Mathew:
Fuerzo una sonrisa, es lo primero que se me ocurre hacer con tal de eliminar este fastidioso silencio.
—Dilo y hazlo de una vez.
Las lágrimas en sus ojos lanzan otro puñal en mi pecho.
Mierda..
Solo márchate de una vez.
—¿Vas a decirlo o n..?
—Estoy enamorada de ti.
Me quedo helado.
Evanna me deja lleno de sorpresa y el brote de lágrimas y su expresión suenan tan sinceras como ninguna otra vez.
—Te amo, Mathew.—Pronuncia otra vez y esa expresión esta ahí.
Todo el recuerdo viene a mi mente en ese momento, todas las miserables palabras que me decían mis padres y que un niño no merece oírlas.
"Solo causas problemas , Mathew"
"No le importas a nadie"
"¿Realmente creíste que te amaba?"
" Eres una deshonra, no debiste nacer"
"Debi abortarte"
"Te amo, Mathew"...
Es tan diferente, se escucha tan diferente a lo demás.
—Sé que nunca te lo ha dicho nadie.—Me recuerda.—Es injusto y me llena de tanta rabia lo que te hicieron... y no, no es lastima, me siento así porque a pesar de lo que pasó, tú sigues siendo importarte para mí...
Las lágrimas se deslizan por sus mejillas.
—Y quiero que tengas esto... porque todos merecemos escucharla, todos merecemos que alguien nos ame y yo te amo a ti.
—Eva..
—Estoy enamorada de ti, Mathew Vance.—Solloza.—Realmente te amo.
Basta...
Ya basta, porfavor..
Mis ojos se cierran y la escucho llorar.
"Te amo, Mathew"...
No creí que llegaría a pasar, esas palabras...
Y ella me lo ha dicho.
Mis putos labios tiemblan.—Tienes que irte.
Dejarla ir es lo mejor que puedo hacer.
Solo déjala ir.
—Mathew...
No levanto la mirada a su rostro, una sola mirada basta para que se dé cuenta de todo lo que esta experimentando mi cuerpo ahora mismo.
— ¿No vas a decir nada?.—Escucho que rompe el silencio y su voz se corta igual.— ¿No hay nada que quieras decirme?
No, Evanna.
No lo hay.
—¿Hay algo que debo decir?.—Mi voz es dura y fría.
Esta vez me siento listo para mirarla, para dejarla ir sin evidenciar mis egoístas deseos, observo como se muerde el labio para no llorar.
Solo vete.
Vete de mi vida, Evanna.
Abandóname igual que todos.
—Esto es lo que soy ,Eva ..—Añado, pensando que así se ira, recordándole lo que soy .—Nada ha cambiado.
"Nada ha cambiado"
No muestres dolor, ni arrepentimiento.
No lo hagas.
Evanna se queda quieta, esperando que la detenga, pero no lo hago aunque las manos me piquen, aunque los pies me pidan ponerme de pie y vuelva a ser el mismo egoísta para mantenerla a mi lado.
El mismo miserable que se atrevió a levantarle la mano.
Evanna se rinde y creí que me sentiría mejor, pero es claro que no porque apenas se acerca a la puerta, mi boca se vuelve a abrir.
—Te dije que iba a romperte el corazón.
Mis palabras la detienen por un instante, pero entonces ella desparece de mi vida como lo prometió.
Y es lo mejor.
Me recuerdo que es lo mejor.
Dejo caer mi cuerpo sobre el mueble otra vez y me cubro los ojos mientras una sonrisa curva mis labios.
¡Mierda!
—Lo lograste.
Finalmente te deshiciste de ella..
Comienzo a sentir el calor de mis mejillas.
—Lo lograste.—Repito y me quedo en silencio mientras mi sonrisa se pierde.—¡Mierda!
Eres un inútil Mathew...
Mira que llorar por una mujer, eres una completa vergüenza.
Nos leemos en el capítulo final.
>>Yiemir