Género: Fantasía/Romance.
Protagonista: Lady Hazel de Duhjía, pronunciado como "leidí", "jeisel" o "jásel" y "dooyía" o "dúyia".
Rasgos físicos:
Cabello castaño. Ojos grises, veteado en azul claro. Tes clara, ligeramente dorada. Labios rosa coral. Pequeños lunares esparcidos por el cuerpo, aproximadamente 1,60m de altura, complexión delgada y facciones delicadas en un rostro ovalado.
Rasgos psicológicos:
Es una mujer creativa, de gran memoria y habilidad manual. Se le dificulta un poco tomar la voz de mando, pero una vez coge confianza, es capaz de guiar y empatizar, sin importarle el desgaste emocional que ello le pueda causar. De naturaleza amable, bondadosa y generosa, intenta ver la luz en todos, sin importarle apariencias ni pasados. Su carácter sólo se vuelve inflexible ante situaciones que lo requieran, y mas habitualmente, frente a su circulo cercano.
La confianza, para ella, conlleva una responsabilidad entre dos personas, que cuesta mucho tiempo remendar. Por ello, solo a un puñado de personas le confiaría su vida, o la sacrificaría si se diera el caso.
Papel dentro del mundo de fantasía:
Es descendiente de una larga estirpe de nobles, prometida del príncipe Ambón, y posteriormente Reina. Artista especializada en la pintura realista, bajo el patrocinio de la Diosa Ahpatijk Tpashti.
La idea:
Después de la primera aparición de Hazel, presentándose como la prometida de Ambón ante Macy, fui incapaz de huir al llamado que semejante pareja hacia resonar en mi cabeza. Necesitaba, como a más de algún escritor le habrá pasado, plasmar su historia de modo que no quedara como una mera anécdota dentro de la serie. Ella y él me empujaron a dar un paso atrás, y contar los pormenores de los diez años que marcan un antes y un después para el reino.
El Rey y la Reina de Radwulf, representan más que un indestructible amor. Son un icono de la ardua lucha de todo un pueblo contra la oscuridad.