Euphoria ✧ kookmin

By melovestaehyung

108K 10.6K 11.7K

¿Alguna vez te haz enamorado de tu mejor amigo? Bueno, si la respuesta es afirmativa. Jungkook igual. ➥ jk to... More

Euphoria ✧ I
Euphoria ✧ II

Euphoria ✧ III

36.1K 3.9K 4.3K
By melovestaehyung


Abracé por quinta vez mis piernas, en aquella posición fetal que desde hace horas estaba.

Desde que se fue Jungkook, exactamente.

Yo... me sentía destrozado, completamente destrozado. Todo había pasado tan rápido, tenía tantas preguntas al respecto.

Y sentimientos encontrados.

Jamás me había sentido tan impactado en mi vida cuando Jungkook me besó.

Fue tan inesperado e impredecible para mí, jamás pensé que yo le llegaría a gustar o que le gustara en sí. Jungkook no era gay, que yo sepa es heterosexual. Cómo yo. ¿Entonces porqué me besó? ¿Será que estoy equivocado? ¿Jungkook sería capaz de mentirme por tanto tiempo? ¿De ocultarme dos cosas tan importantes?

¡Qué grandísimo idiota!

Se suponía que nos contábamos todo. Yo le cuento todo lo que me sucede, él sabe prácticamente todo de mí. ¿Entonces porqué siento que no le conozco, aveces? Odio sentir eso, es mi mejor amigo. Es la persona que siempre ha estado ahí para mí y lo adoro, le quiero muchísimo.

Tengo tantísimas preguntas ahora mismo, por cada minuto que pasa se suman más y más. Estoy uniendo puntos y entendiendo otros.

¡Estoy tan confundido!

Y sólo he estado llorando en silencio, por mis suposiciones, por todo. Por Jungkook, lloro por él. Lloro por mi amigo, lloro porque siempre me esté ocultando cosas, porque a veces dudo de qué somos, de si realmente somos mejores amigos cómo decimos ser.

Pero lloro específicamente porque estoy mintiendo.

Él no sabe todo de mí.

Hay muchas cosas que nunca le conté.

Él no sabe qué comencé a dudar de mi sexualidad a los 17 años. Cuando me dieron ganas de darle un beso.

Él no sabe que siempre tengo ganas de darle un beso, seamos amigos o no, siempre he sentido esas ganas.

Y antes pensaba que lo que me pasaba era anormal, que yo no estaba bien. Estaba muy mal informado y era de mente cerrada. Fue una época dura, porque veía que me gustaban las mujeres cómo siempre había sido.

Pero luego veía a Jungkook y sentía que quería estar con él toda mi vida.

Y no sabía si era porque éramos muy cercanos, esta extraña atracción o sentimiento, o porque entonces significaba que él me gustaba. Pero eso no podía ser posible, jamás. Yo no era gay. Y no soy gay.

Pensaba estar enamorado de una chica, y ellas siempre me han gustado. Pero con Jungkook es diferente, todo con él es diferente. No sé que me sucede, no me gustan los hombres.

¿Entonces porque siento esto sólo con él?

Estoy tan jodidamente confundido.

Joder.

Y hasta ahora es que me pongo a pensarlo detenidamente, porque ese pensamiento sobre Jungkook lo he tenido desde siempre, desde que le conozco o empecé a dudar. Sin embargo pensaba que estaba mal o que sólo estaba confundido, o que eran mis hormonas de la pubertad y estaba pensando en cosas raras.

Así que lo olvidé y dejé de lado por varios años. Hasta ahora.

Soy un completo imbécil.

Si es lo que creo que es.

¿Cómo no me pude dar cuenta?

Creo que ambos tuvimos miedo de confesar nuestros sentimientos o dudas. Tuvimos miedo de arruinar la amistad.

Ahora que me pongo a pensar, nunca me sentí completamente cómodo con las chicas. Siempre había una extraña barrera que me impedía abrirme totalmente a ellas, cómo lo hago con Jungkook. Las mujeres son difíciles, sí. Ellas sólo quieren hombres que las abracen y les den cariño, etc. Y yo amo hacer eso, amo ser cariñoso y abrazar.

Pero amo muchísimo más que lo hagan conmigo.

Tal cómo Jungkook lo hace...

Él siempre me abraza y me besa. Me da cariño, me cuida y protege. Siempre está ahí para mí, siempre me escucha. Él realmente me quiere. Y yo lo quiero a él.

Somos mejores amigos.

Y eso es lo que los mejores amigos hacen, ¿no?

Pero me duele todo, me duele recordar su rostro asustado y sus ojos llorosos. Jungkook es cómo un bebé, necesita cuidado y atención.

Jungkook es mi bebé.

Y yo siempre estaré ahí para él. Mientras él esté ahí para mí, también.

En ese momento me llega una notificación al celular, estoy a punto de ignorarla de no ser porque me percato que es de Jungkook. Inmediatamente mandó todo a la mierda y leo el mensaje:

Jungkookie:

Jimin.... Te amo. Te amo, con toda mi alma. Eres lo mejor que tuve en mi vida, lo más precioso y hermoso que la vida me dió. Jamás me arrepentiré de cada mínima cosa que hice por ti. Porque te amo. Y si, Jimin. Soy gay. Y llevo enamorado de ti desde hace 3 años. No te había querido decir esto porque tenía muchísimo miedo de que me rechazarás y que nuestra amistad se fuera a la mierda. Y ya te he dicho que no soportaría perderte, aún no lo hago. Por eso me iré. Sea donde termine, te voy a extrañar. Extrañaré tu bello rostro, tu suave tacto, tu calor y aroma único. Tu voz, tu risa. Realmente estoy enamorado de ti y probablemente te resulte extraño todo esto, incluso inesperado pero es la realidad. No te quiero, te amo. Espero que logres tener una vida feliz, sé que lo lograrás, tienes mucho futuro por delante. No como yo, que mi vida está prácticamente arruinada. Ya no tengo por quién luchar o seguir Jimin, ni siquiera por mi mismo. Yo sólo quiero que sepas que te amo y te amaré siempre, que a pesar de todo siempre lo hice. Y lo siento, lo lamento tanto pero tendré que romper mi promesa. Realmente lo siento en el alma por hacerte esto Jimin, pero sabrás continuar sin mí. Eres fuerte, no débil, cómo yo. De verdad lo siento. Pero ya no puedo, simplemente ya no puedo. Espero algún día logres perdonarme. Dile a mi mamá que a pesar de todo yo la amo, porque es mi mamá, y que espero logre perdonarme. Lo siento por ser tan cobarde y decir esto así, pero no pude decírtelo de frente en ningún momento. No podía. Sólo quiero que me recuerdes como Jungkook, aquél chico que fue tu mejor amigo pero que en el fondo era la persona que más te amaba en el mundo.

Te amo, Jimin.

Gracias por todo.

Y te perdono todo.

Adiós.


—————

Corro, corro y corro. Es lo único que estoy haciendo ahora es lo único que puedo hacer. Estoy corriendo lo más rápido que puedo, las lágrimas en mi rostro me nublan la vista, el corazón me late como loco. Estoy aterrado, estoy asustado.

Jungkook no puede hacerlo.

Jungkook no puede quitarse la vida.

Jungkook no puede morir.

Apenas leí ese mensaje, me levanté rápidamente de golpe y me coloqué unos zapatos para después salir sin decir nada de mi casa y correr como un desquiciado a la casa de Jungkook. No era tan lejos, pero tampoco tan cerca. Sólo podía correr y pensar en él.

Estaba llorando en el camino por todo lo que me dijo, pero específicamente por el miedo a perderlo. No puede, simplemente no puede irse.

Tenía muchísimos sentimientos encontrados, pero no podía sentarme a llorar y reflexionar sobre ellos. La vida de Jungkook corría peligro y yo debía de salvarlo.

Debía de salvar a Jungkook, a mi mejor amigo.

Comenzaba a cansarme y con ello a desesperarme, no, no podía parar. Aún faltaba un poco y ya sentía que me iba a desmayar, mis pies dolían, mi vista se tornó borrosa. Por un momento pensé que me desmayaría que colapsaría ahí mismo, pero no. No me permití a mi mismo hacer eso, debía de ser fuerte y aguantar. Era por Jungkook, tenía que ir por él.

Así que me obligué a darme fuerzas y levantarme y seguir, ya no tan rápido que antes pero continúe. Entré al sector donde vivía, sosteniéndome de las paredes. Ya era de noche, ya no habían buses ni taxis. Dehecho era peligroso andar por ahí solo, pero a mi no me podía importar más una mierda ahora.

Hasta que finalmente llegué. La casa de los Jeon, estaba al frente mío. Por suerte, a pesar de las circunstancias logré sacar una copia de las nuevas llaves así que no dude en introducirlas rápidamente en la cerradura y abrir la puerta. Inmediatamente que entré, fue como si las energías me volvieran de golpe y salí corriendo a escaleras arriba hasta la habitación de Jungkook.

Cuando entré, todo estaba oscuro a excepción del baño. Se veía la luz encendida y supuse que Jungkook debía de estar ahí. Con el corazón en la mano me aproximé a la puerta y la golpeé, la pataleé, todo.

—¡Jungkook! —lo llamé con todas mis fuerzas— ¡Jungkook, ábreme porfavor! —estaba comenzando a desesperarme y la puerta simplemente no se abría— Maldita sea... no lo hagas... —comencé a sollozar pegando mi frente a ese trozo de madera.

Entonces, cuando ya me estaba comenzando a dar por vencido. Observo la mitad de las llaves en mi bolsillo y entonces veo la cerradura de la puerta. Y tuve una idea. Eran muchas llaves, una tendría que ser la del baño. Tiene que ser, tiene que estar. Con la manos temblorosas comencé a probar cada llave, eran cómo ocho, ya me estaba angustiando en la quinta y nada.

Hasta que justamente en la séptima, la cerradura se abrió. Solté un jadeo de la impresión y no lo pensé mucho y abrí la puerta.

Lo vi que allí, creo que me marcó de por vida.

Jungkook estaba en el suelo, con el rostro encima de la tapa del baño y los ojos cerrados. Una de sus manos estaba sosteniendo una caja de pastillas completamente vacía y en la otra, la cuál reposaba en sus muslos, estaba su celular.

Sentí cómo el alma se me fue del cuerpo momentáneamente, tanto que instintivamente me hice para atrás, llevando una mano a mi pecho mientras mis ojos se llenaban de lágrimas. Y sin pensarlo más, me lancé hacia él. Cómo un desquiciado tomé su rostro, su rostro inconsciente. Su cuerpo estaba frío y débil, parecía no tener vida. Parecía algo que no quería creer. No, no podía ser cierto.

—¡No! ¡No, Jungkook! ¡No me hagas esto! —gritaba en medio de sollozos, sin poder dejar de llorar y temblar mientras lo abrazaba. No podía dejarlo ir, simplemente no podía— P-Porfavor no, t-te lo suplico... No me dejes, no me puedes hacer esto, Jungkookie. Porfavor no, no, no... —miraba su rostro, estaba pálido, seguía igual. Cada vez me convencía más de que lo había perdido.

—Jungkookie, ¿porqué lo hiciste?... Porfavor, no te vayas... no puedes dejarme solo... ¡No puedes dejarme, maldita sea! —tomé su rostro y lo acerqué al mío, besando cada parte de él. Hasta finalizar con un pequeño beso en sus labios— T-Te amo... —sollocé.

Justamente en ese momento, escuché unos fuertes y rápidos pasos aproximarse. No importa quién fuera, yo no iba a soltar a Jungkook. Y cuando levanté la vista la madre de Jungkook estaba al frente mío, mirando toda la escena con terror en sus ojos. La vi con los ojos llorosos, diciéndole con la mirada que ya era tarde, que ya se había ido. Y era lo que creía pues Jungkook no respiraba, no sentía su corazón, no nada.

Entonces ella inmediatamente negó con la cabeza.

—No, va a vivir —sentenció con voz firme pero dolorosa.

Rápidamente ella se acerca a mí y me arrebata a Jungkook de mis brazos. Lo sienta en el piso, entonces le mete dos dedos en su boca, prácticamente en la garganta hasta al fondo. Yo miro todo anonadado, y después de unos segundos y de improvisto...

Jungkook reacciona.

Inmediatamente comienza a moverse y a toser, yo literalmente siento que el alma me vuelve al cuerpo. No lo podía creer. Jungkook estaba vivo. ¡Estaba vivo! La madre inmediatamente levantó la tapa del baño y movió su cabeza allí para que Jungkook vomitara todas las pastillas que había consumido. Y cuando terminó, se dejó caer débilmente en mis brazos y yo lo sostuve con fuerza. La señora Jeon miraba todo sorprendida y con ilusión en sus ojos llorosos.

—V-Voy a llamar a una ambulancia —dijo, levantándose rápidamente del suelo y saliendo del baño.

Yo me quedé nuevamente solo con Jungkook. Estaba ahí, en mis brazos, su cabeza reposando en mis muslos. Tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta mientras respiraba agitadamente. ¡Respiraba, estaba respirando! Yo en ese momento estaba llorando, no podía parar de llorar desde el primer segundo que le ví un signo de vida. Lloraba de felicidad. Era inexplicable la sensación y el sentimiento de haber tenido ese cuerpo en tus brazos, completamente inerte e inconsciente a verlo respirar y sentir su corazón latir.

Él pareció mover débilmente sus ojos ante mis fuertes sollozos, queriendo abrirlos pero sin tener la fuerza para hacerlo.

—J-Jimin... —murmuró en un susurro casi inaudible pero que afortunadamente logré escuchar.

Inmediatamente el corazón se me detuvo y lo atraje más a mi cuerpo, apartando los cabellos de su rostro y limpiándolo con un pañuelo.

—Jungkookie, estoy aquí —le dije en susurros. Él fruncía levemente el ceño aún con los ojos cerrados, seguro sin entender nada de lo que estaba pasando— Shh, estarás bien. Todo va a estar bien... Todo estará bien...

Jungkook no respondió, ni cambió su expresión.

—Te... amo...

Escuché de sus labios débilmente salir y mis sollozos se identificaron. Ya no me importaba nada, inmediatamente incliné mi cabeza a él y le besé todo su rostro.

—Te amo, Jungkook. Yo también te amo. Te amo, te amo, te amo... —murmura sobre su mejilla, sin dejar de besarlo.

Estaba tan feliz. La vida nos había dado una segunda oportunidad a ambos. Y una nueva oportunidad de vivir para Jungkook, esta vez sería diferente.

Y ya nada sería lo mismo de antes.


——————

Despierto, notando que respiro. No abro los ojos, porque no puedo, me siento repentinamente débil. Me siento cómo la mierda. Me duele todo. Mi garganta duele, mi estómago duele, todo duele. Jamás me había sentido tan mal físicamente y débil en mi vida cómo ahora.

No entiendo nada, no sé que está pasando y porqué estoy vivo.

¿Porqué no estaba muerto?

No quiero pensar que me salvaron, no quiero pensar que fracasé. Hasta para matarme soy malo, no puede ser. Siento una enorme pesadez en mi cuerpo, un odio recorrer mi ser ante la persona que me hubiese salvado o de mi mismo, al haber fallado.

Intento difícilmente hacer memoria de lo que ha pasado, y de inmediato mi corazón se detiene perturbado al recordar. Lo último que recordaba era ver nubloso el rostro de Jimin al frente mío. Sólo sabía que estaba llorando, se veía terrible. Me decía cosas, las cuáles no recuerdo y creo que hasta me besaba el rostro. No sé porqué hizo todo eso, estaba muy confundido en el momento.

Pero ahora lo entiendo, o eso creo.

¿Jimin me salvó la vida?

En ese preciso momento que pienso eso, escucho un sollozo a mi lado.

No sé quién es, tengo los ojos cerrados y no veo nada. Me obligo a abrirlos cuándo los pequeños sollozos continuaron. Me cuesta mucho hacerlo y más cuando una luz blanca me golpea el rostro. Pero finalmente lo logro y parpadeo lentamente, mirando al techo. Bajo un poco y con dificultad el rostro y me percato en ese momento que estoy en un hospital, acostado por ende en una cama.

De nuevo escucho aquél triste sonido de un sollozo a mi lado. Volteo lentamente y lo primero que veo es una cabellera rubia. Inmediatamente le reconozco, es Jimin. Está al borde de la cama, con los brazos cruzados y posados en el colchón mientras que esconde su rostro en ellos. Su espalda no para de moverse en espasmos, está llorando. Jimin estaba llorando y yo no entendía nada.

—J-Jimin... —jamás mi voz me había salido tan débil, dehecho pensé que no me había escuchado hasta que veo cómo deja poco a poco de llorar y levanta su rostro.

Conectamos miradas. Veo cómo sus ojos llorosos me miran con sorpresa e ilusión.

—Jungkookie... —murmura temblorosamente antes de incorporarse y acercase a mí.

Siento su cálida mano tocar mi mejilla en una suave caricia, no puedo superar la mirada que me está dando, me mira cómo si no me hubiese visto en años, cómo si fuera la persona más hermosa del mundo.

—¿Estás bien? —me pregunta, sonriendo levemente mientras una lágrima baja por su mejilla.

Suspiro, cerrando por un momento mis ojos.

—He estado peor... —respondí. Pues era verdad, ahora me sentía cómo la mierda pero no era la primera vez que estaba en un hospital por intoxicación.

Y tampoco era la primera vez que despertaba con Jimin a mi lado, preocupado por mí. Inmediatamente me sentí mal, muy mal. Todo había sido mi culpa. Él la estaba pasando mal de nuevo por mí. Comencé a unir puntos, entonces Jimin realmente me vió en ese estado. No se suponía que él tuviera que salvarme, él no tendría que estar conmigo ahora. Se suponía que yo debía de estar muerto.

—¿Jungkook, porqué lloras? —Jimin me miró asustado cuando comencé a sollozar en silencio, ojalá hubiera podido hacerlo más fuerte pero el dolor en mi estómago me lo impedía.

Si antes tenía ganas de morir, ahora las tenía el triple.

—L-Lo siento... Yo debería de estar muerto... No aquí. Jimin, no quiero vivir... ¿P-Porqué no me dejaste morir? Hubieses estado mejor sin mí... —le miré completamente derrotado.

Jimin me observó pasmado y entonces volvió a sentarse, tomando mi mano y llevándola a sus labios, dándole incontables besos mientras las lágrimas bajaban sin parar de su rostro.

—Quiero golpearte... realmente quiero hacerlo, Jungkook —murmuró sobre mi piel, sin dejar de llorar— ¿Cómo quieres que te deje ir? ¿Cómo pudiste pensar que yo estaría mejor sin ti? ¿Q-Quién te crees que eres para suponer lo que es mejor para mí? E-Eres un idiota... Un completo idiota... —lo ví quebrarse en frente mío, soltando mi mano y volviendo a esconder su rostro en la cama.

Yo sólo le miro impactado y dolido, escuchándolo llorar. Me sentía peor ahora, alzo con dificultad mi mano para acariciar su cabello rubio. Llorando junto con él, ambos éramos un desastre ahora mismo.

Y fue en ese momento que por primera vez me sentí arrepentido, estaba arrepentido. Jimin tenía razón. ¿Qué estuve a punto de hacer? ¿Qué mierda pensaba en hacer? Soy un completo imbécil.

—J-Jimin, lo siento tanto...

Él negó con la cabeza y entonces levantó la vista hacia mí.

—Realmente llegué a pensar que te habías ido... Fue el momento más horrible de mi vida. Al igual que tú, yo no puedo perderte, Jungkook. No puedo. Fue horrible —repitió, poniéndose de pie de repente e impulsándose hacia al frente para abrazar mi cuerpo— No vuelvas a hacerme eso, Jungkook. Te lo pido, porfavor... —pidió, sollozando en mi pecho.

Yo inmediatamente lo rodeé con mis brazos, él prácticamente se subió a la cama. Nos abrazamos mientras llorábamos en silencio, nos abrazamos cómo siempre lo hacemos. Ahora el escondía su rostro en mi cuello, podía sentir su cálida respiración. De vez en cuando me daba pequeños besos y yo lo hacía en su cabello y frente, sin dejar de pedirle perdón, sin dejar de disculparme por la estupidez que pensé en hacer.

Finalmente nos quedamos dormidos, tampoco era la primera vez que dormíamos abrazados. Cediendo ante la cálidez y paz del contrario.

Bueno, Jimin se quedó dormido antes que yo. Sólo fue cuestión de minutos cuando dejé de oírlo llorar abrazado a mí, entonces me percaté que el sueño le había ganado. No sabía cuántos días habían pasado desde mi intento de suicidio, no creía que muchos. Pero conociendo a Jimin, él de seguro no había dormido nada. Y no lo culpo, yo hubiera hecho lo mismo. Eso es algo que compartimos los dos, somos muy tercos.

No pude dormir hasta después de unos minutos, pues mis pensamientos no me dejaban pensar en la palabra "descansar". Lo cuál era evidente que debía hacer. Pero no podía dejar de pensar en cómo ocurrió todo, Jimin sólo me dijo que fue a mi casa y me encontró así. ¿Entonces quiere decir que sí habrá leído el mensaje que le envié? ¿Prácticamente mi declaración de amor? ¿Las que yo creía que serían mis últimas palabras?

Y no podía entenderlo, pues a pesar de haberlo besado, a pesar de haberle confesado que era gay, que estaba enamorado de él y que lo amaba. Él siguió a mi lado, me salvó y sigue aquí conmigo. No me ha rechazado, no hemos tocado el tema. Es cómo si nunca hubiese pasado y en parte me duele.

Talvéz cuando esté mejor, él quiera hablarlo conmigo. Seguro me dejará las cosas claras, seguro se sentirá mal por no poder corresponderme.

Y aquello me dolería cómo la mierda.

Pero mi pregunta ahora es...

¿Qué pasará con nosotros?

—————

Observo por última vez a Jungkook, quién está dormido. Suspiro y salgo de la habitación del hospital. Sólo habían pasado dos días desde aquello, acabo de levantarme después de que por fin el hayase despertado completamente. Y ya debía de irme, no quería dejarlo. Realmente no quería. Pero las enfermeras no me dejaron quedarme más tiempo, el tiempo de visitas se había acabado.

Sólo espero poder volver mañana, mis exámenes se acercan y no he estudiado nada. Tampoco puedo darme el lujo de sacar malas calificaciones, de lo contrario podría perder mi beca. No estoy diciendo que todo es culpa de Jungkook, eso nunca. Simplemente, no puedo dejar totalmente de lado mis estudios por él. Tengo también responsabilidades que debo cumplir y aunque quiera estar todo el tiempo del mundo con él.

No puedo.

Le enseño mi cédula a la enfermera encargada del control de visitas y firmo mi salida. Siento la mirada de ella mirarme con una especie de curiosidad y cariño, me miraba y después observaba la habitación de Jungkook.

—Sabes —llamó mi atención, suavemente— Nunca había visto a un chico preocuparse tanto por su novio cómo tú.

Inmediatamente siento mi corazón detenerse por un segundo y la miro sorprendido.

—Oh, no es... —trago grueso— No es mi novio. E-Es mi amigo.

—¿Enserio? —alzó sus cejas, sorprendida— Pensé que lo era, realmente parecen una pareja...

—Lo sé —fue lo único que dije con voz apagada.

Finalmente me despedí y abandoné el  hospital com un aura sombría. Una parte de mi se sentía feliz porque Jungkook estuviera a salvo, pero la otra estaba triste, confundida y abatida.

Desde aquél día no he podido dejar de pensar en todo lo que me dijo en ese mensaje.

Y hablando de mensajes, de improvisto recibo uno. Saco mi móvil y suspiro, es Hyeni.

Hyeni.

5:54 p.m

¿Estás bien? Hace días que no hablamos.

5:55 p.m

Sí, estoy bien.

5:55 p.m

Gracias al cielo, me tenías muy preocupada.

5:56 p.m

Lo siento, no he tenido un buen momento últimamente.

5:57 p.m

Entiendo, cariño. Dehecho pensaba que podíamos vernos cómo tanto hemos querido hacer.

La vez pasada me cancelaste sin razón alguna...

¿Jimin?

¿Sigues ahí?

6:00 p.m

Sabes, Hyeni.

Creo que esto no está funcionando.

6:02 p.m

¿Qué?

¿De qué hablas?

Pensé que estábamos bien.

6:03 p.m

Y lo estamos.

El problema es que ya no me siento cómodo con esto.

Lo siento, pero sea lo que tuviéramos ya no puede funcionar más.

No eres tú, no hiciste nada malo.

Soy yo.

Lo siento mucho.

6:07 p.m

Oh...

Entiendo.

Sólo... quiero saber una última cosa.

6:08 p.m

Dime.

6:08 p.m

¿Hay alguien más?

6:13 p.m

.

   

  —————

Han pasado unas dos semanas desde lo sucedido.

Salí del hospital hace ocho días pero tampoco tuve mucha libertad pues después me llevaron a un centro de rehabilitación.

El cuál todos los gastos los estaba cubriendo mi madre. Realmente me sorprendió eso, tiempo después ella había entrado a la habitación del hospital y en un pequeño ambiente incómodo hablamos. Hablamos de todo, ella se disculpó por todo y yo me disculpé. Hasta que finalmente terminamos llorando, hablando como no habidos hecho en años. Yo la perdoné y agradecí por haberme salvado. Por no haberme dejado morir. Le dije que la amaba y ella me dijo que también me amaba y que siempre me protegería aunque sea desde lejos.

Llevo varios días aquí y tengo bastantes beneficios. Tengo una habitación para mi solo, con una ventana grande donde puedo ver todo el jardín. Tengo una pantalla de televisión y hasta videojuegos. Estoy en una parte del edificio donde puedo convivir con personas de mi edad. Casi no nos hablamos, al menos no tanto como en las charlas y actividades que hacemos.

Conocí a un chico. Se llama Taehyung.

Es realmente lindo y divertido. Tiene la misma edad que yo. Me entretiene estar con él, a veces voy a su habitación y hablamos de la vida o él va a la mía y jugamos videojuegos cómo dos niños pequeños. Me tranquiliza saber que al menos encontré a alguien que pueda ser mi amigo ahí. Pues tenía miedo de quedarme nuevamente solo.

En cuánto a mis estudios, cómo estaba a punto de terminarlos. La institución permitió darme más tiempo para finalizarlos. Así que después de salir de rehabilitación voy a tener que ir y hacer los últimos exámenes para poder graduarme. No me graduaré como yo quería, junto a mis compañeros y con una celebración. Desgraciadamente yo me busqué ese destino y ahora tengo que aceptarlo.
De todas formas, estoy bien. Voy mejorando. Ha sido difícil, no lo voy a negar. Pero lo estoy intentando y tengo la esperanza de que lo lograré.

Jimin sólo ha venido dos veces a visitarme desde que ingresé aquí.

La universidad lo tiene pegado a los libros y estudiando cómo un desquiciado al estar en época de exámenes. Siempre me dice lo mucho que siente no poder verme todos los días, pero está bien. Ya estábamos acostumbrados a esto. Mientras pueda hablar con él, como antes, por mensajes. Y aunque sea verlo una vez por mes, a pesar de que me duela, es suficiente.

Los doctores me dicen que debo depender de mi mismo, y no de alguien más para vivir.

Y lo hago, lo estoy intentando. Sin embargo, Jimin siempre sería muy única y más grande debilidad.

Es triste, pues desde que le confesé mis sentimientos no hemos hablado al respecto de ellos. Ni siquiera de la situación en sí, cuando nos vemos sólo nos abrazamos y nos contamos de todo, él como nos está yendo en nuestras vidas.

Es cómo que ninguno quería perder del poco tiempo que tenemos, en eso, porque nos daba miedo en cómo todo podría concluir. No queríamos hablar de eso aún. Por mi parte, podía hacerlo pero no sé que piensa Jimin. De todas formas como dije, nuestra relación sigue igual pero... ¿diferente?

Algo cambió. Desde ese día algo cambió. Y no sé que es, pero ya no se siente como antes. Nuestra relación ahora se siente muchísimo más fuerte, mucho más profunda e íntima.

Cada vez parecemos menos amigos y más una pareja, según las personas a nuestro alrededor.

Siento que Jimin se ha vuelto mucho más apegado a mí, más cariñoso, más atento y dulce de lo normal. Y no sé que hacer con todos estos cambios. No sé a dónde iremos a parar con esto y me asusta como me confunde. También me enteré que dejó de hablarse con Hyeni, no me dijo exactamente el porqué, simplemente dijo que ya no sentía el mismo interés de antes y que no podía continuar.

Pensé que estaría triste pero realmente fue lo contrario, más bien estuvo a mi lado todo ese día y no se despegó ni un momento de mi cuerpo. Sólo me abraza y me besaba, sin parar. Cuando me besa lo hace por todo mi rostro o en alguna parte de mi cuerpo que tiene cerca.

Cuando me besa sólo pido internamente que aquellos labios tomen una diferente dirección y aterrizen en mi boca.

Creo que lo que más quiero en el mundo ahora es que me bese, algún día.

Aunque eso es imposible, él nunca lo haría. Él es heterosexual, los chicos a así no besan a otros chicos. Besan a chicas, no a chicos como yo. Y me prometí a mi mismo nunca más dejarme llevar por la tentación y besarlo, aún si tengo la oportunidad y las ganas del mundo. Cada vez tengo más control sobre mis impulsos y eso es bueno, porque significa que no cometeré de nuevo una estupidez.

Hoy era el último examen que haría del semestre y mi cumpleaños, por  mensaje Jimin me dijo que iría a verme. Estaba emocionado y algo nervioso, no le veía desde hace mucho tiempo y realmente le había extrañado muchísimo.

Y llegó en el momento que menos me esperé, estaba hablando con un paciente casualmente cuando este me dijo que había un lindo chico detrás mío. Entonces me volteé de inmediato y lo ví, exactamente a dos metros de distancia mío. Mierda. Casi me da algo ante lo precioso que se veía, su cabello había crecido mucho, estaba largo y parecía más rubio que antes.

Me encantó y me enamoré más, si eso fuese posible.

Yo sonreí estúpidamente y él también antes de cortar la horrible distancia y tirarse encima mío. Abrazándome fuertemente por el cuello, yo rodeé su cintura y escondí mi cabeza en el hueco de su hombro y cuello. Depositando un pequeño beso en su suave piel y aspirando una vez más su delicioso y adicto aroma.

—Feliz cumpleaños, Jungkookie... —susurró, acariciando mi cabello.

—Gracias, Jimin —suspiré.

—¿Cómo estás? —nos separó un poco, para mirarnos a los ojos. Él me sonreía, él era hermoso.

—Bien, muy bien —también sonreí, ambos no podíamos parar de sonreír—Ahora mucho mejor que estás aquí.

Entonces el se alejó y me golpeó el hombre, noté sus mejillas sonrojadas. ¿Jimin estaba sonrojado por mí?

—Deja de decir esas cosas... —murmuró, riendo con nerviosismo.

Pero yo no me reí.

—Es la verdad —respondí.

Jimin sonrió suavemente.

—Yo también me siento feliz de verte, Jungkookie. Y mucho más al saber que vas mejorando. Estoy orgulloso de ti —revolvió mi cabello y dejó un pequeño beso en mi mejilla que me cortó la respiración— ¡Dehecho te traje algo!

—¿De verás? —le miré con las cejas levantadas.

—Sí —buscó algo en su bolsillo y no pude verlo cuando lo sacó pues rápidamente lo encondió detrás de él. Inmediatamente hice un mohín.

—¿Qué es?

Jimin no respondió, sólo me miró con emoción en sus ojos y una reluciente sonrisa. A continuación se acercó más a mí, y yo por ende retrocedí. Él rió y entonces sacó el regalo y lo extendió hacia mí.

—Feliz cumpleaños... —dijo, entregándome una pequeña cajita blanca.

Levanté mis cejas y miré sorprendido el objeto y después a Jimin. Finalmente lo tomé y sin pensarlo lo abrí. Era un anillo, un anillo de plata. Levante mi mirada asombrada, intensificando más mi expresión al ver como él tenía un mano alzada a la altura de su rostro, enseñándome que también tenía un anillo. El mismo.

—¿Qué significa esto? —pregunté, mi corazón latiendo a un ritmo inexplicable.

—Es un pacto de amistad —explicó suavemente— Al aportar estos anillos, significará que siempre estaremos con el otro en todo momento. A pesar de la distancia, a pesar del odio del mundo, a pesar de las peleas, a pesar de el dolor y sufrimiento. Siempre estaremos juntos... —me miró con ojos brillantes— ¿Puedes prometerme eso?

También le dediqué una mirada cristalina con el corazón en la mano.

—Por supuesto —respondí con una sonrisa— Te prometo que estaremos juntos para siempre, no importa que pase. Te prometo que siempre me tendrás a tu lado...

Nos miramos completamente enternecidos y conmovidos. Hice ademán de colocarme el anillo pero fallé porque no me entraba del todo, entonces Jimin rió y se acercó a mí para ayudarme a ponerlo. Finalmente lo introdujo con facilidad en otro de mis largos dedos. Levantamos nuestras miradas con una sonrisa hacia el otro, pero al enterarnos de lo cerca que estábamos la sonrisa desapareció lentamente por si sola de ambos. Perdiéndonos en la cercanía del otro.

Estaba pasando de nuevo, estábamos teniendo uno de esos momentos que últimamente teníamos. El de quedarnos mirando en silencio cuando estábamos así de cerca, cómo si tuviéramos miedo de romper aquella barrera, diciéndonos con los ojos millones de cosas que no nos atrevíamos a decir con la boca.

En esos momentos era cuando yo debía de resistirme. Debía de resistirme ante esos perfectos y esponjosos labios que tenía a centímetros de mi boca, tan tentadores y seductores como siempre. Sólo que ahora muchísimo más.

Debía de resistirme a no besarlo allí mismo.

Entonces, intentando controlarme, hice un ligero movimiento hacia atrás, con intensión de alejarme. Pero casi de manera inmediata y rápida Jimin me detiene, llevando sus manos a mi cuello y atrayéndome devuelta a él. Cómo diciéndome claramente que no me fuera, que no me alejara. Entonces pegó si frente con la mía, nuestras narices chocaban y nuestros labios casi rozaban.

Yo estaba sorprendido, sin embargo no le detuve a hacer nada. En vez de eso permanecí inmóvil, con los ojos cerrados pues él me estaba reteniendo. Jimin también tenía sus ojos cerrados, sólo podíamos sentir el cálido aliento del contrario junto a nuestras aceleradas respiraciones.

Jimin parecía tener un debate mental consigo mismo, sus manos temblaban al igual que sus labios. Lo noté cuando abrí mis ojos y lo vi así, no alejaba sus manos de mi rostro, no permitía que yo me alejara y no lo iba a hacer. Tenía una expresión angustiada, podía sentir que quería hacer algo pero no se atrevía a hacerlo, algo le estaba reteniendo y no sé que era.

Así que guiándome por mis pensamientos, sintiendo mi cuerpo también temblar ante la espera, respire hondo y decidiendo jugarmela. Le susurré:

—Sólo hazlo...

Y entonces lo hizo.

Jimin unió sus labios con los míos.

Me besó.

Jimin me había besado.

Finalmente lo había hecho y yo no pude evitar sentir la extrema sorpresa en mi cuerpo. A pesar de mis suposiciones, sólo eran eso, suposiciones. Yo no podía creer que realmente estaba pasando, que él realmente estuviese besándome.

A la vez me sentía muy confundido pero hice de lado todos esos pensamientos erróneos y le correspondí. Decidí disfrutar este momento, pues no sabía si volvería a suceder. Yo moví mis labios con delicadeza, queriendo transmitirle toda la confianza del mundo, queriendo decirle que estaba bien y que yo lo aceptaba, pues sentía como movía los suyos tímidamente, casi con miedo mientras bajaba sus mano hasta mi pecho.

Entonces sentí que ese miedo lo vencía al no sentirse del todo correspondido, sentí cómo se detenía y entonces hizo ademán de alejarse pero no se lo permití. Pues rápidamente tomé su suave rostro en mis manos y reuní nuestros labios, comenzando a besarlo de verdad. Decidí en ese momento tomar el control, sintiendo mi corazón latir desenfrenado y besándolo como siempre lo había querido hacer.

Sentí sus manos arrugar un poco mi camisa debido a la impresión, intentando seguir mi ritmo. Nos besamos con suavidad, llevándonos mutuamente a un contacto profundo y algo necesitado.

Nos necesitábamos, nos deseabamos y queríamos.

Fue hermoso. Jamás pensé en mi vida que besaría a Jimin de esta manera, jamás pensé en la posibilidad de que él llegase a besarme. Talvéz me estaba aprovechando mucho de la situación, pero simplemente mi cuerpo actuó por si solo. Había deseado probar sus labios desde hace cuatro años y ahora lo estaba haciendo.

Y era la puta gloria, mejor de lo que pensé que sería.

En aquél momento no importaba si él fuera hetero, no importaba si yo era gay. Era mágico, especial. Sólo éramos él y yo. Juntos. Cómo siempre había sido y tenía que ser. Entregándonos ese intenso amor mutuo que compartíamos. Y ese contacto fue la muestra máxima de nuestro amor.

Cuando desgraciadamente me quedé sin aliento, alejé mis labios de él. Pero no le solté, no quería que se alejara aún. Junté nuestras frentes, ambos teniendo la respiraciones aceleradas.

—También... —susurré, después de unos segundos— Prometo que te amaré hasta el final de mis días, Jimin.

Él no respondió, siguiendo en la misma posición. Sin embargo sé que me había escuchado.

Entonces abrí mis ojos y lo miré, aún si él no me miraba. Lo miré como siempre lo había hecho pero más intenso. Lo miré como si fuera el único objeto valioso de este mundo, mi mundo. A continuación decidí decirle lo único que sentía en ese momento por él.

—Te amo.

Jimin finalmente abrió sus ojos y conectamos miradas. Sentía que me podía hundir en sus ojos, eran preciosos, dos perfectas avellanas amoldeadas a su angelical rostro. Ninguno se había separado ni un centímetro del otro, y creo que no podíamos hacerlo aunque quisiéramos. Pero no queríamos.

—Yo... —comenzó, mirando todo mi rostro. Inmediatamente tuve miedo sobre su respuesta, tuve miedo al rechazo pero me mantuve fuerte y esperé. Jimin tragó saliva, volviendo a verme— E-Estoy tan confundido de muchas cosas... Pero de lo único que no dudo, esque yo... yo también te amo, Jungkook.

La sorpresa en mis ojos no se hizo esperar, tampoco el brillo instantáneo que apareció en estos. Las ganas de llorar llegándome de golpe, era la primera vez que Jimin me decía eso.

—No, no es la primera vez que lo digo —volvió a decir, leyéndome la mente y dejándome impactado— A-Aquél día... —comenzó— Aquél día en el que pensé que tú... —se detuvo él mismo, suspirando. Negué con la cabeza, indicándole que no era necesario decirlo si no quería pero él continuó—Ese día fue la primera vez que dije que te amaba, pero pensaba que había sido demasiado tarde... Sin embargo, ahora no lo es. Y no lo dudo.

Le miré, anonadado y con los ojos llenos de lágrimas. Mi mente no pudiendo procesar toda la información que había obtenido, era un desastre de emociones ahora mismo.

—¿M-Me amas? —pregunté con voz temblorosa.

Jimin sonrió, sus ojos comenzando a brillar también y asintió varias veces con la cabeza.

—Sí... —respondió sonriendo hermosamente— Si te amo, Jungkook.

Solté un jadeo de la impresión y le miré con cariño. Entonces me acerqué más a su cuerpo y pensamos al mismo tiempo al fundirnos en un fuerte abrazo en ese momento. El abrazo más significativo que nos habíamos dado en la vida, pues habíamos confesado nuestros sentimientos y nos habíamos aceptado mutuamente.

Jimin me amaba y yo lo amaba a él.

Jungkook me ama y yo lo amo a él.

Nos amábamos, con una intensidad que sólo nosotros poseíamos. Y justamente en ese momento nos dimos cuenta que ya nada importaba, distancia u orientación sexual. Nos necesitábamos mutuamente y queríamos estar junto al otro toda la vida.

No éramos mejores amigos.

Dejamos de serlo hace muchísimo tiempo atrás y hasta ese momento nos dimos cuenta de ello.

Pues los mejores amigos no se miraban de esa manera. Los mejores amigos no se sonreían de esa forma. Los mejores amigos no se besaban de esa manera. Los mejores amigos no se amaban de esa forma.

Nosotros dos no éramos mejores amigos, ni amigos íntimos, tampoco amigos con derechos.

Éramos almas gemelas.

—🖤.






Bueno, esta es una historia muy especial para mí. La escribí como en dos días sin parar. Trae muchos de mis pensamientos e historias personales.

La trama está mayormente inspirada en una serie llamada euphoria, específicamente en el capítulo 3 de la primera temporada, ah. No todo es exactamente igual, hice muchos cambios pero sí. Vi ese capítulo y dije, "tengo que hacer algo cómo esto" .

Espero les haya gustado, y gracias por leerla pues significa mucho para mí.❤️

Jimin y Jungkook ahora estarán juntos hasta la muerte. Fin.

See u. 🖤


Continue Reading

You'll Also Like

205K 32.4K 20
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
147K 12.4K 51
¿Sabes cómo me siento? Tú sabes como me siento. Portada hecha por: NOCHUX-
61.1K 6K 20
#amor #pasión #engaño #tristeza #soledad #divertida #jikook+18 #jikook #kookmin
227K 33.3K 51
El amor puede llegar de manera impredecible... Para aquel Omega que por mucho tiempo creyó que lo había encontrado, vendrá en su demandante e impone...