con sus músculos marcados pero no grandes, no tenía rastro de barba, ni vellos en sus piernas ni axilas, parecía ser lampiño. Quizá por la edad. Su piel sonrosada y algo bronceada por el constante sol se veía suave, y sobre todo elástica.
Muy elástica.
Era el segundo día que estaban en el pequeño bote. Solos, llevados por la marea.
Luffy se había terminado toda la comida el solo. Claramente cuando Zoro despertó de su siesta, preguntó por la comida que les habían dado los habitantes del pueblo de donde habían salido.
- Oh, sí, ya me comí todo shishishi -. Expresó el niño con su risa tonta mientras cerraba sus ojitos ignorando como había despertado fácilmente al monstruo interior de Zoro.
- ¡¿Por qué demonios te comiste todo tu solo?! -. Exaltado agarró por el cuello de la camisa al menor para ponerlo a su altura y mirar de cerca la cara del menor, obviamente los pies del pequeño no alcanzaba a tocar el suelo del barco.
- Perdón, perdón, es que tenía mucha hambre - El menor posicionó sus pequeñas manos en los brazos musculosos que lo sostenían de esa forma amenazante, no parecía tener el más mínimo rastro de miedo o arrepentimiento en su rostro, la sangre de Zoro se caliento furiosamente.
- ¡No digas "perdón" Si no lo lamentas de verdad, imbécil! -. El menor Miró directamente en los ojos del mayor y dejó de sonreír. El agarre y la furia en el mayor se aflojaron. Sintió que algo dentro del tambaleó ante la penetrante mirada del menor, sin expresión. « ¿Se habría enojado por el trató?».
El menor subió lentamente su mano y la posó en el brazo que lo sostenía allí en el aire.
- Zoro... Sí yo me comí todo... ¿¡Qué vas a comer ahora!? -. Su rostro se había convertido en uno de angustia. El peli verde sintió un poco de alivio por esa reacción, pero luego sintió como una vena de su sien se hinchaba de la creciente rabia que tenía.
«MENUDO CAPITÁN TAN TONTO QUE ME HE CONSEGUIDO»... Se recriminó así mismo el mayor, dejando de nuevo en el suelo al niño que se había puesto a sudar de los nervios.
- Quisiera poder pescar algo para ti, Zoro, pero soy peso muerto en el mar -. Lamentó el menor mientras hacía un adorable puchero y suplicaba disculpas con su mirada.
- No te preocupes, capitán. Aguantare hasta la siguiente isla -.
- No puedo creer que de verdad no haya nada que puedas comerte -.
- Te podría comer si sigues insistiendo -. Había respondido desinteresado Zoro en un intento de hacer calmar el ambiente con una broma.
- ¿¡Te podrías comer a un humano!? ¡Genial! No sabía que era posible -. El monito exclamó impactado por esa información repentina, pues jamás imaginaria a su espadachín comiendo a un humano. - ¿Y qué se siente morder a otra persona viva? -. Intenta explorar ese tema sin pillar la intención original de Zoro, quien solo podía preguntarse «¿cómo era posible tanta inocencia en un adolescente?».
- El tipo de "comer" Del que hablaba no implica morder para tragar, Capitán. Es algo más de adultos -. Zoro se comenzaba a sentir mal por su propia broma, y queriendo evitar más conversación, se recostó en la suelo del barco.
El pequeño sintió aún más curiosidad, « ¿Los adultos se comen qué cosa entre ellos?» La pregunta rondaba por la cabeza del menor y no la veía lógica en ningún aspecto.
- Nee, Zoro, ¿Qué te puedes comer de mí sin morderme? -. Se acercó al mayor y se sentó encima de este para acorralar y obtener respuesta inmediata.
- Quítate de encima, eres muy niño para entenderlo -. Zorro se removía ligeramente incómodo por la cercanía de la cálida piel del menor.
- ehhhh, no seas aburrido, yo soy un adulto también -. Luffy estaba molestándose por el trato infantil que su espadachín estaba teniendo con él. Le parecía una falta de respeto.
Peleándose entre ellos, las caderas del menor se movieron hasta las del peli verde, sus forcejeos comenzaron a encender cierta parte del cuerpo del mayor.
- ¡Luffy quítate de una buena vez! ¡Ya es suficiente! -.
- ¡Quiero que me expliques! ¿¡Y si te dejó comerme un poco!? ¡Quiero saber! -. El menor sintió una incomodidad donde estaba sentado, su trasero sentía un bulto que se restregaba entre sus nalgas.
- ¡Tu!... Te lo haré, te comeré completo, pero no le puedes decir a nadie -. Zoro no podía soportarlo más, sentía que su entrepierna estaba caliente por el contacto con el suave trasero juvenil, había aguantado un tiempo a estar amarrado debajo del Sol, estaba más sensible.
- Zoro... ¡Tú pene está grande! -. Luffy finalmente entendía que era lo que sentía en su trasero, se bajó para mirar el abultamiento en el pantalón del mayor. - Antes no estaba así, ¿verdad? shishishi -. El menor se sentía ligeramente avergonzado, el tamaño le parecía algo intimidante. Sus mejillas estaban ligeramente sonrosadas, también se sentía extraño, con ansias de saber cómo sería comido. Aunque no era consciente, sentía algo de adrenalina en su sangre, excitación.
- No quiero que hables mucho, déjame hacer todo a mí, ¿vale? -. Zoro no sabía mucho del sexo entre hombres, pero si que había escuchado poco entre sus cacerías. Sentía algo de culpa por desflorar al niño enfrente de el, pero eso lo excitaba más al mismo tiempo.
Luffy asintió emocionado y se acercó a Zoro, se sentó a su lado y lo miro fijamente expectante. Zoro se sentía bastante sonrojado, nervioso.
- Voy a tocarte... ¿Vale? -. Preguntó en busca de conseguir permiso por parte del menor.
- Shishishi, está bien, ¿también te puedo tocar yo? -. El menor sonrió inocentemente sin tener idea de lo que hablaba.
- Supongo que sí... Yo te digo si algo -. Susurró mientras se sentaba al frente del menor, que lo miraba aún con su sonrisa.
Las manos rasposas por las espadas le tomaron la pequeña cintura al capitán, el menor rio mientras se sacudía un poco.
- ¡Me haces cosquillas! ¡Shishishishi! -. Zoro sentía que la paciencia se le iba a ir. Agarró con más firmeza y lo Miró a los ojos en silencio, sus ojos buscaban la más mínima excitación en el rostro angelical del capitán para encontrar la fuerza suficiente para hacerlo suyo sin sentirse mal luego.
Luffy contuvo la risa y lo miró también, queriendo entender.
- Ábrete el chaleco -. Susurró ronco Zoro mientras sobaba la cintura del menor.
«Que voz tan varonil» Reconoció el menor mientras sentía que su rostro se calentaba un poco, obedeciendo empezó a desabotonar lentamente su chaleco, dejando a la vista sus pezones.
Zoro soltó un jadeo ronco y miró los pezones del menor, rosados y suaves, se veían bastantes lindos para ser de chico. Acercó su rostro al pecho.
- Zoro... -. Soltó sin querer el menor, estaba nervioso de que el mayor pudiera escuchar los latidos acelerados de su corazón.
Apretó la cintura del menor, y le dio una lamida tierna y lenta al pezón derecho. El menor sintió un escalofrío corriendo su espalda. Puso sus manos en la camisa del mayor y se aferró a ella. Suspiro jadeante con una vos algo dulce.
- ¿Te dan cosquillas? -. De nuevo la voz de Zoro se escuchaba ronca, excitada. Decidió ahora masajear el otro pezón con una de sus manos mientras lamia y mordía ligeramente el otro.
- Ahhh...♡... Mm, ¿Qu... Qué es esto? -. Luffy había comenzado a gemir, se sentía demasiado extraño, extasiado, con algo de nervios por los movimientos tan suaves y fuertes del mayor. Sintió que una extraña calor sumergía en su pecho y en su vientre bajo.
- Te estoy comiendo de a poco, capitán... -.
- sigue... Ahhh ♡ -. Luffy sentía que su cabeza estaba en las nubes. Acercó inconsciente sus caderas al bulto del mayor.
Zoro dejó de poner su cara en el pecho y subió para mirar al menor, vio que sus ojos estaban ligeramente llorosos, estaba empezando a sudar, estaba rojo y se veía excitado. Sintió que su pene creció más en sus pantalones.
Acercó peligrosamente su rostro y ambos sentían los suspiros del otro sobre los labios propios.
Zoro dio un beso Casto, corto. Y se dispuso a ver al menor, que de repente había cerrado sus ojitos y esperaba algo más.
- ¿Acaso sabes besar? Luffy -. El mayor atrajo aún más el cuerpo del menor, prácticamente posicionó al menor encima de sus caderas. De su erección.
El menor abrió un poco sus ojos y miro fijamente a los ojos del mayor. Esbozó una pequeña sonrisa inocente, que ante los ojos de Zoro solo le pareció pícara, coqueta.
- Sí... Sé besar un poco ♡ -. Contestó mientras cerraba de nuevo sus ojos y ahora era Luffy quien puso sus labios rosados sobre los de Zoro, moviéndose un poco.
Zoro se sintió aún más encendido y bajo sus manos para sostener con fuerza el trasero del menor mientras seguía el ritmo lento del beso del capitán.
El menor rodeó el cuello del peli verde, quien había lamido los labios de Luffy para pedir permiso a meter su lengua en la cavidad bucal del pequeño.
El pequeño no sabía que era lo que intentó con esa lamida, pero la imitó, y en eso, el mayor metió su lengua en la caliente y húmeda boca. Sus lenguas se entrelazaron y los jadeos se habían vuelto más altos.
Zoro recostó en el piso del barco al menor. El oleaje era lento, el sol estaba poniéndose, parecía que el ambiente estaba caliente. Más de lo normal.
Los masajes en el trasero del menor continuaron mientras al mismo tiempo intentaban bajar el pantalón y ropa interior del menor. Se posicionó en medio de las piernas y algo desesperado tiró del pantalón con el bóxer quitándolo. Miró descaradamente la entrepierna del más pequeño.
Estaba caliente, palpitando, se veía que tenía una dolorosa erección. No pudo evitar pensar que el pene del menor era lindo, su punta rosada y su tamaño no tan grande como el de él le hacía recordar lo joven que era.
Comenzó a masturbar tortuosamente al menor.
- ¡Ah~♡! ¡Zoro! ¡Zoro! ¡Ahhh...♡...Amh! -. Luffy arqueo la espalda y elevó sus caderas para tener más contacto con la mano que le estaba masajeando de arriba abajo.
Pronto, el menor se corrió en la mano de Zoro, su pecho subía y bajaba, su piel estaba sudada y caliente, se sentía increíblemente bien, su boca se encontraba semiabierta, la baba escurría un poco por la comisura del labio.
Zoro sonrió coqueto con la vista que tenía, puso tres dedos enfrente de la cara del menor...
- Lamelos -. Ordenó, el pequeño, llevado por la excitación de su primera corrida, abrió sensualmente su boquita y chupó los dedos del mayor, lamiendo y besandolos, los mordía un poco mientras soltaba pequeñas risas. Estaba buscando que el peli verde de enojara un poco, parecía querer retarlo a ser más tosco, cosa que esta logrando.
- Es suficiente... Ya los humedeciste bien -. Habló con una voz gruesa y aterciopelada mientras apretaba el trasero del menor.
Luffy sentía que su piel estaba encendida con el contacto que recibía, era como si fuera marcado por una sensación tan caliente que lograba enloquecerle.
- Zoro... Te debe dolor el pene si no lo atiendes... -. Habló suavemente el menor mientras se dejaba acariciar su entrada sin saber nada.
« Creo que no entiende aún que me lo voy a follar, maldición »
Se regaño mentalmente por sus actos impuros, pero ya había llegado hasta ahí, tenía que continuar, porque como el menor había dicho, su pene comenzaba a dolerle.
- Verás Luffy... Estaba pensando en que no entiendes que es lo que te voy a comer... -. Exclamó mientras introducía juguetonamente y algo rudo un dedo en la entrada caliente y mojada del menor.
- ¡AH! ¿¡Qué... Qué haces!? ¡Zoro! Ahhh -. Luffy sintió una incomodidad inmediata, sentía que su trasero ardía en fuego con la intromisión del dedo lubricado del mayor, aunque debía admitir que le gusta un poco la sensación entre más tiempo pasaba.
El dedo hacia movimientos circulares, parecía masajear el caliente interior en busca de lubricarlo para lograr relajarle.
- ¿Ya tienes alguna idea, Luffy? -. Preguntó Zoro mientras miraba con sus ojos filosos al menor que comenzaba a mover sus caderas en busca de más contacto.
- AahHhh♡♡... ¿Quieres alcanzar la comida que antes me comí, por ahí? Ahhh ♡... No.. Zoro, ya fuí a cagar, no la vas a encontrar... Uhmmm ah... ♡ -. Luffy balbuceaba mientras sus ojos se entrecerraban por el placer que sentía con el dedo largo de Zoro.
Zoro no pudo evitar soltar una risotada que sorprendió al menor.
- ¡No me voy a comer tu mierda! ¡JAJAJAJAJAJA! -. El mayor no podía creer lo tonto que había sido eso, asqueroso pero gracioso. Luffy sintió algo de vergüenza por las risas del mayor.
- ¿¡Entonces qué te vas a comer!? ¡Sigo sin entender! Eres molesto cuando te ríes así -. El menor hizo un puchero mientras giraba su rostro hacía la apuesta del Sol, avergonzado y ya algo molesto.
De repente Zoro introdujo en la entrada otro dedo mientras los movía como si fuesen tijeras, para abrir más el estrecho culo del menor.
- ¡Zoro! Ah ¡Ah! ¿¡Por qué metes tus dedos!?... AaaAHhhH, pff, no puedo más ♡ -. Luffy sintió que una nueva erección levantaba su pene, su voz esta dulce, suave, gemia sin controlarse, disfrutaba y se estaba entregando al placer sin saber si quiera que era lo que Zoro le estaba haciendo.
- Capitán... Yo me estoy comiendo su cuerpo de este modo... Ya no soporto más, lo metere -. Zoro también estaba en el límite de la cordura, le encendía un montón ver al fuerte líder de su tripulación de dos estar así, acostado moviendo sus caderas, mientras sus interior apretaba sus dedos.
Sacó su engrandecido pene, y lo posicionó en el resbaladiza entrada del menor. Luffy entendió un poco aún cuando estaba ido.
- Zoro... ¿¡Me vas a meter eso!? ¡No va a caber! -. Soltó algunas lágrimas y se removia asustado por el imponente órgano del mayor.
- ¡No te sacudas! No te preocupes, Luffy... Seré gentil, Déjame meterlo -.
- ¡No! ¡Me va a doler a mí! -. Luffy se negaba mientras intentaba cerrar un poco sus piernas para sacar los dedos intrusos en su trasero.
- ¡Esta bien! Entonces déjame usar tu boca... -. Zoro se sentía desesperado, aunque también bastante frustrado por no haber podido follar ese suave y bien formado culo.
- ¿ah? Bueno... Eso lo puedo intentar... -. Luffy se posicionó como si supiera que era lo que quería el mayor y miro con vergüenza el palpitante pene.
Lamio tímidamente la punta y alrededor.
Luego intento meterla toda en su cálida y resbaladiza boca. El menor siempre gustaba de meter grandes bocanadas de comida, así que no fue difícil para el meter la longitud de Zoro.
Al final Zoro se corrió en boca del menor, quien tragó su semen ansioso por saber el sabor de ese líquido, claramente luego tosio y saco su lengua.
- Es amargo... Pero no está mal -. Concluyó el menor mientras se vestía y miraba a lo lejos una nueva isla.