■ NARRA JUNGKOOK ■
Vi la mirada aterrorizada de Hoseok mientras daba pasos hacia atrás negando con la cabeza constantemente.
-- No, no, no... -- dijo con nerviosismo -- Yo no voy a entrar ahí. Sólo sabe Dios lo que hay allí dentro y yo no quiero averiguarlo.
De un movimiento rápido intento irse por una puerta que se encontraba a su lado, pero TN lo tomo del brazo con fuerza impidiendo que se fuera.
-- No te puedes ir -- dijo TN.
Hoseok seguía negando con la cabeza. ¿Qué rayos le pasaba? Desde que lo conocí, nunca lo habia visto actuar de una manera tan cobarde.
-- Yo... --, comenzó a tartamudear -- No puedo, no me pidan cosas imposibles. Cualquier cosa que pueda gruñir y que pueda ocasionar un terremoto de esa magnitud...-- se llevó las manos a la cabeza -- ¡Hay que estar loco para entrar allí!
Apunto la puerta.
Puse los ojos en blanco, se estaba pasando, cada segundo que pas a hablando la madre de Chanyeol podía morir.
Tome a Hoseok del brazo y lo atraje hacia mi.
Le solté una bofetada en la cara que me dejó ardiendo la palma de la mano derecha. Tome sus hombros para que me mirara.
-- ¡Has lo que quieras! -- grite -- Pero no regresaremos por ti. Eres un cobarde, ¿No te das cuenta de que se trata de la madre de Chanyeol? Es alguien importante para él. Quédate si quieres, no necesitamos a alguien como tú en este grupo.
Mire a todos, sus rostros estaban totalmente petrificados, seguramente estaban impresionados por lo que acababa de hacer.
-- Vámonos -- dije mirandolos de forma dura.
Todos asintieron sin decir palabra.
Quiza había sido un poco duro con Hoseok, sin embargo eso había funcionado para motivar a los demás.
En este mundo no puedes simplemente esconderte en un rincón hasta morir naturalmente, aquí sólo hay una opción; matar. Y si no matas ellos te matan a ti.
Otro terremoto se hizo presente y la pared que teníamos a los lados comenzó a llenarse de grietas.
Caminamos con dificultad hacia la puerta de metal que teniamos enfrente. Los pequeños terremotos nos dificultaban el movimiento, de modo que todos nos moviamos de izquierda a derecha.
-- ¿Alguien tiene un arma? -- pregunté.
TN se acercó con dificultad hacia donde me encontraba y me tendió la mano con una pistola.
-- Gracias -- respondí.
Tome la pistola de sus pequeñas manos y lo primero que hice fue ver cuantas balas tenía, una vez echo esto mire a los demás.
-- ¿Quien más tiene pistola? -- pregunté.
-- Yo y... -- dijo Jimin -- Hoseok.
Fruncí el ceño.
Escuche pasos aproximarse a nosotros, se trataba de Hoseok. Me miro con cara de perrito desamparado, como si buscarán causar lástima.
-- Dale tu pistola a Taehyung -- le dije sin mirarlo.
-- Yo... -- intento decir.
Busque con la mirada donde tenía escondida la pistola, una vez que la encontré a lado de sus jeans, la tome con brusquedad y la lance en el aire donde se encontraba Taehyung.
Así como la avente, la atrapó en el aire.
-- Ahora si, estamos completos. Vamos. -- dije.
Me aproxime a la puerta decidido a abrirla hasta que vi que Hoseok se interpuso en la puerta para impedir que la abriera.
Un gruñido acompañado de otro temblor se hizo presente.
-- ¿Ahora qué? -- pregunté mirando a Hoseok.
-- Perdón, sólo pensé en mi... Quiero ir con ustedes, seré valiente está vez.
Sonreí.
Estaba comenzando a pensar que se quedaría en este lugar y tendría que regresar por él.
Mire a Jimin, desde que lo conozco supe que tenía mala puntería y sea cual sea la cosa que está detrás de la puerta necesitaba de los mejores en puntería.
-- Jimin, dale tu arma a Hosoek.
Jimin sonrió de oreja a oreja y se la entregó; no pareció desagradarle el echo de que Hoseok tuviera su arma.
Los ojos de Chanyeol estaban llorosos, había olvidado la verdadera razón por la que teníamos que entrar, si fuera egoísta les diría que nos fuéramos ya, pero compartía el mismo sentimiento él.
Quizá yo no tenía a mi madre viva pero aún tenía a NamJoon y aunque me odiara necesitaba saber que estaba bien.
Sin pensarlo más tiempo abri la puerta de par en par.
Una inmensa neblina cubría gran parte de las viviendas, a penas y podía ver las primeras casas azules.
Una inmensa sombra salió de entre la neblina y mi corazón se agitó, a primera vista sólo vi unos pies gigantes llenos de sangre y con las uñas largas, mire hacia arriba y vi a un inmenso zombie.
Al notar nuestra presencia soltó un gruñido tan fuerte que sentí como mi cuerpo se congeló al instante.
Teníamos que correr, teníamos que hacer algo pero no tenía ni idea de que hacer, el miedo que me producía aquel zombie me había congelado las ideas.
-- ¿Dónde está tú madre Chanyeol? -- pregunto TN sacandome de mi trance.
El zombie gigante tenía marcado en el pecho un sello con la palabra "z3", él era el experimento que decía el presidente.
-- En casa, debe estar en casa... -- dijo Chanyeol.
No lo dije, pero desde que abrimos la puerta no había visto a ninguna persona gritando o corriendo por allí ¿Dónde está todo el mundo?
El zombie nos miro y comenzó a caminar había nosotros.
Pude ver su rostro, tenía la mitad de la cara casi en los huesos de modo que podía ver como los sus ojos estaban a punto de salirse de sus órbitas, había perdido parte de su cabello y se podía ver el hueso de sus mejillas.
Tiene que ser un sueño.
-- Rápido, llevanos -- dije -- Yo te cubrire.
¿Era demasiado tarde para correr? El zombie inclinó su cuerpo ligeramente hacia nosotros y soltó un gruñido tan fuerte que los oidos se me taparon.
-- Por aquí -- dijo Chaneyeol corriendo por una calle.
Todos lo seguimos rápidamente hasta que ya habíamos paso dos calles completas, ya me empezaba a preguntar que tan lejos quedaba su casa.
El zombie comenzó a caminar haciadonde estábamos, provocando que pequeños terremotos sacudieron el suelo.
-- ¡Dios! Nos esta siguiendo. -- dijo Hoseok con la respiración agitada.
Mire a mi alrededor, seguí a sin ver rastro de personas.
Sentía cansancio, ya habíamos paso otra calle y no habíamos podido llegar a la casa de Chanyeol.
Cada vez sentía los pasos del zombie más cerca de nosotros.
-- Nos va a alcanzar, tenemos que escondernos -- dijo Nayeon mirando atrás.
-- ¿Pero dónde? -- dijo Taehyung.
-- Mi casa está en la calle siguiente -- dijo TN -- Vamos allí.
No había una mejor idea así que solamente seguimos a TN.
Saco una tarjeta amarilla de sus jeans y la paso por una puerta (Su casa).
Todos entramos rápidamente al interior y vi a Jimin cerrar la puerta.
Soltamos un suspiro, al fin un momento de tranquilidad.
-- ¿Cuánto falta? -- pregunté.
-- Estamos a dos calles -- respondió Chanyeol.
Solté un suspiro.
Mi corazón comenzó a latir con fuerza cuando vi una mano gigante rompiendo la ventana de TN, la mano se introdujo dentro de la sala destruyendo todos los muebles que estaban a su paso, la mano se movía de un lado a otro buscando encontrarnos a tientas.