30 Días en detención ©

By jennifferplopez

332K 26.6K 16.5K

Ella tan fuego y él tan decidido a quemarse... ❝Nunca se está lo suficientemente jodido ni lo suficientemente... More

Sinopsis.
Prólogo.
Epígrafe + Dedicatoria.
Reparto.
Booktrailer + Playlist.
Conociendo a los personajes.
Capítulo 01.
Capítulo 02.
Capítulo 03.
Capítulo 04.
Capítulo 06.
Capítulo 07.
Capítulo 08.
Capítulo 09.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo extra.
Capítulo 18.

Capítulo 05.

13.9K 921 412
By jennifferplopez

Capítulo cinco – Nuevo trabajo.


💦💦💦

Nunca había estado tan ansioso porque llegara el sábado, ni siquiera en tiempos de exámenes.

Hoy empiezo a trabajar, algo que tengo que hacer a escondidas de mamá por más que me incomode ocultarle cosas. No me dejaría hacerlo y me ha tocado decirle que Dorian y yo habíamos decidido hacer un curso técnico los fines de semana, y por muy bobo que suene me ha creído, eso lo atribuyo al hecho de que nunca le miento y no ha tenido por qué desconfiar de mí, hasta hoy.

Y así es como estoy esperando a mi mejor amigo en el porche de casa para que me recoja y me acompañe a mi primer día de trabajo en el Autolavado más pretencioso de Clanxville. ¿Por qué tanta emoción? Bueno, ahí les van algunas razones.

En primer lugar porque es mi primer empleo, segundo, voy a ganar una cantidad de dinero considerable, la cual me ayudará mucho en casa. Tercero, no es cualquier Autolavado, es el más grande  y visitado de la capital Clanxville, al que acuden las personas más prestigiosas de la ciudad.

Sí, no deja de ser un empleo en el que tendré que lavar coches, ¿Y? cuando toca, toca. 

El local es demasiado grande, cuenta con dos áreas de lavado, la primera es la VIP donde el lavado de coches es con todas esas maquinarias carísimas que lo hacen todo en un abrir y cerrar de ojos, los dueños de los autos esperan relajados mientras son atendidos por las camareras  buenorras que se encargan de los clientes VIP, todas las bebidas que ingieren son gratis y el trato es especial, realmente no parece un simple centro de autolavado. Esos clientes son quienes poseen pases especiales, su postura social es realmente elevada, tienen suficiente dinero como para costearsela o son clientes fijos y amigos del dueño.

Aún así y por muy loco que suene, la segunda área es la que más clientes recibe por el movimiento competitivo. Es una área mucho más grande pues tiene más cantidad de trabajadores, encargados de lavar ellos mismos los coches, cuentan con una asistente, o ayudante. Todo está totalmente calculado y organizado;  cuatro filas verticales con sus nombres, la A, B, C, y la D. Cada una conformada por dos chicos y sus ayudantes que se encargan del lavado. La función es la siguiente; la fila que mayor cantidad de clientes reciba será la que mayor pago tengan, sin contar con las propinas que reciben constantemente por el buen desempeño.

Es donde me toca, por eso la emoción. Resulta que el chico que anteriormente trabajaba en la fila C ha perdido un familiar importante y tuvo que mudarse de ciudad, abandonando el trabajo. Era quien mayor conocimiento tenía debido a su excelente habilidad y rapidez, será todo un reto tomar su lugar.

El amplio local también cuenta con un minibar para los que desean otro tipo de entretenimiento, una pequeña cafetería que sólo está abierta en el día, y en la parte detrás una gasolinera que permanece abierta las veinticuatro horas. 

Digamos que está completo, ya pueden entender el porqué del prestigio. El trabajo lo conseguí gracias a los hilos del señor Cooper, padre de Dorian, y aunque muchas veces insistí en que no era necesario que me ayudaran económicamente ya era hora de menguar el orgullo y aceptar esta ayuda.

Me encuentro sentado en el porche de casa a las ocho y media de la mañana esperando por mi amigo quien aún no llega por mí. Lo conozco tan bien que tuve que levantarme una hora antes para alistarme y sentarme a esperarlo por que sé que llegará media hora tarde y necesito que cuando llegue arrancar de inmediato sin perder más tiempo. 

El Autolavado "Hot waters"  queda en la avenida central, rodeado de todos los demás locales a los que suelen asistir las personas adineradas. A sus alrededores está el club de entretenimiento más grande de la ciudad, un restaurante que para ir debes hacer reservación con un mes de antelación, un estadio de tamaño monumental y varios centros más. Así que en efecto, Hot Waters está bien ubicado. Es un nombre peculiar él que tiene, ¿eh? Quiero suponer que es por el aire ardiente que tiene el lugar, ya que las asistentes y meseras van con un uniforme ligero que deja poco a la imaginación, aunque todas los lucen orgullosas ¿Y por qué no? si las hace sentir bien no hay nada más que decir. 

Los chicos solo usan una bermuda dependiendo el color de cada fila, la mía es roja acompañada una franela gris y dentro de la mochila que llevo para cambiarme al salir llevo una gorra desgastada para cubrirme del sol, es un accesorio opcional que decido usar para evitar los molestos reflejos del sol y poder trabajar con más eficiencia.

Termino de tomar la coca-cola que mamá asegura acabará conmigo y me incorporo para echar la lata en el cesto de basura que queda al lado del garaje.

Muchos tienen una fijación por el café, otros con cigarrillos y unos cuantos con las cosas dulces, yo por la Coca-cola.

Es curioso, porque sabes que es algo que tarde o temprano tendrás que dejar de consumir porque es tóxico para ti, pero es lo que provoca esa leve adicción, ese enganche, como cuando te dicen no uses el celular cargando porque resulta peligroso y aún así lo haces, y cuando sabes que algo te hace daño, pero no lo sueltas, nos gusta sostener lo insostenible y lo único que hacemos es posponer lo inevitable, ya que algún día debemos arrancar eso de raíz. Aplica para bebidas, comidas, acciones y personas.

Sonrío porque otra vez mi mente se ha ido lejos poéticamente.

Reviso el viejo reloj en mi muñeca dándome cuenta que ya casi van a dar las nueve. Me lo quito para guardarlo en la mochila y evitar que se me dañe en el trabajo, cuando estoy colocándome las correas de la mochila escucho la inconfundible bocina del auto de Dorian.

Troto hacia donde ha aparcado sin apagar el coche y me monto en el lado de copiloto.

—Te dije a las ocho y media y ya son las nueve, animal —reclamo en saludo. Rueda los ojos y pone la música a alto volúmen mientras acelera.

—Tuve que salir y dejar a Cristal en la cama, no me quería dejar venir —vocea para que pueda escuchar por encima de la música.

—¿Otra vez te acostaste con la chica de servicio, Dorian? —gruño en desaprobación.

—Estaba ahí limpiando mi habitación con ese uniforme diminuto, moviendo el culo sin descanso y no soy de palo, hombre.

—Sabes que si tus padres se enteran podrían despedirla —vuelvo a hablar.

—Eso no parece importarle, sabes que trato de mantener la distancia, pero ella siempre dice "será la última vez, Dorian" —habla fingiendo voz de chica—. Y bueno, tengo que aceptar que eso de hacerlo clandestinamente tiene su toque excitante, deberías probarlo —ríe.

Mi mente viaja a la señorita Clenton y sus insistencia estos últimos días por llevarme a la cama, pero no me siento como dice Dorian, no le veo nada de excitante a la situación.

—A todas estas ¿no es menor que tú? —cuestiono alejando esos pensamientos.

—Solo por un año —se encoge de hombros—. Ya le advertí que sería la última vez, me gusta y entre los dos está presente esa chispa desde el momento uno en que nos vimos, además de que tiene unos movimiento que me ponen muchísimo, pero su abuela ha tenido que dejar de trabajar por lo enferma que está y necesita que su hija permanezca reemplazandola, no quiero que mi papá vaya a despedirla— termina de hablar con un tono más serio y eso me hace relajarme.

En serio no me gustaría que las cosas acabarán feas para él. Ya van tres veces que se acuesta con la persona que se encarga de la limpieza en su mansión y la muchacha sólo lleva dos meses suplantando a doña Josefina, su abuela enfermita que era quien se había encargado de todo allá en la mansión Cooper por muchos años, debido a su situación los padres de Dorian le ofrecieron vivienda en una de las habitaciones para ella y para su nieta de diecisiete años, quien ahora es la que se encarga del servicio junto con otras dos chicas y la ama de llaves.

💦💦💦

Debido a la velocidad que emplea Dorian y su habilidad para esquivar el tedioso tráfico que hay hoy sábado, llegamos en media hora.

Me maravillo una vez más al salir del coche y observar el local, posee un ambiente refrescante y relajado. Sonrío.

—Hora de dejarte volar del nido— rompe el silencio, Dorian limpiándose una lágrima imaginaria.

Frunzo el ceño.

—Pareces una abuelita, viejo— río negando con la cabeza.

—Una mamá putamente orgullosa— rectifica.

—¿Cuántos años me llevas? ¿Veinte?—ruedo los ojos.

—Uno, cabrón, pero déjame expresar mi orgullo. Estás madurando— me abraza golpeándome en demasía la espalda y lo empujo lejos de mi.

—Creo que esas son justamente las palabras que ya diría sobre tí, pero sé que ese momento nunca llegará— me lamento fingidamente.

—Que poca fe, puto.

Reímos.

Acomodo las correas de la mochila posando nuevamente la vista en Hot waters.

—Eres el único puto hombre que parece tan feliz por trabajar, y eso es putamente asqueroso— arruga la nariz— me avergüenzas.

—Sí, sí. Cállate ya y lárgate. Recuerda que debes pasar por mí a las seis en punto, no a las siete— le dedico una mirada entrecerrando los ojos.

—Trataré, pero de regreso conducirás tu, puto cabroncete.

Nos despedimos y procedo a entrar.

Según el horario que está pegado en las paredes exteriores, la cafetería del centro es lo primero en abrir, a las siete en punto de la mañana, el Autolavado a las nueve, pero empezamos a trabajar a las nueve y media, el minibar abre después de medio día, hasta las ocho rallando que es cuando todo el local cierra, a excepción de la gasolinera. Mi horario de trabajo culmina a las seis, después de esa hora no se debe aceptar un vehículo más, solo terminar con los que queden y recoger todo.

Todo eso me lo explicaron cuando vine con Dorian por el empleo, el señor que se encarga de contratar a los empleados quedó maravillado conmigo, según él voy a generar mucha clientela. Por un momento me sentí como si me fuera a prostituir, luego me explicó que muchas féminas pagan por lavar sus autos, sólo para venir a recrearse la vista.

Mientras solo sea ver y no tocar, todo bien.

💦💦💦

Paso por el camino que me lleva a los baños de empleados para dejar mis cosas en un casillero y me encuentro con algunos que se están poniendo el uniforme, otros haciendo tiempo hasta que empiece su turno. Saludo a todos con una amplia sonrisa y ellos reciben el saludo con sorpresa.

Frunzo el ceño.

—¿Qué sucede?— toco mi rostro por si tengo algo raro allí, pero no hay rastro de nada fuera se lo normal.

—Nada, amigo— explica un chico moreno más o menos de mi edad sacudiendo la cabeza para salir de su estupefacción.

—Pensábamos que a lo mejor eras uno de los que no les gustaba hablar con nadie o algo así, que llegarías y no saludarías, o simplemente de esos machitos bonitos que se...

—Okay, como que me siento juzgado— río divertido mientras abro el casillero para depositar la mochila allí , no antes de sacar la visera y colocarla en mi cabeza aplacando mi abundante cabellera.

—Sí, bro, eso es mierda de parte de nosotros, pero se nos hizo imposible no pensar así— se encoge de hombros un chico de piel pálida y más bajo que yo—. Ya sabes, con esa aura que te cargas.

Arqueo las cejas y me volteo hacia ellos son sentir una pizca de incomodidad.

—¿Qué aura?— cuestiono divertido.
El último que me habló se le nota incómodo por haberme juzgado a primera vista, pero no lo culpo.

—Ya sabes, te ves tan seguro, como si donde llegaras todos tendrían que lamer donde pisas— habla el tercer chico caracterizado por ser el más robusto de los tres, con voz demasiado gruesa y un ceño tan fruncido que temo que se le quede plasmado de por vida.

El más bajo y pálido que me parece el más tímido le pega con una toalla mientras ríe.

—Ignora a Derek, es demasiado borde aún sin planearlo.

Todos asienten en acuerdo.

»Yo soy Beck, chico nuevo— se presenta— él es Gabe— señala al moreno que fue el primero en hablar y este me saluda con una mano—. Aquel de la esquina se llama Robinson, pero le decimos Robbie— le llama Beck para que saludé y muestra su dedo de en medio riendo a carcajadas.

—Dereck, Beck, Gabe y Robbie. Perfecto— digo en voz alta para memorizar los nombres.

—Y aún faltan tres más de los que trabajan en nuestra área— informa Gabe, el moreno mientras se ata las agujetas de sus zapatos.

—¿A qué fila van?— cuestiono cambiando de los zapatos por unas deportivas.

—Beck a la "A" junto con Flynn quien aún no llega, Gabe, de la "B" con Mark, ese debe de estar en la otra área babeando por los chicos de allí, dice que ninguno de nosotros le gusta tanto y tiene que irse a recrearse la vista en la otra parte, espera a que te vea, querrá lamerte la cara— todos ríen, pero yo entrecierro los ojos con desconfianza.

—Tranquilo, Mark es indefenso, le van los tíos y lo vuelven todo un hormonal, pero es inofensivo— brama Gabe.

—Y en la "D" estoy yo, con un comemierda llamado Sham— cuando el robusto y enorme Derek termina de hablar todos ruedan los hombres ante la mención del último chico.

—No les cae bien, ¿he?— sonrío incorporandonos del suelo donde estaba colocándome las deportivas.

—A nadie, se cree que todo son sus enemigos, ni siquiera está aquí porque necesite el empleo, solo quiere demostrar que es el mejor, para él todos son su rival, hasta Dereck que va en su misma fila— explica Beck saliendo de la estancia entre burlas hacia el llamado "Sham".

Y eso que creí que era el más tímido y terminó siendo el más bromista.

—Cree que tendrá ahora la delantera entre las cuatro filas ya que se ha marchado Gordon, el que más clientela atraía y el más eficiente de todos que, a excepción de él, sí era humilde y estaba aquí no porque necesitará realmente el empleo tampoco, sino distraer su mente en algo positivo. Lamentablemente un familiar muy cercano para él murió y no lo tomó muy bien; por lo que decidió abandonar la ciudad— culmina Derek quien, a pesar de parecer un ogro al primer vistazo y el más intimidante, resulta ser el más hablador. Termina por colocarse una franela negra que resalta sus ojos grises y hace contraste con su muy bronceada piel.

Cierro el casillero con un candado, guardo la llave en unos de los bolsillos de mi bermuda y me dispongo a salir, pero al recordar algo me detengo y volteo hacia Gabe y Derek quienes aún están echados en el suelo.

—Entonces mi compañero de fila es...

—Yo, perro— aparece nuevamente Robie hablando con la boca llena y una enorme hamburguesa en la mano izquierda.

Lo repaso y no parece ser de los que son glotones, aunque hoy ya hemos aprendido que las apariencias engañan, ¿No?

—Ah— es lo único que digo y él frunce el ceño sin dejar de comer.

—¿Cómo que "Ah"?— no querías tenerme de compañero— mal, chico, mal chico— me señala con su hamburguesa mientras niega con la cabeza en desaprobación.

—Realmente no tengo problemas, estaría a gusto con cualquiera— me encojo de hombros riéndome.

Entrecierra sus ojos terminando de un bocado el último pedazo de lo que era su hamburguesa.

—Ya veo que eres el sustituto de Gordon en su máximo esplendor, no me digas que eres tan asquerosamente bueno, optimista y buena persona que solo quiere la paz mundial como él— se queja.

Elevo mis cejas en confusión.

—¿Y eso está mal?— cuestiono.

—Fatal— abre sus párpados—. Eso quiere decir que no caerás en mis provocaciones ni en las de el culo sucio de Sham y le encontrarás siempre un lado bueno a las peores desgracias.

Los que quedamos en los vestidores reímos por su fingido agobio.

—Suerte entonces— le digo.

—Sólo trata de darle competencia al culo baboso de Sham y nos llevaremos bien.

—Llevalo suave, hoy es su primer día y suficiente tiene con que le hayas tocado como compañero— bromea Gabe mientras salimos todos para ir a nuestros puestos.

Cuando cada uno nos colocamos en nuestras filas distingo que ya hay una suma bastante extensa de automóviles esperando por ser lavados. En mi fila hay unos ocho en la A cinco, en la B, siete y en la "D" hay unos diez, llevan la delantera, si logran lavar esos antes de que nosotros la vemos estos y otros más acumularán más puntos y serán los más beneficiados monetariamente.

Difícil, y más siendo mi primera día.

—¡Oye, nuevo!— se acerca Robbie— tratemos de tenerlos todos en dos horas, tú cuatro y yo cuatro— parece ver mi cara de sorpresa por lo que procede a explicar— tranquilo, tendrás una ayudante que no debe tardar en llegar, ella es muy rápida y competitiva, así que te ayudará bastante, sé que es tu primer día, pero necesito el dinero para pagar mi mensualidad en la universidad este año, y probablemente si estás en esto es porque también lo necesitas— si logramos lavar más de los otros que están aquí, nos llevaremos una buena cantidad de dinero sólo con la propina de hoy, y ni hablar de nuestro sueldo del mes, para esos debemos mantenernos en primer lugar, durante al menos una semana— termina con gesto serio y asiento.

Yo también necesito el dinero, y si esto es en dos competitiva ayuda más.

Segundos más tarde aparecen dos chicas enfundadas en su corto e insinuante, pero también hipnotizante uniforme.

—Tú debes ser el nuevo, mi nombre es Jagnner, aunque me puedes decir Jaggi y soy tu ayudante— saluda sonriente una pequeña chica rellenita y, permítanme decir, hermosa, su rostro redondo formado por unos rellenos cachetes que te provocan pellizcarlos y unos ojos oscuros claros, no puedo distinguir bien el color, su largo pelo rubio castaño está atado en una coleta alta y luce su cuerpo sin ningún complejo. No tendría porqué, es hermosa.

—Soy Flavio— saludo a Jaggi y luego a la otra chica que por igual es poseedora de prominentes curvas, es más alta que mi compañera y tiene su rostro acompañado de leves pecas, lleva su pelo atado, aunque algunos flecos se le escapan ya que su pelo negro azabache, es muy corto.

—Mi nombre es Sol— se presenta—. Y soy la compañera de este mequetrefe— señala a Robbie quien hace una corta reverencia.

—Bienvenido al equipo rojo, mejor conocido como la fila “C”— dice Jaggi. sonriente.

—Muchas gracias, chicos— asiento.

Robbie y yo vamos vestidos prácticamente iguales, ambos llevamos una bermuda deportiva color rojo y una franela gris, a excepción de que él no posee una gorra, lleva sus rebeldes risos todos al aire libre. El uniforme de las chicas es sencillo, aunque  estoy seguro que serán culpable de muchas erecciones hoy, no hablo por mí, eh. Llevan un corto pantaloncito talle alto de cuero y color rojo, aparte de una franelilla que al igual que la de nosotros es gris, pero holgada que se amarran a una esquina inferior, debajo de ella no llevan sostén, solo un simple top rojo. Cada una lleva una guantillas color roja en el brazo izquierdo y en la frente una venda del mismo color, de maquillaje solo llevan los labios de un rojo carmesí.

Los empleados de las otras filas van uniformados prácticamente iguales sólo los diferencia el color.

—Entonces tú eres el bicho nuevo— dice alguien a mis espaldas y debo bajar la vista para encontrarlo, es por mucho, más pequeño que yo y no sé si yo soy demasiado alto, o el demasiado pequeño.

—Flavio, así me llamo— hago una seña con mis dedos mayor e índice en saludo.

Luego de repasarlo llego a la conclusión de que lo que lo hace parecer más pequeño de lo que realmente es son sus voluptuosos músculos, demasiado exagerados para su estatura, piel clara, mandíbula marcada y pelo y ojos negros, a pesar de eso se ve como un chico indefenso, pero rectifico mis pensamientos al escucharlo hablar.

—Soy Sham, el mejor de Hot Waters, así que más te vale te mantengas en tu puesto, preparado para recibir una patada en el culo— se regodea y yo río con diversión.

—¿Se supone que tratas de intimidarme?— él arquea una de sus negras y espesas cejas, retandome— tranquilo, viejo, a mí lo único que me importa es el trabajo, esto para mí no es una competencia de cual sea el mejor, ah, y si quieres intimidarme tendrás que crecer un chin más—sonrío.

—Que no se te olvide que eres el novato y puedes quedar en la calle en cualquier momento, sin importar si eres un niño de cara bonita o le caes bien a cualquiera— es lo último que dice antes de largarse a su fila que queda a mi izquierda.

Arrugo las cejas. ¿Qué demonios le pasa a este minion musculoso?

—Ignoralo, su trabajo en vez de lavar vehículos es tocarle las pelotas a los otros trabajadores.

Encojo mis hombros y tras el timbre que indica que el trabajo empezó, nos disponemos a hacer lo nuestro lo más bien y rápido que podemos.

Jaggi es muy rápida y me ayuda bastante explicándome algunas cosas para hacer la tarea mucho más fácil.

Mientras trabajamos vamos conversando y conociéndonos, ella trabaja para poder mantenerse ya que se fue de casa de sus padres por razones personales y ahora está buscándose la vida sola. Tiene diecinueve años y dice que a duras penas salió del instituto. Me cuenta que el estudio no es lo suyo, pero que aún así pones hacerlo, ya que decidió mudarse sola debe de trabajar para poder hacer una de las carreras más cortas y que le llame la atención y así conseguir algún día otro empleo.

Yo por mi parte le cuento solo por encimita sobre el porqué trabajo aquí y gracias a quién he podido tener el empleo.

En media hora ya hemos lavado tres coches que valen más que mi propia vida, mientras otros siguen llegando. Somos los que más trabajo tenemos y no sé si asustarme, o alegrarme.

De reojo veo a varias chicas que están en turno viéndome fijamente mientras hago lo mío, ellas cuchichean en el área libre mientras se toman alguna bebida.

—Eres carne fresca, así que prepárate para aguantar esas miradas— dice Jaggi mientras va checando con una toalla el vehículo número tres que lavamos y yo me adentro al número cuatro para encenderlo y llevarlo hacia donde debemos lavarlo. Le saco la llave dejándola en uno de los cajones para después cerrar delicadamente el carro, no vaya yo a romperle algo y tener que vender mi alma para pagarlo.

💦💦💦

Pasan las dos primeras horas de trabajo y Robbie, las chicas y yo recibimos más clientes, antes de que cese la hora hemos lavado unos doce vehículos. Sham y su fila tuvieron dos más que nosotros, pero aún así las chicas vitorean por lo bien que nos fue mientras tomamos el descanso que nos toca luego de cada dos horas 

Parece mentira que lavamos doce coches en dos horas y la cantidad de propinas que tienen nuestras latas, en el espacio de Robbie hay una lata para las propinas de él y Sol, en el espacio que nos corresponde a Jaggi y a mí también, incluso mucho más que el de Robbie.

—Joder, nuevo, pero tienes potencial— exclama este secándose el sudor con una toalla, Jaggi se aproxima hacia mí tirándome una, le agradezco con una sonrisa y me seco el rostro mientras caminamos hasta la cafetería.

Sham nos pasa de largo regodeándose por el hecho de que tuvieron dos clientes más que nosotros.

—¿Podrían llamarme por mi nombre?— río.

—Nop, así te quedas, eres el primero y estoy muy seguro que el último en ser contratado luego de tres años de que nadie lograra entrar, seguirás siendo el nuevo.

Me encojo de hombros.

Cuando llegamos al mostrador las chicas piden una limonada para refrescarse y Robbie solo una botella de agua, yo por mi parte pido una Coca-cola bien fría.

—Eso es veneno— señala Jaggi.

—Y también mi adicción— añado.

Mientras estamos en horario de trabajo podemos pedir gratuitamente cualquier bebida que no contenga alcohol con el fin de refrescarnos para la próxima ronda.

«Al menos nos hidratan gratuitamente» pienso.

La cafetería está casi vacía debido a que toda la clientela estaba en la parte delantera observandonos trabajar. Decidimos sentarnos un rato y minutos después aparecen los otros chicos uniéndose, incluso aquellos que no llegue a conocer en los vestidores.

—Jeo está que no se le borra la sonrisa de la cara por el buen trabajo que has hecho, teniendo en cuenta que es tu primer día de trabajo— dice Flynn un chico muy delgado y de ojos grises.

—Hice lo que pude— confieso tras dar un largo trago de mi refresco.

—Realmente eres un buen suplente de Gordon— habla Clary, la compañera de Gabe.

—Ya paren ustedes de babear por él— exige Derek y las chicas presentes ruedan los ojos.

—Yo solo babeo por Beck— intercede Gloris, sentada en el regazo de su novio dándole besos por todo el rostro a lo que todos nosotros hacemos muecas de asco.

—Son demasiado exhibicionistas— rueda los ojos Gabe.

—Ahí se acerca el jefe— anuncia Sol y todos volteamos a ver a Jeo quien camina hacia mí con una sonrisa que amenaza con dividir su rostro.

—Has estado magnífico en tu primer día, has atraído tanta clientela que sorprende, y aún siguen llegando así que dile a tus compañeros que vayan preparandose— me da un abrazo eufórico y mi quita la visera para revolverme el cabello.

—Muchas gracias, Jeo.

—Gracias a tí, quien eres que atraes tantas mujeres a mi negocio— se burla— y esto es solo el primer día.

—Ya deja de besar sus pies, Jeo, mi grupo hizo más que el suyo— hace su aparición Sham.

—Lo sé, Shami, pero tú llevas tres años trabajando conmigo, ¿y él cuánto?— arquea una ceja a lo que el minion musculoso guarda silencio.

—El punto es trabajar en equipo— digo descuidadamente y me gano una mirada de odio por su parte, le doy un guiño y se larga.

💦💦💦

Cuando dan las seis y estoy secando el último vehículo del día para entregarlo a su dueño un brillante Audi negro se acerca lentamente en mi dirección y le hago una seña para que retroceda, ya las horas laborales terminaron.

El dueño del coche que acabo de lavar se acerca para recogerlo y echa unos billetes en mi lata de propinas para luego retirarse. Empiezo a recoger todos los materiales que usé en el día cuando me doy cuenta que el dueño del carro sigue acercándose hasta detenerse a mi lado.

Toco el cristal con mis nudillos.

—Oye, ya el horario de trabajo terminó, debes sacar el auto de aquí— quien sea  el conductor no me hace caso por lo que decido dejarlo ahí y dirigirme al cuarto de servicio a dejar los utensilios. Que trague mierda.

—¡Oye idiota, ¿no me piensas saludar?!— esa voz chillona es imposible no reconocerla, me doy la vuelta y dejando las cosas nuevamente en el piso me acerco hacia Paty y la alzo en el aire apretandola.

—¡Renacuaja! Cuánto te extrañé. 

Ella ríe mientras reparte besos por mi rostro y decido bajarla sobre sus pies.

—También te extrañé, Favi— lloriquea mi mejor amiga y utilizo mis pulgares para despejar de su hermoso y perfilado rostro  cualquier rastro de lágrimas.

—¿Estás más alto, o yo estoy más pequeña?— cuestiona gratamente sorprendida.

—Creo que ambas cosas— sonrío y ella giró sus ojos —¿Cómo sabías que estaba aquí?

—Fui a casa de Dorian teniendo en cuenta que vive cerca de donde mis padres, pero el cabroncito no estaba, quién me recibió fue su padre y estuvo tan comunicativo que terminó por informarme que estabas en tu primer día de trabajo —habla muy deprisa mientras gesticula con sus dos manos—. ¿Te falta mucho?— pregunta.

—Guardo esto, voy por mis cosas y regreso— le digo, asiente y una vez más con todas las cosas de limpieza y la lata de propinas en manos troto hacia el cuarto de servicio a guardar todo, luego a los vestidores donde en pocos minutos cambio mi atuendo por unos jeans desgastados y ajustados, una camiseta sencilla color blanco y las converse que traía. Todo lo que me quito lo organizo en mi casillero, a excepción de mi franela y bermuda que debo dejar en un canasto para que la encargada de lavar los uniformes lo haga.

Es un alivio no tener que cargar con él ya que está húmedo por toda el agua que inevitablemente me cayó encima.

Me cuelgo mi mochila en mi hombro derecho no sin antes guardar mi parte del dinero e ir en busca de Jaggi para entregarle el suyo.

Antes de que se fuera al bar a tomar un trago contamos todo y quedamos realmente sorprendidos con la cantidad de propinas que hicimos hoy, me costó mucho que aceptara la mayor parte, pero al final lo hizo. Podríamos dividirlo a mitad, pero todo lo que hice hoy fue en mayoría por su ayuda y técnicas, si me hubiese tocado otra compañera no creo que hayamos recolectado tanto. Fue muy eficiente.

Cuando llego nuevamente al lugar donde dejé a Paty tras entregar su parte del dinero a mi compañera, me encuentro con que Dorian ha llegado por mí y mantiene lo que parece ser una calurosa discusión con nuestra mejor amiga.

Paty gesticula mucho con sus manos como cuando está nerviosa, ansiosa o realmente molesta, se da vuelta al parecer cansada de discutir con Dorian y es cuando se percata de que me acerco y disimula una sonrisa.

Entrecierro mis ojos en confusión.

—Eres un inmaduro— alcanzo a escuchar a Paty mientras le da la espalda.

—Te vas sin darle explicaciones a tus únicos amigos ¿y cuando llegas después de dos años quieres que te reciba con una puta sonrisa y los putos brazos abiertos? Pues la llevas mal, loca renacuaja— gruñe mi amigo.

—Fue lo que yo hice— intervengo.

—Tú y yo no somos iguales, y lo sabes, puto Flavio— escupe y alzo las manos en señal de paz.

—Tranquilo, viejo. Conmigo no.

Me acerco a él y le doy un beso en la mejilla que provoca un fuerte golpe en mi cabeza, pero lo hace sonreír. El hecho de que seamos dos chicos no quiere decir que de vez en cuando no tengamos nuestra muestras de afecto como cualquier par de amigos, muchas veces lo hago para molestarlo. Dice que si alguien ve que le doy un beso en la mejilla nos tacharán como gay. Pero joder, que mierda más estúpida, las chicas lo hacen y no por eso les dicen lesbianas. 

—¿Sabes qué, Flav? Mejor me paso por tu casa mañana, ¿A qué hora termina tu turno?

—Mañana a las tres en punto de la tarde— informo. 

—Bien, espérame a las cuatro. No soporto estar rodeada de ex amigos amargados y resentidos— gruñe en dirección a Dorian quien le muestra su dedo de en medio.

—Largo, loca renacuaja, me haces un bien— entra a su coche dando un portazo y haciendo sonar el claxon para que suba.

Río porque nada puedo hacer, en unas horas se les pasará. 

—No actúes como víctima, Paty, entiende que su única mejor amiga se fue de la ciudad durante dos años sin ni siquiera darle una explicación, es normal que actúe así. Yo soy un blandengue que igual está resentido, pero que también está emocionado de que hayas vuelto.

Muerde su labio inferior con nerviosismo sin quitar su ceño fruncido.

—Es un ogro, el desgraciado ese, ¿Escuchaste que ha vuelto ha llamarme renacuaja? Ese animal— se queja.

—Ya se le pasará, nos vemos mañana, pequeña— beso sonoramente su frente y me adentro al coche de Dorian que no pierde ni un minuto en arrancar a toda velocidad. Está tan molesto que no recuerda que debía ser yo quien conduciría, pero no seré yo el que lo diga.

Me acomodo en mi asiento preparado para escucharlo durante todo el trayecto a casa despotricar sobre lo malagradecida y mala amiga que es Paty.

Río sin poder evitarlo, los tres somos un complemento y dudo que podamos estar molestos más de dos días el uno con el otro. 

Ya se les pasará. 

Repaso mentalmente el día agitado que he tenido hoy mientras me mentalizo porque así serán los próximos fines de semana que vengan.

Suspiro. 

Por algún pequeño segundo mi mente trae a colación ese gran par de ojos oscuros que me han sido de pesadilla estos últimos días, no sé porqué mi cabeza la invoca, pero sonrío sin poder evitarlo. 

Sangrona maleducada. Sí el ese de “Cuando no puedes dormir es porque están pensando en ti” es cierto, creo que esa chica grosera lleva algunos pocos sin hacerlo. 

Aunque sepan que no son muy bonitos mis pensamientos hacia ese irritable ser humano.

💦💦💦

***********************

¡Hello, cucarachones! Paso rapidito, pero no sin antes agradecerles por tanto apoyo.

¿Qué opinan de los nuevos personajes?

Les informo que estoy haciendo algunos cambios en la ciudad donde residen estos personajes, así que no se me asusten cuando noten otro nombre en vez del que está. Estoy organizando bien las cosas, pero les adelanto el nombre que tendrá a partir de ahora “SouthvilleKlansix seguirá existiendo, pero ahora como capital de la ciudad y el nombre modificado esClanxville

Les seguiré informando, mientras tanto síganme en mis redes:

IG/TW: Jennifferplopez

Les amo.💜

Continue Reading

You'll Also Like

30.4K 2.2K 12
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME. Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría a...
826K 50.2K 42
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
557K 49K 54
"El día que empecé a extrañarla, ella dejó de quererme" Jeon Jungkook es un padre soltero, en busca de su propio bienestar, no parece estar preocupa...
12.6K 871 20
Un día te llaman de ese programa que te cambio la vida y te ofrecen el trabajo de tus sueños, ser profesor de la academia de OT, con tu pareja, la cu...