Eres Mía [MiChaeng] G!P

By SamBv7

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Esta historia gira en torno a Chaeyoung, una chica la cual tiene un no tan pequeño problema, pero que lo odia... More

Nota
Introducción
Introducción pt. 2
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 9 (Parte 1)
Capítulo 9 (Parte 2)
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 23 Pt. 2
Epílogo
Extra; ¿Tú tienes...?

Capítulo 8

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By SamBv7

Chaeyoung

Me levanté como pude con el sonido del despertador y el aroma a tocino. Me dolía un poco la cabeza, y conocía la razón actual del porque.

Mina.

De todas las personas existentes en el mundo, tenía que ser ella. Genial, pensé. Mi día no podía acabar peor, bastaba verla en la escuela, ¿pero en casa? ¿En mí propia casa? Iba a ser un jodido dolor de huevos, literalmente.

Mi papá no estaba loco, estaba completamente mal de la cabeza, pero aún así lo quería, y saber que no lo tenía aquí por una temporada me ponía triste, pero por lo que hizo me enojaba bastante. Traer a una persona así a mi casa, mi refugio, mi lugar más preciado, donde yo aquí puedo vivir en paz, estaba más que claro que iba a ser un desastre. Pero al ver su jodido rostro otra vez me dio un puto dolor de cabeza. No estoy enojada, estoy más que eso, furiosa, irritada. Ahora voy a tener que soportarla todo el día, que bien.

Dios quiso ser bueno conmigo, ahora seré el hazme reír de toda la escuela porque estoy más que segura de que ella irá contando a la gente sobre que cuida a un "bebé" de 17 jodidos años.

Mina estaba cocinando el desayuno.

Oh, tenía que sacarle una foto y luego burlarme de ella, y lo hice, saqué la foto sin que se diera cuenta y entré ignorándola, haciendo como si nada hubiese pasado.
Me dirigió la mirada, pero yo ni quise notarlo, me había dispuesto a ignorarla toda la temporada hasta que su plazo de días terminase, no sé como lo voy a hacer, pero algo se me ocurrirá.
Abrí el refrigerador, buscando algo para comer de mientras.

-Buenos días -dijo seca.

Seguí buscando algo en este maldito refrigerador, para mi suerte, encontré una barra de cereal con chocolate, que me dispuse a comer al instante que la encontré.

Carraspeó -Dije, buenos días, fenómeno -se acercó a mí, haciéndome contemplar su mirada que reflejaba odio, típico.

-De buenos no tiene nada, sólo son días -dije a su mismo tono, cerrando el refrigerador.

-Ugh -bufó -Encima que trato de ser amable contigo por un segundo, me contestas así, que falta de jodido respeto.

-¿Yo te pedí que seas amable conmigo? -arqueé una ceja.

-Debes respetarme, soy tu niñera -sonrió cínica, maldita perra, odiaba esa sonrisa.

-Sabes que no me importa, ¿verdad? Serás mi niñera, pero yo no escucharé ni una jodida palabra de lo que digas, ¿te quedó claro?

-¿Tratando de ser rebelde? Me pregunto que dirán mis amigos al saber que soy la persona responsable de tu miserable vida -sonrió sin una pizca de gracia notando mi nerviosismo -Yo puedo imaginármelo, no sé tú -me miró divertida, como si disfrutase de mi sufrimiento.

Por un momento sentía las burlas y los apodos que me pondrían, incluyendo las bromas y la violencia, lo que más odio. Tenía que evitar a toda costa que ella dijera algo sobre esto.

-No puedo creer que esté hablando contigo sobre esto -la observé, quién sonreía con victoria -Anda ya, hazme lo que quieras, búrlate, insúltame, usa la violencia, lo que sea -gruñí -Pero ni te atrevas a contar algo sobre esto a tus amigos.

-¿Quién me crees como para hacerte ese tipo de cosas? Yo no soy así, Chaeyoung -fingió un tono tímido totalmente horrible y falso.

-¿Qué quieres entonces? -bufé.

-Dame tu teléfono -dijo seria.

-¿Eh? ¿Qué tiene que ver mi teléfono en todo esto?

-¿Me lo vas a dar?

-Pero... -me interrumpió.

-Dije, dámelo -dijo con ese tono autoritario que yo detestaba demasiado, con ese tono tuve las peores pesadillas en todos estos años cursando el instituto.

No pude evitarlo, rápidamente se lo entregué y me sonrió divertida.

-Primero -agarró mi teléfono y lo puso a mis ojos -No quiero que tengas comunicación con nadie -lo tomó con las dos manos, ya estaba pensando que iba a ser algo horrible a mi bebé -Segundo, vas a hacer todo lo que yo te diga.

-¿Y eso por qué? Quiero aclarar que no lo iba a hacer ni en un millón de años.

-¿No me escucharás? Bien -de un movimiento partió mi teléfono, mi hermoso bebé, en dos. No pude evitar ponerme triste por este -Pues tú no tendrás tu teléfono, las dos salimos ganando -sonrió y dejo el aparato roto en el mármol que se encontraba a su lado.

-Y tercero, no vas a oponerte a nada de lo que yo diga, Son, porque soy mayor que tú y recurriré a la violencia si es necesario.

-¿Era necesario romper mi teléfono? Me vas a comprar otro, hija de puta -la miré furiosa.

-¿Crees que no me di cuenta que me sacaste una foto? Te lo mereces.

-¿Sabes qué? Métete tu desayuno por donde más te quepa, no quiero verte, espero que te diviertas contándole a tus amigos, total, ya estoy acostumbrada -me fui a buscar mi mochila mientras comía la única cosa que me iba a poner de humor, mi barrita y luego volver para agarrar mis llaves e irme caminando, pero antes un brazo detuvo mi paso.

-¿Y ahora qué? ¿Vas a prohibirme ir a la escuela?

-¿Te vas caminando? Que indigente eres, Son -rodé los ojos.

-Ahora que mí papá no está, voy a tener que hacerlo aunque lo odie tanto como a ti, Mina -dije sacándome mi brazo de su agarre.

-¿No quieres que te lleve? No estoy intentando ser buena, si quieres aceptar pues bienvenida seas, si no, te vas a la mierda caminando -sonrió.

Preferiría ahogarme en barro que aceptar sus "amabilidades". Pero era la única forma de llegar rápido al instituto.

Bufé -Bien -la miré un poco irritada.

Una sonrisa esbozó su rostro, cínica, como siempre.

-Todavía es temprano, así que... ¿Por qué no comes lo que preparé?

-Prefiero comer insectos antes que tu comida, Myoui Mina -bufó y rodó los ojos.

-No está envenenada ni nada, es comestible -me miró molesta y me causó una sonrisa en mi rostro, no sabía el porque.

-¿Por qué ahora me tratas bien? Que yo sepa, fuiste mala conmigo por tener un amiguito. Agregando que se lo contaste a medio mundo.

-No lo sé, pero sí quieres estar viva tendrás que aceptar mí... amabilidad -dijo con repudio y asco -Claro, hasta que me vaya de aquí, por supuesto -sonrió falsa -Y lo de tu "amigo" -recalcó con sus dedos las comillas -Ya no me interesa, aunque ver a una mujer con algo como eso es extremadamente raro para mí... -pareció darse cuenta de algo y sacudió su cabeza -Olvida eso.

Por alguna razón encuentro divertido hablar así con ella. Al no estar con sus amigos es totalmente diferente a cuando está sola y se perfectamente cual es la razón, querer destacar.

-¿Y luego? -arqueé una ceja.

-Y luego seguiré molestándote, como los viejos tiempos -dijo con media sonrisa -Y fingiremos que nada de esto pasó.

-¿La propuesta del tocino sigue en pie? Sí es así, me dieron ganas de probar uno -lamí mis labios intencionalmente y ella pareció mirarlos de una forma rara, no me importó.

Sonrió, y es lo único que vi hasta que me trajo el tocino con jugo a la mesa. Mordí un trozo y no voy a mentir, era mejor que el que preparaba mi padre, estaba demasiado delicioso como para no agarrar otro.

-¿Qué tal?

-Está delicioso -seguí mordiendo, dios, está riquísimo.

-Soy la mejor cocinera del mundo -sonrió victoriosa.

-Ahora, ¿por qué rompiste mi celular en dos? ¿Cuál fue la necesidad?

-Tenía una foto de mí cocinando, ¿sabes lo vergonzoso que sería si mis amigos se enterasen?

-¿Por qué? No tiene nada de malo cocinar bien.

-Exacto. Pero para ellos es... raro. -dijo seca -Tengo que encajar con ellos.

-Ugh -gruñí.

-Cómo que ¿"Ugh"? -ladeó su cabeza.

-Realmente eres una idiota, Mina, la popularidad no lo vale nada en ese instituto.

-Para mí sí, y mucho -frunció el ceño.

Hubo un silencio incómodo. Mejor ir a la escuela y prepararme para los interrogatorios de, especialmente, Hirai Momo, mi supuesta "novia" que ya tenía relación con mi mejor amiga, Dahyun.

-Llegamos tarde, vamos -dije levantándome y agarrando mis llaves -¿Me llevas o no?

-Claro -sonrió falsa, estoy empezando a odiar esa sonrisa estúpida.

Nos dirigimos a un carro que eligió ella, perteneciente a la colección de mi padre, cabe destacar que el ama coleccionar carros de todo tipo, camionetas, motos, ¡incluso autos de carrera!
Mina se sorprendió un poco y eligió el favorito de Seokjin.

Entramos y ella prendió el auto sin antes haber puesto su cinturón, el estéreo y revisar su licencia de conducir.

Salió del garaje y condujo las calles casi repletas de autos de todos los tipos. En menos de cinco minutos habíamos llegado, pero se detuvo en una esquina, me asusté por la mirada que me daba porque parecía que me iba a amenazar y eso no me iba a gustar. Se acercó a mí sólo un poco y podría jugar que sentí su respiración en mi piel, lo que hizo erizar mi piel.

-Escúchame atentamente, lo diré una vez y no te lo repetiré más -me sentí incómoda y nerviosa al dirigir mis ojos hacia ella. Con solo verlos de cerca me perdí, porque juro que no los había visto así desde nunca. Son únicos, sus ojos chocolate me derritieron por completo. Sentí mis manos sudar y mis piernas temblar, era la primera vez que me sentía así con alguien a mi lado, y con la persona que menos me esperaba -En la escuela soy una, pero fuera de esta soy otra persona distinta a la que piensas tú, ya que no la has visto.

-A... ¿A qué vas con eso? -la mire nerviosa.

-Iré directo al grano -suspiró -Dentro de ese infierno seré la persona de todos los días, omitiendo molestarte y todo lo que te hacía antes, sólo porque me das pena. Fuera de esta seré una persona completamente diferente, algo así como dos personalidades distintas.

No sé si es mentira o verdad, pero no confío nada en ella.

-¿Entonces quiere decir que no me molestarás más? -dije feliz, significaba paz.

-Algo así, pero no te garantizo no molestarte cuando mis amigos están allí. Ahora, tú no le dices a nadie sobre esto, ni siquiera a tu novia la rara, ni a tus amiguitos, ¿bien? -se desabrochó el cinturón y apagó el auto.

Parece que se toma muy bien lo de mi "novia".

-Bien -sonreí -Nunca supe que esto iba a pasar con la persona más odiada en mí vida, no sé si reír o llorar -desabroché mi cinturón.

-No te pongas feliz ni nada, fenómeno -frunció el ceño -Esto acabará algún día y no tendré piedad sobre ti -sonrió -Nos vemos a la salida, te quiero aquí.

-Ugh, adiós -baje del auto y di un portazo que casi saco esta de su lugar, Mina me miró mal -Lo siento -sonreí.

Me dirigí lo más rápido posible hasta la entrada del instituto. Al no ver señales de mis amigos cerca, me fui a toda velocidad a mi casillero. Fue ahí cuando Momo y Dahyun me sorprendieron, haciéndome saltar del susto.

-¡Joder! -puse una mano en mi pecho para calmar mi corazón.

-Buen día ¿no? -dijo Dahyun, sonriendo y Momo riéndose de mi reacción.

-Como van a ser buenos si casi me matan del susto, estúpidas -cerré mi casillero.

-Parece que alguien se levantó con el pie izquierdo, cuéntanos, ¿qué onda con la niñera? -dijo Momo sonriendo.

-¿Es linda? ¿es joven? -recalcó Dahyun a mi lado.

Ni en un millón de años les iba a decir que mi niñera era Mina, mi peor enemiga.
Tenía que decir cualquier otra cosa creíble. Mentir es lo que más odio, pero debía hacerlo porque si no me llevaba una gran paliza por parte de estas dos y créanme, no me gusta cuando están enojadas.

-Oh... la niñera... bueno... ella es una vieja arrugada de 75 años con un humor peor que el de ustedes cuando les llega el período, vieja sin vergüenza -fruncí el ceño esperando que se lo crean.

-Así que esa fue la razón, bien, entonces Dubu tenía la razón.

-Siempre la tengo, Momori -sonrió.

-¿De qué hablan, amigas? -una voz que era muy conocida nos hizo saltar del susto. Nos dimos la vuelta y vimos a Jeongyeon, Nayeon y Mina, acorralándonos en los casilleros.

Me dispuse a cerrar mí boca ya que de allí no saldrían bonitas palabras.
Mire de reojo a Mina quien me miraba como si estuviera muerta con los ojos abiertos, sin vida.

-Vete de aquí rubia mal teñida -dijo Dahyun, enojada.

-¿Escuchaste eso, Nayeon? Trata de hacerse la rebelde -sonrió cínica y me dispuse a mirarla -Cosa que no le sale porque es una patética persona.

-Con ella no te metas, Jeongyeon -dijo Momo poniendo un pie para hacerlas retroceder.

A todo esto, Mina me seguía mirando, me ponía nerviosa, no, incómoda es mejor palabra. Los mismos ojos que me miraron en el auto, los que me hacían poner loca, en los cuáles me perdí por primera vez, la que producía sensaciones raras en mi cuerpo.

-Y ahí sale la otra patética a defender a su noviecita, pero que tierno -sonrió falsa.

-Déjanos en paz -me dispuse a decir, gritándole en la cara a Nayeon, quien en unos instantes reflejó demasiada ira y enojo, que hasta en el tenso ambiente se sintió.

-Miren quien salió a defenderlas, fenómeno miembro viril -su tono cínico me hizo poner irritada, trate de contener la ganas que tenía de romperle los dientes, porque el único insulto que salen de sus bocas son relativos a mi miembro.

Pude ver como Mina seguía mirándome, frunciendo el ceño confundida. Y así la voy a dejar si deja que sus amigas nos sigan molestando, con la cara deformado y confundida.

-Claro, habló la tetas operadas -tensé mi mandíbula, era lo único que hacía controlarme -¿Por qué no te vas con tu amiga la puta y gorda a otro lugar en vez de molestarnos?

-Oh vaya -añadió Mina cínicamente -Creo que alguien ya maduró del grupito. Dime, fenómeno, ¿ya tuviste tu primera erección? -me miró y frunció su ceño -¿O acaso haz tenido tu primera masturbación? Si es así, puedes venir con nosotras -Momo y Dahyun quedaron atónitas, mientras que sus acompañantes agregaron una carcajada que atrajo la atención de mis compañeros.

Y eso fue la gota que derramó el vaso, me dijo que quizá no dijese nada pero ahí la veo, valiéndose con esos malditos comentarios que hicieron explotar mi furia. Tenía tantas ganas de golpearle la cara que no me resistiría a partirle los dientes. Pero no podía, no enfrente de todos.

-Ignóralas Chae, no valen nada -Momo me tomó de la mano. Lentamente la sonrisa de Mina se volvió una cara fruncida. Una cara que me hubiera gustado sacarle foto si tuviera mi teléfono.

Miré hacia adelante y todas las personas nos observaban caminar hacia nuestros salones. Hoy tocaba literatura francesa como primera materia, la cuál era mi clase favorita al igual que historia y química. Las clases habían transcurrido aburridas, como siempre, pero eso no quita el hecho de que no preste atención. El timbre había sonado y me dispuse a ir hacia la cafetería, donde las únicas personas que me apreciaban de verdad, me esperaban charlando.

No quería hablar, tampoco tenía hambre y menos quería escuchar hablar a mis amigos.

La única cosa en la que me podía centrar eran en las palabras que salieron de la boca de Mina. ¿Cómo podía existir una mujer así? Pensé que con toda esta "obra" de dios iba a cambiar, aunque sea sólo un poco. Pero no es, ni será así, las personas que nacen como ella nunca van a cambiar, y eso lo tengo más que claro. Ya lo tenía que haber visto venir, es una maldita mentirosa. "Intentaré no decirte nada cuando estén ellas", esas palabras de mierda que salieron de su boca fueron puras y jodidas mentiras. Ni siquiera intentaste, me heriste como todos los días. Ahora entiendo todo perfectamente, sólo es para que tu encajes con tus amigos que son iguales a ti, para ganar popularidad, para tener "poder".
Lo único que le importaba era ella y su nivel social en este jodido instituto.

El timbre sonó, me dirigí de nuevo a mi clase ignorando las miradas que Mina me daba. Obviamente cuando lleguemos a mí casa voy a tirarle lo primero que me encuentre en el camino, y si no se muere, voy a a asegurarme con mis propias manos de hacerlo.

Volvió a sonar ese hermoso sonido al que todos llaman campana, timbre, lo que sea, música para mis oídos.
Tzuyu no tenía que ir a practicar las danzas de porristas, me imagino que Mina tampoco y habrá pensado que lo deduje perfectamente.

Me dirigí, literalmente, corriendo a "mi niñera" estacionó el carro. Y allí estaba, esperando como una madre espera a su hija al salir del kinder.
Me sonrió, pero lo único que hice fue entrar e ignorar esa maldita sonrisa que me encargaría de borrar al llegar a casa.

-¿Qué sucede? -cerró la puerta para poner la llave y luego el cinturón -¿Te sientes mal?

¿Se hace la idiota o es?

-Te estoy hablando, fenómeno -me observó seria.

-Oh, tú sabrás perfectamente el porque, Myoui Mina.

-Fue por lo de hoy... ¿verdad? -ladeó su cabeza -Sient-

-¿Sabes cuanto me irritó y dolió que digas eso? -la interrumpí.

-¿Tanto te enoja? -rió.

Más que nada dolor. Porque todos saben perfectamente que yo no quise nacer así. Ella usa ese "favoritismo" en mi contra, duele tanto el que digan eso.

-Oh, no sabes cuanto -la observé, no sé si iba a llorar de rabia o de dolor, pero sabía que tenía los ojos cristalizados a punto de sacar lágrimas.

Quiero a papá. Lo quiero aquí, quiero su consuelo. Lo quiero devuelta... Maldito trabajo, maldito todo.
Ella al ver mis ojos cristalizados, su sonrisa se transformo a una cara de preocupación, no me interesaba, sólo quería llegar a casa y dormir, lo único que me tranquiliza.

-Yo... siento haberte dicho todas esas cosas...

-Sólo conduce hasta casa y asegúrate de hacerlo bien, ni se te ocurra hablarme durante el camino -me acomodé mirando por la ventana mientras ella conducía.

Y el silencio reinó en el transcurso a casa. Quiero agarrar una silla y tirársela a la cara, para que aprenda que conmigo no se va a meter, maldita bastarda.

Me encontraba en el sillón haciendo zapping en el plasma colocado firmemente en la pared. Mina no sé que mierda hacía, pero estaba haciendo demasiado ruido.

-¡Chaeyoung, me puedes decir donde está la...! -gritó desde lo que parecía la cocina mientras escuchaba algo caerse de un estante -¡Olvidalo!

Idiota. Esa es la palabra que la define.

En la televisión no había nada, así que la apagué y me dirigí a la cocina para confirmar que no estuviese incendiando las cosas.

-¿Qué estás haciendo? -me acerqué a ella y estaba mezclando un tipo de pasta con harina y esas cosas de cocina.

-Eh... ¿No que no me ibas a hablar? -arqueó una ceja.

-Pensándolo mejor, sólo fue por el camino ya que realmente me había enojado contigo por lo que dijiste.

-Ya te dije que lo lamentaba mucho... No fue lo que quise decir y al final salió eso. No fue a propósito, la Mina mala en mí dijo eso, pero también existe una buena -sonrió.

-Voy a confirmar una de mis teorías de que consumes -fruncí los labios -Y mucho.

-Yo no consumo. Ni en un millón de años lo haría -pausó, para cambiar de tema y lo noté -¿Te acuerdas de lo que pasó hoy?

-Como todos los días en los cuales me plantabas la cara, sí, sí lo recuerdo.

-Quería... pedirte disculpas -suspiró -Pero no sólo eso, si no por todo lo que te hecho hasta ahora... lo de la sopa, lo de ponerte el pie cuando caminas... uh... todo eso.

¿Esto es una joda? Por favor, que alguien saque las cámaras ocultas porque no es gracioso.

-Sé que es mentira, como todo lo que sale de tu boca. Haré como si no dijiste eso.

-Hablo enserio. Si quiero convivir contigo, bajo el mismo techo, tengo que empezar por otro camino.

-¿Lo dices de verdad? ¿Acaso estás enferma o algo? La Mina que yo conozco no diría eso. Ella es mala, soberbia, testaruda, terca, idiota, puta, zorra y perra -sonreí.

-¿Quieres que te parta la cuchara en la cabeza? Hablo enserio, ya te lo dije.

-Quiero verte intentarlo -sonreí.

No se atrevería bajo mi casa, mi techo. Sabía que se estaba muriendo por hacerlo, pero sé que no podía.

-No lo haré -sentenció.

-¿Cómo dices que dijiste? -acerqué mi oído un poco más a su cara, en especifico, a sus labios.

-Que no lo haré -gruñó -¿Vas a perdonarme o no?

-Voy a formularte algo, escucha muy atentamente, Mina -dije seria.

-Habla, no tengo todo el día -bufó.

-Si con el tiempo cambias, volviéndote lo que dijiste ser, voy a perdonarte. Pero sí te vuelves en mi contra, como la Mina de todos los días, no haré una jodida mierda y te dejaré en la calle, ¿comprendes?

-Comprendo -suspiró -Ya verás que cambiaré y cuando lo haga, vas a tener tu puto castigo, bastarda -sonrió.

-Entonces, que así sea -le devolví la sonrisa.

Después de formular todas sus palabras, recorrí toda la casa para no aburrirme. Me había tardado mucho, como unas dos horas, ya que la casa era enorme.

Ya había llegado la hora de cenar y quería ver que me preparado Mina, si mí teléfono no hubiese muerto por su culpa, hubiera subido su foto a mi Instagram y así ponerla fuera, pero no era así y mis amigos me preguntarían cosas como ¿Por qué tienes a Mina en tu casa? , ¿Qué hace Mina en tu casa?
La comida que me preparó sabía incluso más deliciosa que la que preparaba papá, porque aquí era el único que cocinaba, ni yo ni mamá tocábamos la preciada cocina de papá Nam.

Esta termino contándome su vida, desde pequeña hasta ahora, sí que era interesante su vida, mejor que las clases de Sunmi.
Al terminar, lavé mis platos y me fui directamente a dormir, pero antes le dije a Mina que su habitación se encontraba en el segundo piso, la habitación de huéspedes, que incluso era más cómoda que la mía.

Tal vez haya una pequeña posibilidad de que ella cambie. Pero no estoy segura, eso lo veré con el pasar del tiempo.
























[Capítulo un poquito más largo de lo normal, uff
Espero que les haya gustado, ¿ustedes creen que Mina pueda cambiar? o ¿seguirá molestando a nuestra Chaeng? 👀
Les dejo esa pregunta ksks, sin más que decir, baai 💙]

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